LA OMISIÓN DE AUXILIO

Desde El Ybytyruzú

Por CAIO SCAVONE

caio.scavone@abc.com.py

El término omisión no es un vocablo que sale de la boca con frecuencia. Usualmente la palabra está ligada solamente cuando ocurre un accidente rutero o callejero y el causante se pega el raje dejando desangrarse o morirse al accidentado hasta que los bomberos voluntarios asistan a la víctima.

Mi pequeño Larousse pudo colaborar nuevamente y ante la consulta me contestó que la omisión consiste en la “abstención de hacer o decir”, y omitir equivale a abandonar, olvidar, dejar, relegar, entre otras consonancias o semejanzas. 

Me parece que este país confiere un montón de omisiones en todos los niveles y variedades. La primera omisión de auxilio existe justamente en materia de salud. Los accidentes automovilísticos son los que originaron el vocablo y considero que el auxilio queda siempre a cargo de los bomberos y que suele finalizar en el Centro de Trauma. 

El pasado 16 de junio la familia brasileña Alonso, aparte de la omisión de auxilio, sufrió una extorsión de gran calibre. Patrulleros de la Caminera del MOPC, instalados para la coima en el desvío a San Bernardino sobre la Ruta 2, desviaron G. 1.400.000, 1.100 reales y un reloj de pulsera a esta familia que realizaba turismo. Estos ladrones de la Caminera marcan el nivel de corrupción y de la gran omisión de auxilio que tiene ese Ministerio. El estado de las rutas del Paraguay también define el grado de omisión que existe para los conductores, los pasajeros y para los vehículos en general. 

El estado en que se encuentran los hospitales del país, la falta de profesionales médicos, medicamentos y ambulancias, son fervientes indicadores de que nuestra asistencia sanitaria desde hace mucho tiempo anda sobre ruedas: es ciega y paralítica. La omisión de la asistencia sanitaria goza de muy buena salud en el Paraguay. 

La falta de auxilio que existe a la agricultura familiar es sencillamente tremenda. Los rendimientos indignos, la inexistente asistencia técnica y crediticia, la poca tenencia oficial de la tierra, los suelos degradados, la falta de buenas prácticas agrícolas y el subsidio populista partidario marcan la gran omisión de auxilio a la agricultura familiar. 

Igualmente el maíz, la soja, el trigo, la canola, el girasol, la avena, el sorgo, el arroz y toda la cadena de la agricultura mecanizada reciben hoy el mazazo y la omisión estatal al querer prodigar más impuestos. El lema es sacar dinero a los que producen para entregar a los que venden sus votos y a los corruptos circunstanciales que nunca faltan para la omisión y para elegir a los peores del Paraguay. 

La educación, que va desde la primaria hasta la universitaria, deja la formación de lado para ponernos a nuestro lado a profesionales mediocres. La educación terciaria no cobija a universitarios sino a clientes muñidos de una ingente insuficiencia cognitiva. Eso sí, donde no ocurre la omisión escolar se tiene cuando caen los techos de los locales escolares y siempre corren los padres y vecinos para un pronto auxilio y socorro. 

Muchos locales policiales sirven para cobijar también a muchos polibandis –mitad policía y mitad bandido– que omiten el auxilio y permiten el bandidaje. Por suerte, son los menos, pero que mucho sirve para que se manche al poco resto sano. 

Otra caterva que nunca presta los buenos oficios para auxiliar a la gente que produce en este país son los aduaneros. No conozco un personal fronterizo castigado por la rapidez con que le dan la patada de despedida a la pobreza. El auxilio solo existe para los grandes contrabandistas y para los corruptos directores y capos de la Aduana. 

El auxilio en el Paraguay tiene a muchos que apartan la ayuda y permiten la joda y la corrupción. Crece la pobreza porque hay mucha omisión y poca cabeza...

Fuente: ABC Color - Edición Impresa

Sección OPINIÓN

Martes, 27 de Junio de 2017

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