Das atrás, una “emigrada” ave canora, don “Epí”, regresó para cantar inconmensurable su primavera eterna en el solar tricolor de su tierra amada. Por desarrollar una labor de alta competencia cultural es víctima del destierro, igualmente, sus obras artísticas fueron proscriptas por su elevado altruismo y nacionalismo. A pesar de la diáspora, sus pulcras creaciones perduraron en el tiempo, aunque maniatadas y silenciadas, pero anheladas por el pueblo.
Epifanio Méndez Fleitas, intentando una breve biografía, nació el 7 de Abril de 1917, en San Solano (Itapúa), Hijo de Prudencio Méndez (don Pulé) y Catalina Fleitas. Fueron sus hermanos Isladeo, Rubén, Elida, Justiniano, Benefrida, Bernardo, Maximina, Apolinario y Juana.
Estuvo casado con la lambareña Fredesvinda Vall González, en 1944. Son sus hijos: Juan Bernardino, Maricruz, Teresa, Epifanio (h), Prudencio y José Liberto.
Sus estudios primarios los realizó en la escuelita Nro. 66 de San Solano, su pueblo natal. Los secundarios en el Colegio Nacional de Villarrica. En Asunción intentó seguir la carrera militar, pero desistió por falta de vocación y optó por la carrera de Derecho y Ciencias Sociales, que no la concluyó a causa del exilio político.
SU CARACTER Y PERSONALIDAD
Epifanio Méndez Fleitas fue definido por sus allegados y conocidos, como una persona noble, sensible y apasionada. Dentro de su firmeza y temperamento, traslucía humildad, sencillez y costumbre pueblerina, lo que despertaba la admiración del ciudadano y campesino paraguayo. Tenía un gran sentido de la projimidad y su espíritu de humanista fluía a borbotones. Fraterno, solidario, íntegro, valiente y optimista. Nunca claudicó ante la adversidad y luchó tenazmente hasta su muerte. Fue perfeccionista, serio y responsable, pero con gran sentido del humor.
Orador de barricada, arrastraba a las masas con sus ideas diáfanas y cristalinas. Trasformaba un escenario áspero e inapropiado en terreno apto, fértil y fructífero. Iluminado, con virtudes de pocos, anhelaba la oportunidad amplia para todos los paraguayos. Con sueños de niño y románticas visiones, solo representaba un peligro para los cretinos, mediocres y estancados. Su ilustración y cultura estaban íntegramente al servicio de su patria, compartiendo fantasías y regalando realidades.
Así fue Epifanio, un auténtico paraguayo con grandeza eterna, amante de sus raíces y de su patria. Por todo esto, con meridiana claridad lo describen como: El Paladín de la Democracia.
PROLIFICO INTELECTUAL
Sus dotes, versatilidad y aptitud hicieron que transitara con astucia y competencia en diversos campos. Sin dificultad alguna, con predisposición y alegría, fue labrador, guitarrista, telegrafista, sastre, poeta, compositor, político y periodista.
Sus primeras producciones literarias afloraron desde su más tierna juventud. A los 19 años, expuso a la consideración del público sus evocaciones “Sueño de Adolescente” (1936) y “Bajo la verde arboleda” (1940). Sus labores periodísticas se sintetizan a su desempeño como redactor y director de los órganos de difusión como “Cultura” (1944), “La Razón” (1947), “Patria” del Partido Colorado (1954) que él mismo se encargó de reabrir en su VI época, reapareciendo con empeño y masiva circulación, “Firmeza” (1957) órgano del exilio en Montevideo, “Patria Libre” (1960) también del exilio en Montevideo y luego en Buenos Aires. Sus producciones en el campo bibliográfico son amplísimas. En una larga lista figuran: “Dos años de batalla por los Derechos Humanos” (1958), “Psicología del Colonialismo”, “¿Qué es el Coloradismo?”, “Diagnosis Paraguaya” (1965), “Lo Histórico y lo anti-Histórico en el Paraguay” (1976), “El valor social de la Historia”, “El Orden para la Libertad”, “Batallas por la Democracia”, entre otras.
TRAYECTORIA POLITICA
Atraído por la política y con ese gran don de servicio que le caracterizaba, muy pronto se afilió a la A.N.R. (Asociación Nacional Republicana, Partido Colorado), agrupación política dentro de la que rápidamente escaló posiciones, de la mano del insigne colorado Juan León Mallorquín, integrando la Junta de Gobierno de dicho partido, donde demostró a propios y extraños, sus habilidades naturales en el dominio del escenario, la oratoria, los mitines y los pactos políticos.
En 1941 ocupa cargos en el Partido Colorado como miembro activo.
En 1949-1952 se desempeña como jefe de Policía.
En 1952-1955 asume la presidencia del Banco Central del Paraguay.
En 1956 (enero) es defenestrado. Tenía apenas 38 años, cuando parte al exilio, donde muere.
INSPIRACIÓN MUSICAL Y POÉTICA
Autodidacto, formado en los pajonales de su “valle”, supo moldear su espíritu para la sublime creación. Guitarrista, autor y compositor de obras en ritmo de polkas y guaranias con profundo arraigo popular. Tiene compuestas más de 50 canciones, en su mayoría definiendo los rasgos y perfiles del alma paraguaya. Entre ellas citamos, en una breve síntesis, las siguientes composiciones:
La canción del demócrata, con letra de Mauricio Cardozo Ocampo; 20 de abril de 1948 (sobre el infructuoso asalto a la División de Caballería), con letra de Teodoro Salvador Mongelós; Hekovia techaga'u (En vez de la añoranza), con letra de Mauricio Cardozo Ocampo; Mandu'a retaite, con letra y música de su autoría; Serenata, con letra y música suya; Che Jazmín, con letra de Teodoro S.Mongelós; Che mbo'eharépe, también con música de Teodoro S. Mongelós; San Pedro del Paraná, con musica suya con César Medina; Kokujára purahéi (El cantar del labriego), con música suya; San Solano, con música de Cesar Medina y Mauricio Cardozo Ocampo; Che ka'aru ndavy'ai (Mi desdichado atardecer), con letra de Teodoro S. Mongelós; Entre rejas (inédita, rumbo al Paraguay en la cárcel de Resistencia, Plan Cóndor), letra y música; Che Mborayhujára (la dueña de mi amor), dedicada a Fredesvinda, inédita, letra y música; Invicta, inédita, letra y música; La voz de mi guitarra, inédita, letra y música.
La lista sigue con Patria liberada, inédita, con letra de Bernardino Méndez Vall; Ndepúke che mbaraka (Suena guitarra mía) con letra de Teodoro S. Mongelós; Yvy'a Tupa mba'e (De Dios es el fruto de la tierra). El Yvy'a es un tubérculo chaqueño que calmaba la sed durante la Guerra del Chaco, inédita, instrumental; Okaraygua mba'embyasy (lamento campesino), inédita, instrumental; Rojumi Jevyma (Regresamos de nuevo), inédita, instrumental; Gratitud, instrumental.
También, Javy'ake Paraguay retäme (alegrémonos por el amanecer de la patria paraguaya), instrumental; Fiesta campesina, instrumental; Tory ára (Día de alegría), instrumental; Amangy jave (Mientras llovizna), instrumental (compuesta cuando la firma del convenio económico con la Argentina de Juan Domingo Perón; Canto a Julio Correa, con letra de Augusto Roa Bastos; Canto del peregrino; Reencuentro (paz partidaria del 27 de Octubre de 1955, con música de Mauricio Cardozo Ocampo; Akói ñande ynambumí (Por siempre nuestra pequeña perdiz), con letra de Teodoro S. Mongelós; Resedá poty (Flor de resedá, con música de Aniceto Vera Ibarrola y César Medina; Querella del corazón; 26 de febrero de 1949 (Regreso de Stroessner del asilo político Brasil/Argentina); Nde pukavy che corazöme (Tu sonrisa en mi corazón); Romance de dos destinos; Estrella mía -A la solitaria estrella blanca de la bandera del Partido Colorado-; Tesarái mboyve (Antes del olvido), con letra de Augusto Roa Bastos; Ko'e pyahu jave (Durante el nuevo amanecer, con letra de Teodoro S. Mongelós; Musikeádape (En la peña), con letra de Mongelós; Nendivénte (Solamente contigo), con letra de Teodoro S. Mongelós; Ojupeguaränte (Solo el uno para el otro), también con letra de Mongelós; Paraguay jeguakarä (para adornar al Paraguay), con letra de Mongelós.
Obras suyas también son Tetä marangatu (Patria sagrada), con música de José Bragato, como también Paragua'y. Quién sabe, con música de César Medina y Luís Alberto del Paraná; Despertar paraguayo (letra de Epifanio Méndez Fleitas y Carlos Agustín Bedoya, con música de José Bragato); Canciones, con música de Gregorio Cabrera; Mujer, con letra de Augusto Roa Bastos; Noche lunaria -dedicada a Pura Agüero Vera- con letra de Emiliano Rivarola Fernández; Ñemboki asaje (Siesta de romance), con letra de Roger Lincoln Silva; Noches de nostalgia, con letra de Carlos Caballero Ferreira; Mariscal Ykére (Junto al Mariscal), con letra de José Doroteo Portillo; La tarde de nuestro amor; con letra de Carlos Federico Abente; Princesa de mi tierra, con letra de Bernardino Méndez Vall.
De las 53 composiciones que contiene el inventario tenemos 45 cantadas y 8 instrumentales, de las cuales 44 están grabadas y 9 son inéditas.
FOMENTO E INVERSION CULTURAL
El lirismo de Epifanio Méndez Fleitas, hizo que se convirtiera en uno de los “fundadores” del primer sello de grabaciones que tuvo el Paraguay. Desde el cargo que ostentaba impulsó a su amigo Jorge “Coco” Urdapilleta, dedicado a la actividad radial, a instalar el primer estudio de audio en la República ya que los equipos necesarios para el montaje, llegaron al país gracias a la “gestión oficial”. Así nació el sello GUARANIA, responsable de la edición del trabajo de un tendal de grupos orquestales y conjuntos nacionales, que por primera vez tenían la oportunidad de dar a conocer sus obras e interpretaciones en discos fonográficos y difusiones radiales.
El “Conjunto San Solano” grabó en dicho estudio en el año 1954. El material contenía composiciones de Epifanio Méndez Fleitas, entre las que podemos citar a: “Canto a Julio Correa”, “Serenata” y “Amangy Jave” (instrumental). La interpretación a dúo estuvo a cargo de la soprano Pura Agüero Vera, quien viajó desde Italia porque estaba actuando en el teatro L'Scala de Milán, y de Antonio Barrios.
Epifanio Méndez Fleitas creó la Ley 94/1951 de protección a los autores y compositores. Encomendó al Dr. Alfonso Capurro la redacción de dicha Ley. Al amparo de la idea y proyecto de don “Epí”, se crea A.P.A. (Autores Paraguayos Asociados).
El local que la entidad posee en la actualidad, fue adquirido con el decidido aporte que realizó Méndez Fleitas desde su función de gobierno (presidente del Banco Central del Paraguay). En el sector gremial, promueve el nacimiento de la C.P.T. (Central Paraguaya de Trabajadores), fruto de la inspiración de Epifanio Méndez Fleitas. A su vez, fue el “padre” (por incentivar el renacimiento) del conjunto “Los Paraguayos”, integrado por Luís Alberto del Paraná, Agustín Barboza y Digno García. Por su intermedio, el gobierno les financia una gira por Europa, con el fin de difundir y realzar nuestra música en el viejo continente. Además, se les otorgó un pasaporte especial con la investidura de Embajadores Culturales del Paraguay.
Gracias a dicha gira y al rotundo éxito obtenido, la compañía Phillips de Holanda contrata al grupo para grabar bajo su sello. Como se ve, finalmente grabaron tres discos, siendo los primeros realizados en Europa. Epifanio Méndez Fleitas fue uno de los pocos impulsores del arte desde un puesto gubernamental en la historia cultural de la Nación. Luego, con su posterior caída, es desterrado con todo su caudal de buenas acciones y deseos de elevar culturalmente al pueblo paraguayo.
Otros promovidos y becados por don “Epí”, fueron Cayo Sila Godoy y Augusto Roa Bastos, quienes divulgaron el arte nacional por todo el Mundo.
Honda repercusión causó su desaparición física. Sus amigos no pudieron sustraerse de tal contingencia y ocho meses después le dedican una canción, al símbolo de lucha y la resistencia del pueblo paraguayo. Epifanio Méndez Fleitas, acababa de marcharse rumbo a la eternidad.
COMPAÑERO DON EPIFANIO
Al paraguayo de San Solano,
Al colorado de Barrio Obrero,
La recompensa de las guitarras
Por el mensaje que nos legara...
Al compañero Don Epifanio:
El mensajero de puro acero!
En el principio fuimos muy pocos
Quienes fundamos la resistencia;
Que nos disculpen nuestros doctores
Si nos llamamos los precursores...
Los madruguemos complementarios
Del mensajero de puro acero!
La dictadura muy bien lo sabe
Quien es el padre de la criatura;
Con su firmeza, desde el exilio,
Quien vislumbrara la patria libre...
El compañero Don Epifanio:
El mensajero de puro acero!
El habitante más gigantesco
De nuestra historia contemporánea!
Nacionalista republicano
Con los zapatos universales...
Somos, nosotros, los pobladores
De su mensaje de puro acero!
RECITADO
Purahéi ha sapukái
Ñamuasáike lo mitã
Hiaguíma tory ára
Ndepúke che mbaraka
Desde el eterno triple destierro
Del peregrino de las estrellas
Caigan jazmines, como llovizna,
Sobre la aurora de serenatas...
Los corazones enamorados
Son partidarios del mensajero!
Cuando se case con nuestro pueblo
La democracia tendrá un padrino...
Y el apellido de la justicia
Será el recuerdo de Méndez Fleitas...
Del compañero Don Epifanio:
El mensajero de puro acero!
Hacia la izquierda siempre sincero;
Con muchos ceros a la derecha...
Entre los mansos el buey puntero
Y entre los toros un toro y medio...
A no dudarlo que fue de acero,
De duro acero, de puro acero!
Yo estoy seguro que no se ha muerto
El compañero Don Epifanio.
Don Epifanio somos, por cierto,
Somos, nosotros, los perseguidos...
Los herederos de su mensaje:
Los mensajeros de puro acero!
Letra: Carlos Agustín Bedoya (Tumbita)
Música: Kiko del Paraguay
París-Stockhölm, Julio de 1.986
EVOCACIONES
“No morirán sus cantos -cosas de su alma-
porque además de ser ellos esencia de patria,
son expresión de belleza...
¡Y la belleza espiritual
es lo único inmortal en este mundo!”.
Alfredo Jaegli
Entusiasta paraguayo (1953)
“El día que pase a la otra orilla de la vida,
nada le hablará mejor a su pueblo que sus canciones,
de sus luchas por su grandeza y su libertad”.
José Bragato
Maestro Italo-argentino (1.958)
ULTIMA GRABACIÓN
El fonograma fue lanzado en 1975 con el rótulo que describe e identifica plenamente a su autor: “A mis compatriotas, afectuosamente”. El mismo contiene:
Lado A:
1) Serenata, solista: Oscar Escobar;
2) Noches de nostalgia, solista: Oscar Escobar;
3) Che ka'aru ndavy'ai, solista: Julio Cesar de Aka'ái;
4) Estrella mía: Dúo: Medina-Rojas;
5) Kokuejára purahéi, solista: Julio Cesar de Aka'ái;
6) Princesa de mi tierra: Dúo: Medina-Rojas, solista: Alejandro Méndez Mazó.
Lado B:
1) Ñemboki asaje, solista: Oscar Escobar;
2) Romance de dos destinos: solista: Julio Cesar de Aka'ái;
3) Mandu'a retaite: Dúo: Medina-Rojas;
4) Ojupeguaránte: instrumental;
5) La tarde de nuestro amor: Dúo: Medina-Rojas;
6) Amangy jave, instrumental; “Himno.
INITEGRANTES DEL “CONJUNTO SAN SOLANO”
El Conjunto San Solano fue conformado por su mentor Epifanio Méndez Fleitas para grabaciones de obras musicales paraguayas (propias y ajenas), con el propósito de elevar estéticamente a las mismas. Por ello, muy ocasionalmente se presentaba en público, ya que no fue el fin ni el propósito de su fundador. Esto motivó que el grupo no tuviera la estabilidad necesaria, razón por la que los diferentes integrantes realizaban sus “rebusques profesionales” fuera del conjunto.
Precisamente, éste fue el motivo principal para que un tendal de músicos “desfilaran” por la agrupación en diferentes épocas. Todos lo hacían muy consagrados, considerando que el canal de expresión musical (la composición) estaba en su máximo esplendor y no debía ser obstruido.
El Conjunto San Solano se fundó en el año 1952 y su nombre fue adoptado por su ideólogo, en memoria de su pueblo natal.
Debido a las persecuciones políticas y a los exiguos recursos, el grupo tuvo varias interrupciones en su existencia musical, por lo que debe considerarse, forzosamente, varias épocas a lo largo de su vigencia.
En Asunción grabó con el sello GUARANIA y en Buenos Aires en los grandes laboratorios ODEON. El resultado de estos procesamientos artísticos perdura en la discoteca de la república, representando un verdadero hito del movimiento de la música popular paraguaya. Con el tiempo, estas grabaciones se han transformado en piezas de colección, de un gran valor documental y analítico y sobre todo, un referente de la superación e inspiración vernácula del pueblo paraguayo.
“CONJUNTO SAN SOLANO”
A continuación detallamos las diferentes conformaciones del grupo, a través de su existencia:
a) El conjunto original en sus inicios fue integrado por:
- Antonio Barrios (guitarra, canto: 1ra. voz).
- Saturnino Espínola (guitarra, canto: 2da. voz).
- Nicolás Barrios (arpa)
- Raúl Duarte (violín).
- Aniceto Vera Ibarrola (violín, 3er. director musical).
- Cesar Medina (bandoneón, 2do. director musical).
- Juan Evaristo Villalba (bandoneón, 1er. director musical) - Adolfo Vallejos (contrabajo).
- Epifanio Méndez Fleitas (guitarra, orientador y director general).
b) Los fugaces componentes para grabaciones, tertulias, serenatas y mítines fueron, entre otros:
- Luís Alberto del Paraná (guitarra, canto: solista).
- Reinaldo Meza (guitarra, canto: solista).
- Roberto Barboza (guitarra, canto: solista).
- Oscar Escobar (guitarra, canto: solista).
- Pura Agüero Vera (Canto: solista).
- Rubén Sanabria (arpa).
- Pedro Velásquez Ruíz Díaz (arpa).
- Bernardino Méndez Vall (arpa).
- Pedro Gamarra (arpa).
- Damacio Esquivel (arpa).
- Oscar Torales (Piano).
c) Para la definición armónica, los matices, arreglos, orquestación, escrituración y grabación, participaron los maestros italo-argentinos José Bragato (cello, mezcla, etc.), Enrique Bragato (h) (flauta traversa) y el alemán-argentino Rodolfo Kubik (violín) integrante de la orquesta estable del Teatro Colón, con quienes lograron la elevación estética y transformaron al grupo en una especie de “Sinfónica Popular”, muy novedosa para la época. Fue el primer intento, una referencia y vanguardia, fruto de la inquietud de su creador.
d) La última conformación que se reunió para grabar el “epílogo” de la gran producción de Epifanio fue en el año 1975. La integraron estos músicos:
- Luís Alberto “Chichi” Vidiella (uruguayo, bandoneón).
- Arsenio “Patty” Nuñez (hijo de Toledo Nuñez, violín).
