LAS VIEJAS TELES Y LAS ALTAS ANTENAS
Por Toni Roberto
tonirobertogodoy@gmail.com
La memoria hoy nos lleva de paseo por esa ciudad en la que las antenas de la televisión eran una parte más que importante del paisaje y también símbolo de estatus. Costumbres de cuando la tele era una novedad.
Pertenezco a la generación que nació con la tele y un único canal. Los que tenemos un poco más de 50, jamás podremos olvidar a Margarita y sus Niños, El Gran Chaparral, Los Walton o Así Canta mi Patria con Aníbal Lovera y su Conjunto. En aquella época no existían los televisores “de las casas”. No, eran los televisores “de los barrios”. Más de uno te invitaba a su casa a pasar a ver la tele, otros más negociantes cobraban entrada y en casos extremos el vecino espiaba algún televisor del vecino desde algún rincón de su casa.
UN TELEVISOR BARRIOJARENSE
Cuenta Lita Pérez Cáceres que cuando ellos recién volvieron del exilio en 1965 llegó la tele al Paraguay y la única que tenía en una zona de Barrio Jara era su vecina doña Digna, la esposa del presidente de la Seccional Colorada de la época, don Máximo Franco. Eso no impidió que Lita y familia vieran la programación, porque como se veía perfectamente desde su casa, ellos ponían sillas y miraban campantemente la tele de “Máximo y Digna” desde la muralla. Todo iba bien hasta que un día levantaron una pared que ya no les permitió ver la tele y ahí no les quedó más remedio que pedirles permiso para “pasar a ver la tele”, petición aceptada por el matrimonio vecino barriojarense.
COMPETENCIA DE ANTENAS
Allá por 1979 llegó el canal de Formosa y empezó la instalación de altas antenas para captar la televisión formoseña. Se desató una especie de “competencia de antenas”. El tipo de torre y la altura de las mismas daba la medida de status, como una especie de “nivel económico” al asunceno que a esas alturas ya tenía dos opciones con esos viejos televisores, que se compraban a cuotas del representante. Luego llegaría Canal 13 en 1981 y con ello la televisión a color, completando así el menú con tres canales.
PITI FIORE Y LA ANTENA DE CIUDAD NUEVA
Cuenta doña Piti Fiore del barrio Ciudad Nueva: “en esa época mi papá mandó levantar la antena de televisión más alta de toda Ciudad Nueva, la gente se paraba a mirar esa especie de rascacielo barrial que además era multiuso, porque se convertía a fin de año en el arbolito más grande de todo el barrio y además era atalaya de mi loro”.
LAS ANTENAS Y EL ARTE
Estas antenas fueron en su época hasta inspiración de artistas como lo demuestra este viejo dibujo de Edith Jiménez, una interpretación de la esquina de Herrera casi Brasil allá por 1968, cuando empezaban los edificios en altura, pero siempre rodeados de nuestra inconfundible arboleda y las antenas, por supuesto.
ASÍ PASAN LOS AÑOS
Hoy, después de más de 40 años, subo la mirada al cielo de las viejas techumbres asuncenas, buscando encontrar alguna vetusta antena y me cuesta encontrarlas, pero haciendo una larga caminata en una fría tarde de julio logré captar alguna.
Estos pocos raros objetos en las alturas de la ciudad ya forman parte del patrimonio modesto de la ciudad de Asunción que debemos conservar y que nos hablan de una gloriosa época, de esos viejos televisores, de algún “¿puedo pasar a ver tu tele?” o algunas muchas otras historias como las de Lita en barrio Jara o la de Piti de Ciudad Nueva.
Fuente: www.lanacion.com.py
Domingo, 07 de Julio de 2019
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