«Si la añoranza no existiera, el repertorio de la música paraguaya tendría menos obras», decía el poeta y periodista NÉSTOR ROMERO VALDOVINOS. Y es así: la evidencia está en las composiciones que tienen como punto de partida la ausencia del terruño.
CARLOS GÓMEZ -nacido el 6 de marzo de 1917 en el barrio La Encarnación, en Asunción-, más conocido como actor, no escapa de esa especie de regla general con respecto a la producción musical.
A comienzos de la década de 1960 recaló en Montevideo, Uruguay, «Había ido a Buenos Aires, desde donde me llamaban periódicamente para intervenir en algunas películas. Los HERMANOS LARRAMENDIA -AGUSTÍN, GENEROSO y LUCIANO- y JACINTO HERRERA habían acordado una serie de presentaciones en la capital uruguaya. Me contrataron para formar parte del elenco y hacer unos pasos de comedia», cuenta CARLOS GÓMEZ.
«Sabía que HUMBERTO RUBÍN trabajaba entonces como locutor en RADIO CARVE. Lo fui a visitar y me invitó a su casa. Pasamos momentos inolvidables», continúa rememorando el que desde niño, en la escuela, había sentido ya que una irresistible fuerza lo invitaba a subir a las tablas para encarnar personajes.
Pese a que estaba entre amigos, la nostalgia iba haciendo ese trabajo de zapa que horada el alma. «Ndavy’aiterei. No estaba contento del todo. Algo me faltaba: era mi país», recuerda.
De esa atmósfera de nostalgia es que le salieron los versos que iban a retratar su estado de ánimo. «Era una tardecita-noche ya y comencé a poner en el papel lo que inicialmente titulé como A TI MI ASUNCIÓN que después quedaría definitivamente como LEJOS DE MI ASUNCIÓN. El original tuvo, además, la corrección de algunas palabras, pero en lo esencial quedó tal cual como había escrito al principio».
Cuando terminó su compromiso con quienes lo habían convencido para ir a la gira, regresó a Asunción para alejar ese incómodo viento del techaga'u que le había mordido el espíritu al estar fuera de los límites de su tierra.
«Ya estando de nuevo por aqui, me encontré un día con el compositor MIGUEL RIVEROS. Miró la letra, le gustó y le puso como música una polka-canción», rememora el que actuó en la película «ALTO PARANÁ», dirigida en Corrientes -Argentina- por CATRANO CATRANI. HERMINIO GIMÉNEZ había sido el que proporcionó su nombre para ese filme que le abrió las puertas de otras intervenciones cinematográficas.
«El tenor OSCAR MENDOZA fue el primero en grabarla. Hubo luego otros intérpretes que hicieron lo mismo», concluye el que también es autor de las letras de la zarzuela ASI ES MI VALLE, con música de FLORENTÍN GIMÉNEZ.