PASO KABARÁ

Versión: IHSOINDIH

A 3 kms. del municipio de Yaguarón hacia el occidente, existe un lugar denominado "Paso Cabará" por el lenguaje lugareño, situado sobre el camino que comunica con el vecino de Itá. El sitio es solitario y agreste, no se encuentra vivienda alguna en la cercanía. Sólo está poblado de árboles que dan origen a un bosquecillo tupido, resto de la selva gigante de otrora. El lugar es célebre por los espíritus de las tinieblas que atemorizan a los viandantes en mala hora de la noche.

En una noche por cierto, un joven de a caballo de apellido Servín, finado, procedente de Cerro León, que se dirigía a Capiatá para visitar a los parientes, fue asustado mortalmente por la aparición de un ente monstruoso en el mencionado lugar. Al arribar a este sitio, escuchó un ruido confuso y tétrico en el seno del bosquecillo semejante a una terrible tormenta que azotaba con furor la arboleda, y en abrir y cerrar de ojos, se le apareció un bulto extraño que saltó sobre el anca del caballo que empezaba a bufar y temblar. Entonces el jinete, dando vuelta, miró hacia atrás, y vio a un ser extraño con cara de cabra cuyo aliento muy helado le hacía tiritar todo el cuerpo de un frío intenso y continuado. Sin embargo, el joven siguió viaje bañado de un sudor helado sobre el montado tembloroso. Pero no pudiendo caminar más el caballo con naturalidad bajo el peso de la carga macabra, se acercó a la tranquera de D. Leoncio Avalos, no lejos del lugar del suceso. Al bajar del caballo el viajero para abrir la tranquera, desapareció misteriosamente el ente monstruoso, del anca. Servín llegó a la casa de D. Leoncio, y le relató lo que le había sucedido.

El dueño de casa le dio hospedaje, y le atendió muy bien. Al día siguiente, volvió a su casa antes de llegar al pueblo adonde iba. Servín, mocetón robusto y lleno de vida, enfermó del terror pánico después del hecho maravilloso hasta que falleció.

Desde aquel suceso singular, el lugar fue denominado "Paso Cabará" que sigue siendo célebre por los genios de la selva o espíritus de las tinieblas que se divierten en asustar a los mortales que se atreven a molestarlos en la hora destinada al descanso y al sueño de esos seres protectores de la naturaleza.

Fuente: MITOS Y LEYENDAS DEL PARAGUAY. Compilación y selección de FRANCISCO PÉREZ-MARICEVICH. Editorial EL LECTOR - www.ellector.com.py . Tapa: ROBERTO GOIRIZ. Asunción-Paraguay. 1998 (187 páginas)

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