LA CRISIS DE 1873
Por WASHINGTON ASHWELL
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聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 LA RECUPERACI脫N ECON脫MICA聽
El ritmo expansivo de la recuperaci贸n de las actividades productivas se traduc铆a en el aumento progresivo de las exportaciones, el mayor abastecimiento del consumo interno con bienes de producci贸n local, y la intensa actividad del comercio en sus diversos niveles. La actividad econ贸mica giraba en torno a la producci贸n de bienes para el consumo local, y para los mercados externos, la importaci贸n de art铆culos manufacturados, y la exportaci贸n de productos primarios, entre los cuales la yerba, las maderas, los cueros y el tabaco constitu铆an los rubros principales.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Para la gran mayor铆a de la poblaci贸n, la agricultura fue la fuente principal de ocupaci贸n y de subsistencia. El 谩rea de los cultivos se expand铆a a帽o tras a帽o. Las cosechas se suced铆an y aumentaban. Con el impulso de la inversi贸n extranjera, la ganader铆a intensificaba sus explotaciones para aprovechar el agudo d茅ficit del abastecimiento interno y el precio favorable de la carne. La firme demanda externa de yerba y maderas, estimulaba el aumento de la producci贸n y el intenso laboreo de los bosques. El sector forestal era de los m谩s activos, superado s贸lo por el comercio de importaci贸n, que era el m谩s pr贸spero. Para el desarrollo de sus actividades, los importadores contaban con el apoyo del cr茅dito externo. Las facturas de las importaciones tra铆an normalmente plazos de 30 a 90 d铆as para sus pagos. Con este medio, se financiaba gran parte de la fase mayorista de la comercializaci贸n interna de las mercanc铆as importadas.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Las importaciones manten铆an un nivel superior al de las exportaciones. La diferencia se cubr铆a con los pagos de las intendencias de los ej茅rcitos de ocupaci贸n y el ingreso de capitales que llegaban al pa铆s para el financiamiento de actividades productivas y comerciales. La planilla de pagos del ej茅rcito brasile帽o era de aproximadamente 30 mil libras mensuales, y la del ej茅rcito argentino de unas 10 mil libras por mes. La llegada de los pagadores de ambos ej茅rcitos era aguardada con ansiedad en la plaza. El ingreso de capitales no era un flujo masivo, de grandes partidas, sino una corriente de peque帽os y medianos caudales que tra铆an los inmigrantes, artesanos, ganaderos y comerciantes para financiar sus emprendimientos y negocios. El ingreso de grandes capitales o de empresas mayores era la excepci贸n.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Aun cuando la tendencia general de la econom铆a era ascendente, lejos estaba de un nivel de prosperidad y de abundancia. Las oportunidades para los negocios y las inversiones eran m煤ltiples. Los m谩rgenes de las utilidades del comercio eran alt铆simos. Hab铆a as铆 grupos y sectores que acumulaban y se enriquec铆an. Los m谩s activos y pr贸speros eran los antiguos proveedores de los ej茅rcitos aliados que se hab铆an radicado en el pa铆s y establecido casas de comercio y explotaciones ganaderas y forestales. Pero la mayor铆a de la poblaci贸n se debat铆a en un precario nivel de subsistencia. La situaci贸n de la capital y de las ciudades mayores del interior, donde se concentraban las actividades del comercio mayorista, era m谩s pr贸spera, mientras que en las 谩reas rurales, donde se hab铆a refugiado la inmensa mayor铆a de la poblaci贸n, la desocupaci贸n involuntaria y la pobreza generalizada eran la caracter铆stica saliente.
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聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 EL DETERIORO FISCAL聽
En el sector p煤blico, las dificultades de pagos no encontraban una soluci贸n satisfactoria. A pesar del aumento de las rentas de la aduana en casi el duplo,1 el desequilibrio entre recursos y gastos tend铆a a acentuarse. La memoria del Ministerio de Hacienda, del a帽o 1873, hizo el siguiente relatorio del deterioro acumulativo de la situaci贸n fiscal:
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "... A fines del mes de noviembre de 1871, deb铆a el Gobierno la importante suma de 1.800.000 pesos fuertes. (...) Las entradas de toda la Naci贸n, desde el 25 de noviembre de 1870 hasta el 31 de diciembre de 1871, suman la cantidad de 451.205.64 pesos fuertes. (...) El d茅ficit de este a帽o alcanzaba la cantidad de 597.791.77 pesos fuertes, lo que quiere decir que los gastos de la Naci贸n del tiempo indicado alcanzaron a 1.048.996.81 $fts. (...) Si se agrega a esa cantidad. . . el saldo de la cuenta del Gobierno Provisorio al 24 de noviembre de 1870, que asciende a la cantidad de $fts. 1.050.509.30, hallar茅is que para cubrir la cantidad 2.099.506.11 $ hab铆a tan s贸lo la cantidad a que ascienden las rentas de la Naci贸n y que... son 451.205.04 $fts; de modo que el importe de la Deuda Nacional al 31 de diciembre de 1871 asciende a 1.648.301.07 patacones".2
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 La insuficiencia de recursos fiscales originaba fuertes presiones negativas sobre el fr谩gil mecanismo monetario y, especialmente, sobre la liquidez del comercio que abastec铆a las necesidades del Estado. Los atrasos en los pagos eran continuos. El Ministro de Hacienda no vislumbraba otra soluci贸n que no fuese "la desamortizaci贸n completa de los bienes del Fisco". Hab铆a que venderlo todo y a cualquier precio. Ese era el pensamiento dominante.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Por la falta de ingresos suficientes, la Tesorer铆a apelaba a recursos tales como la emisi贸n de papel moneda, el pago de sueldos con papel sellado que luego eran descontados en el comercio, y a los proveedores con vales de aduana, que pod铆an ser aceptados en el pago de los derechos aduaneros.3 La deuda flotante aumentaba continuamente, y no se anticipaban soluciones efectivas en un plazo m谩s o menos mediato.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 EL PROBLEMA MONETARIO
Si el problema fiscal que confrontaba el Gobierno era agobiante, m谩s lo era el vac铆o monetario que las nuevas autoridades deb铆an resolver. El sistema monetario de los L贸pez, basado en el monopolio oficial del comercio exterior, resultaba inaplicable. Deb铆a ser sustituido por otro que satisficiera las necesidades nuevas que el libre comercio exterior originaba.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Todo sistema monetario debe conciliar los requerimientos diversos del comercio interno y del intercambio exterior. En el comercio interior, las partes que celebran una compra-venta utilizan una misma moneda. Acuerdan el precio y el pago se hace con la moneda usada por ambos. En el comercio exterior, esa relaci贸n es diferente. Cada una de las partes usa una moneda distinta. El vendedor espera que se le pague en el dinero de su pa铆s. Y aun cuando al comprador le gustar铆a pagar con su propio dinero, en la pr谩ctica debe hacerlo en una moneda aceptada por el vendedor. Para satisfacer las necesidades de los pagos internacionales, cada sistema monetario debe ligarse con los de las dem谩s naciones, mediante un mecanismo de conversi贸n que permita el cambio de la moneda nacional a monedas extranjeras. La convertibilidad expedita de las monedas facilita los pagos y cobros en las transacciones internacionales, sin los cuales el libre comercio exterior no puede operar.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 El r茅gimen de monopolio de los L贸pez eliminaba o reduc铆a a un m铆nimo las necesidades de conversi贸n de la moneda nacional a monedas extranjeras. Como pr谩cticamente la totalidad de las importaciones y exportaciones las hac铆a el Estado, el intercambio exterior resultaba un trueque de mercanc铆as nacionales por mercanc铆as extranjeras. Las importaciones y las exportaciones no eran operaciones separadas sino partes de una misma transacci贸n que se compensaban mutuamente. Con esa modalidad, las necesidades de pagos en dinero se reduc铆an al m铆nimo de las diferencias de valores de las mercanc铆as intercambiadas. Y como las exportaciones corrientemente exced铆an a las importaciones, porque as铆 lo buscaba la pol铆tica comercial del Gobierno, resultaba siempre un saldo neto a favor del pa铆s. No hab铆a, en consecuencia, una demanda interna de monedas extranjeras para el pago de importaciones. Los saldos favorables del comercio exterior generaban un ingreso continuo de monedas extranjeras que s贸lo en cantidad limitada se destinaba a usos internos. En las transacciones locales, los pagos se hac铆an en billetes y monedas nacionales o en monedas extranjeras en la paridad y proporci贸n establecidas por el Gobierno. La mayor parte del excedente de monedas extranjeras se destinaba al financiamiento de los gastos del servicio exterior, de las importaciones de bienes de capital para las industrias del Estado, y al pago de sueldos de los ingenieros y profesionales extranjeros que trabajaban en las fundiciones, los astilleros, los aserraderos mecanizados y en los barcos de la marina mercante.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Con la apertura del pa铆s al comercio exterior, los requerimientos para el sistema monetario hab铆an cambiado radicalmente. El libre comercio divide y fragmenta el intercambio externo en un heterog茅neo conjunto de operaciones independientes de importaciones y exportaciones, aun cuando puedan existir importadores que sean a la vez exportadores. Cada una de las transacciones son realizadas y liquidadas separadamente. Surge con ello en el mercado local una oferta de monedas extranjeras que proviene de los cobros de los exportadores, y, por otra parte, la demanda originaba por las necesidades de pago de los importadores. La concurrencia de ofertas y demandas independientes y m煤ltiples determina un precio o tipo de cambio al que se compran y se venden las monedas extranjeras, a cambio de la nacional. La moneda extranjera se vuelve una mercanc铆a que es objeto de un intenso y activo comercio. El nivel de la cotizaci贸n cambiar铆a gravita sobre el intercambio exterior y en el resultado de la balanza de pagos. Una cotizaci贸n baja reduce el costo de las mercanc铆as importadas, y estimula las importaciones. Al mismo tiempo disminuye el beneficio de las exportaciones, lo que las desalienta. La suba del cambio, por el contrario, encarece las importaciones y aumenta el rendimiento de las exportaciones. Con esas influencias, la cotizaci贸n del cambio se vuelve un factor condicionante del comercio exterior. La oferta y la demanda de cambio quedan determinadas por el movimiento de la balanza de pagos, fuera de las preferencias y decisiones del Gobierno. El tipo de cambio ideal o de equilibrio resulta aquel que tiende a nivelar las importaciones con las exportaciones. La estabilidad cambiaria se convierte en una aspiraci贸n del comercio, y en una meta de la pol铆tica monetaria. Sus ventajas para el comercio son evidentes. Le permite el c谩lculo anticipado de los costos y precios de venta de las mercanc铆as importadas, y la cuantificaci贸n previsora de las ganancias buscadas. La inestabilidad cambiaria, por el contrario, produce incertidumbres y riesgos en las transacciones, dificulta las ventas y los contratos a plazo, desalienta el financiamiento crediticio en las operaciones internacionales, y obstaculiza el desenvolvimiento y la expansi贸n ordenada del intercambio exterior.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Con la nueva Constituci贸n, el Congreso qued贸 facultado para reglamentar el r茅gimen bancario y monetario del pa铆s. El inciso 5 del art铆culo 72 de la Constituci贸n estableci贸, entre sus atribuciones, las de "Establecer y reglamentar un Banco Nacional con el privilegio de emitir billetes", dejando librados a la decisi贸n de los legisladores los detalles de su organizaci贸n y funcionamiento. La f贸rmula que los nuevos dirigentes adoptaron para organizar el sistema monetario, era una adaptaci贸n del proyecto de los bancos emisores que V茅lez Sarsfield promovi贸 en la Argentina en 1863. Se trataba de un sistema similar al que imperaba en los Estados Unidos de Norteam茅rica, fundado en el principio de la pluralidad de los institutos de emisi贸n.4 Consist铆a en la habilitaci贸n de bancos autorizados a emitir billetes contra una reserva en monedas met谩licas equivalentes a la tercera parte del valor de la emisi贸n que realizaran. Las dos terceras partes restantes deb铆an quedar respaldadas por documentos comerciales con plazos no mayores de 180 d铆as. El sistema permit铆a diversas variantes: La de un banco emisor 煤nico o la de bancos m煤ltiples con privilegios iguales. En cuanto a la propiedad del instituto emisor, pod铆a ser del Estado, mixto o de propiedad privada.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Con este sistema, se esperaba poder dotar al pa铆s de una circulaci贸n interna de papel moneda que ser铆a convertible a su presentaci贸n en el banco emisor. Las emisiones responder铆an a necesidades efectivas del comercio y la industria. Los bancos operar铆an fuera de la jurisdicci贸n de la autoridad y las influencias del Gobierno, para evitar la presi贸n de las necesidades fiscales. En teor铆a, el esquema luc铆a razonable, aun cuando era de prever que la alta propensi贸n a las importaciones de la econom铆a nacional pudiera constre帽ir su liquidez, y dificultar la expansi贸n de sus operaciones. Con todo, en la pr谩ctica el esquema era irrealizable. La habilitaci贸n de tales bancos no depend铆a de la sola decisi贸n del Gobierno. Requer铆a la concurrencia de inversionistas dispuestos a prestar dinero al Gobierno para la integraci贸n del capital inicial del banco, o a arriesgar sus capitales y asumir directamente la operaci贸n de servicios bancarios en el pa铆s. Y tales inversionistas no exist铆an, seg煤n se pudo comprobar muy luego.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 El primer intento de constituci贸n de un banco emisor fue el acordado por el Gobierno con el Sr. Carlos E. Soto en abril de 1870. El Sr. Soto se comprometi贸 a establecer en la Asunci贸n un banco de comercio con el nombre de "Banco del Paraguay".5 A pesar de los privilegios que le fueron acordados, el proyecto no pudo concretarse, por la falta de capitales de su promotor. Obtenida la concesi贸n, el Sr. Soto trat贸 de interesar en el proyecto a inversionistas del R铆o de la Plata, sin mayores resultados.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Ante el fracaso de las gestiones del Sr. Soto, el Gobierno entr贸 en negociaciones con los corredores del primer empr茅stito ingl茅s, la firma Warring Hnos. de Londres, para que establecieran y operaran un banco de emisi贸n en la Asunci贸n. Para el efecto, el financiamiento de un Banco Nacional fue incluido entre las asignaciones de los recursos obtenidos con el primer empr茅stito negociado por intermedio de esa firma. De su producto se destin贸 la suma de 500.000 $f al capital del banco.6 Pero los hermanos Warring estaban interesados solamente en repetir el jugoso negociado del primer empr茅stito y recoger la ganancia r谩pida de la nueva operaci贸n. Asumir las responsabilidades tediosas e inciertas de un banco emisor en un lejano pa铆s, no entraba en sus prop贸sitos. A pesar de las promesas hechas, el nuevo proyecto tampoco pas贸 del 谩mbito de las buenas intenciones. No obstante los privilegios acordados7 y los emplazamientos posteriores,8 nada positivo result贸 de esa negociaci贸n. El nuevo empr茅stito se llev贸 a cabo, pero la idea del banco emisor qued贸 trunca. Otras prioridades absorbieron los recursos de los dos empr茅stitos, sin que quedara nada para el capital del banco.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Entre tanto, el mecanismo monetario en uso en el pa铆s era precario y fr谩gil. En la plaza circulaban un monto reducido de papel moneda, emitido por el Gobierno con promesas de rescate o amortizaci贸n, junto con una masa mayor de monedas extranjeras diversas, a las cuales se hab铆a fijado una relaci贸n de valores en funci贸n al peso fuerte nacional. No exist铆a ning煤n banco u organismo encargado de regular la emisi贸n y el cr茅dito. Tampoco se dispon铆a de ninguna clase de reservas que sirvieran de respaldo al circulante. El papel moneda era emitido como un t铆tulo de la deuda p煤blica que deb铆a ser redimido, antes que como una moneda destinada a circular indefinidamente como medio de pago. Las emisiones resultaban exclusivamente de las angustias y los apremios fiscales, sin ninguna relaci贸n con las necesidades de la producci贸n y el comercio. Todas esas emisiones, seg煤n destac贸 Card煤s Huerta, no ten铆an curso legal y forzoso. "Siempre en las leyes se indicaba el modo en que se har铆a la amortizaci贸n, y no se daba curso forzoso al billete. Lo 煤nico que ha habido de notable es un decreto por el que se obligaba a los particulares a aceptar tales billetes, so pena de pagar el doble de multa y de ser procesados, encarg谩ndose de la ejecuci贸n a la polic铆a y a los cuarteles".9
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 En la ausencia de un mecanismo efectivo de conversi贸n, el cambio de monedas se hac铆a al arbitrio y capricho de las partes. M谩s que un sistema que pudiera llamarse libre o abierto, era uno totalmente ca贸tico y altamente vulnerable por las perturbaciones internas y externas. Con ese marco, el comercio exterior ejerc铆a la gravitaci贸n dominante de gran proveedor del consumo interno y de mercado de los excedentes agr铆colas y forestales. La actividad econ贸mica y el mecanismo monetario operaban en una situaci贸n de dependencia de los precios y la demanda de los mercados externos.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 En esas circunstancias, las posibilidades de que el papel moneda pudiera ser retenido y usado por la comunidad como medio de pago, depend铆a de factores que escapaban a la influencia de las nuevas autoridades. Como la mayor parte del abastecimiento que adquir铆a y consum铆a la poblaci贸n proven铆a del exterior, al final del circuito de intercambios y pagos que integraban las transacciones internas, una parte significativa del circulante tend铆a a concentrarse en manos de los importadores que, para la continuidad de sus operaciones, deb铆an destinarla al financiamiento de nuevas importaciones y al pago de obligaciones con el exterior.聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Por la carencia de un mecanismo de conversi贸n, el papel moneda s贸lo pod铆a ser usado para pagos internos. A pesar de las necesidades y de la demanda de la plaza, no pod铆a aplicarse a los pagos externos. Ante esa limitaci贸n, despu茅s de cubrir sus gastos y obligaciones locales, los importadores convert铆an sus excedentes de moneda nacional a monedas extranjeras, a las cotizaciones inciertas de la plaza, y el resto lo destinaban a la compra de frutos de exportaci贸n, que tambi茅n pod铆an destinarse al pago de importaciones o a obtener divisas extranjeras aplicables al mismo objeto. Mientras ese circuito se cumpliera en forma ordenada, la plaza podr铆a haber retenido una masa de papel moneda para los pagos internos, sin afectar la relaci贸n de su valor con el de las monedas extranjeras o con los de las mercanc铆as ofertadas en la plaza, siempre que su monto se ajustara a las necesidades reales del intercambio local. Interfer铆an para que eso ocurriera, el agudo desequilibrio fiscal que determinaba un aumento continuo de la emisi贸n en circulaci贸n, y, sobre todo, la desconfianza hacia el papel moneda y la preferencia por las monedas extranjeras que exist铆an en el comercio.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Esas limitaciones no afectaban a las monedas extranjeras que circulaban en el pa铆s. Como el comercio era el n煤cleo central de la incipiente 谩rea monetaria, concentraba en torno a sus operaciones la casi totalidad de las transacciones que se pagaban con dinero. Por la preferencia que ten铆a el comercio por las monedas met谩licas, su aceptaci贸n y uso se facilitaba y generalizaba en la plaza. El papel moneda, en cambio, era considerado un suced谩neo espurio del dinero, cuyo valor era incierto y dudoso. El comercio lo recib铆a con descuentos, aun cuando en sus pagos al fisco hac铆a valer su valor escrito. El descuento o agio, como se lo denominaba en la 茅poca, era del 17 y 陆 % en mayo de 1872. Hacia principios del a帽o siguiente hab铆a subido al 20% con tendencia al aumento. Coexist铆an as铆 en la plaza un papel moneda d茅bil y desamparado, y las monedas extranjeras que ten铆an un uso y aceptaci贸n m谩s afirmados. Las monedas met谩licas que el comercio reun铆a con sus ventas constitu铆an la fuente principal de los recursos que se utilizaban para cancelar los compromisos con los proveedores del exterior. Las monedas met谩licas volv铆an as铆 a salir del pa铆s para cubrir el exceso de las importaciones sobre las exportaciones. En su relatorio de los problemas monetarios de la 茅poca, Zubizarreta destac贸 que "el principal art铆culo de exportaci贸n era el dinero". (...) "Sumas considerables se extra铆an en met谩lico por cada vapor que sal铆a de la Asunci贸n aguas abajo". 10
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聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 LA CRISIS DE 1873
La recuperaci贸n econ贸mica comenzaba apenas a dar sus primeros pasos y a rendir sus primeros frutos cuando el nuevo orden fue sometido a la dura prueba de una crisis que puso en evidencia su fragilidad y su vulnerabilidad a las contingencias externas. Desde principios de 1873, la plaza comenz贸 a sentir los efectos de la contracci贸n del medio circulante y la ca铆da del poder de compra de la poblaci贸n. Las monedas extranjeras desaparec铆an de la circulaci贸n. El agio o descuento del papel moneda aumentaba continuamente. El financiamiento externo de las importaciones se hab铆a reducido a niveles m铆nimos. Las actividades del comercio declinaban ostensiblemente; el acopio de frutos del pa铆s en los mercados interiores se hab铆a paralizado. El pa铆s estaba sufriendo las secuelas de una crisis internacional, en la que no pod铆a haber tenido ninguna influencia, y de la que ni siquiera llegar铆a a enterarse, absorbido como estaba por la intensidad de los problemas y las disputas locales.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Con el deterioro de la situaci贸n interna, el descontento popular aumentaba y agitaba a la opini贸n p煤blica en contra de la conducci贸n oficial. El desasosiego generalizado alent贸 un primer levantamiento armado, que pudo ser contenido a medias por el Gobierno. Luego vendr铆an otros que terminar铆an por derribar el r茅gimen. Un diario de la 茅poca hizo el siguiente recuento de la situaci贸n reinante: 11
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "Si no hay un remedio eficaz que se aplique a los males que vienen aquejando al pa铆s, pronto nos veremos en la impotencia de conjurarlos. Por todas partes se levantan inconvenientes que traen la desesperaci贸n y la incertidumbre. Por todas partes s贸lo se ven desolaci贸n y desquicio. El comercio paralizado. El papel moneda despreciado. La campa帽a est谩 desierta. La inseguridad individual en todas partes.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 La revoluci贸n que se produjo el 22 de marzo no ha podido ser dominada por el Gobierno, y en la actualidad recorren impunes los principales Departamentos, como por ejemplo Villarrica y Caazap谩, y todos los de m谩s all谩 de la v铆a f茅rrea.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Mientras tanto, el pa铆s sufre inmensamente. 隆La propiedad rural se concluye!. 隆El comercio languidece cada d铆a, los hombres huyen del enrolamiento ganando el monte!; todo se paraliza ante este estado de cosas de completa indecisi贸n y an贸malo. Con tales antecedentes, 驴qui茅n se atrever谩 a poner en ejercicio el m谩s insignificante capital?".
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 En medio de las tensiones que generaba el levantamiento armado, el tema econ贸mico se convirti贸 en el objeto de un intenso debate que moviliz贸 a toda la prensa. El ataque y la defensa de la pol铆tica econ贸mica del Gobierno eran los temas centrales. Aunque los problemas que experimentaba la econom铆a aparec铆an bien identificados en los argumentos expuestos, las distintas posiciones atribu铆an su origen a causas diferentes.
Para el sector oficialista, el levantamiento armado era la causa de los problemas que viv铆a el pa铆s. Dec铆a el diario EL FENIX al respecto: 12
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "... cuando precisamente se abr铆a el campo a las m谩s efectivas esperanzas, se presenta una montonera armada, cerrando la campa帽a a la actividad mercantil, anulando el comercio en ella establecido, obligando a los agricultores a abandonar sus cosechas, cuando estaban ya vendidas y en las cuales el comerciante fundaba sus especulaciones, acaso su 煤nica esperanza de rehabilitaci贸n, la 煤nica salvaci贸n de su cr茅dito."
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 En el seno del Gobierno se atribu铆a, adem谩s, una fuerte responsabilidad al agiotaje que el comercio hac铆a con el papel moneda. En una exposici贸n en el Senado, el Ministro de Hacienda enunci贸 como las necesidades m谩s urgentes que deb铆a atender el gobierno, primero el restablecimiento de la paz, y luego "la amortizaci贸n del papel moneda para concluir de una vez con el agiotaje m谩s escandaloso que se ha visto". "La continuaci贸n de ese papel moneda, a帽adi贸, es una ruina completa para el pueblo, y tiene precisamente que desaparecer como sea". 13
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Apoyando a su colega, el Ministro de Guerra sostuvo en la misma ocasi贸n, que era una necesidad "que desaparezca de una vez ese agiotaje escandaloso que cuatro o cinco individuos han estado haciendo con el pueblo".
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 La oposici贸n culpaba al Gobierno, y el Gobierno culpaba al levantamiento armado y a la especulaci贸n deshonesta del comercio. Aun cuando los reproches rec铆procos eran intensos, ambas partes estaban equivocadas. La crisis que viv铆a el pa铆s respond铆a a una causa totalmente distinta. Era consecuencia de la crisis que se hab铆a desatado en Europa. Fue inicialmente una crisis austro-germana, que se extendi贸 luego multiplicada a los otros pa铆ses. Gravit贸 en su gestaci贸n, describe Chiaramonte, la extraordinaria actividad financiera y econ贸mica condicionada por el pago de la indemnizaci贸n de guerra por parte de Francia a Alemania. 14 Comenz贸 en Austria, donde las inversiones y la especulaci贸n eran por lo menos tan importantes como en Alemania. 15 Sus efectos se proyectaron r谩pidamente al exterior. El comercio internacional experiment贸 una intensa contracci贸n. En Alemania se registraron quiebras de Bancos y una fuerte ca铆da de la producci贸n industrial. Fue particularmente grave en los Estados Unidos, donde las especulaciones en empresas ferroviarias hab铆an dominado el auge precedente. Por primera vez en la historia monetaria de ese pa铆s, la Bolsa de Valores tuvo que cerrarse por diez d铆as. 16 Debido a la ca铆da acelerada de los precios de los productos primarios que produjo, y al papel dominante que la exportaci贸n de esos bienes tiene en el nivel de ocupaci贸n e ingresos de los pa铆ses menos desarrollados, la crisis se proyect贸 a la periferia con una intensidad considerablemente mayor. La depresi贸n mundial fue excepcionalmente larga, y se extendi贸 hasta el segundo semestre de 1876.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 La crisis gravit贸 en el Paraguay a trav茅s de sus efectos sobre la econom铆a argentina. A principios de 1873, una escasez de cambios sobre el exterior comenz贸 a intensificarse en el mercado de Buenos Aires. Esta situaci贸n presion贸 el retiro que hicieron los comerciantes de esa plaza de los capitales de corto plazo situados en el Paraguay. Suspendieron adem谩s el financiamiento de las exportaciones para ese mercado. Las tensiones se acentuaron e hicieron crisis poco despu茅s. Seg煤n Balbin, 17 la crisis argentina se inici贸 en marzo de 1873, cuando el Gobierno empez贸 a retirar fuertes sumas de sus dep贸sitos en el Banco de la Provincia y el oro comenz贸 a exportarse "en pago de nuestros consumos por falta de productos". La contracci贸n de las reservas ocasion贸 la restricci贸n del cr茅dito de los bancos privados. Aumentaron los intereses y las exigencias de garant铆as para el otorgamiento de nuevos pr茅stamos. Se paralizaron en el pa铆s las transacciones sobre tierras. Las firmas m谩s s贸lidas ten铆an dificultades para conseguir descuentos; la tierra y las propiedades urbanas eran invendibles por falta de compradores.18 La industria y el comercio sufr铆an seriamente la carest铆a del medio circulante. En los mercados mundiales, los precios de los productos argentinos registraron una fuerte ca铆da. Con la disminuci贸n de las exportaciones, el d茅ficit creciente de la balanza de pagos acentuaba las dificultades de los pagos externos y presionaba sobre el nivel de los cambios. Los comerciantes malvend铆an sus mercader铆as para afrontar los compromisos inmediatos con el exterior. Desde septiembre de 1873 comenzaron las quiebras comerciales, que llegaron a un promedio de 8 a 10 por mes, a inicios de 1874. La restricci贸n del cr茅dito, destaca Chiaramonte, a quien seguimos en esta relaci贸n, alcanz贸, a comienzos de 1875, su punto culminante. El desaliento se generaliz贸 en el pa铆s, aumentaron las precauciones de los prestamistas y la usura se convirti贸 en 谩rbitro de la situaci贸n. 19
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Entretanto en el Paraguay, presionado por las reclamaciones de la opini贸n p煤blica, el Gobierno procuraba mitigar las repercusiones de la desvalorizaci贸n del papel moneda y del d茅ficit fiscal. El problema era encarado como una cuesti贸n local. No se percib铆a el origen externo de la depresi贸n que se extend铆a en todos los pa铆ses. Y aun cuando la recesi贸n y la desarticulaci贸n del sistema productivo y comercial del pa铆s eran las causas que produc铆an el deterioro acumulativo de la situaci贸n fiscal y monetaria, tampoco se lo advert铆a como una cuesti贸n econ贸mica sino como un problema meramente monetario y fiscal. Se procuraba curar el mal por sus consecuencias, y no por sus causas. En la misma medida en que la denuncia de la p茅rdida de valor del papel moneda se convert铆a en bandera de la oposici贸n, su amortizaci贸n acelerada se volv铆a la preocupaci贸n central del Gobierno. Refer铆a un diario de la 茅poca:
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "El papel moneda fue hasta hace pocos d铆as el tema obligado de la oposici贸n. Se dec铆a que la Rep煤blica iba a hundirse si el papel moneda no se amortizaba, precioso bien que la revuelta ven铆a a realizar". 20
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Para retirar papel moneda de la circulaci贸n, por ley del 17 de abril de 1873 se dispuso la venta de varias propiedades situadas en la parte m谩s c茅ntrica de la ciudad. El producto total de esas ventas deb铆a ser destruido por la quema. Adicionalmente, apenas llegada la primera remesa del nuevo empr茅stito de Londres, por ley del 30 de junio se dispuso que de las 100.000 libras recibidas (equivalentes a 500.000 $f), se destinaran hasta 200.000 $f a los gastos de pacificaci贸n del pa铆s, y el resto (300.000 $) a la amortizaci贸n del papel moneda. Se quer铆a retirar de la circulaci贸n la mayor cantidad de papel moneda en el menor plazo posible. Con ello se esperaba reducir el agio y eliminar el principal motivo de los ataques pol铆ticos. En el mes de agosto siguiente, se dispuso la venta de m谩s propiedades p煤blicas para el mismo prop贸sito.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 De haberse cumplido a cabalidad con esas amortizaciones, la totalidad del papel moneda en circulaci贸n debi贸 haber quedado extinguida. Pero aparentemente, los gastos de represi贸n de la rebeli贸n por una parte, los gastos corrientes del presupuesto y el pago de una mayor parte de la deuda interna por la otra, absorbieron una porci贸n m谩s grande de los recursos asignados. A煤n as铆, la reducci贸n fue importante. La quema de papel moneda y de vales de tesorer铆a lleg贸 a la suma $ 273.729 en agosto de 1873. El papel moneda era reemplazado en la circulaci贸n por las libras esterlinas del empr茅stito. Contribu铆an a aumentar su circulaci贸n los gastos y recompensas que en monedas de oro hac铆a el alto mando del ej茅rcito leal. Fue 茅se un par茅ntesis de abundancia de monedas met谩licas. Un diario de la 茅poca celebr贸 con la nota siguiente su relevante presencia en la plaza:
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "Las Libras. Y cu谩ntas corren de esas benditas y car铆simas rubias. Por donde quiera que se pase, 贸yese el sonoro y atractivo retint铆n de su elocuencia, vense los orgullosos reflejos de su mirada y su sonrisa. Buen provecho, se帽ores." 21
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Pero las libras tuvieron s贸lo una presencia fugaz en la plaza. La intensa salida de capitales determinaba su retiro continuo del circulante y su remesa al exterior. La oferta de monedas extranjeras hab铆a disminuido considerablemente con la contracci贸n de las exportaciones y la paralizaci贸n del ingreso de capitales y del cr茅dito externo. La demanda, en cambio, hab铆a aumentado con las remesas de capitales y el pago anticipado de las importaciones. En esas circunstancias, no era el exceso de papel moneda lo que determinaba el agio sino la demanda aumentada de cambios que dominaba la plaza. El premio al cambio extranjero, que en gran medida representaba el agio, no podr铆a haberse eliminado con la sola disminuci贸n del papel moneda en circulaci贸n. Y la contracci贸n del circulante, que resultaba de la amortizaci贸n del papel moneda y de la reducci贸n del gasto fiscal, no hac铆a sino acentuar la ca铆da de los niveles de ocupaci贸n e ingresos de la poblaci贸n. El remedio aplicado era contraproducente, y s贸lo serv铆a para agravar los problemas ya existentes.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 En el sector fiscal se intensificaron las econom铆as para reducir el d茅ficit. Para la confecci贸n del presupuesto de 1873, el Gobierno impuso a los funcionarios p煤blicos una renuncia del 15% de sus sueldos en concepto de "donaci贸n voluntaria".22 Del presupuesto qued贸 excluido cuanto rubro pudo ser eliminado.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "No s贸lo se hac铆a caso omiso de los gastos extraordinarios, destac贸 Zubizarreta, sino que, adem谩s, al presuponerse los gastos de las fuerzas p煤blicas, se prescind铆a del vestuario y la alimentaci贸n de los soldados. Lo mismo acontec铆a con el personal de las comandancias militares, capitan铆as de puertos y otras oficinas, en que era forzoso mantener soldados. S贸lo la polic铆a de la capital mereci贸 una vez que se le asignasen por excepci贸n 20 raciones de ma铆z y alfalfa para consumo de los caballos, sin presuponerse el importe de este gasto. El cap铆tulo dedicado al Hospital Militar ni siquiera conten铆a los gastos de botica, y el concerniente al vapor nacional Pilcomayo ni siquiera se acordaba del combustible". 23
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 A pesar del esfuerzo y los sacrificios que esas medidas impon铆an todo resultaba insuficiente. Como la amortizaci贸n del papel moneda se hac铆a a expensas de los limitados recursos que pod铆a movilizar el Gobierno, las posibilidades para reducir el d茅ficit disminu铆an. No bastaba la sola econom铆a en los gastos. El desequilibrio subsist铆a y aumentaba al no poder el Tesoro disponer de recursos adicionales.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Reducir un d茅ficit, o logar el equilibrio presupuestal en condiciones de recesi贸n, es una tarea dif铆cil si no imposible, particularmente en un pa铆s poco desarrollado como el Paraguay. Como consecuencia de la ca铆da de los ingresos privados, el Estado experimentaba una reducci贸n dr谩stica de sus recursos, en momentos en que aumentaban las necesidades sociales que el Estado deb铆a atender. Si los objetivos de la pol铆tica financiera se limitaran, en esas circunstancias, a lograr el equilibrio presupuestal, el Estado tendr铆a que haber reducido sus gastos al nivel m铆nimo de sus ingresos disminuidos, para lo cual le resultar铆a indispensable contraer sus funciones y la dimensi贸n de su organizaci贸n administrativa a niveles tan m铆nimos, que le restar铆a toda eficacia y raz贸n de existir. A esa dura comprobaci贸n lleg贸 el Gobierno con la ineficacia de todos los esfuerzos realizados para reducir el d茅ficit que arrastraba. Explic贸 el Mensaje Presidencial del a帽o:
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "Se han realizado cuantas econom铆as y reformas reclamaba la necesidad de balancear los gastos nacionales con las rentas destinadas a sufragarlos; pero este prop贸sito no ha podido obtenerse, porque para ello habr铆a sido necesario exprimir tanto las econom铆as, que la marcha regular de la Administraci贸n fuera muy dif铆cil".24
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Otro levantamiento armado con iguales banderas de reclamaciones y reivindicaciones populares se desat贸 en mayo, y lleg贸 hasta las puertas mismas de la capital en el mes siguiente. El Gobierno pudo nuevamente sofocarlo, destinando todas sus disponibilidades de libras esterlinas para financiar la represi贸n. Entre tanto, el panorama pol铆tico se complicaba a煤n m谩s con las injerencias externas orientadas a presionar los acuerdos de paz y las concesiones territoriales en la delimitaci贸n de las nuevas fronteras.
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聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 EL PROYECTO DE ESTANCO DE LA YERBA MATE
En el af谩n de contener el deterioro continuo de la situaci贸n interna, el Gobierno decidi贸 substraerse de los c谩nones del liberalismo econ贸mico e incursionar en el campo de las actividades productivas y comerciales. Ante la ineficacia de las f贸rmulas liberales, se decidi贸 recurrir al esquema anterior de los L贸pez. El Gobierno resolvi贸 intervenir en la comercializaci贸n externa de la yerba mate, para aumentar las exportaciones y generar los recursos adicionales que angustiosamente necesitaba el Tesoro. A tal efecto, el 22 de diciembre de 1873 dirigi贸 al Congreso, un proyecto de ley, que justific贸 con los argumentos siguientes:
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "Son del dominio p煤blico los funestos resultados que ha dado para el cr茅dito de la Naci贸n en el extranjero y la manera de realizar esos empr茅stitos, en los que el Gobierno ha tenido que invertir ingentes sumas, sin sacar de ellos los resultados prometidos.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "La guerra, que es el azote de los pueblos, no s贸lo ha empobrecido toda nuestra campa帽a y paralizado los negocios en la Capital, por la revoluci贸n pasada, sino que absorbiendo todo cuanto se pudo salvar en el naufragio del empr茅stito del a帽o 1872, pone al Gobierno en el caso de aumentar en el doble su presupuesto anual, para sost茅n de fuerzas suficientes para la conservaci贸n del orden y de las autoridades legales de la Rep煤blica.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "En esta situaci贸n afligente, el P. E. quiere promover por todos los medios a su alcance el desarrollo de las riquezas naturales del suelo paraguayo; y con el fin de realizar en condiciones aceptables los fondos del segundo empr茅stito de dos millones de libras esterlinas, para invertirlos en objetos de utilidad p煤blica, de acuerdo con la Ley que los cre贸, el P. E., fiado en las luces y patriotismo de la Legislatura Nacional, viene en proponer el proyecto de Ley salvador que se consigna en el Anexo A, destinado, no solamente a levantar el cr茅dito del pa铆s, sino que tambi茅n a fomentar y mejorar la explotaci贸n de la yerba mate, ramo tan importante de nuestra riqueza nacional, que muy bien podr谩 caer en dem茅rito, a causa de las malas elaboraciones que se hacen sin inspecci贸n fiscal. No es nuevo que en el mundo comercial muera un art铆culo de consumo por motivo de una descuidada confecci贸n.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "Sabido es que la mayor parte de las rentas de la Naci贸n, antes de la guerra, proven铆an de los productos de yerba mate. La supresi贸n repentina de esa considerable entrada, hecha antes de arbitrar otras nuevas, en momentos en que qued谩bamos en la mayor miseria y el Tesoro Nacional exhausto de todos sus recursos anteriores, ha venido a hacer imposible todo medio de equilibrar el presupuesto.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "Se pueden ensayar cambios en el sistema rent铆stico de una naci贸n, cuando su Tesoro est谩 exuberante, capaz de hacer frente a los primeros inconvenientes naturales; pero en tiempo de crisis y penurias sin ejemplo en la decadencia de los pueblos, lo m谩s juicioso es atenerse a las entradas que el pa铆s est谩 acostumbrado a proporcionar, cuando 茅stas no hieren la moral, y a ejemplo de los pueblos m谩s civilizados y libres.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "La protecci贸n y el monopolio como sistema son absurdos, como expedientes transitorios para salvar situaciones dif铆ciles y excepcionales, que comprometen la honra y el porvenir de un pa铆s; no hay uno de ellos, por libre que haya sido, que no los haya practicado.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "Al salir de su guerra, los adopt贸 la gran Rep煤blica de los Estados Unidos de Norte Am茅rica. La Rep煤blica Francesa, escapada con menos extenuaci贸n que la nuestra de los estragos de su 煤ltima guerra con Alemania, ha hecho otro tanto. Chile, que puede citarse entre los modelos de cultura y libertad en las Rep煤blicas Sud-americanas no se ha desprendido a煤n de ciertos monopolios financieros. El Per煤, no obstante, la propiedad se帽orial del guano, se ocupa hoy de monopolizar el salitre.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 La Rep煤blica del Paraguay, incomparablemente m谩s pobre en las actuales circunstancias, que los Estados nominados en ejemplo, 驴no podr谩 diferir para m谩s tarde la supresi贸n del monopolio?
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "En presencia de la necesidad que nos apremia con el descr茅dito, el P. E. no ha trepidado en someter a vuestra sanci贸n el referido proyecto de ley. 25
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 El mensaje llevaba la firma del Presidente de la Rep煤blica, don Salvador Jovellanos y la de sus Ministros Jaime Sosa, Benigno Ferreira, Jos茅 del Rosario Miranda y Francisco L. Cabriza. Eran todos hombres de la Constituyente los que abjuraban de los principios liberales consagrados en ella. Pensaban que el estanco de la yerba, podr铆a proporcionar alivio a la afligente situaci贸n que afectaba al pa铆s. El proyecto no pudo ser considerado por la nueva revuelta que se desat贸 en Pilar, a principios de enero de 1874, y que vino a interferir el curso normal de las reuniones extraordinarias del Congreso.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 El brote revolucionario adquiri贸 esta vez mayor 铆mpetu y fuerza. En cambio, encontr贸, al Gobierno m谩s d茅bil y con menos recursos para enfrentarlo. Agotadas las libras, el Gobierno debi贸 recurrir al papel moneda para financiar la represi贸n. Por Ley del 9 de enero se dispuso la emisi贸n de 200.000 $f, de los cuales 150.000 $ se destinaron a los gastos de pacificaci贸n y 50.000 $ al pago de sueldos atrasados de los empleados p煤blicos. Para su amortizaci贸n, se cre贸 un derecho adicional del 5% sobre las importaciones.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 La rebeli贸n lleg贸 fortalecida hasta la Asunci贸n, y el Gobierno no tuvo otra alternativa que la de transigir con ella. Con el pacto del 12 de febrero de 1874 se form贸 un nuevo Gabinete, que incorpor贸 al Gobierno a los principales Jefes de la Revoluci贸n. Se produjo, adem谩s, un cambio en el liderazgo de la conducci贸n oficial. Juan B. Gill reemplaz贸 a Benigno Ferreira en la funci贸n rectora del Gobierno. Gill fue elevado m谩s tarde a la Primera Magistratura en las elecciones presidenciales celebradas meses despu茅s. Hubo cambio de Gobierno, pero el solo cambio de los hombres que gobernaban el pa铆s no remediaba nada. La situaci贸n recesiva de la econom铆a continuaba con igual o mayor intensidad.
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聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 LA NUEVA POL脥TICA
Al comienzo de sus gestiones, el nuevo Gobierno levant贸 una bandera de principios morales y de respeto a las aspiraciones de la opini贸n p煤blica. Si el Gobierno anterior hab铆a inculpado al comercio por el agio y la depreciaci贸n del papel moneda, el nuevo Gobierno se propon铆a prestar atenci贸n especial a las reclamaciones y recomendaciones que ese sector pudiera formular. Era 茅se todo el cambio que en el orden econ贸mico hab铆a producido la revoluci贸n. Con ese enfoque conciliador, el Gobierno buscaba iniciar "su marcha moralizadora y de orden en la administraci贸n, para reparar de esa manera los desaciertos y errores que todo lo hab铆an comprometido, hasta el cr茅dito econ贸mico y financiero de la Rep煤blica, 煤nica 谩ncora de salvaci贸n con que pudo el Paraguay haber hecho frente a las exigentes necesidades que abruman al pueblo desde la conclusi贸n de la guerra". 26 Los prop贸sitos eran honrados y sinceros. Pero los principios de moral y orden que se enarbolaron no pod铆an haber bastado, por s铆 solos, para resolver los acuciantes problemas del momento.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Por su parte el comercio, cuyo apoyo y asesoramiento buscaba el Gobierno, tampoco ten铆a soluciones que ofrecer para la agobiante situaci贸n depresiva que afectaba a la econom铆a. Arrastraba s铆 m煤ltiples reclamaciones por la limitante estrechez en que desenvolv铆a sus actividades, y, sobre todo, muchas aspiraciones, casi todas irrealizables en las circunstancias dif铆ciles en que viv铆a el pa铆s. Repet铆an sus voceros la necesidad de una moneda convertible y estable; ped铆an el establecimiento de un instituto de cr茅dito que otorgara descuentos al comercio; recomendaban la creaci贸n de un Banco de Emisi贸n en el que el Gobierno no tuviera una intervenci贸n decisiva, y reiteraban, con insistencia, la necesidad de que los gastos del Gobierno se ajustaran a sus ingresos. Rechazaban, adem谩s, toda interferencia oficial a la libre acci贸n de la iniciativa privada. La crisis era un problema dom茅stico, para cuya soluci贸n el Gobierno s贸lo deb铆a incentivar y apoyar los esfuerzos del sector privado. La iniciativa privada y la libertad de comercio constitu铆an juntas la gran fuerza que impulsar铆a la recuperaci贸n. Con la gravitaci贸n de esas ideas, una gesti贸n iniciada para obtener la exclusividad del faenamiento en la Tablada de Sant铆sima Trinidad, fue p煤blicamente resistida y combatida. En apoyo del petitorio de un grupo de comerciantes en contra de la propuesta, el editorial de un matutino arg眉铆a:
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "Todo ramo de industria es libre, dice la Constituci贸n Nacional; como tambi茅n dice: Toda ley o decreto que est茅 en oposici贸n a lo que dispone esta Constituci贸n queda sin efecto y sin ning煤n valor. Y ser铆a atentar contra los preceptos Constitucionales atentar contra una de sus prescripciones, como lo es la de plantear el monopolio".27
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Con este marco de ideas en favor del libre comercio, el Gobierno adopt贸 diversas iniciativas dirigidas a apoyar las actividades del sector privado.
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聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 LA CAJA DE CONVERSI脫N
El 4 de marzo de 1874, el Gobierno celebr贸 un contrato con un grupo de comerciantes encabezado por los Sres. Miguel Gallegos, Antonio Daltro, Cirilo Solalinde y Mauricio Mayer, para la creaci贸n de una Caja de Conversi贸n, cuyo capital se integrar铆a con aportes privados. La Caja quedar铆a encargada de la emisi贸n y conversi贸n en met谩lico de los 200.000$ autorizados por la ley del 9 de enero 煤ltimo, y que el Gobierno anterior no hab铆a alcanzado a ponerlos en circulaci贸n. Contar铆a para su conversi贸n o rescate con los recursos del 5% adicional que sobre las importaciones se establec铆a en la misma ley. La Caja qued贸, adem谩s, facultada para emitir sus propios billetes, y para hacer descuentos al comercio, cobrando un inter茅s del 3% mensual. Se supon铆a que las operaciones de emisi贸n de billetes y su amortizaci贸n estar铆an mejor administradas en manos del sector privado.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 La Caja as铆 creada era pr谩cticamente un Banco Emisor, sin las formalidades y requisitos normalmente observados para un instituto bancario. Sus funciones y responsabilidades no quedaron claramente especificadas en el contrato. Tampoco se le fij贸 ninguna paridad a la que deb铆an convertirse los billetes. En esas condiciones, la Caja entr贸 a operar m谩s como una casa de cambio, y como un instituto de cr茅dito, antes que como una Caja de Conversi贸n. Pod铆a comprar y vender met谩lico a la cotizaci贸n del d铆a. Para financiar sus operaciones de cr茅dito dispon铆a de los recursos que le ingresaban con el adicional aduanero. Pod铆a,聽聽聽聽聽聽聽聽 adem谩s, emitir billetes con la sola garant铆a de un reducido capital aportado por los socios. Su organizaci贸n y sus operaciones iniciales fueron desordenadas, y ofrec铆an pocas seguridades para el manejo adecuado de la emisi贸n. Seg煤n se hizo p煤blico al poco tiempo, no exist铆a control alguno en la impresi贸n y emisi贸n de sus billetes.28 Hubo billetes que entraron ilegalmente y sin firmas en la circulaci贸n. La mala calidad de los billetes, por otra parte, era objeto de continuas quejas en la prensa. Con esas caracter铆sticas, la Caja pudo operar, en escala limitada y con intensos altibajos. Pero en las condiciones depresivas que dominaban la plaza, toda expansi贸n del cr茅dito y del circulante incid铆a directamente en el aumento de la demanda de monedas extranjeras y de giros sobre el exterior. La sola intervenci贸n del sector privado en la emisi贸n de billetes no era suficiente para restablecer el equilibrio del mercado y contener la demanda desbordada de cambios. Ante el aumento continuo de la cotizaci贸n del cambio, que las operaciones de la Caja produc铆a, en el mes de abril del a帽o siguiente, el Gobierno tuvo que suspender la conversi贸n de sus billetes y cancelar sus facultades de emisi贸n.29
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聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 LA B脷SQUEDA DE UN BANCO
En medio de la queja generalizada de la carest铆a del circulante, la idea de la creaci贸n de un Banco volvi贸 a cobrar actualidad en el pa铆s. Se reanudaba un esfuerzo que demandar铆a muchos a帽os m谩s para concretarse. Comenz贸 con una campa帽a de la prensa que alentaba la creaci贸n de un Banco con facultades para emitir billetes y otorgar cr茅ditos y descuentos al comercio. Haci茅ndose eco de esa iniciativa, el Ministro de Hacienda y candidato a la Presidencia, convoc贸 a un grupo de comerciantes para estudiar conjuntamente la creaci贸n del Banco propuesto.30 Se destacaron en esa ocasi贸n los beneficios que para el comercio y las actividades productivas tendr铆a la creaci贸n de un banco que promoviera el cr茅dito. Pero al mismo tiempo se reconocieron las limitaciones de la plaza para integrar un capital suficiente como para permitir a la entidad un giro m谩s o menos importante. Si todo el medio circulante no pasaba de 300.000 pesos, era evidente que los aportes que podr铆an reunirse en un plazo m谩s o menos breve, ten铆an que resultar necesariamente menores que esa reducida suma.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Se opt贸, entonces, por una soluci贸n de compromiso. Por una parte, se autoriz贸 la creaci贸n de un Banco que tendr铆a el privilegio exclusivo de emitir billetes, y cuyo capital deb铆a ascender a la importante suma de 1.000.000 de libras. Llevar铆a el nombre d茅 "Banco Nacional del Paraguay". Podr铆a realizar en general "todas las operaciones de Banco y Finanzas, as铆 como de adelantos sobre productos y valores, exceptuando, sin embargo, los pr茅stamos hipotecarios". Se encargar铆a de todas las operaciones financieras del Gobierno, tanto en el interior como en el extranjero. Por este servicio, el Gobierno le abonar铆a el 4% sobre el movimiento total de los fondos del Estado que pasaran por el Banco. Los estatutos correspondientes fueron sancionados por Ley del 11 de julio de 1874.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 La promesa de privilegios que esta ley representaba, ser铆a ofrecida al mercado de Londres para su suscripci贸n. Era una iniciativa nacida exclusivamente del Gobierno. No exist铆a en el momento de su promulgaci贸n ning煤n grupo financiero que la promoviera o que estuviera interesado en establecer y operar el banco propuesto. En esas circunstancias, el proyecto aprobado no pod铆a tener ning煤n resultado inmediato. Transcurrir铆an luego casi dos a帽os antes de que el Gobierno se dispusiera a iniciar gestiones para promover el posible inter茅s de los capitalistas londinenses.
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聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 LA ASOCIACI脫N GENERAL DEL COMERCIO
聽En esa misma oportunidad se convino la creaci贸n de una "Asociaci贸n General del Comercio Paraguayo". Ser铆a una sociedad crediticia de corta duraci贸n, pero que si no llegara a constituirse el Banco Nacional, deb铆a asumir los mismos privilegios y derechos acordados a dicho banco. Los estatutos de la sociedad fueron aprobados por ley del 19 de septiembre de 1874.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Su capital social ser铆a de 500.000 $f, dividido en 5.000 acciones de 100 $f cada una. El Estado subscribir铆a la quinta parte del capital, y el resto quedaba librado a la subscripci贸n p煤blica. De las acciones subscriptas, el 90%聽 formar铆a un capital de garant铆a y el 10% deb铆a ser integrado en cuatro cuotas mensuales. La Asociaci贸n pod铆a realizar las operaciones siguientes:
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 1) Descontar letras y pagar茅s a plazo;
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 2) Recibir dep贸sitos en cuenta corriente, a plazos fijos o a la vista con inter茅s o sin 茅l.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 3) Hacer anticipos sobre obligaciones del Gobierno y sobre conocimientos.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 4) Girar o tomar letras de cambio sobre el exterior.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Los descuentos y anticipos que otorgara la nueva Asociaci贸n deb铆an tener un plazo no mayor de tres meses. Pod铆a realizar todas las operaciones bancarias menos la de emitir billetes. Se la habilitaba, en cambio, para emitir un t铆tulo de cr茅dito denominado bono de caja, que tendr铆a valores de cinco, diez, veinte, cincuenta y doscientos pesos. Los bonos ser铆an al portador y pagaderos en oro sellado a su vencimiento. Por sus caracter铆sticas, estos bonos no pod铆an servir de medios de pago en las transacciones corrientes. Eran tan s贸lo un instrumento descontable con el que se esperaba que sus tenedores pudieran obtener efectivo vendi茅ndolos con descuento en el comercio local. Seg煤n Zubizarreta, las operaciones con los bonos se realizaban del modo siguiente:
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "El comerciante favorecido firma(ba) un pagar茅, cuyo plazo no exceder铆a de 90 d铆as, y la caja de la Asociaci贸n se lo desconta(ba) d谩ndole los susodichos bonos de caja. Por este servicio, el deudor ten铆a que pagar entre comisi贸n e intereses el 2 y 1/2% mensual, y soportar el descuento de los bonos que no sol铆a bajar del 5% mensual, seg煤n lo que era el inter茅s de la 茅poca. Un siete u ocho por ciento de quebranto estaba muy en las costumbres o h谩bitos del comercio, y nadie se escandalizaba de semejante r茅dito".31
聽聽聽聽聽聽聽 El esquema era novedoso. Y como no exist铆a otra opci贸n, el comercio le dispens贸 su apoyo. Las necesidades de recursos l铆quidos eran tan grandes, que estaba dispuesto a experimentar cualquier f贸rmula que se le propusiera. En un corto plazo se subscribieron en la plaza 1.312 acciones. Con la integraci贸n del 10% del valor de esas suscripciones y el aporte del Estado, la Asociaci贸n abri贸 sus puertas al p煤blico del 1掳 de enero de 1875. Hacia fines del mismo mes de enero; las colocaciones de bonos ascend铆an a $ 13.875. Al mes de abril siguiente; hab铆an aumentado a 37.564$. El mayor obst谩culo para la expansi贸n de sus colocaciones era la gran dificultad que exist铆a en el mercado local para la negociaci贸n de los bonos. Se hizo muy pronto evidente que el esquema no operar铆a. La angustia de la plaza era la falta de liquidez, y los bonos de caja no proporcionaban alivio a esa situaci贸n. Con ese reducido volumen de operaciones, la entidad no pod铆a sobrevivir. La captaci贸n de dep贸sitos en efectivo, por otra parte, fue m铆nima. Al no poder expandir sus colocaciones, la Asociaci贸n cerr贸 sus puertas en el mes de mayo siguiente. La primera entidad bancaria del pa铆s tuvo as铆 una corta duraci贸n de apenas cuatro meses.
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聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 LAS INVERSIONES GARANTIZADAS
Como complemento de esas medidas y para estimular la inversi贸n privada, por ley del 11 de junio de 1874 se autoriz贸, al Gobierno a garantizar rendimientos del 7 % anual sobre los capitales mayores de 200.000$f que se invirtieran en las actividades siguientes:
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Prolongaci贸n o construcci贸n de nuevas v铆as f茅rreas;
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Construcci贸n de tel茅grafos;
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Navegaci贸n de vapor en r铆os sin servicios;
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Mejoras de v铆as ordinarias;
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Industriales que explotaran recursos locales.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 El Gobierno pod铆a, adem谩s, tomar participaci贸n en las empresas hasta una tercera parte de su respectivo capital. La ley no indicaba la fuente de los recursos con que se financiar铆an esos pagos y aportes; por lo que las garant铆as ofrecidas a las inversiones indicadas no pudieron haber tenido ning煤n efecto pr谩ctico.
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聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 EL CAMBIO DE RUMBO
No obstante las buenas intenciones de esas medidas, el receso de la econom铆a se acentuaba d铆a a d铆a. La iniciativa privada y el apoyo que le dispensaba el Gobierno no generaban el impulso necesario para la reactivaci贸n. Se hac铆a evidente que el esfuerzo del sector privado no pod铆a proveer por s铆 solo la reacci贸n indispensable para contener el deterioro e inducir la recuperaci贸n de las actividades productivas y comerciales. El valor total de las importaciones y exportaciones, que en 1873 fue de $f 1.685.886, en 1874 hab铆a ca铆do a $f 490.13832. La contracci贸n del circulante se acentuaba continuamente. Con la salida de capitales y las remesas por pago de las importaciones, las libras esterlinas hab铆an desaparecido de la circulaci贸n. Las pocas monedas met谩licas que todav铆a circulaban en la Asunci贸n eran algunas onzas colombianas de peso deficiente y una gran cantidad de monedas bolivianas llamadas pesos Melgarejos, que no eran aceptadas en la plaza de Buenos Aires. La 煤nica actividad que prosperaba era el contrabando, amparado por la participaci贸n y protecci贸n de los mandos de las fuerzas de ocupaci贸n.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "Hab铆a qu茅 agregar a este enorme desquicio, describi贸 Freire Esteves, los trastornos ocasionados al comercio local por las proveedur铆as brasileras que introduc铆an, libre de derecho, grandes facturas de consumo general y las revend铆an en plaza, a precios de competencia insostenible".33
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 El desconcierto era grande. Al igual de lo que acontec铆a en la Argentina, la recesi贸n lleg贸 en el Paraguay a su punto m谩s 谩lgido en el primer trimestre de 1875. El comercio estaba virtualmente paralizado. Varios negocios cerraron sus puertas ante la contracci贸n de las ventas y las dificultades de pago al exterior. Los ingresos fiscales hab铆an ca铆do a niveles m铆nimos que imposibilitaban al Gobierno la atenci贸n de sus pagos m谩s perentorios. Con los atrasos que se acumulaban, la deuda interna aumentaba continuamente. Las exportaciones manten铆an niveles extremadamente reducidos. Y para mayor de los males, el acopio del tabaco que se estaba cosechando, no se iniciaba. En todo el interior no hab铆a compradores. Con la carest铆a generalizada y la ca铆da de los ingresos, la pobreza y las necesidades se extend铆an por todos los hogares. Dos levantamientos armados, que buscaron capitalizar el agudo descontento, fueron reprimidos por las fuerzas del Gobierno. Con la continuidad de los mismos problemas, el arma de la cr铆tica formulada, anteriormente desde la oposici贸n se revert铆a contra el nuevo Gobierno. No s贸lo subsist铆a la recesi贸n de las actividades comerciales y productivas, sino que se hab铆a intensificado considerablemente. El agio sobre el papel moneda hab铆a aumentado. Y no era efecto del rechazo o la especulaci贸n del comercio, como se hab铆a alegado, sino de la demanda aumentada de cambios y monedas extranjeras, que en el mercado se ejerc铆a sobre una oferta disminuida por la baja de las exportaciones y la desaparici贸n del ingreso de capitales Las monedas met谩licas que no se exportaban, se atesoraban.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Con la intensificaci贸n de esos factores negativos, la situaci贸n interna se hac铆a cada vez m谩s insostenible. El deterioro tend铆a a acentuarse. En su desesperaci贸n, la poblaci贸n intensificaba sus expectativas y reclamaciones a las autoridades, en procura de soluciones. El gobierno ten铆a que ofrecer una salida del pantanal en que se hund铆a la econom铆a, si quer铆a evitar su ca铆da. Las afirmaciones que se hac铆a sobre la situaci贸n favorable de la plaza eran inexactas e insuficientes. Contrastaban con la realidad. La credibilidad del Gobierno y sus bases de sustentaci贸n se erosionaban continuamente. Y el apoyo de la fuerza de las armas s贸lo pod铆a ser eficaz hasta cierto l铆mite. Ning煤n gobierno puede sostenerse indefinidamente con la sola fuerza, en medio de un desastre econ贸mico y del desasosiego generalizado en la poblaci贸n. Para m谩s, el Gobierno hab铆a perdido el apoyo del sector privado, que hasta hac铆a poco tiempo hab铆a sido su principal aliado. Agobiado por las dificultades y las p茅rdidas crecientes, el comercio fue distanci谩ndose del Gobierno, y comenzaba a criticar p煤blicamente sus decisiones y su ineficacia.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 En tal situaci贸n depresiva, y con el asesoramiento de un consultor franc茅s de nombre D'Ori贸n, que fue tra铆do al pa铆s por el Presidente Gill, el Gobierno decidi贸 actualizar el proyecto anterior de Jovellanos y Ferreira, y recurrir al estanco de bienes exportables para procurar recursos al fisco, reactivar las exportaciones y aumentar la oferta de cambios y monedas extranjeras.
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聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 EL ESTANCO DEL TABACO
Por ley del 22 de abril de 1875 se dispuso que el Gobierno asumiera la comercializaci贸n del tabaco, por el t茅rmino de cinco a帽os. Se prohibi贸 la exportaci贸n o importaci贸n de tabacos y cigarros por cuenta de particulares. Todos los poseedores de tabaco, fueren de segunda mano o de cosecha propia, quedaban obligados a transferirlo a la Comisi贸n Nacional de Cr茅dito a los precios fijados por la ley. So pretexto de proveer al financiamiento de las compras del Estanco, esta intervenci贸n sirvi贸 de excusa para emitir papel moneda destinado a aliviar la insolvencia fiscal. Con ese prop贸sito, por otra ley de la misma fecha se autoriz贸 una emisi贸n de 1.000.000 $f que se destin贸 al pago de los gastos del presupuesto, al financiamiento de las operaciones del estanco del tabaco y al canje de los billetes de la Caja de Conversi贸n. Para su amortizaci贸n se afectaron las rentas de la aduana y el l铆quido producto de las ventas del estanco del tabaco. En la angustia por proveer de recursos al fisco, se apelaba de nuevo al expediente de la emisi贸n de papel moneda, supuestamente contra ingresos futuros.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 La Comisi贸n Nacional de Cr茅dito qued贸 encargada de la emisi贸n de los billetes, de su amortizaci贸n y de las operaciones de compra y venta de tabacos y cigarros. Para su integraci贸n no fueron esta vez tomados en cuenta los representantes del comercio que hasta entonces hab铆an intervenido en todas las comisiones encargadas de la emisi贸n y amortizaci贸n de billetes y t铆tulos de la deuda p煤blica. Era evidente que la iniciativa no contaba con el apoyo y la solidaridad del comercio. El Gobierno volv铆a a intervenir en la comercializaci贸n de uno de los principales frutos de exportaci贸n y eso molest贸 profundamente a la comunidad comercial. Pero esta intervenci贸n durar铆a poco. El momento elegido para su iniciaci贸n era el menos propicio. La intervenci贸n del Estado no podr铆a obviar por s铆 sola las enormes dificultades que en la misma actividad confrontaba la iniciativa privada. Por otra parte no le ser铆a f谩cil al Gobierno improvisar en corto plazo una red de acopiadores para reunir el tabaco que se estaba cosechando, y otra de agentes y corresponsales en el exterior para su comercializaci贸n. No exist铆an adem谩s, mercados externos que pudieran absorber la producci贸n por acopiarse.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Comenz贸 la Comisi贸n incaut谩ndose de todo el tabaco que el comercio hab铆a recibido en pago de los anticipos en mercanc铆as, realizados a los productores. Esa apropiaci贸n compulsiva, y los bajos precios abonados, intensificaron el resentimiento del comercio en contra de la intrusi贸n oficial.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Si en lo interno el estanco no encontr贸 una acogida favorable, en lo externo tampoco logr贸 resultados mejores. Los esfuerzos realizados para vender el tabaco en la Argentina fueron infructuosos. No hab铆a all谩 compradores dispuestos a adquirir el producto paraguayo a煤n a precios rebajados. La recesi贸n comercial en Buenos Aires estaba tambi茅n en su punto m谩s agudo. El comercio porte帽o malvend铆a sus mercader铆as en la desesperaci贸n por obtener recursos para cubrir obligaciones inmediatas y evitar la cesaci贸n de pagos, que conduc铆a a la quiebra.
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聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 EL ESTANCO DE LA SAL Y EL JAB脫N
Con el fracaso del intento de exportaci贸n del tabaco, el Gobierno decidi贸 intervenir en la comercializaci贸n del jab贸n y la sal, dos bienes importados de consumo generalizado en el pa铆s. Por ley del 17 de agosto de 1875 se dispuso el estanco de ambos productos, por el t茅rmino de tres a帽os. Con estos nuevos rubros, la administraci贸n del Estanco cre铆a poder evitar los problemas de la comercializaci贸n que frustraron los intentos de ventas de tabaco en el exterior. La intervenci贸n gubernamental en las actividades comerciales se intensificaba. No se trataba ya de adquirir con papel moneda frutos de producci贸n local para venderlos al extranjero e ingresar en el pa铆s las divisas resultantes de las ventas, Se ten铆a que empezar comprando giros o monedas extranjeras en el mercado local para pagar las importaciones de sal y jab贸n que luego se vender铆an en la plaza. Con ello se originaba una demanda nueva de cambios que, en un mercado ya deficitario, ven铆a a intensificar el agudo desequilibrio externo y a acelerar la depreciaci贸n del papel moneda. Por entonces, el comercio "cambia(ba) un peso met谩lico por 4, 5 y hasta 6 pesos papel".35 A fines del mes de agosto, el agio aument贸 a 8 pesos papel por uno met谩lico. Con ese desproporcionado aumento, las tensiones y las protestas se acentuaban. Del editorial de un diario local extractamos los p谩rrafos siguientes, que reflejan las fricciones del momento:
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "Al grado que ha llegado la crisis y al grado que se ha deprimido el papel, el malestar del pueblo aguijoneado por las necesidades materiales de su azarosa vida diaria, produce la intranquilidad general.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "La depreciaci贸n del papel moneda nacional es una defraudaci贸n p煤blica condenada por la moral, por las leyes, por el orden social mismo. (...) si el comercio desprecia el papel por su inter茅s, por su inter茅s el pueblo y el Gobierno no deben consentirlo. (...) No comprendemos ni conocemos ley, ni principio econ贸mico que establezca el agio del papel moneda en ninguna naci贸n. Lo consideramos como un abuso, como una explotaci贸n que una parte de la sociedad ejerce sobre la otra; y eso ni es l铆cito ni es pol铆tico. Tolerarlo m谩s all谩 de lo que la prudencia social y los 铆ntimos intereses de un pueblo exigen, es contribuir al abatimiento del esp铆ritu p煤blico; y los gobiernos que estiman su mandato y tienen conciencia de sus actos, por rectitud, y por patriotismo no pueden consentir el ultraje y desprestigio de las leyes". 36
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 El problema era totalmente distinto. No era una cuesti贸n de desprecio o de abusos del comercio lo que afectaba a la moneda nacional. Eran el agudo desequilibrio de la balanza de pagos, la fuga de capitales y la ca铆da de la demanda de los productos nacionales en los mercados externos los factores que estaban gravitando en la depreciaci贸n de la moneda nacional, y sobre los cuales el Gobierno, hu茅rfano de reservas met谩licas, no ten铆a ninguna posibilidad de acci贸n.
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聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 LA REACCI脫N DEL COMERCIO
Ante esos ataques abiertos de la prensa oficial, el comercio convoc贸 a una reuni贸n de sus asociados para coordinar la defensa del gremio y pronunciarse, adem谩s, sobre la situaci贸n dif铆cil y tensa que viv铆a el pa铆s. Se dijo all铆 que la depreciaci贸n del papel moneda no era culpa ni responsabilidad del comercio sino de las autoridades que lo estaban emitiendo sin respaldo alguno y en cantidades desmedidas. Se destac贸 que las actividades comerciales de la Comisi贸n Nacional de Cr茅dito eran ilegales y contrarias a las normas constitucionales vigentes, y se pidi贸 su cancelaci贸n. Varios expositores reiteraron la necesidad de que el Gobierno ajustara sus gastos a sus ingresos y que se amortizara r谩pidamente todo el papel moneda en circulaci贸n. La reuni贸n resolvi贸 preparar un memorial que deb铆a ser presentado a las autoridades.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 La reacci贸n en contra de las conclusiones de esa reuni贸n se reflej贸 de inmediato en un peri贸dico oficialista:
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "Ayer presentaron dichos se帽ores -dec铆a el art铆culo- la exposici贸n de sus vistas e ideas sobre la situaci贸n econ贸mica. Conocemos ya ese trabajo y no estamos de acuerdo con 茅l, porque su pedido no mejora la depreciaci贸n en que al presente se encuentra el papel moneda. (... ) Las medidas que proponen en nada favorecen o ayudan al gobierno, lo dejan en las mismas dificultades, y las conveniencias de su adopci贸n s贸lo ser铆an para el sacrificador que es el comercio".37
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 El ambiente de confrontaci贸n y recriminaciones hab铆a llegado a un punto extremadamente tenso. "La administraci贸n de los monopolios y la emisi贸n de billetes de curso forzoso, refiere Freire Esteves, hab铆a originado tal odiosidad sobre el gobierno, que 茅ste temi贸 por su suerte". 38
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聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 EL RETORNO AL LIBRE COMERCIO聽
Para descargar la tensi贸n acumulada, y evitar un enfrentamiento a煤n mayor, el Gobierno decidi贸 derogar las medidas adoptadas. Al efecto convoc贸 a un grupo de personas expectables buscando asesoramiento y apoyo. Design贸 una Comisi贸n integrada por el Dr. Benjam铆n Aceval y Dn. Jos茅 Segundo Decoud para que propusiera las reformas econ贸micas y financieras que deb铆an aplicarse.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 En un informe presentado poco despu茅s, la Comisi贸n recomend贸 la abolici贸n inmediata del Estanco del tabaco, la sal y el jab贸n, y el retiro de todo el papel moneda en circulaci贸n, aun a costa de cualquier sacrificio. Poco despu茅s comenzaba el proceso de reversi贸n de las medidas intervencionistas en vigor.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Por ley del 16 de octubre siguiente se cancel贸 el estanco del tabaco, el jab贸n y la sal. Se dispuso la venta de todo el tabaco acopiado para pagar con su producto a los acreedores de la Comisi贸n de Cr茅dito y amortizar los bonos de la Asociaci贸n del Comercio Paraguayo que segu铆an en circulaci贸n. Al mismo tiempo se autoriz贸 al Poder Ejecutivo a vender "en p煤blica subasta y a papel moneda", las siguientes casas de propiedad del Estado:
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 1. La casa de la calle de la Palma, con los n煤meros 6 y 8, que ocupaba la Comisi贸n Nacional de Cr茅dito.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 2. La casa de la calle Florida, n煤meros 1, 2 y 5.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 3. La casa de la Calle de la Estrella con los n煤meros 13 y 15.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 4. La casa de la calle de Caapuc煤, formando esquina con Libertad, la primera con los n煤meros 1,3,5,7 y 9, la segunda 22,24, 26 y 28.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 5. La quinta de Pati帽o-Cu茅, en Itaugu谩.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 6. La casa de la calle de El Paraguayo Independiente, n煤mero 35.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 El producto de esas ventas deb铆a ser aplicado en su totalidad a la amortizaci贸n del papel moneda y destruido por el fuego.39 La amortizaci贸n o venta de propiedades p煤blicas era la soluci贸n. As铆 lo hab铆a expresado un diario local, haci茅ndose eco del pensamiento que primaba en los c铆rculos p煤blicos y privados:
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 ". . Vale m谩s, estado pobre con s煤bditos ricos o productores, que no estado rico con s煤bditos pobres; de nada sirven al pa铆s los inmensos campos eriales que posee y que permanecen incultos, mientras sigan inmovilizados en poder del Estado; de nada le sirven las otras propiedades que estar铆an a no dudar mejor atendidas en manos de particulares. Si por las circunstancias del momento el precio que se obtuviere en su venta fuere menor que el que se obtenga en el porvenir, esta desventaja se compensa con la explotaci贸n que adquirir铆an esos eriales hoy abandonados completamente. Y con esto decimos que los remedios para la situaci贸n del Tesoro no los encontrar铆amos sino en la desamortizaci贸n, como medio de aumentar la producci贸n, de introducir capitales al pa铆s y crear renta sobre la mejor de sus bases".40
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 El Gobierno buscaba una paz con el comercio. Trataba de complacer sus reclamaciones y dar muestras de buena voluntad para con el gremio. Con ese objetivo, se incluy贸 a tres representantes del comercio en la comisi贸n que se encargar铆a de la ejecuci贸n de las medidas adoptadas. Al mismo tiempo, suspendi贸 la emisi贸n autorizada por ley del 22 de abril, la cual hab铆a alcanzado a ejercerse por la suma de $f 351.486.45.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Con estas medidas, el Gobierno buscaba borrar sus diferencias con el alto comercio. Pon铆a t茅rmino al estanco, suspend铆a la emisi贸n de papel moneda y prove铆a recursos para su amortizaci贸n. Pero la situaci贸n econ贸mica y fiscal quedaba igual. La recesi贸n continuaba con la misma o mayor intensidad. El curso de la econom铆a quedaba nuevamente librado al impulso de la iniciativa privada, que nada pod铆a hacer para revertir la situaci贸n depresiva que agobiaba a la plaza. La mora y el d茅ficit fiscal se hab铆an intensificado y requer铆an acciones inmediatas, para evitar la paralizaci贸n de las actividades y los pagos del Estado.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Fue 茅se un momento de prueba en que el Gobierno tuvo que rever una respuesta que no result贸 eficaz. Pero la sola reversi贸n de las medidas aplicadas dejaba sin soluci贸n el problema central de la recesi贸n de las actividades productivas y comerciales. No se ten铆an opciones. La teor铆a econ贸mica conocida no ofrec铆a ninguna gu铆a para encarar la aguda contracci贸n de la econom铆a. El tema de la depresi贸n no hab铆a sido a煤n abordado por los estudiosos de la materia. Lo 煤nico que podr铆a hacerse, seg煤n la apreciaci贸n de los asesores convocados, era purgar el papel moneda, mantener un consenso con los c铆rculos gravitantes y evitar las reacciones p煤blicas en contra del Gobierno. Y de acuerdo con esas recomendaciones, se comenz贸 a actuar. Seg煤n explic贸 Freire Esteves:
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "Convoca Gill una reuni贸n de notables en palacio, y adopta el temperamento expedido por ella: m谩ximum de econom铆a en los gastos presupuestados, de modo que no excedan de $ 15.000 mensuales; reducci贸n de empleados a los absolutamente indispensables; reducci贸n del ej茅rcito a 400 plazas, habi茅ndose intentado, al principio de su gobierno, movilizar hasta cinco mil; constituci贸n de una comisi贸n encargada de quemar el 50% del producto de las rentas generales pagadero en papel; aceptaci贸n de la renuncia a la mitad de sus sueldos de todos los empleados del Estado, destin谩ndose dicha suma a amortizaci贸n del papel".
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "Bajo la obsesi贸n de amortizar el papel, el 60% de las entradas aduaneras, cobrado en oro y plata, es dedicado a abonar el presupuesto, y el resto, cobrado en papel, a la quema. V茅ndense cuatro manzanas del Cuartel San Francisco, a precios tirados y a papel, destin谩ndose tambi茅n lo producido a la quema". 41
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Por otra ley del 15 de diciembre de 1876 se autoriz贸 la venta de tierras fiscales en todo el territorio de la Rep煤blica, hasta el valor de $f 6.000.000. Era una liquidaci贸n masiva del patrimonio territorial del fisco la que se intentaba. S贸lo se exceptuaron de las ventas los ejidos de los pueblos, los yerbales, la llanura vecina a la capital llamada "Campo Grande" y los ba帽ados de Tacumb煤 y San Miguel. Todo lo dem谩s podr铆a venderse si hubiera compradores. El producto de las ventas que se recibiera en moneda de oro o plata sellada deb铆a destinarse al servicio de los empr茅stitos ingleses y al pago de la deuda interna. Lo que se percibiera en papel moneda se aplicar铆a igualmente a la quema.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Al mismo tiempo se dispuso la venta de m谩s propiedades urbanas para continuar la amortizaci贸n del papel moneda hasta que la emisi贸n quedara reducida en 100.000 pesos fuertes. Ambas acciones fueron dispuestas por ley del 30 de mayo de 1876.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Con todas esas medidas, el papel moneda se reduc铆a progresivamente, disminu铆a la deuda interna; el agio declinaba, pero los recursos que el Gobierno pod铆a disponer para sus gastos, se reduc铆an a煤n m谩s, por la quema continua que se hac铆a de parte de los ingresos para amortizar el papel moneda. Por la falta de liquidez de la plaza, la venta de tierras p煤blicas, a pesar de todos los esfuerzos, alcanz贸 a sumas modestas, que s贸lo representaron una proporci贸n m铆nima de la ambiciosa meta de 6.000.000 de pesos que hab铆a sido autorizada.
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聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 EL ACUERDO DE LONDRES
聽Dentro de la misma l铆nea de pensamiento se revivi贸 el proyecto anterior de creaci贸n de un banco con capitales ingleses. Se quer铆a resolver la carest铆a de medios de pago que dominaba la plaza con la creaci贸n de un banco de emisi贸n, cuyo capital deb铆a ser aportado por inversionistas extranjeros. A ese efecto, el Gobierno comision贸 a C谩ndido Bareiro para que negociara en Londres su establecimiento. El momento elegido era el menos propicio para esta gesti贸n. El mercado ingl茅s tambi茅n estaba experimentando los efectos negativos de la recesi贸n mundial. Aunque con una tasa menor de contracci贸n, la econom铆a inglesa confrontaba los mismos problemas de reducci贸n de la producci贸n y de p茅rdida de liquidez.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 En su desesperaci贸n por lograr el inter茅s de inversionistas y promotores ingleses, la propuesta de Bareiro fue extremadamente exagerada y generosa. Poco menos que compromet铆a la autonom铆a misma de la Naci贸n. A los tomadores de los bonos se les conceder铆a por 30 a帽os la exclusividad de las transacciones bancarias en el pa铆s. Sus operaciones y bienes estar铆an exentos de todo impuesto nacional o municipal. Para sede de sus oficinas, se les donar铆a in perpetuo el Palacio de L贸pez u otro edificio fiscal. Para el financiamiento de sus operaciones, el Banco podr铆a emitir hasta el triple de su capital efectivo.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Se les conced铆a, adem谩s, la exclusividad de la explotaci贸n de la principal riqueza del pa铆s, la yerba mate, que quedaba estancada en su beneficio por veinte a帽os. Se les transfer铆a tambi茅n la propiedad del ferrocarril y una milla de tierras p煤blicas a ambos costados de sus v铆as. Y todo a cambio de s贸lo 15.000 acciones del Banco, de las cuales 12.000 deb铆an quedar inscriptas a nombre de depositarios ingleses, para su venta en el mercado de capitales. El producto de esta venta deb铆a ser invertido en la compra de bonos en la bolsa, y los dividendos o frutos de la inversi贸n deb铆an destinarse a amortizar los bonos y al pago de los intereses de los empr茅stitos paraguayos.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Como si todo eso fuera poco, los terrenos y edificios fiscales de la Rep煤blica quedar铆an todos hipotecados a favor del Banco, que se encargar铆a, adem谩s del cobro de los derechos de aduana. De las recaudaciones, 90.000 libras anuales deb铆an transferirse al Tesoro para el financiamiento del presupuesto. Todo el excedente se destinaba al pago de la deuda externa del pa铆s. Oferta m谩s generosa era imposible. El convenio correspondiente fue suscripto el 23 de marzo de 1876, y ratificado en el Paraguay por Ley del 4 de julio del mismo a帽o.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 La Comisi贸n de Tenedores de Bonos envi贸 al Paraguay un agente para que evaluara la propuesta y recogiera informaci贸n sobre los extremos comprendidos en el contrato. Poco despu茅s del retorno de este agente a Londres, la Comisi贸n decidi贸 no aceptar el negocio. Ante el fracaso de esta gesti贸n, por ley del 12 de diciembre de 1876 se derogaron las concesiones y beneficios otorgados.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Entre tanto, la econom铆a y las finanzas se manten铆an en un nivel extremadamente deprimido. La situaci贸n del Gobierno era ya dram谩tica. Ante la insuficiencia de los recursos, las entradas fiscales se prorrateaban mensualmente entre todos los empleados p煤blicos, desde el Presidente para abajo, y por la diferencia de sus asignaciones se les entregaba a cada uno vales del tesoro o c茅dulas hipotecarias. Con los acreedores y proveedores se hac铆an arreglos m谩s o menos similares. Ejemplo ilustrativo es el acuerdo celebrado con Benjam铆n Balanz谩, a quien el Gobierno deb铆a 7.400 $f. por servicios prestados como miembro de la Comisi贸n Cient铆fica. Seg煤n el texto del Decreto del 18 de agosto de 1876, el pago de este compromiso pendiente le fue efectuado del modo siguiente:
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 1掳 Por la cantidad de 5.000 $f, se le adjudicaron tierras nacionales en la parte que el Se帽or Balanz谩 eligiera.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 2掳 Por la cantidad de 1.400 $f se le entreg贸 una orden de pago que ser铆a satisfecha cuando cesaran "las apremiantes circunstancias en que se encuentra el Estado".
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 3掳 El remanente se le pagar铆a a raz贸n de cien pesos fuertes mensuales, a contar del 1掳 de septiembre, en uno o m谩s documentos que pudieran ser descontados en plaza.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Arreglos similares se hac铆an con todos los proveedores y acreedores del Estado. La preocupaci贸n dominante era reducir la deuda interna y el papel moneda en circulaci贸n. A ese efecto, se dispuso la venta del ferrocarril con todos sus accesorios en un mill贸n de pesos pagaderos en t铆tulos de la deuda interna. Ante esa tentadora oferta, unos pocos comerciantes reunieron esa cantidad en t铆tulos de la deuda que adquirieron en la plaza con grandes descuentos, y se hicieron due帽os del ferrocarril y de todas sus instalaciones. Era un negocio espl茅ndido como inversi贸n, aunque no como explotaci贸n. La rentabilidad del servicio era baja, pero s贸lo la estaci贸n de la Asunci贸n val铆a m谩s del mill贸n te贸ricamente pagado.
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聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 EL ASESINATO DEL PRESIDENTE GILL
En esas circunstancias poco alentadoras, el descontento y el desasosiego se extendieron multiplicados en la poblaci贸n. En forma paralela, aumentaba el rigor de las represiones para acallar las quejas y reclamaciones. Era un momento extremadamente tenso. Un ambiente de desesperaci贸n se extend铆a por todo el pa铆s. En ese marco de incertidumbres y necesidades que no encontraban soluci贸n, otra conjuraci贸n, gestada esta vez entre un reducido grupo de personalidades pol铆ticas y militares, asum铆a objetivos diferentes. No buscaba provocar otro levantamiento armado para derrocar al Gobierno, sino que apuntaba al asesinato del propio Presidente para producir con su desaparici贸n el desmoronamiento del r茅gimen.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 El magnicidio proyectado fue consumado en la ma帽ana del 12 de abril de 1877. Pero la muerte del Presidente Gill no produjo la ca铆da del r茅gimen ni modific贸 el estado de cosas vigente en el pa铆s. La insurgencia no se extendi贸 a la ciudadan铆a. Cometido el crimen, los conjurados se dieron a la fuga. Algunos fueron capturados poco despu茅s en las inmediaciones de la capital. Otros lograron escapar al exterior. Asumi贸 el Gobierno el Vice-Presidente de la Rep煤blica, asegurando con ello la continuidad institucional. Parad贸jicamente, ese luctuoso episodio de la pol铆tica paraguaya se produjo en momentos en que la tendencia recesiva de la econom铆a se revert铆a y comenzaba un per铆odo de recuperaci贸n, que en su fase inicial fue lento y casi imperceptible, pero que en los a帽os siguientes fue aceler谩ndose progresivamente.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 LA RECUPERACI脫N聽
El impulso reactivador no se origin贸 internamente. Esa primera crisis puso en evidencia la incapacidad de la econom铆a nacional para producir aut贸nomamente su recuperaci贸n. El empuje inicial vino del exterior, una experiencia que se repetir铆a en todas las crisis ulteriores. El nivel de ocupaci贸n interno era determinado por las variaciones de la demanda externa de bienes primarios de exportaci贸n y no por la sola capacidad o disposici贸n productiva del pa铆s. Cuando la demanda externa declinaba, la econom铆a nacional entraba en un proceso de contracci贸n; cuando la demanda se reactivaba, se produc铆a la recuperaci贸n y la expansi贸n. Y la demanda externa comenzaba a recuperarse. La econom铆a mundial hab铆a iniciado su fase de reactivaci贸n. La econom铆a argentina comenz贸 a recuperarse, a partir de 1876.39 Con la reactivaci贸n del comercio argentino, se intensificaron primero las 贸rdenes de compras de productos paraguayos, se reanudaron luego los anticipos para el acopio y despacho de yerba, tabaco y madera, y el cr茅dito para la venta de productos destinados a la Asunci贸n comenz贸 a intensificarse. Este cambio tuvo un impacto acumulativo en el Paraguay. Comenzaba la fase de recuperaci贸n de las actividades productivas y comerciales del pa铆s. La reactivaci贸n del comercio exterior, junto con el retiro de las fuerzas aliadas, que puso t茅rmino a las actividades de los proveedores que importaban toda clase de mercanc铆as sin pagar ning煤n impuesto, se reflej贸 pronto en el aumento de los ingresos aduaneros. El Gobierno vio mejorar progresivamente sus disponibilidades de recursos y su capacidad de pago. La eliminaci贸n del d茅ficit se produc铆a naturalmente con el repunte de la actividad econ贸mica. La reanudaci贸n del acopio de frutos de exportaci贸n, junto con el flujo de capitales extranjeros y la reactivaci贸n de la producci贸n y el comercio volcaron en la poblaci贸n una suma creciente de ingresos que produjo la expansi贸n de la demanda interna de art铆culos manufacturados que prove铆a la importaci贸n. La reactivaci贸n de las exportaciones ten铆a un efecto multiplicador sobre el resto de la econom铆a. Con su influencia, el pa铆s comenzaba la fase ascendente del ciclo que se extender铆a ininterrumpida hasta 1883. Pero ni en los c铆rculos oficiales ni en la empresa privada pudo haberse advertido la gravitaci贸n decisiva que tuvieron los factores externos para inducir la recesi贸n y la reactivaci贸n ulterior de la econom铆a. Para todos, la recuperaci贸n se debi贸 exclusivamente a las medidas internamente adoptadas, a la eliminaci贸n progresiva del papel moneda inconvertible que recomend贸 la Comisi贸n de Reformas, a la reducci贸n del d茅ficit fiscal y a la activa movilizaci贸n de la iniciativa privada. A pesar de todos los males experimentados durante la crisis, en los c铆rculos locales renac铆a vigorosa la convicci贸n de que las fuerzas espont谩neas del mercado eran la mejor garant铆a para el progreso del pa铆s.
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NOTAS
1Mensaje del Vice Presidente de la Rep煤blica, abril de 1873.
2Memoria del Ministro de Hacienda. Reproducido en Naci贸n Paraguay, mayo 10 de 1873.
3Naci贸n Paraguaya, abril 16 de 1873.
4R. Olarra Jim茅nez. Evoluci贸n Monetaria Argentina. EUDEBA, 1968, p. 30
5"La Naci贸n Paraguaya", abril 1潞 y 13 de 1870.
6Ley del 28 de febrero de 1872, RORP.
7Ley del 7 de mayo de 1872. RORP.
8Ley del 23 de febrero de 1874. RORP.
9G. Card煤s Huerta. DSCD. El C铆vico, dic. 17 de 1907, p. 3.
10R. Zubizarreta. La Cuesti贸n Monetaria, La Prensa.
11Naci贸n Paraguay, 1潞 de junio de 1873.
12El F茅nix. Reproducido en Revista de Prensa. Naci贸n Paraguaya. 13 de mayo de 1872.
13Diario de Sesiones del Senado del d铆a 14 de junio de 1873.
14. J.C. Chiaramonte. Nacionalismo y Liberalismo Econ贸mico en la Argentina, 1860-1880. Solar/Hachette, 1971, p. 99.
15J. Akerman. Estructuras y Ciclos Econ贸micos. Aguilar, 1962, p. 315.
16Ib铆d., p. 303.
17F. Balb铆n. La crisis 1873-1875, B. A., 1877, p. 8.
18Chiaramonte, Ob. cit., p. 107.
19Ib铆d., p. 109.
20Naci贸n Paraguaya, abril 18 de 1873.
21Naci贸n Paraguay, junio 26 de 1873.
22Ley del 2 de noviembre de 1972, RORP.
23Zubizarreta, Ob. cit.
24Mensaje del Vice Presidente de la Rep煤blica en Ejercicio del P.E. "Naci贸n Paraguaya", 16 de abril de 1873.
25 Reprod. en F.R. Moreno. La Cuesti贸n Monetaria en el Paraguay, 1902, ps. 77 y. sigtes.
26"La Patria", junio 24 de 1875.
27"La Libertad", mayo 16 de 1874.
28"La Libertad". Junio 5 de 1874.
29Decreto del 22 de abril de 1875, RORP.
30"La Libertad", agosto 25 de 1874.
31Zubizarreta. Ob. cit.
32H. G. Warren. Paraguay and the Triple Alliance. ILAS. Ut., p. 221,
33L. Freire Esteves El Paraguay Constitucional, 1921, p. 37.
35"La Patria", agosto 15, 1875.
36"La Patria". La Situaci贸n Econ贸mica, agosto 15, 1875.
37La Patria. La Comisi贸n del Comercio. Agosto 15 de 1875.
38L. Freire E., Ob. cit, p. 37
39RORP. Ley del 16 de Octubre de 1875.
40"La libertad". Proyectos Financieros, diciembre 21 de 1874.
41Ob. cit. ps. 38 y 39.
42Di Tella y Zymelman, Ob. cit. p. 25.
FUENTE (ENLACE INTERNO) :

聽HISTORIA ECON脫MICA DEL PARAGUAY
ESTRUCTURA Y DINAMICA DE LA ECONOM脥A NACIONAL 1870 a 1925
WASHINGTON ASHWELL
Tapa: LUIS VER脫N
CARLOS SCHAUMAN, Editor
Asunci贸n 鈥 Paraguay. 1989 (388 p谩ginas)
ENLACE INTERNO A ESPACIO DE VISITA RECOMENDADA
(Hacer click sobre la imagen)
