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CARLOS A. PUSINERI SCALA (+)

  ARCHIVO NACIONAL DE ASUNCIÓN - Por CARLOS ALBERTO PUSINERI SCALA


ARCHIVO NACIONAL DE ASUNCIÓN - Por CARLOS ALBERTO PUSINERI SCALA

ARCHIVO NACIONAL DE ASUNCIÓN

CARLOS ALBERTO PUSINERI SCALA

 

HISTORIA PARAGUAYA

ANUARIO DE LA ACADEMIA PARAGUAYA DE LA HISTORIA

VOLUMEN XXV

ASUNCIÓN, 1988

 

 

 

 

ARCHIVO NACIONAL DE ASUNCIÓN

por CARLOS ALBERTO PUSINERI SCALA

Para conocer los acontecimientos más importantes de un pueblo es necesario recurrir a las fuentes de la historia. Asunción, tal vez como pocas ciudades de América tiene la fortuna de conservar más de dos millones de documentos antiguos, desde los primeros días de la conquista, porque fue el centro de todo el Río de la Plata, durante casi 100 años llamada también, Capital de la provincia Gigante de Indias. Asunción, dice Juan Francisco Pérez Acosta "fue en la historia la naciente inagotable y fecunda del antiguo Virreinato", El Doctor Manuel Domínguez dice: "de aquí partieron 126 expediciones como de ninguna otra ciudad". Fue sin lugar a dudas, la pródiga la más generosa en dar todo lo que tenía a decenas de ciudades que hoy son grandes y florecientes, y para escribir la verdadera historia de estos pueblos, es indispensable investigar en el Archivo Nacional de Asunción.

Si bien nuestra ciudad capital fue fundada el 15 de agosto de 1537 por Juan de Zalazar de Espinoza, se guardan en el Archivo, varios documentos fechados en España en 1534, como ser, la Capitulación de Carlos I con Don Pedro de Mendoza, el título de contador para Don Juan Cáceres, el título de factor para Don Carlos de Guevara; el titulo de tesorero para Don Gonzalo de Alvarado, el título de veedor para el Capitán Juan de Zalazar de Espinoza, quien más tarde fundó Asunción, además una Cédula Real en la que se le obliga a Don Pedro de Mendoza traer a América un médico; un cirujano y un boticario. También se guarda el testamento de Juan de Ayolas de octubre de 1536, la Cédula Real del 12 de septiembre de 1537, que se refiere a elegir autoridad sino lo hubiese. Pueden verse también, escritura de obligaciones, demandas, denuncias, inventario de bienes de difunto, nombramientos, cédulas reales, bandos, ordenanzas, centenares de documentos fechados en el puerto del Buen Aire, antes de 1541, año en que se trasladó todo lo existente de ese fuerte a Asunción, también se tenía ya en 1544 varias Cédulas, Provisiones y Pragmáticas Reales.

Todos estos documentos prueban que en el incendio de 1543, que sufrió esta ciudad no se quemó, por lo menos el Archivo que se guardaba en el Cabildo, ya que se conservan hasta hoy las Actas Capitulares y otros centenares de papeles de antes de 1543. Además daremos el testimonio de un documento en que el escribano Martín de Orué pide se le entregue todos los papeles que tenía Pedro Fernández en 1544.

Es posible que el manuscrito más antiguo que se conserva en nuestro Archivo, que se refiere a guardar documentos, es del 16 de octubre de 1539. En esa fecha ya Rodrigo Gómez, tenía una cantidad de papeles, como depositario que era de bienes de difuntos. En ese día y año el señor Gómez "entregó varios conocimientos a Don Gregorio de Leyes quien fue nombrado tenedor de bienes de difuntos", a continuación se da los nombres de las personas de cuyos documentos se guardó, y las sumas de dinero de las obligaciones y finanzas: ellos son: Juan Mexia, Pedro Medina, Juan Carvallo, Alonso Yanes, Diego García (piloto mayor), Cristóbal de Torralba, Alonso Serrano, Bastían Pérez, Bartolomé Carrasco, Juan Guzmán, Juan Ramírez, Fernando de Arboleda, Juan Solmerón, los cuales dichos conocimientos el dicho Gregorio de Leyes, recibió de dicho Rodrigo Gómez en presencia de mí el escribano y de testigos" (1). Firman este documento: Rodrigo Gómez, Andrés Gómez, Gregorio de Avalos y Gregorio de Leyes.

 

El 22 de junio de 1542 el teniente de Gobernador Capitán Francisco López, toma cuenta a Gregorio de Leyes de los bienes de difuntos de la provincia; estaban presentes también "Alonso de Castillo y Pedro Antonio Aquino, contador en las cuentas que tenía Gregorio de Leyes".

De acuerdo al inventario que se tomó, no estuvieron conformes las autoridades y con ese motivo, el 8 de diciembre de 1542 el Alcalde Mayor, Juan Pabón de Barajóz, le ordenaba a Gregorio de Leyes entregue todos los bienes y la documentación para que se haga de ellos lo que fuere justicia. A continuación dan los detalles de todos los bienes (2).

El 16 de septiembre de 1541, Irala firmó la Ordenanza creando el Cabildo y Regimiento de Asunción. De la Fuente Machaín dice: "la primera agrupación castellana que alcanzó título y rango de ciudad en la vasta provincia del Río de la Plata" (3). Los señores que componían este cuerpo del cabildo se reunían tal vez en la Iglesia o en otro lugar apropiado. Lo que podemos asegurar es que de acuerdo a un documento de nuestro Archivo y publicado en la revista de esta institución, ya en 1902 (4), en unas Instrucciones y Capítulos (fechado el 23 de febrero de 1545) entregadas a Martín de Orué para llevarlos a los Reinos de España y solicitar a S. M. su aprobación. En una de sus partes dice: "Otro si ha de pedir y suplicar a S. M. que porque hasta ahora en esta ciudad no se ha dado ni repartido sitio para casas de Cabildo ni cárcel ni pescadería ni carnicería que Su Magestad mande dar y repartir".

De la Fuente Machaín dice lo mismo en otro párrafo de su libro, y que con seguridad tomó los datos del mismo documento nombrado, "que no se señaló sitio para Cabildo y la cárcel". Lo interesante es lo que refiere a continuación, que el Rey dio una Real Orden con fecha 10 de septiembre de 1546, ordenando al Gobernador que proveyera como conviene al bien de la ciudad (5).

En Asunción el 26 de julio de 1544, se ordena por vez primera mandar hacer "un arca" con tres llaves para guardar todos los papeles. El documento dice así: "Reunidos el magnífico Señor Domingo Martínez de Irala, Teniente Gobernador y Capitán General de esta dicha provincia y Alonso Cabrera, veedor y Felipe de Cáceres contador y Pedro Dorante factor y Garci Benegas tesorero, oficiales de su Magestad estando juntos de acuerdo y ayuntamiento según lo han de uso y de costumbre después de haber consultado y platicado sobre lo pedido por el factor Pedro de Orantes y respondido por el dicho Felipe de Cáceres contador de su Magestad, de común acuerdo y parecer dijeron que por cuanto en el noveno capítulo de la instrucción dada por su Magestad, el dicho contador manda que le sea hecho cargo al factor de la hacienda, grangerías y otras cosas que su Magestad en esta tierra tuviere". En otro párrafo dicen que de común acuerdo, "acordaron que la cuenta que se ha de tomar y tomare de aquí adelante a la persona o personas que han tenido o tuviesen cargo de las cobranzas de los diezmas de lo pasado se tome, por ante todos los dichos señores oficiales y en lo de porvenir se guarde la orden que su Magestad manda por sus reales instrucciones y aquel alcance que a la tal persona se hiciese se entregue al dicho factor".

Lo importante de este documento es lo que dice a continuación, y es que por primera vez se ordena "se haga un arete con tres llaves" para guardar todos los papeles. El documento dice lo siguiente:

"Acordaron de común acuerdo que se haga y mande hacer la arca de las tres llaves que su Magestad por sus reales instrucciones hacer para tener en ella los hierros de las marcas de su Magestad y las escrituras, proviciones y cédulas con todo lo demás que su Magestad manda y que dicho contador libre lo que costare hacer la dicha caja y se ponga luego a efecto" (6).

Por lo expuesto, con la orden de "hacer un arca con tres llaves para guardar documentos", el 26 de julio de 1544, se crea el Archivo Nacional de Asunción.

Además otro documento, asevera lo que decimos. El mismo día de la nota anterior, 26 de julio de 1544, el escribano, Don Martín de Orué pide le sean entregados "Todos los documentos que tenía el escribano Pedro Fernández, y dice: "a mí, que como tal escribano de gobernación civil y comercial me compete y conviene tener y estén en mi poder todas las escrituras, procesos, autos civiles y criminales, bandos, ordenanzas, libros de acuerdos y otras escrituras cualesquiera".

Después dice: "asimismo tengan de otros escribanos, etc." De acuerdo con esta nota que veremos más adelante, en la que se ordena se reúna todo lo que existía de papeles y el mismo día se ordena hacer "un arca", son pruebas irrefutables de la creación del Archivo Nacional de Asunción.

La nota de lo que hablamos y que también está fechada el 26 de julio de 1544, en parte dice:

"Martín de Orué, escribano público del número y de la gobernación civil y criminal de esta provincia del Río de la Plata, por ante vuestra Merced en la mejor vía e forma que con derecho puedo y debo, digo que a mí como a tal escribano de gobernación civil e criminal me compete y conviene tener y que estén en mi poder todas las escrituras y procesos e autos civiles y criminales e de gobernación, bandos y ordenanzas libros de acuerdos y otras escrituras cualesquiera tocantes al dicho mi oficio que hayan pasando y estén en poder de Pedro Fernández que fuera escribano de Su Magestad estante en esta ciudad y asimismo tenga de otros escribanos que han usado y ejercido el dicho oficio etc.". Más adelante dice:

"Que para que no se pierdan o desaparezcan o se pierdan como se ha perdido o se queme como dice Pedro Fernández, que se quemó antes que viniera el Gobernador Cabeza de Vaca y cuando este señor fue puesto preso, y también se quemaron la mayor parte de las dichas escrituras que tenía, cuando esta ciudad se quemó". Después dice el escribano, Orué que claramente le parece "no se haber quemado las dichas escrituras sino estar ellas en su poder para el efecto que él las quisiera, porque si así no fuera hubiera inventariado con licencia y autoridad de jueces las que se hubiesen quedado". Le decía también, "que seguramente querrá llevar en el navío que se hace a los Reynos" y que sería un gran cargo y culpa para Orué.

Seguía diciendo que: "le pedía y suplicaba y si necesario fuere reitero una y dos y tres y más veces cuantas por derecho puedo y debo mande y provea ..................... me de y entregue todas las dichas escrituras y procesos y autos civiles y criminales y cosas tocantes a gobernación, bandos y ordenanzas y libros de acuerdos y otras cualquiera ...... .............. que estén en su poder de lo contrario protestaría y lo querellaría ante su Magestad" (7).

De acuerdo a lo que dice el escribano Martín de Orué en esta nota, el Archivo no se quemó en el incendio que sufrió la ciudad Nuestra Señora de la Asunción en 1543.

Lo notable es que la petición que Martín de Orué le hizo a Pedro Fernández de todos los documentos fue el 26 de julio de 1544, ese mismo día "el magnífico Domingo Martínez de Irala" y las otras autoridades, ordenaron se haga un arca con tres llaves para guardar todos los documentos; existe una rara coincidencia que estos dos importantes documentos fueran del mismo días, mes y año.

Con seguridad Irala sabía de la petición que Orué le hizo a Fernández y tal vez por eso se mandó hacer la caja para guardar toldos los papeles; sin embargo, a más de lo que tenía Fernández en su poder existía ya una gran cantidad de otros documentos en las Casas del Cabildo, de acuerdo al inventario que se realizó en 1599 que veremos, más adelante.

En el libro "COMENTARIOS" de Alvar Núñez Cabeza de Vaca (2° Adelantado y Gobernador de la Provincia del Río de la Plata), escrito por Pedro Hernández, "Escribano y Secretario de la Provincia", relato que dirigió "al Serenísimo, muy alto y muy poderoso Señor el Infante Don Carlos N. S.", donde Alvar Núñez narra sus expediciones, sus desgracias y otros acontecimientos vividos. En el Capítulo LXXIV dice: "Cómo el Gobernador llegó con su gente a la Asunción y aquí le prendieron".

En uno de los párrafos dice: "Y luego entraron los oficiales donde el Gobernador estaba, que era una pieza muy pequeña y le echaron unos grillos y le pusieron guardias...". Más adelante dice: "donde tenía su hacienda y escrituras y proviciones de su Magestad...". "y descerrajaron unas arcas y tomaron todas las escrituras que en ellas estaban y se apoderaron de todos ellos y abrieron, asimismo un arca que estaba cerrada con tres llaves donde estaban los procesos que se habían hecho contra los Oficiales, de los delitos que habían cometido los cuales estaban remitidos a S. M.".

El apresamiento de Alvar Núñez Cabeza de Vaca fue en la noche del 23 de abril de 1544.

Es Justo reconocer que ya existía un arca con tres llaves antes que Irala ordenara, el 26 de julio de 1544, "hacer un arca con tres llaves", y que con seguridad Irala ordenó, por destrucción de la anterior, pero como ya dijimos en la misma fecha, Don Martín de Orué pide le sean entregados todos los documentos que tenía el escribano Pedro Fernández, "asimismo tenga de otros escribanos que han usado y ejercido el dicho oficio".

Interesantes documentos por su manera de expresarse, son los bandos y ordenanzas dictados por Domingo Martínez de Irala. Uno de ellos, de marzo de 1547, manda entre otras cosas, se cumpla, ejecuten y guarden los dichos bandos; el documento comienza así:

"En la ciudad de Asunción que es en el Río del Paraguay de la provincia del Río de la Plata ....................... mes demarzo  año del Señor  de mil quinientos cuarenta y siete años, este dicho día en presencia de un escribano público de yuso escripto el magnífico Señor Domingo Martínez de Irala, teniente de Gobernador y Capitán General de esta provincia en nombre de su Magestad pareciendo cosa conveniente para el servicio de Dios y de Su Magestad, buena administración de esta conquista hizo y ordenó los bandos y ordenanzas siguientes para los pobladores y conquistadores de esta dicha provincia que residen en esta dicha ciudad guarden y cumplan en la manera siguiente".

"Primero, ordeno y mando que desde hoy día en adelante o del día que estos bandos fueran fijados y publicados, ninguna ni algunas personas de qualquier estado o condición que sean no sean osados pública o secretamente de día ni de noche, directa ni indirectamente de ir ni bayan fuera de esta ciudad a ninguna casa .............. de indios ni entrar en ellas ni en circuito de ellas con cincuenta pasos alrededor, ahora vayan en busca de indios huidos como a rescatar o buscar cosa alguna sin expresa licencia y consentimiento del dicho Señor Teniente de Gobernador".

En otro párrafo dice:

"Otro si ordena y manda que dos bandos que los días pasados por su mando se echarán uno sobre los que esconden las indias agenas, en otro sobre los que acarrean mantenimiento y usan otras labores en los días de las fiestas se guarden y cumplan como en ellas se declara y so pena en ellos contenidos las cuales han sido públicos y manifiestos y están en poder del escribano de yuso scripto todos los cuales dichos bandos y cada uno de ellos el dicho Señor Teniente de Gobernador mandó que sean guardados y cumplidos y ejecutados como en ellos se contiene y que sean fijados y leídos en presencia de testigos y publicados como están fijos que los vengan a ver y no pretendan de ellos ignorancia y lo firmó de su nombre.

Domingo Martínez de Irala por mandado del Señor Teniente de Gobernador" (8).

Como vimos en una anota anterior, Martín de Orué era escribano Público ya en julio de 1544 quien guardaba la mayor parte de todos los documentos existentes. El 29 de enero de 1582, el Gobernador nombró a Luis Márquez (9) en remplazo de Orué por fallecimiento de éste.

Márquez, se hace cargo de la escribanía hasta el 12 de septiembre del mismo año, quien pide se nombre a otro por encontrarse enfermo (10). En todas las oportunidades que se nombraba un nuevo Escribano Público se tomaba inventario de los documentos existentes, lo cual pudimos comprobar en el Archivo Nacional.

El Dr. Viriato Díaz Pérez, creyó encontrar la fundación del Archivo de fecha 25 de noviembre de 1596, El documento dice:

"En la ciudad de Asunción a veinte y cinco días del mes de noviembre de 1596 años se juntaron en su Cabildo y Ayuntamiento, como es uso y costumbre, la Justicia Mayor y Ordinaria y de la Hermandad, Aguacil Mayor y Regidores Capitulares que de uso firmaron sus nombres y habiendo hablado en cosas tocantes al bien pro y utilidad de esta Ciudad y República acordaron y se determinó que se haga una Caja de Archivo de las provisiones Reales de Su Magestad y demás papeles y ordenanzas tocantes y pertenecientes al buen Gobierno de esta Ciudad el cual dicho Archivo y Caja tenga las llaves y se haga por el orden que está en uso y costumbre de todos los Reinos y Señoríos de Su Magestad, la cual dicha caja y archivo se haga a costa de los bienes pertenecientes a este Cabildo, a lo cual dicha caja y archivo se han de poner tres llaves, la una ha de tener en su custodia y guarda al Alcalde de Primer Voto que al presente es y adelante fuere y los otros dos el Regidor de Primer Voto y el escribano de este Cabildo y para la solicitud y cuidado de que se haga con la brevedad posible, sus mercedes lo encomendaron y encargaron a su merced el Alcalde Diego de Olabarrieta y lo aceptó y Su Señoría de este Cabildo lo firmaron de sus nombres y le dieron poder en forma para ello".

Sigue este documento, nombrando diputados.

"Firman: Hernandarias de Saavedra, Diego Núñez de Prado, Diego de Olabarrieia, Luis de Acevedo, Simón Jaquet, Antonio de Lamadrid, Diego de Olabarríeta, Alonso de los Ríos, Juan Fernández, Pedro Sánchez Valderrama, Diego López de Ayala.

 

Ante mí Juan Cantero.

Escribano, Público y Cabildo" (11).

 

Si bien en 1596, como vimos, se ordenó una Caja para guardar las provisiones Reales y demás papeles, á los 3 años en 1599 se ordena otra vez lo mismo, hacer una caja nueva y señalaron y nombraron por Archivo. Lo importante de este documento es que se toma un inventario de los papeles y se ordena, guardar todos los documentos en el Cabildo, no solo los libros con las actas capitulares sino también las Cédulas, Provisiones, Pragmáticas Reales y demás papeles. El documento dice así: "En la Ciudad de la Asunción, en 14 días del mes de diciembre de 1599 años se juntaron en su Cabildo como es uso y costumbre, la justicia Mayor y Ordinaria y Capitulares que de Yuso firmaron de sus nombres, y habiendo tratado en cosas tocantes a buen Gobierno desta ciudad, mandaron traer a este dicho Cabildo una Caja nueba con tres cerraduras con sus llaves lo cual señalaron y nombraron por Archivo y Depósito de las provisiones y cédulas que al presente están en esta ciudad que los católicos Reyes han hecho mercedes a esta ciudad y provincias que son del tenor siguiente:

Primeramente Veinte y cinco provisiones Reales y más una pragmática Real que trata sobre y en razón de las cortesías y el modo que se ha de tener en escribir las cuales son originales con una extracción en molde.

Iten, cinco traslados de cinco provisiones Reales autorizados de escribanos,

Iten, Cuarenta y dos cédulas Reales originales y más tres traslados de tres proviciones autorizados de escribanos que son todas cuarenta y cinco cédulas.

Iten, Cuatro libros de Cabildo que el primero y más antiguo tiene ciento y doce fojas sin unos dos pedacitos pequeños.

Iten, Otro libro del dicho Cabildo sucesivo del primero que tiene por todas ahunque tiene errada la cuenta, que pagó de sesenta y nueve a noventa y una hoja por numerar, antes de esto son todas doscientas fojas escritas en todas y en parte ahunque en el número de las hojas la postrera tiene doscientas y diez y nueve fojas que no son más de doscientas.

Iten, Otro libro del dicho Cabildo sucesivo en los tiempos que tiene ciento setenta y nueve fojas escritas en todo y en parte.

Iten, Otro libro del dicho Cabildo que es al que al presente se escribe todo lo que se provee por la señoría del Cabildo que lo que hasta hoy dicho día mes e año se ha escrito en el son por todas ciento cuarenta y nueve fojas escritas en todo y en parte lo que todo lo desuso referido fue metido en dicha caja y Archivo y cerrado con las dichas tres llaves y lo entregaron la una al Capitán Pedro Hurtado y la otra al Regidor del primer voto que es Martín de Insaurralde y la otra a mí el presente escribano y lo firmaron de sus nombres.

Pedro Hurtado, Antonio de la Vega, Antonio de la Madrid, Martín de Insaurralde, Laurentino Menaglioto, Juan Núñez Vaca, Simón de Arévalo, Juan de Quintana.

Ante mí - Juan Cantero

Escribano Público y Cabildo (12)".

 

En el acta del Cabildo del 14 de junio de 1599 entre otras cosas decían que "Las Casas del Cabildo están muy peligrosas por caer y combiene derribar y vuelvan a reedificar y que mientras se edifique sean los ayuntamientos en las casas de la morada del Señor Gobernador Hernando Arias de Zaavedra (13), en donde también se depositó toda la documentación que se guardaba en las casas del Cabildo".

Diez años permaneció el Archivo en casa del Gobernador, recién el 4 de mayo de 1609, "El Cabildo Justicia y Regimiento de esta ciudad se congregaron ........................ y habiendo tratado y comunicado algunas cosas, acordaron que atento a que hasta ahora a estado el Archivo de esta ciudad, en las cosas que se metieron en el inter (en el momento) y que atento a que agora están ya acabadas las casas del Cabildo y hay cómodo donde pueda estar el dicho Archivo, por tanto acordaron se traiga y se meta en estas casas donde esté en guarda y custodia y así lo acordaron y firmaron.

Antonio de Olabarrieta, Francisco González de Santa Cruz, Martín Insaurralde, Juan de Casco, G. Díaz Asorno, Melchor Casco de Mendoza; Diego González, Lorenzo Gutiérrez, Juan de Valenzuela, Tomás Martín Deyante" (14).

Ruy Díaz de Guzmán fue tal vez el primero que leyó los documentos de nuestro Archivo, para conocer los acontecimientos ocurridos en la época de su abuelo, Domingo Martínez de Irala y seguramente utilizarlos más tarde para escribir su libro.

No sería extraño que también algunos sacerdotes hayan leído documentos del Archivo, ya que se guarda una gran cantidad de papeles relacionados con las congregaciones Franciscanas, Mercedarias, Dominicas y Jesuitas.

Juan Francisco Aguirre fue otro de los primeros que investigó en el Archivo desde 1785 donde ya se había reunido miles de documentos, desde los primeros días de la conquista, teniendo el Archivo a fines del siglo XVIII más de 250 años de existencia.          Aguirre en una de sus publicaciones dice: "Después de escrito el discurso debo decir que con motivo de ser yo el que entendía y leía mejor las letras antiguas, se ratificaron varios puntos, cuando el año de 1793 se registró con objeto de arreglarlo el Archivo de la Asunción". Dice también, que "Esta es la obra que tuvo ya adelantada (refiriéndose al arreglo del Archivo) el expresado Comandante de la Caballería que era Don Antonio Zabala". Más adelante relata Aguirre que "En este estado y andando el tiempo vinieron a mis manos los autores del Río de la Plata menos el de Hulrico Schmidel................... vi también los manuscritos de los Padres Lozano y Guevara .................. siendo de advertir que resplandece la superioridad de Guzmán a pesar de que le llamaran desaliñado escritor" (15).

En otro de los capítulos de su libro leemos no he podido hallar documento que determine la expedición (no dice cual era), consta que en febrero de 1558 todavía se hallaban en Asunción, los expedicionarios que tenían que poblar entre los xarayes".

En otro párrafo dice que consultó "diversas memorias antiguas del Archivo de la Asunción, sobre minas de oro, si en la cordillera de Amambay o tierras altas de xeres tiene minerales" (16). Como vemos, Aguirre hurgó bastante en la rica documentación que ya en su época conservaba nuestro Archivo.

Reunidos en el Cabildo el 4 de mayo de 1609 se acordó como vimos, trasladar el Archivo a las casas del Cabildo que estaban ya arregladas. Lo notable es que en el acta del 22 de junio de 1626 a los 17 años, los regidores resolvieron otra vez arreglar las casas del Cabildo y decían "que las casas del Cabildo de esta ciudad se aderesacen por cuanto estaban en mal estado y con muchas goteras y todos unánimes y conformes mandaron y dijeron que se aderesacen y se enviase por las tejas que están en la frontera en la chacara" (17).

Reunido el Cabildo el 19 de diciembre de 1627, entre otras cosas trató sobre el Archivo y decían: "que en el presente año el Archivo no se ha abierto por estar como estaba a cargo del dicho Francisco de Vega y haber hecho suya como dicho es, sin dar

cuenta de los papeles que hay en él y muchas personas claman y piden papeles importantes para sus negocios y causas que están dentro del dicho Archivo y que sin ellos no se pueden disponer ni aclarar y por esta razón las partes no consiguen su justicia, mandamos que el Capitán Juan de .............. de Mendoza alcalde ordinario que fue el año pasado y Don Francisco Flores de Bastidas, Alcalde de la Santa Hermandad y Alférez Real que ánsi mismo que el dicho año, en cuyo poder están las llaves del dicho Archivo las exsivan y se abra un inventario de todas las Reales Provisiones y demás papeles que hubiese dentro, del hallándose presentes los alcaldes ordinarios y Alférez Real y cuatro testigos que sean el Capitán Juan :de Rojas Aranda Capitán R° .......... Ximenes del Castillo, el Capitán Alonso de los Ríos y Diego Núñez de .................... (18).

El 22 de diciembre de 1627 los cabildantes decretaron y determinaron "que todas las Reales Provisiones, que hechas con ellas todas las diligencias que Su Alteza manda se pongan en el cajón de las Reales Provisiones que está en el Archivo de esta ciudad y que de todas ellas se ponga una memoria y lista fijada en las puertas de las casas del Cabildo de esta ciudad el día 1º de pascua de Navidad (19).

A los dos días vuelve el Cabildo a reunirse el 24 de diciembre (1627) y resuelve entre otras cosas "que el aposento donde está el Archivo se abriese y con asistencia de los alcaldes ordinarios y Alférez Real y testigos, se inventariase y pusiesen en orden las Provisiones Reales y demás papeles que hubiese en el dicho Archivo y aposento". Decían también que había una inmensa cantidad de papeles antiguos y tan sin orden y que para hacer inventario se tardaría mucho tiempo (20).

En el acta del 12 de marzo de 1629, los cabildantes entre otras cosas, resolvieron "que por cuanto del derecho que se quitaron las llaves del Archivo de esta ciudad al servidor propietario sin cuenta ni razón ni inventario de papeles, y los que han sido Alcaldes ordinarios han tenido las llaves del dicho Archivo usando oficio de escribano desde el año 1626, que fue en el que Alonso Reyes de Rojas siendo alcalde ordinario le quitó las dichas llaves sobre que ............ esta ciudad y clamó por la grande ruina y perdición en que están los papeles del dicho Archivo y para que se ponga remedio en ello, todos unánimes y conformes acordaron que el Señor General, juntamente con el Señor Alcalde Melchor Casco de Mendoza y el Señor Alférez Martín de Orué de Zárate y el Señor Alférez Antonio de Miranda capitulares de este Cabildo hagan abrir el dicho inventario del Archivo mandando parecer para ello a las personas que tienen las dichas llaves y se tome por fe y testimonio de la manera en que está ,y el mismo escribano que tiene y se ponga todo por inventario y con cuenta y razón no embargante que lo referido se había de haber hecho antes de ahora" (21).

"En la Ciudad de Asunción, en veinte y cinco días del mes de febrero de 1630, el Cabildo Justicia y Regimiento de esta ciudad que de yuso firmaron de sus nombres con asistencia del Capitán Francisco Núñez Dávalos Teniente General de Gobernador y Justicia Mayor de esta provincia, etc., y entre otras cosas tratan "que se saque y gaste la cantidad de pesos que fueran menester y balieren, cuatro mil tejas para acabar de cubrir estas casas de Cabildo, más se encargó a los jueses diputados" (22).

Cuando moría un escribano, el Gobierno ordenaba "tomar un inventario de todos los papeles, que se hallaban en poder del finado escribano Público". El 19 de septiembre de 1685 se procede a tomar una lista de todos los documentos siendo designado el Señor Pedro Domínguez de Obelar y testigos Juan Duarte y Pascual Duré (23).

Existe en el Archivo Nacional de Asunción una gran cantidad de inventarios de documentos que llaman: instrumentos públicos, actuaciones Judiciales de juzgados, autos pasados ante Escribanos, de Cédulas Reales, de conocimientos de autos en litigio, testamentos, bienes de difuntos y en varios dicen "Índice de todos los autos y papeles". Todos estos inventarios son sumamente útiles para aquellos que investigan. Con esto hemos notado también que algunos de estos documentos ya no existen en el Archivo. En uno de los documentos se lee: Expediente en el cual el Maestree de Campo Lesme de Oña y Zapata ordena a los juzgados la entrega de los papeles del Archivo del Gobierno por muerte del Gobernador Francisco de Monfort.

Incluye índice de dichos papeles. Año 1691.

Este Índice fue confeccionado por don Francisco de la Mora (24).

En el Catálogo de la Sección Historia, Vol. 31, dice: Bando del Gobernador ordenando restituir y manifestar al Archivo Protocolos, Registros, Autos y Papeles. Año 1692.

Sin embargo son nada más que Actas del Cabildo de Asunción (25).

En Autos pasados ante el Escribano Juan Méndez de Carvajal, el año 1692, se anotaron las salidas de barcos, balsas, carretas, hechos por el Escribano Juan Méndez de Carvajal. Folio del 1 al 154 (26).

En unos índices e inventarios de varios años de los Autos y Papeles del Juzgado del Alcalde Ordinario de 1er. Voto de la Ciudad de Asunción, Don Josep

Fortunato Ruiz de Arellano, del año 1778, este Alcalde también hace un índice del Juzgado de 2º Voto del año 1762 que comprende 12 volúmenes que contienen 608 expedientes, del Juzgado de 1er. Voto toman un inventario del año 1772 y que comprende 11 volúmenes que contienen 527 expedientes, el mismo juzgado también toma un inventario del año 1764 que consta de 35 volúmenes y comprenden 1764 expediente (27).

En una Real Cédula que se conserva en nuestro Archivo del 16 de octubre de 1764 dice: "que con ningún pretexto saquen los tales libros ni papeles de las oficinas a su cargo que se hallen archivados, y que si necesitasen por alguna razón, la pidan por decreto. Por tanto, mando a los expresados mis Virreyes de la Provincia de la Nueva España del Perú y Nuevo Reyno de Granada a los Presidentes de mis audiencias, Gobernadores, Oficiales Reales y demás Ministros de mis Dominios de la América a quienes tocare y perteneciere el cumplimiento de esta mi Real resolución la observen y cumplan precisa y puntualmente" (28).

En 1764, como en varios años se hizo un Índice de todos los papeles antiguos y modernos y se reunió en 13 volúmenes, que componen 634 procesos a este presente año (de 1764) de este juzgado del 2do. Voto.

Se terminó este inventario en enero de 1765, a continuación se agregó otra lista más que llegaron a un total de 654 expedientes.

Firman: Vicente Anselmo de Fleitas y José Antonio Carrillo (29).

El 9 de enero de 1766 se concluyó el índice general de todos los papeles y autos antiguos y modernos que corren en el juzgado del 2do. Voto que comprenden 14 volúmenes con los autos correspondientes que está por definir. Este índice dice: "consta de 669 expedientes antiguos y modernos" copiados ordenadamente de acuerdo a los hechos y enumerados los volúmenes de 1 al 14, fueron los señores José García de Roa y Bernardo de Otazú los que tomaron el inventario (30).

Otro de los Índices de los autos concernientes al juzgado de Segundo Voto es como sigue: a continuación se anotaron 742 expedientes en 16 volúmenes de todos los autos del año 1768.

Firman: Fernando Larios Galván y Alonso Ortíz de Vergara.

Concluye este inventario el 14 de enero de 1769 (31).

En un "Índice General" de todos los autos y papeles antiguos y modernos que han corrido y corren en este juzgado del Segundo Voto con los nuevamente causados del año de 1769, ordenándose tomar nota de todos los expedientes compuesto de 767 autos; se concluyó el inventario en enero de 1770 y Firma: Fernando Larios Galván (32).

Interesante es un documento que dice: "Índice de la Cédulas Reales recibidas en el Gobierno Colonial desde el año 1771 hasta 1778. Se lee a continuación: "sin fecha ni suscripción (firma) del que lo formó".

Se describe a continuación los títulos de unas 100 Cédulas Reales, Pragmáticas y Breve de Su Santidad (33).

Uno de los tantos "Índices de autos de papeles antiguos y modernos" que se conservan en nuestro Archivo y que de acuerdo a lo ordenado se tomó nota de lo existente, se concluyó las anotaciones el 3 de enero de 1775, de los procesos, bienes de difuntos, condenaciones de cámara, probanzas, etc., el total de lo anotado fue de 1089 expedientes reunidos en 16 volúmenes (34).

            Encontramos en un volumen en el Archivo una cantidad de órdenes de pago, una de ellas dice: "El Mayordomo de la Ciudad Don Marcelino Quintana entregará a Don Juan Benavides .............. cien arrobas de yerba de buena calidad a cuenta de los ladrillos y adobes cosidos que se le han comprado para la conclusión de la torre de la casa Capitular, Marzo de 1779" (35).

Firman: Robledo, Acevedo, Benítez, Caballero, Cañete, Haedo, Arredondo.

Otro pago se hizo el 27 de julio de 1779 por conducción de ladrillos hechos para la torre; se entregó a Domingo Lezcano 20 pesos en yerba (36).

Terminada la torre del Cabildo donde se guardaba todo el Archivo; se colocó el primer reloj grande de la ciudad.

Como vimos ya en otros documentos, de cuando en cuando se ordenaba hacer un índice de los papeles existentes en los juzgados, cabildo, y otras dependencias. El 2 de enero de 1782, se concluyó un inventario detallado de los juzgados de los pleitos civiles, comerciales y criminales, tomando nota detalladamente de cada caso, la causa del litigio con los nombres de las partes del actor y el demandado.

El total de los juicios fueron 1961 expedientes anotados en 39 volúmenes y reunidos en 12 tomos.

Firmaron el inventario: Vicente Anselmo de Fleitas, Comisario de Caballería, y Antonio de Villalba, Capitán de Infantería (37).

Reunidos el 8 de junio de 1789 los Señores del Ilustre Congreso se juntaron en la Sala de los Acuerdos y entre otras cosas dijeron: "que según se ordena, se copie en el libro de Cédulas y se archive en esta sala". En otro párrafo dice: "se guarde, cumpla y ejecute en todas sus partes" (38).

El Cabildo designaba a uno de los regidores encargado del Archivo, quien antes de tomar posesión, juraba, prometiendo guardar todos los documentos y cumplir con los estatutos fielmente.

El 18 de febrero de 1790 se reúnen los señores del Ilustre Ayuntamiento en la sala de acuerdos con asistencia del Señor Procurador Síndico General "para tratar y conferir materias del servicio de ambas Magestades, bien y utilidad de esta República y hallándose así juntos y congregados, se presentó Don Juan Tomás Yegros, electo Regidor de esta Ciudad el presente año, a quien habiéndosele hecho notoria la elección en su persona por el Señor Regidor Sub-Decano, Don José Joaquín Baldovinos: aceptó y en su razón le recibió juramento, diciéndole: "Jura Usted a Dios nuestro Señor y a esta señal de su Santa Cruz, y promete al Rey de usar fiel y legalmente del oficio de Regidor en que es electo de guardar los libros Reales, Provisiones y Cédulas de Su Magestad, de cumplir con los estatutos, y guardar los privilegios de esta Ciudad, guardar sigilo en todos los asuntos y materias que se traten y conferencien en esta Sala y que lo exijan y finalmente de cumplir con todo lo demás anexo, dependiente y concerniente al oficio en que es elegido y decidiendo al fin así lo juró y prometió" (39).

De acuerdo al documento que vamos a transcribir existía también un Archivo secreto en el Cabildo y dice así: "En esta ciudad de Asunción el 14 de junio de 1790 los Señores del Ilustre Ayuntamiento se congregaron en la sala de los Acuerdos y entre otras cosas resolvieron remitir para el examen de los Escribanos unos documentos, para dilucidar unos problemas surgidos''. Decían también "que en caso de no haber dichos documentos, certifiquen no haberlos para cuyo caso se le remitiría otros libros Antiguos que existen en el "Archivo Secreto" y además papeles del Archivo que hay en esta sala" (40).

Teniendo ya el Archivo una gran cantidad de documentos, el Cabildo, resuelve lo siguiente el 13 de septiembre de 1790, que "en atención a que en sus Juzgados se halla crecido número de Volúmenes de los Autos antiguos fenecidos que no se han recidenciado hasta la actualidad que ya no permiten su acomodo y colocación en el escaparate, respecto de que de día a día se aumentan con nuevas instancias: que en esta virtud existiendo en esta Sala un estante en donde se hallan colocados los autos antiguos recidenciados que aún no está en el todo ocupado, quedando varias casillas exemptas por lo que proponen a Sus Señorías se repare con unas puertas y se coloquen en ellas los expresados cuerpos de Autos de los Juzgados Ordinarios, poniéndose a cada una la respectiva cerradura, y llave que se entregará a cada Señor Alcalde en cuya vista acuerdan sus S. S. se practique dicha operación" (41).

A aquellas personas que eran nombrados comisarios de Gobierno en los distintos pueblos, debían también hacer un juramento, de fidelidad y guardar las Leyes como ya dijimos.

El 15 de noviembre de 1790 "hallándose Sus Señorías en esta Sala se presentó en ella Don José Luis de la Mora y exhibió un despacho librado por el Señor Gobernador Intendente en trece de corriente mes, por el que se sirve Su Señoría nombrarlo de Comisario de Gobierno en los Partidos de Ybycuí, Quiindy y Quyquyhó, y en su vista pasaron Sus Señorías, a recibirle el respectivo juramento le fidelidad para lo cual el Señor Regidor Don José Joaquín Baldovinos que hace decano le recibió juramento diciendo: "Jura Ud. a Dios Nuestro Señor, y a esta señal de la Cruz y promete al Rey de usar bien y fielmente en el cargo de Comisario en que es elegido y de guardar las leyes de Su Magestad, sus Reales Cédulas, y Provisiones Reales de administrar justicia etc.". Más adelante dice: "el citado Don Luis que así lo juraba y prometía a su empleo" (42).

En un libro de conocimiento de autos de litigios, causas criminales, demandas, inventarios, tasación de bienes, testamentos y otros expedientes judiciales de la Escribanía de juzgados Civiles, fue tomado en el año 1791 (43).

En un documento leemos lo siguiente: Índice alfabético que contiene los papeles del Archivo de Temporalidades y posteriores actuaciones del tiempo que

fue Gobernador Intendente y Capitán General de esta Provincia el Sr. Don Pedro Melo de Portugal y Villena Coronel de Dragones de los Reales Ejércitos hasta el año 1787 que expiró su Gobierno. Posteriormente le agregaran hasta el año 1800 con otro nuevo Inventario y una relación de los expedientes del Ramo de Temporalidades.

Fechado en Asunción 5 de junio de 1799, Pedro Melo entregó a su sucesor Don Joaquín de Alós y Brú, que son 257 expedientes en 16 volúmenes. Firman este

documento: Fermín de Arredondo y Lobatón, Francisco José de Bazán y Pedroza; a continuación se lee un extracto de los expedientes contra varios deudores a favor de las Temporalidades, comprende 31 expedientes (44).

De la época del doctor Francia se conserva un índice que dice: "Índice de los papeles de la Escribanía del Supremo Gobierno". Firmaron este inventario, Peña y Policarpo Patiño. Incluían además, el "Inventario de los Expedientes rotos, podridos y cuan inútiles que englobo bajo el N° 85". Este índice recibe Policarpo Patiño por orden de su Excelencia y está fechado el 31 de agosto de 1826 (45).

El 21 de febrero de 1843 el Gobierno de los Cónsules Carlos Antonio López y Mariano Roque Alonso, le ordenaron al secretario interino de Gobierno entregue bajo constancia al Juez de lo civil los autos y causas que se hallen pendientes en la secretaría y pertenezcan a dicho juzgado con concepto a lo mandado en el Estatuto provisorio de administración. Firman: López y Alonso.

Bajo el mismo documento dice:

Para dar el debido cumplimiento a la Suprema Orden antecedente le presento en esta "Secretaría de mi cargo, el Señor Juez de lo Civil Ciudadano Domingo Francisco Sánchez, y precedí a entregarle varios autos pertenecientes a su juzgado bajo el orden e inventario siguiente", detalla a continuación cada uno de los expedientes que se entregó a los Señores Cónsules (46).

Dignos de tener en cuenta, son aquellos Gobernadores y Cabildantes que cumpliendo con las Cédulas Reales que ordenaban conservar todos los documentos, guardaron con mucho celo toda esa inmensa cantidad de papeles, desde el nacimiento de Asunción. En varias oportunidades se trasladó el Archivo por distintos motivos, pero lo que realmente fue una tragedia, pasando toda clase de peripecias fue durante y después de la guerra de 1864-1870, cuando Luque fue nombrada segunda capital de la República en 1868, todo el Archivo se trasladó en carretas a esa ciudad, poco después a Piribebuy, tercera capital donde cae en poder de los Aliados y saquean casi 50.000 documentos. Decoud dice al respecto: "A semejanza de sus huestes heroicas, fue defendiéndose hasta sucumbir". No solo el Brasil llevó esta cantidad de documentos sino también la Argentina, de acuerdo a lo que dice Héctor Francisco Decoud como veremos más adelante. El Brasil llevó a Río de Janeiro todos los papeles, ordenó y clasificó, se hizo un catálogo en dos volúmenes y se mantuvo perfectamente, denominando Colección Rio Branco; hasta que el 12 de mayo de 1981, leímos en los periódicos: "Recibe hoy el Gobierno documentos restituidos, a las 9 hs., tendrá lugar la ceremonia de la devolución de las documentos de gran valor histórico que pertenecen al Paraguay. Pronunciaron palabras alusivas al acontecimiento el Director General de Archivos, Bibliotecas y Museos de la Nación de aquel entonces el Prof. Dr. Hipólito Sánchez Quell y el Embajador del Brasil en Asunción General Fernando Belfort Bethlem".

Como dijimos, de acuerdo a Héctor Francisco Decoud (47) en su libro "Sobre los escombros de la guerra" también la Argentina llevó una cantidad de documento de nuestro Archivo; durante la guerra grande, el nombrado señor recuerda que durante su estadía en 1886 en Buenos Aires "Le ofrecieron varios documentos, así como planos de algunas zonas del territorio nacional, con sus informes respectivos mandados levantar por el Gobierno de Don Carlos Antonio López en 1857, habiendo adquirido todo el Block". Más adelante dice que también "se cuenta una parte de un inventario descriptivo levantado el año 1861 de todos los documentos del Archivo Nacional referente a las cédulas de fundación de los primeros pueblos del Paraguay y particularmente sobre las depredaciones de los portugueses mamelucos, y tupíes de San Pablo y otros papeles".

Transcribe también una carta de un tal Rodolfo Alurralde (Argentino) y dice que le había mandado unos códigos, le habla de otras cartas anteriores y le recomendaba buscar los herederos y da los nombres a continuación, de varias personas, y le planteó de hacer un lindo negocio que podía dar una fortuna a ambos, comprándole los derechos "porque el Señor Alurralde tenía los títulos" y dice: "y me consta que no las poseen los dueños".

Terminada la guerra grande se trajeron todos los documentos de Piribebuy según el Dr. Efraím Cardozo "Lo que restaba luego del Pillaje por las tropas aliadas" (48), y según Juan Francisco Pérez Acosta (49) "se depositaron en unas vetustas oficinas coloniales contiguas al Palacio de Gobierno de entonces, hoy Palacio Legislativo, después se trasladó a un nuevo local en las calles Asunción hoy .................. y Antequera, en 1901 se vuelve a trasladar la escribanía y el Archivo al Ministerio del Interior". Allí, dice Pérez Acosta "corrió el riesgo de un incendio, que se salvó por fortuna originado por las chispas del tren que pasa a poca distancia, se volvió a llevar de ese local a donde estaba el Museo Godoy en la calle Convención, hoy O'Leary, y Villarrica, hoy Pte. Franco.

Es importante lo que también dice Decoud (50) que "existe en los archivos de los tribunales numerosos documentos originales que en otrora pertenecieron al Archivo Nacional" que se sacó para probar en los pleitos principalmente sobre propiedades.

José Falcón, que tuvo a su cargo y custodia el Archivo antes y después de la guerra grande (1864-1870), dice en sus memorias que desaparecieron documentos "para acreditar nuestro buen derecho". Se refería principalmente a la reducción de Melodía llamada después Villa Burdeos, Departamento Occidental, hoy Villa Hayes, se dio cuenta cuando tuvo que preparar las pruebas en 1878 de que el Chaco era Paraguayo, cuando se designó a Ruterford B. Hayes, Presidente de los EE.UU., árbitro de las tierras comprendidas entre el Río Verde y el Río Pilcomayo y que fuera el portador Don Benjamín Aceval, y que gracias a la documentación presentada por el Paraguay, el Pte. Hayes falló a favor nuestro el 12 de noviembre de 1878. Todos los documentos que se llevó a los EE.UU. no fueron devueltos.

Seria también interesante hurgar en la Escribanía Mayor de Gobierno ya que también allí se trataron los asuntos de tierras y un tiempo dependió de esa repartición pública.

Creemos que tanto los documentos que están en los tribunales y de la Escribanía Mayor de Gobierno, como los que se llevaron a los EE. UU. tendrían que

volver otra vez a nuestro Archivo Nacional de Asunción.

El "Archivo Nacional de Asunción", se llamó después de 1870 "Archivo General de la Nación". Al año siguiente aparece con el nombre de "Oficina del Archivo Nacional" y quien organizó y trabajó intensamente de acuerdo al decreto del 28 de enero de 1871, fue Don José Falcón.

            El 16 de mayo de 1874 se nombra jefe del Archivo a Don Miguel Palacios en reemplazo de José Falcón. Por decreto del 31 de diciembre de 1880 fue adscripto a la Escribanía Mayor de Gobierno.

En el periódico "El Orden" del 19 de mayo de 1886 se lee: "Entrega del Archivo Nacional", y a continuación dice: "Hoy entregará el Señor Goiburú el Archivo Nacional a su reemplazante Don Pedro A. González" (51).

El 8 de agosto de 1888 por ley se crea el puesto de "Encargado del Archivo General de la Nación y tendrá a su cargo 2 escribientes".

El encargado fue el Señor Francisco Regis Ovella, quien quedó hasta su muerte y que por decreto del 27 de julio de 1892, se encargó de la citada repartición al Escribano Mayor de Gobierno. Por ley del 24 de agosto de 1895 se separa el Archivo de la Escribanía Mayor, permaneciendo aún bajo la dependencia del Ministerio del Interior, hasta el año 1902 que pasa a cargo del Ministerio de Justicia, Culto e Instrucción Pública, uniéndose a la Biblioteca y Museo, instalándose después en el local donde actualmente se encuentra, en Mariscal Estigarribia e Iturbe.

Por decreto del 31 de enero de 1905, se nombra al Señor Tomás Airaldi encargado de la Sección Archivo de la Biblioteca, Museo y Archivo Nacional, en sustitución de Don Silvano Mosquiera.

Es justo también recordar la Ley del 19 de noviembre de 1898 en la que se dispuso la publicación de una revista que se llamó "Revista del Archivo Nacional", aparece en agosto de 1900, hasta febrero de 1902 y fueron 17 números donde pueden leerse la traducción de los documentaos más antiguos del Archivo. El Director de esta Revista fue el Dr. Manuel Domínguez.

Juan Francisco Pérez Acosta dice en su trabajo sobre el Archivo (52) "El material encuadernado del Archivo Nacional según el último recuento verificado en 1906 consta de un total de 6.241 volúmenes, en folio que contienen 90 legajos o expedientes". Más adelante agrega: "A este respecto añade la memoria de dicho año, hay además que agregar a las partidas precedentes 525 documentos especiales sobre límites territoriales de la República colocadas dentro de carpetas numeradas y una cantidad de papeles sueltos sin fecha que formarían unos 70 tomos que tampoco han sido encuadernados y están guardados en cajones bajo llave".

Deben agregarse también las 1094 piezas incorporadas en el año 1913, más 33 volúmenes de copias.

En otro párrafo dice también Pérez Acosta: "Estas copias demuestran a las claras la ardua labor que todavía queda por cumplir antes de dar cima a la tarea del completo y definitivo arreglo del viejo Archivo Nacional, obra por lo demás sumamente preciosa, especialmente para conocer y utilizar su abundante documentación ignorada que aún no ha vuelto a la vida, y que aunque en vistoso mausoleo, yace como en prolongada somnolencia a la espera de una piadosa y necesaria resurrección" (53).

Varias personas hablaron sobre la gran importancia que significa el Archivo Nacional de Asunción, pero no hay que olvidar que fue el historiador Juan Francisco Pérez Acosta quien realizó un trabajo exhaustivo sobre el tema, y lo tituló: "ARCHIVOS DE LA ASUNCION DEL PARAGUAY", publicado en 1923, El Dr. Viriato Díaz Pérez fue el que realizó el "Primer ensayo de Índice" según el mismo autor, y lo tituló "Documentos de 1534 a 1600 que se conservan en el Archivo Nacional" publicado en Asunción, en el año 1909.

En el prólogo, en una de sus partes dice: "A la antigua Capital de las Provincias del Plata vinieron los primeros y más antiguos documentos. Con ellos vino la historia, con ellos llegaron las noticias geográficas, las limitaciones de comarcas, las narraciones de los viajes y la enumeración de las gestas hazañosas" en otro párrafo dice: "Cientos de estos documentos nos hablan de aquel vivir batallador sangriento y a veces tenebroso de los primeros pasos de la conquista", dice después: "teniendo esto presente pasma considerar la poca importancia que el Paraguay concede a la más notable de sus Instituciones, etc.".

            Termina el prólogo diciendo: "El presente Índice comienza cómo se verá por un documento del año 1534, curioso para nosotros por ser el más antiguo de los clasificados... Y acaba con otro de 1599, Están indicadas, en extractos con redacción de la época, las materias y enumerados los años, volúmenes y folios de cada manuscrito".

Es conveniente reconocer al investigador paleógrafo José Doroteo Bareiro, que revisó miles de volúmenes en más de cuarenta años, leyendo diariamente.

Como resultado, existe una valiosa obra titulada: "CATALOGO DE TESTAMENTOS Y CODICILOS DEL ARCHIVO NACIONAL". Los testamentos más antiguos que nombra el Señor Bareiro datan del año 1537 La obra mencionada fue publicada en 1936 (54), con prólogo del académico Marco Antonio Laconich, que al respecto expresó: "Este catálogo de Documentos es de mayor interés para la historia del Paraguay y Río de la Plata", y finaliza con estas palabras: "Seguro estamos de una cosa: que este catálogo será muy pronto buscado como oro en polvo, dentro y fuera del Paraguay". Nosotros agregamos que realmente se trata de un trabajo cuyo valor es extraordinario.           

Hoy, el Ministerio de Educación y Culto, con la Dirección General de Archivos, Bibliotecas y Museos de la Nación, están empeñados en solucionar los problemas que existen en el Archivo, se nombró un director de Archivos que en este momento está realizando un curso de Organización y Administración de Archivos Históricos, se está gestionando becas de estudios en preservación de documentos, está en trámites de organización de un curso para formación de paleógrafos, también existe un acuerdo básico con el Gobierno del Japón para equipar con todos los requerimientos modernos incluido un laboratorio para la preservación y tratamiento de todos los documentos, además se solicitó asistencia técnica para el estudio y dictamen de la situación y vías de solución, ojalá todo esto se realice.

 

 

NOTAS

(1) Archivo Nacional de Asunción – Publicado en la “Revista del Archivo” – 1º de octubre de 1900 – Año 1 – Nº 2.

(2) Archivo Nacional de Asunción – Publicado en la “Revista del Archivo” – Pág. 161 – 170).

(3) Lafuente Machain, R. – “La Asunción de Antaño” – Emecé Editores – Bs. As. 1943.

(4) Revista del Archivo nacional de Asunción – Año 1 – Nº XIV – Enero 1902.

(5) Lafuente Machain, R. – “La Asunción de Antaño” – Emecé Editores – Bs. As. 1943.

(6) De La Fuente Machain, R. – El Gobernador “Domingo Martínez de Irala” – Bs. As. 1939.

(7) Archivo Nacional de Asunción – Vol. 6 – Secc. Copias.

(8) Archivo Nacional de Asunción - Publicado en la "Revista del Archivo" - Año 1 - Enero 1902.

(9) Archivo Nacional de Asunción -Vol. 20- Secc. Copias.

(10)   Archivo Nacional de Asunción -Vol. 25- Secc. Copias.

(11)   Archivo Nacional de Asunción -Vol. 12- Secc. Historia.

(12)   Archivo Nacional de Asunción -Vol. 12- Secc. Historia.

(13)   Archivo Nacional de Asunción -Vol. 2 - Acta del Cabildo (pág. 145).        

(14)   Archivo Nacional de Asunción -Vol. 19 - Nueva Encuadernación.

(15)   Aguirre, Juan Francisco – “'Discurso Histórico” - Bs. As. 1947 (Pág. 16-17).

(16)   Aguirre, Juan Francisco – “Discurso Histórico” - Bs. As. 1947.

 (17) Archivo Nacional de Asunción - Vol. 4 - Secc. Copias - Actas Capitulares- (Pág. 104).

(18) Archivo Nacional de Asunción -Vol. 4- Secc. Copias -Actas Capitulares- (Pág. 186).

(19) Archivo Nacional de Asunción -Vol. 4- Secc. Copias -Actas Capitulares- (Pág. 201).

(20) Archivo Nacional de Asunción -Vol. 4- Secc. Copias Actas Capitulares- (Pág. 204).

(21) Archivo Nacional de Asunción -Vol. 5- Secc. Copias Actas Capitulares-.

(22) Archivo Nacional de Asunción -Vol. 5- Secc. Copias Actas Capitulares- (Pág. 177).

(23) Archivo Nacional de Asunción -Vol. 36- Secc. Historia.

(24) Archivo Nacional de Asunción -Vol. 38- Secc. Historia.

(25) Archivo Nacional de Asunción -Vol. 31- Sec. Historia.

(26) Archivo Nacional de Asunción -Vol. 156- Nueva Encuadernación.

(27) Archivo Nacional de Asunción -Vol. 177- Nueva Encuadernación.

Actas Capitulares- (Pág. 456).

(28) Archivo Nacional de Asunción -Vol. 58- Sección Historia (138).

(29) Archivo Nacional de Asunción -Vol. 15- Nueva Encuadernación.

(30) Archivo Nacional de Asunción -Vol. 31- Nueva Encuadernación.

(31) Archivo Nacional de Asunción -Vol. 15- Nueva Encuadernación (Pág. 20/50).

(32) Archivo Nacional de Asunción -Vol. 15- Nueva Encuadernación (Pág. 51/85).

(33) Archivo Nacional de Asunción -Vol. 15- Nueva Encuadernación (Pág. 109/113).

(34) Archivo Nacional de Asunción -Vol. 13- Nueva Encuadernación (Pág. 1/61).

(35) Archivo Nacional de Asunción -Vol. 505- Nueva Encuadernación.

(36) Archivo Nacional de Asunción -Vol. 505 - Nueva Encuadernación.

(37) Archivo Nacional de Asunción -Vol. 259- Nueva Encuadernación.

(38) Archivo Nacional de Asunción – Vol. 28 – Sección Copias

(39) Archivo Nacional de Asunción -VOL 28 - Actas del Cabildo - Sección Copias.

(40) Archivo Nacional de Asunción -Vol. 28- Sección copias -Actas Capitulares- (Al final Pág. 33).

(41) Archivo Nacional de Asunción -Vol. 28- Actas del Cabildo -- Sección Copias.

(42) Archivo Nacional de Asunción -Vol. 28- Actas del Cabildo - Sección Copias.

(43) Archivo Nacional de Asunción -Vol. 3.375 - Nueva Encuadernación.

(44) Archivo Nacional de Asunción -Vol. 386- Nueva Encuadernación.

(45) Archivo Nacional de Asunción Vol. 40 - (34) - Carpetas Sueltas.

(46) Archivo Nacional de Asunción -Vol. 256 - Sección Historia (Pág. 32/35).

(47) Decoud, Héctor Francisca -"Sobre los escombres de la Guerra, una década de vida nacional - 1869-1880" Asunción -1925.

(48) Cardozo, Efraím – “Hace 100 años" La Tribuna – 26-Agosto-1969.

(49) Pérez Acosta, Juan Francisco -Archivo de la Asunción del Paraguay- Buenos Aires -1923.

(50) Decoud, Héctor Francisco – “Sobre los escombros de la Guerra, una década de vida nacional - 1869-1880” - Asunción-1925.

(51) Periódico «El Orden" - 19 de mayo de 1886.

(52) Pérez Acosta., Juan Francisco "Archivos de la Asunción del Paraguay". -Buenos Aires- 1923.

(53) Pérez Agosta, Juan Francisco - "Archivos de la Asunción del Paraguay" -Buenos Aires- 1923.

(54) Bareiro, José Doroteo - "Catálogo de testamentos y codicilos del Archivo Nacional"- Asunción-1936.      

 

 

 

EL ARCHIVO NACIONAL DE ASUNCIÓN REABRE SUS PUERTAS – AGOSTO 2011

La Secretaría Nacional de Cultura comunica a investigadores, usuarios y funcionarios, que el Archivo Nacional de Asunción abrirá nuevamente sus puertas desde el próximo lunes 22 de agosto, en el local de Mcal. Estigarribia esq. Iturbe.

El horario de atención será de lunes a jueves de 7 a 19 hs. viernes de 7 a 18hs.

Próximamente se realizará la inauguración oficial de las instalaciones restauradas.

Meses atrás el Archivo Nacional cerró sus puertas al público para realizar trabajos de reforma, enmarcado dentro del proyecto de puesta en valor y remodelación, estos trabajos se llevaron a cabo gracias al apoyo de la AECID, MOPC, ITAIPU y la República de Taiwán.

 

SOBRE EL ARCHIVO NACIONAL DE ASUNCIÓN

La ciudad de Asunción fue fundada el 15 de agosto de 1537, hito inicial de nuestra historia a la cultura occidental y, por tanto, a la escritura. Sin embargo, en el Archivo Nacional de Asunción se guardan documentos fechados en España en 1534, siendo el documento más antiguo el “Título de Gobernador y Capitán General para Don Pedro de Mendoza” y otros documentos muy importantes del que datan del tiempo de la conquista del Río de la Plata y el Paraguay, como el “Testamento de Juan de Ayolas de 1536”, “la Real Provisión del 12 de Septiembre de 1537”, siendo los más antiguos e importantes para la historia del cono sur americano.

Una fecha de inicio de nuestro Archivo Nacional sería el 26 de julio de 1544, fecha en la que se ordena por primera vez mandar hacer “un arca con tres llaves” para guardar todos los papeles, en tiempos del primer Gobernador, Domingo Martínez de Irala. Los diferentes índices, catálogos que se hicieron del Archivo, sirvieron para revisar los contenidos, en especial de la Guerra Grande y en las carpetas sueltas se encontraron materiales referentes a la Guerra del Chaco.

La colección del archivo es de aproximadamente 7.000 volúmenes y más de 2.500.000 expedientes, ordenados por Secciones. Éstas son:

Historia

Nueva Encuadernación

Propiedades y Testamentos

Civil y Judicial

Educación

Colección Río Branco

Colección Doroteo Bareiro

Colección Moisés Bertoni

Actas Capitulares, Carpetas Sueltas

Microfilms de parte de la colección

Tres Libros Mayores en soporte de papel.

Fuente en Internet: http://www.cultura.gov.py

 

 

 

 

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