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  EL SOLDADO DESCONOCIDO EN EL IMAGINARIO PARAGUAYO - Prof. Arq. WILLIAM PAATS MARTÍNEZ


EL SOLDADO DESCONOCIDO EN EL IMAGINARIO PARAGUAYO - Prof. Arq. WILLIAM PAATS MARTÍNEZ

EL SOLDADO DESCONOCIDO EN EL IMAGINARIO PARAGUAYO

Prof. Arq. WILLIAM PAATS MARTÍNEZ


Publicado en el III Seminario Internacional sobre Arte Público en Latinoamérica

“Transito, Apropiaciones y Marginalidades del Arte Público en América Latina”

Santiago de Chile, 15 al 18 de octubre 2013



Soy el soldado desconocido

Y tal vez morí en vano,

Pero si estuviese vivo y mi país llamase

Volvería a hacerlo todo de nuevo

 

Rose Billy, El soldado desconocido,

(N.Y. 1899-1966)


El soldado desconocido es considerado aquel que falleció en tiempo de guerra sin haber podido ser identificado. Son considerados héroes nacionales y en su mayoría cuentan con monumentos que honran  su memoria [1].

Históricamente el primer monumento erigido  data de 1840 en Dinamarca y luego el Memorial a los caídos en la guerra Civil de los Estados Unidos en 1866. Así también lo hizo el Reino Unido al término de la Primera Guerra Mundial en 1920. Posteriormente en Francia bajo el Arco de Triunfo de París en 1921. Esta costumbre se extendió por otras geografías. Es así que en América Latina es frecuente encontrar monumentos de este tipo en capitales y  ciudades importantes: la Argentina lo tiene en el Monumento Nacional a la Bandera en Rosario, Brasil en el Monumento Nacional  a los muertos en la Segunda Guerra Mundial en Rio de Janeiro, Bolivia en la Plaza del Obelisco en  la Paz, Chile lo tiene en la plaza General Manuel Baquedo en Santiago, Ecuador en el Monumento de la Cima del Libertador y Uruguay en Paysandú en el Monumento a los Servidores de la Patria.

En el Panteón Nacional de los Héroes de Asunción está el féretro del soldado paraguayo que lo representa y en todo el país cada capital departamental y pueblos importantes,  cuentan con su propio monumento al Soldado Desconocido ubicado en un espacio público, en conmemoración a sus héroes locales caídos en la Guerra del Chaco (1932-1935), cuya imagen representa la construcción de un imaginario colectivo local a partir de representaciones mentales, guardadas en lamemoria o almacenadas en el inconsciente.  

Para el desarrollo de la investigaciónrecurrimos a la revisión de documentos que  contienenmateriales relacionados al tema, y éstos, necesariamente nos remitieron a la historia reciente del Paraguay. Entre ellos se puede destacar que en 1938 se emitieron estampillas del Correo Nacional [2]  con la figura del soldado paraguayo a fin de exaltarlo (fig.nº1),   y el presidente José Félix Estigarribia en la Ley  nº  16 del 19 de septiembre de 1939 que  determina los días feriados del país, estableció el 29 de septiembre como día de la Victoria de los Héroes del Chaco en homenaje  a los soldados que combatieron en la contienda.


 

Fig. Nº 1 Estampilla colección  Portalguarani.com

 

En 1943 bajo el mandato del presidente Higinio Morínigo se creó la moneda Guaraní[3]  y entró en circulación el billete de 1 (un) guaraní con la figura del soldado paraguayo impresa en él (fig.n°2). Al ser este  el billete de menor valor, su circulación se generalizó entre la gente del pueblo consiguiéndose de esta forma la difusión y afianzamiento del mito del soldado Héroe del diversas maneras de homenajearlo en cada pueblo         o comunidad.                                                                 

 También relacionado al tema se mencionan artículos de la ley 1919/2002 del Congreso Nacional, referente a la instalación de monumentos que dispone:

Artículo 1°.- Eríjase un monumento al soldado desconocido en la Plaza de los Héroes que se halla ubicada en la calle Palma, entre Nuestra Señora de la Asunción, Chile y Estrella, de la ciudad de Asunción.


Fig.Nº2 Billete de Un guaraní, colección Portalguarani

 

Artículo 2°.- Encomiéndese al Poder Ejecutivo, a través de los Ministerios de Hacienda, Obras Públicas y Comunicaciones y de Defensa Nacional la tarea de coordinación con la Municipalidad de Asunción para  el

                                                                            cumplimiento de la presente Ley.

 Artículo 3°.- La obra se hará mediante concurso público de anteproyectos.

Artículo 4°.- Comuníquese al Poder Ejecutivo[4].

 

ORIGENES

En las observaciones in situ de los monumentos erigidos en varias ciudades y pueblos encontramos ciertas características comunes en la representación del Soldado Desconocido. Esto nos lleva a pensar que cada colectivo social concibe su imaginario[5] y construye la imagen de  “Su Soldado” a partir de dos realidades: una local-particular y otra nacional-general. En cuanto a lo general se podrían mencionar los elementos del uniforme del ejército y lo particular se refleja en el carácter que  le atribuye cada localidad al personaje.

Al tratar de entender el origen del la imagen del Soldado Desconocido podemos referirnos a que nace del pueblo, de un imaginario local, y al tratar de precisarlo, el concepto de imaginario se abre desde una visión central anclada en lo cotidiano, entendiendo el mundo de imágenes que caracteriza la circunstancia actual y donde se forma la cultura popular del hombre. Pensamos, aún no lo podemos afirmar, que estas representaciones nacen  de  relatos de los ex combatientes de la Guerra chaqueña  al que cada miembro del colectivo comunitario le brinda una carga interpretativa de mayor o menor heroísmo desarrollado en la batalla, de ahí las diversas variaciones en su representación.[6]

El imaginario nacional es un referente para el ciudadano, considerando que las imágenes sirven para informar, convencer, seducir o legitimar procesos en los que ellas afectan, principio aplicable al caso del soldado-héroe cuya imagen debió ser  construida en función a su valor y afrenta para la guerra en defensa de un territorio que ni siquiera era conocido por él en la mayoría de los casos. De ahí la importancia de representarlo aún más heroico, más por una cuestión espiritual que física, cuestión que notamos en las diversas variaciones, especialmente en la expresión y postura, sin entrar  a analizar el aspecto físico del personaje. En todas es representado a  “imagen y semejanza” de un ciudadano común de pueblo, basado siempre en un modelo tomado de un soldado real[7], repercutiendo así en la plasmación de un mito social, en el sentimiento nacional, la evolución del gusto y otros aspectos básicos de la historia cultural del pueblo.

La postura corporal con la que está representado  frecuentemente es la de discreción o de descanso, si bien existen algunas otras en posición de ataque, cuestión ésta que nos lleva a pensar en el carácter  que le imprime cada pueblo a su héroe. Si bien no hemos podido acceder a todos los que realizaron las esculturas analizadas, conversando con algunos de ellos confirmamos  que la posición de su representado está sujeta al pedido de las autoridades que la encargaron.  No hemos podido encontrar ningún documento oficial que determine la o las formas de representación, de ahí nuestra presunción de que son las autoridades locales las que determinan el formato y fundamentalmente el carácter del héroe local a ser representado. La mayor parte de los hábitos visuales de una sociedad no están registrados en ningún documento escrito, sino que tiene relación con las prácticas visuales propias de determinados grupos sociales que reflejan sus intereses, sus valores y que tiene relación con un determinado tiempo. De esto, quizás, lo que en su momento representó para un país la estatua del soldado paraguayo ya no es lo mismo para un joven en la actualidad ya que son otros sus parámetros y su intereses visuales. 

Rojas Mix dice que: “Los retratos de una época, la dama, un niño o un guerrero, así como las imágenes religiosas reproducen estereotipos que nos sirven para comprender la sociedad” (Rojas Mix,  2006,24). De ahí que conocemos  las antiguas civilizaciones más por la contemplación de sus  monumentos que por las literaturas divulgadas, dado que la información visual es más directa y elocuente que la literatura. En este contexto valga la experiencia personal que cuando de chico cuando pasábamos por la plaza de mi ciudad, era infaltable la frase “allá está el soldado desconocido”, sin que cuestionemos o pensemos quién es ese personaje y preguntar a quien representa ese “señor ahí parado siempre en la misma postura”. (De ahí nació esta investigación, de mi interés personal en descifrar ese mito).La cultura visual es anterior al saber escrito y  esto lo confirman la frase y los cuestionamientos citados.

 

EL SOLDADO COMO ICONO

Este análisis nos revela el hecho de que la velocidad de circulación convierte a las imágenes en eficaces vehículos para difundir todo tipo de propaganda, sin entrar en críticas, reflexiones o cuestionamientos y nos lleva además a acercarnos la cultura visual de cada época.

 “Logos e icono representan antagonismos que atraviesan el tiempo y van más allá de la esfera comunicativa, alcanzando el dogma y el mito” (ibídem, 2006, 54). Un objeto se hace imagen cuando adquiere significación. En tiempos de la imagen el recuerdo de los acontecimientos aparece cada vez más ligado al panorama visual. “El icono no es un signo sino un texto, como texto mezcla diferentes tipos de signo, surgen combinaciones infinitas e imprevisibles” (ibídem, 2006, 54). Este es el caso o cuestión de nuestro análisis.

En todas sus representaciones se encuentra al Soldado vistiendo el uniforme de guerra, el de color verde olivo tradicional del ejército paraguayo, “verde o”, como se lo conoce comúnmente[8], además llevando sombrero del mismo material y color. En el imaginario  paraguayo cuando se menciona al color “verde o” se está haciendo alusión al uniforme del ejército paraguayo, de ahí la importancia de la asociación del color con el soldado icono.

Otro elemento fundamental  presente en su indumentaria es la manta doblada y ubicada en  el hombro derecho cruzando el torso y atada en la cintura opuesta, indispensable ésta para el cobijo en el campo de batalla. La caramayola para el agua y el bolso morral atravesando el busto en sentido opuesto a la manta son otros elementos infaltables en toda representación del soldado paraguayo y con justificada razón son una constante, considerando  la aridez del suelo chaqueño escaso de agua y el transporte del alimento en la bolsa. La lectura de la imagen requiere conocimiento y familiaridad cultural con los elementos, muy importantes a la hora de la identificación con ellos, es la familiaridad la que nos da el sentido de conocer y valorar, incluso relacionar y descifrar, es la que genera el reconocimiento de la imagen mental creada en la conciencia y además ayuda a comprender el alma de un pueblo.

El imaginario tiene su circunstancia que según el modo de ver las cosas puede ser de carácter comercial, acarrear una manipulación política y hasta histórica o religiosa, según los fines para los que fue manipulado,  como en el caso de nuestro análisis.

En algunas representaciones se  muestra al soldado con el fusil apoyado en el piso y sujeto con la mano contra la pierna. En otras está con las piernas abiertas y el fusil en medio o en algunos casos en la posición de firme en carácter de sumisión a un superior que emite una orden. En un caso también hemos observado a un soldado en posición de ataque con el fusil al frente. Otro elemento accesorio presente casi siempre presente en las representaciones, es el machete, muy importante en los relatos de heroísmo contado por los ex combatientes de la Guerra del Chaco, herramienta utilizada en las aperturas de picadas en la espesura del bosque y utilizado además en las luchas de cuerpo a cuerpo. En las observaciones realizadas in situ y a través de registro fotográfico la representación con el machete tiene sus variaciones: en algunas el soldado lo tiene en la  mano en posición de ataque o combatiente  demostrando así el espíritu y la fortaleza del héroe local, en otras lo tiene en la mano como un arma en estado de reposo; es  nuestra interpretación acerca del carácter del representado local.

Según  las investigaciones bibliográficas y documentales realizadas acerca del Solado  desconocido, la primera representación fue la aparecida en una estampilla del correo nacional de 50 centavos de valor y data de 1938, más tarde en 1943 con la creación de la moneda Guaraní apareció la figura del soldado  en el billete de un guaraní, en circulación desde el año 1943. Según el escultor nacional Faustino Adorno la primera estatua del Soldado desconocido en el país fue la realizada por Francisco Almeida[9] para la ciudad de Paraguarí en 1944, sin embargo la de la ciudad de Itá data de 1942 (con  características estéticas que no guardan concordancia con las demás)

 En entrevista con el escultor Faustino Adorno éste comentó que los escultores que realizaron estatuas y bustos de héroes nacionales y entre ellos del Soldado desconocido fueron Francisco Almeida, Vicente Pollarolo, Francisco Báez Rolón, Faustino Adorno y otros. Siendo en todos los casos tomados como modelos soldados de infantería en servicio y con los rasgos del típico hombre paraguayo. Sólo en un caso, el de Encarnación, comentó que para la representación se utilizó como modelo a un soldado de la marina local.[10]

Al decir de Rojas Mix “el icono es devocional, no narrativo, no cuenta historias. Su inmovilidad  lo distancia de los humanos”. El soldado paraguayo o desconocido como se lo conoce es venerado, se lo ubica en un podio -altar de la patria- tiene expresión local y es admirado; destacamos  que todas las celebraciones patrias de  los pueblos se realizan en la plaza principal donde están erigidos, y  se rinden  honores a próceres y héroes  a sus pies. Viéndolo de esta manera es importante  el uso que se hace de los símbolos nacionales para  desarrollar el orgullo del grupo social como pueblo.

Y como dice el diccionario de la Real  Academia Española en referencia a la imagen, es representación, semejanza o apariencia de una cosa, y su derivado imaginario, del griego icono-imagen- expresa literalmente lo que dicen las imágenes.

En todas las culturas, los grupos sociales,  viven con determinado consenso entre imagen y realidad, si bien describimos o vemos en el presente esa imagen, nos remite a un hecho pasado. Este es el caso del soldado-héroe que automáticamente nos remite a la Guerra del Chaco (1932-1935) y se perciben los aspectos centrales de la misma, sin entrar a tallar o considerar  los   aspectos negativos de una guerra. Sólo vemos e imaginamos el heroísmo del personaje representado.


 LA IMAGEN Y SU NATURALEZA

Considerar las diversas representaciones es de fundamental importancia a fin de establecer el tipo de  imagen, puesto que por mucho tiempo se consideró a la imagen como simple ilustración, rara vez como un objeto en sí. Viéndolo de esta manera es erróneo pensar que sólo se puede hacer la historia en base documentos escritos; consideremos al documento visual, imagen, ilustración, monumento etc. también como un texto, a diferencia de que se lee de diferente manera y nos entrega otro tipo de información. El texto escrito puede ser más explicito en la descripción de los acontecimientos a diferencia de que no nos pone en contacto con la realidad representada.

El escultor, el hacedor, maneja otro lenguaje en el que se mezclan lo lúdico, la intención del artista, y el inconsciente colectivo; las pautas que impone la época y el grupo social desde el que se vive las historia. Visión ésta muy presente en las representaciones locales del soldado-héroe, es desconocido porque no representa a una persona en especial, pero sí representa a un grupo de soldados locales que partieron a la guerra  y le imprimen a éste toda la circunstancia del momento en el que ocurrió el evento.

Lo vuelve  un documento histórico porque  nos remite  en una sola imagen a  la guerra y le aplica ciertas características   que quizás no aparecen como información en los documentos oficiales, pero que están latentes en la memoria de un pueblo, como lo son el modo de vestir de ese personaje, su cuerpo o el criterio de belleza. El icono lo vuelve en un testimonio total en el que el hacedor dice más de lo que sabe y sobrepasa el mensaje de su obra.

Son testimoniales aquellas imágenes que según Gombrich tiene categoría de testimonio y cita a la fotografía como “principio de testigo ocular”. Desde tiempo atrás se han enviado artistas al campo de batalla con el fin de registrar a través de dibujos, pinturas, grabados y/o fotografías los hechos[11]. En el caso del soldado paraguayo y su representación en estatuas a lo largo de todo el país, señalando las características locales de cada uno, estimamos que  se generó o provienen de una fotografía en blanco y negro tomada  a  un soldado en el Chaco en plena guerra[12] . La misma foto fue coloreada  y convertida posteriormente en lámina que fue  distribuida masivamente en las escuelas de todo el país (fig.nº3). Pensamos también que  a partir de esa fotografía  se realizó el dibujo para la estampilla de correos  y el billete de un guaraní antes mencionados[13], que tuvieron distribución masiva a lo largo de todo el territorio nacional. También acotamos que los propios excombatientes, a través de sus relatos aportaron lo suyo en la construcción de la imagen del soldado, especialmente de darles el carácter heroico a las figuras. 

En los registros históricos nacionales y particulares existen numerosas fotografías de soldados alistados y  filmaciones de escenas del campo de batalla en las que se pueden

observar las características citadas de las que también se han tomado referencias físicas y características formales[14].  


Fig. Nº 3-Foto Adolfo M. Friedrich - colección de Javier Yubi

 

La información que las imágenes deben proporcionar difieren de una época a otra, considerando que la visualización de la información era mucho menor en el pasado por lo que las posibilidades de comprobación  por parte del público eran pocas, atendiendo además que las posibilidades de traslado y viajes eran escasas, por lo tanto no se podían comprobar las similitudes o diferencias de  un ejemplo de otro, caso comprobable en las representaciones del soldado en las ciudades y pueblos. Con frecuencia  el artista o hacedor se distancia del motivo para expresar sus gustos o preferencias estéticas, pero consciente de que necesita un marco referencial, una información básica que lo aproxime al motivo de lo contrario no tendría sentido en la medida de su reconocimiento o no con el tema en cuestión.

Generalmente en estos casos se opera partiendo de esquemas familiares que el artista conoce y apela a su banco de imágenes mentales, parte más de lo ve que de lo que conoce, proceso al que Rojas Mix denomina imágenes conceptuales y cita el caso de los Mayas que cuando representaban un árbol lo dibujaban con sus raíces, reproduciendo así el esquema conceptual del árbol.

La información que trasmite una imagen puede tener diversos significados, puede servir de fuente referencial, de documento o como obra de arte, según como se opere con ella, así como permiten imaginar un pasado y ofrecer testimonio de un acontecimiento anterior que quizás  no aparece en los documentos, así como debemos considerar que según la mirada puede ser un elemento distorsivo de la realidad, como lo sería un heroísmo exacerbado e irreal, aplicado a una persona o personaje permitiendo de esa manera otros puntos de vista en relación a un mismo sujeto; caso que ocurre casi siempre con la propaganda política. Históricamente se conocen muchos casos de manipulación de la imagen, especialmente con las fotografías retocadas para documentar la falsedad demostrando algo que no es.

 

ASPECTOS ESTÉTICO FORMALES

En este apartado se presentan aquellos elementos que se constituyen en una constante en todas las representaciones del Soldado Desconocido que fueron observados en los diversos pueblos y ciudades del país.

El primer elemento referenciado es la postura del personaje: de los veinte y tantos monumentos observados todos están de pié. Doce  en posición de firme, otros en posición de ataque y dos están como corriendo (Fig.nº4).

Otro elemento es el color. En todos los casos las estatuas están pintadas totalmente de verde oscuro, símil al verde olivo, y en algunos casos se destacan algunos elementos con otros colores como el marrón, el negro o beige en el rostro, pero en general  es el  verde el color preponderante.


Fig.Nº4-Monumento de Yaguarón -foto William Paats

   


Otros elementos formales constantes son  la manta cruzada en el hombro, el bolso morral, la caramayola, el sombrero que en la mayoría de los casos aparece mimetizado en el cuerpo del soldado y que generalmente  son tratados como accesorio sin mucho detalle, salvo el caso de la ciudad de Yaguarón en el que se percibe perfectamente un plato dentro del bolso.   El fusil y el machete son también constantes y están colocados de varias maneras, en algunos casos el fusil está apoyado en el piso y adosado al cuerpo del soldado, en otros está al frente entre las piernas abiertas del personaje. En cuanto al machete, éste aparece en diversas posiciones, en algunas lo sostiene en una de las manos, en otras está colgado de la cintura y en un caso raro, el de la ciudad  de Itá, lo tiene en la mano derecha en posición de ataque.

Las botas solo aparecen en algunos casos, y es un elemento interesante a ser analizado porque en realidad no es una bota sino  una polaina[15],utilizada sobre el calzado y el pantalón, lo que nos lleva a pensar que  su aplicación o no es una licencia del realizador  dependiendo de sus conocimientos acerca del uniforme utilizado en la guerra. En las observaciones de las fotografías de la Guerra del Chaco se nota esta variable ya que en algunas fotos de tropas no todos la tienen.

Los materiales de los que están realizadas las estatuas en su mayoría son moldeadas de una mezcla de cemento y piedra triturada en una proporción de (3-1) tres medidas de piedra y una de cemento, o arena y cemento en similar proporción[16], pintadas con esmalte sintético. En ciertos casos están hechas de metal o alguna aleación similar y en el caso del conjunto escultórico del Chaco, obra del escultor nacional Herman Guggiari[17] es de acero inoxidable mezclado con troncos de madera de la zona, al igual que el busto, obra del mismo artista, emplazado en uno de los lados del estadio Defensores del Chaco de Asunción.

Con referencia al pedestal de soporte a la estatua, presente en todos los casos, salvo el de Luque que se puede considerar una rareza por no tenerlo: cada monumento analizado tiene un  tipo diferente de pedestal siendo el más común el de tipo columna que a su vez tiene sus variantes en cuanto a la forma y material. Casi todas son de forma cuadrangular con base de piedra a la vista, elemento que visualmente le da un aspecto de fortaleza, en tanto otras son de   ladrillo a la vista o revocados en otros casos.

A modo de comentario, de todos los casos observados los más logrados como conjunto monumental son los de las ciudades de Yaguarón y San Bernardino, por la calidad estética del monumento y su emplazamiento, los demás, si bien están ubicados en la plaza principal de cada ciudad no llegan un grado estético como conjunto.   


Fig.Nº5 Monumento de San Bernardino, foto William Paats


A MODO DE CONCLUSIÓN

La creación de un mito-héroe como el caso del Soldado Desconocido nos ha llevado a indagar documentos, fotos, archivos y además de haber entablado conversaciones con alguno de los realizadores de los monumentos a lo largo de todo el país. También los textos que analizan la teoría de la imagen y el imaginario a nivel general y particular, tratándose de lo nacional como es nuestro caso, todo sirvió para enriquecer este trabajo que pretendió   encontrar la fuente iconográfica  del personaje en cuestión.

Por el análisis, observación y deducción lógica nos atrevemos a decir que todo partió de un decreto presidencial que buscaba homenajear al soldado de la Guerra del Chaco. Comenzó de una fotografía, luego pasó al dibujo y a  una estampilla de correos, posterior a  un billete y de ahí su expansión a nivel nacional, a través de los pocos medios de difusión de la época. Los complementos posteriores para su materialización como estatua o monumento han quedado a cargo de los realizadores apoyados en la imágenes y sus mecanismos de reproducción antes mencionados y más importante, en relatos acerca de la valentía y heroísmo contados por los propios ex combatientes, de lo que concluimos salen las diversas  variables en la representación del soldado héroe sin perder su esencia y los elementos originales antes analizados.

A fin de demostrar la importancia adquirida por el Soldado Desconocido a nivel nacional y a modo de cierre de esta investigación, trascribimos unos versos de una polca épica en su homenaje.

 

 

SOLDADO DESCONOCIDO (POLCA  ÉPICA)

Letra: CIRILO R. ZAYAS

Música: FLORENTÍN GIMÉNEZ [18]


En un templo de luz,

Tu  nombre se alzó en la Cruz, Soldado Desconocido.

Gratitud, Gratitud.

Los hombres te cantarán, Soldado Desconocido.

………….

Con un grito de paz,

Tu nombre revivirá

Girones de sangre y luto.

Y el clarín  del honor nos dirá:

La guerra y el odio están

Segando la humanidad.

…………

La guerra y el odio están

Segando la humanidad.




BIBLIOGRAFÍA

BLINDER Olga, ESCOBAR Ticio, PLÁ Josefina: Arte actual paraguayo 1900-1995, Don Bosco Editorial, Asunción 1997

PAATS,William, RUIZ DIAZ, Amalia, SOSA, Carlos: Guía de las Artes Visuales , Paraguay 1811-2001, Continental Editorial, Asunción, 2013

ROJAS MIX, Miguel: El imaginario. Civilización y cultura del siglo XXI, Prometeo libros, Buenos Aires, 2006

ROJO, Grínor: Globalización e identidades nacionales y postnacionales… ¿de qué estamos hablando? Casa de las Américas, Madrid, 2009

Libros de Decretos Presidenciales Nacionales 1939, 1940,1941, Museo de la Historia Nacional, Asunción

PRATT, Mayans, Miguel Ángel, PUSINERI, Scala, Carlos, Billetes del Paraguay. Numismática Independencia 2ª edición, Asunción, 2008

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Monumento al Soldado del Barrio San Pablo, foto William Paats



Monumento al Soldado de la Ciudad de Itá, foto William Paats

 

Monumento al Soldado de San José de los Arroyos, foto William Paats

 

Monumento al Soldado de Paraguarí, foto William Paats

 

Monumento al Soldado de San Lorenzo, foto William Paats

 

Monumento al Soldado de Villa Elisa, foto William Paats

 

Monumento al Soldado de Itacurubí de la Cordillera, foto William Paats

 

Monumento al Soldado de Barrero Grande, foto William Paats

 

Monumento al Soldado de Encarnación, foto William Paats

 

Monumento al Soldado de Luque, foto William Paats

 

Monumento al Soldado de Coronel Oviedo, foto William Paats

 

 

 





[1] Esta investigación está abordada desde un concepto de obra de arte desprendidodel punto de vista clásico o decimonónico, es  abordada desde la contemporaneidad del concepto, con la consideración de que todas son construcciones de un imaginario y no representaciones de la realidad, atendiendo que el imaginario se ocupa de entender el sentido, en cambio el arte de la belleza.

[2] Estas estampillas tenían un valor de 50 centavos, con la figura del soldado paraguayo y una frase que decía: AL SOLDADO Paz del Chaco 1938-21-VII-1939           

[3] La moneda Guaraní fue creada por decreto Ley nº655 del 5 de octubre de 1943, con valor divido en 100 partes iguales llamados centavos, su símbolo es la letra G cruzada.

[4] Esta ley hasta ahora no se ha cumplido pues no se ha erigido el monumento.

[5] Miguel Rojas Mix  argumenta que el imaginario estudia la imagen estableciendo relaciones entre forma y función, sin olvidar su carácter polisémico, el fin o el propósito de la imagen. (Rojas Mix, El imaginario, 2006,18)


[6]Todas las representaciones tienen  características comunes pero tienen variaciones y ninguna   de las analizadas es igual a otra.


[7] Este comentario fue aportado por el escultor  nacional Faustino Adorno en la entrevista realizada en marzo de 2013.

[8] El color verde olivo adquiere categoría de símbolo en el pueblo paraguayo y siempre que se lo nombra se lo asocia al uniforme del ejército.


[9] Almeida, Francisco (Paraguay, 1882-1960)  Escultor y carpintero. Fue miembro del Sindicato de Carpinteros en el año 1900. Estudió en el Instituto Paraguayo y fue uno de los primeros becados a Europa en 1903. Realizó talleres de escultura en academias de Bellas Artes de Roma y París. A su regreso, en 1913, fue profesor en el Gimnasio Paraguayo. Realizó esculturas de personajes históricos y  de figuras zoomorfas distribuidas en plazas de Asunción y del interior del país.  Son obras suyas las esculturas de los héroes que se encuentran en el Panteón Nacional. Nació y falleció en Asunción.


[10] La ciudad de Encarnación por  estar situada en la ribera del río Paraná cuenta con destacamento de marina, de ahí se  entiende el caso del modelo. El monumento de esta ciudad data de 1943 y estaba ubicado inicialmente en una plaza de nombre  Soldado Desconocido, estando en la actualidad en una plazoleta contigua a la sede de la gobernación.

[11] En nuestra historia el pintor argentino Cándido López es muy conocido por sus pinturas de la Guerra de la Triple Alianza de la que fue participe. También existen numerosos apuntes realizados por el pintor nacional Roberto Holden Jara quien participó de la guerra del Chaco.

[12] Posiblemente haya sido tomada porAdolfo M. Friedrich o por Carlos de Sanctis, médico argentino voluntario en el ejército paraguayo.

[13] Según el escultor Faustino Adorno el dibujo del billete es obra de Francisco Almeida, dato que no hemos podido verificar.

[14] Recordamos que en el país existen cámaras fotográficas desde 1850  en adelante. (Lorenzo Zucolillo en su artículo Paraguay en fotografías 1850-2011, ciertos usos sociales), y las primeras filmaciones realizadas por el argentino Ernesto Gunche datan de 1905. En la guerra  del Chaco filmaron alguna toma en el campo de batalla los señores Agustín Carrón Quell y el argentino Roque Funes. La película En el infierno del Chaco, de Eduardo Ocampo filmada en 1932 constituye otro  documento histórico y visual.

[15] Polainaprenda de paño o cuero, que cubre la pierna desde el pie a la rodilla y que se abrocha por fuera o se ajusta al pie con una tira. Históricamente, las polainas han sido prenda de labradores y pastores. Las polainas de cuero han formado parte de diferentes uniformes militares como complemento de la bota. Se ajustaban por botones, enganches o trenzado. En el caso del ejército paraguayo sólo la utilizó en la guerra del Chaco.


[16] Dato aportado por el escultor Faustino Adorno.

[17] Guggiari, Hermann Bruno (Paraguay, 1924-2012). Escultor, paisajista y escenógrafo. Estudió en la Escuela  Ernesto de la Carcova e Ingeniería y Escultura, en Buenos Aires. Obtuvo una mención especial en la 5ª. Bienal de São Paulo, en 1959, y en 1965 con su obra Kennedy logró el primer premio en escultura por la OEA, en Washington D.C., y en el concurso del Salón ESSO  de artistas jóvenes de América Latina. Recibió medalla de oro en la X Bienal de São Paulo, Brasil, en 1971; en 1996, Premio Gabriela Mistral por la OEA.

[18] Ambos grandes poetas y músicos del folklore paraguayo

 

 

 

 

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