ÑAKURUTÚ Y APERE'Á, DON AGUARÁ Y ALONSITO ,
INVITACIÓN PARA UNA FIESTA EN EL BAAPA, EL MAPA DEL BAAPA,
INCENDIO EN EL BAAPA y ENCUENTRO EN EL BOSQUE
Cuentos de MARGARITA PRIETO YEGROS
MARGARITA MARÍA PRIETO YEGROS (Asunción, 1936)
Docente y narradora. Doctorada en Historia por la Facultad de Filosofía de la Universidad Nacional de Asunción, Margarita Prieto Yegros ha dedicado gran parte de su vida a la docencia, campo en el que ha sido varias veces distinguida con galardones como la "Medalla de Oro" de las Autoridades y Maestros del 9° Dpto., Paraguarí (1980), y la "Placa de Gratitud y Reconocimiento" del Departamento de Fundación Docente del M.E.C. (1993), para mencionar solo un par de distinciones representativas. Miembro de la Sociedad de Escritores del Paraguay (SEP), del PEN Club del Paraguay, Asesora de la Fundación CABILDO y redactora de la REVISTA TUPASY ÑE’Ẽ, también colabora regularmente en periódicos de la capital y desde 1986 integra el Taller Cuento Breve dirigido hasta el año 2000 por el profesor Hugo Rodríguez-Alcalá y posteriormente por la escritora Dirma Pardo Carugati.
Sus cuentos han aparecido en varios de los libros de dicho taller, así como también en revistas y antologías literarias locales y extranjeras. Hasta la fecha ha publicado cuatro libros de cuentos: EN TIEMPO DE CHIVATOS (1998), su primer libro, CUENTOS DE LA GUERRA GRANDE (2001), CONSULTORIO SENTIMENTAL (2006) y NUEVOS CUENTOS DE LA GUERRA GRANDE (2006). Es además autora de EL TRATADO DE TORDESILLAS (2006), una obra de carácter histórico, y de MANUAL INTEGRADO PARA EL USO SOSTENIBLE DEL BOSQUE ATLÁNTICO DEL ALTA PARANÁ BAAPA (2005), que incluye una decena de cuentos infantiles de contenido ecológico.
ÑAKURUTÚ Y APERE'Á
La noche sin luna y muy oscura favorecía a ÑAKURUTÚ, avezada cazadora nocturna. Desde un arbusto bajo oteaba, con sus descomunales ojos y una asombrosa capacidad de girar la cabeza, el bosque en el que vivía con sus crías.
-¿Dónde estarán escondidos los ratones?
Si no los encuentro me moriré de hambre. Todos los seres "bióticos" necesitamos comer y beber-pensó ÑAKURUTÚ, con un aleteo de párpados.
El bosque era el "hábitat" de innumerables animales y plantas; en él vivían más de setecientas especies de aves que construían sus nidos en los árboles o bajo tierra.
Otra gran cantidad de seres vivos competía en el suelo por conseguir los alimentos necesarios para sobrevivir.
En sus arroyos, lagos y esteros nadaban peces, yakaré, ranas y toda clase de anfibios.
La biodiversidad de la región era riquísima.
-Tal vez debo volar hasta la laguna para buscar ranas o esperar que aparezca un Amberé -se dijo a sí misma el ave carnívora, mirando con fijeza su entorno.
De pronto extendió las alas, revoloteó en silencio unos segundos y sentenciando:
-La vida depende de la vida y de la muerte-se lanzó en picada sobre un Apere'á. El roedor no tuvo tiempo ni de chillar ante el sorpresivo ataque y se convirtió en comida de las lechucitas, que hambrientas esperaban en su nido.
-¡Buen trabajo! -reflexionó Nakurutú -y salió a buscar algo para comer.
DON AGUARÁ Y ALONSITO
Un zorro, llamado Aguará, llegó corriendo hasta el humedal y al meter las patas en el agua gritó:
-¡Peces amigos!, vengan a celebrar conmigo la llegada de la lluvia. Apenas acababa de hacer esto cuando los Pirai, avisando: -¡Cuidado con él! -se acercaron agresivos y le mordieron las patas. -¿Qué pasa? ¿Por qué me tratan así? -preguntó dolorido el zorro. -¡Porque nos quieres comer. ¡Fuera de aquí! -le respondieron las Pirañas.
El zorro lamiéndose las patas lastimadas se metió de nuevo en el bosque y husmeando el ambiente pensó:
-Estoy hambriento y necesito algo más que aire y agua. No puedo vivir solamente con alimentos abióticos.
De pronto, un HORNERO llamado ALONSITO, salió de su nido construido en forma de tatakua sobre la rama de un frondoso YBYRAPYTÃ y trinó feliz diciendo:
-Mi casita de barro amasado tiene sala y tiene alcoba.
Al verlo el Aguara, levantando su hocico puntiagudo le dijo:
-Bajá un rato, Alonsito.
-¡Para qué quiere que me baje, Don AGUARÁ!
-Para conversar como buenos amigos.
-Mis amigos son los otros pájaros del bosque-replicó el ave.
El zorro simuló que se iba a otra parte, pero se quedó espiando desde un yuyal. Cuando vio que el ALONSITO bajaba para conversar con unas palomitas, se acercó muy despacio y lo atrapó entre sus dientes.
Los otros pájaros muy asustados gritaron:
-¡El zorro le lleva a ALONSITO!
El ALONSITO que iba prisionero le dijo al AGUARÁ:
-Deciles. ¿Qué les importa?
Abriendo la boca, el zorro dijo: -¿Qué les importa?
Entonces ALONSITO salió volando y voló hasta llegar a su nido mientras el AGUARÁ se quedaba con las ganas de comerlo.
INVITACIÓN PARA UNA FIESTA EN EL BAAPA
Amanecía, y en el cielo se diluían multicolores rayos luminosos, mientras las sombras les cedían el paso.
Una bandada de loros, que Vivian en un mbocaya del bosque, fue a comer choclos en una chacra cercana. Al regresar, haciendo gran barullo. Los loros gritaron:
-¡Gran fiesta! ¡Gran fiesta!
-¿Dónde? -preguntaron los otros animales.
-En el BAAPA-respondió el LORO MAYOR.
-¿Quién invita?-voceó un grupo de KA'I.
-El TAGUATÓ RUVICHÁ que vive en cl TIMBÓ, a la entrada de nuestro pequeño bosque contesto con entusiasmo un torito.
-¿Mba'e piko pe BAAPA? -averiguó un TAGUÁ recién llegado del Chaco, al acercarse al grupo bullicioso.
Sacudiendo sus plumas azules y con voz muy fuerte, un GUA'A HOVY explicó:
-El BAAPA es el Bosque Atlántico del Alto Paraná que, sin igual en el mundo, se encuentra en Paraguay, con una riquísima flora y fauna. Saliendo del humedal, una KARUMBÉ de patas cortas y dura caparazón dijo.
-Yo vivo en el BAAPA y les cuento que es un bosque con árboles muy altos, muchas clases de animales y plantas e innumerables arroyos, lagunas y ríos.
-¿Qué haces por aquí?-le interrogó un armadillo, apodado TATÚ, apartando su hocico de montículos de termitas.
-Vine a visitarle a mi abuela. Puedo darles el mapa del BAAPA.
-¡Gracias! ¡ Muchas gracias! -corearon los animales menos cl Yakaré Hũ.
-Antes que el mapa del BAAPA yo necesito comer una tortuga -afirmó el caimán negro.
Ante ese comentario la KARUMBÉ escondió la cabeza bajo su caparazón y se quedó muy quieta y silenciosa. Cuando un Ka'í le informó que el Yakaré había regresado al río le entregó el mapa.
-¡Feliz viaje, KARUMBÉ! -saludó el Ka'í.
-¡Les espero en el BAAPA! -respondió la tortuga, caminando lentamente hacia la casa de su abuela.
EL MAPA DEL BAAPA
El ka'í extendió en el suelo el mapa del BAAPA, que le había entregado la KARUMBÉ y mirando, muy concentrado, dijo:
-¡A ver! ¡A ver! ¿Dónde queda el BAAPA?
Una garza blanca llamada GUARATÍ, después de tragar una YU'Í, le comentó al KA'I:
-El BAAPA se encuentra hacia el este de la Región Oriental del Paraguay.
-Moõite piko -preguntó el monito, saltando alrededor del mapa. La garza, extendiendo sus blancas alas, respondió:
-BAAPA oje topa pe Amambay, San Pedro, Canindeyú, Alto Paraná, Caaguazú, Itapúa, Cazaapá, Guairá, Paraguarí ha Concepción apytépe.
Interrumpió la conversación un papagayo amarillo, de nombre KANINDE, que al posarse en un TAJY say'yu, se balanceó diciendo: -Puedo guiarles al BAAPA porque vivo en Canindeyú, y voy a viajar hacia allá. Acabo de escaparme de la jaula de un cazador que quería llevarme a otro país para venderme como mascota.
-¡Hurra! ¡Hurra! -vitorearon los otros animales.
Una ave zancuda de gran porte, llamada Saría, se presentó ante el grupo y mirando el mapa dijo con voz potente:
-Si van a viajar al BAAPA deben llevar una brújula para orientarse al subir y bajar de los cerros y al cruzar los campos, los bosques, los ríos y arroyos.
-¿Ríos? ¿Qué ríos? -preguntó angustiado el KA'í. La Saría comentó:
-El BAAPA tiene innumerables arroyos y ríos; es una de las regiones , mejor regadas del planeta. Fíjense en el mapa, el primer río que deberán cruzar es el tebicuary-Guazú.
-Amanóta de quebranto guyrami jaula peguáicha dijo el monito, saltando de rama en rama y se alejó para buscar ayuda.
INCENDIO EN EL BAAPA
Alegre y ruidosa, una familia de monos que vivía en el BAAPA, decidió desayunar frutas de YVAPURÚ y GUAVIRÁ.
-Son recursos naturales deliciosos -comentó el jefe de la manada. -Mba'e piko he'ise "recursos naturales"-preguntó un monito saltarín.
El mono mayor, frunciendo el ceño explicó:
-Un recurso natural es algo de la naturaleza que usamos para vivir.
-¡Vamos a desayunar! -reclamó la mamá MONA.
-¡Néi! -dijo el mono jefe, dando la orden de partir hacia el lugar donde crecían los árboles frutales.
Saltando de rama en rama y burlándose de las mironas y calladas lechuzas, los monos viajaron hacia el ecosistema con más frutas.
El chillido de los monos despertó al JAGUARETÉ que salió de su guarida rugiendo:
-¡Silencio! ¡Silencio! ¡Tengo sueño!
En ese momento los monos se callaron y se escuchó el crepitar del fuego que quemaba el pasto y los árboles.
-¡Socorro! ¡Socorro!-clamó un sapo escapándose de las llamaradas que avanzaban consumiendo todo lo que encontraban a su paso.
-¡ Uf! El humo me marea-dijo tambaleando una PANAMBÍ. -¡Que desastre ecológico! -clamó nervioso un venado, huyendo del pastizal que ardía enrareciendo el aire.
Varios ratones GUAYAKI se arrojaron a una laguna cercana, donde se encontraron con un CARPINCHO herido, que llorando decía:
-¿Por qué los hombres destruyen así los recursos naturales?
Agitando sus alas ochenta veces por segundo, una pareja de PICAFLORES se alejó veloz.
Desde lejos, los monos vieron cómo el fuego chamuscaba las plantas de YVAPURÚ y GUAVIRÁ.
-¿Qué haremos sin comida? -preguntó el monito.
-Mudarnos o morir-respondió la mamá MONA.
-O esperar-dijo el mono jefe.
-¿Qué debemos esperar?-preguntó una monita.
-Esperar a que los seres humanos aprendan a respetar y proteger los recursos naturales.
ENCUENTRO EN EL BOSQUE
-¡Din! ¡Don!
-¡Din! ¡Doon! -retumbó en el bosque el vibrante y sonoro canto del GUYRA CAMPANA.
¡Din! ¡Din! ¡Doon! ¡Doon!; como si realmente fuera un repique de campanas y, volando hacia el TAJY de copa más alta fue repitiendo su silvestre concierto.
-¿Qué pasa? preguntó al unísono una elegante pareja de TEROS. -¡Reunión urgente!- respondió el PÁJARO CAMPANA, sacudiendo sus alas de blancas plumas.
Un minúsculo KOROCHIRE, semejante a una flauta alada repitió el aviso, con voz potente, a lo largo del bosque.
-¿Para qué? -inquiró un nómada CHOCHÍ, alisando sus plumas oscuras.
-Para saber cómo sobrevivir en este bosque atacado por los hombres -le roncó un enorme JAGUARETÉ.
Uno a uno fueron llegando los animales del BAAPA y, sentados en círculo, comentaban con furia y miedo la presencia de los cazadores, la deforestación y el incendio.
-¡Silencio! ¡Cállense que voy a hablar! -roncó de nuevo el JAGUARETÉ, acomodándose sobre un gran tronco de URUNDE'Y.
En ese momento se acercó al grupo un YAGUANÉ y, con su olor apestoso casi espantó a todos los participantes de la reunión.
-¡No te acerques tanto! -le rugió el Jaguareté.
Surgiendo de la oscuridad, un YRYVÚ de negras plumas dijo:
-Acabo de regresar de la ciudad y traigo malas noticias. Leí en un periódico que se han contado diez especies de mamíferos y 32 especies de aves, en peligro de extinción.
-Mba'e piko he'ise extinción-averiguó un pato GUARIMBÉ, saliendo del estero cercano.
-Extinción significa acabarse, desaparecer, morir -informó roma anteojuda LECHUZA, demostrando su sabiduría.
-¡MBA'E! -exclamaron muy afligidos todos los presentes. El CUERVO agregó:
-Entre los mamíferos ya está por extinguirse la especie del JAGUARETÉ.
Irguióndose altivo, el felino aludido caminó en silencio hacia su guarida, triste y pensativo se preguntó a sí mismo:
-¿Soy acaso yo el último de mi especie?
-También mi especie se está por acabar-dijo un colorido GUA'Á. Ante tan trágica noticia, el silencio invadió el bosque, ni la caída de una hoja se oía.
De pronto, el JAKARÉ dijo:
-Pido la palabra, se me ocurre una idea.
-¿Cuál? ¿Cuál? -preguntaron en coro todos los animales del BAAPA.
-Avisémosle a los hombres que si la fauna y la flora se extinguen también ellos van a sufrir y desaparecer.
-¡Aprobado! -exclamaron, con aplausos, todos los presentes.
-Me ofrezco a llevar el mensaje -dijo una PALOMA MENSAJERA.
Minutos después, sobrevolando el bosque descendió en el pueblo de los hombres y cumplió su misión depositando la carta en el correo. Cuando los seres humanos recibieron esta advertencia entendieron que sus vidas dependen de los seres bióticos y de los seres abióticos, y que no deben usarlos irracionalmente; por eso han creado Áreas silvestres protegidas y Corredores Biológicos dentro del BAAPA.
Y con este plan de acción de las autoridades y de toda la comunidad, ha vuelto la alegría al bosque.
DE: MANUAL INTEGRADO PARA EL USO SOSTENIBLE
DEL BOSQUE ATLÁNTICO DEL ALTO PARANÁ (BAAPA),
Asunción, Paraguay, 2005.
Cada uno de los cuentos incluidos en el manual
fueron después publicados independientemente como libritos
por FAUSTO CULTURAL EDICIONES.
Fuente: LITERATURA INFANTO-JUVENIL PARAGUAYA DE AYER Y HOY. TOMO II (K – Z). TERESA MÉNDEZ-FAITH, INTERCONTINENTAL EDITORA S.A. Pág. web: www.libreriaintercontinental.com.py. Asunción – Paraguay, 2011.
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