MADE IN PARAGUAI. NOTAS SOBRE LA PRODUCCIÓN DE CIUDAD DEL ESTE
Por FERNANDO RABOSSI, 1
RESUMEN:
Este artículo propone desnaturalizar categorías y estereotipos sobre el Paraguay construidos desde Brasil a partir de una reconstrucción de las relaciones comerciales históricas entre ambos países. El análisis se centra en el desarrollo de Ciudad del Este como eje de categorizaciones en torno de lo “paraguaio” y las derivaciones que tal significante adopta en los medios brasileños como sinónimo de lo falsificado o de mala calidad. El artículo subraya el lugar central que ocupó la ciudad en la provisión de mercaderías importadas en Brasil y en la constitución de imágenes y estereotipos sobre Paraguay presentes en ese país. Se busca brindar una imagen compleja del funcionamiento de la dinámica fronteriza considerando múltiples escalas de análisis, que van desde la política de los Estados hasta los micro circuitos de personas y mercancías.
El presente artículo tiene por objetivo presentar algunos aspectos llaves para entender el desarrollo de Ciudad del Este. La categoría ‘producción’ utilizada en el título se refiere a los diferentes procesos que modelaron la ciudad, específicamente en relación a su constitución como mercado de productos importados. Elegir la categoría producción está en diálogo con la primer parte del título, Made in Paraguai, que, conjuntamente con la historia de ese mercado, apuntan a subrayar el lugar central que ocupó la ciudad en la provisión de mercaderías importadas en Brasil y en la constitución de imágenes y estereotipos sobre Paraguay presentes en ese país. En este sentido, el Paraguai del título – tal como se escribe en portugués –, indica el lugar de enunciación y de investigación desde el cual este artículo está construido: Brasil.
Junto con Foz do Iguaçu (Brasil) y Puerto Iguazú (Argentina), Ciudad del Este es parte de la región conocida desde la década del 90 como la Triple Frontera; espacio considerado como abrigando todos los peligros y todos los negocios -lícitos e ilícitos- imaginables.2 Hoy en día, existe un conjunto de trabajos que han realizado una de-construcción de dicha imagen y que nos brindan herramientas para interpretaciones más sutiles y críticas (Rabossi, 2004: 21-24; Montenegro & Bélivau, 2006, Rabossi, 2010; Karam, 2010).
En este articulo me interesa explorar otro registro de inscripción pública de aquel espacio que está vinculado a la propia actividad comercial de Ciudad del Este y en el cual la (supuesta) calidad de los productos allí comprados funciona como metáfora que se aplica a todo lo que se relaciona con dicho comercio –personas, cosas, espacios– y que se hace extensible al país en general. Particularmente en Brasil, ‘made in paraguai’ es sinónimo de producto falsificado o de mala calidad y Paraguay, en términos generales, está asociado con esa imagen.3 Basta hacer una búsqueda en los medios de comunicación brasileros para ver los contextos en que la expresión ‘made in paraguai’ aparece: siempre haciendo referencia a algo que no es aquello que se dice que es.
Para ilustrar ese uso, veamos una muestra entre tantas otras: la nota escrita por el periodista Marcelo Marthe para la sección de televisión de la Revista Veja del 29 de agosto de 2007. El titulo dice “Made in Paraguai” y el subtitulo continúa, “Donas de Casas Desesperadas parece uísque batizado.” 4 La nota es una crítica a la versión local de la serie norteamericana Desperate Housewives, realizada por el canal brasilero RedeTV. La única referencia a Paraguay en la nota, además del título, es para realizar un juicio de valor negativo sobre la serie cuando se la decribe como “con forma de producto hecho en Paraguay” (“em jeitão de produto feito no Paraguai”).
Es interesante notar que no estamos hablando de un periodista que cubre exclusivamente cuestiones televisivas. Cinco años antes, en la nota “A guerra das versões”, Marcelo Marthe analizó el debate producido en la historiografía brasilera a raíz de la publicación del libro Maldita Guerra de Francisco Doratioto. Aun un periodista que es consiente del peso que las interpretaciones tienen a la hora de observar determinados eventos históricos, no considera en nada problemático colocar el nombre de un país como titulo de una nota para criticar una serie televisiva. Es tan naturalizado utilizar Paraguai como sinónimo de falsificado que ni siquiera es pensado como un problema de estereotipo ni de falta de respeto hacía otro país.
Un trabajo sistemático acerca de los estereotipos brasileros sobre Paraguay fue abordado en el proyecto Vestígios da Guerra Grande – as representações coletivas da ação militar contra o Paraguai, coordenado por el periodista e historiador Mauro César Silveira. Según Silveira, “[L]as alusiones peyorativas alcanzaron una presencia tan común que hoy, en 2009, la palabra Paraguai es significado de falsificación o fraude. Esta ‘evolución’ en el imaginario latino-americano es más una herencia funesta de la Maldita Guerra… ” (Silveira, 2009:207; ver también 2007:45). Tanto en el Postfacio de su libro A batalha de papel, como en una serie de artículos, Silveira presenta en detalle la amplitud de los estereotipos vehiculados en los medios de comunicación y la matriz histórica de muchos de ellos.
Aun aceptando la profundidad histórica de los estereotipos sobre Paraguay, cabría preguntarse por qué la cuestión de la falsificación es tan recurrente y por qué la formula made in paraguai pasó a funcionar como sinónimo de algo que no es verdadero. Solamente una investigación histórica de los usos de esas formulas nos permitirá responder esas preguntas. Sin embargo, tenemos elementos suficientes para formular algunas hipótesis. El hecho de que esas categorías –made in paraguai, falsificado– aparezcan asociadas a productos importados de otras partes del mundo – el whisky es recurrente en esas figuras –, nos remite al lugar que, a partir de determinado momento, se transformó en la principal puerta de entrada de los productos importados en Brasil: Ciudad del Este. Dada la centralidad que tuvo esa ciudad como centro de compras y provisión de mercaderías, el lugar que ella ocupó en la generación de esa imagen es fundamental. Precisamente por eso, conocer la historia de Ciudad del Este es importante ya que, como veremos a seguir, ella no es un producto ‘eminentemente paraguayo’ sino que es comprensible a la luz de una serie de interacciones y flujos, dentro de los cuales, Brasil ocupa un papel fundamental.
Tanto la hipótesis – que Ciudad del Este ha tenido un papel fundamental en la generación de las visiones brasileras contemporáneas sobre Paraguay – como la apuesta que este articulo propone – conocer la historia de Ciudad del Este como forma de deconstruir los estereotipos brasileros sobre Paraguay –, se fueron delineando en mi cabeza después de ver los problemas que enfrentaban las críticas a los estereotipos brasileros sobre Paraguay.
Las primeras reacciones que tenemos al tratar sobre estereotipos es relativizarlos o negarlos. ‘No todo lo que viene de Paraguay es falso.’ ‘Casi nada de lo que viene de Paraguay es producido en Paraguay.’ ‘Paraguay no tiene la homogeneidad que el estereotipo implica: hay honestos y deshonestos, productos auténticos y falsificados.’ Todo eso es cierto, y ha sido afirmado en cartas de lectores y respuestas a los medios de comunicación que vehiculan esos estereotipos. Sin embargo, revelando la limitación de esa estrategia, la contestación implícita que se delinea en la cabeza de muchos brasileros desarma esos argumentos subrayando el aspecto significativo que el estereotipo pretende afirmar. ‘No todo lo que viene de Paraguay es falso, pero ¿no es falso mucho de lo que viene de allá?’ ‘Puede no ser producido en Paraguay, pero los productos son comprados e ingresados desde allá.’ ‘En Paraguay, como en todas partes, hay honestos y deshonestos, productos auténticos y falsificados, la cuestión es con el peso que tienen los segundos términos de esas dicotomías: basta pensar en un presidente de la nación andando en un BMW robado.’
Tomando en cuenta esas dificultades, la estrategia de este artículo es otra. Si importados, falsificados y Paraguay vienen juntos desde las miradas de Brasil, me interesa analizar los procesos que tornaron esas asociaciones posibles. Detenernos en esos procesos nos permitirá visualizar esas relaciones de otra manera y, tal vez, crear las condiciones para que otras asociaciones sean establecidas.
CIUDAD DEL ESTE EN LOS CIRCUITOS SACOLEIROS
Mirada desde Brasil, Ciudad del Este fue mercado ocasional de compradores que buscaban sus artículos importados y también el lugar de provisión de grandes esquemas de contrabando. Pero no fue sólo eso. En la segunda mitad de la década del 80, se transformó en el mercado de abastecimiento de miles de comerciantes que compraban las mercaderías que venderían en sus ciudades de origen; ya sea de casa en casa, en sus puestos en la calle, en los mercados informales que comenzaron a crecer en las ciudad brasileras, en los comercios especializados productos electrónicos y de lujo o en los comercios de galerías y shopping centres. Los denominados sacoleiros, tal como son llamados los compradores brasileros que buscan mercaderías para revenderlas en sus ciudades de origen, llegaban de todas partes y volvían con las mercaderías que irían ganando cada vez más espacio.5
La escala y el alcance de los circuitos comerciales que se colocaron en movimiento fueron asombrosos. En un artículo publicado en noviembre de 1987 en un diario local de Foz do Iguaçu, se presenta con cierta novedad el aumento de ‘compristas’ –tal la palabra utilizada para denominarlos- que llegan de diversas partes de Brasil para hacer compras en Paraguay (Nosso Tempo,1987:3). Las autoridades aduaneras confirman el crecimiento y, tomando en cuenta los 100 ómnibus que vienen de otras provincias (estados, en portugués), calculan que unos 5000 compradores estarían llegando diariamente para realizar compras en la ciudad paraguaya. Los compradores son descriptos en la nota como poseedores de un pequeño capital que invierten en la compra de productos importados que después revenden entre grupos de conocidos o al comercio de sus ciudades. La forma de pasaje es adecuándose a la cuota de US$ 150 por persona para poder ingresar sus mercaderías, sufriendo a veces las arbitrariedades de los funcionarios encargados de la fiscalización.
Un año después, el encargado de la fiscalización de la Receita Federal en el Puente de la Amistad indica que unos 15.000 ‘muambeiros’ –la otra forma con que son conocidos quienes compran del otro lado de la frontera– cruzan diariamente a la ciudad paraguaya para comprar (FOLHA DE SÃO PAULO, 18/12/1988a). El mismo funcionario formula la explicación que se tornaría estándar en relación a los límites para la fiscalización en el Puente de la Amistad: la dimensión del movimiento coloca dificultades para un control sistemático (18/12/1988b). De ahí en adelante, el movimiento sólo aumentaría. Por ejemplo, el sábado 17 de diciembre de 1994, la intendencia de Foz do Iguaçu registró la llegada de 1200 ómnibus de excursión. Es final de año, vienen las fiestas y siempre el movimiento llega a su punto más alto. Pero si se mantuviese la proporción observada para los 100 ómnibus de 1987, estamos hablando de 60.000 personas que llegan en un único día a hacer compras. El movimiento es descomunal.
El bienio 94-95 es el momento pico de ventas y de sacoleiros que llegan a Ciudad del Este. A partir de entonces el movimiento comienza a decrecer año a año por una serie de causas que veremos adelante.6 Sin duda hay una correlación estrecha entre el crecimiento del mercado interno brasilero y la expansión del comercio de Ciudad del Este, tanto en lo que se refiere a demandas específicas vinculadas a sectores medios y altos –filmadoras, walkman, TV color, video caseteras, computadoras, entre otros– como a demandas más generales vinculadas a sectores populares y que van a ir ganando espacios propios de comercialización en las denominadas “feiras do paraguai”; generalmente, ferias de calle donde se comercializaban productos importados traídos de Ciudad del Este. Hoy en día, gran parte de los productos importados comercializados en las “feiras paraguaias” provienen de San Pablo. 7
Mirada desde los circuitos sacoleiros, Ciudad del Este fue uno de los mercados de productos importados que se consolidó en determinado momento como el principal lugar de compras de los comerciantes brasileros. En diversos momentos, otros mercados compitieron con ese lugar o se complementaron con Ciudad del Este. Los casos más claros fueron Miami y San Pablo. Pero, ¿cómo fue que ese mercado consiguió consolidarse y crecer hasta alcanzar el tamaño que alcanzo? ¿Cómo lo hizo dependiendo de circuitos que funcionaban al margen de lo legalmente establecido?
UNA VENTANA AL MAR – LA RE-CONFIGURACIÓN DE LAS RELACIONES ENTRE BRASIL Y PARAGUAY
Ciudad del Este fue fundada en 1957 con el nombre de Puerto Presidente Stroessner, nombre del entonces presidente paraguayo. Su fundación no es un evento aislado sino uno de los pasos de un proceso más amplio. Las palabras del entonces embajador paraguayo en Brasil en una conferencia pronunciada ese mismo año, describe sucintamente ese proceso:
“As relações entre o Brasil e o Paraguai são ótimas. A partir dos dois últimos anos, delinearam-se os problemas de grande transcendência que caminham a passo acelerado e começam a ser uma bela realidade. Estrada de rodagem de Asunción ao mar, seguindo por Coronel Oviedo e Foz do Iguaçu até chegar a Paranaguá. Ponte Internacional sôbre o rio Paraná para facilitar o transporte pela referida estrada. Pôrto franco para o Paraguai em Paranaguá e para Brasil em Concepción. Utilização para os dois paises da energia hidráulica dos rios Acaray e Monday. Tratado Geral do Comércio e Inversões. Estrada de Concepción a Ponta Porá. Colégio experimental de Itapytapunta. E um tratado de intercâmbio cultural para a visita recíproca de professôres, escritores, cientistas e artistas e para a concessão de bôlsas de estudo. Partindo de Coronel Oviedo, as máquinas já estão rompendo a floresta virgem em sua marcha para o Este. Com essa estrada ficará expedida a antiga rota de Alvar Núñez. O Paraguai abrirá uma janela sôbre o mar e, depois de quatro séculos, respirará com dois pulmões. Essa estrada, que estabelecerá entre os dois povos uma confortadora corrente de intercâmbio econômico, turístico e cultural, consolidará vigorosamente a tradicional e leal amizade existente entre o Brasil e o Paraguai.” (Sanchez Quell, 1958: 47-48).8
Si tradicionalmente quien quería importar o exportar al Paraguay tenía que atravesar territorio argentino a través del río Paraná, con los puertos francos en el Atlántico brasilero y los caminos siendo construidos hacia ellos Paraguay conseguiría otra salida o, en la metáfora utilizada por Sanchez Quell y otros funcionarios paraguayos de la época, pasaría a ‘respirar con dos pulmones’. Ciudad del Este es parte de ese movimiento que, a diferencia de lo que el embajador supone y nos intenta convencer como mérito exclusivo del gobierno de Stroessner, es resultado de un movimiento que había comenzado a anteriormente.
La conexión entre el centro de Paraguay y el río Paraná había sido abierta en la presidencia de Carlos Antonio López a través de un camino que comunicaba San Joaquín y Tacurupucú –que más tarde se transformaría en Hernandarias– (Lopez, [1857]), reabierto provisoriamente en la presidencia de Bernardino Caballero (Ynsfran, 1990:50). El plan de una conexión ferroviaria con Brasil es de final del siglo XIX (de Bourgade, 1889: 266ss),9 el cual será retomado en varias oportunidades, realizándose inclusive los estudios correspondientes.10 Sin embargo, esos proyectos quedarán en el papel por una serie de conflictos y crisis que sacudirán el escenario paraguayo, brasilero e internacional.
Recién en la década del ’40 se va a concretizar el acercamiento entre Brasil y Paraguay que mudará el patrón de relaciones hasta entonces imperante en la región. En 1941, el presidente Getulio Vargas realiza la primera visita de un presidente brasilero al Paraguay, entonces presidido por el General Higinio Morínigo Martínez. Además de una serie de acuerdos sobre intercambios comerciales, técnicos y culturales, ese mismo año fueron otorgadas facilidades portuarias al gobierno paraguayo en el puerto de Santos (Estado de San Pablo). Tal como la describiría Edgar Ynsfran, ministro del interior de Paraguay en el primer gobierno de Stroessner y fundador de Ciudad del Este, “La trascendente visita 11
del Presidente Vargas cambió un signo geopolítico. A partir de entonces, la manecilla de la brújula de nuestra política externa empezó a girar levemente del Sur al Este: se inició el eficiente y semanal servicio del Correo Aéreo Militar Brasileño. Desde Asunción viajaban becarios, funcionarios y turistas; de la capital carioca nos llegaban técnicos, diplomáticos, y material para el fomento de la educación y la cultura.” (Ynsfrán, 1990:59).
Ese “giro geopolítico” – tal como lo describe Ynsfran – se realizará de forma efectiva un década más tarde con la concreción del corredor oceánico. En 1955 la Comisión Mixta Paraguayo-Brasileña comenzó la construcción de la ruta entre Coronel Oviedo (PY) hasta el margen del río Paraná a la altura de Foz de Iguaçu; ruta que quedaría inaugurada en 1959. En 1956, Paraguay ganará facilidades portuarias en el puerto de Paranagua (Estado de Paraná). Ese mismo año, se firmará el convenio para la construcción del puente que unirá Paraguay y Brasil.11 La fundación de Puerto Presidente Stroessner en 1957 fue planeada para recibir esa ruta y desenvolver una ciudad allí donde los dos países iban a unirse. Las palabras del Ministro del Interior paraguayo en el acto de fundación de la ciudad exprimen bien ese diseño estratégico:
“Ya habéis oido, señores, las razones que han impulsado al Superior Gobierno, en ejercicio de atribuciones que le confiere la Constitución Nacional, para disponer la fundación de una ciudad, que será en el futuro una etapa intermedia en la nueva arteria vial, que partiendo de nuestra histórica ciudad capital llevará el aliento paraguayo a las costas del Océano Atlántico. […] Desde las barrancas de esta tierra que hoy pisamos, nacerá uno de los extremos del puente internacional; al unirse con el que partirá desde la vecina orilla, fundirá en estrecho e indestructible abrazo a nuestra patria con la hermana República de Brasil. (…) Ultima etapa del tramo paraguayo del nuevo camino, la fundación de esta ciudad, es una forma de anticiparse al futuro; un medio de dotar desde ahora mismo a esta región de esa organización que será imprescindible mañana para facilitar su desenvolvimiento y su grandeza. Intuimos al porvenir y nos preparamos para recibirlo.” (Ynsfran, 1990:105).
El Puente de la Amistad une, de hecho, la ruta nacional brasilera BR-277 y la Ruta Internacional No 7 del lado paraguayo; la primera conectando Foz de Iguaçu con Curitiba y la segunda Ciudad del Este con Asunción.
La estructura final del Puente de la Amistad fue inaugurada el 27 de marzo de 1965 con la presencia del presidente paraguayo Alfredo Stroessner y del brasilero Humberto Castello Branco. La obra, todavía en construcción pero con toda su estructura de hierro pronta que permitía el pasaje sobre el Paraná, fue inaugurada 4 años antes –el 27 de enero de 1961- por los presidentes Stroessner y Juscelino Kubitschek. En dicha ocasión, además de otorgarle al presidente Kubitschek la ley por la cual se le confiere la Ciudadanía Honoraria del Paraguay y la resolución de la Universidad Nacional por la cual se le otorga el ‘galardón’ Doctor Honoris Causa, Stroessner anuncia la entrega por parte de Kubitschek de los estudios realizados por técnicos brasileros para la construcción de la represa del río Acaray, a unos kilómetros de la ciudad. Financiada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) e inaugurada en 1968, Acaray fue la primera usina hidroeléctrica del Paraguay.
En 1969 se inauguró la ruta BR-277 que une Foz de Iguaçu a Curitiba, completándose el corredor que ligaba el centro de Paraguay con la costa brasilera. La presencia de Stroessner en la inauguración de una ruta nacional brasilera es comprensible a la luz de la declaración firmada con su par brasilero, Costa e Silva: “...reunidos el día 27 de marzo de 1969, en la ciudad de Foz do Iguaçu, para la inauguración de la ‘BR 277 – Ruta del Atlántico’, que integra, a través del Puente de la Amistad, la ruta Asunción-Paranaguá.” (ESTADO DE SÃO PAULO, 28/03/1969, traducción propia).
CIUDAD PRESIDENTE STROESSNER/ FOZ DO IGUAÇU: PLATAFORMAS COMERCIALES PARA EL OTRO LADO DE LA FRONTERA
La fundación de Puerto Presidente Stroessner va a ser uno de los pasos en la concreción del corredor que le permitió a Paraguay tener una salida por tierra hacia el Océano Atlántico. Dicha ciudad pronto se transformó en el canal privilegiado de entrada de las importaciones y salida de sus exportaciones.
En cada ciudad se fue consolidando un flujo de productos específico orientado al otro lado de la frontera. Así, la ciudad brasilera de Foz do Iguaçu se transformó en la plataforma comercial de artículos brasileños para Paraguay. En las proximidades del puente se establecieron varias casas importadoras para comercializar productos industrializados brasileños. A su vez, del otro lado del puente, en Puerto Presidente Stroessner, se van a establecer comercios de productos importados de diversas partes del mundo, además de aquellos que venden productos artesanales paraguayos.
Concentrémonos primero en el flujo de mercaderías de Brasil a Paraguay. A finales del 50, considerando las posibilidades que la construcción del puente abriría, algunos comerciantes que habían llevado la producción industrial brasileña al oeste de Paraná, se localizaron en Foz do Iguaçu con miras a aprovechar el mercado paraguayo, hasta ese entonces sin productos brasileros. Muchos eran inmigrantes libaneses, que junto a brasileños y paraguayos desarrollarían uno de los mercados fronterizos más dinámicos de productos brasileños.12
El flujo de mercaderías de Foz do Iguaçu a Ciudad del Este siempre ha sido importantísimo.13 Las palabras de Adônis da Cunha Ramos, jefe de la Receita Federal en Foz do Iguaçu, son ilustrativas.14 En una entrevista de 1989, un periodista le pregunta si es posible hacer un cálculo del valor de mercaderías importadas ingresadas desde Paraguay en base al contrabando incautado:
[Ramos] - Cerca de um quinto da exportação do Paraguai por Foz do Iguaçu se dá de forma irregular, o que representa, mensalmente, entre 15 a 20 milhões de dólares. É mercadoria que entra no Brasil sem pagar taxas alfandegárias.
[Mazzarrollo] - E o contrabando daqui para Paraguai?
[Ramos] - É ainda maior.
[...]
[Mazzarrollo] - Essa espécie de área de livre comércio existente no Paraguai afeta de alguma maneira o Brasil ou os interesses do seu fisco?
[Ramos] - Não. Esse comércio pode ser algo incômodo para o Brasil, mas é tolerado, e o papel da Receita Federal é modulá-lo. Em sua maior parte, os produtos ali vendidos são de má qualidade e tem pouca vida útil, às vezes nenhuma, de maneira que esse comércio não afeta nosso parque industrial. Os próprios cruzados despejados no Paraguai acabam voltando ao Brasil através dos compradores paraguaios que aqui se abastecem. Os paraguaios gastam mais no Brasil do que os brasileiros gastam lá (NOSSO TEMPO, 21-27/07/1989).
La escala que adquiere el flujo de mercaderías de Paraguay a Brasil durante la década del 90 parece quitarle importancia a esta apreciación. Sin embargo, el flujo de mercaderías de Brasil a Paraguay ha sido y continúa siendo de enorme magnitud y fundamental importancia. En una región que suele ser retratada exclusivamente por las mercaderías importadas que salen de Paraguay, señalar la importancia de los flujos de mercaderías que van en sentido contrario es fundamental. Inclusive para entender las condiciones de posibilidad y de crecimiento de los flujos de importados de Paraguay, los cuales se insertan en un cuadro de tolerancias compartidas antes que en meras omisiones estatales.
Hasta la mitad de la década del 90, las casas exportadoras de Foz do Iguaçu funcionaban como representantes o intermediarias de empresas brasileñas que vendían al Paraguay. Desde 1995, con la entrada en vigencia del MERCOSUR y otras transformaciones que modificaron la estructura del comercio de exportación, gran parte de ese movimiento se da directamente desde los centros de producción en Brasil y atraviesan el puente rumbo a otros lugares de Paraguay, principalmente a Asunción. Las casas exportadoras localizadas en Foz do Iguaçu –la mayor parte de ellas en Jardim Jupira y Vila Portes– dejaron de tener la centralidad que tenían en el comercio con Paraguay. Ya en 1996, por ejemplo, de las 349 casas exportadoras funcionando en 1995, más de la mitad habían cerrado sus puertas (Barakat, 1999, p.27).
Después de la fundación de Puerto Presidente Stroessner, el flujo de mercaderías importadas proveniente de Paraguay se configuró a la luz de políticas económicas nacionales y otras medidas de alcance estrictamente local. Desde el plan de estabilización acordado con el Fondo Monetario Internacional en 1956, el gobierno paraguayo eliminó las tarifas externas de exportación, disminuyó los impuestos a las importaciones y nunca implementó una política de desarrollo industrial basada en un modelo de sustitución de importaciones (Hanratty & Meditz, 1988).15 Brasil y Argentina, por el contrario, implementaron este último modelo estableciendo altos impuestos o directamente prohibiendo la importación de aquellos productos cuyas industrias se pretendía incentivar. Estos elementos generales de la política económica paraguaya desde la asunción del General Stroessner al poder, asumieron un carácter particular en el caso de la entonces ciudad Presidente Stroessner, la cual se transformó desde temprano en la vitrina de los productos importados que no podían ser adquiridos en los países vecinos. El otro atractivo que se agregaba para los brasileños –debido a la prohibición que impera en ese país desde 1946– era el casino.
La primera concesión de una zona franca en Puerto Presidente Stroessner data de 1960, a través de un convenio firmado entre la Comisión de Administración de Puerto Presidente Stroessner y Foreign Markets Trading Corporation; convenio que fue aprobado y ratificado a través de la Ley 624/60. En 1971 se crea una Zona Franca Internacional cuya explotación es otorgada por el Poder Ejecutivo (Ley 273/1971 y 342/71). De a poco se fue definiendo un sistema basado en la concesión de excepciones impositivas que favorecía a aquellos que importaban productos para vender a los turistas que llegasen a la ciudad. Conocido como Régimen Especial de Turismo, el mismo comienza a ser aplicado para beneficio de algunas personas, se amplía para aquellos importadores que trabajan en la ciudad Presidente Stroessner, luego se generaliza para otras ciudades con aduanas para, finalmente, ampliarse a todos aquellos importadores que tuvieran como objetivo realizar ventas a turistas de paso por Paraguay.16
La consolidación de una amplia oferta de productos importados en Ciudad del Este se dio de la mano de comerciantes de diversos orígenes. Sumándose a los paraguayos y brasileños, comerciantes e importadores libaneses, taiwaneses, coreanos, chinos, hindúes – entre otros – fueron articulando nuevos circuitos comerciales. La forma en que esa oferta pasó a ser comprada y distribuida fue variando con el tiempo. En la consolidación de esos circuitos de distribución, fueron centrales muchos actores, no siempre localizados en territorio paraguayo, como veremos a seguir.
DE TURISTAS A SACOLEIROS: LA TRANSFORMACIÓN BRASILERA DE CIUDAD DEL ESTE
Al principio, el comercio de artículos importados de Puerto Presidente Stroessner tiene como clientes “públicos” – aquellos que llegan a la ciudad a realizar sus compras – a turistas brasileños y extranjeros que vienen de Foz do Iguaçu. Paralelamente, existían diversos circuitos de introducción de mercaderías en Brasil – en avión o en camión – controlados por autoridades, importadores y empresarios localizados en ambos lados de la frontera. Cuando a fines de los 70’s e inicios de los 80’s un número cada vez mayor de personas comienzan a comprar mercaderías para revenderlas en sus ciudades de origen, los primeros perjudicados fueron esos esquemas de contrabando, cuyos actores van a intentar – sin éxito – contener el flujo de los sacoleiros.17
Las condiciones que tornaron posible ese flujo se inscriben en varios planos. En primer lugar, la re-configuración de las relaciones entre Brasil y Paraguay descritas anteriormente tendrá otras consecuencias además de la fundación de la ciudad y la construcción del corredor hacia el Atlántico. Por un lado, va a jugar un papel fundamental en la expansión de la frontera agrícola paraguaya hacia el este del país, que sucede durante las décadas del 70 y 80 y que se nutre tanto de inmigrantes internos paraguayos como de una gran cantidad de inmigrantes brasileros: los llamados “brasiguayos”.18 Por otro lado, las nuevas relaciones entre Brasil y Paraguay van a ser claves para entender la construcción de la represa hidroeléctrica de Itaipú, que será un punto de inflexión en el desarrollo de Ciudad Presidente Stroessner y de Foz do Iguaçu.19 Además del impacto demográfico e infraestructural que la construcción de Itaipú tuvo en la región, el proceso de negociación que acompañó su concepción y toda su construcción, abrió la puerta a una serie de concesiones, excepciones y tolerancias entre ambos gobiernos que favorecieron el comercio y el transito entre ambos países.
Además de estas consecuencias derivadas de las relaciones entre ambos países, una medida implementada por el gobierno brasilero Tendrá un impacto fundamental en el desarrollo de los circuitos sacoleiros: la implementación, por decreto del presidente Ernesto Geisel en 1976, de un “depósito compulsorio” para todos aquellos que deseaban viajar al exterior y que obligaba a pagar un depósito para obtener el pasaporte y la visa policial necesaria para salir del país.20 El depósito, que tuvo un fuerte impacto en los viajes de compras al exterior, no era exigido para aquellos que viajaban a los países limítrofes. En vigencia hasta 1979, el depósito compulsorio impulsó el turismo doméstico fomentando el crecimiento de empresas de turismo local, la proliferación de vuelos domésticos y el auge del turismo de ómnibus. Con una oferta de artículos importados ya consolidada, y dado el lugar privilegiado en términos de conexiones e infraestructura, Ciudad Presidente Stroessner pasó a ser, para los brasileños, la ciudad de referencia para la compra de artículos importados provenientes del resto del mundo. Todos estos cambios van a producir una mudanza de escala que altera profundamente el comercio de la ciudad paraguaya.21
Así, un factor fundamental en el crecimiento del comercio de Ciudad Presidente Stroessner, fue la demanda de los compradores brasileños por productos importados. El alcance de ese comercio es comprensible cuando es colocado al lado del comercio de productos brasileños que inundan Paraguay. Es en las tolerancias compartidas por ambos gobiernos, resultado de los múltiples compromisos entre ellos, que podemos entender por qué las cosas alcanzan la dimensión que después sorprende. Claro que quienes realizan en la práctica ese inmenso mercado, son las miles de personas de diferentes orígenes que importan, exportan, que compran y venden, que llevan y traen.
Además de los productos importados, en la consolidación de circuitos comerciales alternativos de introducción de mercaderías desde Paraguay, también tuvieron un papel importante productos brasileros que eran reintroducidos en el país luego de ser exportados al Paraguay. El interés era la posibilidad de venderlos sin los impuestos que tiene en el mercado interno. Fueron varios los productos cuyos boom de exportación al Paraguay estuvieron vinculados a esos esquemas: enlatados, bebidas, lácteos deshidratados. No en todos los casos se puede afirmar que dichos mecanismo fueron estrategias de las propias empresas. Al final de cuentas, en qué circuitos entran los productos comprados no siempre puede ser controlado por la empresa exportadora. En algunos casos, sin embargo, el interés de las empresas por vender sus productos en el mercado interno sin impuestos es el principal objetivo de sus exportaciones. Cuando los productos ni siquiera cruzan la frontera, eso es obvio. Pero aun cuando salen del país, algunas empresas incentivan la reintroducción de sus exportaciones.
El caso más conocido es el de los cigarrillos. La mayor cantidad de cigarrillos contrabandeados al Brasil provienen de Paraguay. En los análisis de los medios de comunicación y las empresas localizadas en Brasil, la cuestión es enfocada a partir de la producción de cigarrillos en Paraguay y su vinculación con prácticas ilegales, sea a través de los mecanismos utilizados para introducir su producción en el Brasil –contrabando– o por la manipulación del derecho de patentes paraguayo para la utilización de marcas registradas en otros países. Sin embargo, la expansión de la producción de cigarrillos en Paraguay sólo puede ser entendida a la luz del crecimiento de la exportación de cigarrillos brasileños a ese país con el objetivo de ser reintroducidos de forma irregular.
Brasil exportó en 1989, 655 millones de cigarrillos al Paraguay. Cinco años después, en 1994, el número de cigarrillos exportados era 34 veces mayor, alcanzando los 23.143 millones. Como la exportación de cigarrillos no era tributada, un paquete de exportación en el mercado interno podía ser vendido por 70% menos que el valor de un paquete para venta local.22 En una nota periodística de 1998, Flavio de Andrade, presidente de la empresa Souza Cruz, reconoció esa estratégia, señalando que “[A] operação de exportação e retorno ilegal acaba se constituindo, infelizmente, no único mecanismo de defesa das indústrias de fumo contra a invasão de produtos de outros países.” (ISTOÉ, 1998). En 1999, la Receita Federal impuso un impuesto de 150% para la exportación de cigarrillos para América Latina poniendo fin a dicha circulación: si en 1998 la exportación a Paraguay llegó a 22.674 millones de cigarrillos, en el 2000 ya no hubo exportación.23
La interrupción de las exportaciones, no obstante, no borró los efectos de diez años de intensa actividad que podrían ser descritos a partir de tres resultados: la demostración de la rentabilidad del negocio, la abertura y consolidación de canales de introducción de mercaderías de forma irregular y, la circulación de empresarios y técnicos que ayudaron a desarrollar la industria paraguaya de cigarrillos. Es en el contexto de este movimiento que el crecimiento de la producción paraguaya de cigarrillos y su contrabando al Brasil se tornan comprensibles.24
CONCLUSIONES: ESTEREOTIPOS Y RELACIONES
Si terminé hablando de cigarrillos, de circuitos comerciales y empresas transnacionales, fue precisamente para subrayar una de las cuestiones que me parecen centrales a la hora de pensar el comercio de Ciudad del Este: su profunda interrelación con Brasil y con diversos circuitos transnacionales. Interrelaciones que, como intenté mostrar de forma resumida, participaron desde el inicio en su creación y su formación.
Paraguai es el Paraguay imaginado por los brasileños. Un Paraguay que, como traté de mostrar, no es simplemente el espacio ajeno y lejano de donde provienen una serie de productos de dudosa calidad, sino el resultado de una serie de relaciones que hicieron que, en menos de un siglo, la presencia brasileña – en términos económicos, políticos y demográficos – sea la influencia extranjera más significativa para entender el Paraguay contemporáneo.
La reproducción de los estereotipos sobre Paraguai en Brasil desconoce esta realidad. De hecho, podríamos decir que es preciso que esa realidad sea desconocida para que puedan continuar siendo reproducidos. Esto es así pues, para funcionar, un estereotipo precisa de límites claros. Caso contrario no podría operar con la fuerza de simplificación que necesita para funcionar de forma eficiente. Si dudamos que sus contenidos sean tan claramente asignables a otros, entonces la fuerza que tiene para operar distinciones en el mundo pierde sentido. El interés de este artículo fue presentar elementos para diluir los contenidos de los estereotipos que circulan en Brasil sobre Paraguay en el campo de las relaciones que articulan ambos países, revelando responsabilidades y prácticas compartidas.
NOTAS
1 Licenciado en Ciencias Antropológicas por la Universidad de Buenos Aires (1997), Magíster en Migraciones Internacionales y Relaciones Étnicas por la Universidad de Estocolmo (1999) y doctor en Antropología Social por el Museo Nacional de la Universidad Federal de Rió de Janeiro (2004). Actualmente es profesor del Instituto de Filosofía y Ciencias Humanas de la Universidad Federal de Rio de Janeiro.
2 Tríplice Fronteira en portugués o Tri-Border Area en inglés. Considerando que hay muchas triples fronteras en América Latina, la utilización de un sustantivo común como sustantivo propio (con mayúscula) para referirse a una triple frontera en particular, es el emergente del proceso de construcción del área como una región especifica con determinadas características. Sobre la especificidad de la Triple Frontera, ver Rabossi (2010).
3 En Argentina también existe el mismo tipo de asociación, aunque intuyo que la misma no está tan normalizada como en Brasil, si bien la forma en que se formulan ciertas expresiones sobre Paraguay y lo paraguayo puede ser aun más denigrante que en Brasil. Sin embargo, utilizando herramientas de busqueda en Internet que tienen portales en Brasil y Argentina –google o terra, por ejemplo- ese contraste queda claro. Mientras que en los portales argentinos, la expresión made in paraguay nos remite a sitios de promoción de productos paraguayos o a información del grupo musical que tiene ese nombre, en los portales brasileros, más de la mitad de los resultados remite a la utilización de la formula como sinónimo de falsificado o no autentico. En Paraguay, los elementos que constituyen ese retrato son englobados bajo el concepto de ‘Paraguay mau’, concepto que hace referencia a toda la gama de negocios ilegales desarrollados en ese país. ‘Mau’ significa mal en el guaraní que tiene fuerte interferencia del español -el denominado ‘jopara’-, y es usado para nombrar toda actividad realizada en forma distinta a como debería ser, utilizándose tanto para la actividad, para la persona que la realiza como para los objetos.
4 En Brasil, se dice popularmente que una bebida o un líquido fue bautizado cuando fue adulterado, generalmente con el agregado de agua. Además del whisky –tal como aparece en el texto–, también la leche, el vino y la gasolina pueden ser bautizadas.
5 Generalmente, las mercaderías compradas son cargadas en grande bolsas, palabra que en portugués se dice sacola. De ahí deriva el nombre sacoleiro. También son usadas las palabras comprista o muambeiro, la cual aparece asociada a la persona que negocia con contrabando o muamba – del quimbundo, carga.
6 A partir de los datos de visitantes en el Parque Nacional do Iguaçu (turistas) y los visitantes que llegan a la ciudad de Foz do Iguaçu, se puede hacer una inferencia tentativa sobre el número de personas que llegan a la ciudad para comprar del otro lado de la frontera. De acuerdo con esos cálculos, el flujo de compristas por semana sería, para el año 1994: 62.115; 1995: 65.673; 1996: 51.923; 1997: 33.950; 1998: 24.487 y 1999: 18.398. Para un análisis detallado de esos números, ver Rabossi, 2008a: 216ss.
7 Algunos elementos sobre la transformación en los circuitos brasileros de importados los traté en Rabossi, 2008b.
8 Conferencia de Hipolito Sanchez Quell pronunciada en el Instituto Histórico y Geográfico Brasileño, el 6 de mayo de 1957. Junto con otras tres conferencias, fue publicada en el libro Falando do Paraguai ao Brasil, en la Coleção Taunay de la editora del ejercito brasilero, Biblioteca do Exército. El prefacio es del historiador y político Pedro Calmon, entonces rector de la Univeridade do Brasil (que después se transformará en la Universidad Federal de Rio de Janeiro), quien presenta al autor con las siguientes palabras, “Historiador, homem publico, Embaixador no Brasil, Sánchez Quell quis e soube apresentar à nossa cultura vários aspectos do espírito guaraní...” (Pedro Calmon, en Sanchez Quell, 1958: 5).
9 El proyecto también aparece descrito en Koebel, 1917: 238ss.
10 El historiador Francisco Doriatoto describe el plan de conexión ferrioviário establecido durante el gobierno del presidente provisorio Eusebio Ayala y aprobado junto con el proyecto de conexión telegráfica, por el gobierno brasileño. En 1922 fue creada la “Comissão de Estudos da Estrada de Ferro Brasil-Paraguay” para la realización de los estudios (Doriatoto, 2006:7). En 1911, sin embargo, ya habían sido realizados estudios por ingenieros brasileros para la realización de un ferrocarril que uniría Asunción con Guairá, el cual había sido acordado entre los gobiernos de ambos países y comisionado al empresario brasilero Asdrúbal Nascimento (Leite, 1940: 151). En 1939, nuevos estudios fueron realizados siguiendo los acuerdos de 1938 entre ambos países. Para un relato del ingeniero que realiza los estudios, ver Leite, 1940.
11 Convenio firmado por representantes del gobierno de Paraguay y Brasil en Rio de Janeiro el 29 de mayo de 1956. La Ley No. 309 del 7 de setiembre de 1956 del gobierno paraguayo aprueba y ratifica el convenio para la construcción del puente internacional. El 14 de noviembre, Juscelino Kubitschek crea, a través del decreto No. 40.350, la “Comissão Especial da Construção da Ponte Internacional sobre o Rio Paraná”.
12 Para un análisis detallado de la inserción de los inmigrantes árabes en el comercio de frontera, ver Rabossi, 2007.
13 Detalle que no es menor si consideramos que tanto en Brasil, Argentina como en otros países, la mirada sobre aquella frontera reproducida en los medios de comunicación y por agentes gubernamentales está exclusivamente colocada en el flujo de mercaderías de Paraguay hacia Brasil.
14 La Receita Federal es la secretaria impositiva, tributaria y aduanera del gobierno brasilero. La misma es un órgano del ministerio de economía (Ministerio da Fazenda).
15 La Ley de Promoción de Inversiones para el Desarrollo Social y Económico (550/75) promulgada en 1975 y tendiente a favorecer el desarrollo de industrias y de áreas de prioridad (el Chaco paraguayo) estaba basada en la atracción de capitales a partir de la reducción de impuestos y otros incentivos para su localización en el país. Este tipo de política se van a generalizar regionalmente en los años 80.
16 Para un análisis del comercio de Ciudad del Este y del régimen a partir del cual se desarrolla, ver Penner, 1998 e Penner, et.al. 2005. Para un análisis del comercio de re-exportación y su impacto en la economía paraguaya, ver Connolly, Devereux & Cortes, 1995.
17 Para un análisis de esa transformación a la luz de los horarios de ventas y de los actores envueltos, ver Rabossi, 2008a: 73-76. Para un desarrollo más detallado de los procesos que se describen a continuación, ver idem, 214-243.
18 Una discusión detallada de las cifras y de la complejidad social que se encuentra detrás de la categoría ‘brasiguayo’ puede verse en Sprandel, 2000. La disertación de maestría de esta autora presenta un detallado análisis del proceso de formación de la categoría ‘brasiguayo’ en cuanto matriz identitaria utilizada en diversos contextos de movilización política a ambos lados de la frontera (Sprandel, 1998). El trabajo de José Lindomar Albuquerque es una etnografía detallada de los inmigrantes brasileros en Paraguai, prestando especial atención a las tensiones con la población paraguaya, los procesos inter-culturales y las disputas de poder (Albuquerque, 2010). Un trabajo minucioso sobre la inmigración brasileña en Paraguay desde un punto de vista geográfico, demográfico y social, es Souchaud, 2007. Sobre la expansión de colonos y productores brasileros en Paraguay ver también Nickson, 1981; Menezes, 1987 y Laino, [1977] Cap. III a VIII.
19 La construcción de la represa comenzó en 1974 y en mayo de 1984 fue inaugurada la primera unidad generadora de energía. De acuerdo con cifras de Itaipu Binacional – ente binacional encargado de la construcción y manejo de Itaipu –, 1978 fue el año pico en número de trabajadores con un total de 31.318 trabajadores. Las transformaciones en la ciudad de Foz de Iguaçu fueron analizadas por Patricia Godoy Sotuyo en su investigación sobre la construcción de las villas para trabajadores de Itaipu (Sotuyo, 1995).
20 La medida del gobierno de Geisel (1974-1979) ocurre en el contexto de una crisis internacional aguda, e intentó revertir una serie de signos de estancamiento en la economía brasilera evitando la evasión de divisas (SARMENTO E ALBERTI, 2002).
21 Cambios que envuelven nuevos centros de provisión de mercaderías, proliferación de marcas desconocidas y copiadas, nuevas formas de ventas (comercios auto-servicio) y nuevos grupos inmigrantes dedicados al comercio. Para un análisis más detallado de esas transformaciones desde el punto de vista de los vendedores ambulantes de la ciudad, ver Rabossi 2008a: 180-213.
22 La carga impositiva de los cigarrillos en Brasil corresponde a más del 70% del valor pago por el comprador.
23 La denuncia periodística de esa estrategia apareció en Valor Econômico (2002a), con la consiguiente respuesta de la compañía negando su envolvimiento en contrabando (ver por ejemplo, VALOR ECONÔMICO, 2002b; ESTADO DE SÃO PAULO, 2002). De hecho, Souza Cruz sabiendo de la denuncia de Valor Econômico, fomentó una nota publicada el mismo día en el Jornal do Commercio de Rio de Janeiro en donde se denunciaba el contrabando de cigarrillos como el gran límite para el crecimiento de la empresa. Las cifras citadas en la nota de Valor Econômico están disponibles en las bases de datos de Guilford Documents y Tobacco Library, accesibles desde el site del Canadian Council for Tobacco Control (www.cctc.ca). Sin embargo, si se leen las declaraciones públicas del presidente de Souza Cruz de 1998 (ISTOÉ, 1998) y la información disponible sobre el comercio de cigarrillos, esa estrategia ya tenía status público.
24 La importancia que tuvieron estas estrategias comerciales en la consolidación de los circuitos comerciales sacoleiros es lo que me interesa subrayar aquí. Si quisiéramos entender mejor el contrabando de cigarrillos en Brasil es necesario trascender las unidades nacionales y pensar globalmente ya que la exportación de cigarrillos con el objetivo de ser reingresados en los países de origen fue una estrategia global de la British American Tobacco, empresa de la cual Souza Cruz es subsidiaria (CPI 2000a, 2000b; CAMPBELL 2000a, 2000b; HOUSE OF COMMONS 2000). La circulación de cigarrillos en Brasil hace parte del movimiento transnacional del mercado de tabaco y participa de sus formas y sus dinámicas, por eso no puede ser comprendido exclusivamente a partir de explicaciones parciales tales como la ‘ilegalidad de las empresas paraguayas’, por la ‘hipocresía de las empresas brasileras’ o, tal como estas últimas denuncian. por la ‘voracidad impositiva del estado brasilero’.
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