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Toni Roberto

ARQUITECTURA ASUNCENA, RESCATADA SOLO EN LOS LIBROS - Por Toni Roberto - Domingo, 11 de Agosto de 2019

ARQUITECTURA ASUNCENA, RESCATADA SOLO EN LOS LIBROS

tonirobertogodoy@gmail.com

El asunceno promedio cree que conservar o preservar como patrimonio abarca solo a las llamadas casas “coloniales” o las italianizantes de principios del siglo XX. Con esa idea en mente, todo lo que venga de la modernidad desde finales de los años 40 hasta nuestros días son “solo casas viejas”, aptas para demoler. Con ese criterio, vamos a perder nuestra valiosa historia del siglo XX, de la cual la arquitectura es el elemento más valioso para contarle a futuras generaciones.

No quiero hacer de esta página un muro de plagueos. Solo quise hacer un ejercicio, mirando las imágenes de las publicaciones más importantes sobre arquitectura asuncena, a partir de los libros de Ramón Gutiérrez (argentino que hizo la memoria de nuestra arquitectura desde 1537 hasta 1911) y de César Augusto “Yito” Morra, un paraguayo notable que optó por la investigación de nuestra arquitectura como modo de vida y que de alguna manera analiza nuestra arquitectura desde principios de siglo hasta nuestros días y les cuento que me quedó un sabor amargo porque mucha de esa arquitectura ya existe solo en los libros.

RECORRIDO ASUNCENO EN LIBROS

Hoy, el recorrido imaginario no es por un barrio, sino que es por las imágenes de libros que muestran la arquitectura paraguaya. Hace unos años, una periodista decía: “Estamos destruyendo nuestra historia, estamos demoliendo todo y dentro de unos años ¿qué le vamos a mostrar a los turistas? ¿Solo supermercados?”. Yo creo que, a este ritmo, vamos camino a que eso sea una realidad.

A finales de los años 70, la demolición del centro de Asunción se realizó “a mansalva”. Por ejemplo, del italianizante edificio del legendario Circolo Italiano, o de la casa Zavala y Delgadillo , ubicada al lado del tradicional Lido Bar, ya quedan solo en el “escombro de nuestras memorias fotográficas asuncenas”, pero, digamos, en ese tiempo, en esa época, la conciencia de preservación patrimonial era menor.

LA MODERNIDAD COMO PATRIMONIO

Creo que el asunceno promedio cree que conservar o preservar como patrimonio abarca solo las llamadas casas “coloniales” o las italianizantes de principios del siglo XX. Con esa idea en mente, todo lo que venga de la modernidad desde finales de los años 40 hasta nuestros días son “solo casas viejas”, aptas para demoler. Con ese criterio, vamos a perder nuestra valiosa historia del siglo XX, de la cual la arquitectura es el elemento más valioso para contarle a futuras generaciones.

EL PENSAMIENTO DE CÉSAR AUGUSTO MORRA

A partir de ese pensamiento me entrevisto con el arquitecto Morra y le hago esta misma reflexión y me responde a su estilo con varias frases cortas: “Pienso en una arquitectura 2050, con formas completamente nuevas, atadas fuertemente a la memoria, sabiendo como somos”. Y sigue: “Demoler es fracturar la ciudad. Así tendemos a tener ciudades ‘in vitro’, nacidas de la nada, sin historia, sin pasado, creadas en el laboratorio en un vacío absoluto”. “Conservar el pasado es diseñar el futuro”.“Empujar el presente hacia atrás... hacia el pasado… eso es la modernidad”. Así termina diciendo nuestro gran investigador que está preparando otros valiosos libros para aportar a nuestra frágil memoria y que nos da una clase de “síntesis”, que debería darse a los estudiantes como materia ya desde las escuelas.

RECORRIDO SINTÉTICO POR LA MEMORIA CALLEJERA

Sigo recorriendo aquello que “ya fue” y que queda solo en libros, para tratar de recordar nuestra memoria ciudadana, aunque sea solo en los “escombros de las memorias convertidas en viejas fotografías”. Las imágenes de lo que “ya no está” valen más que mil palabras, más que los viejos discursos políticos que no sirven para nada y que siguen tan vigentes.