INTRUSIÓN, 2005
Instalación y obras de WILLIAM PAATS
ALGUNAS IDEAS SOBRE LA SITUACIÓN CONTEMPORÁNEA DEL ARTE
Dentro de la realización contemporánea del arte visual el acto de mirar y ver son, al parecer, funciones relativisadas e irreversiblemente fracturadas en su sentido histórico por la omnipontencia de los medios de reproductibilidad técnica, por suscribrir en alguna medida la genial e iluminada teoría de Walter Benjamin.
Antes de la muerte del aura, la pintura representaba, por sobre todo, una manera de visualización y concepción del mundo: creer, saber y ver constituían la esencia de la codificación del universo de objetos representados. El fuego, por ejemplo, significando al infierno, es absolutamente diferente para el imaginario medieval que para el actual, parafraseando a John Berger.
A cinco siglos del arte del renacimiento, lo visual resigna la pretensión de representar la cosa, el objeto deseado en términos de autenticidad, entendido como simbolización original. El trampantojo renacentista ( ver a la cosa deseada como real y no como representación bidimensional) declina ante el poder seductor de la imagen visual tecnificada y edulcorada al gusto de la nueva sociedad del consumo. Repetir, fragmentar, seriar..., clonar son asumidos como elementos constituyentes y trascendentales de una nueva estética que logran despojar a la imagen de su histórica facultad de producción de sentido último y anestesiar, paradójicamente, al hombre de la sociedad informatizada y globalizada.
En este panorama confuso muchos artistas plantean, desde diversas posiciones, y asumiendo la condición irreversible pero no incontestable de la revolución en el concepto y práctica de la estética en la era de la tecnología, actualizar la función de la mirada y de la imagen. En gran medida la pintura, en su amplia modalidad, y las artes gráficas pueden dar cuenta de la realidad desde otros planteamientos que, como alternativas genuinas y específicas, cuestionen la superficialidad extrema de ciertos y determinados modos hegemónicos de expresión.
En esta exposición de William Paats confirmamos la vigencia de determinados conceptos y modos de producir una imagen propia. Hay una poética del espacio, una de las imágenes dislocadas y una última de citas, que como estrategia le permiten montar interesantes alegorías: la de su propia mirada de intruso y voyeurista sobrepuesta a la del propio Veermer.
EL ESPACIO DE LA GEOMETRÍA Y LA GEOMETRÍA DEL ESPACIO: Muchas veces el holandés puso en tela de juicio las leyes de la perspectiva trabajando planos paralelos al cuadro. Esta estrategia termina compartimentando, cuasi medievalmente, al vibrante y luminoso espacio barroco de sus ambientes; el espacio se constituye entonces a partir de una geometría de elementos horizontales y verticales.
William alegoriza esa estructura sutil inscribiendo sobre el primerísimo plano una cuadrícula ortogonal que le permite evocar con fuerza poética la estructura negada del método perspectivo renacentista; invocar, al mismo tiempo, en la geometría de la grella el plano o placa donde la cámara obscura pudo escamotear una forma de la realidad del setecientos holandés; evocar la clásica ventana veermeriana, a través del cual un anónimo voyeurista, quizá un genius locci, fisgoneará las historias .
IMÁGENES DISLOCADAS: son aquellas que van asomándose y materializándose en un orden impuesto por la mirada y el humor del artista, es que el sentido es una convención y como tal puede rehacerlo. En Veermer, cada objeto es un mundo que captura la mirada y ordena con lógica gramatical la retórica de la imagen. Paats disloca en busca de un nuevo sentido, el que le permita y depare la destrucción de la unidad composicional de la imagen real y los límites de la cuadrícula donde opera.
CLAVIS INTERPRETANDI O DELA CITA: El cuadro en el cuadro fue una reconocida estrategia de Veermer que le permitía asociar y vincular contenidos específicos ( morales, históricos, entre otros ) a los planteados en su propia obra, a la vez que prefiguraba a la cita histórica.
William siempre trabajó las citas, hoy disparan no sólo el sentido posible sino el reconocimiento de la obra de partida. Su clavis interpretendi se resuelve graciosa e irónicamente en su reconocido collage de personajes, en los segmentos cuadriculados donde detalle o practica aproximaciones de forma y color propias de un selector y, para rubricar con habilidad, alude al origen de la geometría neoplástica de los holandeses venideros.
CARLOS H. SOSA RABITO - As, junio de 2005
Imágenes facilitadas por el Artista
Registro de obras en el Portalguarani.com: Mayo del 2013