CRIADEROS PARA ABUSADORES

Por ILDE SILVERO

ilde@abc.com.py

Por extraña casualidad, saltaron al mismo tiempo los casos de pensiones de adolescentes futbolistas que son obligados a mantener relaciones sexuales con dirigentes de clubes. Estos abusadores de menores se aprovechan de la debilidad, la indefensión y la precariedad económica de chicos que sueñan con ser, algún día, destacados futbolistas en el país o en el exterior. 

Localmente, el escándalo surgió en el club Rubio Ñu de Luque, donde el propio presidente de la entidad difundió un video amenazando a uno de sus pupilos en actitud de despecho del amante homosexual abandonado. A partir de ahí, surgieron varias voces denunciando que la explotación de adolescentes en las pensiones de aprendices de futbolistas es una práctica común en diversos clubes de fútbol. 

Paralelamente, en Buenos Aires explotó el mismo tema en el club Independiente, en cuya pensión de adolescentes futbolistas salieron a luz los aprietes y abusos de parte de algunos directivos para obtener favores sexuales de los chicos internados. 

Cuando la denuncia tomó estado público, aparecieron varias personalidades conocidas que denunciaron la existencia de una verdadera red de trata de personas que tiene como objetivo principal la explotación sexual de los chicos residentes en pensiones de los clubes de fútbol. 

La fiscalía que investiga estas denuncias elaboró un perfil de los abusadores y construyó un patrón de situaciones que facilitan estas acciones delictivas. Siempre se trata de chicos provenientes de familias muy humildes que ven en los internados o pensiones de los clubes una oportunidad para que los niños puedan abrirse un camino en la vida practicando su deporte favorito, sin pagar cuotas ni hacerse cargo de la residencia, el equipamiento y la alimentación de los menores. 

En la práctica, las pensiones se convierten en la cueva de los lobos hambrientos. Adultos pervertidos tienen a su disposición a varios adolescentes solitarios, aislados de sus familias, económicamente necesitados y con el anhelo de convertirse en grandes figuras del fútbol. Los representantes de los jugadores, los técnicos y los directivos de los clubes tienen las llaves para cerrar o abrir la puertas de los sueños infantiles y ahí aparece la extorsión a cambio de favores sexuales. 

Universalmente, los internados de niños y adolescentes siempre han constituido campos propicios para la práctica de la pedofilia por parte de docentes y directivos de las instituciones. Esta situación proclive a los actos delictivos de los abusadores no se limita, por supuesto, al área deportiva, sino que incluye también a hogares de internación de estudiantes de policía, de militares, de organizaciones religiosas (seminarios y conventos) así como también penitenciarías juveniles. 

Cuando surge esporádicamente alguna denuncia concreta, las autoridades defensoras de los derechos de niños y adolescentes deberían respaldar, impulsar y ampliar las investigaciones de modo a combatir con eficacia a los depravados abusadores que encuentran en las pensiones los criaderos de sus futuras víctimas.

Fuente: ABC Color

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Sección OPINIÓN

Domingo, 08 de Abril de 2018

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