QUÉ OFRECEN A CAMBIO
Por ILDE SILVERO
ilde@abc.com.py
Al sector privado, a esta altura del año, le resulta habitual y fastidioso ver cómo casi todos los gremios de las instituciones públicas exigen aumentos de sueldos. Lo que nunca se escucha es qué ofrecen a cambio del reajuste salarial: ¿más trabajo, mejores resultados, mayor eficiencia, combate a la corrupción, menos jornadas perdidas por huelgas y manifestaciones? Nada, nunca prometen nada.
Constituye una rutina que cada año los sindicatos y los directivos de entidades públicas realicen marchas, cortes de rutas y huelgas en demanda de incrementos de sueldos con el nombre de equiparación salarial, recategorización, recuperación del valor perdido, matriz salarial, etc.
En estos días, incluso el presidente de la Corte Suprema de Justicia y la rectora de la Universidad Nacional de Asunción se sumaron a los líderes sindicales en las exigencias de aumentos de salarios.
Los docentes de la UNA no prometen que ahora asistirán sin falta a sus clases, reducirán a dos su número de cátedras, realizarán investigaciones y publicarán artículos en revistas científicas. No, solo quieren más plata.
Los jueces y los funcionarios del Poder Judicial no anuncian que los juicios se tramitarán en tiempo debido, que ya no habrá presos sin condena, que sancionarán a quienes acepten coimas en tribunales y que reducirán la súper población de empleados administrativos.
Los maestros de colegios no proponen cumplir estrictamente los 200 días de clases al año, que no habrá días y semanas sin docentes en aula, que tomarán cursos de capacitación, que reducirán la deserción escolar y que sus alumnos el año entrante por lo menos comprenderán lo que leen.
Los trabajadores de la salud pública no se comprometieron a que los médicos estén a hora en sus puestos, que las enfermeras atiendan con eficiencia a los pacientes, que no desaparezcan de las farmacias los medicamentos, que la gente pobre sea bien atendida como si pagasen el tratamiento, que sean castigados con cárcel quienes se vuelven millonarios traficando con la salud de los necesitados, etc.
Los trabajadores de servicios públicos como la Ande, Essap y Copaco también quieren ganar más, pero no difundieron sus planes para evitar los cortes de luz, asegurar la provisión de agua potable, arreglar en seguida los baches creados por caños rotos, reponer con prontitud el cese de líneas telefónicas o internet, etc.
Es cierto que miles de funcionarios estatales ganan poco y deberían ser mejor remunerados, pero esa es solo una cara la moneda. Al dorso, y formando parte de una misma realidad, están las serias deficiencias en los servicios que prestan, además de la cantidad de planilleros que cobran sin trabajar.
En toda negociación seria, se pide y se ofrece algo. Si los funcionarios del Estado demandan aumentos salariales, deberían ofrecer a cambio prestar mejores servicios en sus respectivas áreas y anunciar planes concretos para eliminar las causas y los actores de tantos hechos de corrupción en el manejo de los fondos fiscales. No olviden poner contentos a los contribuyentes, pues estos pagan sus sueldos.
Fuente: ABC Color
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Sección OPINIÓN
Domingo, 26 de Septiembre de 2019
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