HARTAZGO VERSUS APARATO
Por ALFREDO BOCCIA PAZ
@mengoccia
No discuto su capacidad, solo defino a un grupo de electores que igual votaría al Pato Donald, si este fuera el candidato colorado. Creo que mañana estarán frente a frente el hartazgo y el aparato de la ANR.
Entre ambos candidatos no hay distancias ideológicas extremas ni programáticas. Se distancian en matices –enfoque de la salud pública, negociación de Itaipú, por ejemplo– o en temas puntuales, como la futura relación con China Continental, la tarifa energética y el énfasis en el combate a la impunidad. Estas diferencias fueron tan poco dramáticas que casi nadie echó en falta la ausencia de un mísero debate presidencial.
Sin embargo, lo que está en juego puede constituirse en un hito histórico significativo. Estará en discusión una de las anomalías más extrañas de la política paraguaya: el asfixiante predominio colorado. No es normal ni saludable que un partido esté en el poder durante siete décadas, salvo el hiato luguista.
En el continente, este fenómeno solo es comparable al del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que gobernó México de 1930 a 2000. Un partido determinaba el curso de la economía, las instituciones y la sociedad a lo largo del siglo XX. Esa concentración del poder afectaba al pluralismo y la participación hasta el punto que, en 1990, Mario Vargas Llosa la calificó como “una dictadura perfecta”, caracterizada por la permanencia, no de un hombre, pero sí de un partido que es inamovible. También se podría traer a colación al gobierno socialista de Cuba, pero el contexto es distinto porque allí no hay elecciones.
Lo nuestro es contundente: el partido político mayoritario del país es el Colorado. Podemos decir que las elecciones de la dictadura eran fraudulentas, pero no se puede negar que Stroessner tenía un respaldo popular. En el periodo democrático iniciado en 1989 la ANR ha ganado seis de las siete elecciones realizadas.
Lo notable es que no somos un éxito como país, para explicar tanta mayoría. Nuestros hospitales, nuestras escuelas, nuestra infraestructura, nuestra institucionalidad son de las peores de la región. Paraguay tiene mala imagen internacional por la corrupción y la impunidad.
La ANR tiene una cifra absurda de afiliados: más de 2.600.000 en un país con un padrón electoral de menos de 4.800.000. Sin embargo, Mario Abdo venció en el 2018 con 1.200.000 votos. ¿Un partido con más afiliados que votos? Eso solo se explica por la necesidad de sobrevivir.
Hay tres o cuatro generaciones de paraguayos que saben que para conseguir un empleo público es mejor ser colorado. Esta perversa confusión entre los roles del Estado y los del partido de gobierno es tan antigua que fue naturalizada y continuó en todas las estructuras estatales. Aclaro aquí que el clientelismo, por sí solo, no puede explicar la supremacía colorada. También hay cuestiones históricas muy antiguas, claves culturales y una crónica inutilidad opositora.
Este modelo cruje por viejo. El cierre de campaña colorada tuvo reminiscencias de stronismo, con funcionarios públicos arreados y discursos que apelaban a “no patear tu olla”. Igual, ese aparato electoral impresiona. Es disciplinado y fanático, aunque con menos plata que antes.
Enfrente hay una oposición multiforme que apoya a un liberal resiliente, al cual la historia le deparará mañana una dicotomía. O recorrerá el camino de Domingo Laino, quien perdió tres elecciones, o el de Fernando Lugo –con el hoy incómodo recuerdo del voto de Efraín “por la condena”–, quien rompió efímeramente la hegemonía colorada. Mañana sabremos si el hartazgo ciudadano puede más que la dictadura perpetua paraguaya.
Fuente: ULTIMA HORA (ONLINE)
www.ultimahora.com
Sección OPINIÓN
Sábado, 29 de Abril de 2023
ENLACE INTERNO A ESPACIO DE VISITA RECOMENDADA
EL IDIOMA GUARANÍ, BIBLIOTECA VIRTUAL en PORTALGUARANI.COM
(Hacer click sobre la imagen)
ENLACE INTERNO A ESPACIO DE VISITA RECOMENDADA
(Hacer click sobre la imagen)
ENLACE INTERNO A ESPACIO DE VISITA RECOMENDADA
(Hacer click sobre la imagen)