CREACIÓN DE BANCOS : 1914 - BANCO CONSTRUCTOR DEL PARAGUAY
Por ARTURO RAHI
CREACIÓN DE BANCOS : 1914 - BANCO CONSTRUCTOR DEL PARAGUAY
El Banco Constructor del Paraguay fue constituido en Asamblea General de Accionistas del 6 de Abril de 1914. La autorización gubernamental para operar fue concedida por Decreto N° 2352 del 12 de Septiembre de 1914 (Pedro Fernández, Análisis de la Historia Bancaria y Monetaria del Paraguay, pág. 74).
El banco estaba autorizado a realizar operaciones hipotecarias sobre inmuebles construidos o a construirse, operaciones de seguros y otras rarezas para un banco, tales como comisiones y consignaciones en general.
Pese a lo que pueda deducirse de su nombre. El banco no se dedicó únicamente a operaciones hipotecarias, sino que realizó operaciones bancarias normales para un banco comercial, para las que no estaba autorizado, como ser apertura de cuentas corrientes depósitos a plazo fijo, cajas de ahorros, otorgamiento de préstamos sin garantía alguna, y hasta operaciones de comercio exterior por medio de cobranzas internacionales.
La duración de la vida del banco fue establecido en 99 años.
El capital fue fijado en $ 5.000.000 de curso legal, dividida en 5.000 acciones de $ 1.000 cada una. El Directorio estaba autorizado a aumentar dicho capital hasta $ 20.000.000, en series de $ 5.000.000 cada una. Aumentos superiores debían ser autorizados previamente por la Asamblea de Accionistas.
Cabe mencionar que el capital inicial de $ 5.000.000 podía considerarse como muy pequeño para un banco que pretendiese operar dentro de los fines de su creación. Pese a todo, la integración del capital nunca pasó de $ 1.977.000, es decir más reducido aún.
Lógicamente, que el banco o su Directorio buscó salirse, y se salió de sus márgenes legales. Operó tranquilamente y con el silencio cómplice de las autoridades nacionales, como un vulgar Monte Pío, en donde centró la casi totalidad de sus operaciones. La concesión de préstamos prendarios fue la fuente de sus ganancias.
No hemos podido obtener información adicional sobre sus operaciones, más allá de 1929.
Suponemos que su vida se truncó como la del Banco Mercantil y el Banco de la República, alrededor de 1930, cuando la gran crisis mundial hizo estragos con los sistemas financieros del mundo entero, y de nuestro país también.
Vale la pena mencionar que al final de 1929, el banco pagó un dividendo nada despreciable de alrededor del 17%, aunque en aquel entonces se lo consideró que era reducido y se atribuyó el hecho al estado no próspero de los negocios del banco.
Así tal vez se podría justificar lo que pasaría al año siguiente, tal como lo comentamos en el párrafo anterior.
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LA MONEDA Y LOS BANCOS EN EL PARAGUAY
Obra de ARTURO RAHI
Ediciones Comuneros. Asunción – Paraguay,
1997 (253 páginas)
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