PAYÉ
Versión de GIRALA YAMPEY
El Payé, consiste en un sortilegio, embrujo o manipulación mágica utilizada para realizar diversos conjuros o exorcismos, en procura de conseguir los favores de la persona amada o para hacer algún daño a quien se desea perjudicar. Por medio del paye, se hace el bien o el mal. Entendemos que prevalecen los que son bien intencionados, sobre todo los destinados a lograr éxitos amorosos. Hay sortilegios que llevan malas intenciones. Se urden para transmitir pesadumbres, enfermedades y los peores padecimientos, contra alguien aborrecido para que sufra los efectos perjudiciales del hechizo.
El encantamiento puede obrar sobre personas cercanas o lejanas. Para contrarrestarlo, sean buenos o malos, debe recurrirse a la intervención de otra payesera, conocedora del mágico arte, versada en el hermético oficio clandestino, para que con su poder anule el efecto del anterior.
Para el exorcismo, se utilizan amuletos, talismanes o se realizan diversos rituales que, con ceremoniales más o menos secretos, tienen el objetivo de conquistar los favores de la persona amada. Ése es el payé bueno, bien intencionado. El malo, busca perjudicara la persona contra quien va dirigido, haciendo que pierda la memoria, o la misma vida.
Los reservados y furtivos actos esotéricos para la ejecución del payé, tienen variadas modalidades. Generalmente se confeccionan fetiches, se preparan brebajes, envoltorios diversos, indicaciones de conductas o acciones para ayudar al éxito del embrujamiento.
Quien realiza o "hace" la hechicería o encantamiento, es llamado: Payé o, más comúnmente payesero-a, ya que puede ser hombre o mujer. Al conjuro se le dice también: payé y, en la misma forma se designa al objeto, paquete o cosa que se utiliza para tal exorcismo. De tal forma, puede decirse que el Payé, hizo un conjuro o payé por encargo de fulano, entregándole el amuleto preparado o payé, que hizo a favor o en contra de zutano, y que tal persona ha quedado empayenado o padece ahora los efectos del payé.
El vocablo payé viene del guaraní Paje, que tiene la misma pronunciación. Desde la antigüedad, y hasta ahora entre los grupos guaraníes, se designa Paje (algunos pronuncian Paié), al guía espiritual, médico, sacerdote del grupo indígena. Luego, el mismo vocablo, algo distorsionado, se aplicó al clérigo o misionero católico, al que llaman: Pa'i, reemplazando a los sacerdotes aborígenes. Todo se origina realmente en el más antiguo vocablo: pa'ÿ (ÿ, nasal), que significa: "el que nunca acaba", el que no termina, el inmortal.
Para "hacer" Payé, o para suprimir sus efectos, es decir, para realizar el exorcismo o magia, hay multitud de fórmulas. Se utilizan los más increíbles y raros materiales: Paquetitos conteniendo hiervas, pelos, plumas, fotografías, prendas íntimas y un sin fin de objetos. El payesero, utiliza pases mágicos, diversos preparados y otras suertes de actos simbólicos, si es posible ante la misma persona o una fotografía, ya sea para atarlo al payé amoroso o para alejar los males o daños que ocasionó otro sortilegio por lo que quedó empayenado. También se estila usar incensarios, imposición de manos y otras ceremonias y rituales destinados a provocar la anulación del maleficio anterior o para ahuyentar los efectos nocivos y "limpiar" al afectado de los daños.
Conforme al deseo del mandante, o los daños sufridos, actuará el payesero. Él conoce su arte y los maleficios, incluyendo actos esotéricos y fetichistas, como tallar la figura de la supuesta víctima y entregarla a quién optó por hacer un payé, o utilizar una fotografía para clavar en sus genitales, en la frente o en el corazón, alfileres preparados y empayenados. Logrará atraer los afectos de quién desee o dañará al supuesto enemigo.
Una pequeña imagen de San la Muerte, confeccionado de la falange de una calavera, introducida bajo la piel, es un payé que protegerá a quién la lleve, de mil peligros, hasta de las balas. Las plumas del kavure'i (pequeña lechuza carnicera), son famosas por su payé.
Quien las lleve consigo, tiene asegurado el éxito con las guainas. Colgadas en algún lugar del negocio, atraerá a la clientela.
Los correntinos dicen: "Corrientes tiene payé", porque quién visita la ciudad queda hechizado por sus bellezas y la calidez de su gente. Volverá a repetir la experiencia. El efecto del payé lo hará volver. En otros puntos y otros países se usa también el término payé con el mismo sentido. Es un curioso mito devenido del pensamiento colectivo guaraní. Su origen se entronca con antiguas supersticiones. Sabemos que se trata de una fabulación, pero quien crea en él, sufrirá sus efectos.
Fuente: MITOS Y LEYENDAS GUARANÍES por GIRALA YAMPEY. Editorial Manuel Ortiz Guerrero, Patronato de Leprosos del Paraguay. Tapa: Búho, fotografía de una cerámica indígena. Asunción - Paraguay, 2003. 177 páginas.
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