RECUERDOS DE LA GUERRA DEL CHACO
Por PEDRO GAMARRA DOLDÁN
Alfredo M. Seiferheld fue un rayo en la vida cultural paraguaya. Numismático, inicialmente, luego un investigador serio, tenaz, veraz y de una sed de saber muy profunda.
Alfredo no perdía el tiempo. De poco hablar y muy prudente en sus conceptos, era una manera adecuada de pensar que con él se abría en la historia y la historiografía, en su versión real y de resultado.
La historia nacional está llena de pasiones y de fanatismos. El historiador, al llegar a fijar por escrito su pensamiento, recuerda a sus ancestros, en las memorias familiares o las querencias personales. Adecua los hechos que cambian el curso de la historia, omitiendo datos, aumentándolos o disminuyéndolos. También la crónica y el análisis histórico, partidizándolo, ideologizándolo o fanatizando su gusto personal. Todas estas medidas son un inconveniente para hablar de obra o credo de adictos al profesionalismo.
Seiferheld se formó básicamente como un lector voraz, un memorioso y un luchador, que a su modo buscaba de llegar por la verdad histórica a la Justicia y el Derecho, en nuestra sociedad.
Lo conocí por 1977 en la Alianza Francesa, donde estudiaba francés, y formamos parte de su comisión de cultura. Sí, ya era él serio y meticuloso.
En una oportunidad disentí con él sobre su opinión respecto al Mariscal José Félix Estigarribia. Los herederos del Coronel Arturo Bray publicaron las memorias del gran militar y escritor que fue Bray, pero donde aún rezumaba un desafecto exagerado hacia Estigarribia.
La respuesta de Seiferheld fue escribir un análisis práctico sobre Estigarribia. Pero la obra perdió su sesgo de exégesis real, se perdió en una exagerada ponderación del gran conductor del Chaco; se perdió, sobre todo, en un exagerado ditirambo hacia Estigarribia en lo político.
Ahora bien, salvo el trabajo antes del ahora dicho, y aun este, toda la obra de Alfredo Seiferheld es de una invalorable herencia.
A esto viene a sumarse ya póstumamente su libro Recuerdos de la Guerra del Chaco (Servilibro, 2019), con una valiosa introducción de Liliana M. Brezzo y Ricardo Scavone Yegros.
A veces los libros se debilitan porque las palabras liminares no son buenas. A veces, como en este caso, ocurre lo contrario. Y ello dobla la apuesta del libro precitado.
Así, las ciento dos entrevistas que contiene el libro son de un valor incuestionable, y se suman al apoyo bibliográfico sobre los temas chaqueños y la guerra en ese territorio entre 1932 y 1935.
Entre la gran cantidad de nombres citados menciono, al solo efecto de ubicarlos, los de Basiliano Caballero Irala, Victoriano Benítez Vera, Ernesto Scarone, Ángel Florentín Peña, Ana Brun de Guggiari, Elsa Campos de Velázquez, Raúl Peña, Jorge Thompson Molinas, Alfredo Ramos, Carlos Díaz León, Hermógenes Rojas Silva, Julio Varesini Russo, Cándido Samaniego Abente, Luis Vallejos, Adalita Ayala Cabeda, Darío Isasi Fleytas, César R. Gagliardone, Alejandro Von Eckstein, Hiram Rodríguez Alcalá, Juan Esteban Carrón, Fernando Pereira Saguier, Carlos S. Netto, Alejandro López de Filippis.
Seiferheld sabía preguntar. Su estrategia intelectual era conocer o tener una idea acabada del tema que trataba, y así requería mejor al entrevistado que vacilaba o no era claro en su respuesta.
Seiferheld fue un hombre cuya ausencia ocurrida a tan prematura edad, no podemos aún admitir. Tenía el bagaje de poder decir cosas y hacer obras con propiedad. Este libro lo señala.
Fuente: ULTIMA HORA (ONLINE)
Sección CORREO SEMANAL
Sábado, 21 de Diciembre de 2019
www.ultimahora.com
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