FOLKLORE, TRADICIONES, MITOS Y LEYENDAS DEL PARAGUAY - COMPILACIÓN Y BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA

Compilación de Mitos y Leyendas del Paraguay - Bibliografía Recomendada

KAA IARY - Versión de TOMAS L. MICÓ

KAA IARY - Versión de TOMAS L. MICÓ

KAA IARY

Versión de TOMAS L. MICÓ

 

Kaa -iary es el Hada protectora de la yerba mate, la leyenda es guaranítica, anterior a la llegada de los españoles, y aún del mismo paí Sumé. Cuida de la vida de esta planta milenaría y obliga a respetarla. Persigue a los que destrozan los yerbales, lo queman, maltratan o cosechan antes de estar sazonadas las hojas.

Es una hermosa joven, vestida de blanco resplandeciente, en el Alto Paraná se cuenta que su vestidura es hilada con el sedoso samuhú. Su carácter es de custodio y su temperamento amable. No asume la tarea de cosechador de la yerba mate sino que la aligera, le hace hallar las mejores zonas, las robustas plantas cuyas hojas han reunido el aroma de la selva y poder vitalizador del sol, concentrado en la sazonada hoja del Kaá-hierba, o yerba, en el decir popular.

A pesar de ser genio benefactor de esa preciada planta, es Hada amable y protege a los hombres que cuidan de ese árbol singular, enseñándoles sus virtudes y propiedades y sobre todo, la fórmula de colección y laboreo. Quienes no siguen sus consejos encuentran la yerba-mate "picada", de áspero sabor y en castigo, la yerba les resulta excesivamente diurética y en algunos casos los engaòa haciéndoles usar una yerba más oscura que es vomitoria. Pero a quienes ella protege a cambio de la promesa de cuidar de la yerba-mate, les hace la tarea fácil, le acorta las distancias, aliviana el pesado "raído", bolsón de cuero que llevan a la espalda sostenido en "vincha" por la frente.

Ella entregó al indio la calabaza y le enseñó a curarla hasta perder el amargo sabor propio del porongo. Le indicó las propiedades de la yerba-mate diciendo que le quitaría el cansancio, serviría de alimento y le conservaría la salud, manteniéndolo joven mucho tiempo.

Cuéntase que Kaa-iary, convertida en una hermosa indiecita hizo probar a los españoles el mate prendandose éstos de sus cualidades sedantes y medicinales. Así se extendió su uso a toda la vasta comarca del antiguo Paraguay, incluso el Perú y el Río de la Plata. Indicó además que todos los que la bebieran vivirían en paz y se tratarían como hermanos.

Ella cuida de los almácigos de Yerba-mate, con su aliento acelera la germinación, apaga el fuego en la inmediación de los yerbales para que estas plantas no resulten destruídas.

Quienes no gozan de sus favores hallan la labor de beneficiar la yerba mate, tediosa y difícil, en extremo agotadora e insalubre; dañados en la salud deben retirarse condenados a vivir del fruto de otras actividades, si se mantienen en labores de yerba, su andar es lento y su rendimiento pobre, siendo continuamente molestados por insectos y alimañas. En cambio el buen cortador de yerba-mate la invoca, sabedor de que el Hada de los yerbales está allí junto a la planta, como un espíritu periférico de la especie vegetal; lo considera no el alma de la planta sino el humor de ella. Antes de iniciar su cotidiana tarea pide ayuda y se compromete a cuidar del árbol como si fuera el Hada misma y le promete amistad. Ella le lleva a hallar la zona más propicia, ayuda a hacer su fardo, lo que logra el cortador con extraordinaria facilidad y al cargarlo su peso es leve y la distancia se hace corta. El genio de la yerba-mate, siempre le asiste, ayuda, acompaña... Tocado por el Hada, el polvo de oro se toma tonificante y devuelve la juventud a quienes la beben a la mañana y a la tarde. Donde haya un grupo de hombres en torno al mate que corre de mano en mano, después del trabajo, siempre habrá amistad y Kaá-iary, invisible pero cercana, hará que la cebadura sea de rico sabor y coronada de blanca espuma.

Muchas leyendas se han originado entorno a Kaá-iary. Cada comarca tiene la suya, de trama tejida con la hilambre de sus atributos protectores. Su origen es antiquísimo. Era uno de los genios amables de la selva, ofreció la yerba-mate a los primeros indios Guaraníes y extendió su benéfico uso en la vasta comarca. Es uno de los motivos más profundos de su cultura, origen de notables aciertos en medicina aborigen.

Su pronunciación debe ser iary, nombre que indica alma, dueña, madre de la planta. Yaryi, o Yaryhi, como algunos lo usan, no corresponde; mucho menos: Yarihi, como otros pretenden, especialmente extrafronteras, donde el habla guaraní es aligerado como la leche o como el vino para hacerla más comercial, menos agotable; impropio recurso que para ductilizar un idioma lo hacen maleable, mal expresado; malo, finalmente.

El sabio Bertoni, en un estudio meduloso acerca de la denominación de Kaá-iary, señala la incongruencia de llamarlo con apelativo de abuela, o Yaryi, proponiendo la voz iary, por ser más propia y adecuada.

Fuente: LEYENDAS DEL PARAGUAY. MITOLOGÍA GUARANÍ. Por TOMÁS L. MICÓ. Imprenta Salesiana. Asunción - Paraguay 1997 (93 páginas).

 

 

 

GALERÍA DE MITOS Y LEYENDAS DEL PARAGUAY

(Hacer click sobre la imagen)

 



Portal Guarani © 2025
Todos los derechos reservados
Desde el Paraguay para el Mundo!
Acerca de PortalGuarani.com | Centro de Contacto
Facebook - PortalGuarani Instagram - PortalGuarani