BUSCANDO EL CAMINO
Poesías de NORA FRIEDMANN
Editorial Don Bosco,
Asunción-Paraguay 1998
Diseño de tapa: ALBERTO MILTOS
Dedicado a aquel ….
Aquel que un día volvió,
Lo trajo la oscura
penumbra de la noche,
quizá titubeando de alegría,
secando sus lágrimas
de aquel entonces.
Reconocí su andar.
Reconocí su cuerpo.
Reconocí su voz.
Pero no su alma,
solo un despojo de amor
herido, marchito, endurecido.
Cariño, te dije sin pensar.
Y a mi alcoba te dejé entrar.
Las luces apagadas,
el tiempo detenido.
Deseo de amor insaciable,
minúsculo retazo de horas
que quedaban.
Para vernos dormidos.
Caminamos tomados de la cintura,
todo indicaba un buen día.
Atyrá fue nuestro escenario escogido
las horas pasaban sin darnos cuenta.
Nuestras miradas se unían,
a cada instante
y tu mano siempre enlazada a la mía.
El tiempo se había detenido
y el reloj de sol
nos recordó que aún seguía el camino
……………….
Siento tristeza,
siento dolor,
siento tanta pena
y pensar que por ti
pude perder la razón
Tú que llegaste a mi vida
y me ofreciste la ilusión
que hacía tiempo había perdido
en medio de una vida
ajetreada y conflictiva.
Pero de nada sirvió tu visita,
a mi herido corazón,
a mi alma que palpitaba
esa resurrección
Haciendo añicos te fuiste,
sin importarte la destrucción.
Hoy, por fin vuelvo a ser la de antes,
Aquella que corre, ríe y canta.
No me entristece el ocaso de la noche,
me alegra que duerma el día,
mañana al despertar
podré de nuevo alcanzar,
esa esperanza perdida.
Aquel, se fue y lo sé,
pero la vida me enseñara
que en el camino habrá otro,
que esperando estará ya.
Esta soy yo;
una mujer que vibra;
torbellino, fuego y sueños,
que sigue buscando el camino.
Lejos veo aparecer un nuevo sendero
sin apresurarme a correr
por ver lo que hay escondido.
La vida me irá mostrando,
sus penumbras y alegrías
y yo en medio de todo,
así podré aprender
a no apresurarme a querer,
a otro como a aquel,
que hoy, ya es historia.

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