YNAMBÚ TATAUPÁ

Versión: LEÓN CADOGAN

Ynambú tataupá, perdiz (del) fogón, es el nombre en la vernácula de la pequeña perdiz de los cocueré de color violáceo, con un mechón de plumas grisáceos en la sentadera. Su canto comienza con un silbido agudo y penetrante, aumenta en intensidad hasta alcanzar su nota culminante, para ir luego decreciendo en volumen hasta terminar en una serie de gorjeos suaves a los que debe su nombre en mbyá-guaraní: ynambú tororo'í, perdiz que gorjea. Se trata, indudablemente, del ynambú chororo; timitá o tururi, perdiz de las cocueras, citada por Montoya.

Una señora vivía en compañía de su único hijo y un huérfano que había adoptado. El hijo acompañó a los de la tribu en una excursión y cayó en combate, y escuchándose una noche en las cercanías de la vivienda de la mujer, los gritos del urukure'á (lechuza), ella le preguntó si le traía noticias de su hijo. Al anochecer del día siguiente, se oyó nuevamente el grito de la lechuza, y la mujer exclamó:

-¡Oh, pájaro que resguardaste a Ñande Ru! ¿Me traes noticias de mi hijo?

Aquella noche, el hijo de la mujer se le apareció en su sueño, advirtiéndole que no averiguara su paradero, pero cuando por tercera vez escuchó el grito de urkure'á, volvió a preguntarle acerca de su hijo, y murió.

El huérfano huyó y llegó a la casa de ynambú tororó. Ella tenía fuego, pero advirtió al huérfano que no lo atizara. Después del primer sueño, despertó el huérfano, tiritando de frío, atizó el fuego, la perdiz se alejó volando, llevándose todo el fuego, y el huérfano murió de frío.

Fuente: MITOS Y LEYENDAS DEL PARAGUAY. Compilación y selección de FRANCISCO PÉREZ-MARICEVICH. Editorial EL LECTOR - www.ellector.com.py . Tapa: ROBERTO GOIRIZ. Asunción-Paraguay. 1998 (187 páginas)

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