LOS CAZAFANTASMAS EN PLAN ELECTORAL
Por ANDRÉS COLMÁN GUTIÉRREZ
Twitter: @andrescolman
Desde la época en que el general Lino Oviedo jugaba a la guerra en la Caballería, no habíamos visto tanto armamento bélico. Helicópteros UH1H artillados, patrullando a vuelo rasante sobre los últimos bosques de Concepción. Tanquetas blindadas con cañones y ametralladoras, avanzando en fila hacia Ypané del Norte. Vehículos tácticos y soldados pertrechados como Rambo, aunque por la función que cumplían les hubiera caído mejor el traje de los cazafantasmas. Y todo transmitido en vivo y en directo por los canales de televisión, como un gran show mediático.
A poco más de una semana para las elecciones, parecía que el gobierno de Horacio Cartes se había decidido a atacar con todo a los miembros del grupo armado criminal Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), buscando poner fin a décadas de inseguridad en el Norte.
"Los tenemos completamente rodeados", repetían los jefes del operativo, haciendo recordar a aquella satirizada frase del entonces ministro del Interior, Carlos Filizzola, sobre los secuestradores de Dalia Scappini, en el 2011: "Les estamos pisando los talones". El vocero de la Fuerza de Tarea Conjunta, teniente coronel Simón Leguizamón, fue más enfático: "Les pedimos que se rindan o serán abatidos".
Al cierre de esta columna, ni se rindieron, ni fueron abatidos. Nadie supo explicar racionalmente por qué, en la tarde del miércoles, los militares empezaron a acribillar el monte con sus poderosos fusiles antiaéreos, gastando cientos o miles de proyectiles ante los reportes en vivo de la televisión, produciendo el efecto de que la población creyera que se había iniciado una verdadera batalla contra los miembros del EPP. Una vez más, no fue así: cero resultados, cero detenidos, cero enemigos abatidos.
Lo sucedido hay que leerlo en clave política. A pocos días de las elecciones, hubiera quedado muy bien para el oficialismo colorado pegar algún golpe contra el EPP, pero la pésima manera en que manejaron la comunicación de un dato sobre la presunta muerte del policía secuestrado Edelio Morínigo a los familiares, les jugó en contra. Hoy no pueden confirmar la muerte de Edelio, ni desmentirla, ni encontrar el cuerpo. Lo admitió el presidente de la ANR, Pedro Alliana: "Los opositores van a usar esto en contra nuestra, para captar votos". Y la fiscala general, Sandra Quiñónez, tuvo que salir a pedir públicamente a los miembros del EPP que por favor digan dónde está el cuerpo.
Para coronar el complejo panorama, el clero de la región Norte emitió un comunicado, pidiendo que se elimine a la FTC por "usar la fuerza en forma desmedida contra la población civil". Un tema que divide a los principales candidatos, y que seguirá siendo un dolor de cabeza para el próximo presidente.
Sea quien sea, esperemos no prometa que no le marcarán la agenda.
Fuente: ULTIMA HORA (ONLINE)
Sección OPINIÓN
Sábado, 14 de Abril de 2018, 02:00
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