Portal Guaraní - PATRIOTISMO Y SMO - Por SERGIO CÁCERES MERCADO

La idea que tiene Mario Abdo Benítez sobre las bondades del servicio militar obligatorio (SMO) pinta a cuerpo completo lo que realmente es. Detrás de esa imagen de joven político con ideas nuevas, se esconde la tierna podredumbre a la cual representa.

Antes de las internas ya había opinado lo mismo. Al necesitar decir algo para solucionar los problemas que enfrentan los jóvenes –un electorado al que apunta con insistencia– no se le ocurre mejor receta que mandarlos al cuartel.

Esa fijación que tienen muchos acerca de que el cuartel sacará de la drogadicción y la delincuencia a los jóvenes es tan discutible, por no decir irrisoria. El SMO tiene otros objetivos. Si queremos solucionar –y dudo mucho que realmente lo quieran hacer nuestros presidenciables– la problemática juvenil, son otras las políticas bien conocidas a aplicar y no precisamente la estupidez de enviarlos al cuartel.

Sobre reglamentar el SMO estamos de acuerdo. Pero hay algo en lo que Mario Abdo se equivoca: el servicio militar fomenta el patriotismo. Este es un valor muy difícil de fundamentar en estos tiempos globales y posmodernos; hay tantos argumentos que demuestran que es un valor perimido que hasta parece tonto hablar de ello. Pero hagamos un esfuerzo con Mario Abdo; podría ser que él entienda por patriotismo algo muy distinto, pero generalmente significa amor a la patria, y esto no es algo privativo de los militares.

Quizá en las dos guerras que tuvimos hayamos tenido militares patriotas. De los paraguayos que combatieron qué duda puede haber. Pero en la posguerra del Chaco fuimos gobernados por militares que fueron ejemplo de todo menos de amor a la patria. El clímax del antipatriotismo fue la dictadura de Stroessner que Marito conoció muy bien.

El Paraguay vivió décadas de ultraje cuando los militares gobernaban. Se adueñaron de las tierras, se llenaron los bolsillos, y pisotearon a la gente humilde; los soldados se convirtieron en servidumbre suya. Las consecuencias todavía se pueden ver en nuestras fronteras invadidas, en las grandes mansiones que ostentan.

Cualquier adjetivo negativo les va muy bien a aquellos militares menos el de patriotas. Y a no dudar que ese es el modelo que conoció Marito. La diferencia es que él estaba protegido en una burbuja. Si todos fueran tíos míos también los adoraría y tendría como modelo.

Qué gran presidente será Marito si logra que los jóvenes del Paraguay tengan solo un mínimo de la calidad de vida que él tuvo. Pero una cosa es segura en este sentido, tal calidad de vida no se lo dará el cuartel y su idea retrógrada de patriotismo.

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