CUANDO CESAN LOS SUEÑOS: POEMAS, 1993
Poemario de WILLIAM BAECKER
Edición digital: Alicante :
Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, 2002
N. sobre edición original:
Edición digital basada en la de
[Asunción (Paraguay)],
[Ediciones y Arte, editora], [1993].
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POEMAS
CUANDO CESAN LOS SUEÑOS
Y QUÉ ES ESTE RECUERDO
SI TODAS TUS TRISTEZAS
Y ASÍ LAS COSAS
YA VES A QUÉ LLEGAMOS
QUIÉN PODRÁ RECORRER
CÓMO EL TIEMPO ENVEJECE
LOS ALTOS BARRILETES
ES PRECISO QUE APAGUE
ACASO HA PROMETIDO
Y, ANTIGUO CORAZÓN
AHÍ COMIENZA EL MUNDO
LO QUE SUCEDE
CUANDO CESAN LOS SUEÑOS
Cuando cesan los sueños,
cuando sus luces huyen de los ojos
como pájaros sin rumbo;
cuando regresa el agua al mar
llevándose los rostros y los besos;
cuando un viento incesante borra el nombre
escrito en los abrazos que vivimos;
cuando cesan los sueños,
cuando llegan los días del insomnio
y una lluvia de pétalos marchitos
se incendia en la nostalgia,
sólo queda el aroma del recuerdo
fijado en esta rosa que te dejo.
Y QUÉ ES ESTE RECUERDO
Y qué más da.
Si todo nos unía,
hoy todo nos distancia.
Los momentos felices
-las efímeras luces de bengala-
no eran más que tristezas compartidas;
fueron sólo relámpagos que huían
de tus calladas cosas y las mías.
¡Y qué más da!
Construimos en tiempos diferentes:
vibrabas la aventura del momento
y era mío el dolor. Y la esperanza.
Y nada más.
¿Y nada más?
¿Y qué es este recuerdo que nos une
y qué, esta soledad que nos separa?
SI TODAS TUS TRISTEZAS
Apenas una lágrima.
Y no me engaño.
Las cosas fueron simples
como una simple giralda
abierta a los embates de los vientos.
No sé si tú también
ingresarás
al libro de los rostros que pasaron;
no sé si alguna vez
este sereno amor que dan los años
volverá nada más como palabras
para mojar
los estériles días de tu ausencia.
No sé, pero, lo pienso:
si todas tus tristezas y las mías
uniéramos de pronto,
no estaría tan solo como estás,
ni estarías tan sola como estoy.
Y ASÍ LAS COSAS
Sólo me queda un dejo de tristeza
y otro tanto de amor
que no fue tuyo.
No hubo tiempo.
O tal vez
el tiempo nos urgió beber de nuevo
de otro cáliz de amor
porque a veces morimos por amarnos
y otras veces amando nos morimos.
Tal vez no lo recuerdes, sin embargo,
a veces descendíamos al fuego
y en esa urgente agonía de adorarnos
nacíamos los dos
para morirnos.
Y así las cosas,
tus antiguos deseos y mis sueños
se alquitaran en lutos infinitos
para estallar relámpagos y olvidos.
YA VES A QUÉ LLEGAMOS
Y bien,
ya ves a qué llegamos:
las brumas del otoño nos devoran;
un tiempo más y tus hijos y mis hijos
se irán
así como se fueron
los pájaros del beso y del abrazo.
Y no habrá más recuerdos
con sabor a alegrías que nunca comprendimos.
El tiempo es un tiovivo de esperanzas
y al final
sólo queda su música lejana
y en los ojos el pálido rescoldo
del instante de amor que consumimos.
Y bien,
ya ves a qué llegamos:
nos queda apenas
el dolor de saber que nos amamos
y esa triste dulzura
de no querer decir que pronto
nos iremos.
QUIÉN PODRÁ RECORRER
Hazte a un lado
y deja que me habiten las tristezas:
serán la levadura
que habrá de madurar
las nuevas esperanzas.
Mientras tanto,
¡quién podrá recorrer
los vastos territorios de tu ausencia
sino este inmenso dolor en llamaradas
y esta triste alegría
de olvidarte!
CÓMO EL TIEMPO ENVEJECE
Sólo el tiempo dirá.
El tiempo,
¿Lo has pensado?
Acabo de arrojar
los absurdos relojes que dejaste,
esas pequeñas cosas
que aún no entiendo por qué las reunía:
las cartas,
los retratos,
la primera página de un libro
donde, tal vez enamorada,
me escribiste un elogio...
¡Y tantas otras cosas!
Encendí una fogata
con todos los recuerdos.
Y en esa padeciente pira de tristezas
oí tu voz, apenas resonancia,
subiendo al infinito.
El tiempo,
¿lo has pensado?
¡Cómo el tiempo envejece
los relojes!
LOS ALTOS BARRILETES
¿Qué serán de las horas venideras
cuando este largo silencio
se habitúe al cansancio de la espera
y eleve sobre el monte de mis simas
los altos barriletes del olvido?
ES PRECISO QUE APAGUE
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Es preciso que calce las sandalias del viento.
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Es preciso que apague
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las velas que quedaron encendidas
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sobre viejos retratos
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es preciso
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que ilumine mis altas catedrales
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con un nuevo sonido
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y que las anchas aspas
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de mi inmenso molino de ternuras
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recoja nuevas auras.
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Es preciso que calce las sandalias del viento.
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Es preciso
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que siembre mis parcelas
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con vuelos de violines y luciérnagas,
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que despierte otra vez
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con las alforjas llenas de palomas
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y en los labios
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el beso de la aurora.
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...Es preciso que apague
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las velas que quedaron encedidas.
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Para Noemí
ACASO HA PROMETIDO
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Pétalo
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a
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pétalo
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las hélices del tiempo
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se llevan tu corola.
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Gota
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a
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gota
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se diluye tu aroma...
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¿Acaso ha prometido
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ser eterna
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la Rosa?
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Y, ANTIGUO CORAZÓN
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No creo en esas cosas
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que a veces
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suceden de repente.
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No truena porque sí
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ni hay fuego
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sin el simple milagro de la chispa;
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no gira la veleta si no hay viento
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ni el sándalo perfuma sin herida.
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De pronto.
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Sin embargo,
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el péndulo enloquece,
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escapa del dominio de la mano
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y, antiguo corazón abandonado,
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deposita en tus labios
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el pétalo de un beso.
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AHÍ COMIENZA EL MUNDO
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Cansado,
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aún con tu salitre
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secándose en mis labios,
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repito
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la escena de adorarte
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bebiéndome tus zumos.
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Y esa fruta agridulce
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partida en dos
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hemisféricas
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tajadas,
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me da la certidumbre
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que ahí comienza el mundo.
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LO QUE SUCEDE
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No se mueren los días,
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lo que sucede
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es que siempre amanece nuevamente.
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