AL CAÍDO EN LA VÍSPERA
UN ALA PARA VÍCTOR LIBRE
Letra: MANECO GALEANO
Música: CARLOS NOGUERA
AL CAÍDO EN LA VÍSPERA
UN ALA PARA VÍCTOR LIBRE
Un dolor y una tristeza imposibles de nombrar recorrieron el mundo por aquellos días que se hamacaban a orillas de la primavera. En realidad, en la historia de la humanidad, hubo pocas primaveras tan heridas de llanto como aquélla de 1973. En esos días deambulaba por el mundo de la noticia del asesinato de VÍCTOR JARA, el cantautor chileno al que el no AUGUSTO PINOCHET había asesinado -mediante sus esbirros, hombres de pueblo, pero traidores al pueblo-, en el Estadio Nacional de Santiago, que se había convertido en un escenario de martirios.
Víctor, era un hijo de esa Araucanía indómita que los conquistadores creyeron derrotar en tres siglos de lucha sin tregua. Había nacido en la década de 1930 a 20 kilómetros de Chillán, en un pueblo de más silencios que palabras pero con la rebelión siempre alerta ante las injusticias.
Su madre tocaba la guitarra y cantaba y era lavandera. Quería que su niño fuera a la escuela porque pensaba que por ahí se iniciaba el cambio del destino de un hombre sin más riqueza que su condición de hombre. Su papá, en tanto, decía que el pobre no necesitaba de escuela. Que, al final, daría lo mismo leer o no leer, aprender o no aprender lo que dicen los libros.
Huérfano de padre a los 15 años, Víctor y su madre emigraron a la capital. Ella se empleó de cocinera y él se fue tras las huellas de Dios al seminario de la Orden de los Redentoristas. Le aburrían los números, las ciencias y las estupideces que adquieren aire doctoral sólo porque están en los programas de estudios. La clase de música sí le fascinaba. Allí, en la armonía, encontraba el rostro del Hacedor.
Entre los sacerdotes descubrió que su camino no era ser cura sino músico. Hizo, en 1952, el servicio militar. De allí salió con el arma de su voz cargada: tenía certeza de que su oficio debía ser el de cantar la vida de los suyos. Conoció a VIOLETA PARRA de quien aprendió sus canciones y su sentido de humanidad. Habitó los tablados del teatro. En su calidad de actor, visitó el Paraguay ya cuando SALVADOR ALLENDE era presidente, según recuerda JOSÉ ANTONIO GALEANO (1). Antes de eso, gracias a una beca, había perfeccionado sus conocimientos musicales con una beca a Londres.
En 1970 Jara -voz con la que en España se designa a unas plantas de flores grandes y en Guatemala y Méjico quiere decir flecha-, haciendo honor a su apellido, uniendo la poesía con la fuerza de su denuncia, apoyó, a Salvador Allende. El gobierno de unidad popular se instaló en el Palacio de la Moneda a través del inédito y poco menos que increíble poder de los votos únicamente.
El 11 de setiembre de 1973, Pinochet comenzó oficialmente – con la «bendición» de los que en buena parte de este siglo ampararon y amparan a los totalitarios-, la reedición de la barbarie.
De la Universidad Técnica donde debía cantar para celebrar la asunción al poder de Allende, le llevaron preso a Jara y a muchos más. En la improvisada prisión, con su guitarra, el cantautor cantó como nunca. Para que se callara, le cortaron las manos. Con sus manos quebradas, siguió rasgueando su instrumento. Le cortaron entonces la lengua y, finalmente, porque no había caso de silenciarlo, le cercenaron la vida.
El domingo 16 de setiembre, en la morgue santiaguina aparecieron seis cadáveres. Unos días después se reconoció que uno de ellos era el del autor de TE RECUERDO AMANDA -en homenaje a su madre- y PLEGARIA A UN LABRADOR.
Alrededor del 20 de setiembre la información circuló por el orbe. En Asunción, conmovido por ese capítulo de la barbarie, MANECO GALEANO escribió AL CAÍDO EN LA VÍSPERA. E inmediatamente CARLOS NOGUERA le puso música. La gente, con el tiempo, la rebautizó como VÍCTOR LIBRE, título con el que más se la conoce.
AL CAÍDO EN LA VÍSPERA
(VÍCTOR LIBRE)
Dónde quedó tu limpia mirada
sonrisa abierta en la noche,
alas de gaviota y puñal.
Chile llora tu canto inmolado,
de Víctor Libre es la luz,
de patria y Jara la voz.
Piedra, pasión, plegaria,
arrullo araucano,
libre ha nacido el sol
después de morir.
Un río de luna baña tu rostro
de poesía y vergüenza
que es desafío al traidor.
Soplan los cuatro vientos,
valientes jinetes de la victoria
esclarecedora y final.
Letra: MANECO GALEANO
Música: CARLOS NOGUERA
ESCUCHE EN VIVO / LISTEN ONLINE:
AL CAÍDO EN LA VÍSPERA
(VÍCTOR LIBRE)
Fuente:
LAS VOCES DE LA MEMORIA - TOMO II
HISTORIAS DE CANCIONES POPULARES PARAGUAYAS
Autor y ©: MARIO RUBÉN ÁLVAREZ
Edición del autor y Julián Navarro Vera
Dibujo y diseño de tapa: GOIRIZ
Editora Litocolor S.R.L.
Asunción-Paraguay 2009
ENLACE A LA GALERÍA DE MÚSICA PARAGUAYA
EN PORTALGUARANI.COM
(Hacer CLICK sobre la imagen)

MÚSICA PARAGUAYA - Poesías, Polcas y Guaranias - ESCUCHAR EN VIVO - MP3
MUSIC PARAGUAYAN - Poems, Polkas and Guaranias - LISTEN ONLINE - MP3