Los baldones políticos son tan antiguos en el Paraguay que ya nada sorprende en el escenario de la historia. Sin embargo, dentro de ella ocurren hechos sublimes que superan cualquier radical ideología y se posicionan por encima de los gélidos dogmas. En ese orden se encuentra la galopa (polka) “18 de Octubre”, fruto de la vivencia, aprecio, amistad y admiración, donde el compositor –por ironía del destino– jamás pudo entregar a su destinatario el leit motiv de su ensoñación. Haciendo honor a sus sentimientos, los “hermanos de la causa” dejaron para la posteridad esta inspiración que ya lleva 116 años de existencia y vitalidad.
Eduardo Vera y Antonio Taboada, presidente y vicepresidente del Partido Liberal
cuando en un operativo conjunto atacaron los cuarteles.
El primero murió en la acción y el segundo sobrevivió.
Pero 13 años más tarde, en 1904, los liberales lograron su objetivo
y se hicieron del poder por casi 40 años.
Esta acción revolucionaria motivó el cambio de la denominación de la galopa
“Comandante José Santos Miño”.
Con el protagonismo refulgente del general Bernardino Caballero en la política nacional, se llegó a la instancia en que la división nacional, acompañada de la ácida crispación del ambiente político, alcanzó niveles exasperantes, desembocando en la rápida fundación de los partidos Liberal y Colorado.
Por un lado, el 19 de diciembre de 1885 se creaba en Villarrica el “Club Popular”, de la mano de Antonio Taboada, general Benigno Ferreira, mayor Eduardo A. Vera y el 2 de julio de 1886 con el apoyo de un grupo, se instituía en Asunción el “Centro Democrático” para luego, en forma definitiva, fundar el “Partido Liberal” el 10 de julio de 1886. Por el otro, la antigua nucleación evocada como el “Partido Nacional” del doctor Francia y los López que aglutinaba a los jefes vivientes y excombatientes de la hecatombe, resuelven convertir aquel formato en un partido efectivo y oficial con el liderazgo de Caballero, Patricio Escobar, José Segundo Decoud y otros, formalizando su institución.
Así, en pleno “gobierno colorado” se funda la “Asociación Nacional Republicana” el 25 de agosto de 1887, por lo que se nombró y designó a las nuevas autoridades en función al “partido de gobierno”. En consecuencia, para el logro de sus propósitos, el general Bernardino Caballero iniciaba una gran gira por el interior aceptando invitaciones de todos los rincones y participando activamente de las asunciones de las nuevas autoridades nombradas en las campiñas paraguayas.
LA INVITACION MISIONERA
Las autoridades del departamento con asiento en San Ignacio, las zonas y los pueblos aledaños cursaron una invitación al general Caballero para constituirse y así determinar con sus fieles adherentes las nuevas autoridades. El 28 de setiembre de 1887 la carta decía: Al recibir vuestra proclama y las instrucciones sobre la fundación de la Asociación Política que dará forma orgánica a nuestro credo nacionalista e inquietudes ciudadanas, y en un todo de acuerdo con los principios que nos uniera para la gloriosa gesta iniciada en aquella acción de “Campo Grande” con nuestros más puros sentimientos patrióticos, nos hacemos eco del clamor de todos los pueblos para recibir vuestro arribo y establecer de la mejor forma las comisiones departamentales fijadas en la organización del “Partido Nacional”. Solicitamos de usted nos honre con su visita para dar inicio a nuestras actividades ciudadanas y demás derechos políticos en la común obra de la regeneración de la patria. Firman la carta: comandantes de la Misiones Santos Miño, Eduardo Ramírez, Rosendo Céspedes y los señores Saturnino Fernández, Marcos Rolón y Pablo Melgarejo.
LA LLEGADA A MISIONES
El recibimiento tributado al general Caballero en San Ignacio fue apoteósico ya que el pueblo con alborozo agasajó al legendario jefe de la Guerra Grande. Desde luego, allí tenía muchos camaradas de lucha y amigos por doquier. En medio de la alegría se le presentó una serenata popular con el conjunto musical “Los Forestales”, integrado por residentes misioneros que mantenían una estrecha y antigua relación con el mencionado general. El bullanguero cuarteto estaba integrado por los hermanos correntinos Pedro (ravel), Doroteo (guitarra) y Cornelio Barrios (flauta) y el “maestro de los montes” Delfín Chamorro (guitarra), que debido a la calidad interpretativa y armónico sonido que emanaba del cuarteto, el general los llevó a su gira por los diferentes pueblos departamentales como San Juan Bautista, San Miguel, Santa Rosa, Santa María, Santiago, Acahay, Tavapy y otros aledaños. Los “músicos itinerantes” pasaron a ser “serenateros oficiales” del nuevo partido y de su aclamado presidente. (Aquí debemos aclarar que Doroteo era el padre del niño y después prodigio Agustín Pío, de tan solo 2 años de edad en ese entonces. Como se ve, el futuro portento de la guitarra ya bebía los sones de la música folclórica y del ambiente festivo en los pueblos nativos, pues toda la familia se involucraba en las actividades de la reconstrucción nacional, diligencias desarrolladas en la educación, en el arte y la cultura en general).
MOVIDAS Y NOMBRAMIENTOS
Mencionemos en este punto que el ya antiguo comandante de las Misiones Santos Miño había sido nombrado para el cargo por sus amigos y camaradas debido a la familiaridad y facilidades que implicaba el hecho de estar casado con la sanjuanina Marcelina Valdovinos, hacendada de la zona, con varios campos en San Juan, Ita Juru y Estero Kamba.
Por consiguiente, un decreto del Poder Ejecutivo del 30 de noviembre de 1875 establece: Por renuncia del Capitán de Caballería Marcelo Ríos (solo estuvo 9 meses en el cargo), nómbrase Comandante Militar de las Misiones y Jefe de Policía de San Ignacio de las Misiones al Sargento Mayor Santos Miño. Firmado: Juan Bautista Gill y Patricio Escobar.
Más tarde, después de 14 años de permanecer en el cargo, por la misma vía del decreto, del 19 de octubre de 1889, el Poder Ejecutivo ejecutaba la siguiente resolución: Nómbrase al Sargento Mayor de Caballería Juan A. Jara Comandante Militar y Jefe Político de San Juan Bautista de las Misiones en sustitución del Teniente Coronel Santos Miño, que pasa a ocupar otro cargo. Firmado: Patricio Escobar, Pedro Duarte y Juan Antonio Meza.
Del mismo modo, un nuevo decreto del 5 de mayo de 1890 establecía: Nómbrase Comandante Militar de las Misiones al Teniente Coronel Juan B. Egusquiza, por renuncia del Sargento Mayor Juan A. Jara. Firmado: Patricio Escobar, Pedro Duarte y Juan A. Meza.
Ya con otro gobierno en la República, el decreto del 25 de noviembre de 1890 señala: Se designa como Ministro de Guerra y Marina al Comandante Militar de las Misiones al Teniente Coronel Juan B. Egusquiza. Firmado: Juan G. González y José Tomás Sosa.
El decreto del 4 de agosto de 1891 establecía: Promuévese al rango de Coronel a Don Santos Miño. Firmado. Juan G. González y Juan B. Egusquiza.
El decreto del 12 de agosto de 1891 puntualizaba: Promuévese al rango de Coronel a Don Juan B. Egusquiza. Firmado: Juan G. González y Otoniel Peña.
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18 DE OCTUBRE
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