JOSEFINA PLÁ: AL OÍDO DEL TIEMPO
Centro Cultural de España JUAN DE SALAZAR
Asunción - Paraguay
En marzo del 2015, el Centro Cultural de España Juan de Salazar dedica su programación a Las Mujeres. En esta ocasión se abordan los temas Género y Arte partiendo de la figura de Josefina Plá, en una serie de actividades que rinden homenaje a esta ilustre mujer, española y paraguaya, artista, intelectual, mujer…
“En esta exposición se destaca el papel polifacético de Josefina Plá y su vinculación con la escena artística e intelectual de Paraguay. Para aproximar esta figura tan relevante para la historia del pensamiento crítico paraguayo a nuestro presente artístico, el Salazar propone la realización de una exposición colectiva de arte contemporáneo que reflexione y reinterprete la obra y/o la persona de Josefina, desde una mirada de género.”
Exponen:
Adriana Almada, Alfredo Quiróz, Amelí Schneider, Blanca Noguera, Claudia Casarino, Ediltrudis Noguera, Julia Isídrez, Lía Colombino, Lucy Yegros, Marcos Benítez, Marité Zaldívar, Mónica Gónzalez, Ofelia Fisman, Osvaldo Camperchioli, Ricardo Migliorisi, Rosa Brítez, Silvana Domínguez, Virginia Yegros.
TRAS LAS HUELLAS DE JOSEFINA PLÁ.
El arte excede siempre a su tiempo, sobrevive a su momento. Su presencia impasible y su silencio arrollador lo convierten en generador incansable de discursos sobre nuestro presente. Su característica atemporalidad ha permitido que las obras de arte sean valoradas y estudiadas con fascinación bajo el deseo de convertir la belleza en un concepto de reflexión estética, solo aplicable a los productos del ser humano.
Por otra parte, en la actualidad solemos mirar el arte del pasado como algo bello, aunque obsoleto, como si su misión fuera surtir de objetos los museos o producir simples reliquias para decorar nuestra historia presente. Buscamos en la historia más justificaciones que explicaciones de nuestro mundo y, a menudo, consideramos nuestro propio pasado como tiempo cancelado.
Pero, ¿qué ocurriría si leyéramos la ubicuidad y, en ocasiones, la extemporaneidad del arte como la huella resistente de lo que no se ha dicho o de lo que está por decir, si viéramos las obras no tanto como constatación de las capacidades de nuestra especie, sino como testimonio de las paradojas, desigualdades, diferencias y relaciones de poder que caracterizan nuestra realidad presente?
Cada propuesta artística es una apertura a pensar de otra manera, a evaluar el pasado con mirada crítica y hacer propuestas poderosas en el presente. Este valor tan significante del arte se ve redimensionado cuando descubrimos que nuestras miradas han sido reprimidas, colonizadas, dominadas y deformadas por la visión dominante.
El caso de las mujeres es especialmente destacable, pues la diferencia de ser mujer no está contemplada dentro del universal masculino dominante hasta ahora. Repasando la Historia del Arte vemos que las mujeres están desterradas como autoras, mientras su cuerpo constituye un elemento constante en la producción artística masculina. Este hecho ilustra fehacientemente que el género femenino y sus atributos han sido hasta ahora una construcción del hombre y que la mujer parece vivir bajo la ilusión de ser otra, enajenada de sí misma, raptada de su espacio, sin lugar. Las mujeres han sido objeto de recreación y reflejo masculinos.
¿Y qué sucede cuando las mujeres toman la palabra? El contenido de la producción artística de mujeres resulta, forzosamente, original e innovador ya que muestra un punto de vista hasta ahora inexplorado: la cara oculta del mundo, la expresión de su otra mitad. Este potencial artístico posee también un potencial político. No es casual que estos tiempos posmodernos estén alimentados por múltiples interpretaciones y relecturas feministas de la historia, ya que hasta hace muy poco, cada figuración femenina mostraba una ausencia de mujer, un vacío, una invención de hombre. Esta era una de las paradojas más obvias de la historia del arte.
Cuando las mujeres toman la palabra, ya nada puede ser lo mismo, sabemos que todo está cambiando, que no podemos mirar lo mismo de la misma manera.
Josefina Plá participó en este imparable proceso de manera notable y pionera. La suya fue una mirada emblemática de su tiempo y de Paraguay. Desde aquí tomó la palabra y se dirigió al mundo con firmeza, creó escuela y abrió un futuro que sin ella hubiera sido difícil imaginar. Y si bien, en ningún caso, puede ser considerada una feminista consciente o comprometida, sí que reclamó con su obra la revisión crítica del pasado de un país que eligió como suyo, denunció las penurias sociales, especialmente de las mujeres, vindicó las experiencias de las/los artistas de su entorno y sus críticas vanguardistas se convirtieron en referenciales para el arte contemporáneo hispano-americano.
Esta exposición no pretende otra cosa que generar, como le hubiera gustado a Josefina, un espacio de encuentro y diálogo entre tradición y vanguardia, entre pasado y futuro, entre lo propio y lo extraño…, un espacio inspirado en una mujer que personificó el deseo de saber y la voluntad de promover un cambio efectivo de sensibilidades y de convivencia.
La obra de Josefina Plá aporta una propuesta inquietante, sugerente y tentadora e invita a retomar análisis autocríticos para desvelar las diferencias ocultas, oprimidas, silenciadas, desatendidas y enterradas por la historia y por la memoria.
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Quisiera alguna vez ser la cuchilla
que me corta y saber lo que ella siente
Quisiera alguna vez sencillamente
hallar el vado hacia mi propia orilla
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Para lograr este homenaje a nuestra Josefina Artista, y también a nuestra Josefina Mujer tenemos la obra de ceramistas de tradición popular, en cuyas técnicas y motivos se inspiraron tanto Josefina como Julián, pero a que su vez representan a la Mujer Paraguaya más fuerte, luchadora, artista y creadora pero también cabeza de familia que pelea cada centavo de su sustento y del de sus hijos e hijas. También tenemos la obra de artistas a los que se ha pedido que piensen una obra que de algún modo nos lleve a ella. A su obra, pero también a su persona. Ojalá a través de estas obras, de cada una de ellas, podamos acercarnos un poquito más a esa gran mujer y ser conscientes de su papel y de su importancia en la sociedad paraguaya, especialmente en términos de arte, literatura y pasión.
Júlia Lull Sanz
LUCY YEGROS - HOMENAJE A JOSEFINA PLÁ
Técnica mixta sobre papel reciclado (walls paper) de Matta-Clarks
2006 - 2015
RICARDO MIGLIORISI - CINCO GATOS QUIETOS
Gatos cerámicos intervenidos, 2015
Cerámicas de Virginia Yegros
Cerámicas de Virginia Yegros
Cerámica de Blanca Noguera
Cerámica de Blanca Noguera
Cerámica de Blanca Noguera
MARITÉ ZALDIVAR - PARA EL ALMA DE JOSEFINA PLÁ
La paloma de la paz y la flor del urucú
Pintura con urucú, 2015
OSVALDO CAMPERCHIOLI
Serie CARACOLES y Serie ÑANDUTÍ
Cerámica pintada 2011 - 2015
Cerámicas 2015 de Rosa Brítez
VIVENCIA EXTINGUIDA - Texto en Homenaje a Josefina Plá 2015
Obra de MÓNICA GONZÁLEZ - Declamación de poemas
ALFREDO QUIROZ - Curuzú la novia, 2015
Óleo sobre lienzo
Platos en cerámica de OFELIA FISMAN
El ñandutí es la geografía-laberinto de la perfecta soledad.
El sol o rueda básica repite en el encaje, como en la vida, la ronda cotidiana, iluminando días iguales,
que la mujer trata de diversificar, entretejiendo y engalanando sus radios, y dando origen
-con el único recurso de la urdimbre-
a infinitas figuras inevitablemente estilizadas, a veces en grado un tanto fantástico,
pero que en el subconsciente de la tejedora diseñan su perfecta identidad.
Josefina Pla
SIN TÍTULO - Objeto, 2015
Obra de CLAUDIA CASARINO
Cerámicas de JULIA ISIDREZ
Instalación de MARCOS BENITEZ
Obra de AMELI SCHNEIDER
LECCIÓN DE JOSEFINA, 2015 - Instalación de SILVANA DOMÍNGUEZ
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