PARTIDOS EN VENTA

Por JESÚS RUIZ NESTOSA

jesus.ruiznestosa@gmail.com

MADRID, España (Jesús Ruiz Nestosa). No pertenezco a ningún partido ni tengo militancia política alguna. Si me pidieran que me decantase por alguno de los que están en funcionamiento no me decidiría por ninguno de ellos ante el triste panorama que están ofreciendo. Solo hay individualidades, gente que con mucho empeño, entusiasmo y esperanza en que las cosas cambien algún día, se encuentra trabajando en este o en aquel grupo. Pero las instituciones son decepcionantes.

Esta breve introducción es para hacer una reflexión sobre el espectáculo que está ofreciendo el Partido Colorado, un partido con más de cien años de existencia, con una trayectoria importante, con sus equivocaciones, con sus aciertos, con sus momentos de oscuridad y sus momentos de gloria. Después de todo no creo que haya un solo partido de vida longeva que logre escaparse de estas contingencias. Todo debido a un grupo de advenedizos.

He dicho “advenedizos” porque lo son tanto Horacio Cartes como Pedro Alliana. Cartes, utilizando medios que no me atrevo a imaginar, logró cambiar los estatutos del partido para que pudiera postularse como candidato al bajar las exigencias de años de militancia. Luego lo “descubrió” a Alliana y lo trajo desde Ñeembucú para convertirlo en presidente del partido y que desde allí le cuidara las espaldas. El punto culminante se alcanzó años después en lo que debe ser un acontecimiento único en la historia centenaria de este partido: presentar a un liberal, Santiago Peña, como candidato suyo a la presidencia de la República. Y perdió de una manera vergonzosa. ¿Era necesario humillarlo de esta forma? Ahora está como Juan Miseria, el personaje de un relato de un escritor argentino, vagando por la tierra entre el cielo y el infierno porque en ninguno de los dos lugares lo quieren.

Aunque sus partidarios se esfuercen por hacernos creer que Cartes fue el mejor presidente que tuvo el país en su época democrática, hay un aluvión de episodios que lo están desmintiendo. Se produjeron los más descarados y vergonzosos atropellos a la Constitución que en vista que no podían violarla, resolvieron ignorarla para que Cartes pudiera ser reelecto. Se produjeron protestas callejeras violentas y los descontentos estuvieron a punto de incendiar todo el Congreso. En medio de esos desórdenes fue asesinado por la policía un joven liberal en el interior de la sede partidaria sin que hasta ahora podamos saber quién dio la orden de asalto. Además, la policía brasileña incautó toneladas de cigarrillos de contrabando de la marca producida por la fábrica de Cartes. Y como la guinda que corona el helado, Darío Messer, a quien Cartes consideraba como “su hermano del alma”, es requerido por la justicia del Brasil por lavado de dinero.

No creo que este sea el mejor de los currículos para acceder a la presidencia de un partido que se declara como “unión de hombres libres”.

Pedro Alliana ocupa hoy la presidencia de una de las cámaras del Poder Legislativo. Y la otra está en manos del liberal disidente Blas Llano que desempeña el mismo papel que el anterior en este sucio juego de intereses que se convirtió la política. Es decir, las esperanzas enflaquecen de manera rápida e incontenible. Como broche de oro, Alliana acaba de hacer cambios de representantes ante el Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE) pasando por encima de la autoridad de la Junta de Gobierno de su partido. Por si queda alguna duda de la buena o mala fe del gesto, el nuevo representante pertenece al mismo grupo que Alliana, es decir, seguidor incondicional de Horacio Cartes.

Este es el panorama de nuestro mundo político en el que la ideología ha sido sustituida por la libreta de cheques. Nada bueno lograremos yendo por este camino.

Fuente: ABC Color (Online)

www.abc.com.py

Sección OPINIÓN

Lunes, 22 de Julio de 2019

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