REFORMA DEL ESTADO, NEOLIBERALISMO Y CRISIS POLÍTICA
HUGO RICHER
BASE Investigaciones Sociales
Asunción
Noviembre, 1993
Documento de Trabajo No. 56
CONTENIDO
1. MAYO 93: VICTORIA COLORADA Y UNA CRISIS NO RESUELTA
2. CARACTERÍSTICAS Y OBJETIVOS GENERALES DEL GOLPE DEL 89
3. LA OFENSIVA NEOLIBERAL
4. LOS OBSTÁCULOS PARA EL NEOLIBERALISMO EN EL PARAGUAY
5. REFERENCIAS AL PROCESO HISTÓRICO DE CONFORMACIÓN DE LA TRILOGÍA: FF.AA. PARTIDO COLORADO-GOBIERNO
6. MAYO DEL 54: UNA SALIDA CON CARACTERÍSTICAS BONAPARTISTAS
7. 2 Y 3 DE FEBRERO: LA TRILOGÍA SIN STROESSNER
8. LA PROPUESTA DEL PACTO DE GOBERNABILIDAD
9. UN PACTO CON LA TRILOGÍA
10. LA FIRMA DEL PACTO
11. LAS CRÍTICAS AL PACTO
12. CRISIS ECONÓMICA Y NEOLIBERALISMO: UNA COMPLICADA PROPUESTA PARA
LOS SECTORES POPULARES
13. ORGANIZACIONES SOCIALES: UN PROCESO DE REORGANIZACIÓN ESTANCADO
14. CRISIS E INTENTO DE RECOMPOSICIÓN DE LA IZQUIERDA
15. CONCLUSIONES
MAYO 93: VICTORIA COLORADA Y UNA CRISIS NO RESUELTA
No siempre ocurre que el triunfo de un candidato presidencial en elecciones nacionales es recibido con tan escaso entusiasmo por parte de la ciudadanía -incluida su masa de adherentes- como sucedió en nuestro país, desde las primeras horas de la noche de 9 de mayo último.
No es difícil comprender los motivos. Había triunfado un candidato -que para un amplio sector de la opinión pública y del mismo Partido Colorado- ni siquiera debió ser postulado. El ingeniero Juan Carlos Wasmosy arribaba a la condición de Presidente de la República del Paraguay con el generalizado cuestionamiento a la legitimidad de su victoria en las internas coloradas.
En este caso, ni siquiera la victoria electoral permitió al Partido Colorado crear mejores condiciones para superar su crisis política; por el contrario, abrió nuevos interrogantes, incluso sobre las posibilidades de gobernabilidad en el nuevo período.
Los factores que intervienen en este proceso de crisis política son varios, ciertamente algunos son de carácter coyuntural, mientras que otros se originan en las limitaciones estructurales del capitalismo dependiente. Por lo tanto, si en este contexto ha surgido un nuevo gobierno -resultado de elecciones relativamente libres- con vistas a una gestión de cinco años, es lógico que deba enfrentarse a una coyuntura que no le es muy favorable.
Para tratar de esbozar un panorama general de la política nacional postelectoral y en particular de algunos hechos contradictorios que conlleva la victoria de Wasmosy, es necesario tomar en cuenta algunos elementos:
i. La victoria del Partido Colorado en las elecciones nacionales no tuvo la fuerza suficiente para alcanzar la unidad partidaria, seriamente afectada por la disputa entre proyectos políticos antagónicos y por la falta de trasparencia en que fue oficializada la victoria de Juan Carlos Wasmosy en las internas de diciembre de 1992.
En los hechos, el Movimiento de Reconciliación Colorada, liderado por Luis María Argaña, asumió una postura de activa oposición a la política gubernamental ahondando la crisis partidaria.
ii. A diferencia de Argaña, Wasmosy carece de una implantación sólida en las bases del Partido Colorado, hecho que de no ser revertido puede condicionar y limitar la capacidad de maniobra del Gobierno Wasmosy. Asimismo, como otro posible hecho limitante, se debe tener en cuenta la escasa experiencia política del nuevo titular del Ejecutivo.
iii. Si bien Wasmosy contó con el apoyo de importantes grupos de poder en el transcurso de la campaña electoral -hecho determinante para su victoria- no pudo garantizar la continuidad de esta alianza, cuya conformación se distinguió por su enorme heterogeneidad y fue impulsada a partir de los intereses de algunos altos mandos militares, algunos de ellos en consonancia con el nuevo modelo político promovido por los EE.UU. de América.
Sin embargo, no se podía desconocer el perfil de otros grupos colorados -civiles y militares- que si bien apoyaron al "candidato oficial" no comulgaban globalmente con el modelo neoliberal que propugnaba Wasmosy.
La heterogeneidad a la que nos referimos se puede sintetizar en las siguientes corrientes políticas:
- el sector encabezado por Blas N. Riquelme representado al coloradismo prebendario y militarizado, vinculado con el General Lino Oviedo.
- el grupo de empresarios cuyo enriquecimiento vertiginoso proviene de la construcción de la represa de Itaipú y actualmente están agrupados en las empresas CIE-Conempa.
- el pensamiento colorado neonatalicista encabezado por Angel Roberto Seifart
- la presencia de varios dirigentes colorados jóvenes que han tratado de mantener ciertos enunciados democráticos y que han logrado ganar ciertos espacios en la estructura colorada.
En estas condiciones queda la duda si Wasmosy lograría controlar y administrar de manera efectiva el poder real.
iv. Por último, es además importante destacar que, como resultado de las últimas elecciones, se ha instalado en el Congreso Nacional una mayoría parlamentaria opositora, hecho al que se suma la división de la bancada colorada en dos bloques: "wasmosystas" y "argañistas". Lo contradictorio de esto es sin embargo, el potencial apoyo que podría brindar gran parte de esta mayoría opositora al proyecto económico neoliberal de Wasmosy.
Todos estos elementos es posible que actúen de manera constante y determinante en el nuevo proceso político. De cualquier manera, ante este cuadro de contradicciones y de correlación de fuerzas no muy favorable, las características que se presentan responden a la de un gobierno débil, más aún si se contemplan las tareas fundamentales que tiene por delante, más específicamente aquellas referentes a la Reforma del Estado.
Además, es necesario tener en cuenta que los factores citados no actúan aislados o por fuera de una crisis que se desarrolla en un ámbito mayor, donde resaltan las consecuencias estructurales de un sistema que sirvió para consolidar determinadas formas de acumulación económica amparadas en un régimen político dictatorial, con características fascistas como fue la larga tiranía de Stroessner.
Por ello, es prudente no descartar las características específicas y limitadas del golpe del 2 y 3 de febrero de 1989, que, además de estar condicionado por los mismos antecedentes de sus ejecutores, es doblemente contradictorio, ya sea para los adherentes al modelo neoliberal como para las propias aspiraciones democráticas populares.
CARACTERÍSTICAS Y OBJETIVOS GENERALES DEL GOLPE DEL 89
El golpe de Estado de febrero de 1.989 no provino de las filas de las fuerzas democráticas. Este hecho, muchas veces pasado por alto, ha demostrado repetidas veces en los últimos 4 años ser un factor limitante para cumplir con el objetivo de lograr un reordenamiento institucional sobre la base de un nuevo régimen político.
Precisamente por eso es necesario no limitarse a las interpretaciones puntuales de la proclama enunciada por el General Rodríguez en aquella madrugada del 3 de febrero, por que no permite comprender ciertos objetivos -no explicitados- pero incorporados en el marco general de una nueva estrategia internacional que reemplaza a la Doctrina de la Seguridad Nacional (1).
Por un lado, el golpe fue "preventivo" ante ciertos indicios de generalización de la lucha popular (2). Por otro lado, fue "normalizador" en cuanto que intentaba recomponer las deterioradas relaciones entre instituciones y grupos de poder que conforman el sistema de instituciones que garantizan la legalidad del Estado. Y, finalmente, como objetivo central estaba el de crear las condiciones para la incorporación efectiva de nuestro país en el proceso de reorganización global del sistema capitalista mundial.
En realidad, es el último punto el que de manera decisiva marca las pautas del nuevo diseño político-económico. Se trata de una reforma que abarca cuestiones fundamentales en el aspecto estructural, para lo cual el Estado es ubicado en el banquillo de los acusados, como "responsable directo" de los pésimos resultados de las políticas sociales y económicas aplicadas en las últimas décadas.
1 - Documentos de Santa Fe 1 y 2 elaborados por un grupo de expertos norteamericanos, el primero en 1.980 y el segundo en 1.988. Ambos documentos delinean la nueva estrategia norteamericana para América Latina en reemplazo de la Doctrina de la Seguridad Nacional.
2 - El 10 de diciembre de 1988 más de 40 organizaciones políticas y sociales convocaron a la marcha por la vida. Dicho acto no pudo ser totalmente controlado por las fuerzas policiales, además se originaron reacciones por parte de los manifestantes contra las mismas fuerzas policiales, hecho que no se había observado anteriormente.
Fuente digital: http://www.baseis.org.py
Registro: Agosto 2011
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