Con los amigos, regresamos al Paraguay luego de 8 años de ausencia, para quedarnos por tres meses, pasamos momentos inolvidables, maravillosos, hicimos algunas presentaciones donde recibíamos el afecto y cariño de un público que hasta ese momento poco o nada sabía de mí. Una noche compartimos el escenario con los Troveros de América, muy buen conjunto, allí conocí a Nito Momper, hijo de Don Victor Montórfano y me comentó que su papá quería conocerme, quedamos en comunicarnos telefónicamente y que por los compromisos de ambos no se dió. Ya se estaba anunciado mi regreso a Europa hasta que un día fue llegando a casa Nito, me contó que su papá había perdido el habla y que estaba internado en el I.P.S., a la mañana siguiente fuimos a visitarlo. Lamentablemente Don Víctor no podía haifiar, pero me escribió una carta llena de elogiosos conceptos que aún hoy me emocionan al recordar y que la tengo encuadrada en mi galería, estaba fechada 25 de setiembre de1973, junto a la carta me entregó la letra de Saludo al Paraguay, me despedí de él y a las 2 semanas fui a Buenos Aires a grabar una serie de canciones como el Indio pequeño, La carreta, Vergel Luqueño, La canción del mimby, entre tanto había musicalizado aquel poema de Don Victor que no solo grabé sino también fue el nombre de aquel material discográfico, al terminar la grabación envié la cinta a Asunción, Don Victor llegó a escuchar y unos días después partió con su Saludo al Paraguay.