CÓMO ANDAMOS DE HUMOR SOCIAL

Por ILDE SILVERO

ilde@abc.com.py

¿El pirevai de la gente común incide en su conducta en los temas políticos, principalmente en los momentos electorales? Los sociólogos dirían que sí, los paraguayólogos lanzarían un “sí, pero no, ikatu mba'e”.

Resulta bastante difícil pronosticar el comportamiento que adoptará la ciudadanía en general ante determinadas situaciones políticas, aunque las mismas sean de alto interés nacional. En otras naciones existe una cierta correlación entre el estado de satisfacción de la opinión pública y su consecuente respaldo a las gestiones del gobierno de turno o, al contrario, si las cosas andan mal, se viene el últimamente muy promocionado voto castigo.

En nuestro medio, las reacciones populares no se rigen por parámetros sociológicos habituales en otros lares. A veces, da la impresión de que somos un país sin memoria histórica, con una tendencia suicida a repetir los mismos errores del pasado y un limbo en donde nadie gana ni pierde reputación alguna.

Tenemos políticos que, desde hace décadas, representan la continuidad del sistema autoritario del estronismo y ahí están, como si nada, postulándose nuevamente para ocupar los más altos cargos en la administración pública.

Un exministro del Interior acusado de haber torturado a compatriotas sigue libre sin haber prestado la declaración indagatoria ante la justicia ¡desde hace 15 años!

En ambas Cámaras del Congreso hay parlamentarios acusados de graves hechos de corrupción o violación de los deberes del funcionario público que jamás fueron juzgados y menos aún condenados. Ahora, que se aprobó la ley del “autoblindaje”, nunca rendirán cuentas de sus actos.

El pueblo sigue soportando los niveles habituales de pobreza, de indigencia, de mala atención de su salud, de una deficiente educación, de desempleo, la inseguridad en las calles, etc., y no pasa nada.

Si uno le pregunta al paraguayo común cómo esta la situación del país en general, la respuesta más probable será: “Ha, yaiko porâ ningo, ja'ha hese”.

Algunos politólogos vaticinan que, de ahora en adelante, las redes sociales marcarán las pautas de conducta de los ciudadanos. Puede ser, diría el paraguayito descreído. Entre nosotros no sabemos si, mayoritariamente, la gente tomará en serio lo que proponen las distintas aplicaciones virtuales. Tal vez sí, tal vez no, o todo lo contrario.

Pareciera que, como nación, marchamos a velocidad crucero, en automático. Ocurren cosas graves como el intento de violar la Constitución para facilitar la reelección presidencial, el incendio de parte del Congreso, el ataque al local del PLRA, el asesinato de un joven militante, los presidentes de la República quieren ser senadores, etc. y, aunque hay algunas voces de protesta, el pueblo, en general, no se da por enterado y sigue su rutina.

Según algunos sondeos de opinión pública, parece que en los próximos comicios habría alguna incidencia del voto castigo a los senadores que votaron el “autoblindaje” y por la presencia del destituido González Daher entre los candidatos colorados. Veremos, dijo el ciego.

Algunos dicen que es por el calor que nos tiene medio dormidos, otros afirman que nuestra resignación ya proviene de nuestro pacífico sometimiento a los invasores españoles en los tiempos de la colonia, también está la teoría de que el kaigüetismo es parte de nuestra idiosincrasia. Si estas condiciones no cambian, seguiremos tranquilos en el furgón de cola de los países sudamericanos. Ya da ya.

Fuente: ABC Color

www.abc.com.py

Sección OPINIÓN

Miércoles, 21 de Marzo de 2018

ENLACE INTERNO A ESPACIO DE VISITA RECOMENDADA

(Hacer click sobre la imagen)

ENLACE INTERNO A ESPACIO DE VISITA RECOMENDADA

(Hacer click sobre la imagen)