LA CRUZ ROJA PARAGUAYA Y LOS HOSPITALES DE SANGRE
GUERRA DEL CHACO
Por Coronel (SR) CARLOS JOSÉ FERNANDEZ
LA CRUZ ROJA PARAGUAYA Y LOS HOSPITALES DE SANGRE
1] Su función humanitaria y su rol durante la guerra.
2] La dirección Superior, la Comisión de Damas y Sub—Comités de campaña.
3] Breve resumen sobre sus actividades.
4] Formación de Enfermeras.
5] Su adaptación como Intendencia de la Sanidad Militar.
6] Los Hospitales de Etapas y Comité Pro—Hospital del Ejército en Campaña.
7] Aportes expresados en cantidades trimestrales.
8] Una histórica Circular y el juicio del Director de la Sanidad Militar
1) SU FUNCIÓN HUMANITARIA Y SU ROL DURANTE LA GUERRA
La Cruz Roja Paraguaya, como todas las Entidades similares, se alistó desde mucho antes del conflicto, al lado de la Sanidad Militar. Su núcleo directivo y ejecutivo lo constituían, en su casi totalidad un grupo de damas principales de la sociedad asuncena y en las ciudades y pueblos del interior del país, patrocinado por el eminente Dr. Andrés Barbero quien contaba con distinguido grupo de médicos de todas las especialidades, dedicándose de lleno a la ingrata misión de atención, cuidado y recuperación de heridos y enfermos provenientes del Chaco, con la misma entereza y responsabilidad que los combatientes tenían frente al enemigo. Su misión consistía igualmente en vencer, pero luchando contra las enfermedades, disputando a la muerte sus víctimas, para rescatar a esos sus compatriotas ya señalados, muchos de ellos de por vida, como desechos de la guerra. Y en la agotadora y poco reconocida labor, no median sus fuerzas y resistencias físicas, pues la dedicación a esa altruista y humanitaria faena era total. Integralmente compenetradas con el sacrificio popular, las damas no pensaron en descansos, ni en actividades sociales, ni en ninguna de sus distracciones habituales. Así como el agricultor, el obrero, el empleado, el estudiante (hermanos o hijos), ellas también cambiaron sus instrumentos de paz por los de guerra. Trocaron sus apacibles horas hogareñas por la atención a sus compatriotas, recorriendo las salas de los hospitales para brindar sus delicadas atenciones y cuidados, repartiendo golosinas, charlando con los pacientes reemplazando sus familiares y organizando pequeñas fiestas para distracción espiritual de esos rudos servidores de la Patria, al prodigarles sus sonrisas de madre y de hermana, y volcando sobre ellos el oro fino que atesoran sus corazones.
En la imposibilidad de estampar sus nombres en esta obra, resumo mi admiración y reconocimiento en la persona de la extinta matrona doña Joaquina Machaín, a quien le tocó asistir y sufrir en las dos guerras internacionales que sostuvo el Paraguay, trascribiendo los párrafos que le dedicara en un libro el Dr. Pastor Urbieta Rojas (Pág. 27, La Mujer en el proceso cultural del Paraguay); «Durante la guerra del Chaco, su casa se convirtió en un gran taller de costura, donde se confeccionaban mosquiteros, ese adminículo que tanta ayuda prestó en aquella campaña, y se fabricaban golosinas, que ella misma a pesar de sus años y de sus achaques, iba a repartir en los hospitales ¡Qué gran verdad se dijo de ella, cuando alguien aseguró que el único día que dejó ser útil a sus semejantes, fue aquél en que enfermó Joaquina Machaín, para morir!».
2] LA DIRECCIÓN SUPERIOR DEL COMITÉ CENTRAL DE LA CRUZ ROJA PARAGUAYA
La constituían: Presidente, Dr. Andrés Barbero; Vice, Luis Zanotti Cavazzoni; Secretario, Dr. Andrés Gubitech;.Tesoero, Dr. Justo P. Vera; Vocales, Dr. Juan B. Benza, don Quinto Censi, Ing. Albino Mernes, Dr. Eduardo López Moreira, Dr Alberto Schenoni, don Pablo Max Ynsfram. Dr. Silvio Lofruscio, Dr. Emilio Pérez, don Moisés Clari, Di Ramón G de los Ríos, Dr. Jacinto Riera, Ing. Mateo Talia, Dr. Julio Teodoro Decoud, Ing. M. Mujicae Ing. G. de Jérica.
En la Comisión de Damas, era Presidenta doña Teresa Lamas de Rodríguez Alcalá, Vice, doña Catalina Aceval de Croskey, acompañada por un grupo de distinguidas damas de la sociedad capitalina.
Hubo un Sub—comité en la Capital que organizaba colectas de dinero y efectos materiales, recorriendo los barrios y las manzanas de la capital.
En el interior de la República se organizaron ciento cuarenta sub—comités que aportaron dinero, víveres especiales para la formación de la «Ración de Nutrición Intensiva del soldado». Se recolectaron también grandes cantidades de alimentos y ropas (tricotas de invierno, ropas interiores, etc.). Se cultivaron muchas hectáreas de productos agrícolas, mediante la cooperación de vecinos. Asimismo, dicho Comité, con los recursos acumulados, ayudaba a las familias de los movilizados de la campaña sin medios propios de subsistencias, con víveres, ropas y se rehacían las casas en mal estado.
Los Sub—comités en el extranjero. Allí donde residían emigrados paraguayos, generalmente se formaban Sub—comités de colectas, que han aportado dinero en efectivo y valiosos materiales sanitarios. Hubo más de veinte Sub—comités de paraguayos, entre argentinos, brasileros y uruguayos. Muy importante fue la organización formada en la capital porteña bajo la presidencia del Sr. Rómulo Yegros, que se denominó «Campana Pro—Cruz Roja Paraguaya y necesidades de la post—guerra».
3) UN «EQUIPO DE CURACIÓN DEL SOLDADO» A CARGO DE UNA COMISIÓN DE SEÑORITAS, dirigida por la señorita Adelina González Navero, se ocupaba de la preparación de «Equipos de curación del soldado» y otra Comisión a cargo de las Reverendas Hermanas de Santa Teresa de Jesús y de la señorita Dionisia Gómez Zelada, para la preparación de gasas esterilizadas para heridos. Más de 55.000 gasas y recipientes de gasas se confeccionaron en estas dos Secciones, aparte de las preparadas en otras «Salas de Esterilizaciones».
4] HOSPITALES DE ETAPAS DE LA CRUZ ROJA PARAGUAYA
Estos Sub—Comités retenían el producto de las recolecciones de los respectivos Departamentos de la República, para invertirlos en Hospitales de la Cruz Roja, cuando el pueblo se hallaba ubicado en un lugar de etapas para los contingentes que venían desde muy lejos a prestar su contribución de sangre, o cuando después de evacuados del frente de operaciones militares, y dados de alta de los hospitales de Guerra, vuelvan a sus hogares para convalecer por determinado tiempo. De este modo se habían creado automáticamente unos treinta y un hospitales en todo el país que cooperaron eficazmente con el Comité Central de la Cruz Roja y la Sanidad Militar.
Adaptación de la Cruz Roja Paraguaya, como Intendencia de la Sanidad Militar
A pesar de que la Cruz Roja Paraguaya disponía de un edificio propio suficientemente amplio como para alojar a doscientos hospitalizados, prefirióse transformarlo en una vasta Administración o Intendencia de Sanidad, constituyéndose en un organismo de compra—venta, de centralización y coordinación, y de confección de todo lo que un hospital de guerra puede necesitar, como ser: Confección de ropas para camas y vestuarios del soldado, preparación de camillas para transporte de heridos, y arreglos de ambulancias equipadas para efectuar operaciones, adquisición de aviones sanitarios; de hospitales de infecciosos; de materiales de desinfección de locales y de ropas, filtros y medicamentos esterilizantes de aguas potables.
«Formación de Cuerpos de Enfermeras:
Con todo esto, no olvidó su misión de Caridad y de amor que informa la esencia del programa de la C.R.Paraguaya. Y en este orden de actividades preparó valiosos contingentes de enfermeras para los hospitales del frente y los de la retaguardia, instruyendo en cuatro años de gestión, un total de 400 señoras y señoritas que con abnegación y alto espíritu de sacrificio prestaron servicios en los turnos de servicio hospitalario de emergencia que atendió dicha Institución.
La Cruz Roja Paraguaya instaló, bien equipados, tres hospitales de sangre en la Capital con capacidad para 650 heridos y enfermos, costeados completamente por la Institución desde el comienzo de la guerra a 1935.
«Buques Hospitales «Cuyabá» y «Posadas».
La C.R.P., conjuntamente con la Sanidad Militar, atendió también los barcos hospitales movilizados para la evacuación de heridos procedentes del Chaco. En ellos se efectuaban durante el trayecto fluvial las atenciones médicas y quirúrgicas del caso.
La Tte 1º de Sanidad, doña Sinforosa Galeano de Díaz de Bedoya, en su «Diario», que nos proporcionara gentilmente, ha anotado: «En Puerto Rosario nos embarcamos con la señorita Sofía Jara, a bordo del barco Hospital «Cuyabá», que conducía heridos y enfermos para la Capital. Nosotras llevábamos los elementos y aportes alimenticios recolectados en el pueblo de Itacurubí de la Cordillera, para entregar a la C.R.P.. En el trayecto, el Dr Alejandro Arce, Director del Hospital Flotante, nos pidió parte de lo que llevábamos, para atender la comida de los heridos y enfermos graves. Le entregamos gran parte consistentes en gallinas, huevos y quesos. El resto entregamos al Dr. Barbero quien nos agradeció nuestra contribución en nombre de la Institución que presidía en aquel momento».
Campaña Antigás:
Toda una organización que se mantenía reservada, permitiría prevenir a la población en un caso dado, de ataque aéreo con gases venenosos o asfixiantes, etc.
5] APORTES GENERALES DE LA C.R.P. A LA SANIDAD MILITAR:
En materiales diversos $
Servicios de los Sub-Comités de Campaña « 8.317.200:00
Aportes expresados en cantidad por trimestres « 2.000.000:00
Entregas en Agosto, Septiembre y Octubre de 1932 « 1.600.455:00
Aguinaldo de 1932 al soldado del Chaco « 105.525:00
Entregas de Noviembre, Diciembre 1932y Enero 1933 « 1.743.258:55
Id de Febrero, Marzo y Abril de 1933 « 819.853:55
Id de Mayo, Junio y Julio de 1933 « 668.843:34
Id de Agosto, Septiembre y Octubre de 1933 « 777.923:30
Id de Noviembre, Diciembre 1933 y Enero 1934 « 1.071.340:50
Id de Febrero, Marzo y Abril de 1934 « 515.559:00
Id de Mayo, Junio y Julio de 1934 « 1.017.702:50
Id de Agosto, Septiembre y Octubre 1934 « 1.150.116:50
Total: 19.787.777:24
Son unos veinte millones, en número redondo, lo aportado por esta benemérita Institución, a parte de su contribución personal, que es invalorable, en contribución a la defensa nacional durante la guerra. Finalizamos este Capítulo con la transcripción de la Circular dirigida por el Comité de Damas de la C.R.P. a los Sub-Comités de Campaña:
Asunción, Enero de 1934.
«La eventualidad de que la guerra que sostenemos con Bolivia llegue a su fin no debe ser motivo para que los Sub-Comités de la C.R.P. entrevean el término de su misión y, consiguientemente, de su existencia. La lucha a que fuimos arrastrados nos planteó problemas y nos impuso deberes que no podemos dar por resueltos ni cumplidos con lo que hemos hecho hasta hoy, y con lo que hagamos hasta el día en que las hostilidades cesen definitivamente.
«No es todavía el momento de rendir a las Comisiones de la Cruja de todos los pueblos de la República el homenaje que merecen por el fervor patriótico con que dentro de sus fuerzas, respondieron al llamamiento que en su hora me tocó hacerles para pedirles su concurso, pero sí cabe anticipar esa consagración justiciera reconociendo que dichas Comisiones transmitieron constantemente a la obra de la Institución un latido de generosidad inagotable de todos los pueblos de nuestro país y a través de él, la participación callada y fecunda de los hogares en la defensa nacional.
«La Comisión Central que presido se apresura decir a las Sub-Comisiones que la tarea realizada durante la guerra deberá prolongarse en la paz para cooperar en la solución de los diversos problemas de asistencia que ya mismo nos plantean las dolorosas consecuencias del conflicto: Hogares dejados en la orfandad, invalideces y otras secuelas inevitables de la contienda, nos obligan severamente a disponernos a una acción que encarne con su celo constantemente la solidaridad fraternal del pueblo con todos aquellos a quienes el Destino señaló para representar el sacrificio viviente y prolongado del patriotismo, ya sean mutilados o enfermos crónicos, ya sea viudas o huérfanos, ya padres valetudinarios cuya vejez dejó sin amparo el hijo caído en el Chaco.
«Lu Cruz Roja estudia ya un vasto programa de trabajo, para contribuir a la solución de esos problemas que si son de humanidad, lo son de patriotismo también y que constituyen para todos los paraguayos otros tantos deberes a cuyo esfuerzo no habremos de renunciar.
«En tanto que llega la hora de encauzar esa nueva faz de la labor de la Cruz Roja, para lo cual esta Comisión impartirá oportunamente las instrucciones necesarias, me dirijo a todas las Comisiones de Campaña para pedirles que se reafirmen en sus puestos, que se vigoricen espiritualmente con la conciencia de la nueva misión que llegará para ellas, y que traten de enrolar a todas las voluntades en su servicio bajo la misma inspiración que las movilizó tan eficazmente en la guerra.
«Si adviene la paz, que no se crea llegado también el momento de arriar la bandera de la Cruz Roja a cuya sombra las Sub-Comisiones trabajaron con ardor y eficiencia. Os ruego, invocando el honroso recuerdo de vuestros servicios, que desde ya os aprestéis para la nueva faz de la tarea cuyas normas se os harán llegar oportunamente».
Firmado: Teresa Lamas de Rodríguez Alcalá-Presidenta; Carolina A. Crosay Ana María Soler, Secretarias».
ENLACE INTERNO RECOMENDADO EL ESPACIO DEL LIBRO FUENTE
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LA GUERRA DEL CHACO VII
ORGANIZACIONES CIVILES Y MILITARES DE LA RETAGUARDIA (1928-1935)
Por Coronel (SR) CARLOS JOSÉ FERNANDEZ
Editorial HISTÓRICA
Revisión técnica: ALFREDO M. SEIFERHELD
Ilustraciones: ALBUM GRÁFICO. CINCUENTENARIO DE LA
GUERRA DEL CHACO. 1932-1935. Editorial EL LECTOR, 1985
Asunción – Paraguay, 1987 (175 páginas)
POSTALES DE NUESTRO PARAGUAY ETERNO
Enlace interno recomendado al espacio de
"LA GUERRA DEL CHACO PARAGUAY - BOLIVIA, 1932-1935"
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Desfile de la Victoria - Guerra del Chaco, Asunción
