ESTHER EN EL RECUERDO
EN UNA MUJER, TODAS LAS MUJERES
Letra y música: RUBÉN DOMÍNGUEZ
En este oficio de escarbar en la historia de la música de nuestro pueblo, es inevitable preguntarse si lo expresado por el poeta o por el músico -que, en ocasiones, se sintetiza en unasola persona-, es autobiográfico, algo que proviene de su experiencia, o es fruto de su imaginación.
A veces, la inspiración brota de la capacidad de crear, mentalmente, situaciones. En otras -en la mayoría de los casos, aunque con el transcurso del tiempo algunos lo niegan o aducen razones diferentes de las originales- los versos y las melodías nacen de hechos vividos y vividos con tanta intensidad que el artista siente la ineludible necesidad de convertirlos en una forma duradera que derrote la fragilidad de la memoria.
Un caso de autor autobiográfico que parte de sus recuerdos personales más hondos es el de RUBÉN DOMÍNGUEZ. Este músico, letrista y compositor nació en Puerto Casado el 18 de enero de 1957.
Sus obras están impregnadas del sabor de su tierra. El entorno en el que vivió lo marcó a fuego. Recurre a su pasado para convertir sus canciones en vigorosos mensajes para el presente. En Esther en el recuerdo, balada que compuso en Suiza -donde vive y trabaja como músico, siendo presidente de Artistas Paraguayos en Suiza, ARPAS, que nuclea a 55 artistas residentes en ese país-, en homenaje a su madre ESTHER ALVARENGA DE DOMÍNGUEZ.
"Tomé la figura de mi madre para hacer esa composición en 1997 más o menos. Es su historia, pero en realidad es la historia de muchas mujeres paraguayas, de todas las épocas y de todos los lugares, que luchan diariamente por la supervivencia", comenta Rubén.
Esther había nacido en Puerto Rosario, departamento de San Pedro. Al casarse, acompañó a su marido, LORENZO DOMÍNGUEZ, al obraje de Carlos Casado en el Chaco. En el kilómetro 83 se desempeñó como maestra de la escuela rural del lugar, a cargo de la compañía taninera. Su padre, empleado de la misma, a raíz de una falsa acusación -que sería demostrada como tal con el correr del tiempo, reivindicándose su honor y siendo de nuevo convocado por la empresa para trabajar-, fue despedido. La familia, entonces, se mudó a Puerto Rosario y, de allí a Vallemí. Aquí Lorenzo sufre de nuevo el latigazo de la injusticia a raíz de una calumnia que entrañaba motivos políticos. Se lo acusa de colorado méndez-fleitista (cuando en realidad él era febrerista) que estaba fabricando bombas. Lo que había pasado es que en unas bolsas de cemento los niños de la casa habían encontrado unos balines y jugaban con ellos. Los tembiguái de la dictadura vieron eso y armaron el cuento a imagen y semejanza de sus intenciones nefastas.
En medio de todas estas zozobras, la figura de doña Esther sobresale nítidamente. Para ella el trabajo honesto es la mayor gloria que se pueda tener, con las manos limpias, para alcanzar el honesto pan de cada día. Es a esta mujer a la que su hijo le canta para convertirla en el retrato de carne y huesos de todas sus congéneres que desde el alba hasta altas horas de la noche amasan su vida y la de los suyos con dignidad.
Fuente: Rubén Domínguez.
ESTHER EN EL RECUERDO
Cómo hacer para hablar
de las cosas de ayer
de tejer las palabras
y contar tu verdad
sin tocar ni ofender
tu sublime humildad
ni sonrojes la cara
al oír mi cantar.
Oh mujer que acunaste
tu primera ilusión
al arrullo de selva
de obraje y sudor
compañera del hombre
del quebracho y la flor
luchadora incansable
por la vida y el pan.
Esther.. .Esther. ..
ko'ẽti ko aguahẽma
epu'ã ejatapy
ha upéi...ha upéi
pohã ry opupúvo
jakay'u oñondive
neĩ karai apu'ãma ko che
eitykua ka’ay ha upéi tajapo
typyratýgui ne rambosarã
pirón ha cecina nde guapo haguã.
Quiso Dios que muy pronto
tú fueras mamá
tras la dicha ahora viene
el velar por el pan
que a tus hijos juraste
jamás faltará
que ni hambre ni frío
nunca pasarán.
Era un día en la casa
cuando has visto llegar
los soldados armados
presagiando algún mal
"Don Lorenzo roju
roheka, roipokua
subversivo, contrera,
así aprenderá"
Esther... Esther...
Háke oúma ne ménape
Ha'ekuéra oheka
Ndaje...aipo...
Oñe'ẽko ko oiko
Omba'apo reiha.
"Ma'ẽráiko peju
tembiguáirõ peiko
po karẽ ha ijapúva
pe nembou
pe ty'ái rykuerére
iporâ jahecha
ko tetâ opu'ãrõ
ha imondáva topa".
Norte sufre y soporta
la humillante invasión
al obrero expolian
su propia ilusión
los ideales a un lado
postergados están
que algún día en sus hijos
volverán a brotar.
Nunca fue una deshonra
trabajar por el pan
así que volviste
a tu pueblo natal
con Lorenzo, tus hijos,
y la cruel realidad
de buscar alimento
sin tener que robar.
Esther... Esther...
ko'ẽtĩ oguahẽma
epu'ã ejatapy
che ave -che ave-
avati amongu'íta
ha upéi jakay'u
Ñandejára tuicha
ojopy, ndojuvýi
mitã kuéra jurúpe
hi'upy ndofaltái
chipa ha he'ẽvare
rejeheka
ñemotĩ mondakuére
nde ndereikuaái
ipahápe ne ména
hasykue omano
chakore mbarete
chugui oiko tesarái
ohokuévo ohendúva
ndejurúguiipaha
Paraguay reraitépe
che aguije eraha.
Letra y música: RUBÉN DOMÍNGUEZ
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