ÑEMITỸ
POESÍAS DE CARLOS FEDERICO ABENTE
BIBLIOTECA DE OBRAS SELECTAS DE
AUTORES PARAGUAYOS Nº 15
EDITORIAL SERVILIBRO
25 de Mayo Esq. México
Telefax: (595-21) 444 770
E-mail: servilibro@gmail.com
www.servilibro.com.py
Plaza Uruguaya -Asunción -Paraguay
Dirección editorial: Vidalia Sánchez
Presentación: Carlos Villagra Marsal
Selección y prólogo: Osvaldo González Real
Tapa: Carolina Falcone
© SERVILIBRO
Esta edición consta de 14.000 Ejemplares
Asunción, Enero 2012
Hecho el depósito que marca la ley N° 1328/98
PRESENTACIÓN
Mi amiga Vidalia Sánchez me ha pedido que escriba una presentación de carácter general de los dieciséis títulos, ya definidos, de la BIBLIOTECA DE OBRAS SELECTAS DE AUTORES PARAGUAYOS que, en volúmenes sucesivos, aparecerá en algunas semanas bajo el sello editorial de SERVILIBRO, difundiéndose al público lector junto con un periódico nacional de vasta circulación. Con grande voluntad acepto la solicitud porque, entre otras virtudes, esta colección literaria ha sido integrada con criterio selectivo -su propio nombre así lo señala- y no meramente antológico; en efecto, las antologías suelen programarse subjetivamente, vale decir en atención al gusto e incluso al capricho de quienes las preparan, mientras que la selección objetiva de textos en ese ámbito maneja criterios diferentes y diferenciados, tomando en cuenta en primer lugar la excelencia lingüística uniforme, por así decirlo, de todos los autores, dentro naturalmente de la estilística de cada quien (e1 estilo es el hombre); en segundo término, una selección ha de considerar la representatividad palmaria de tales obras en relación con la época y la generación cultural a las cuales pertenecen y, en fin, toda colección seleccionada de libros de naturaleza similar a la que hoy tengo a honra presentar, tiene que incluir la pluralidad de los géneros y subgéneros literarios; en igual condición, la BIBLIOTECA ... ofrece el arcoiris cumplido: lírica, cuento, novela corta, teatro, recopilación de narrativa oral anónima, ensayos con intención estética y hasta poesía bilingüe en versión original o traducida, ello como justiciero tributo a nuestra lengua materna, el guaraní paraguayo.
Las mencionadas demostraciones están marcando un propósito central: el de ampliar y diversificar el placer (que en rigor es uno solo) de la lectura: afición, hábito, adicción que, a semejanza del buen comer y de los actos del amor, producen en sus practicantes la extraña sincronía de la felicidad espiritual con el gozo físico.
Carlos Villagra Marsal
última Altura, a principios de agosto de 2011
CARLOS FEDERICO ABENTE : Nació el 6 de setiembre de 1915 en Isla Valle (Areguá).
Si bien su padre -el ingeniero Isidro Julián Abente- le dio su apellido, solo lo vio una vez en su vida, al término de sus estudios primarios.
Con su madre viajaron a entre Ríos y luego a Buenos Aires. Allí, en la Universidad de Buenos Aires (UBA) obtuvo el título de médico. Se especializó en cirugía.
Antes de recibirse, para solventar sus gastos, fue canillita y, ocasionalmente, sparring de boxeadores.
Entre sus grandes amigos estaban José Asunción Flores -para quien escribió las letras de Ñemitỹ y Guyraũ-, Augusto Roa Bastos, Mauricio Cardozo Ocampo, Hérib Campos Cervera, Emilio Vaesken, Severo Rodas y otros.
Se casó con Eva García Parodi. Tienen tres hijos: María Estela, María Eva y Carlos Ramón y 15 nietos.
Publicó cuatro libros de poesía:
Che kirĩrĩ asapukái haguã (Para gritar mi silencio)
Kirĩrĩ sapukái (Grito del silencio)
Sapukái. Poesías inocentes
Sapukái sunu (El grito del trueno).
Sus obras musicalizadas están reunidas en varios discos. `
Mención de Honor en el Premio Nacional de Literatura 2009.
PRÓLOGO
Cualquier antología -sea quien fuere el autor escogido- es siempre una tarea difícil y arriesgada. Quien selecciona las obras solo cuenta con el mejor saber y entender que los años le han ido enseñando a través de sus lecturas, conversaciones y la escritura personal. Es difícil porque elegir significa excluir. Arriesgada, porque siempre acecha el peligro de que el resultado final no represente fielmente lo más granado de una producción literaria global.
Consciente de esa limitación y tratándose de la poesía del Dr. Carlos Federico Abente, he tomado coraje para actuar como juez de lo que su corazón fue derramando en palabras en el transcurso de su fructífera vida. Siendo honesto, tengo el deber de decir que mi admiración, mi cariño y mi respeto hacia él no me dan la imparcialidad que requiere la labor de un antólogo. De esta confesión parto para emprender la travesía.
El Dr. Abente suele repetir que no escribe poemas sino mensajes. Su humildad no le permite colocarse a la altura de los que deambulan por la vida con el rótulo de poetas.
Si se parte de la premisa de que poesía es lo que se verbaliza recurriendo al uso artístico e un vocabulario cultivado y lo que se transmite llega con la suficiente carga para emocionar, no cabe ningún tipo de duda para calificar lo suyo. Además, al fin de cuentas, no hay oposición entre poema y mensaje porque todo verso destinado a perdurar lleva en sí una voz que está por encima de los signos que sirvieron para la representación gráfica de las ideas.
Esta antología se llama Ñemity porque los poemas de Carlos son una siembra de amor, sueños, esperanzas y generosidad. Y porque ese es el título de la guarania con música de su entrañable amigo José Asunción Flores con el que ya en vida es inmortal. Refleja su deseo de un Paraguay grande, solidario, trabajador y feliz. Esa letra convertida en himno extraoficial en un vasto sector del país es ya su herencia más perdurable. Vivirá por encima del polvo, puerto de nuestra condición de seres finitos. Entonces, nada mejor que escoger esa identidad.
El rasgo sobresaliente en los cuatro volúmenes de poesía publicados por el Dr. Carlos Federico Abente y que han servido de base a esta antología es el vocablo sapukái.
Sus poemarios han ido apareciendo con estos sucesivos títulos: Che kirĩrĩ asapukái haguã (Para gritar mi silencio) (1990); Kirĩrĩ sapukái (Grito del silencio) (1995); Sapukái, Poesías inocentes (1997) y Sapukái sunu (El grito del trueno) (2001),
Como se constata, el fuego central de su producción es el sapukái. A ratos, para hacerlo más sonoro y resaltante, lo opone a kirĩrĩ. Lo que enciende su inspiración se completa en un final a toda orquesta, sin necesidad de adiciones: Sapukái sunu, un grito elevado al máximo volumen, como una síntesis del itinerario recorrido.
¿Y cuáles son los gritos del poeta? ¿De qué ayvu eleva su vuelo ese sapukái que permea cada línea de sus escritos y que si no á parece se lo presiente agazapado en la blancura del papel?
Para responder, hace falta ubicarlo en un contexto vital. Nació en Isla Valle (Areguá) es cierto, pero muy niño la vida lo empujó a territorio argentino: Formosa primero, Concepción del Uruguay después y, finalmente, el puerto de Buenos Aires donde vive hasta hoy.
Para mí, su grito más raigal nace en la ausencia de su tierra a la que no solo no olvida sino que ama en extremo. Ese es su sapukái esencial y a partir de él van emergiendo los otros, aquellos dictados por sus afectos.
Como no puede desprenderse de su patria, la lleva consigo donde vaya. El guaraní es el puente del encuentro más íntimo entre lo que dejó físicamente y lo que va reconstruyendo en cada pasaje de su existencia. Voy más lejos todavía: su primera lengua, la que aprendió de doña Juana Deolinda Bogado Arce - su madre- es su verdadera patria. Con ella envuelve los distintos rostros de su sapukái múltiple, pero también único.
Por la preponderancia del sapukái, podría caerse en la tentación de creer que en la poesía de Carlos hay rabia, ira, furia y violencia. O si se recordara que su marcante de alumno de la primaria era "tahýi tarova" por lo peleador que era, también la conclusión sería errónea porque no hay espíritu que transmita tanta paz como el suyo.
Como algo paradojal, aunque no contradictorio, su escritura está llena de ternura, sosiego, amistad, solidaridad, humanidad en suma. No hay que desdeñar, entonces, que a ratos el kirĩrĩ contrapuntee su sapukái. Allí está el secreto que balancea los dos polos.
De esa combinación nace la síntesis que se plasma en su producción poética y que esta antología tiene la intención de mostrar. Los textos de algunos autores que han prologado sus libros han sido seleccionados por su relevancia para comprender más cabalmente la poética abentiana.
Walt Witman quería que quien tocara su libro -Hojas de hierba-, se pusiera en contacto con un hombre. Pues bien: quien tenga en sus manos estas páginas encontrará a un hombre verdadero que con sus dolores y alegrías labró a pulso su camino. Y eligió la palabra para dejar testimonio de la trama de sentimientos que acompaña su historia de ser humano excepcional.
MARIO RUBÉN ÁLVAREZ
Desde el amarayvi de otoño de Potrero Yvaté, mayo de 2009
CHE KIRĨRĨ ASAPUKÁI HAGUÃ – PARA GRITAR MI SILENCIO
IKATU VA'ERÃPA
Agustín Pío Barrios "Mangoré" peguarã avaite hekópe,
yvytu pepóre yvóra rapére,
mbaraka pyahẽme omomba'etéva tetã Pumbasy
Ikatu va'erãpa ku che képe guápe
ipoty kurúva hi'ãite guive
apáy javemívo oguahẽ hi'ára
ha ijapýra endýma mborayhu rata
Ikatu va'erãpa ñande pyporépe
jahecha katu jajavy va' ekue
ha tory pa'ũme arandu kuaápe
ko ñane retã ñamomba'ete
Ñemyrõ ohasárõ tape ipotĩmbáne
jaipyapy vy'ápe toguahẽ arete
ko'ẽ pytãngy ku iguata katúva
porãyvosetégui péina itenonde
ñañembyatypána ñane retãmíme
ha py'a guasúpe ñamombarete
toguahẽ jasýndie kerasy ipaháva
ha kuarahy'etépe jajohesape.
ROMOMANDU'ÁVO
Nde ruguýko che
che retã ambue,
romomandu'ávo.
Ani reimo'ã,
roheja va'ekue
rohayhuve'ỹgui,
hapenoeteíva
che pire pa'ũme
ahami va'ekuégui;
ha amo che keguýpe,
hendy ko'ẽmíva
gueteri oikokuévo;
mborayhueteiháre,
ohesapemívo
muã rataindýpe,
che rape pytũvo;
ahechasetégui
jepe pytũnguýpe
ku aguerohorýva,
mba'e rayhuete.
Rombo'etehaitére
ko che kane'õme
nandeka'arúvai
ha kirĩrĩháme,
che py'a jukáva
ko techaga'u
heñóimi va'ekuéma
apoñy ypyrũme
yvy pytã ári;
ha ipotýva áĝa
ajevy ahekávo,
pe ikusuguemínte
jepe añeha'ã amoingovemi,
ha'entehamíre
ohatapyñáva, ha'e oikuaaháicha
ko mba'e rayhu.
Kerasy ohapýva hata rendymíme
che ndive añomíme
ha ysapy omyakỹva
mbyjami resaýpe
ani itanimbu.
DE RAPYKUERE
Aikoverãngue
nde rapykuerére
cheño peteĩ apytava'ekue
ajepytaso.
Tesarái rekávo
che pojái vy'áre
ha kirĩrĩháme,
háime ajahe'o.
Che py'ara'ãva
jepive'eteíme
ako nendiemínte
ñamboapyva'ekue.
Pochymi aisu'úvo
cheñomi apyta.
Ahechaga'úvo
ne pore'ỹngue
ha ajekopytývo
cheñomínte aikuaáva:
mborayhu hekópe
ndopyta katúvai,
ha iñapytĩháme
ndoikove pukúvai,
mborayhu hekópe,
hata naiko'ẽvai
tatative'ỹme
yvytu reimínte
oguerovevéva, ikusuguemi.
NDE RERAKUEMI
Mba'éguipa akói
che rakate'ỹ nde rerakuemíre
ikusuguepáva che akangyta guýpe
ha'eñoreimi.
Ka'aru ojerévo
ipiro'yséva mandu'a rorýpe
ha ko'ẽ oho'ívo
chembopy'apýva
ha'énte aveími.
Mba'érepa akói
nde reraetei
che moñekó'õiva
aitykua javévo
mborayhu rykuépe
ko che ka'ygua,
rembe'y jerére
ovevýi haguã chemba'e mbyasy
ka'a joheipýicha
ombo'y reíva
ko che ka'ay
marã piko aipórõ
che mandu'ase ohasava'ekuére
iñapeno reimíva
che pire pa'ũme
che jopi asyete
iporãitevénte
che mandu'a'ỹme
tesarái rapére
ajetyvyróvo
amohatatĩ che mba'e mbyasy.
KIRĨRĨ SAPUKÁI - GRITOS DEL SILENCIO
ASYNGUE PORÃNGEKOSEMÍVO
A mis sobrinos Chaparro Abente
che rekoviarã ñe'ẽ rayhupápe
Angã poty aroguatamívo,
che ñe'ã apytégui heko rorymi
ha aipapa ñemívo peteĩteĩvo,
hove rovemi, mborayhu potýgui
aromandu'áva hérape eteimívo;
che asyngue ahayhúva peteĩteĩvo,
ombohekovéva hekove rorývo,
peteĩteĩvo, che kéra poty.
Ko ñe'ẽ poty jera, porãsemíme
aromandu'ase avei;
ñande ra'y tyre'ỹ angamíme,
ogueroguatáva hekove asymi.
Mboriahu apýrivo ha'e añomi
ipore'ỹvo ichugui.
Heko apohague popyhy
oisaimbyhy haguãvo tyarõminguévo;
ikatupyrývo iguata ypyrã
ha anímo, arahũ ypytũme;
ityai ko'ẽvo imbyja rendy,
oipyhy ojavývo tape añavaíre;
aña retãitépema ogueroikovéva.
Upégui, ndaje asyetépe
mborayhu añoitépe,
porãngerekópe
mánteko ikatúva
jaguerojevy.
Asyrngue: hermano, congénere.
Angã'u: recuerdos, reminiscencia, saudades.
Porãngereko: admiración, homenaje, culto, pleitesía.
SAPUKÁI KIRĨRĨ
A Francisco Alvarenga:
pumbasy mbaretéva ipurahéi ñe'ẽ. (*)
Aikoháre kirĩrĩme,
kirĩrĩme ajejuvy.
Ha apytávo pytỹ'ỹme
kirĩrĩgui nasẽvéi;
kirĩrĩháme aikovére
ndikatúiva asapukái.
Ahendúre kirĩrĩme,
naikotevẽi sapukái.
Sapukáipe ñahendúva
kirĩrĩvape oha'i,
kirĩrĩmente hi'ajúva
mborayhu repykuemi;
kirĩrĩmente apytáta
tahi'aju che py'a.
(*) Pumbasy: música, melodía
SAPUKÁI
A Prudencio Giménez: Imbarakapúpe ne ãgã pyhýva,
ha nde popyhývo oñeme'ẽmbáva
"Ahendu nde sapukái"
Oiméva ahendu py'ýĩ
mombyry nde sapukái,
hi'ánteva ambohovái
ha aha'ãvo ndaikatúvai.
Ahendu nde sapukái
tendotápe ombohovái,
ndikatúvai angã aipyhy
ipaha ni iñypyrũ,
vaichánteva mombyry
ha che yketére okañy.
Ahendu nde sapukái
apáyvo ko'ẽ jave
ha keguýpente ijave
oisambyhy che py'apy
apu'ãvo ambojaru
ako ñane mborayhu,
heñóiva mbeguekatu
anítei agẽ reimígui
ipotývo ndahi'ajúi.
Ahendu nde sapukái
che akãngyta omokyrỹi,
che mombáyvo amborari
keranávape avare'ýi;
oikóva tekotevẽgui
hape'ỹme angã oipykúi.
Ahendu nde sapukái
ymaitégui che renóiva,
opoñýva che keguýpe
omboy'u che mborayhu,
py'yĩ che mongerasýva
ijypy ajapyhységui
ha hekópente oime okañýva
kirĩrĩme ipaha'y.
TAMÓI PORAI
A Augusto Roa Bastos asyngue ahayhúva marangatuháre
hekópe oikovéva mborayhu rape
Néi rehe añepỹsangã
no mborayhu pyporére;
amo tyarusu amboére
añopẽvo che ã kyha,
oikóva che raperãre
omoirũvo mborayhu;
oguatáva mbeguekatu,
ipojaipa cherehe.
Upégui tyarõminguévo
mboriahu renonde'ávo
yvy apére ajepykúivo
muñahápema agãrõ;
py'ỹi rohechakatúva
rembo'apývo kirĩrĩme,
kirĩrĩmente hi'ajúva,
ñande reko rembiapo.
Ha upépe roikuaáve
ahechávo nde jave
ne mborayhu pyrusuu;
ko agãrõ hekahápe,
avare'ýivo chave.
Tekovemi aipovyvývo
che ykére, cheichaguamíndie
ha mba'evete rojuhúvo,
hemóiva ore popytépe;
che mandu'a nderehe.
Akói repyta haguéicha
ne añoite, nde ponandi,
ha upémarõ rehai
porahéi mba'ekuaa,
ñane retãme guarã.
Hemói haguã ore apysápe,
ndoikói haguã tesarái;
ropáy haguã kerasýgui,
opa haguã tembiguái
ha naisãvéi ñande ra'ỹ.
Porahéi ñahendu kuaárõ
ñaguahẽmbáne ijavévo;
namoĩro ñande pyapýpe,
ñande ruguy mborayhúpe;
mborayhu ñande py'ápe
ha ñe'ã ojo'ayhupápe.
Tamói: abuelo, generadores, líderes.
Agãrõ: esperanza, ideal, bonanza, bienestar.
Porahéi: canto espiritual de los guaraníes.
TATA RUPA
(Te'ýi kove) A Hérib Campos Cervera kuimba'e
hendápe poravopyre ombohekovéva ipy'a rendu
Ymaitéma aroguata,
chendive ko teko'asy;
oikónteva oñembyasy
ha kirĩrĩmente opa.
Aroviaitéma chave;
oikotevẽ ñamoagẽ
ha oityvyro mbarete
iku'íva toveve,
taivevyive ore rape;
ipohýimava hese
ha oguapýva orerehe.
Tekotevẽma ikatu
ipohýiva ñamoirũ
ha ñambojávo ati'y,
ñañe'ãvo taipa'ũ.
Upéicha mante ikatu
ñande pyapy imbarete
ha ani pituágui ogue,
ñande ruguy ratapy.
Tatapỹi hendy asymíva,
o guese'ỹme oje'atýva;
itanimbúpe ojoupe
oikovévo tatapỹicha.
Hata rupápe iko'ẽ;
aremivévo hendýva,
opytávo taperére
mborayhu rendykuere.
Pitua: incapaz, inútil, inservible.
Tata rupa: rescoldo, fogón (tataypy).
AVA REKOVE ASY
A Zenón Bogado Rolón mitã kuimba'e tyarõ
tenonde ipohe teíva iñe'ã tytýi
Ajéipo ñamomba'e
tuguyeta osyry va'ekuére,
iko'ẽ va'ekue amboére
tanimbu ogueroveve.
Ajéipo techaga'u
oisu'úva kerasýpe
ha ombohypy py'apýpe
oiko'õ ñande ruguy.
Ajéipo ñande rapy
ka'aguy ipokãmbaitévo,
hi'upyrã ndohupytyvéivo,
ha ñaneirũ ihu'u piru.
Ajéipo nde py'apýne
amo tapére amboére;
hekomíme oisambyhýva,
mba'asy po'i oisu'úva,
kirĩrĩmíme oñemíva
ha' eñomi ojehekýiva.
Ajéipo tuicha mba'e
ñane retã rekove;
ñande rape ipykuapávo,
ñane tapỹ'i heko a'ipávo
tavaku'émi imbỹju'ijupávo
ha yvypóra ndaijojái.
"Mba'ete! ndagueroviái;
mba'éicha nandetarovái",
ha upépe ne akãnguapy,
rejuhúvo nemoirũ,
nde rapicha mboriahu;
oguatáva ave nde ypy,
ndaha'éiva nde ruguy
ipojáiva nderehe,
ha oikuave'ẽ imborayhu.
Pytaguárõ jepeve
mborayhu imbareteve;
hendie anga reipo'andu,
reipo' andu tekotevẽ.
Upéicha ra'e ikatu
hovykã ñande ruguy,
heñóimava ako tetãme
tanimbu sarambikue.
Mbyju'íju: tapera, casa abandonada, lugar que frecuentan las golondrinas.
AVA RETÃ KO'ẽ
A Gustavo Adolfo Servín, kuimba'e heko katúpe
oipopýva mborayhúpe iporã haichaite guive
Kuarahy ohesapéva hendy;
ka'aguy heruguãva iñypytũ.
Kuarahy tohesape ka'aguy;
ka'aguy taiko'ẽ ikuarahy
yvy pytã, kuarahy tomyendy;
ka'aguy heruguãva ỹñypytũ.
Che rape ñu hovýre okañy
ohekávo isãimba mborayhu;
jahecha ipotypa ñande yvy,
japaypa, javy'a, jajoayhu.
Ha ipepo mbaretépe, yvytu
tapeasa tomopẽ, tomo'ỹ;
tombyaty mborayhu tyre'ỹ,
opyta va'ekue, yma ipore'ỹ.
ÑANDE RUGUY RATAPY
A mi hermano Pelayo Abente, che ryvy ahayhúva
pehẽngue'eteéva chendive oñopẽva che reko katu
Heñóiva nipora'e
ku yvytu oguerovevéva,
tanimbu guýpe iko'ẽva
aremivévo hendy.
Taiñapekã mborayhu
ha'eñomíme opytáva;
tesaráiro taperére
oñembiso pore'ỹ.
Akói ko tetã mbo'épe
mborayhumi rayhupápe;
oiméma ipoty kuru
kepo'ayhumi aroko'ẽva.
Tapiaitépe aropichýva,
hovyũ mbarete rokýva;
ndaipotáiva ijaruru,
ha'eñomi tataupápe,
ñande ruguy ratapy.
SAPUKÁI - POESÍAS INOCENTES
DESTINO
He venido de allá lejos
tierra verde y colorada
con la vida apresurada
y las ansias renovadas.
Una mañana cualquiera,
caminando, caminando,
sin temor a desatinos
y los sueños transitando
inclemencias de caminos,
que apaciguaron el tino
de un destino de caminos.
Al promediar el camino
se encabritaron mis sueños
y se pusieron de acuerdo
la vida con mi destino.
Mi ansiedad puso su precio
pero, su precio pagado,
todo es cuestión de jornadas
en la lucha por la nada.
Nací como los abrojos
en tierras abandonadas
y prendido a los antojos
de todo lo que soñaba
quiero brindar de mis manos
lo mejor que he cosechado:
mis sentimientos humanos
y el amor a mis hermanos
contagiada de fragancias
de la tierra colorada
florecida en la alborada
de una mañana pasada.
MI SOMBRA
Conversando a solas, en mis desvaríos,
pregunté a mi sombra por qué me seguía.
Pobre sombra mía... llena de nostalgias,
calladita ella, respondió el silencio.
A veces, de tarde, cuando el sol poniente
degüella los días allá, en occidente,
se alarga la sombra, atada a mis pasos
como si cargara mi cuerpo pesado.
Y... cuando de siesta bajo el sol camino,
se adhiere la sombra, fundida a mis pasos,
celosa, segura de vivir conmigo,
como si cuidara mis pasos cansinos...
Pobre sombra mía... sin dejo a cansancio
no obstante el camino que hemos recorrido.
ESCUCHE EN VIVO / LISTEN ONLINE:
MI SOMBRA
Letra: CARLOS FEDERICO ABENTE
Música: JUAN BÁEZ