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HERIB (padre) CAMPOS CERVERA (+)

  EL PATRIOTISMO DEL GENERAL CABALLERO - EL PODER DE LA INTERVENCIÓN - Prosa de HÉRIB CAMPOS CERVERA (PADRE)


EL PATRIOTISMO DEL GENERAL CABALLERO - EL PODER DE LA INTERVENCIÓN - Prosa de HÉRIB CAMPOS CERVERA (PADRE)

EL PATRIOTISMO DEL GENERAL CABALLERO

EL PODER DE LA INTERVENCIÓN

 

DOCUMENTO INÉDITO SENSACIONAL

¡QUE HABLE POMPEYO GONZÁLEZ!

 

Prosa de HÉRIB CAMPOS CERVERA (PADRE)

 

            El pontífice del patriotismo, general Bernardino Caballero, después de la publicación de "La Verdad" no tendrá una sola pluma que se atreva a defenderlo. Su historia es por demás conocida en los anales de la política paraguaya. Nuestro artículo "Sensacional" daba una muestra de su caradura moral y tan grande ha sido su pánico e infelicidad que se valió de una tentativa de asesinato para refutarnos. El general Avestruz no ha conseguido nada; ha mandado por lanas y casi ha salido trasquilado. ¡Es el peligro de jugar con fuego!

            El general Caballero jamás ha sido patriota. Su panegirista Pompeyo González no lo ha defendido y ensalzado desinteresadamente y la prueba es que cuando llegó el momento de levantar los cargos que le hizo "La Verdad", Pompeyo se redujo al silencio. De defenderlo se hubiera hecho cómplice de los atroces crímenes que la patria y la civilización condenan en los políticos execrables de la Historia. ¿Quién defiende a Nerón?

            A Pompeyo le convenía más callarse la boca, y Pompeyo calló. El general Caballero debe todo lo que es al Imperio del Brasil.

            Cometió la cobardía de implorar la protección del gobierno de S. M. para no ser echado del poder. Y el Imperio prestó su cooperación moral y material al político inepto, lo que nos trajo el caudillaje más obscuro e ignorante que ha tenido el Paraguay.

            El documento que publicamos viene a probar a la República y al mundo entero civilizado, que el general Caballero y todo el gabinete de Jovellanos, era incapaz de sostenerse en el poder al amparo de la confianza del pueblo: necesitó la fuerza del vecino poderoso para perpetuarse en el poder, hasta 1904, en que cayó rodeado del más escandaloso desprecio público.

            El general Caballero, durante la revolución de 1904, ha ido a los cuarteles y a la casa de gobierno acompañado del conocido asesino José Dolores Frutos. Esto lo ha visto todo el mundo. Ponemos por testigos a los extranjeros de esta capital para que nos desmientan o nos apoyen si los que ahora creen que la conspiración fracasada, es un ardid vergonzoso del gobierno.

            Si el general Caballero fuera un político culto e inmaculado, "La Verdad" lo diría.

            Pero si dijéramos tal cosa, el pueblo se indignaría y despreciaría la propaganda de esta hoja.

            El Partido Colorado debe repudiar a sus jefes porque representan la página más sucia de la Historia del Paraguay. En el Partido Colorado hay otros hombres que pueden levantarlo. El mismo Fleitas, dentro de él, representa un avance para el coloradismo. En torno de este ciudadano la juventud colorada puede abrirse un nuevo rumbo y marchar a la conquista del gobierno por el limpio sendero de la legalidad. Los partidos se regeneran en la lucha; sobre todo si han sufrido en la oposición y sus elementos se depuran sufriendo. Tenemos más fe en los arrepentidos que en los justos; en los que no tenemos fe es en aquellos elementos en los cuales la conciencia es un callo irreductible.

            Los errores se disculpan, lo que no se disculpan son los crímenes.

            El Partido Colorado puede seleccionarse. Más vale poco bueno que mucho malo. El Partido Colorado es numeroso y fuerte, pero está herido de muerte por su contacto con aquellos hombres que para perpetuarse en el poder, han tenido que solicitar la mediación armada de las potencias extranjeras.

            Precisamente debido a su mucho desprestigio y al criminal instinto de sus jefes, pretendió la vuelta al poder premeditando un horrendo y salvaje crimen.

            Los viejos aconsejan estos actos injustificados de barbarie porque no han conocido otro sistema que el fraude y el asesinato.

            Les consta demasiado, que por la legalidad jamás obtendrían un solo voto, porque el pueblo por muy ignorante que sea, sabe quién es el bueno y quién es el malo.          Los generales han gobernado por el terror y la mediación extranjera.

            En eso se diferencian de los jóvenes del liberalismo.

            El Partido Liberal ha sido asesinado en masa en mil ocasiones; es un partido de protesta. Se formó en la llanura y en eso se diferencia del colorado que es un partido impuesto por el caudillismo desenfrenado que contando con la impunidad para todos sus fechorías, asoló la campaña y saqueó el tesoro.

            El nuevo Partido Colorado debe surgir en la llanura; debe depurarse en la oposición y si mañana va al gobierno, que sea no por el asesinato político, sino que por las nobles armas de la guerra o por el voto libre de su conciudadanía.

            El monstruoso documento a que aludimos, dice textualmente:

            En la ciudad de Asunción, capital de la República del Paraguay, a los 25 días del mes de abril de 1874, reunidos en el palacio de gobierno los ciudadanos secretarios de Estado, generales don Bernardino Caballero, don Germán Serrano, don Patricio Escobar y los señores don Juan Bautista Gill e Higinio Uriarte, bajo la presidencia del Vicepresidente de la República en ejercicio del Poder Ejecutivo ciudadano don Salvador Jovellanos, se acordó por unanimidad pasar una nota al Excelentísimo señor Ministro Plenipotenciario del Imperio del Brasil, requiriendo el apoyo moral y material de las fuerzas brasileras para garantizar el orden público y afianzar la autoridad del gobierno legal desconocido por una rebelión armada y encabezada por los sargentos mayores Molas y Avalos.

            Este acuerdo o resolución es tomado no sólo en vista de la situación indicada sino también en conformidad del tratado vigente de paz entre esta República y el Imperio del Brasil celebrado el diez y nueve de enero de mil ochocientos setenta y dos que el artículo 20 establece, que aún después de la data de dicho tratado, el Gobierno de Su Majestad Imperial podrá, de acuerdo con la República del Paraguay, conservar en el territorio de la República, la parte de su referido ejército que juzgue necesario a mantener el orden siendo como es de hecho trastornado este orden público en el país.

            En fe de ello y no habiendo más asuntos que resolver se firmó la presente acta a la fecha "ut supra". Jovellanos - Bernardino Caballero - Germán Serrano - Patricio Escobar - Juan B. Gill - Higinio Uriarte.

            La fotografía del original de este documento que estaba en los archivos de Río de Janeiro y hoy lo tiene el general Ferreira, obra en nuestro poder y está a disposición del público y de los representantes de naciones extranjeras amigas del Paraguay.

            Con este nuevo golpe que damos al general Caballero, jefe del Partido Colorado, nadie dudará que es indigno de tan alto honor.

            Caballero es un viejo ambicioso y sanguinario que anhela el poder para ejercer venganzas apareciendo luego ignorar los crímenes que ordena.

            Para esto no necesita saber leer ni escribir sino que tener suficiente número de bandidos incondicionales dispuestos para el triste oficio del destripamiento. Lo sabemos por experiencia desgraciadamente. Caballero es el hombre de los conciliábulos secretos de pocas palabras y muchas obras. Naturalmente que ninguna buena. Sus obras son conocidas y por mucho que bien escriba don Pompeyo González, sería impotente para engañarnos demostrándonos la falsedad de los hechos históricos.

            Caballero vendió tierras públicas, todas las tierras públicas; vendió el ferrocarril y cobró en la venta su correspondiente coima como se lo podemos demostrar; además hizo lo que nuestros lectores conocen por nuestro artículo "Sensacional". Si alguno se atreviera a escribir una sola letra en su defensa, entonces "La Verdad" llenaría un centenar de columnas, publicando documentos inéditos y que él no sospecha existen en nuestro poder. Esto es lo gracioso y divertido.

            Remitiremos a los políticos brasileños y argentinos nuestros números de "La Verdad" para que otro día no nos impongan con su dinero y con sus fuerzas, hordas de forajidos, enemigos de la civilización y que en la vejez, no se sientan cansados del poder que les abandona.

 

            ("LA VERDAD", 25-IX-1908).

 

 

ENLACE INTERNO AL DOCUMENTO FUENTE

 

(Hacer click sobre la imagen)

 

HÉRIB CAMPOS CERVERA (p.) - NOVECENTISTA OLVIDADO

PROSA Y POESIA

LUIS MARÍA MARTÍNEZ (COMPILADOR)

ASESORES INVESTIGATIVOS: NABEL FELIPE ESTRUC y RAÚL AMARAL

CRITERIO EDICIONES

Asunción – Paraguay, 2006 (292 páginas)






Leyenda:
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