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RODOLFO GIMÉNEZ ABRAHÁN

  ITAIPÚ Y YACYRETÁ - EL BOTÍN DE LOS JERARCAS - Por RODOLFO GIMÉNEZ ABRAHAN


ITAIPÚ Y YACYRETÁ - EL BOTÍN DE LOS JERARCAS - Por RODOLFO GIMÉNEZ ABRAHAN

ITAIPÚ Y YACYRETÁ “EL BOTÍN DE LOS JERARCAS”

Por RODOLFO GIMÉNEZ ABRAHAN

Editorial Don Bosco,

Asunción-Paraguay.

Abril de 2008 (193 páginas)

 

 

PRÓLOGO DEL AUTOR: El nombre escogido para el libro surgió un poco de la realidad y otro tanto de la indignación que nace de un pueblo hambreado cuando se menciona el nombre de la Itaipú. La mayoría de nuestros conciudadanos piensan que en la Itaipú solo se ingresa como funcionario para robar. Pero he ahí la gran diferencia que primeramente, en honor a la verdad, sería oportuno resaltar: existe, esperanzadoramente, una gran cantidad de trabajadores que con su esfuerzo diario, inclusive dando la vida en reiteradas oportunidades, en condiciones extremas de trabajo y con mucha honestidad, dejan bien en alto las bondades de la mano de obra paraguaya. Calificados técnicos; lejos de la corrupción imperante en la alta administración, llegan a la jubilación sin haber comprobado personalmente los actos fraudulentos que suceden a minuto en su entorno laboral, en la mayoría de los casos y, sin temor a equivocarme, llegan a su conocimiento por algún medio periodístico que no pudo ser seducido por los millonarios contratos de publicidad.

 

LAS ALTAS ESFERAS DEL PODER

 

Otro mundo se gesta en las altas esferas. Desde el inicio de la obra, los sucesivos presidentes paraguayos, sus Directores y Consejeros nombrados, se comportaron como verdaderos corsarios, salvo raras excepciones, que al tratar de oponerse al sistema corrupto y entreguista fueron radiados inmediatamente de sus respectivos cargos. Presupuestos anuales fueron saqueados como si fueran baúles de monedas de oro y plata; los contratos amañados, las adjudicaciones directas, los famosos PS (Pedido de Suministro), los pregones presenciales y otros tantos instrumentos de adquisiciones, hasta la fecha solo sirven como una casi perfecta fachada para las ejecuciones presupuestarias. Quizás el esquema no sea muy diferente a los de las otras instituciones públicas, pues nuestros piratas de las binacionales, en su mayoría, fueron nombrados por los poderes de turno. Al principio, los nombramientos respondían al antojo del extinto dictador Stroessner. En la actualidad, sus sucesores lo hacen con el ropaje de los demócratas. En la jerga popular a estos cargos se los denomina como zoquete. ¡Vaya el tamaño del zoquete!

 

EL SISTEMA FUNCIONA ASÍ

 

El sistema hasta parece normal para los funcionarios cercanos al poder. Las instrucciones para las firmas de los documentos respaldatorios de las operaciones financieras y administrativas generalmente pasan como por un tubo a través de las sucesivas gerencias. La consigna es sí o sí, "deben transparentar el proceso de: adquisición, fiscalización y pago de los objetos de los servicios".

Evidentemente, las empresas prestadoras de servicios responden a los seudoempresarios que en su momento estuvieron financiando económicamente las campañas electorales del partido oficialista, con la esperanza y la visión puesta en los "royalties", como se los llama en la jerga popular itaipuana al producto de los contratos amañados. A veces, surgen algunos inconvenientes en el circuito burocrático, pero la necesidad obliga al ladrón, dice un dicho rebuscado, en estos casos. Ante la negativa de algún gerente honesto, las documentaciones son desviadas de su itinerario normal y pasa a duplicarse la firma del gerente inmediato superior. El destino del funcionario revelado, quizás después de cuidar por muchos años su carrera, como señal de disciplina al poder, es sustituido en minutos por el Director General de turno. En este punto debo necesariamente resaltar que en la hidroeléctrica existen diversas gerencias, que por su naturaleza están fuera de los torcidos procedimientos. Estos gerentes y sus colaboradores generalmente son los que con sus hombros de buenos paraguayos sostienen el andamiaje de la propia Entidad.

 

EL CÓDIGO SECRETO

 

Los códigos de los recaudadores, cual mapa de buscadores de tesoros, son muy bien custodiados por el presidente de turno y sus asesores. Los restos del baronazgo subsisten y mutan en cada periodo presidencial. Ellos se encuentran mimetizados en las Direcciones claves, resaltando entre las más apetecibles en primer lugar, la poderosa y codiciada Dirección de Coordinación, que con un presupuesto anual cercano a 20.000.000 de dólares sirve de sustento a las plataformas políticas empotradas en el poder y a otras tantas candidaturas lanzadas desde el Ejecutivo. Inmediatamente, en segundo lugar, le sigue en importancia la Dirección Administrativa, específicamente en el rubro que se refiere a la administración de los contratos de transporte. El valor supera fácilmente los 5.000.000 de dólares. Botín exclusivo para los cercanos al presidente de turno, la estructura disfrazada como provisión de transporte para el personal rinde los porcentajes obligatorios para la corona. También permite cubrir las necesidades de traslado de los correlíes a los centros de votación, a las concentraciones políticas y cuantas necesidades de transporte puedan ser requeridas por el centro del poder.

 

DEL FACTOR " K" A LOS PORCENTAJES

 

Si en épocas de la Dictadura el famoso factor "K" rendía astronómicas cifras como signo de ganancias, hasta el 130 sobre el valor del contrato, hoy en nuestros días, con las mismas habilidades de sus antecesores, los vendepatrias de siempre operan alegremente a plena luz del día bajo otras denominaciones (royalties, coima, porcentajes para la corona, etc.), por supuesto con estrategias y mecanismos más ajustados a nuestro tiempo. La ingeniería de la corrupción parece no tener fin, las disputas por los contratos y las adjudicaciones se desarrollan dentro y fuera de las binacionales, aisladamente algunos casos salpican los espacios de la prensa y -como símbolo de cínica transparencia-el Director General de turno ordena en forma inmediata la presentación del informe pormenorizado del hecho que ha generado la publicación.

 

LA PRENSA AMORDAZADA

 

La prensa como cobertura estratégica de los negociados es un sector muy bien cuidado por la Dirección General. Con el presupuesto millonario de Comunicación Social, se encarga -a través de elevados contratos de publicidad- de silenciar a muchos medios periodísticos de la capital y el interior. El silencio es la respuesta connivente que surge a las diversas denuncias que a diario son entregadas en forma anónima -ante el temor a las represalias del poder- a algunos medios. Estas informaciones nunca verán la luz de la opinión pública. Como experiencia puedo comentarles que en una oportunidad me tocó entregar a un medio de prensa una denuncia sobre hechos ilegales que envolvía a un Director General en particular. En aquella oportunidad fui muy bien recibido por el periodista. Él, interesado en el tema, recibió inmediatamente todos los documentos de la denuncia, así que salí contento de la redacción del periódico en cuestión. Pero mi satisfacción no duró dos minutos: al abordar mi vehículo, recibo una llamada telefónica, vía celular, adivinen de quién: "del propio Director afectado por la denuncia". Nunca más fui a la redacción de aquel medio de prensa y, como es lógico de suponer, el material fue cajoneado y el hecho ocultado por obra y gracia de los jerarcas de turno de la Binacional. Muchas denuncias como la mía quizás fueron amordazadas probablemente por otros medios y expuesto, en consecuencia, el nombre del mensajero al arbitrio del poder de turno.

 

AMEDRENTAMIENTO Y ALGO MÁS

 

El amedrentamiento a los funcionarios honestos es una realidad, los premios por la obsecuencia también. Basta darles una mirada a los jugosos viáticos, los sobresueldos, las lucras extras, ellas llenan los sobres salariales de los obsecuentes al poder. Estos personeros jamás osaron oponerse al sistema: en pocas palabras, se volvieron cómplices de la estructura corrupta. Me imagino que en Yacyretá debe ser lo mismo, sus propagandas monumentales así lo comprueban. Aquí va la pregunta obligada: ¿Por qué ambas hidroeléctricas necesitan de tanta publicidad en los medios de prensa?

Más aún cuando el producto vendido -la electricidad- no constituye ganancia para las empresas binacionales, la energía eléctrica es comercializada al costo. Por si todo esto fuera poco, el monopolio estatal no tiene adversarios comerciales en el mercado. De todo lo dicho, surge una realidad insoslayable: ¡Ambas empresas internacionales no necesitan de publicidad para vender su producto!

 

ALGUNOS MEDIOS NO SE VENDEN

 

El tema ya fue abordado en su momento por el diario ABC Color. Me consta que es uno de los pocos medios periodísticos que vienen batallando en forma constante, inclusive desde antes de la firma de ambos Tratados internacionales y, hoy, sus editoriales son tan actuales como la propia Biblia. Las publicaciones son tan valiosas, pues trasponen muchas de ellas las corazas de la binacionalidad. Otros medios dan algunos chispazos que también aportan de alguna manera para que el pueblo y el mundo sepan cómo la corrupción nos deja sin interlocutores ante nuestros socios (Argentina y Brasil), ellos conocen perfectamente las apetencias de nuestros gobernantes. Administraciones tras administraciones, con los baúles llenos de oro y plata, entregan años tras años nuestra soberanía en las dos centrales energéticas.

Hoy, con esta nueva compilación de mis escritos (2006 al 2008), la mayoría de ellos publicados gracias al espacio cedido por el Suplemento Económico de ABC Color, pretendo entregar al sufrido pueblo paraguayo y sus hijos un material que pueda servir en su conjunto para comprender; en primer lugar, ¡cómo fue entregada nuestra soberanía energética en Itaipú y Yacyretá! En segundo lugar; sacar valiosas conclusiones para que todos los paraguayos de bien busquemos ¡recuperar nuestras dos mayores riquezas de nuestros tiempos!

RODOLFO GIMÉNEZ ABRAHÁN

 

 

ÍNDICE

PRÓLOGO: RAMÓN MONTANÍA FERNÁNDEZ. Ingeniero electricista, consultor senior y director de la revista especializada Mundo de la Electricidad.

 

CAPÍTULO I

1. Ya no queremos tratados expoliadores

2. Ex dirigente del STEIBI lanza libro República de Itaipú "Un Estado dentro de dos Estados"

3. Hugo Chávez, Evo Morales y la Itaipú

4. Itaipú prefiere leyes norteamericanas

5. Transparencia con dos caras

6. No a las contralorías, ¿sí a la Ley Sarbanes-Oxley (Sox)?

7. Lula y Amorim deben cambiar rumbos

8. "Estratégicamente nos tiene atados con los royalties"

 

CAPÍTULO II

9. Yacyretá e Itaipú para el desarrollo

10. Corrupción e impunidad

11. La problemática laboral en la Triple Frontera

12. Cruzada patriótica

13. Los espejitos de Lula y Amorim (I)

14. Los espejitos de Lula y Amorim (II)

15. "No más migajas por la energía paraguaya"

16. Corrupción verde en Itaipú

 

CAPÍTULO III

17. Grave denuncia de corrupción en Itaipú

18. Corrupción "verde" en Itaipú

19. La sociedad respalda las denuncias sobre "Corrupción verde en Itaipú”

 20. Ecos por la prensa radial y escrita

21. Migajas en Itaipú

22. 34 años de vergüenza

23. Los muñones de la obra recientemente declarada como concluida

24. Deudas con el pueblo

 

CAPÍTULO IV

25. Binacionales, monumentos a la postergación paraguaya

26. Motosierras para la agonía verde de ltaipú

27. Carta de un paraguayo al Ing. Samek

28. Cobardía colectiva

29. Cinco años más de soberanía perdida

30. Discrecional manejo del embalse y de las máquinas

31. Manejo discrecional del lago de Itaipú solo beneficia a Brasil

32. ltaipú y Yacyretá son del pueblo

BIBLIOGRAFÍA

 

 

PRÓLOGO

 

EL CAMBIO ES LA ÚNICA SALIDA

 

INTRODUCCIÓN

 

         Es para mí una profunda satisfacción que Rodolfo Giménez Abrahán me haya distinguido para que le escriba el prólogo de su libro: "Itaipú y Yacyretá: El botín de los jerarcas", porque lo considero un compatriota valiente y nacionalista, con capacidad para asumir una sólida y ejemplar postura ante el entreguismo, la irresponsabilidad y la corrupción en que se han sumergido los gobiernos paraguayos de turno, así como los directores y consejeros que impusieron en las entidades binacionales en desmedro de los más sagrados intereses de la Nación.

         Hoy, felizmente, todos entendemos que Itaipú y Yacyretá son las principales riquezas del Paraguay. Sin embargo, las sucesivas administraciones coloradas que nos tocó padecer, en negociados perversos y nefastos, no titubearon en entregar, tanto a Brasil como a Argentina, hasta la soberanía energética de la República a cambio de beneficios sectoriales e incluso personales.

         Giménez Abrahán, con una fuerza contagiosa, denuncia que a causa de la complicidad de funcionarios antipatriotas y corruptos, nuestros dos socios en las hidroeléctricas más grandes del mundo y cohabitantes de este sagrado espacio geográfico del continente americano, sigan apropiándose de la abundante y cada vez más valiosa energía paraguaya. Apropiándose porque los precios que pagan, si se los compara con los que rigen en sus propios mercados, no son precios, sino migajas.

         Para colmo de males, como si lo apuntado no les satisficiese, insisten con el injusto negocio financiero paralelo, a pesar de que ya les reportó -y les sigue reportando- pingües beneficios debido a las tasas que impusieron a las entidades binacionales, tasas explicables en el mundillo de la usura y no en la relación de ciertos países que en los foros internacionales se pavonean como campeones de la solidaridad y el integracionismo.

         Esos funcionarios desleales, además, con la intención de disimular su manejo discrecional de los recursos de las binacionales, que en definitiva forman parte del patrimonio sagrado de la República, con interpretaciones antojadizas de los respectivos tratados, inventan supuestos fueros binacionales con la finalidad de excluir a los de los organismos legales de control de nuestro país -e incluso a la prensa- de los actos públicos de rendición de cuentas a los que están obligados por las leyes de la nación.

         Tan antojadizas y caprichosas son esas interpretaciones, que sus responsables, ensoberbecidos por la impunidad reinante, hasta se animan a gritarnos que ni la Contraloría General de la República -o el Congreso- y tampoco la Justicia (¡¿?!) tienen atribuciones para investigarlos.

         La irresponsabilidad y la falta de patriotismo de esos funcionarios no tienen límites. Veamos otro caso de lesa patria: El país, a pesar de que es propietario de un extraordinario excedente energético, paradojalmente se tambalea al borde del colapso eléctrico, porque no supieron o quisieron prever y realizar las obras de infraestructura que hubieran evitado ese inmerecido castigo.

         Señalemos con el índice acusador que, debido a esa criminal ineficiencia, nutridos contingentes de connacionales, entre ellos abnegadas madres que se ven obligadas a abandonar a sus hijos, emigran, en una dolorosa diáspora laboral, incluso allende los mares, en busca de la fuente de trabajo que los gobernantes de turno de su patria, así como a la ineptitud y venalidad de esos "administradores" del sector eléctrico que al dejar sin energía al país les privaron de docenas de proyectos industriales y de otra laya y, por ende, de la posibilidad de detener esa hemorragia de mano de obra e incluso de cerebros que continúa para vergüenza nuestra y ajena.

         Si focalizáramos nuestra atención sobre la castigada entidad Itaipú, la que a pesar de haber amortizado a la todopoderosa empresa eléctrica brasileña Eletrobras US$ 13.000 millones entre 1977 y el 2006, ¡oh sorpresa!, sigue adeudándole casi US$ 20.000 millones, o sea, US$ 3.800 millones más que en 1977, año en que la binacional comenzó a pagar una deuda reestructurada ilegal e ilegítimamente, porque se atrevieron a descargar un pasivo espurio, de cuya acumulación es responsable la misma Eletrobras en un 98%.

         No debemos excluir de este recuento, necesario y oportuno, otro hecho con marcados ribetes de escándalo. En los ejercicios 2005 y 2006, la entidad tuvo un déficit superior a US$ 1.000 millones, sin lugar a dudas otra cuenta del rosario de violaciones al Tratado que debe colgarse del cuello de nuestros socios. Un Tratado que, según la idílica visión de Itamaraty, es "un instrumento jurídico perfecto", razón por la cual no se lo debe renegociar hasta del 2023, año en que se cumplirán 50 años de hegemonía brasileña en el ámbito de la binacional.

         Todo recuento, incluso el más incompleto, tiende automáticamente hacia una conclusión: Las pérdidas de la binacional no se limitaron a la segunda década infame de Itaipú (1997/2006) que sucedió a la primera (1986/1996). Hubo otras y, también en este caso, sus administradores de turno recurrieron al fácil expediente de sumarlas a la deuda para enjugar los déficit. En otras palabras, además de la deuda espuria acumulada en la primera década infame, de US$ 4.194 millones, cuando suene la hora histórica de la inevitable rendición de cuentas, sus responsables habrán de exhumar otras y otras.

         Entretanto, adelantamos algunas estimaciones que serán extremadamente útiles en cualquier proceso de investigación: si restamos del pasivo actual de Itaipú los efectos retroactivos del factor de ajuste de la reestructurada deuda con Eletrobras, así como la deuda espuria, la suma reclamable al ente binacional no excede los US$ 5.000 millones. Entonces, los US$ 20.000 millones que hacen figura en la columna a pagar de la contabilidad de Itaipú no solo son injustos, sino otro robo de neto corte colonialista, a la entidad binacional y al Paraguay, en su condición de socio condómino, por partes iguales, del complejo energético.

         El segundo capítulo de nuestro recuento es la otra hidroeléctrica más importante que integra el patrimonio de la República: Yacyretá, cuyo cuadro clínico incluso pasa de grave a agudo. En primer lugar porque se trata de una obra inconclusa, razón por la cual la entidad que la administra no puede siquiera honrar sus compromisos financieros.

         El pasivo que arrastra está cargado con alrededor de US$ 12.000 millones, de los cuales el 94% corresponde a la deuda con el Gobierno argentino, gran parte sin documentación respaldatoria y, por ende, también espuria, porque su acumulación es imputable a incumplimientos del esquema de financiación de las obras, compromiso asumido, incluso por escrito, en este caso por la República Argentina, y a la vigencia ilegal de un instrumento diplomático firmado en 1992 y rechazado por el Legislativo paraguayo en 1994. Enfaticemos que más de 90% de la facturación de la EBY por la venta de su energía debe utilizarse para honrar una deuda que le impusieron.

         La entidad paraguayo-argentina, sin embargo, está en quiebra técnica, porque los Gobiernos de turno del país y los administradores que enviaron a su Comité Ejecutivo y a su Consejo de Administración aceptaron la vigencia de este instrumento diplomático ilegal, que además de privar a la entidad de recursos genuinos le obligó a subsidiar el mercado argentino e incluso fraccionar en interminables cuotitas los beneficios paraguayos, entre ellos, la indemnización por territorio inundado y la compensación por energía cedida.

         Entonces, el futuro de Yacyretá nunca debería ignorar un sinceramiento de esas cuentas y un serio mea culpa de sus responsables argentinos, luego así como lo impone el derecho, la justa distribución de su energía entre sus propietarios condóminos por partes iguales, la devolución al Paraguay de la soberanía de decidir lo que más le convenga sobre su excedente y la plena admisión de su derecho a percibir el precio que define el mercado en el caso en que decida venderla.

 

         CORRUPCIÓN "VERDE" EN ITAIPÚ

 

         Otro lamentable episodio de la historia de nuestras binacionales es "la corrupción verde" en Itaipú, que afecta al rico ecosistema que rodea el gran embalse del complejo. Cuando decimos ecosistema no hablamos solo de la vegetación, también nos referimos a la vida silvestre que allí pulula y, por suerte, aún en abundancia; así como a la función que tiene ese singular cordón vegetal, tanto para el embalse como para la salud de las poblaciones asentadas en su área de influencia.

         Rodolfo Giménez Abrahán, con una actitud que debería emular cualquier aspirante a defensor de la patria, casi en solitario, arrojó con fuerza sobre el tapete mediático la corrupción que como un cáncer, había sido, estaba apoderándose de todos los tejidos sanos de ese imprescindible ecosistema que se extiende entre el refugio biológico de Tatí Yupí y del Mbaracayú (Salto del Guairá) a lo largo de 1.600 kilómetros. El virus o la bacteria, una inexplicable explotación ilegal, con la evidente complicidad de funcionarios desleales de mucha influencia de la parte paraguaya de la estructura administrativa de Itaipú.

         Esas tierras, declaradas de utilidad pública y expropiadas por el Estado paraguayo -pagadas, por ende, por contribuyente compatriota-, habían sido objeto de una "privatización" muy privada, porque se la hizo al margen de la opinión pública nacional, que solo benefició a sus ejecutores y a sus cómplices. En esas ubérrimas parcelas germinaba la soja, a la sombra de la ilegalidad consentida, se talaban sus árboles, se cultivaban el maíz, la soja, etc., y engordaba el ganado para beneficio de unos pocos, incluso de los funcionarios cómplices. El hecho, además de configurar un delito, en el mediano plazo provocará una inevitable colmatación del embalse por las erosiones y desmoronamientos que facilita.

 

         ENERGÍA ABUNDANTE Y BARATA PARA EL BRASIL

 

         El infortunio paraguayo no se agota en los hechos de corrupción e ineficiencia apuntados. En efecto, sería imperdonable soslayar el negocio que se genera con el cuantioso excedente paraguayo en Itaipú. Eletrobras, como se ha publicado, paga a Itaipú por la energía paraguaya alrededor de US$ 37/ MWh, incluyendo la propina de US$ 2,72 US$/MWh que nos tiran bajo el pomposo título de compensación por cesión de energía.

         La totalidad de la energía paraguaya que lleva Brasil a ese irrisorio precio está en el orden de los 37.000 Gwh/año.

         En Yacyretá la situación en lo que a comercialización de nuestro excedente no es muy diferente. Si bien el Tratado de 1973 admite una compensación un poco más alta, la misma no deja de ser irrisoria si se la compara con los precios vigentes en el mercado eléctrico regional. En otras palabras, también en Yacyretá ejecutan sin miramientos los justos intereses de la República del Paraguay.

 

         PARAGUAY ESTÁ FUERA DEL NEGOCIO ENERGÉTICO

 

         En un contexto de aflicciones internacionales causadas por la crisis energética, nuestro país no puede ni debe mantenerse al margen de los emprendimientos multilaterales que exploran e incluso concretan con ritmo creciente trascendentes acuerdos -en definitiva, meros actos de negocio- en ese ámbito.

         Mientras Argentina y Brasil se articulan cada vez más mediante un fluido negocio energético, inexplicablemente el Paraguay, socio de ambos en las hidroeléctricas más grandes del mundo es relegado, tal vez por la pasividad de sus representantes. El hecho le deja sin posibilidad alguna de participar en esa legítima actividad que, dicho sea paso, por derecho le corresponde.

         Itaipú sigue siendo una obra inconclusa para los paraguayos.

         El año pasado, hasta el entonces director general paraguayo de Itaipú, Víctor Bernal, exultante declaraba a la prensa, como un eco de su colega brasileño Jorge Miguel Samek, que la obra, con la habilitación de dos nuevas unidades, la 9A y la 18A, estaba terminada.

         Ingenuamente o tal vez de propósito, se olvidaba de que su país, al que decían representar, padecía incluso en ese mismo momento las secuelas de ciertos "olvidos", como la subestación de margen derecha, cuya construcción está prevista en el Anexo B del Tratado. La amnesia bernaliana no se limitaba a la subestación, afectaba también a otro compromiso ignorado por Itaipú: las obras de navegación que harán posible superar la interrupción artificial de ese curso navegable, hoy interrumpido por la represa hidroeléctrica.

 

         ADMINISTRADORES PATRIOTAS, RESPONSABLES Y EFICIENTES

 

         Por último, es necesario recalcar que el pliego de reivindicaciones nacionales exige la presencia en la administración de país, así como de Itaipú y Yacyretá, de patriotas responsables, eficientes y, sobre todo, honestos.

         Que los colegiados de mayor importancia como el Consejo de Administración y el Directorio Ejecutivo sean depurados de prebendarios aprovechadores y de hurreros de la política.

         Que esa depuración se ha vuelto perentoria porque hasta las necesidades básicas de la República del Paraguay, por ejemplo el suministro eficiente, suficiente y oportuno de energía eléctrica, no solo para comodidad de sus habitantes, que es absolutamente justo, sino también para convertir sus sueños de crecimiento en realidad, así lo exigen.

 

         EL PEOR DIRECTOR DE TODA LA HISTORIA DE ITAIPÚ

 

         En ese proyecto de nuevo país, queremos un nuevo presidente, nuevos jueces, nuevos legisladores, administradores diferentes de patrimonios tan valiosos como Itaipú, Yacyretá y, por qué no, tal vez Corpus.

         El cambio es posible. En primer lugar, depende de nuestros votos, luego del estricto, sistemático y celoso acompañamiento que hagamos de las actuaciones de nuestros elegidos.

         Modelos de administración como el que impuso Nicanor Duarte Frutos -o sus predecesores- o la de Víctor Luis Bernal Garay en Itaipú, considerado el peor director en los 35 años de la entidad binacional, deben arrojarse definitivamente al pestilente basurero de la historia nacional. Ese negro pasado de esa "política criolla" que no titubeó en entregar los intereses de la República a cambio de un enriquecimiento sectorial e incluso personal, puede quedar sepultado, reitero, con nuestros votos y nuestra infatigable militancia ciudadana.

 

         RAMÓN MONTANÍA FERNÁNDEZ

         Ingeniero electricista, consultor senior y

         director de la revista especializada Mundo de la Electricidad

 

 

 

CAPÍTULO II

 

9. YACYRETÁ E ITAIPÚ PARA EL DESARROLLO

 

         Me impresiona de buena manera la tenacidad de la prensa independiente cuando, denodadamente, busca llegar a sus lectores y socializa las informaciones sobre las dos grandes hidroeléctricas. Al final, se trata de las riquezas energéticas más importantes del Cono Sur y cuya propiedad compartimos en mitades iguales con el Brasil y la Argentina.

 

         A veces, se tiene la impresión de que la tentativa periodística queda en agua de borrajas, pero no demoran mucho en llegar    los retornos positivos al esfuerzo desplegado. Es así como se forma una masa crítica que aporta desde un simple espaldarazo anónimo, hasta documentos probatorios.

         Al final, es el pago por extremar los recursos técnicos tratando de demostrar al pueblo que defender el patrimonio energético en condominio con nuestros vecinos socios del Mercosur es una misión patriótica nacional.

         Para algunos técnicos entreguistas, representantes de gobiernos anteriores y otros sobrevivientes enriquecidos por ambos Tratados, parecerían una repetición cansina las diversas ponencias técnicas y periodísticas. Para otros, que piensan con espíritu nacionalista, ambas hidroeléctricas representan las mayores generadoras de riqueza del país que, desgraciadamente, no puede ser alcanzada por todo el pueblo paraguayo. Por ello, vale la pena la repetición.

         La prensa libre busca el discernimiento como material de generación de opiniones y con el objetivo supremo de restablecer la soberanía perdida en ambas binacionales. Se busca construir, así -aun con la mínima información que gotea de las mesas de las "negociaciones binacionales"- una causa nacional. Los patriotas dirán: ¡Vale la pena la renegociación! ¡Vale la pena buscar las más diversas estrategias para llegar a la igualdad o la equidad!

 

 

 

 

10. CORRUPCIÓN E ÍMPUNIDAD

 

         Mucha tinta ha corrido, muchos debates se han realizado, mucha publicidad se ha pagado buscando, en algunos casos, desmentir o amortiguar las críticas dirigidas hacia ambos entes. Esto tampoco es exclusividad de una sola margen. Es frecuente escuchar disidencias en la opinión pública de nuestros socios condóminos y las medidas disciplinarias correspondientes. Pero en nuestro país el fenómeno es contrario: antes que transparentar las gestiones ante el poder soberano del pueblo -dueño legítimo-, buscan socavar cualquier intento de crítica o de pedido de transparencia.

         Nunca debemos olvidar que los administradores y políticos son apenas representantes circunstanciales y que, por ley, deben rendir cuentas a sus representados. Nadie, ni siquiera los sobrevivientes de las dictaduras imperantes en la década del 70 -sean estas en Brasil, Argentina o Paraguay- pueden negar que las usinas sustentaban a los gobiernos dictatoriales con fachada democrática. La fórmula "económica" era y sigue siendo la misma: corrupción e impunidad. Los pueblos de los tres países saben con seguridad, sin desplegar complicadas explicaciones técnicas, que los costos finales de las binacionales se deben exclusivamente a las sobrefacturaciones, financiamientos atados, intereses usurarios, factores de ajuste, saqueos y robos.

 

         SOLO DISCURSOS

 

         Aún retumban en nuestros oídos las expresiones del ex presidente argentino Carlos Saúl Menem, calificando al Ente Yacyretá como "monumento a la corrupción", cubriéndola, sin embargo, con un gran manto de silencio que más huele a complicidad. Su compatriota Kirchner, en su última visita, ya viciado por los aires imperialistas porteños, exhaló tímidamente su intención pública de querer conocer quiénes fueron los administradores infieles que sumieron en la quiebra técnica a la hidroeléctrica paraguayo-argentina.

         Los discursos al respecto no cesan y no excluimos de expresiones similares a nuestro mandatario. Pero de ahí a la "auditoría a profundidad" de las binacionales queda un largo trecho. Ver para creer, diría Santo Tomás.

 

         ¿ESTÁ SOLO EL PRESIDENTE?

 

         Hoy, nuestro Presidente clama a la prensa su soledad en la lucha. Particularmente no lo veo de esa manera, probablemente porque tengo tantas reclamaciones como cicatrices y sé que existen muchos compañeros que lucharon y siguen combatiendo públicamente y en la clandestinidad por una revisión de los Tratados.

         Nosotros buscamos el único premio que abastece a cualquier idealista: la justicia y la verdad. Soñamos llegar a un grado de desarrollo social y cívico, por lo menos similar al chileno que, a pesar de su agreste geografía, de estar presionado por una inmensa cordillera y el desierto más seco del mundo, que juntos representan el 90% de su territorio, posee una agricultura e industria similares a las del Primer Mundo. Esto deja a los chilenos con los ingresos per cápita más sobresalientes del Cono Sur.

         Asimismo, su diplomacia no se siente como un mendigo ante sus vecinos. Es más, tampoco se siente atraído y mucho menos aprisionado por el Mercosur. Por ello, tiene tratados de libre comercio con quien le dala gana.

         Definitivamente, el Presidente no está solo. Existen sobradas razones para afirmar, no solo en los años de gobierno de Nicanor, que la prensa independiente siempre se ha mostrado implacable con los administradores de las binacionales. Esta ha levantado su voz, junto a muchos patriotas anónimos, desnudando las arbitrariedades de los vecinos condóminos.

         Muchas de las informaciones sobre las binacionales llegan a cuentagotas y con un formato de "a falta de datos oficiales" porque la transparencia afecta sobremanera a la oligarquía que domina y pretende seguir dominando "per sécula seculórum". Está visto que con el sistema a goteo, especialmente para los que anhelan largamente justicia y soberanía en la Itaipú, se está ante una lucha muy desigual.

         Se manejan en forma discrecional los fondos y la información en un coto cerrado, y en el coto abierto (pueblo), se recortan ambos. Tratar de hacer llegar a la opinión pública las cifras y los negocios oficiales es una tarea titánica. Los periodistas investigan los códigos secretos de la "rosca", los traduce a un idioma sencillo y, finalmente, los pone a disposición en columnas accesibles al común.

 

         LAS NUEVAS UNIDADES

 

         Sin embargo, no hace falta ser un gran analista para descifrar los códigos que el Brasil impone y probablemente impondrá de nuevo con venia paraguaya, para la utilización y sobreutilización de las Unidades 9A y 18A, posibilitando de esta manera ampliar su desarrollo industrial.  

         Tampoco se necesita mucha inteligencia para saber que al Brasil no le cuesta nada ofrecer 20 millones, 50 millones y hasta 75 millones y más dólares con tal de asegurarse la hegemonía brasileña en la Itaipú y seguir lucrando con la cesión en contra de la exportación de la energía paraguaya.

 

         OBRAS INCONCLUSAS

 

         Hace falta recordar a la opinión pública, por otro lado, que el canal de navegación no se construye porque sencillamente al Brasil no le interesa. Al final, ellos tienen salida al mar. Existen dos proyectos en la margen izquierda y dos proyectos en la margen derecha que no se ejecutan. No obstante, el canal artificial de Piracema, construido en el lado brasileño a un alto costo, se ha vuelto un atractivo turístico a nivel mundial. Mientras, en el lado paraguayo tenemos que observar calladamente cómo las cargas transitan sobre ruedas hasta el siguiente puerto aguas arriba de la represa, para continuar su rumbo hacia puerto Epitácio y luego al mar.

 

         LA HORA DE RENEGOCIAR EL TRATADO

 

         No solo el Tratado debe ser renegociado, sino también los instrumentos que lo conforman. Los Anexos son una pesada carga para nuestro país y los yugos brasileños están muy bien disimulados en ellos. Las grotescas Notas Reversales deben ser minuciosamente controladas, y las fechas de ellas determinarán el grado de responsabilidad de los firmantes paraguayos.

         El elefante blanco de la deuda, la condonación al sector eléctrico brasileño, los intereses y el factor de ajuste se parecerían a una pulga, comparados con el beneficio que traería al Paraguay disponer libremente de su energía, poder venderla o, mejor aún, consumirla sin ataduras y presiones. Ha terminado la época del trueque de espejitos por pieles de nutria.

         Ya ve, señor Presidente, usted no está solo, existen muchos críticos de las binacionales que, con mucho tino y a tiempo, advirtieron las grandes entregas que, al final, se consumaron en nuestras hidroeléctricas mientras los responsables se pasean orondos por nuestras calles.

 

 

11. LA PROBLEMÁTICA LABORAL EN LA TRIPLE FRONTERA.

 

         La realidad de la problemática laboral en Ciudad del Este, Foz de Yguazú y Puerto Iguazú no se puede observar con ojos críticos ni bajo la lupa del moralismo político, es decir, criticar las ilegalidades para posteriormente, en el silencio de la oscuridad o en algún perdido recinto público, pactar hasta con el mismo diablo. Evidentemente, la coima, la corrupción y la impunidad son las monedas corrientes que amparan al comercio de "turismo", en gran escala en esta región. En la Triple Frontera podemos realizar cualquier acto de comercio con empresarios de más de 168 nacionalidades, entre estos, libaneses, chinos, coreanos, hindúes, africanos, etcétera.

 

         Los trabajadores paraguayos, brasileños y argentinos pelean palmo a palmo el sustento de cada día, en esta región criticada fuertemente por los norteamericanos, donde, supuestamente, se captan fondos para el terrorismo internacional. Es muy raro observar grandes casas comerciales con propietarios paraguayos en el micro centro de la ciudad. Por el contrario, es más fácil encontrar "lojas" (tiendas) explotadas por los brasileños que ven la mina de oro en la venta de productos electrónicos, en sociedad con los proveedores extranjeros.

         En Foz de Yguazú, específicamente en el Puente de la Amistad, los controles fronterizos están hoy un poco calmados debido a la delicada etapa en que se encuentran las elecciones generales en dicho país. Esta ciudad vecina continúa firme en su bien ganado sitial de tercer parque hotelero del Brasil, explotando su riqueza natural, las cataratas del Yguazú, y la otra artificial, la Itaipú. Se agrega al paquete el perseguido turismo de compras.

         Puerto Iguazú no se queda atrás en las atracciones turísticas de la Triple Frontera. Del lado argentino tienen asegurados los dólares que a diario dejan los visitantes, ofreciéndoles, pese a la mala situación económica y política argentina, buenos precios en vinos, quesos y aceitunas. A todo eso no podemos dejar de agregar el bajo precio y la alta calidad del combustible argentino (nafta y gasoil) que, por la gran diferencia de precio con respecto a los vendidos en el Brasil y el Paraguay, ocasionan a diario largas filas de vehículos, semejantes a las del Puente de la Amistad en la aduana unificada de Puerto Iguazú.

 

         REALIDAD LABORAL EN CIUDAD DEL ESTE

 

         Una vez pintado el panorama comercial y turístico de las Tres Fronteras, podemos adentrarnos en el campo de la deformada fuerza laboral del Este. Bien temprano, en horas de la madrugada, ya se puede visualizar un incesante tránsito de ómnibus de turismo, transportes de pasajeros locales, taxis, mototaxis, combis y vehículos particulares, sean estos con placas paraguayas o brasileñas. En este acelerado ambiente y como un ritual diario, con sol o lluvia, los que aún resisten a emigrar hacia España, después de recurrir a un préstamo usurario o haber vendido su chacra, montan una mesa que los convierte en fuente de trabajo en las aceras del micro centro. Esperan así al perseguido "moambeiro" (comprador brasileño) para revender las innumerables baratijas que van desde el último lanzamiento en DVD de Miami Vice, hasta sofisticados aparatos electrónicos para medir la presión arterial.

         En este mar de cosas, más de 1.700 vendedores en mesas y sus carritos abastecedores venden bajo el libre juego de la oferta y la demanda. A ellos debemos sumarles más de cuatrocientos vendedores ambulantes de todas las edades, queriendo ubicar sus baratijas o bebidas refrescantes. De acuerdo con las informaciones obtenidas, existen más de 1.800 taxis registrados en la Comuna esteña; aproximadamente circulan 400 taxis clandestinos que, en forma conjunta, dan el sustento diario a más de dos mil familias, diariamente más de 800 "combistas" formales y 340 unidades informales, colmados de pasajeros, buscan trasponer las rigurosidades de los aduaneros brasileños. Según las informaciones de los gremios locales, aproximadamente 300 mototaxis son los registrados para el transporte comercial de pasajeros en moto. Esa se puede comprobar a ojo, pues fácilmente llegarían al millar de unidades.

         Esos miles de abnegados trabajadores paraguayos, sin ningún tipo de apoyo gubernamental, en la calle y la mayoría como si fuera liviano el yugo, con sus impuestos al día, sostienen en gran medida la economía regional del Alto Paraná. No debemos olvidar que a los trabajadores informales provenientes de los distintos barrios de Ciudad del Este se les suman los que viven en las ciudades de Minga Guazú, Hernandarias y Presidente Franco, convirtiéndose en una especie de gran metrópoli del Este.

 

         DE LA CALLE AL SHOPPING

 

         La realidad laboral en los comercios de Ciudad del Este afecta a todos los trabajadores, sean estos paraguayos o brasileños. Son explotados en la    misma medida, salvo rarísimas excepciones. El portugués fluye mezclado con el español y el guaraní. Para esa realidad no existe un diccionario apropiado. Sería un buen trabajo para Helio Vera, si viviese aún. El dólar y el real son las monedas de cambio; el guaraní y el peso argentino pasan a ser molestias para los cajeros.

         Los salarios, generalmente, se convierten a la moneda norteamericana. Las coimas entregadas a los encargados   de velar por las recaudaciones públicas y las condiciones laborales son las realidades que dan el marco de desánimo a cualquier patriota que quiera rectificar rumbos. La mayoría de los trabajadores brasileños -que diariamente en número superan los siete mil, y bajo la atenta y complaciente mirada de los marinos, aduaneros, funcionarios de migraciones y policías- trasponen el Puente de la Amistad para desplazar a los paraguayos de sus puestos de trabajo.

         Los comerciantes los prefieren, pues aparte de hablar correctamente el idioma de los compradores, es decir, de sus connacionales, no es necesario asegurarlos al Instituto de Previsión Social, registrarlos en el Ministerio de Justicia y Trabajo, y mucho menos concederles los beneficios garantizados a los trabajadores en el Código Laboral Paraguayo. En ese aspecto, los despidos ocurren a diario y el trabajador brasileño no tiene dónde recurrir para reclamar sus haberes de desvinculación. Evidentemente, la mano experta y blanqueadora de los profesionales en contabilidad es la que posibilita tales desmanes, secundando a los comerciantes en su afán de explotación.

         Por el mismo mecanismo se da vida a los que figuran en "planilla". Estos son los pocos paraguayos del sector comercial del micro centro que se encuentran registrados en el IPS e inscriptos en el Ministerio de Justicia y Trabajo. Para comprobar la realidad de las afirmaciones, basta realizar un conteo visual y verificar la planilla de trabajadores. Generalmente, los propietarios de las casas de comercio cuentan con cámaras electrónicas en el acceso del local, a través de los cuales pueden detectar anticipadamente la presencia de fiscales e inspectores. Posteriormente, es cuestión de segundos para que todo el personal, generalmente brasileño, se refugie en algún depósito improvisado hasta que pase la inspección, si es que no la "arreglan", quedando en los salones comerciales como pantalla los trabajadores paraguayos.

         La fuerza laboral legal en el Este del país, prácticamente, la conforman los trabajadores del cuadro propio (1.900) y las contratistas (1.700) al servicio de la Itaipú Binacional que, con su presupuesto de más de 40.000.000 de dólares anuales y su consecuente poder multiplicador en la economía, permiten calmar en parte la crisis que azota a esta zona y que no difiere con respecto al resto del país. La restante mano de obra legal, lastimosamente, sirve de maquillaje en la supuesta legalidad de las empresas de comercio.

 

 

12. CRUZADA PATRIÓTICA

 

         Itaipú y Yacyretá deben volver a sus dueños originales: el pueblo. En cualquier evento, sea este una exposición industrial, cultural, o mismo un modesto debate sobre la importancia económica de las binacionales, resulta triste, pero normal, el poco interés que demuestra gran parte de nuestra población. No obstante, el tema se vuelve intolerable cuando la clase trabajadora del sector energético, sea técnico o laboral, demuestra poca sensibilidad al respecto.

 

         Muchos dirán que la aguda crisis de empleo y pobreza deja al sector un tanto anestesiado, hasta podríamos decir que se encuentran hartos y desinflados para escuchar las reiteradas entregas de soberanía en nuestras dos hidroeléctricas binacionales: me refiero a la Itaipú con los brasileños y Yacyretá con los argentinos. Pareciera que pasan desapercibidas las grandes cifras que representan varias veces nuestra deuda externa.

 

         JUAN PUEBLO 

 

         Juan Pueblo, el ciudadano común, no puede perder el tiempo en las cansinas chabacanerías políticas y en las magistrales jugadas de atraso implementadas por el oficialismo y, muchas veces, apoyadas por        la propia oposición. Juan Pueblo está debatiéndose entre la vida y la muerte; sus hijos claman por comida y salud. Las calles, más que nunca, son escenarios de los desamparados que muchas veces, en una disfrazada mirada infantil, no encuentran otro camino que la mendicidad o la marginalidad. Con mucha suerte, las monedas colectadas por los niños de la calle serán destinadas al pan de la sobrevivencia. En el peor de los casos, serán el instrumento de cambio de alguna cola de zapatero, todo sea por amortiguar la amargura ocasionada por la devastación económica del país.

 

         DEMOCRACIA SIN PAN

 

         Otros, hartos de esta democracia sin pan y sin esperanzas, prefieren expresar públicamente sus nostalgias hacia la trágica dictadura, buscando, tal vez, la vuelta de aquellas nefastas épocas que le dieron una aparente "prosperidad". No es la intención montar una escena desgarradora, pero la realidad visual habla más que mil palabras. La tristeza y la desazón se apoderan de miles de familias paraguayas que, en número creciente y con el sacrificio de grandes préstamos, deciden probar suerte en el Viejo Mundo, probablemente sin haberse propuesto dejar el terruño, tan siquiera en sueños. Dejando su amargura en el Paraguay, emprende Juan y, muchas veces, Juana Pueblo, el camino hacia horizontes inciertos, dejando atrás lo más preciado en la vida: la familia.

         El trabajo no siempre es el más deseado. Existe conciencia de que irá a realizar actividades ingratas y hasta degradantes. Sin embargo, sin importarle el costo familiar en particular y el social en lo general, y con tal de enviar algunos dólares a su país, lo acepta gustoso. Solo resta el consuelo de que allá, en un recóndito distrito de América del Sur, podrán convertirse en pan sus duros esfuerzos.

 

         NUEVOS VALIENTES INCORPORADOS

 

         Creo sinceramente en el patriotismo.

         Es por ello que con tanta insistencia, a veces hasta con vehemencia, me atrevo a buscar nuevas aristas a la tan ajada discusión de los Tratados internacionales de Itaipú y Yacyretá. Acompañando y, quién sabe, aprovechando las pocas brechas que solamente nos otorga la prensa independiente, hemos colaborado para abrir un debate nacional que presenta una especie de adhesión masiva de técnicos y trabajadores. Es una época agradable pero dura, donde aparecen nuevos conocedores del tema, pero también nuevos detractores de la lucha. Los nuevos gladiadores aportan anhelos antiguos, pero con enfoques renovados, y esto hace que la lucha se vuelva más pareja.

         Los debates se suceden en Asunción o el interior. A esta fuerza creciente se van sumando: Transparencia Internacional (Capítulo Paraguay), los sindicatos STEIBI, Sichap, SISE, Sticcap y Sicae, de Itaipú, Sitrande, de la ANDE, y otros colegas de Yacyretá, rememorando viejas luchas por la soberanía en nuestras binacionales. El más reciente, pero que tiene la virtud de presentarse como la sala de partos de una cruzada nacional por la recuperación de la soberanía en las binacionales, se realizó en el local del STEIBI en el año 2006 y tuvo a grandes conocedores del tema como expositores. Me refiero al Ing. Ricardo Canese, al Dr. Ing. Carlos Cardozo y al Ing. Axel Benítez, este último de Transparencia Internacional.

         ¿Qué queremos de la Itaipú? Fue la gran pregunta del debate que, después de las pormenorizadas ponencias de dichos técnicos, quedó satisfecha. Las cifras del entreguismo son irritantes. Hierve la sangre de los patriotas al ver tamaña desproporción e injusticia. Así nacen las guerras, decían muchos de los participantes. La mayoría de los puntos oscuros del Tratado fueron alcanzados por la luz de la crítica en el auditorio conformado, en su gran mayoría, por los funcionarios libres que aún restan en las binacionales y representantes gremiales de la zona. El debate sirvió para comprobar, aún más, lo que se venía sosteniendo desde 1973, fecha de la firma del Tratado de Itaipú: "los mejores voceros de Itamaraty son los propios negociadores paraguayos". Las reiteradas entregas de nuestra soberanía energética fueron ampliamente condenadas por los participantes, que no ahorraron epítetos en calificar a los sucesivos gobiernos y sus representantes en las binacionales.

 

         CRUZADA POR NUESTRA SOBERANÍA

 

         La realidad cruda es una, pero a la vez incomprensible para cualquier paraguayo de bien. Ella resuena en todos los rincones del país. ¿Cómo el Paraguay, siendo el mayor productor per cápita de energía hidroeléctrica, tiene tantos pobres? La respuesta es sencilla y corta: nuestras hidroeléctricas fueron vendidas en cuotas por nuestros gobernantes y negociadores de turno, desde su nacimiento.

         La política pendular de Stroessner, queriendo quedar bien con Dios y con el diablo, envió a sus sátrapas a "negociar" nuestra soberanía hidroeléctrica, que no era otra cosa sino su propia permanencia en el poder absoluto y excluyente. Hoy, el escenario es otro. El pueblo puede hablar sin el temor a la pena de muerte, pero, paradójicamente, tiene la gran responsabilidad de forzar la salida de la miseria. Por ello, la sociedad civil debe pronunciarse con más fuerza; los ancianos y sabios de la patria, más que nunca, deben iluminar el sendero; los estudiantes y campesinos, al igual que las centrales y los sindicatos, deben propiciar y acompañar una cruzada auténtica para recuperar nuestras riquezas hipotecadas.

         El Poder Ejecutivo debe comprender que su estrategia solitaria, de entre gallos y medianoche, repetirá los mismos errores del pasado. El Poder Legislativo, en vez de enfrascarse en riñas intestinas, debe elaborar propuestas serias y concretas sobre la renegociación de ambos Tratados binacionales.

         De lo contrario, el león bandeirante nos devorará, una vez más. Por último, insto a toda la ciudadanía a que acuda en masa a una consulta popular, si es que la hubiere, dando su voto afirmativo contundente a la renegociación total de las dos hidroeléctricas binacionales. Las deudas se están volviendo vitalicias y la hipoteca sobre nuestro país pende peligrosamente.

 

         PROPUESTAS

 

         1. Se debe instalar, en todos los estamentos del ámbito nacional, un debate sobre Itaipú y Yacyretá.

         2. Se debe movilizar a las organizaciones sociales conscientes de la importancia de ambas hidroeléctricas para nuestra economía y forzar la renegociación de ambos Tratados.

         3. El Poder Ejecutivo debe sincerar sus propósitos hacia nuestras binacionales.

         4. El Congreso, como representante del pueblo, debe formular propuestas serias y participativas, tendientes a la renegociación.

         5. Debe continuar el acompañamiento del Cuarto Poder, hoy como única garantía de la ciudadanía.

         6. Se debe dejar de lado, a pesar de una necesidad en el largo plazo, la utópica modificación de nuestra Constitución Nacional.

         7. Se deben anteponer ante cualquier beneficio personal los intereses del pueblo paraguayo. Es deber de todo el pueblo y más aún de nuestras autoridades electas forzar ante nuestros vecinos la devolución de la rapiña hecha a nuestras riquezas naturales, especialmente las hídricas.

 

 

13. LOS ESPEJITOS DE LULA Y AMORIM (I)

 

         Pasados los primeros cuatro años de gobierno de Lula da Silva en el Brasil y al no visualizarse ningún tipo de cambio en la diplomacia brasileña con relación a los países menores del Mercosur, me parece correcto que nuestras estrategias, si es que las hubiere, tengan que ser reorientadas. Nuestra política externa mendicante solo produjo la estampida de paraguayos al exterior, mientras que la diplomacia brasileña la catapultó a la novena economía del planeta.

 

         Los paraguayos desposeídos y desesperanzados prefieren apostar en la ruleta norteamericana del "green card", buscando mejores oportunidades, pues la probabilidad de hallar el sueño americano es más alta que deshacerse de la pesadilla paraguaya. ¿Qué podemos esperar de nuestro visitante, el canciller del Brasil, que de antemano, y abriendo el paraguas, expresó que es innecesario negociar con Paraguay el Tratado de Itaipú? Evidentemente, los paraguayos somos o muy tontos, o masoquistas (espero me disculpen el término, pero la desazón es grande).

 

         "PACTA SUNT SERVANDA PARA LOS POBRES"

 

         Los pactos deben ser cumplidos por las partes. ¡Qué equivocación más interesada la del canciller en cuestión! La amnesia es total cuando le conviene a Itamaraty. Por necesidad del Brasil, estos pactos, como le gusta llamarlos, fueron "violados" reiteradamente, especialmente cuando posibilitamos el perverso nacimiento de la deuda espuria de US$ 4.193 millones de dólares. ¡Vamos, canciller! No todos los paraguayos somos tan ignorantes.

         La preeminencia de Itamaraty sobre el Palacio de López siempre fue muy evidente, más aún desde la Guerra de 1864/70. "La política del patacón", muy bien manejada por el barón de Mauá, tuvo sus frutos en forma ininterrumpida hasta la firma del Tratado de Itaipú, donde la cuenca del Plata quedaba hipotecada en forma vitalicia a favor de los bandeirantes.

         La estrategia expansionista brasileña, tan perfectamente esbozada por Golbery de Couto y Silva, quedó demostrada más que suficientemente. Las extorsiones, atrasando las remesas de dinero provenientes de los royalties, trancando el Puente de la Amistad, reprimiendo a los sacoleiros (sus propios connacionales), frenando y agregando burocracias al tránsito de nuestras exportaciones hacia los puertos del Atlántico, recibiendo asilados "políticos" estratégicos para mantener nuestro ámbito político controlado o, mismo, sobornando a las autoridades paraguayas para la aceptación de sus necesidades en el control de la Itaipú, siempre rindieron sus frutos.

 

         ¿Y LA RECIPROCIDAD, SR. AMORIM?

 

         Sr. Amorim, Ud. se acuerda de los pactos, ¿y la reciprocidad? Después de 24 años trabajando en la Itaipú Binacional, al igual que muchos compañeros, he podido diferenciar las bondades del pueblo brasileño de la política expansionista de Itamaraty. Se desprende de las expresiones del canciller que la historia hegemónica seguirá su mismo rumbo con Lula al frente del Brasil. En contrapartida, el Paraguay seguirá conformándose con las migajas que caen del gran banquete binacional. A mi humilde entender, creo que la reciprocidad paraguayo-brasileña se da entre las autoridades de ambos países, no así entre los pueblos, pues la base de las relaciones internacionales se da con la equidad, la justicia y la verdadera fraternidad, que redundan en el bienestar de los pueblos y no solamente de la elite dominante.

         No quisiera abordar términos muy técnicos y repetidos hasta el cansancio por la prensa independiente. Más que apelar a la fraternidad de los pueblos y al sentido patriótico de los gobernantes, quisiera sumarme a la campaña nacional de recuperación de nuestra soberanía. Muchas veces, en este afán, llegamos al límite desesperado del lamento, sin ver grandes frutos. Venimos hablando en voz alta de las desigualdades e injusticias sistematizadas por los diferentes gobiernos de nuestra eterna "transición" y, como respuesta, vemos resultados electorales desalentadores, expresiones que transitan entre la candidez de un optimismo hasta la idiotez del entreguismo. Vemos también "negociaciones" de entre cuatro paredes, más parecidas a negociados. Es ahí donde nos preguntamos: ¿Será que alguna vez podremos encontrar un gobierno patriótico en el Paraguay; un gobierno parecido al de Rodríguez de Francia y los López o, simplemente, el de Eusebio Ayala, decididos y convencidos de que la nacionalidad paraguaya existe?

         En ambas hidroeléctricas ya no caben los parches camuflados como notas reversales y otros cientos de instrumentos creados con una genialidad usurera y astucia hegemónica por nuestros vecinos, que no tienen el más mínimo espíritu de reciprocidad y buena vecindad. Más aún sabiendo estos que entre vecinos y socios deben primar la justicia y la equidad, elementos indispensables del derecho internacional y la paz regional.

        

         "DOBLE INDEXACIÓN" ES EL ESPEJITO DE AMORIM

 

         El problema del Tratado de Itaipú no radica en el factor de ajuste que pesa sobre la deuda de Itaipú. Coincidimos en que resulta tremendamente nocivo agregar un factor de ajuste sobre unos intereses ya usurarios, en una moneda fuerte que es el dólar norteamericano.

         Más bien estamos en condiciones de afirmar que es el espejito de cambio para la renuncia a la renegociación del Tratado y sus Anexos. Asimismo, no nos sorprendamos de que nuestras autoridades de turno acepten su reducción o eliminación, acompañada, por supuesto, de algunas monedas de uso personal.

         Las injusticias de Brasil hacia el Paraguay, las mismas que cuya revisión Amorim considera innecesaria.

 

         EL ANEXO A

 

         Actualmente se torna utópica la cogestión plena en la administración de la Itaipú Binacional. Se vuelve intolerable el vitaliciado de las direcciones Financiera y Técnica (las que verdaderamente imponen dominio) en manos de los brasileños. Mientras el Estatuto modificado de la Itaipú, aprobado por el Congreso paraguayo, se encuentra más de una década dormido en algún escritorio del Congreso del Brasil. ¡Vaya reciprocidad!

 

         ANEXO B

 

         Para un país mediterráneo como el nuestro, las vías fluviales son estratégicas, pero -por obra y gracia de las necesidades energéticas del Brasil- siempre se han dejado de lado a costa de obras netamente energéticas. Como prueba nos remitimos al montaje de las unidades auxiliares, la U09A y la U18A, priorizadas sobre las esclusas de navegación. Esta obra futurista pendiente podría dar mano de obra a más de 5.000 trabajadores y proporcionar continuidad a la navegación fluvial, la más barata del comercio. El proyecto hasta hoy duerme el sueño de los justos. La hidrovía Paraná-Tieté, sin embargo, permite trasladar sus productos hasta el puerto Presidente Epitácio y de allí a un paso de puertos de ultramar.

 

         PLANTA DE TRATAMIENTO DE AGUA

 

         Ella debería ser construida en Hernandarias. Sin embargo, hasta la fecha el proyecto se encuentra archivado por la Binacional. Esta obra debería ser similar a la de Foz de Yguazú, que abastece de agua del embalse a esta ciudad vecina. Nuestra margen jamás puede desechar una inversión de más de 20.000.000 de dólares.

 

         EL ANEXO C

 

         Estipula en uno de sus articulados que, cuando una margen decida no utilizar parte de la potencia contratada o parte de la energía correspondiente a la misma, dentro de los límites fijados, podrá autorizar a la Itaipú a ceder a las otras entidades la parte que así se vuelve disponible, tanto de potencia como energía. Esta injusta cláusula se ve reforzada por la siguiente cláusula de "revisión": "Las disposiciones del presente Anexo serán revisadas, después de transcurrido un plazo de cincuenta años a partir de entrada en vigor del Tratado, teniendo en cuenta, entre otros conceptos, el grado de amortización de las deudas contraídas por la Itaipú para la construcción del aprovechamiento, y la relación entre las potencias contratadas por las entidades de ambos países". En pocas palabras, podemos afirmar categóricamente que con el Tratado de 1973 perdimos la libre disposición de nuestra energía y, para empeorar nuestra situación, a precio de costo.

 

         DEUDA VITALICIA Y SUS INTERESES

 

         Los intereses usurarios que produce la deuda de Itaipú (7,50%), más el factor de ajuste (cerca del 3%) son las fórmulas financieras que, sumadas a la producción de energía que arrojan constantes récords, permiten a la Eletrobras (par de la ANDE) desde su posición como mayor acreedor de la Binacional (más de 16 mil millones de dólares) presentar sus balances, año tras año, con superávit financiero. Es más, inclusive obliga a sus filiales, entre ellas a la Itaipú, a adaptarse a la Ley Sarbanes-Oxley, para así cotizar en mejores condiciones sus títulos en la Bolsa de Valores de Nueva York, sin perjuicio de captar mejores condiciones en los préstamos internacionales.

         Si Amorim realmente trae las buenas intenciones del Gobierno brasileño, esto solamente se podrá traducir en una renegociación total de un Tratado firmado bajo una férrea y criminal dictadura.

 

 

14. LOS ESPEJITOS DE LULA Y AMORIM (II).

 

         El año pasado, mediante la prensa independiente, habíamos alertado claramente que "la eliminación del factor de ajuste que pesa sobre la deuda de Itaipú se convertiría en el espejito de cambio para negar cualquier intención paraguaya de renegociación del Tratado". Esta vez el escenario fue la cumbre de mandatarios del bloque. Una vez más, la reunión no pasó de ser un embuste para los países menores, entre los ya varios acumulados.

        

         Hoy, después de haber transcurrido más de tres décadas de la firma de los Tratados internacionales de Yacyretá e Itaipú, no podemos dejar de apuntar con el dedo tembloroso del pueblo a nuestros representantes del Gobierno, que anestesian, cual hoja de coca en el hambre boliviano, los sueños de la recuperación de la soberanía energética.

         Conquista maquillada en voces propagandísticas, diseminadas en la prensa amiga y rentada, se ha aceitado. La maquinaria de mentiras y disfraces denunciada por este medio a través de sus investigaciones colocará nuevamente la supuesta "conquista paraguaya" en tela de juicio. La apariencia bien maquillada, inclusive superando en fantasía a los sambistas carnavalescos, una vez más será festejada "bem a brasileira".

         Me imagino que el pueblo querrá conocer los aspectos técnicos y financieros utilizados para acordar la eliminación del factor de ajuste. También querrá saber quiénes fueron los negociadores que representaron al Estado paraguayo. Ellos deben rendir cuentas y explicar por qué una vez más se ha reconocido oficialmente la deuda espuria de más de 4.194 millones de dólares, cifra que abulta ilegalmente la deuda externa de la Itaipú en general, desde 1997, año en que fuera dolarizada la deuda (US$ 16.225 millones).

         Asimismo, es deber de nuestros representantes gubernamentales explicar a los miles de paraguayos por qué no pueden renegociarse los intereses usurarios cobrados por la Eletrobras. Actualmente, estos intereses rondan el 7,5% sobre los montos mayores y el 4,5% sobre las deudas menores. A la fecha, la Eletrobras (par de la ANDE) y otros pequeños acreedores tienen el mejor negocio financiero del planeta; la misma asciende aproximadamente a US$ 19.000 millones. ¿Ya pensaron, compatriotas, si tomamos en serio las expresiones del ministro Bergen, que confirman la eliminación del factor de ajuste y con la cual la Eletrobras dejaría de recibir US$ 10.000 millones hasta el 2023? (fecha fijada en 1997 para la cancelación de la deuda de Itaipú). De ser cierta esta afirmación, solo nos restaría eliminar con urgencia los componentes de la astronómica deuda de la Binacional derivada de los intereses usurarios, concluir las obras complementarias (esclusas, plantas de tratamiento de agua, etc.) y buscar oficialmente el saneamiento de la Entidad.

         Así como están las cosas, podemos continuar afirmando que la deuda de la Itaipú Binacional seguirá siendo vitalicia y que el negocio redondo también continuará siendo del Brasil, y el yugo, nuestro. Sigue, además, la paradoja de que uno de los países con menor desarrollo relativo subsidia a la novena economía del mundo.

 

         ¿Y EL TRATADO?

 

         En fuentes palaciegas paraguayas solo se acuerdan tímidamente del Tratado y sus Anexos, mientras que el presidente del Brasil, Lula da Silva, y el canciller Amorim se sienten cada vez más firmes, pero encorsetados por sus dobles discursos de "solidaridad mercosuriana". Se nota a la legua que Brasil busca desesperadamente en los discursos recuperar el liderazgo político perdido ante Venezuela, mientras que en los hechos se aleja vertiginosamente de él. Por su parte, el presidente Hugo Chávez busca hábilmente alianzas dentro del bloque para llegar a la hegemonía ideológica de izquierda, meta a la cual su inspirador, Fidel Castro, no pudo llegar. El tiempo del presidente Nicanor se ha agotado. Cinco años no bastaron para exigir oficialmente la recuperación de nuestra soberanía en las binacionales.

         Sería bueno y saludable para su administración dar a publicidad los documentos oficiales de nuestra Cancillería donde se solicita al Brasil la renegociación del Tratado (si es que existe). De esta manera, se podría dar crédito a sus afirmaciones en el sentido de que fue el único en reclamar las injusticias en ambas hidroeléctricas. Los paraguayos sabemos que el futuro de toda la nación depende de la urgente renegociación de ambos Tratados binacionales.

         Recuperar las concesiones regaladas por los vende patrias de turno, desde la firma del Tratado hasta los acuerdos y las notas reversales, se torna imperante, bien así como revertir en nuestra economía los lucros genuinos de las hidroeléctricas trasladados en forma salvaje a las economías de nuestros vecinos.

 

         OTRAS FORMAS DE PERDER LA SOBERANÍA

 

         Como si los atropellos en la Itaipú Binacional fueran pocos, podemos observar otras anormalidades en el microcentro de Ciudad del Este, pues ni bien amanece -y sin ninguna burocracia administrativa- miles de trabajadores brasileños trasponen libremente el Puente de la Amistad pasando a usurpar el puesto de trabajo de nuestros compatriotas. Lastimosamente, la complicidad y la corrupción de las autoridades administrativas de nuestro país se tornan sus principales aliadas. Los cálculos llegarían fácilmente a 5.000 trabajadores brasileños en el sector comercial.

         La cuestión no para por ahí. Se ha vuelto común encontrarlos hasta los confines del Chaco paraguayo. Los "brasiguayos" y la soja: quién no ha discutido sobre la brutalidad de la soja y las incidencias del monocultivo. Los agricultores minifundiarios prácticamente han desaparecido de nuestro país. El avance de los grandes productores de soja y trigo no se compadece de nuestros suelos, menos de nuestros bosques. Es fácil constatar este hecho haciendo un sobrevuelo o transitando por las carreteras del Alto Paraná, Canindeyú e Itapúa. Las antiguas escuelas, en la actualidad abandonadas, son mudos testigos de la migración rural de nuestros campesinos hacia los centros urbanos. Existe una lamentable verdad: los campesinos paraguayos ya no tienen cabida en la franja más rica del Paraguay.

         Cinturón de seguridad sobre Itaipú: la principal riqueza de nuestro país innegablemente es la Itaipú, desde su creación, a pesar de los administradores que se sucedieron para rapiñarla. Por ello, pensamos firmemente que el pueblo no debe claudicar; debe sacar fuerzas de las flaquezas y denunciar permanentemente las atrocidades detectadas.

         ¿Cómo es posible no darse cuenta de que la mano de obra brasileña es una extensión de la soberanía brasileña? Ya se ha dicho en otros escritos que es muy evidente la conformación de un cinturón de seguridad en torno a la represa y su lago. Esta comienza en el microcentro de Ciudad del Este y se extiende más allá de Salto del Guairá. Una de las franjas más ricas de nuestro país está en manos extranjeras y, peor aún, en una dudosa situación legal, imponiéndose el estilo de vida brasileño, el idioma portugués y la moneda (el real). Otra anormalidad constituye el hecho de que ocupen cargos electivos en los municipios del Área de Embalse.

 

         CONCLUSIONES

 

         Se debe recuperar la soberanía en Itaipú y Yacyretá, renegociando ambos Tratados y sus Anexos. No podemos hablar de recuperar la soberanía si no tenemos la libre disponibilidad de nuestra energía. Es imperioso renegociar las condiciones de la deuda externa de las binacionales y sus intereses usurarios, no solamente el factor de ajuste. Bajo ningún sentido se puede aceptar la deuda espuria de US$ 4.194 millones; ella benefició exclusivamente al Brasil. Se debe expulsar o legalizar a los trabajadores brasileños "ilegales" que ocupan los puestos de trabajo de miles de compatriotas.

         Soberanía también tendremos cuando recuperemos para nuestra producción la mayor franja de tierra comprendida desde Hernandarias hasta Salto del Guairá, la mayoría en forma irregular. Este ritmo dentro de poco nos hará bailar la samba en lugar de la polka. Parafraseando para la historia, podemos decir: "No lloremos como mujeres lo que no pudimos defender como hombres".

 

 

15. "NO MÁS MIGAJAS POR LA ENERGÍA PARAGUAYA"

 

         "El pueblo paraguayo ya no quiere migalas por su energía", advirtió ayer el Dr. Carlos Cardozo, ex jefe técnico de Itaipú, al recibir la distinción Pluma Patriótica, instituida por los partidos Febrerista, Demócrata Cristiano y la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos.

 

         El acto, en el que recibieron la misma distinción el Ing. Óscar Gómez Varela, el Dr. Fernando Costantini, Rodolfo Giménez Abrahán, Paz Encina y el SPP, se llevó a cabo en el Panteón Nacional de los Héroes.    

         "Queremos que el pueblo tome conciencia de que son tan dueños de Itaipú y Yacyretá, como lo son los pueblos de Brasil y Argentina, y que levante su grito de protesta tan fuerte para que despierten nuestras autoridades y trascienda las fronteras y nuestros socios sepan que ya no está dispuesto a aceptar migajas por esa energía que hoy ellos convierten en riqueza", añadió.

         La distinción es un reconocimiento a los que ponen su inteligencia y coraje en la defensa de los intereses nacionales, explicaron los responsables del acto.

 

 

 

16. CORRUPCIÓN VERDE EN ITAIPÚ

 

 

         También en las reservas que rodean al embalse el país perdió su soberanía.   

         Un manto negruzco y pestilente ensombrece de nuevo a la Itaipú, es el mismo que los "barones" tejieron durante años, dejando al Paraguay entre los países más corruptos del planeta. Hoy, sus descendientes, mimetizados en la estructura de la Entidad, siguen posibilitando, entre otros negocios, hasta aberraciones ambientales, que atentan contra nuestra mayor riqueza hídrica y energética.

 

         Se explica a continuación el motivo de lo expresado; la antes exuberante franja de vegetación, de aproximadamente 1.600 km que rodea al lago, de propiedad de la Itaipú, que va desde el Refugio Biológico de Tatí Yupí hasta el de Mbaracayú, en Salto del Guairá, va camino a la depredación acelerada. La tala de árboles en forma masiva y, consecuentemente, la extinción de la rica biodiversidad se constituyen en un crimen de lesa humanidad, que anotaremos en la cuenta de la patria contratista.

         Muchas propiedades anexas a dicha franja fueron entregadas por administraciones anteriores de la Binacional a los terratenientes brasileños que, aceleradamente, con la deforestación y la soja, construyeron sus fortunas. Parte del rancio botín invirtieron en coimas a los "fiscales" ciegos, jueces mudos y directores sordos.

         Lo triste de todo esto es que la estructura corrupta sigue vigente. Hoy, más que nunca, los dólares corren y se dan presiones hacia los subalternos que se atreven a levantar la voz, que además son víctimas de frecuentes amenazas. La hambruna en Paraguay es extrema, pero los barones y sus aliados, los bandeirantes, no se compadecen ni siquiera de las leyes ambientales. La protección a la vida silvestre no interesa a la patria contratista, pues ella no reditúa como la soja y la ganadería. Las leyes penales, junto con la forestal y otras ambientales que protegen nuestros recursos naturales son letra muerta.

         La delicada vida del área de protección del embalse hoy depende de los pocos patriotas que aún sobreviven en la Itaipú. En poco tiempo -de no frenarse los negociados inmobiliarios en la franja-, solo quedarán como testigos de esta devastación los cortos publicitarios pagados por la Entidad en la prensa.

 

         SOJA, TRIGO Y GIRASOL

 

         Las plantaciones de soja, trigo y girasol encuentran nutrientes inigualables en dicha franja semiboscosa. Las alambradas no oponen ninguna resistencia a la voracidad de los brasiguayos. Muy por el contrario, brindan seguridad. Llamativamente, fueron dejadas generosas aberturas para la introducción de los gigantescos tractores, que deforestan, exponen la tierra a la erosión y desparraman veneno en la ribera.

         La prepotencia y la "política de los patacones" hacen gala en la franja, porque coimean a cuantos capangas y agentes policiales haya. A estas lacras serviles se las puede ver desde el asfalto que une la ciudad de Hernandarias con Salto del Guairá, hasta los últimos troncales.

         Zafra tras zafra, venden nuestra soberanía por un puñado de dinero repugnante, más repugnante que los pestilentes agroquímicos que están envenenando a nuestra gente. La bandera brasileña flamea en los aserraderos colindantes a las reservas y sirve como aviso del verdadero poder regional y como punta de lanza de la penetración en el Paraguay. La extracción de rollos no se compadece ni de los asentamientos indígenas.

         La politiquería barata y los recaudadores de la corona encontraron, una vez más, un ambiente favorable para llenarse las faltriqueras y tributar con agradecimiento al padrino de turno.

         Muchos "agricultores" famosos en esta zona, sin ningún temor, se desplazan en potentes camionetas como verdaderos dueños del Alto Paraná y Canindeyú, apellidos famosos como Camilo, Frizon, Baumgarten, Sjlender, Sandinni y otros. Pero como dice el antiguo refrán: "No existe mal que dure cien años". Por primera vez, estos seudoproductores se ven quebrantados en su acostumbrada impunidad al ser enfrentados por las honrosas excepciones que existen en el Ministerio Público. Me refiero en este caso en particular al agente fiscal Troadio Galeano, que, contra viento y marea, lleva adelante sus carpetas de investigación.

         De la misma manera, existen luces de esperanza en la Binacional, pues un grupo de funcionarios bajo un exiguo amparo busca devolver la soberanía paraguaya en las reservas naturales que protegen al lago de Itaipú.

 

         LA GANADERÍA, RUBRO DE CARNADA

 

         La permisividad de la Binacional es alarmante. ¿Cómo es que un "colono" brasileño, con 800 hectáreas mecanizadas, puede ingresar a una reserva forestal protegida por ley con sus tractores, con sus motosierras y ganado? Ante esta interrogante, solo podemos pensar que la respuesta es el entreguismo, el gatopardismo o la cobardía. No somos respetados como país porque nuestras instituciones del Estado están envueltas en un torbellino de corrupción. Como podrán constatar nuestros lectores -y sin miedo a equívocos-, me sobra una reflexión: en cualquier país medianamente organizado e inserto en la comunidad de las naciones libres, estos hechos merecerían la expulsión de los delincuentes que los ocasionaron y la sanción a los directivos y gerentes que los propugnaron. Enérgicas protestas de Cancillería en notas o cumbres de presidentes de la región son las reacciones mínimas que podemos hacer como nación.

 

         LA CORRUPCIÓN VERDE EN NÚMEROS

 

         Estos hechos no son nuevos. Algunas explotaciones, tanto de agricultura como de ganadería, datan de décadas. Haciendo un cálculo aproximado, podemos estimar el precio del alquiler de cualquier inmueble para explotación en esta zona, considerada la más rica del país, en 150 dólares americanos por cada hectárea. Si esto, a su vez, lo multiplicamos por aproximadamente 10.000 hectáreas ocupadas legalmente, nos daría la friolera suma de US$ 1.500.000/año, solo en arrendamiento. Pasemos a otro criterio y realicemos el siguiente cálculo: tomemos como referencia lo que gana en promedio un productor que no necesita arrendar tierras, con buen clima y, por ende, una buena cosecha. Las ganancias promedio oscilan entre 800 y 1.000 US$/ha que, multiplicados por aproximadamente 10.000 ha de reserva, tendremos como resultado entre 8 y 10 millones de dólares por cosecha. Quizás los números no sean los más fieles. Esto se debe a que la franja de protección se extiende por casi 1.600 km, alternando con tierras bajas, montes y otras no aptas para la agricultura. Se debe aclarar que no existe ningún ánimo xenofóbico ni de populismo trasnochado. No obstante, llegamos a la conclusión de que estos supuestos colonos forjaron fortunas a través de una combinación perfecta: la agricultura con la ganadería dentro de áreas protegidas de la Itaipú. Muchos campesinos dirán: hasta eso permitieron a los brasiguayos.

 

         ¿CÓMO LO HACEN?

 

         Muchos especialistas se preguntarán ¿cómo producir soja y trigo con ganado vacuno? Para el ingenio de la corrupción no existen barreras. Se asemeja a la infinita probabilidad del dibujo animado, todo es posible. Engordar 300 vacunos en dos hectáreas y cultivar trigo en 400 hectáreas simultáneamente merece un premio Nobel de Economía. Los lectores insistirán: ¿Acaso ese ganado se alimenta de trigo o de soja?

         No, señores, al fondo de las dos hectáreas existen amables portones de acceso a las áreas protegidas por ley. Ellas son abiertas y el ganado conducido en tropillas hacia las espesas pasturas artificiales que fueron cultivadas por los mismos colonos, ayudados por varias generaciones de gerentes amañados de la Entidad. La cuestión ya es de público conocimiento y las versiones corren en toda la Binacional, mientras los traidores se codean con los más altos exponentes de nuestra folclórica política.

 

         DEFORESTAR Y EL CHISTE DE REFORESTAR

 

         El daño está hecho, miles de especies nativas fueron convertidas en pasto de la codicia y de la corrupción. Basta sobrevolar la zona o visitar vía terrestre algunas áreas emblemáticas o, mejor aún, los inmuebles recuperados por funcionarios de la Entidad que aún piensan en la soberanía paraguaya. Las imágenes son elocuentes: nos muestran cultivos bordeando las aguas del lago, alambradas internas delimitando los potreros, esteros y nacientes desecados y cultivados, junto a las mansiones de los brasiguayos que depredaron.

         Pero la cosa no termina por allí. Sin entrar a juzgar la calidad profesional del proyecto de reforestación actualmente contratado por la Itaipú que demandará millones de dólares, más los convenios con órganos ambientales del Estado, la cuestión nos dice que, una vez más, los platos rotos los pagaremos nosotros. Lo triste de todo esto es que no se visualiza un interés real y riguroso para la recuperación de las áreas mencionadas, como tampoco un combate sincero a la corrupción engendrada por los antiguos "barones", hoy en manos de sus acólitos y herederos dentro de la hidroeléctrica. La reforestación de toda esta franja se torna impostergable. La decisión debe ser dada en voz alta por los responsables de la Itaipú y los culpables deben ser puestos a disposición de la Justicia. De no ser así, la impunidad seguirá, aun con la coraza jurídica de la binacionalidad.

 

 

CAPÍTULO IV

 

25. BINACIONALES, MONUMENTOS A LA POSTERGACIÓN PARAGUAYA

 

         Nadie puede negar que la Expo está realmente de moda. Por décadas se ha constituido en la agenda privilegiada de los paraguayos, hasta podríamos afirmar que el que no va a la Expo es un despistado. Las    vacaciones de invierno no serían tales si no existiese la feria tan publicitada y sus atractivos que van más allá de una muestra industrial y ganadera.

         La realidad de nuestro evento anual de la industria es tan sufrida, pues nuestro sector productivo, con sus altibajos, no llega siquiera a valorar en su real dimensión el esfuerzo que conlleva la organización. Nadie puede explicar a ciencia cierta cómo los productos lácteos y cárnicos pudieron arraigarse en el consumidor paraguayo, inclusive superando las barreras del modelo del consumidor doméstico, deslumbrado por los productos importados.

         Evidentemente, esto tiene sus raíces en la desprotección casi total del productor paraguayo ante la vorágine del contrabando. Coincidirán conmigo los lectores que todo esto tiene raíces profundas que nos remontan a las épocas del tirano Stroessner. Quién no recuerda los famosos cupos para "pasar" mercaderías del Brasil o de la Argentina, que eran concedidos a los privilegiados por los militares o los allegados al dictador, previo pago de una coima, práctica que continúa tan vigente, pero con algunos nuevos condimentos de nuestra folclórica democracia.

         A diario pueden leerse en los medios periodísticos las denuncias del tránsito de las cargas ilegales que, amparadas en la impunidad, inundan de productos extranjeros nuestros mercados de consumo, acogotando y desestimulando a nuestro frágil aparato productivo.

 

         LA EXPO DE LO IMPORTADO

 

         Cualquier visitante de la Expo se habrá hecho la misma pregunta que me he hecho desde hace un tiempo: ¿Es esta nuestra muestra industrial? Pues uno, al ingresar al predio ubicado en la ciudad de Mariano Roque Alonso, no se cansa de admirar el lanzamiento de las más prestigiosas marcas suecas o alemanas de automóviles y tractores, de perfumes franceses, las marcas internacionales de ropas en cuero y algodón y cuantas baratijas chinas o coreanas que nos invaden por los cuatro puntos cardinales de nuestro querido Paraguay.

         La lucha es desigual y en este contexto se desarrolla la subsistencia de nuestros sacrificados productores, industriales y artistas artesanos que, contra viento y marea, muestran sus mejores galas ante tan desgarradora escena. La falta de incentivos formales por parte del Estado que nos ayuden a apostar por una industria nacional sin ataduras, libres de cánceres como el contrabando y alejados de los sistemas perversos montados por la propia estructura del Gobierno, que no hacen más que postergar cualquier despegue hacia la soñada industrialización, no cesan.

         Está demostrado, por más que se publiciten las oportunidades y los beneficios que brindan las pequeñas y medianas empresas, que no podríamos jamás encontrar el camino que lleve a la ansiada ocupación de la mano de obra paraguaya, menos aún colocarle el valor agregado que otorga la industrialización de nuestras materias primas debido a la ausencia de un programa gubernamental serio, basado en la utilización de nuestra energía hidroeléctrica.

         Hoy, al final de un mandato presidencial, como rémoras de un desgastado populismo, es presentado por nuestras autoridades como una gran victoria la tarifa social. En contrapartida, brilla por su ausencia un programa de incentivo al consumidor industrial o al inversor extranjero que quiera instalar plantas con alto consumo de energía. Deslumbrante stand de las binacionales. Quién dudaría en conceder el premio al mejor stand a la Binacional Itaipú, la tecnología, su grandiosidad no puede ser opacada por ningún competidor. Pero miremos un poco más allá de nuestras narices y evaluemos este montaje escénico que hasta la fecha solamente es aprovechado por nuestros socios condóminos.

         Un poco lejos de nuestra lamentable realidad, pensemos en un futuro esperanzador, en el que los inversores extranjeros y las industrias paraguayas puedan ser los receptores de los beneficios de una energía segura y a bajo costo. En el que las líneas de transmisión de electricidad se crucen por todo el país y estén interconectadas unas con otras. En el que el transporte de pasajeros y de carga entre Ciudad del Este, Encarnación y Asunción sea impulsado por nuestra abundante electricidad, sustituyendo en gran parte al combustible fósil que esclaviza a la producción nacional, por los sobrecostos que impone la corrupción en nuestra petrolera (¡qué ironía: en un país pobre como el nuestro, el diesel casi empareja al dólar por litro!).

         Qué paraguayo de bien no querría ver una maqueta grandiosa en una Expo, donde no esté mutilada por la exclusión del canal de navegación, que una vez completada pueda permitir nuevamente la libre navegabilidad de un río internacional y, de esa manera, trasladar nuestras embarcaciones hasta el Atlántico con el flete más barato conocido desde la Antigüedad.

         Quién no quedaría maravillado cuando en un futuro no lejano podamos exhibir en la mayor exposición industrial de nuestro país los frutos de nuestra energía disponible, traducida en productos industrializados que abastezcan a nuestro mercado interno y -como un deseo de integración de los pueblos- los productos paraguayos se encuentren alejados de la mendicidad y las barreras protectoras de nuestros socios comerciales del Mercosur, el mercado prometido de más de trescientos millones de consumidores, ofrecido por nuestros vecinos como carnada de ingreso al bloque comercial.

         Más allá de los modelos y las degustaciones, las farras y las promos que hacen parte de nuestra cultura expositora, en contraste con los ya escasos folletos y muestras gratuitas de la producción, las expos deben servir para un despertar paraguayo, traducido en la necesidad de abandonar el modelo de importador, dejar de creer que todo lo que nos venden es mejor que lo nuestro.

         Nuestros gobernantes y los futuros que vendrán no pueden continuar con las farsas del kuriju en las binacionales, no se puede cambiar el oro de la producción por migajas temporales, que solo sacian el oportunismo mediático. La Expo ya no debe ser el foro de discursos que recogidos en la prensa se presten a confrontaciones de discusiones privadas con el Presidente, buscar quién miente o quién dice la verdad.

         Es hora de que el sector productivo priorice el consumo de nuestra energía, que exija incentivos al consumo industrial, planes de captación de inversiones extranjeras y programas de uso de nuestra cuota de energía en las binacionales. Es hora de que algunos capitalistas paraguayos dejen de pensar en el contrabando y busquen inversiones patrióticas que ocupen a la mano nacional. Está demostrado que el paraguayo está capacitado. Como prueba, podemos exponer a las industrias electromecánicas que orgullosamente compiten y ganan en el exterior en grandes licitaciones.

         Si queremos levantar al país, necesariamente debemos recuperar nuestra soberanía en las binacionales. ¿Cómo es posible enorgullecerse con un crecimiento de 4% al 5 % con tanta energía disponible? No se puede continuar cediendo tanta disponibilidad en ambas hidroeléctricas a cambio de royalties y compensaciones que huelen a coima y entrega.

         Señores gobernantes, los Tratados de Itaipú y Yacyretá deben ser renegociados, la usura y el robo de nuestra principal riqueza no puede continuar, nuestra patria se desangra y llora por la pérdida de sus hijos que no ven opciones laborales en el Paraguay. En contrapartida, nuestros socios condóminos nadan en la opulencia de la industrialización basada en nuestra energía. Hoy, la Expo muestra la realidad del Paraguay. Por un lado, el esfuerzo tremendo de los industriales y, por el otro, la falta total de una política energética de parte del Gobierno.

 

 

26. MOTOSIERRAS PASA LA AGONÍA VERDE DE ITAIPÚ

 

         Existen realidades que jamás pueden pasar inadvertidas y una de ellas es que el Paraguay, inexorablemente, asiste a la pérdida apocalíptica de sus últimos bosques. Los depredadores, amparados bajo el rótulo de autoridades gubernamentales, en complicidad con los traficantes del medio ambiente, no encuentran límites a sus ansias de dinero fácil.

         El mes pasado, la prensa, mediante una investigación conjunta con el Ministerio Publico, pudo develar el modus operandi del tráfico de rollos de madera. El país y el mundo pudieron observar cómo, a través del soborno, un camión semirremolque (mau), cargado hasta el tope con rollos de madera de dudoso origen, pudo sortear el control de todas las autoridades existentes en su camino, fueran estas policiales, del Servicio Forestal Nacional o la misma Policía Caminera, que, antes que oponer resistencia, preferían recitar los procedimientos de recaudación. La ciudadanía conoce esos entuertos, también sabe que los padrinos de esas seudoautoridades se encuentran en altos cargos, esperando la recolección de los rebosantes maletines.

 

         EL CHACO NO SE SALVA

 

         Tampoco el árido suelo chaqueño se salva de estos fagocitadotes de lo verde. Las raíces de la corrupción, desafiando a la ingeniería agronómica, se nutren de la impunidad y la protección necesaria en los cargos superiores. Hoy es el director de Impacto Ambiental de la Seam, mañana será otro fusible y pareciera que el carnaval nunca se va a acabar. Las guías falsas, los cuadernos de la coima y cuantas pestilencias puedan agregarse se adueñan de esta deleznable actividad.

         Hoy, nuestras fronteras con el Brasil son los testigos mudos del contrabando del carbón vegetal. Los datos hablan de miles de toneladas que mensualmente, en forma ilegal, trasponen nuestras fronteras bajo el amparo de la coima. La ausencia del Estado es tremenda en estas latitudes. Solo lo salvan los últimos fiscales patriotas y algunos jueces que arriesgan el cargo, desde luego acompañados por la prensa, que actúa como si fuera un seguro de vida.

         En 1996 se promulgó la Ley 716/96, que sanciona delitos contra el medio ambiente. De ello ha transcurrido más de una década. Dentro de ese lapso, y ante estas realidades, quisiera agregar, como si fuera poco en tan corto tiempo, otro esquema utilizado en la depredación ambiental, orquestado por los marginales de esta generación perversa, donde las excepciones se vuelven esperanzas.

 

         MOTOSIERRAS DEL TERROR

 

         Ante este cometido me veo obligado a recrear a nuestros lectores, ubicándolos en un área protegida por ley, con más de 165.000 hectáreas (área protegida de Itaipú). 1.540 km de bosques en peligro (ya publicado por este medio el 04/08/07) bordean al gran lago artificial de Itaipú.

         Estos últimos bosques de Alto Paraná y Canindeyú soportan hoy la peor depredación conocida desde la aplicación de la Ley 752/79. La aparición de nuevos hechos, aún no tipificados en nuestra legislación, se torna preocupante: la extracción y la comercialización clandestina de maderas semielaboradas con motosierra se vuelven frecuentes, hasta si se quiere normales dentro del perímetro envolvente de esta apreciada Reserva Natural.

         Personas inescrupulosas, amparadas por la clandestinidad y la noche, talan en forma indiscriminada las últimas especies nativas, para luego ingresar el rubro al mercado negro fronterizo, que mueve millones de dólares al año.

         Entre los participantes del negociado citamos, en primer lugar, a las personas que se dedican a la extracción y elaboración, con motosierras, de tablones, vigas, tirantes, tablas y postes. En segundo lugar, a los transportistas acopiadores (generalmente macateros) y, por último, a los compradores finales (aserraderos y carpinterías de los centros urbanos).

         Lejos del espíritu de la llamada Ley de Deforestación Cero, los depredadores de los bosques protegidos, casi siempre, encuentran el amparo político y la dejadez de la Dirección de Coordinación de la Itaipú, que no se inmuta ante las numerosas denuncias realizadas por sus subalternos y, a pesar de los US$ 14 millones anuales de presupuesto, ya utilizados en su área, sin más trámite, somete los informes forestales al burdo aparato administrativo burocrático, para que todo quede en el oparei.

 

         SIN ASERRADEROS

 

         El manejo profesional de las motosierras sustituye eficientemente a las grandiosas maquinarias utilizadas en los aserraderos. De continuar esta práctica, repudiable y generalizada, acabarán derribando los últimos bosques altos de las reservas naturales que protegen al reservorio de agua de la Itaipú. Estos artesanos de las motosierras son capaces, en fracción de minutos, de cambiar las espadas y cadenas de las motosierras, derribar decenas de árboles y realizar los más diversos cortes comerciales citados anteriormente.

         Esa modalidad de extracción y elaboración de madera se constituye en uno de los delitos instalados en las áreas protegidas de la Itaipú Binacional y otras del país que van perdiendo aceleradamente sus bosques y, con ellos, a la rica biodiversidad. Estos legados de la humanidad se transforman así, gracias a los "maestros" de las motosierras, en vigas, tirantes, tablas, postes y otras materias primas para los aserraderos, siendo estos cotizados en el mercado negro de la madera a precios cada día más elevados.

 

         CONCLUSIÓN

 

         Buscando de alguna manera frenar esta actividad tan despreciable, me he dirigido al Congreso Nacional presentando un proyecto de ley e instar a los legisladores a buscar, a través de la tipificación de estos hechos, penar severamente a los depredadores irracionales de nuestros últimos bosques. A continuación, la propuesta de los artículos:

         Artículo I. Prohíbese la elaboración, el transporte y la comercialización de vigas, tablones, tablas, postes y cualquier otro producto elaborado con motosierras.

         Artículo II. El Servicio Forestal Nacional, en ningún caso, otorgará guías para transporte y/o comercialización de vigas, tirantes, tablones, tablas, postes y cualquier otro producto elaborado con motosierras.

         Artículo III. Los que violaren las disposiciones del artículo 1 serán sancionados con pena privativa de libertad de tres a ocho años y una multa de 500 (quinientos) a 2.000 (dos mil) jornales mínimos legales para actividades diversas no especificadas, más el decomiso de las vigas, tirantes, tablones, tablas, postes o cualquier otro producto elaborado con motosierras, así como los vehículos y elementos utilizados en el ilícito.

         Las maderas procesadas con motosierras y decomisadas, mencionadas en los artículos precedentes, serán subastadas en remate público; a tal efecto, se adecuarán a lo que prescribe el Código Procesal Civil.

         Artículo IV. El monto que resultare de la subasta pública será destinado al órgano administrador de las respectivas áreas protegidas dañadas por el ilícito, de manera que se recomponga en parte el daño ambiental.

         Articulo V. Las autoridades nacionales, departamentales y municipales serán responsables del estricto cumplimiento de la presente.

         Artículo VI. Comunicar al Poder Ejecutivo.

 

 

27. CARTA DE UN PARAGUAYO AL ING. SAMEK

 

         Después de leer la carta del director general brasileño de la Itaipú Binacional, el Ing. Agr. Jorge Samek, fechada el 2 de octubre pasado, en respuesta al editorial de este diario, la reacción primaria que nos invade es la de una profunda consternación; una especie de cansancio moral, producto de la mezcla entre la ofensa a la inteligencia y a la dignidad del pueblo paraguayo.

         En un futuro no tan lejano, me gustaría escuchar de un estadista brasileño, y su administrador en la Binacional un espíritu de grandeza que se traduzca en el reconocimiento de las asimetrías financieras y energéticas a favor del Brasil. El vástago de un Tratado bastardo entre dos dictaduras debe ser reparado con un mea culpa diplomático, pero sincero, así como lo hizo el propio Vaticano ante los judíos de Polonia y el mundo entero.

         También me agradaría que, desde el papel de "benefactor del pueblo paraguayo", el Ing. Samek pueda desmentir con cifras y hechos la realidad de que la novena economía mundial está siendo subsidiada por uno de los pueblos más pobres de Latinoamérica.

 

         DIPLOMACIA DE LOS "PATACONES"

 

         Alguna vez la fina diplomacia de Itamaraty tendrá que explicar en una Corte Internacional cómo se adueñaron de las aguas, de la energía y de las principales direcciones de la Itaipú, me refiero a la Financiera y la Técnica. La primera es dirigida exclusivamente por los brasileños, quedando al albedrío paraguayo solamente las migajas, los contratos amañados y las baratijas financieras que sirven para perpetuar en el poder al mismo sistema entreguista de hace décadas.

         Los "gastos sociales" son apenas la última moda. Anteriormente eran las obras sobrefacturadas, las obras fantasmas, el factor K y otros espejitos con los cuales los diferentes gobiernos se contentaron, pero se mantuvieron en el poder.

         La segunda, la Técnica, sirve para enviar un flujo energético seguro y confiable a las grandes industrias de San Pablo que, junto a nuestra soja en bruto, producen miles de empleos en el Brasil y miseria en Paraguay. Localmente, quedan los suelos depredados, los subempleos, la informalidad y la marginalidad que, al final, les vuelven a perjudicar a ellos mismos.

         El manejo de ambas direcciones concede a nuestros "benefactores" la hegemonía total en la hidroeléctrica. El instrumento jurídico internacional llamado Anexo A o Estatuto de la Entidad y que fuera modificado y aprobado hace más de diez años por el Congreso paraguayo, buscaba en su tiempo equilibrar ese aberrante despropósito jurídico, diplomático e histórico. Sin embargo, duerme el sueño de los injustos en algún tenebroso cajón de Itamaraty. ¡Vaya modelo de integración regional!

 

         OFENSA A LA INTELIGENCIA DE LOS PARAGUAYOS

 

         El cinismo regional fue siempre la constante. Prueba de ello es el fracaso del Mercosur, hoy dominado por Brasil y la Argentina. Ante estas circunstancias, no hace falta ofender la inteligencia de los lectores: las diferencias en las márgenes de las binacionales hablan por sí mismas. Si es que nuestros socios en Itaipú siguen pensando de esta manera, cada vez que la prensa independiente y un reducido grupo de técnicos, intelectuales, gremialistas y verdaderos políticos se pronuncian, tendrá que contestar por escrito nuestros reclamos.

         Muchos luchadores, con el mínimo de informaciones y bajo el riesgo de ser tildados como mediocres por los que guardan la contabilidad bajo siete llaves, hacen estas defensas públicas. El riesgo de sumarios, persecuciones, congelamientos y hasta sanciones por un Código de Ética, que castiga a los patriotas y defiende a los entreguistas, es una realidad.

         El desafío público lanzado por el administrador jefe de la margen izquierda no pasa de una cortina de humo más. Es la política del teteu, utilizada desde hace décadas por los diferentes directores -políticos y técnicos- del vecino país. Estos siempre sostuvieron solapadamente que la Itaipú pertenece al Brasil, porque nosotros "solo pusimos el agua". Los datos financieros presentados como beneficio a las altas partes contratantes, es decir, a ambos países, realmente son cifras irrisorias que solo pueden basarse en la desinformación popular.

         Las autoridades paraguayas en las binacionales permiten, mediante propaganda y otros beneficios del marketing, multiplicar los "beneficios" al pueblo. Hablan de proyectos costeros, miles de viviendas, cifras millonarias de la moneda norteamericana que alcanzan los diez dígitos, por ejemplo: US$ 4.383.194.000 en el periodo de 1985 a 2006 pero, subjetivamente, no aclaran que el Paraguay regaló US$ 4.194.000.000 al Brasil, violando expresamente lo que estipula el Anexo C, es decir, la famosa deuda espuria. Nótese también que esta cifra está conformada por diez dígitos, así que, señor Samek, con todo respeto lo digo, existen verdades que no pueden ser maquilladas ni por los mejores técnicos financieros del mundo. Tal vez si los representantes brasileños del Parlasur accediesen a estos datos, la impresión de los mismos estaría equiparada con los paraguayos que hasta hoy reivindican la deuda espuria.

 

         FIN DE LA DEUDA, OTRA MARAVILLA "BEM A BRASILEIRA"

 

         Evidentemente, la Itaipú es una maravilla energética y financiera para Brasil; energética porque sustenta el 25% del desarrollo de la novena economía del mundo, y financiera porque Eletrobras no necesita el flujo energético para lucrar con Itaipú. Le basta con los préstamos y sus intereses leoninos, que superan ampliamente a las tasas de los mercados internacionales. Como prueba de ello, tenemos a la ofrecida por el Japón para la maquinización del Yguazú.        

         Ningún lector medianamente entendido, desde el ángulo que lo mire, podrá comprender cómo descenderá la curva de endeudamiento hasta la cota cero en el 2023. Aun con los escasos datos que le llegan, se preguntará: ¿Cómo se pagará esta deuda, que crece cada día, con el riesgo de tornarse vitalicia? Además, nunca cesan los préstamos solicitados por la Itaipú a la Eletrobras. Un día es por las dos máquinas adicionales, otro día es por la actualización tecnológica, otro es por los "gastos sociales", canal de Piracema. En fin, cualquier inversión, menos las direccionadas hacia las obras inconclusas.

         Razones claras tienen los brasileños para apostar a la modernización y al avance tecnológico, ya que ellas se traducen en una mayor garantía y seguridad del flujo energético a sus industrias. Irónicamente, años atrás, usuarios paraguayos de la ANDE, cansados de la burla a la que son sometidos, no encontraron mejor forma de ser escuchados por la falta de energía, que secuestrando un móvil vetusto del Ente energético nacional.

 

         FASE DE CONSTRUCCIÓN "CONCLUIDA"

 

         Muchos técnicos paraguayos de la central que leyeron el descargo del director Samek quedaron preocupados. Muchos de ellos expresaron que nuestro Gobierno se encuentra débil para reivindicar la construcción del canal de navegación. Al contrario, desde la alta gerencia paraguaya se oye repicar las mismas expresiones vertidas en el Brasil: "la fase de construcción e implantación del proyecto... está definitivamente cerrada".

         Quizás a nuestras autoridades actuales no les convenga hablar de reparar la navegabilidad del Paraná. Los discursos están centrados en el único objetivo: mantenerse en el poder y lanzar manotazos a los últimos recursos económicos del presupuesto del Ente, especialmente el correspondiente al año 2007. Mientras, las famosas obras sociales cada día huelen más a corrupción.

 

         NACE UNA NUEVA GENERACIÓN DE PARAGUAYOS

 

         Los hijos legítimos del Paraguay, ya en breve, levantarán la bandera del nacionalismo y buscarán la igualdad en ambas hidroeléctricas. Estos verdaderos hijos no se contentarán con las migajas, al contrario, pondrán en la cárcel a los vendepatrias y sentarán postura histórica ante los abusos disfrazados en sendos acuerdos internacionales nacidos bajo las botas. Estos patriotas no se contentarán con las remesas de los exiliados laborales, no se enorgullecerán de los ingresos provenientes de las tareas esclavizantes realizadas en el Primer Mundo, que en la actualidad superan a las propias remesas de los royalties pagados por la "cesión" de nuestra energía.

         Estos verdaderos hijos de la República ya no cederán energía a precios irrisorios. Más bien, venderán a precio de mercado y buscarán el verdadero desarrollo del país, basado en nuestra propia capacidad productiva y creatividad. Se agregará el valor multiplicador a la producción agropastoril, hoy también regalada a nuestros "socios condóminos" a costa de la depredación de nuestras mejores tierras.

         Los desterrados volverán al Paraguay y los traidores huirán como ratas. Muchos trabajadores paraguayos y otros tantos buenos brasileños de la Itaipú acompañarán este proceso y "La Itaipú de las maravillas también será del Paraguay".

 

 

28. COBARDÍA COLECTIVA

 

         La represión avasalla la voluntad del pueblo y la domestica. Rescato estas palabras con el intento de justificar lo que a primera vista sería injustificable: la pasividad y la permisividad colectiva de casi todo un pueblo. En un análisis somero podríamos atribuir esa situación colectiva a la férrea dictadura impuesta en el Paraguay por el ya extinto dictador Alfredo Stroessner. Al final, fueron más de tres décadas. Posteriormente, transcurridas otras casi dos décadas, otra verdad sombría empieza a manifestarse peligrosamente ante toda la sociedad paraguaya.

 

         SOCIEDAD ADORMECIDA

 

         No es mi intención poner en tela de juicio los aciertos y desaciertos de la sociedad organizada, que nuevamente empiezan a acostumbrarse a los nuevos yugos impuestos por los "dictadores demócratas".

         Pareciera que los intereses generales no priman sobre los intereses particulares. Como muestra, vale un botón: hace escasos meses, la Asociación de Consumidores y algunas centrales sindicales, con mucho tino, convocaron a la sociedad a manifestarse ante la posible remarcación de los precios en los supermercados del país y la consecuente suba de los salarios mínimos. El resultado fue catastrófico para el interés general de la sociedad: el acto contó apenas con una decena de participantes, la mayoría de ellos activistas gremiales. ¿Y el pueblo? Adormecido, anestesiado, cansado y resignado.

 

         DESMANES CONTRA EL PUEBLO

 

         Los ejemplos no terminan ahí. En esta larga transición democrática también ocurrió de todo: asaltos fraguados por poderes políticos, estafas a cuentacorrentistas, secuestros, intentos de golpe de Estado, decepción del Marzo paraguayo, la pérdida de centenares de vidas en el incendio del Ycuá Bolaños, la venta de nuestra soberanía en ambas hidroeléctricas (Itaipú y Yacyretá), etc. Los ejemplos podrían seguir hasta el final de la página, pero consideremos que son algunos de los acontecimientos que marcaron y que perdurarán en la memoria y en las páginas de la negra historia del Paraguay. Ante todo esto, ¿qué hacemos como sociedad en general?

         Quiero exponer el siguiente delineamiento que, creo, está acorde con los nuevos tiempos: estamos empapados de sectarismos e individualismos, las luchas y reacciones de nuestra sociedad solo se circunscriben al interés de cada asociación.

         Gremios o grupos formados coyunturalmente por los afectados solo piensan en sí mismos. ¿Y la sociedad en general? Está claro que si hoy se afectaron los intereses de un grupo, protestará solo ese grupo. Sin embargo, el silencio de la mayoría dará luz verde a los aprovechadores de siempre. La corrupción de los líderes causa fisuras tan grandes a través de las cuales penetran la gangrena y el cáncer que carcomen a nuestras instituciones.

 

         ASESINATO DE AXEL BLUMBERG

 

         Las comparaciones son odiosas, pero a veces necesarias para poder sacar algunas conclusiones. Seguramente recordarán los lectores el 17 de marzo de 2004. Ante el asesinato de Axel Blumberg, de 23 años, en Argentina, la sociedad bonaerense se volcó frente al Congreso de la Nación, reclamando justicia y seguridad.

         El joven asesinado había sido secuestrado y mantenido en cautiverio en una casa de un barrio pobre de Moreno, provincia de Buenos Aires. Axel intentó escapar. Sin embargo, a los pocos metros, fue apresado por sus captores y luego asesinado.

         Las denuncias hechas por los vecinos fueron ignoradas por la Policía, que había habilitado en el lugar una zona liberada. Los secuestradores se movilizaban por el barrio con la mayor impunidad, autos lujosos, inclusive robados con la correspondiente orden de captura. La falta de las más elementales precauciones revela el grado de libertad con la que se manejaban los delincuentes debido a la complicidad que había con la Policía.

         Evidentemente, las lacras delictivas de las sociedades y sus conexiones con el poder de turno no son el patrimonio exclusivo del Paraguay. Pero la diferencia está en la reacción de los bonaerenses: más de 150.000 personas con pancartas exigían al Congreso del país vecino justicia y seguridad. La impunidad de los delincuentes fue uno de los detonantes para movilizar a una gran parte de la sociedad argentina.

 

         EL "1-A" Y LOS SECUESTROS

 

         El 1 de agosto de 2004 quedará grabado en la memoria de los paraguayos como la fecha más triste de nuestra historia al recordar el incendio del supermercado Ycuá Bolaños. Este luto nacional solo se puede comparar con el holocausto de los niños de Acosta Ñu.

         Los sobrevivientes y los parientes de los difuntos no descansan en su empeño de buscar justicia. Algunos ya están agobiados económicamente bajo el peso de los altos costos de los tratamientos y medicamentos. Por ello, muchos capitulan buscando bálsamos económicos para remediar la tragedia. Otros lloran por una condena justa para los responsables. ¿Acaso el pueblo fue al Congreso copando todas las plazas? ¿Acaso el pueblo se manifestó cuando asesinaron a Cecilia Cubas o secuestraron a decenas de compatriotas? En ese aspecto cabe un mea culpa de los que callamos. Nuestro silencio y el abandono ante las convocatorias de protestas ante los ultrajes que a día somos sometidos se constituyen en la luz verde para el manoseo. Solo nos resta el famoso plagueo de comadres, buscando culpables en los pasillos y en la intimidad cobarde de nuestros hogares. Es la hora de denunciarlos por los medios de comunicación masiva, en las pocas fiscalías independientes y en todas las tertulias creando conciencia. Es la hora de salir a las calles, al igual que las madres de la Plaza de Mayo, en la Argentina, que con cacerolazos han tumbado a gobiernos corruptos e inútiles.

 

         SOBERANÍA PERDIDA

 

         En años anteriores, en este mismo suplemento, el periodista Ramón Casco Carreras buscaba por todos los medios simplificar y denunciar el descarado robo al cual es sometido nuestro país en la Itaipú. Situación intolerable para la prensa independiente. Pero todo esto pareciera no importarles al pueblo y a los gremios, principalmente a algunos de los sindicatos profesionales de Itaipú.

         Lejos quedaron aquellas luchas unificadas de los gremios obreros en busca del equilibrio en la hidroeléctrica, la modificación del Anexo A y otras reivindicaciones. Dicho Estatuto sigue otorgando campantemente las direcciones principales a los brasileños, nuestra energía sigue cediéndose a precio regalado al sistema energético del Brasil, los intereses usurarios aplicados sobre la deuda continúan ingresando en las insaciables arcas de la Eletrobras, la subestación de la margen derecha y las esclusas de navegación siguen siendo un proyecto.

         Así seguiríamos enumerando las desventajas paraguayas hasta el cansancio. ¿Y el pueblo? Los sindicatos de la Itaipú (salvo honrosas excepciones) y los gremios de la producción, ¿qué están haciendo? Las promesas en tiempo de elecciones continúan en la actualidad siendo promesas. Nada de lo prometido se cumplió. ¿Dónde están las auditorías a profundidad en las binacionales? ¿Seguiremos creyendo en nuestros gobernantes o, peor aún, reincidir en nuestros errores eligiendo a los mismos que nos dejaron esta situación? Después realmente será tarde, hasta para plaguearnos.

 

 

         EL PARAGUAY NECESITA DE VALIENTES

 

         Les decía en un artículo anterior que es la hora de recurrir a los patriotas. Es la hora de cambiar esta cobardía colectiva y su lamento borincano. Miremos a nuestros futuros candidatos y utilicemos la única arma que puede sacar al Paraguay de su postración económica: el voto. El pueblo es soberano, los gobernantes son funcionarios del pueblo, sin distinción de colores, sexo ni religión, están llamados a cumplir con sus mandantes.

         Si no honramos con nuestro voto a los hombres dignos, los chupasangres seguirán utilizando a las binacionales como "el botín de los jerarcas", título de un próximo libro, en donde conoceremos un poco más de los entretelones de las hidroeléctricas.

         Queridos lectores, nuestros próceres de la Independencia y los valientes soldados que defendieron nuestra nación en las guerras del 70 y del Chaco nos heredaron un Paraguay libre e independiente, ¿qué les ofrendamos como pueblo? El país más corrupto de Latinoamérica. Dejemos que nuestros gobernantes se escudan en el poder, se burlen de ellos, pero no nosotros. "Llegó la hora de optar entre ser valientes o cobardes". Ustedes deciden.

 

 

29. CINCO AÑOS MÁS DE SOBERANÍA PERDIDA

        

         Me parecen acertadas las críticas continuas y públicas que se realizan sobre la cuestión energética. Ellas, en su gran mayoría, guardan relación con Itaipú y Yacyretá.

 

         Tristemente, y como un gran contrasentido, en la administración de la margen paraguaya solemos escuchar voces tímidas y ambiguas que tratan de minimizar esas denuncias y hasta de justificar actos de corrupción y de entregas reiteradas de nuestra soberanía desde 1973.

         Esta sensación se debe a las actitudes poco claras de nuestros representantes del Poder Ejecutivo, que mantienen bajo un absoluto hermetismo las cuentas en las binacionales; a nuestras relaciones exteriores de comportamiento pendular o zigzagueante; a los Consejos de Administración y al propio Directorio paraguayo, con poca idoneidad en los negocios energéticos, y ni qué decir, a la ausencia total de propuestas oficiales inteligentes y patriotas sobre la recuperación de nuestra soberanía. ¿Y el pueblo? Traslademos este lamento que a diario se percibe entre los trabajadores de la usina y pasemos a la opinión ciudadana. Para el efecto, haré pública una conversación que mantuve con un guardia de seguridad privada que, con arriesgado sacrificio, lleva el pan diario a su hogar.

         El hecho que motivó la confesión se inició durante el encarnizado proselitismo de Ciudad del Este, donde las groseras pegatinas del oficialismo no perdonaron ni a las más blancas murallas. Cualquier espacio, incluido el de una señalización de tránsito, era lícito para colocar los afiches de la propaganda del aparato estatal que optó por un sector del coloradismo, olvidándose del resto del país.

         Los jóvenes seguidores de la candidatura de Blanca Ovelar irrumpieron en la cuadra del vigilante en cuestión que, ya en posición de alerta y con un cúmulo de resentimientos, aborda a los jóvenes y les prohíbe ensuciar con sus lujosos afiches las paredes privadas y columnas públicas. Al instante, la horda prepotente, al igual que sus ideólogos partidarios, recriminaron al guardia por la postura "contrera" fue asumió y le inquirieron con tono arrogante a qué empresa contratista de Itaipú pertenecía, evidentemente con la intención de tomar las medidas represivas del caso. Hasta ese momento me pareció normal la prepotencia del grupo. Pero lo que iluminó este artículo fue el "arandu ka'aty" con que Juan Pueblo respondió a sus soberbios contrincantes: "Mi hijo, no pegues el afiche de Blanca en esa columna, su partido me convirtió en un hombre-perro, porque hace dos décadas yo podía comprar carne para mi familia y hoy, gracias al grupo que apadrina a su candidata, solo comemos huesos en mi casa, más aún después de haber pasado en vela toda la noche aguantando a pillos como Uds". "Si mis patrones se postulan, les votaría a ellos, porque son los que realmente me dan de comer y no la Itaipú", remató. Los jóvenes se marcharon para seguir con su pegatina en la siguiente cuadra. El resultado de las elecciones en Ciudad del Este ya todos conocen: aplastante derrota del nicanorismo-bernalismo.

 

         LA PREGUNTA DEL MILLÓN

 

         Nadie puede negar que los políticos conocen la miseria de la patria, tal vez en el fondo hasta reconozcan que son los principales culpables, junto al pueblo que los elige, de la miseria en que mantiene postrada a la nación. El Paraguay se ha convertido en un páramo que va quedado sin hijos, sin memoria y sin dignidad. Nuestra principal franja de tierra comprendida entre Hernandarias y Salto del Guairá respira en reales, canta samba, baila carnaval y piensa en portugués. Esta exclusión social ha formado los cinturones de pobreza en las grandes ciudades como: Asunción, Ciudad del Este, Encarnación y todas aquellas ubicadas en el eje Este-Oeste. Mientras, nuestros representantes y administradores anestesian al pueblo con elecciones, elecciones y más elecciones. Son diarias las denuncias sobre el uso discrecional de los fondos del Estado a favor de un pequeño pero nefasto grupo que busca garantizar sus privilegios a costa de la mayoría. Ante esa circunstancia, la pregunta obligada es: ¿Dónde está el pueblo? ¿Acaso con el silencio no se entrega un cheque en blanco a los gobernantes? Quizás la respuesta es el resultado de las últimas internas, presagiando lo que podría ser la elección presidencial del 2008. Probablemente el arandu ka'aty ya comenzó a usar su poder soberano, representado por la única arma que tiene el pobre: su voto protesta. Algunos compañeros habían puesto como ejemplo de lo que se venía en las internas coloradas al resultado de las elecciones laborales del STEIBI, mayor sindicato de la Itaipú que, con una propuesta de institucionalizar el gremio y exigir la recuperación de la soberanía y dignidad nacional, ganó sin reparos las elecciones mencionadas.

 

         AÑOS PERDIDOS

 

         Pasaron casi dos décadas y ningún gobierno pos dictatorial buscó seriamente la renegociación de los Tratados de Itaipú y Yacyretá, no se conoce a un solo presidente o administrador de jerarquía paraguayo que haya solicitado una propuesta de renegociación de este adefesio que posibilita el descarado robo de nuestra energía. Evidentemente, si sube al poder otro jerarca de este viejo grupo neostronista, solo buscará más beneficios personales y mantenerse en el poder sin estorbar a nuestros socios en las hidroeléctricas. Este círculo vicioso de permanencia colorada en el poder se debe justamente a la permisividad que solo beneficia a los argentinos y brasileños. Hoy excluido del corredor bioceánico y las constantes trabas a la exportación de neumáticos, frutas, hortalizas y otros productos manufacturados, el Paraguay continúa relegado a su suerte de furgón de cola del Mercosur. Juan Pueblo tiene la oportunidad histórica de deshacerse de esta mafia institucionalizada en las elecciones generales del 2008. La alternancia es la única vía posible. Dejando los colores de lado hoy debemos analizar con inteligencia y premiar con el voto al candidato que esté en condiciones de cumplir con sus promesas electorales e inclinarse hacia los que propugnan el cambio en Paraguay.

 

         EL PERFIL DE MI CANDIDATO

 

         Particularmente, soy de la teoría de que una buena renegociación de ambos Tratados es la única vía inmediata para sacar a nuestro país de la miseria. El objetivo parece que es de fácil pronunciación para los políticos en épocas electorales. Como ejemplo mencionamos la frase: "auditoría a profundidad en las binacionales" de Nicanor en el 2002/3, sin embargo, todos conocen la realidad a escasos meses de su triste partida. Otro candidato, Lino Oviedo, anuncia que se convertirá en "embajador del Brasil en el Palacio de López". Sin desmenuzar aún esa infeliz expresión ante empresarios brasileños, los que trabajamos en las hidroeléctricas sabemos que Itamaraty y Buenos Aires no improvisan y no darán ninguna dádiva a cambio de promesas. Las conquistas diplomáticas de sus negociadores, con dictaduras o en democracia, siempre demostraron defensa de los intereses de su país.

 

 

30. DISCRECIONAL MANEJO DEL EMBALSE Y DE LAS MÁQUINAS

 

         Bajo el título de "Crisis energética prueba robo que sufre el Paraguay - Hidroeléctricas brasileñas con bajas reservas de agua"; surgían como una voz de alerta por este medio periodístico las expresiones del periodista Ramón Casco, que "entre otras cosas" nos decía: La coyuntura prueba una vez más la insólita subvaloración del ingente excedente energético paraguayo en Itaipú y que, a pesar de las precipitaciones en el sureste del territorio brasileño, las reservas de agua de esa región "se mantienen bajas". La información es atribuida al Operador Nacional de Sistemas Eléctricos (ONS) del Brasil,

 

         CRISIS ENERGÉTICA BRASILEÑA

 

         En el contexto mencionado y con relación a la crisis energética por la que está atravesando el Brasil, resultaría difícil darle un valor exacto al perjuicio que ocasionaría el racionamiento de su energía. El impacto negativo que tendrá en su economía es evidente, el daño a la imagen pública del Gobierno, las consecuencias en las recientes empresas privadas instaladas y vinculadas con el sector eléctrico serían desastrosas, amén de las dificultades a las que será sometida la sociedad civil. Estos indicadores nos permiten tener una idea sobre las necesidades energéticas de nuestro vecino.

 

         Paraguay debe aprender con esta crisis y que la ocasión sirva para hacer valer sus derechos genuinos. No podemos olvidar que en otras épocas ya fue aprovechado su espíritu de solidaridad, y no deberíamos estar ajenos a ello. Pero la experiencia muestra que esa práctica nunca le favoreció.

 

         En ese escenario se inserta el Paraguay, como dueño condómino, por partes iguales de la Itaipú Binacional, capaz de generar en condiciones excepcionales (a costa de disminuir el nivel de su embalse) parte de la tan necesitada energía.

 

 

         DISCRECIONALIDAD EN EL MANEJO DEL EMBALSE

 

         La certeza de poder contar con la Itaipú Binacional es un alivio para los brasileños. Así la disminución del nivel del embalse de la Itaipú Binacional, para obtener mayor cantidad de energía a costa de su volumen almacenado, siempre fue la tabla salvadora que permitió a nuestros socios paliar a su déficit energético.

         En el 2000 se han realizado maniobras técnico jurídicas para atender la extrema necesidad del sector eléctrico brasileño. Ese año fue el inicio de la entrega de nuestra soberanía sobre nuestras aguas, bajo el pretexto de la solidaridad entre los socios. Al igual que la deuda espuria de US$ 4.194 millones surgida de la violación del Anexo C, esta nueva modalidad de entrega beneficia exclusivamente al Brasil, por la que jamás fue compensado el Paraguay. Muy por el contrario, encontraron la ayuda necesaria de los vendepatrias de turno en nuestra margen.

        

         REITERAN ENTREGA DE SOBERANÍA EN EL 2005

 

         Entendemos que esta situación debe interpretarse como una oportunidad en la que la capacidad paraguaya de auxiliar al vecino necesitado debe ser compensada, por los riesgos que serán asumidos en una operación fuera de los parámetros normales de operación de la Central de Itaipú y, más aún, por la predisposición que nuestro país coloca para solidarizarse con su socio en dificultades. Pero, como es costumbre en nuestras autoridades, en vez de asumir su rol con patriotismo, buscan disfrazar con oscuros informes las tácticas de sus pares brasileños, siendo que la función de los mismos debe ser encaminada hacia la iniciativa de proponer alternativas y colocar las compensaciones que satisfarían a nuestro país. Esta negociación, en un gobierno patriota, necesariamente debe salir del ámbito de la Binacional, llámese Consejo de Administración y/o Directorio Ejecutivo, pues en cualquiera de ellos nos encontramos en inferioridad de condiciones.

 

         EL PODER ENTREGADO AL BRASIL

 

         Es necesario que el Paraguay aprenda con esta crisis y que la ocasión sirva para hacer valer sus derechos genuinos. No podemos olvidar que en otras épocas ya fue aprovechado su espíritu de solidaridad, y no deberíamos estar ajenos a ello. Pero la experiencia muestra que esa práctica nunca le favoreció.

         Al final del 2007 (noviembre y diciembre) e inicios del 2008 (enero), las ambiciones del Brasil crecieron al no encontrar ninguna oposición en la representación paraguaya de Itaipú, solo que en esta oportunidad estarían violando con tretas jurídicas el Anexo A, dejando la decisión de reducir la cota del agua del embalse hasta la cota 217,50 m. en manos de director técnico ejecutivo (Brasil), la Superintendencia de Operación (Brasil) y, finalmente, del Departamento de Operación y Sistemas (Brasil), burlando incluso al Consejo de Administración, máxima instancia del Ente Binacional.

         Estas versiones las he podido comprobar después de conversar con algunos referentes técnicos paraguayos que anhelan el equilibrio en la Itaipú.

 

         HECHOS CONSUMADOS

 

         A finales enero de este año, el Operador Nacional de Sistemas Eléctricos del Brasil (ONS) podrá cantar de nuevo una victoria "bem a brasileña", porque obtendrá, prácticamente a precio de banana, más de 300.000 MW (1 MW = 1.000 KW) de media en la usina durante más de dos meses. Con esta maniobra, el ONS logra una vez más controlar la generación de energía hidroeléctrica en toda la cuenca del Paraná, reservándose el arbitrio de operar sus usinas ubicadas aguas arriba de la Itaipú Binacional, con mayores lucros, por supuesto después de haber agotado las reservas de agua del gran lago de Itaipú, sin importarle el perjuicio causado al medio ambiente y disminuyendo la vida útil de los equipos asociados a la generación, para mayor felicidad de las industrias brasileñas y desgracia de todo el pueblo paraguayo.

 

         CONCLUSIÓN

 

         En el futuro es necesario conformar un gabinete técnico-jurídico que tenga la misión de analizar las posibles consecuencias negativas de operativos como el denunciado, porque ponen en riesgo, entre otros, la recuperación del nivel mínimo operativo del embalse, que puede repercutir en el mantenimiento de las unidades generadoras y en los equipos asociados a la generación y transmisión. Como también, los riesgos de impacto ecológico y ambiental, la eventualidad de no recuperar su nivel mínimo operativo para el periodo considerado seco, y los electos que podrían tener sobre los compromisos contractuales al no poderse cumplir con la potencia contratada, exponiéndose nuestro país a la disminución del pago de royalties y compensaciones, las consecuencias sobre las actividades agrícola-ganaderas de los establecimientos que dependen del embalse de la Itaipú de acuerdo a sus reglamentos, etc. Concluido este estudio, deben redactarse los acuerdos dentro del marco jurídico correspondiente, para evitar penalizaciones, las consecuencias negativas por socorrer al vecino necesitado y, posteriormente, presentar las propuestas de compensaciones que puedan interesar a nuestro país. Asimismo, debe nombrarse al frente de la Itaipú a técnicos más capaces y patriotas, que honren la memoria de nuestros héroes nacionales. Si no es así, continuaremos regalando nuestra soberanía en Itaipú.

 

31. MANEJO DISCRECIONAL DEL LAGO DE ITAIPÚ SOLO BENEFICIA A BRASIL

 

         PARAGUAY DEBE SER COMPENSADO

 

         Los reclamos paraguayos en Itaipú no deben limitarse al justo precio y a la supresión de la cláusula del Tratado que priva al Paraguay de su derecho soberano sobre el gran excedente energético que le pertenece en esa central, advierte Rodolfo Giménez Abrahán, ex secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Empresa Itaipú Binacional (STEIBI). El último caso, casi flagrante, es el manejo discrecional de las aguas del embalse, con la intención de generar más electricidad y atenuar la crisis de suministro en el vecino país. Señala también que la decisión fue tomada a espaldas del Consejo, el máximo colegiado paritario de administración de la Binacional, a expensas del equilibrio ambiental e incluso, en el mediano plazo, de las instalaciones de la usina. El país debería reclamar resarcimiento por los daños, plantea.

 

         El domingo 3 de febrero pasado, por ABC Color, había denunciado el manejo discrecional del nivel del embalse del lago de Itaipú. Entre otras cosas, señalaba que la crisis energética del Brasil obliga a nuestros socios en la Binacional a buscar tretas para burlar a la complaciente Dirección Técnica paraguaya del ente.  

         Evidentemente, no podía faltar en este concierto de mediocridades la administración de la ANDE, que históricamente ha tomado como suyas las mayorías de las propuestas de los brasileños, legitimando en forma sumisa las decisiones de Itamaraty, por un lado, y, por el otro, perjudicando seriamente los intereses del Paraguay, incluso a espaldas del Consejo de Administración. La irregularidad mencionada, engendrada y consumada en la era de Víctor Bernal, fue complacientemente presentada en el seno del Directorio a espaldas del Consejo de Administración, única instancia competente para decidir este tipo de operación técnica, de acuerdo con el Estatuto del Ente Binacional. Esta actitud entreguista nos demuestra, una vez más, que el pueblo debe exigir y forzar que en las binacionales sean dejados de lado el prebendarismo y la politiquería barata, inconductas que tuercen el camino hacia la verdadera democracia.

 

         ENTREGA DE SOBERANÍA

 

         Con gran expectativa esperé que la denuncia fuera aborda   da y debatida por los compañeros de la Dirección Técnica de la Itaipú, pensando que de esa manera, con el aporte de la crítica constructiva, quedaría demostrado ante la opinión pública cómo nuestros representantes entregan la soberanía nacional en la Itaipú. Para sorpresa mía y de otros compañeros de trabajo, el silencio nuevamente fue el aliado y cómplice de nuestros "socios condóminos", consumándose de esa manera otro duro golpe a los intereses nacionales. Las primeras resoluciones del Directorio Ejecutivo, que permitían ampliar la faja operativa del embalse -considerada normal en 219,00 metros y 220,30 metros- hasta 217,50 metros, volvieron a obtener la venia necesaria, inclusive para operar hasta la cota 216,00 metros, de ser necesario.

         Evidentemente, el propósito de la nueva maniobra solo servirá para mitigar la crisis energética del Brasil. En efecto, las operaciones técnicas y el sobregiro de las máquinas, así como están las cosas, se extenderán hasta abril del año en curso. En otros palabras, la República del Paraguay, como en otras oportunidades, a pesar de su pobreza, con muchos en el exilio laboral inclusive, subsidiará el crecimiento de una de las diez mayores economías del mundo (Brasil).

 

         MILLONARIO SUBSIDIO

 

         Muchos técnicos compatriotas hablan de que esta nueva violación del Anexo A del Tratado contribuirá, innegablemente, al sostenimiento y crecimiento de la economía brasileña. Sin recurrir a mucho tecnicismo financiero, algunos se atreven a arriesgar que esta operación de salvataje, recubierta con el celofán de la solidaridad, representaría montos superiores a la propia deuda espuria (más de 4.000 millones de dólares, imputada a la violación del Anexo C).

 

         DESOLADOR ASPECTO DEL LAGO

 

         El medio ambiente circundante al gran lago, nuevamente como en el 2000 y el 2005, volverá a pagar las infidelidades de nuestros gerentes de turno, basta con dar una mirada en el refugio biológico de Tatí Yupí en Hernandarias, a las microcuencas o las cuencas que alimentan al gran lago para dimensionar el impacto que sufren la naturaleza y su biodiversidad en esta región a causa de la "operación técnica" en cuestión. La implacable y despiadada sed de energía del Brasil no tiene barreras y nuestros representantes, en vez de pelear palmo a palmo los intereses de nuestro país, ni siquiera buscan alternativas para mitigar el impacto ambiental, consecuencia visible de la bajante obligada del nivel del lago. Una verdad queda en el aire: ¡si estos no son capaces de pedir tan siquiera lo nuestro!, ¿cómo podrían en estas condiciones exigir compensaciones?

 

         VERGÜENZA PARAGUAYA

 

         Ante esta nueva afrenta, traigo a colación un escrito publicado por este medio: "En la Itaipú faltan patriotas", fue el título de un viejo y a la vez actual artículo firmado por el Ing. Luis María Fleitas, cuyo coraje, lastimosamente, fue "premiado" por las anteriores administraciones del Ente con un sumario administrativo, que concluyó aplicándole tres días de suspensión sin goce de salario. Hoy, después de casi una década de aquella arbitraria e injusta sanción que manchara los antecedentes impecables del citado compañero, se torna imperativa una serena reflexión por parte de los funcionarios de nuestras binacionales (Itaipú y Yacyretá), especialmente los que ocupan cargos gerenciales, ¡deben rectificar los rumbos!, pues ellos tienen la obligación de defender los altos intereses del país.

 

         VERGÜENZA ANTE NUESTROS HÉROES

 

         Para concluir, quisiera extraer unos párrafos del inmortal Juan E. O'Leary y resaltar la valentía y el patriotismo de nuestros héroes máximos de la Guerra Grande, hoy defraudados por la sed de poder de nuestros actuales gobernantes: "Solo hemos de recordar, para terminar, que cuando Rivarola (coronel Valois Rivarola) abandonó su lecho, para correr a la pelea, el jefe de la caballería enemiga, el barón del Triunfo, se retiraba del campo de batalla, herido... ¡en un pie! ¡Qué diferencia entre aquel "Mural brasileño", como le llamaban sus compatriotas, y el soldado sencillo que se llamó Valois Rivarola: el uno que se aleja acobardado por una lesión sin gravedad, y el otro que con la garganta atravesada vuelve a la pelea, y no se retira de ella sino después de terminada, a pesar de que los sesos se le escapaban por otra nueva herida, que ha recibido en la lucha! ¡He ahí, en estos dos hombres, la síntesis moral de dos naciones y la mejor expresión de la psicología de dos pueblos!"

 

 

 

32. ITAIPÚ Y YACYRETÁ SON DEL PUEBLO

 

 

         Es admirable realmente la postura asumida por el editorial de ABC Color que, día tras día, cual gota de agua que cae de lo alto, va horadando con su verdad, pacientemente, la conciencia de todo un pueblo estafado, a pesar de su miseria.

 

         Desde la década del 70 época de la firma del Tratado de Itaipú, la línea periodística del perseguido medio de comunicación viene martillando, a pesar de las adversidades: primero contra los dictadores y luego contra los hijos de la dictadura en democracia. A casi 40 años de tecleo, persiste a través de sus meritorios periodistas y colaboradores. Se puede decir, sin miedo a equívocos, que instaló el debate sobre nuestras dos grandes hidroeléctricas (Itaipú y Yacyretá) en los distintos estamentos de nuestra sociedad. Hoy, fácilmente podemos encontrar en las propuestas de los candidatos, sean de la izquierda o de la derecha: la necesidad de renegociar ambos Tratados internacionales, de sanear sus cuentas y renegociar los intereses usurarios que pesan sobre las impagables deudas, infladas por la corrupción -en uno de los casos llegó a crecer de dos mil millones de dólares a veinte mil millones de la misma moneda (Itaipú)-, de exigir el precio justo por nuestra energía hoy cedida a precio de banana a Brasil y Argentina, a cambio de los míseros royalties o regalías como les gusta decir a los brasileños, o bien escucharlos en sus encendidos discursos que el Paraguay comenzará a consumir su cuota de energía en vez de regalarles a sus socios.

 

         EL PUEBLO RECLAMA Y SABE QUIÉN PODRÁ

 

         El pueblo engañado y estafado durante décadas por los dinosaurios de la política tiene en estas elecciones la brillante oportunidad de buscar con sus votos la recuperación de la soberanía en ambas hidroeléctricas. El olor pestilente de la corrupción se enseñorea en las obras sociales y los contratos amañados en ambas represas. Ella no deja de generar interminables vómitos en la ciudadanía honesta, que de acuerdo con las encuestas probablemente tendrá cura con los resultados de las urnas del 20 de abril. El pueblo hoy, más que nunca, está concientizado de que el crecimiento económico y el futuro del país se deben basar en la recuperación y el manejo del 50% que nos corresponde en ambas centrales energéticas. Podemos afirmar con esperanzas que los esposos o las esposas, los hijos o las hijas, los padres o las madres saben perfectamente que es factible el retorno de los exiliados laborales nacidos en la era Nicanor.

 

         EL DESARROLLO ES POSIBLE

 

         Particularmente siempre disentí con la actitud de Nicanor, al asumir y precipitarse en poner al día los compromisos internacionales de un país en ruina y al borde de la bancarrota, mientras, por otro lado, en la misma época, el Presidente argentino pedía a sus acreedores internacionales que condonaran parte de su deuda. Nuestro Presidente debió pedir el mismo trato a nuestros acreedores internacionales. ¿Cuál es el país pobre que no lo hace?

         La comprensión y la ayuda internacional deben ser conquistadas por nuestro futuro mandatario, si es que se piensa en el ansiado desarrollo. La ayuda sin condiciones es posible. Al final, nadie quiere tener por vecino a un pirata. Esta es la oportunidad de aprovechar masivamente nuestra abundante energía eléctrica, desarrollar inteligentemente nuestras industrias y medios de transporte, creando desde luego las regulaciones jurídicas necesarias.

 

         EL NUEVO PRESIDENTE DEBE SER SINCERO

 

         El nuevo presidente debe ser sincero. Debe apelar a la conciencia de unidad del pueblo paraguayo, pues nadie podrá sacarnos de la miseria pregonando la división de la familia paraguaya.

         El futuro presidente debe ser honesto y pedir, como mínimo, el primer año de gracia o de paciencia, ajustarnos los cinturones y comenzar inmediatamente, como mínimo, a combatir con mano dura el contrabando, exigir el pago de los impuestos sin hacer distinciones -erradicando definitivamente la subvaloración-, la contabilidad paralela debe ser desterrada de los comercios, la coima y el pokaré deberán pasar a la historia negra de nuestro país. Para concluir, nuestro nuevo presidente, una vez en el poder, debe exigir a la Argentina y al Brasil la renegociación inmediata de los injustos Tratados con sus cláusulas leoninas, que solo favorecen a sus pretensiones. En esta nueva etapa democrática del Paraguay, el pueblo debe mantenerse firme y si fuere necesario manifestarse en las calles, frente a las embajadas, denunciando al mundo entero que nuestros vecinos grandes del Mercosur son simples esquilmadores de sus vecinos pobres. Paralelamente, los sindicatos de las dos centrales energéticas deben paralizar sus actividades y ocupar ambas usinas. ¡Ojalá todo esto no sea necesario y primen la cordura y la tan publicitada solidaridad mercosuriana!

 

 

 

BIBLIOGRAFÍA

 

1. Tratado de ITAIPÚ, Anexos y Acuerdos Complementarios.

2. Casco Carrera, Ramón. Investigaciones y publicaciones. ABC Color.

3. Montanía Fernández, Ramón. Publicaciones. Mundo de la Electricidad.

4. STEIBI, Sindicato de Trabajadores de la Itaipú Binacional. Posturas públicas.

5. SISE, Sindicato de Ingenieros del Sector Eléctrico. Posturas públicas.

6. SICHAP, Sindicato de Trabajadores de Centrales Hidroeléctricas del Paraguay. Posturas públicas.

7. FETRASEP, Federación de Trabajadores del Sector Eléctrico del Paraguay. Posturas públicas.

 

 

 

 

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