PUDE HABER SIDO
Poesía NORA FRIEDMANN
Asunción, 1991
Tapa: Alberto Miltos
Estos poemas los dedico a mis tres hermanos
Julio Eugenio, María Mercedes y Rodolfo Max.
Y a todos mis amigos que siempre
están en mi recuerdo.

Pude haber sido el viento
que acarició la hojas,
en medio de tormentas
inclementes y frías.
Pude haber sido el viento
que acarició las flores
y las dejo sin pétalos
llorando por su vida.
Pude haber si do el viento,
que se llevó los sueños,
de tantos años,
de una vida.
Pude haber sido un barco
que navegando a la deriva
busca un amor perdido.
Pude haber sido un velero,
que a los lejos se divisa
buscando la risa de un niño.
Pude haber sido mar o haber sido río,
o un amplio océano
y su complejidad en lo infinito.
Pude haber sido gaviota,
que volando busca su destino
donde su libertad,
apunta a un cielo que la acoge
esperando su visita.
Pude haber sido mariposa
cuyas alas me llevan,
a un sitio presentido.
Pude haber sido un cisne,
bogando por las aguas,
que reflejan su vida
simple y sin artificios.
Pude haber sido camino,
por donde todos pasan
y nadie espera a quien le sigue.
Pude haber sido arena,
que blanca y suave
acaricia los cuerpos
sumergidos en ella.
Pude haber sido nieve,
que a muchos dio la muerte,
y a muchos
una vida diferente.
Pude haber sido volcán,
que en su erupción
avasalló todo lo que estaba
conmigo.
Pude haber sido tormenta
donde el pelo se me enredaba
en medio del aire frio.
Pude haber sido calor
y acoger en mis brazos
a todo el amor sediento
que abraso con su vida.
Pude haber sido tristeza
al comprender un día
que no estabas conmigo.
Pude haber sido pasión
que hizo nuestro deseo
en dos cuerpos unidos
feliz compenetración.
Pude haber sido cariño
y que en nuestras caricias
solo hubiese ternura, amor y beso.
Pude haber sido amanecer
donde todo huela a hierba fresca y rocío
y donde el sol empiece a nacer
regalándonos un nuevo día.
Pude haber sido noche
donde la luna nueva empiece a iluminar
y donde las estrellas brillen tanto
que den su luz a aquello
que se quiera esconder.
Pude haber sido niebla,
y cegar todo aquello que se quisiera ver,
y dejar entre tinieblas
pequeños trozos de un atardecer.
Pude haber sido distinta
pero tú no querías
y me quede con las pequeñas
agonías.
Pude haber sido el centro de tu vida
pero tú me lo negaste
quizá por miedo a lo desconocido.
Pude haber sido tu amor eterno
porque todo lo que te di
yo supe que lo daba al mejor.
Pude haber sido una lágrima,
y llegar a llorar tanto
hasta ver a la muerte
reflejada en mi rostro.
Pude haber sido un trozo de pena
que me cubriese tanto
hasta hacerme comprender
que eras de otra.
Pude haber sido distinta,
tanto que las lágrimas y la pena
se alejaran al comprender que pronto
te olvidaría sin recordar tu rostro.
Pude haber sido amiga
porque siempre respeté
aquello que ella sentía
tratando de entenderlo.
Pude haber sido madre
y lo fui
y a la vida siempre le agradeceré
que me diera cuatro retoños,
que fue lo mejor que pude tener.
Pude haber sido hija
y lo fui,
y a veces quiero volver a esa casa,
a esos lugares que me vieron crecer.
Pude haber sido amada
y bien que lo logré
porque la vida sin amor,
no sé si sirve para algo
o para qué.
Pude haber sido un corazón
que late intensamente
por el amor encontrado.
Pude haber sido querer
que clavado en mi pecho
peleaba por salir a la luz
para entregarte mis besos.
Pude haber sido fuego
que abraza y quema
impregnándose en tu piel
y ardiendo de deseos.
Pude haber sido serpiente
que moviéndose sin parar
no sabe cuando su veneno largará.
Pude haber sido traicionera,
pero algo en mi interior
me decía que eso era lo peor.
Pude haber sido nardos o violetas,
a las que admiro y envidio
aunque sé que dueño
siempre tendrán.
Pude haber sido el matorral
donde asustada me escondía
pensando que nadie lograría
encontrarme algún día.
Pude haber sido soledad
que atormenta y deja huellas profundas
al no permitir que nadie penetre en ella.
Pude haber sido una sonrisa
y haber llenado tu vida de risas cotidianas,
para hacer más feliz
tu existencia diaria.
Pude haber sido compañía
pero siempre esperé
que antes de acercarme yo,
vinieses tú buscando la mía.
Pude haber sido andariega
y la vida me hizo ver
el ancho mundo,
y todo lo que en él se puede aprender.
Pude haber sido débil
y ver como la vida se traga al otro ser,
en este mundo conflictivo y frío.
Pude haber sido valiente
y que bueno que lo pude aprender
porque los débiles mueren
y sólo quedan los que pueden vencer.
Pude haber sido comprensiva
y pedir que exista y un medio justo
para equilibrar
nuestro paso por el tiempo.
Pude haber sido bosque
en cuyas hierbas dormitaba
mientras las flores silvestres
me acariciaban.
Pude haber sido árbol
que sediento espera
la lluvia benigna
que le ayudará a seguir viviendo.
Pude haber sido jacarandá
que en cualquier jardín se aprecia
y que cuando esta con flores
huyen sus hojas y se alejan.
Pude haber sido montaña
y que se eleve a lo más alto
esperando en algún momento
el cielo alcanzar.
Pude haber sido un puñado de tierra roja
fértil y agradecida
en donde sólo el echar una semilla
haga que crezca y germine.
Pude haber sido aquella casa
de donde un hombre salió un día
para ver si su huerta dio frutos
y germinaron sus semillas.
Pude haber sido alguien
a la que el mar se la llevó
por no saber decir nunca
a la vida que no.
Pude haber sido pureza
que engrandece y da belleza,
pero somos imperfectos
y a ella es muy difícil llegar.
Pude haber sido feliz
pero la felicidad se da
sólo en pequeñas cosas y momentos
pero nunca en un total.
Pude haber sido siempre,
amándote hasta el desgarro de mi piel
y hasta que mis pensamientos señalaron
que sólo estabas tú en mi presente.
Pude haber sido nunca,
y que además de amarte
te hice tanto daño para recordarte
que al clavar una lanza
siempre sangra, siempre duele.
Pude haber sido perversa
y confundirte tanto
hasta lograr que tus sentimientos se mezclen
para que no puedas distinguir
si en tu vida, quise ser siempre,
o siempre nunca.
Pude haber sido alegría
al saber comprender
que tarde o temprano
algo bueno me llegaría.
Pude haber sido una niña
que queriendo amiga,
un día se llevó un perro
para el resto de sus días.
Pude haber sido razón
y comprender que esta vida
nada concuerda entre
el entendimiento y la verdad.
Pude haber sido la Luna
que en medio de la noche,
guió tus pasos buscando
tu destino.
Pude haber sido aquella estrella
que al brillar tanto
me anuncio que yo
compartiría la vida contigo.
Pude haber sido esa luna o esa estrella
pero qué sorpresa,
me daría la vida
si torciendo algo establecido
nunca llegásemos al mismo destino.
Pude haber sido un Sol
que iluminando el universo
llegó a convertir el mundo
en algo más feliz y menos complejo.
Pude haber sido un ser
que cosechando en la vida
logró poder decir
muchas verdades y muy pocas mentiras.
Pude haber sido una sombra
que no se ve,
pero que con su grandeza de espíritu
logre que hasta lo más pequeño
se pueda engrandecer.
Pude haber sido un poeta errante
que buscando su camino
pudo hacer algunos versos
pequeños y sencillos.
Pude haber sido una ola de ese mar tranquilo
que un día enfurecido,
subió y cubrió,
hasta aquella arena mal lucida.
Pude haber sido una niña,
que jugando en la orilla
no se dio cuenta del tiempo
y que el mar estaba enfurecido.
Pude haber sido solitaria
y encontrar en medio de tanto bullicio
una isla lejana y tranquila
donde pueda pasar
hasta mis últimos días.
Pude haber sido una flor
que cansada de esperar
empezó a perder sus pétalos
y ya no está.
Pude haber sido una hiedra
que trepando hacia tu era
te fue buscando incesante
sin encontrar tu corazón
y sin saber quien eras.

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