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CARLOS VILLAGRA MARSAL

  MITOS Y LEYENDAS DEL PARAGUAY MESTIZO - Compilación y versión al español: FELICIANO ACOSTA , DOMINGO ADOLFO AGUILERA y CARLOS VILLAGRA MARSAL


MITOS Y LEYENDAS DEL PARAGUAY MESTIZO - Compilación y versión al español: FELICIANO ACOSTA , DOMINGO ADOLFO AGUILERA y CARLOS VILLAGRA MARSAL

MITOS Y LEYENDAS DEL PARAGUAY MESTIZO

GUARANÍ - ESPAÑOL

Compilación y versión al español:

FELICIANO ACOSTA , DOMINGO ADOLFO AGUILERA

y

CARLOS VILLAGRA MARSAL

Comparecencia : CARLOS VILLAGRA MARSAL

Prólogo : FRANCISCO PÉREZ MARICEVICH

COLECCIÓN CULTURA POPULAR Nº 3

Dirigida por Carlos Villagra Marsal

©  DIARIO POPULAR. Avda. Mcal. López 2948,

Asunción, Paraguay

Telefax: 603 400 R.A. redaccion@mm.com.py

© FELICIANO ACOSTA, DOMINGO ADOLFO AGUILERA, CARLOS VILLAGRA MARSAL

© Editorial SERVILIBRO

Pabellón "Serafina Dávalos"

25 de Mayo y México - Plaza Uruguaya

Telefax: (595-21) 444 770

E-mail: servilibro@gmail.com

Web: www.servilibro.com.py

Dirección Editorial: Vidalia Sánchez

Diseño de tapa: Mirta Roa Mascheroni

Diagramación: Gilberto Riveros Arce

Edición al cuidado de DAA, FA y CVM

Hecho el depósito que marca la Ley N° 1328/98

Asunción, del Paraguay, mayo de 2010

Tirada de 10.000 ejemplares

 

ÍNDICE

*. Comparecencia

*. Prólogo: El mito y la leyenda en la cultura popular paraguaya

*. Glosarlo

*. Aclaración sobre la ortografía guaraní

 

ESPAÑOL

MITOS

1. DEL POMBERO

2. DE LAS ÁNIMAS EN PENA

3. DEL JASYJATERE

4. DEL KURUPI

5. DEL LUISÓN

6. DEL KA’A JARYI

7. DEL AO AO

8. DE LA BRUJA

9. DEL LAGARTO JAGUAR

 

LEYENDAS

1. DEL DIABLO QUE QUISO HACER UN PINDÓ

2. DE LA VICTORIA REGIA

3. DEL YPAKA'A

4. DE SANLAMUERTE

5. DE LA MISERIA

6. DEL CIELO

7. DEL COLIBRÍ

8. DEL KARÁU

9. DEL CARACOL PADRE

10. DE LA PEREZA

11. DE LOS TESOROS ENTERRADOS O "ENTIERROS"

 

GUARANÍ

MITOS

1. POMBÉRO REHEGUA

2. PÓRA REHEGUA

3. JASYJATERE REHEGUA

4. KURUPI REHEGUA

5. LUISÕ REHEGUA

6. KA’A JARÝI REHEGUA

7. AO AO REHEGUA

8. BRUJA REHEGUA

9. TEJU JAGUA

 

LEYENDAS

1. AÑA OJAPOSE PINDO

2. YRUPE

3. YPAKA’’A

4. SANLAMUÉRTE REHEGUA

5. MISÉRIA REHEGUA

6. YVÁGA REHEGUA

7. MAINUMBY’I REHEGUA

8. KARÃU REHEGUA

9. JATYTARU REHEGUA

10. ATE’ỹ REHEGUA

11. PLATA YVYGUY REHEGUA

 

COMPARECENCIA

Es sabido que para preciarse de constituir una nación, toda comunidad de hombres y mujeres, pobladores de un mismo país, necesita compartir un conjunto de realidades físicas y espirituales: un territorio, una tradición, una lengua, un gobierno, una historia; en consecuencia, va formándose a lo largo de las generaciones la llamada identidad nacional, lo cual equivale a un temperamento, a un carácter personal y colectivo a la vez, que se manifiesta en cada individuo mediante un modo similar de sentir la patria y el resto de nuestra América y el mundo, así como también en una manera parecida de alegrarse o entristecerse, de amar o destruir, de convencerse o ignorar, de entretenerse o aburrirse, de ser aplicado u ocioso... En suma, que los paraguayos poseemos una cosmovisión propia, siendo por otra parte idéntica nuestra condición, naturalmente, a la de los demás seres humanos.

Un componente incisivo de la identidad nacional es aquello que en general se denomina cultura popular, que se da a conocer en conductas y expresiones (sean estas últimas anónimas o de creador conocido, orales o escritas), tales como adivinanzas, costumbres, letras de canción, leyendas, creencias, magias, refranes, músicas, protocolos, canciones de cuna, mitos, y en nuestro país agüerías, casos (cuentos orales), compuestos (versos romancísticos) y otras estructuras verbales en guaraní y/o en español.

Y bien, esta COLECCIÓN CULTURA POPULAR, que tengo la honra y la responsabilidad de dirigir, tiene el propósito de di fundir ampliamente, con seriedad no exenta de vehemencia, las muestras más señeras de este caudal popular, doblemente enriquecido por la condición bilingüe de nuestra sociedad; al respecto, hemos decidido publicar, en guaraní y en versión española, los textos respectivos de todos los volúmenes de la Colección.

Demás está decir que estos libros -al igual que cualquier experiencia literaria- están dirigidos a todos los hombres y mujeres, sin distinción de edad, estado civil u oficio, e incluso a aquellos que no tienen mucho hábito de lectura, ya que procuramos que nuestras publicaciones sean interesantes en sí mismas.

Deseo señalar además que, a mi sincero entender, los textos de la COLECCIÓN CULTURA POPULAR adquieren un doble valor agregado, en particular los que se ocupan de la condición bilingüe de la cultura nacional: en primer término, dichos libros alcanzan un valor eminentemente pedagógico, porque ayudarán a los escolares y colegiantes a enriquecer el conocimiento, y por tanto la admiración y la devoción, hacia la excelencia del idioma guaraní, "...lengua que sin controversia es una de las más copiosas y elegantes que reconoce el orbe", según ya lo afirmó el P. Lozano, jesuita, en 1754. Este respeto y cariño por nuestra lengua materna amerindia tendrá sin duda un efecto más intenso en los lectores adultos y pequeños: el del afianzamiento de la identidad paraguaya, uno de cuyos pilares es justamente el guaraní.

CARLOS VILLAGRA MARSAL

Última altura, abril de 2010

 

 

PRÓLOGO

 

EL MITO Y LA LEYENDA EN LA CULTURA POPULAR PARAGUAYA

 

1

¿Quién que haya pasado su infancia en el Paraguay puede olvidar las aprensiones, los miedos y, aun, terrores experimentados ante la mención de ciertos nombres asociados a personajes temibles? ¿O las advertencias de los adultos dirigidas al niño para que abandone sus juegos una vez alcanzada determinada hora, bajo el riesgo de que, de no hacerlo, se expondría al castigo del hada o duende del juego en cuestión? De esta manera, balita jarýi, trompo jarýi, pelota jarýi, etc., ocupaban la imaginación del niño induciéndolo a obedecer el mandato de los adultos.

Más adelante, relatos escuchados en grupo, en el galpón o el patio de su casa, o en el atrio de la iglesia, o en cualquier lugar donde hubiese reunión habitual de gente, el niño escuchaba, maravillado o divertido, los sucesos ocurridos en un remoto pasado, en aquel tiempo de los orígenes del mundo, realizados por personajes extraños, que eran dioses o héroes fabulosos como ya no los hay en el presente, y en virtud de los cuales existen los astros en el firmamento, los animales y las plantas en la tierra y en el agua, las montañas, los cerros y las grutas, y monstruos en los pantanos y abismos en las profundidades de los ríos y de los lagos y multitud de otros seres o cosas cargados de extrañeza y de peligro.

Estas narraciones transmitidas por tradición oral a través de los siglos, son parte del imaginario colectivo que subyace a la identidad cultural de los pueblos. Gran parte, si no todas ellas, han migrado de pueblo en pueblo y de lengua en lengua, adaptándose a la cosmovisión y a las experiencias de vida de las colectividades, diferentes unas de otras en desarrollo sociocultural, conocimiento del medio ambiente y en progreso económico. Es presumible que innumerables narraciones de esta naturaleza hoy día se encuentren olvidadas. Pero es también verosímil que, en situaciones colectivas o individuales catastróficas, reaparezcan transfiguradas, emergiendo del Inconsciente Colectivo.

De antiguo, pero de manera continua a partir de J. B. Vico (...) y el Romanticismo alemán, estas narraciones, llamadas mitos, atraparon el interés de filósofos, etnólogos, historiadores de las religiones, científicos sociales, sicólogos, teólogos y humanistas varios. Estos llamaron la atención sobre la vigencia de "modos no racionales de pensamiento y de lenguaje ajenos al discurso lógico", contrapuestos a la conducta del razonamiento positivo o positivista.

El mito con imágenes y metáforas, tal como ocurre en el sueño. De este modo, expresa y refleja, organiza y legitima la totalidad de la cultura de los grupos humanos o, mejor dicho, el sedimento que se encuentra como substrato de ella. El mito traza, por oscuros caminos, el proceso de la configuración de la visión del mundo que impulsa a las colectividades humanas a dominar su espacio, manipular su tiempo segmentándolo en retornos cíclicos y celebraciones ritualizadas, y a construir su identidad y sus solidaridades, distinguiéndolas del Otro (el Extraño, el Extranjero)

 

El mito se manifiesta o expresa a través de múltiples relatos de distinto alcance y amplitud. En este aspecto, el mito es análogo al lenguaje verbal humano. De manera similar a este, el mito dispone de estructuras sistemáticas organizadas en niveles interdependientes y cuya articulación funcional proporciona, mediante el juego de los significantes, un acceso a sus dimensiones o estructuras de significado. Así como la lengua que hablamos tiene su gramática y su vocabulario, así también el mito cuenta con elementos análogos en la forma de personajes, acciones, episodios mediante los cuales cuenta una historia cuyo significado remite con frecuencia a los orígenes del tiempo primordial.

También como el lenguaje verbal, las versiones individuales del mito, se mezclan, se interfieren, se mestizan adoptando las particularidades culturales del pueblo receptor. Este fenómeno es universal y es causado por la difusión de las versiones del mito llevadas por migrantes (conquistadores, colonizadores, mercaderes, viajeros curiosos, etc.) que se aclimatan en el nuevo contexto y se fusionan a la versión preexistente del mito, enriqueciéndola o complejizándola e, incluso, sustituyéndola, pero sin anular su sustancia significativa.

Para concluir este apartado, resumamos: el mito es un relato que tiene valor ejemplar, "dotado de una estructura y de una función, de una sustancia simbólica y de un valor pragmático <...>, es a la vez un mensaje y un medio, un corpus de historias para descifrar y una práctica social narrativa", en palabras de un especialista francés contemporáneo.

 

2

Los relatos incluidos en este librito son parte de nuestra cultura popular mestiza y, en tal carácter, acompañaron a las generaciones paraguayas desde los tiempos preindependientes.

Todos ellos incorporan elementos guaraníes mezclados o mestizados con componentes imaginarios europeos. Tanto en los mitos como en las leyendas aquí recogidos se aprecia fácilmente la integración de una visión cristiana occidental con elementos temáticos y narrativos autóctonos. Otros, como es el caso de Jasyjatere, Pombero, Malavisión, Luisón y la Bruja, son entidades míticas acuñadas por sincretismo.

En efecto, Jasyjatere es la figuración local del gnomo con los atributos propios de esta entidad de origen indogermánico y celta. Por su parte, Pombero es la encarnación en la memoria popular del rastreador bandeirante que ubicaba, en las aldeas indígenas, a los jóvenes que las hordas de mamelucos capturaban y conducían esclavizados al Brasil.

Malavisión es el alma de una persona muerta sin confesión. Este mito cristianizado se encuentra difundido por Europa y América, y es parte de obras famosas como el Hamlet, de Shakespeare, y de otras.

Luisón es la versión del licántropo griego en nuestra cultura popular, y tiene que ver con el maleficio mágico del número siete. En este caso, el séptimo hijo varón de una sucesión de hermanos.

La Bruja es otra entidad transculturada, de origen europeo. Es también la séptima mujer de una sucesión de siete. Tal como el Luisón, se manifiesta transfigurada en determinadas noches, especialmente en la de San Bartolomé, produciendo un fuerte ruido al sobrevolar el techo de las casas.

Kurupi es el duende indígena protector de la vida silvestre. En nuestra cultura popular, es la figuración mítica de la lascivia.

El Teju Jagua es, o parece ser, en la cultura popular una concreción sincrética de los mitos indoeuropeos del Dragón y de la Hidra, cuyos atributos físicos y singularidades conserva en lo general.

Ka’a Jarýi, como Jasyjatere es una hada de cabellos rubios y ojos azules. Protectora de los seres de la selva, capaz de transformarse y castigar con rudeza al cazador depredador que sacrifica a los animales sin cuidar de su reproducción.

De manera similar, muchas de las leyendas que integran nuestra cultura popular son versiones transculturadas de relatos también conocidos en otras partes. En todas ellas operan los mecanismos de adaptación y transformación de elementos extraños a situaciones, seres y cosas del medioambiente local. Muchas leyendas míticas de origen indígena también sufrieron adaptaciones y refundiciones similares a las ejercidas sobre las de origen externo a nuestra sociedad.

Es necesario, por último, no olvidar que los mitos, las leyendas, los cuentos y las tradiciones se funden o fusionan los unos en los otros al paso del tiempo, de acuerdo con el proceso histórico de las sociedades y al tipo de necesidades y urgencias por las que estas atraviesan en su transcurso.

FRANCISCO PÉREZ-MARICEVICH

Asunción, junio 2010

 

 

GLOSARIO

Para mayor comprensión de los lectores paraguayos o extranjeros que no conocen los nombres en guaraní de ciertos ejemplares de la flora y fauna paraguayas, citados en este Mitos y leyendas del Paraguay mestizo, nos ha parecido conveniente indicar a continuación la denominación científica (género, especie y familia), así como una breve descripción de los mismos:

ANDAI o CALABAZA. Cucurbita moschata. Planta rastrera de la familia de las Cucurbitáceas. Hortaliza comestible, de fruto grueso y alargado, llegada al interior de la América del Sur probablemente desde la Polinesia, hace unos tres mil años.

CHOCHĨ. Tapera naevia. Ave de la familia de las Cuculídeas. Habita en llanuras y matorrales, bien oculta. Su silbo es melancólico y difícil de localizar. Canta incluso de noche.

GUAVIJU. Eugenia pungens. Árbol de madera dura, de la familia de las Mirtáceas, de frutos comestibles, aunque de sabor punzante.

GUAVIRA. Campomanesia xanthocarpa. Árbol mediano de la familia de las Mirtáceas, siempre verde, de copa densa y redondeada. El fruto es una baya globosa, amarilla, de uno o dos centímetros de diámetro, jugosa, dulce, comestible. Florece de setiembre a octubre, y fructifica de setiembre a diciembre.

GUEMBE O FIDODENDRO. Monstera deliciosa. Planta semitrepadora de la familia de las Aráceas, de frutos exquisitos y sagrados en varias culturas de la América precolombina, entre ellas la Maya, la Mexica y la Tupiguaraní. Hojas perforadas y muy anchas.

JATYTA GUASO o CARACOL GRANDE. Strophocheilus oblongos. Molusco gasterópodo, común en los bosques paraguayos. Mide de cinco a diez centímetros de largo. La caparazón es de color marrón, y en algunas subespecies con algún diseño.

JERUTI o TORCAZA. Leptotila verreauxi. Paloma pequeña de la familia de las torcazas, de canto bisilábico: hu... uúu. Vive en los bosques; es esquiva y, sin embargo, también frecuenta los poblados.

KARÃU. Aramus guarauna. Ave de la familia de las Aramídeas, terrícola y algo arborícola. Sus fuertes gritos le dan su nombre. Vuela bajo, con súbitos aletazos de la horizontal hacia arriba.

KARA KARA o KARANCHO. Caracara Plancus. Ave de la familia falconídea. Tiene la cabeza volcada hacia atrás y un notable semicopete. Se alimenta de aves, roba nidos y se lleva pollos y pollitos de los corrales. También es carroñera.

MAINUMBY, PICAFLOR o COLIBRÍ. Agyrtria versicolor. Avecilla de la familia de las Trochilideas, de colores vistosos. Era el Maino’í, ave sagrada principal de los Guaraní, la que refrescaba la boca de Ñande Ru Pa Pa Tenonde (Nuestro Padre Último Último Primero).

MBURUKUJA, MURUCUYÁ o PASIONARIA. Passiflora edulis. Planta trepadora de la familia de las Pasiflóreas. Existen unas catorce especies en América Latina, de las cuales tres son propias del Paraguay.

MOBOKAJA o COCOTERO. Acrocomia totai. Palmácea de tronco liso, con anillos horizontales y provisto de hileras de espinas largas.

PAKURI. Rheedia brasiliensis. Árbol pequeño de la familia de las Guttífereas, siempre verde; tronco cilíndrico, flores blancas. El fruto es una baya elipsoide, amarilla, de dos a tres centímetros de largo por dos de diámetro, jugoso y sabroso. Florece y fructifica todo el año.

PINDÓ. Sygarus romanzoffiana. Palmácea sin espinas, con tronco largo, grueso, liso y anillado. Era árbol sagrado para los Guaraní. En la actualidad, se ha exportado como árbol de ornamento prácticamente a todo el mundo.

TEJU GUASU, LAGARTO GRANDE o IGUANA. Tupinambis teguixin. Reptil del orden de las Lacertíleas. Lagarto que habita los montes, pero que sale a lugares abiertos en busca de alimento, y que puede llegar a tener hasta dos metros de largo; dos tercios de esta longitud corresponden a la cola.

YPAKA’A o GALLINETA DE AGUA. Aramides ypecaha. Ave de la familia de las Rallídeas, de grito estridente, que le da su nombre; vive en humedales con vegetación y cercanías.

YRUPE o VICTORIA REGIA. Victoria cruziana. Planta flotante de la familia de las ninfadáceas, también llamada nenúfar del Paraguay.

LOS COMPILADORES

 

 

 

 

ACLARACIÓN SOBRE LA ORTOGRAFÍA GUARANÍ

 

            l. Para evitar palabras muy largas y de difícil lectura, hemos separado va'ekuey va'erãde las raíces a las que acompañan.

            2. Todo préstamo léxico del castellano hemos guaranizado: así el lector encontrará soldádo (soldado), Miséria (Miseria), kadéna (cadena), rrúda (ruda), aséíte (aceite).

 

            Feliciano Acosta - Domingo Aguilera

 

 

 

ESPAÑOL - MITOS

 

7. DEL AO AO

 

            Dicen que fue el mismo Satanás quien envió a la superficie del mundo al Ao Ao, de modo que es imposible que sea bueno. Dicen que está cubierto de una espesa pelambrera, parecida a la de las ovejas y, también, con filosas garras, largas como chairas. Dicen que come carne humana, y para matar a su presa usa sus garras; con ellas desmenuza lo que encuentra en su camino. Es, desde luego, difícil salvarse del Ao Ao cuando nos encontramos con él frente a frente. En vano queremos que nos trague la tierra o subirnos a lo alto de un árbol para escapamos de él. Dicen que solo en el medio del monte está contento, y donde se halla, por supuesto, no penetra ningún animal silvestre. Y dicen que de pronto, cuando sus cachorros están muertos de hambre, salen todos de su madriguera para buscar algo que llevarse a la boca. Entonces, van tras el primero que encuentran a su paso, persiguiéndolo hasta que caiga de fatiga. Y si el hostigado procura subir a la cima de un árbol, los cachorros del Ao Ao lo rodean, y a gritos van cavando un círculo alrededor del tronco, y en un santiamén cortan las raíces; al caer en el cerco el prójimo, se le tiran encima y, rápidamente, se reparten las presas. Y luego, tras culminar su sangrienta faena, regresan a sus madrigueras a ocultarse de nuevo.

            Dicen que nos es dado salvarnos del Ao Ao únicamente subiendo al liso tronco de un pindó, porque cuando ellos entran bajo la sombra de tal árbol, desfallecen y ya no pueden cavar. Esto sucede porque esa planta posee una grande magia, y sepamos por qué: en tiempos remotos, cuando estaba aún Dios Nuestro Señor sobre la tierra, había muchas cosas que le eran de extraordinario provecho. Y dicen que cuando lo perseguían a quien llamaban Niño Jesús, la Virgen, su madre, lo alimentaba con los frutos maduros del pindó; después, cuando Cristo iba a ser crucificado, al comienzo de aquella primera Semana Santa, una multitud le recibió en la ciudad, portando ramos de pindó. Y hasta hoy traemos a la iglesia tallos tiernos del mismo, para venerar intensamente la muerte de Nuestro Señor. Por todo ello, el pindó bendecido, desde luego, todo lo puede contra el Malo.

 

            8. DE LA BRUJA

 

            Dicen que la Bruja es la última de siete hermanas sucesivas, nacidas de una misma madre. Dicen que ella, al ver la luz, ya posee una magia, y que, cuando crecida, se vuelve Bruja, saliendo a volar los martes y viernes, en la alta noche, antes de que canten los gallos., Dicen que cuando llega la hora de convertirse, se oculta en las sombras y se frota con un ungüento mágico. Después de untarse bien da vueltas en torno a la casa y se pone a hablar, como si estuviera orando: “¡Pierda, pierda, pierda!”, dicen que dice, y se saca una pierna y la recuesta contra la pared. Luego dice otra vez “¡pierda, pierda, pierda!”, y se saca la otra pierna, la recuesta también por la pared. Hace lo mismo con sus dientes, y de ahí sale y vuela bajo, yéndose a mortificar a quienes guarda rencor.

            Y mientras transcurre todavía la noche, va a participar del aquelarre, bailando con los demonios. Dicen que esta función ocurre en un lugar inaccesible para los humanos, en cavernas o en lodazales, y en medio de animales repulsivos. Y al terminar su fiesta, salen hechos jirones, pues los diablos y brujas se rasguñan y se muerden mientras danzan.

            Dicen que al salir de allí la Bruja, sale a aterrorizar a la gente; y si ocurre que tuvo novio cuando era solo mujer, ahora lo persigue encarnizadamente. Entonces, si el mozo quiere salir a divertirse con sus amigos, la Bruja va por delante e introduce gusanos en su ropa, o brasas en sus zapatos. Y si antes se le escapa, va a buscarlo casa por casa, y cuando lo encuentra, solo le hace cochinadas: echa agua al licor que está bebiendo, hace que su dinero se extravíe, para que todo ello le avergüence ante sus camaradas. Dicen que así, cuando está siendo cruel, solo de dos cosas tiene miedo la Bruja: el calzoncillo del hombre y los espejos. Si encuentra en alguna casa estas dos cosas, sin falta retrocede y no entra al lugar. Y si alguien le arroja un calzoncillo que la acierta, con toda seguridad se desploma.

 

            9. DEL LAGARTO JAGUAR

 

            Dicen que el Lagarto Jaguar tiene siete cabezas, las siete de tigre, y el cuerpo de enorme iguana; el dorso es una escamosa coraza, que resplandece como oro labrado; las cabezas, en cambio, son como un arcoíris: rojo, negro, amarillo, azul, en fin, los siete colores; las caras enseñan sus dientes simultáneamente, cuando miran para todos lados. Dicen que sus ojos carecen de pupilas, y en lugar de ellas se nota un fuego en movimiento continuo, un fuego que no se extingue, un fuego que parece querer salir afuera para incendiar lo que encuentre en su camino.        

            Ninguno sabe dónde vive; no obstante, se dice que mora en un hermosísimo bosque, dicen que hacia el cerro de Yaguarón; ahí está de guardia para que ninguno entre. Dicen que allí no hay árbol que no dé frutos. A un costado hay una loma mágica, cuyas faldas bordea un límpido manantial: dicen que en ese sitio el Lagarto Jaguar se alimenta. Pues se dice que en esa colina maravillosa borbotea una miel silvestre intensamente dorada, que solo para él colocó allí su Amo, y este no es sino el mismo Demonio. Cuentan que esa miel brota solamente cuando el Lagarto Jaguar tiene hambre: al hartarse, vuelve a cerrarse el manantial de miel.

            Cuando se escuchan sus rugidos, tiembla la tierra y se desmoronan piedras de la cima del cerro: ello ocurre si hay amenazo, está al caer la lluvia y se levanta un oscuro viento fuerte, en el centro del cual dicen que viene el propio Demonio.

            Y dicen por último que a nadie le es dado mirar al Lagarto Jaguar; y si acaso existe alguno que lo hace, de inmediato queda ciego, sin volver a ver la luz hasta morir.

 

 

MITOS - GUARANÍ

 

            7. AO AO REHEGUA

 

            Ao Aópe ndajeko Mba'epochy voi ombou raka'e yvy ape ári, ha upéicha rupi ha'e ndaikatúi voi heko porãvo. Hague vai guasu ndaje, ojogua nunga ovechápe, ha ipyapẽakua; ipuku voi ku cháiraicha la ipyapẽ. Okaru ndaje kritiáno ro'óre, ha la oporojuka hagua oiporu ipyapẽ, upévape omongu'i ojuhúva hapépe. Hasy voi jajesalva haguãichugui, otopa porãrõñanderehe. Rei voi jaikese yvyguãpe terãjajupise yvate mba'e chugui. Ka'aguy mbytérente voi ndaje ovy'a, ha ha'e oikohápe ndoikéi voi tymba ka'aguykuéra. Ha sapy'ánte, iñembyahyipa jave ichugui ita'yrakuéra ndaje, osẽmbaite hikuai tekoha rehe ohekávo ho'u va'erã. Upéicha jave, mava ojuhu raẽva rapykuérintema ojepota hikuái, opersegi omokane'õmeve. Ha péva ojupiséramo chuguikuéra yvyra rakãre, lo Ao Ao oñemongora hese ha sapukái pópe ojo'óma la yvyra máta, ha sapy'aitépe ombohapo soro. Ha ho'ávo ikorapekuéra la próhimo, ojopãma hikuái ichupe ha pya'e pya'e oñomboja'opámane katu hese hikuái. Ha upéicha ãga ojapopa porãrire la ikalaguíchi hikuái, oje'ói jey hekohapekuéra, okañymba.

            Ao Aógui ndaje ikatu jajesalva jajupíramo chugui pindo mátare añoite. Oikéramo pindo guýpe ndaje, ikangypáma, ndaikatu véima ojo'o. Pe yvyra ningo tuicha ikurundu, ha oime mba'erepa: ymaite Ñandejara oikovépe voi ndaje heta mba'épe ideprovécho raka'e chupe. Aipo Niño Jesú ojepersegíramo guare ndaje, Tupãsy omongaru raka'e chupe pindo aju rehe. Ha upéi Ñandejara ojejukátaramo guare, pe Semana Santa oñepyrũvo, pindo rogue reve avei oñehuguaitĩichupe. Ha ko'ãgaite peve ñande jaraha gueteri pindo ru'ãngue tupaópe, jahechauka haguãñamomba'e guasuha Ñandejára manongue. Umíva reheko pindo karai ipu'aka voínte mba'epochy rehe.

 

            8. BRUJA REHEGUA

 

            Bruja ndajeko oiko sieteha pegua memby kuña, ojorirepa onasévagui. Péva ndaje ogueronase voi peteĩpaje, ha ãga tuicha vove oikóma chugui la Bruja ha osẽoveve martekue ha viernekue, gállo osapukái mboyve. Oikóta vove chugui ndaje, ohóma hi'ãhápe okañy ha oñemoĩojepichy peteĩpohãivirtúvape. Upéi ãga ojepichypa porãrire, ojere la hógare ha oñemoĩoñe'ẽ, ha'etévaicha oñembo'éva: "¡pierda, pierda, pierda!" he'i ndaje ha oipe'a peteĩla hetyma ha ombojeko la parere. Upéi "¡pierda, pierda, pierda!" he'i jey ha oipe'a otroháma la hetyma ha ombojeko jey la parére. Ha upéicha avei ojapo la hãi rehe, ha upégui osẽma pytũmbyre oveve karape ha oho otenta icha'e'ỹhápe.

            Ha pyhare porãvove, ohóma lo Mba'epochy vy'ahápe oike, ha ojeroky hendivekuéra. Upéva ndaje oiko ñande kritiáno ikatu'ỹhápe voi ñaguahẽ, itakua terãtujukua rehe, ha vícho vaieta apytépe. Ha opávo la ivy'akuéra ndaje, osẽhikuái chalaikue upegui, lo aña oñokarãi ha ojosu'úgui voi la ovy'a ha ojerokypa jave ojoapytepe hikuái.

            Upégui osẽvo ndaje, la Bruja ohóma oporomondýivo. Ha oĩramo ichikokue ndaje, oho opersegi upévape. Péva ndaje osẽmítaramo ovy'a hapichakuéra ndive, la Bruja ohóma henonderãomoĩyso hamba'e la ijaópe, terãkatu tatapỹi isapatúpe. Ha osẽjepemaramo ichugui, oho oheka chupe káda óga. Ãga ojuhu vove, ojapo hese inéva memete. Omoĩy ikáñape, omokañy chugui ipláta, omotĩỹramo omoñorairõhaguãhapicha ndive.

            Upéicha oñemotie'ỹjave hína ndaje, la Bruja mokõi mba'égui okyhyje: kuimba'e kalsonsillo ha espéhogui. "ga ohechahápe ko'ãmba'egui ndaje, katuete ojere, noguahẽi. Ha oĩramo ojapíva chupe kalsonsillope ohasakuévo ndaje, katuete ho'a.

 

            9. TEJU JAGUA

 

            Teju Jagua ndajeko siéte iñakã, jaguarete meméva, ha hete katu teju ndetuichapa jepéva. Ijape hatã, ipyko'ẽmba, ha omimbi ojo gua órogui ijapopyrépe. Iñakãnguéra katu ndaje, Arca de Noéicha, oi pytãva, hũva, sa'yjúva, hovýva, opáichagua kolor oĩ, ha

hãimbiti joa omaña ágotyo pégotyo hikuái. Ndahesa'ỹiri ndaje. Hesa reínte. Hendaguépe ojekuaa tata mymýi ogue'ỹva, ha ha'etévaicha osẽtava okápe omyendypa ojuhúva guive hapépe.

            Mavave ndoikuaái mamópa oiko. Katu oje'e hese oikoha peteĩka'aguy iporãitereívape, aipo Jaguaron sérro gotyo, ha upépe ha'e oguardia ponoike mavave oike. Upépe ndaje ndaipóri yvyra hi'a'ỹva. Ha ijerepe oĩpeteĩyvy kandu paje, ysyry potĩakãári, ha upépe Teju Jagua okaru. Upe yvy kandu pajégui ndaje opupu eirete sa'yju asýva, imba'erãvoi omoĩva chupe huvicha upepe. Ha upéva ndaje Añaite voi. Ha pe eíra ndaje opupu ha'e iñembyahýi javénte. HyguatãTeju Jagua ha oñemboty jeyma la eíra kua.

            Sapy'ánte oñehendu oguahúramo, omboryryipa yvy, ombojaparo ita hamba'e, péicha ku amenáso oky pota jave hína. Ha upei opu'ãma yvytu atã, umi hũva, oje'éva imbytépe ouha Añaite voi.

            Teju Jagua rehe jeko ndaipóri yvypóra omaña va'erã. Ha oiméramo sapy'ánte ojapóva, uperire opytáma ndohechavei. Pytũguãpema oiko omano meve.

 

 

 

LEYENDAS - ESPAÑOL

 

            7. DEL COLIBRÍ

 

            Entre todos los pájaros, el colibrí es el más pequeño y el más hermoso que Dios creó. Al solo mirarlo se nos alegran los ojos, sobre todo cuando vemos al sol caer sobre sus plumas, de tal modo que pareciera reflejar todos los colores del arco del cielo.

            Dicen que fue Nuestro Señor mismo el que lo bendijo por separado, aparte de todas las demás aves. Y es por ello que muchas lo envidian. Y como el Diablo es el mayor de los envidiosos, cuando vio el gracioso y rápido vuelo del colibrí, se preguntó por qué sólo Dios pudo haber hecho semejante pajarillo, y se propuso a toda costa hacer uno igual. Mucha confianza se tenía el Demonio; desde luego, él también era de mucho poder.

            Ya muy entusiasmado, un día el Diablo observó atentamente al mainumby y se puso a trabajar, a fin de crear su propio colibrí.

            El mainumby, según es sabido, tiene un pico fino y alargado: el Diablo le puso al suyo un pico igual. El colibrí resplandece: el diablo emplumó también a su colibrí para que el sol se reflejara en él.

            Una vez que creó su mainumby, el Diablo lo miró bien y dijo que, desde luego, la labor de Dios resultaba torpe comparada con la suya. Dicen que luego lo llevó a un descampado para hacerlo volar. Pero entonces, al soltarlo, cayó su picaflor. No volaba; en vez de ello, dicen que se vio saltando en el pastizal un animal pachorriento y verrugoso: ese fue el sapo originario, que le salió al Diablo cuando quiso hacer un colibrí.

 

            8. DEL KARÃU

 

            Karãu era un mozo fiestero y danzarín, que se enamoró perdidamente de Yerutí, una joven cuya belleza era parecida a la flor del mburucuyá. Cierta noche él fue a una alegre farra en una Compañía de la comarca, adonde también acudió Yerutí. En plena fiesta, mientras el joven bailaba con su pretendida, se aproximó un arribeño advirtiéndole que su madre estaba muy enferma. Karãu sólo le respondió: “Hay tiempo para llorar”, y siguió bailando con la muchacha; ella, entonces, le dijo que acudiera cuanto antes a sentirle a su madre, pero él le contestó que no iría mientras ella no aceptase huir con él.

            Amanecía cuando Yerutí le dijo a Karãu que iba a concederle lo que quería; en el momento en que se fugaban, apareció de nuevo el forastero, diciéndole esta vez que su madre ya había muerto, sin ver al hijo y que, lamentándose, con el último suspiro, lo maldijo.

            En tal momento, Karãu vio salir fuego de la caja de las guitarras, y la luz que hasta ese momento alumbraba con fuerza, comenzó a languidecer. La miró a Yerutí vio que debajo de sus vestidos también brotaban llamaradas; se frotó los ojos, y vio que sus dedos iban curvándose como garras de pájaro, y tocándose el cuello, lo encontró hecho un colchón de plumas. Igualmente, de los pechos de Yerutí brotaron plumas grises y los brazos se le convirtieron en alas. Salieron ambos afuera para huir, y al hacerlo, se dieron cuenta de que ya volaban. ‘Al parecer ya somos pájaros’, dicen que se dijeron: eso exaltó su miedo y dieron en batir las alas con mayor ímpetu, y viento agudo detrás, que asimismo extinguió las lámparas de la fiesta que aún estaban encendidas. Karãu se dirigió al poniente, y Yerutí hacia donde sale el sol.

            Algún tiempo después, se vio por primera vez un pájaro que salía cada atardecer al cabezal de los esteros, lamentándose largamente, como agobiado por una profunda tristeza. Así Dios lo castigó a Karãu por no haberle hecho caso a su propia madre. Yerutí, convertida en ave, nunca volvió a encontrarse con Karãu. Y si por un acaso se topan uno con otra, no se reconocerán.

 

            9. DEL CARACOL PADRE

 

            Después de formar el mundo, Dios creó los animales de distintas especies para que poblaran la tierra, cada cual con su pareja.

            Al final, dio vida a los seres más despaciosos del mundo: el Caracol-padre y la Caracola-madre. Les puso un caparazón, que era casa, vestido y adorno a la vez, conchas de uno o varios colores, que se encuentran en la rama de los árboles o a la orilla de arroyos y ríos.

            El Caracol-padre y la Caracola-madre, aunque se divisaron desde un principio, tardaron mucho en llegar el uno junto a la otra. Un día, felices de encontrarse, se quedaron a vivir juntos a la orilla del riacho donde habían nacido. Un tiempo después, la Caracola esperaba un hijo. El Caracol trabajaba constantemente para que su familia no pasase necesidad. Recolectaba o cazaba algo todos los días, almacenando para el tiempo frío una parte de lo recolectado.

            Cuando la esposa notó que pronto iba a dar a luz, le pidió a Caracol que fuese a buscar una comadrona en el pueblo más cercano.

            Desde que emprendió el viaje, en la casa no se supo más nada del Caracol-padre. Su esposa se preocupaba más de él que de sí misma. Todos los días sala a mirar el camino por donde esperaba ver llegar al marido.

            Luego de mucho tiempo, alguien más estaba preocupado por la ausencia prolongada de Caracol, y decidió el también salir a buscarlo: era el Caracolito quien, después de cumplir sus primeros años, iba al encuentro de su padre, que ya estaba llegando con la partera que había salido a buscar. Había sido que el niño ya había nacido cuando el Caracol, yéndose, apenas transponía el portón de la casa.

 

            10. DE LA PEREZA

 

            Dicen que antiguamente El Haragán tenía casa propia, donde vivía con sus hijos y su mujer; sin embargo, no quería hacer cosa alguna y únicamente deseaba comer comida rica. De noche dormía y de día se tendía; no tenía ganas de salir, aunque fuese a recoger oro. Dicen que más tarde, poco a poco, se hartaron sus parientes de aquella manera de ser suya; pues se acobardaron y empezaron a abandonarlo uno a uno al Haragán. Principiaron los hijos, el más resuelto por delante, y por último su propia esposa. Y dicen que pronto se quedó solo y su alma dentro de la casa, tendido en su lecho cuan largo era, parecido a una calabaza.

            Dicen que había un gran árbol de guavirá detrás de la casa del Haragán. Y añaden que él miraba el árbol lleno de frutos maduros. No obstante, no tenía ánimo, de puro haragán, para levantarse a arrancar los frutos que estaban arriba, ni tampoco quería agacharse a recoger los que habían caído. Entonces, dicen que, pasó por ahí un arribeño; aprovechando la ocasión, el Haragán le pidió que le hiciera el favor de llevarlo, con catre y todo, bajo la fronda del guavira; dicen que el forastero asintió, lo llevó y quedó ahí el Haragán, bocarriba.

            Quedó así, abriendo la boca, a fin de comer los frutos que cayesen directamente a sus labios.

            Dicen que después, cuando se ponía el sol, vinieron pajaritos en bandada a comerse los guavirá; y El Haragán deseó entonces que las avecillas le echaran los frutos a la boca, abriendo aún más las quijadas con tal propósito; en ese momento dicen que uno de los pájaros alivió sus intestinos, soltando el excremento exactamente en la boca del Haragán. Nunca se supo si El Haragán, finalmente, tragó la inmundicia o alzó la cabeza y la escupió.

 

            11. DE LOS TESOROS ENTERRADOS O "ENTIERROS"

 

            Dicen que los tesoros bajo tierra comenzaron a ocultarse durante la Guerra Grande, para que no cayeran en manos del triple invasor, que entró a devastarnos. Dicen que cuando ya estaban muy mal las cosas, las gentes fueron juntando las pocas joyas de oro y plata que poseían, como ser anillos, materos de plata repujada, cadenas, bombillas, cucharas y demás, metiéndolas en un recipiente, que metían debajo de la tierra.

            Después, una vez que se acabó la contienda, hubo muchos que ya no pudieron sacar lo que habían ocultado, y en consecuencia, en buena parte del país son famosos los "entierros", cuya búsqueda se mantiene hasta hoy, y desde luego, existen innumerables relatos referentes a estos tesoros. Dicen que no se va a salvar el dueño del tesoro que falleciera antes de desenterrarlo él mismo. Por eso, Dios envía su alma de vuelta a la tierra, para que lo entregue a alguien de su afecto. Solo así purgará sus pecados e ingresará en el cielo; dicen que por dicha razón, en el lugar del entierro anda sin falta el fantasma del difunto dueño, manifestándose ante nosotros los aún vivientes, y buscando a quién de nosotros le va a conceder la fortuna de encontrar el tesoro. Una vez que halla alguien que le parezca el merecedor, se hace ver de múltiples modos, tanto en la vigilia como en el sueño, como conduciéndolo de un cabestro hasta el sitio exacto donde está enterrada la plata. Si es que hay amenazo y ya caen los primeros goterones de lluvia, dicen que en el suelo, alrededor del tesoro, se escucha el sonido de soldados en marcha, tiroteos, alaridos, ruido de bultos que atraviesan el pastizal o la espesura, y además se distinguen luces y llamaradas, vale decir que se oye de nuevo todo el estruendo de nuestra Guerra Grande. Y dicen que el fragor y las iluminaciones son hechos por el propio dueño del tesoro, cuando ya encontró aquel a quien quiere entregárselo. Por eso, no deben temer quienes escuchan tal estrépito, sino que es necesario que vayan a contarle a un cura, y este le dirá qué se puede mandar hacer en favor de esa ánima, ya sea misa, rezo o novena.

            Después de hechas algunas de estas acciones piadosas, el fantasma se llama a silencio, y aquel a quien ha elegido puede ir tranquilo a desenterrar lo que será suyo.

 

 

 

LEYENDAS - GUARANÍ

 

            7. MAINUMBY'I REHEGUA

 

            Mainumby'ínte voi ningo guyrakuéra apytépe michĩve ha iporãveva. Ñamaña haguénte voi hese ha'ete ombohorýva ñande resa, jahecháramo hína pe kuarahy ho'a ijape rehe ha upéicha jave ha'ete hetaiterei ikolórva, ku "Arco de Noéicha". Ñandejára voi ndaje ohovasa raka'e chupe apartete, yma omboútaramo guare animalkuéra ko yvy ape ári. Ha umíva rehe oĩvoi raka'e oñemyakate'ỹva hese. Ha la Aña ningo ñemyakate'ỹruvicha voi, ha ha'e ndaje ohechámaramo la mainumby michĩmi, imbarete ha ichúko oveve hi'áripi, he'i voi ipy'ápe mba'éichapa la Ñandejárante ojapóta upeichagua guyra'i. He'i voi la ha'e ojapóne haguãkatuete avei la guyra upeichagua. Ojerovíango ijehe avei la Demóño, si ha'éngo tuicha omanda aveípy. Upéi ndaje Aña iñakãrakúma voi, ha peteĩarape oguapy ojapóvo la imainumbyrã. Omaña porãla mainumby'i rehe, hi'ãgui osẽchupe la upeichaguaite. Ojapo ndaje la imainumby, ha heterãgui raẽvete oñepyrũ. Mainumby'i ningo ipíko po'i asy ha ipuku. Ojagarra avei Aña omoĩipikorãupeichaguaite la imainumbýpe. Mainumby'i hague vera asy. Ha ha'e ombohague avei la imainumby, kuarahy ho'a haguãicha hese.

            Ojapopa porãrire la imainumby ndaje, omaña hese Aña ha he'i voi la Tupãrembiapokue vyroiteha hovái. Upéi ndaje ogueraha peteĩñúme omboveve hagua la iguyra. Ha upepeje, opoívo chugui, ho'a jey yvýpe la imainumby, nda'ipepói. Upéi omaña hese ha ohecha hũvera la iguyra, ni nda'ijajúrai, ha kuátro ipy. Oveverãngue ndaje opopo ohóvo la kapi'ipépe peteĩanimal nepachorréntova, korócho guasu. Ha upéva la kururu ypykuete raka'e, osẽva'ekue Añáme ojaposeha rupi mainumby.

 

            8. KARÃU REHEGUA

 

            Oiko ndajeko ivállepe yma peteĩmitakaria'y akãhatã, Karãu oje'eha. Iñakãraku ndaje peteĩmitakuña porã, Jeruti hérava rehe, ha upéva ndive, oikórõjeroky hamba'e, ojotopa mimi voi hikuái. Ha upéicha ndaje peteĩpyharépe oiko jeýma ra'e peteĩvy'a guasu, ha mokõivéva ojotopa jeýma upépe.

            Karãu ndaje ombojeroky la mitakuñáme hína, ha upéi hypy'ũve jave la vy'a, oguahẽpeteĩmombyrygua he'íva Karãume isy oimeha hasyete. Ha'e ndaje oguerokañyse hína ra'e la mitakuñáme, opávo la baile, ha upévare nopenaguasúi voi la arrivéño oúva hendápe rehe. "Hay tiempo para llorar" he'ínte voi ndaje chupe ha ojere jey ojeroky. Upémari ndaje Jeruti he'i la ichíkope oho haguãohecha la isy, hakatu Karãu he'i chupe ha'e okañýtarõhendive mante ohotaha.

            Upéi ndaje ko'ẽmbotávoma, Jeruti he'i sapy'a Karãume ome'ẽtaha chupe la hembipota. Ha osẽvo hikuái la bailehágui oñondive ndaje, oñemboja jey la arrivéño Karãu rendape ha oñe'ẽjey chupe. He'i ndaje chupe la isy omanomaha, ohecha'ỹre la imembýpe, ha upevakuére hetaiterei oñembyasy ha omaldesi hague ichupe omano mboyve. Ha he'ipávo upéva la arriveño ndaje, Karãu omaña la músiko rehe ha ohecha osẽtata rendy vaicha la mbarakágui. Ha la lu hendy porãva'ekue hína ndaje ohesape kangyve ohóvo. Ojere ndaje omañana Jeruti rehe, ha ohecha isái guýgui osẽavei tata. Ojehesa kyty kyty ndaje, ha omaña jeývo ijehe, ohecháma la ipysapẽipukueterei, ojogua umi guyra pysapẽme. Upéi ndaje opoko la ijajúra rehe ha ojuhu ikochima haguepa avei, guyra rague la osẽmbáva hese. Ha omaña ndaje Jeruti rehe, ha ohecha upéichante avei haguepaite, hete, ijyva, ipyti'a umíva. Upévo ndaje osẽmokõivéva okápe, odipara haguãicha hikuái. Ha odiparávo ndaje, oveve rokýma hikuái. "Péicharo piko ñande guyráma" he'i ndaje ojupe hikuái, ha upévaguinte vaicha la oñemondyive ha hatãitereíma oveve hikuái. Upéi ndaje ho'a peteĩyvytu atãhapykuerepekuéra, omboguepáva la lámpara hendy va'ekue gueteri hína.

            Ha upe guive ndaje mavave ndoikuaavéi mba'eve Karãu ha Jerutígui. Katu uperiremínte ojehecha ypy upérupi peteĩguyra hũ, osẽva káda ka'aru la estéro akãme ojahe'o puku, ha'etévaicha imba'e mbyasyetereíva. Ha upéva rehe oje'e la Karãu hague, upéicha Tupãokastiga hague ichupe isy rehe nopenái hague rehe. Ha upévagui avei ndaje oipe'a chugui hembirekorãngue, Jeruti; ichugui oiko avei guyra ha upe guive ndojotopavéi hikuái. Ha oime va'erãngo ojotopárõjepe, ndojokuaavéima hikuái.

 

            9. JATYTARU REHEGUA

 

            Ñande Ru, ojapóramo guare ko yvy, ombou opáichagua vícho, peteĩteĩ, mácho ha kuñáva: Ombou guyra, jaguarete, vaka, panambi; ha umíva pa'ũrupi, iñakuãva, oikóva yvyra rakãre, ho'ytáva, yvýre osyryrýva ha opáichagua. Ha ombou avei heta vícho imbeguetereíva.

            Ha umía apoha rupi, Ñande Ru ojapo avei jatytápe, ha ojapo chupe hembirekorãavei. Mokõivevape ombyape atã, ijehe voi oguereko haguãhoga'i ijeguakapáva.

            Ha vy'apópe oiko rire jatyta hembireko ndive, peteĩyakãguasu rembe'ýpe, oúma kuñáva ipuru' a. Túva katu ovy'aiterei ha akói kyre'ỹme omba'apo, ani haguãuperire hembireko terãta'ýra ohasa asy.

            Upéi katu, peteĩpyhare hembireko hasýma imemby haguãicha, ha pya'e jatyta ojeprepara oho la partéra reka.

            Ha hi'areterei ndaje jatyta. Oho ndouvéi. Ha la hógape mavave ndoikuaái mba'épa oiko chugui.

            Ha upéi ndaje, la ita'ýra, tuicha riréma, osẽoho oheka itúvape. Ha ndaje oñugueitĩhendive ou hína, namombyrýi hogakuéragui. Nimbo jatyta, hóga porton ohupitýrõguarã, onaséma raka'e la mitã.

 

 

            10. ATE'ỹREHEGUA

 

            Ymáje Ate'ỹhembireko ha hóga raka'e ha oiko ta'yrakuéra ndive. Ha'e mba'evete voi ndojaposéi ha ho'use hekuete. Pytũha oke ha arakuépe oñeno: ni óro mono'õvo ndohoséi mamove.

            Upéi ndaje mbeguekatúpe ikuerái sapy'a ohóvo chugui ihentekuéra. Oakovarda chupekuéra ha oñemoĩoheja peteĩteĩAte'ỹme hikuái. Ijypyrãoho ta'yrakuéra, umi imbaretemíva guive, ha upéi hembireko ave. Ha mbeguépe ndaje opyta Ate'ỹha'eñoite la ogakue guype, ojepyso puku hína andaícha, hupápe.

            Oĩndaje peteĩguavira máta guasu la Ate'ỹróga kupépe. Ha omaña ndaje ha'e hína ha ohecha la guavira aju henyhẽte upépe. Hakatu ha'e noñanimái, ate'ỹgui, ojupívo oipo'o la yvate oĩva, ha ndojaivyséi avei ombyaty la ho'a va'ekue. Upéi ndaje ohasa peteĩarrivéño upérupi ha upévape Ate'ỹojerure oguenohẽmi haguãchupe ikátre reve la

guavira guýpe. Oguenohẽndaje chupe ha Ate'ỹopyta oñeno hína ovayvávo upépe. Oñemoi ndaje ojejurupe'a, ho'u haguãla guavira ãga okúiri ijurúpe.

            Upéi ndaje ka'aruete ou joa guyra'ikuéra ho'úvo la guavira, ha Ate'ỹme hi'ãasy umíva omongúi chupe ijurúpe la guaivira'ami. Ha tuichave oipe'a upémarõla ijuru. Hakatu ndaje upévo peteĩguyra'i oñembovevúi, ha kavalete opoi la Ate'ỹjuru rovái ha oho voi ho'a ikuaitépe.

            Ha upéva ndojekuaavéima Ate'ỹpa omoko raka'e, pono oñakãrapu'ãondyvu haguã, terãpa nahániri.

 

            11. PLATA YVYGUY REHEGUA

 

            Pláta yvyguy ndajeko oñeñotỹypy raka'e yma Gérra Guasúramo guare, pono oñentrega umi kamba ou va'ekue ñanerundívope. Ivaipaitémaramo la pórte ndaje, ombyaty aty lomitãpéicha oguerekomíva, oroguiguáva guive, kuãirũ, ka' ygua, kadéna, vombilla, kuchára hamba'e, omoingepa mba'yrúpe ha oñotỹyvyguýpe.

            Ha upei, ohasa rire la ñorairo, heta oĩnoguenohẽveimava la hemiñotỹngue ha upevakue opyta herakuãopárupi la pláta yvyguy, ha avei ojeheka ko'ãgaite peve. Heta ningo káso oñemombe'úva pláta yvyguy rehegua. Upéva ndaje la pe iñotỹhare omanóramo oguenohẽve'ỹre la plata, ndojesalvái. Ha upévare Ñandejára ombou jey chupe yvy ári ome'ẽhagua la hemiñongatu peteĩha'e ome'ẽsehape; upéicharamo mante ipiro'ýta opytávo. Ha upévagui ndaje la plata oĩhápe, ipóra katuete, pe ijarakue oñeñanduka la ñande jaikovévape, oheka oikóvo mávapepa ome'ẽta. Ojuhu vove la ome'ẽseha ndaje, ojehechauka chupe opáichavo, ipáype térãiképe, ha upéichape oisambyhy chupe la pláta oĩhaite peve. Okýta hamba'eramo ndaje, la pláta yvyguy jere rehe ñahendu soldádo pyambu, hasẽva, hendýva, oñoha'ãva, sapukái ha sororo. La yma gérraramo guare oiko va'ekue, ñahendupaite jevy. Ha umíva ndaje la pláta járante ojapo, ojuhúgui la ha'e ome'ẽsehánte. Upévagui, la umi mba'e ohendúva, ndokyhyjéi va'erã. Oho va'erãomombe'u pa'ípe, ha péva he'i va'erãichupe mba'épa ikatu ojapoka la ánimare, péicha mísa, ñembo'e térãnovéna.

            Umícha mba'e porãojejapoka rire la ánimare ndaje, opaite la póra, ha la pe ijararãohóntema oguenohẽla imba'erã.

 

 

 

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