PortalGuarani.com
Inicio El Portal El Paraguay Contáctos Seguinos: Facebook - PortalGuarani Twitter - PortalGuarani Twitter - PortalGuarani
PUBLICACIONES BASE INVESTIGACIONES SOCIALES - DOCUMENTOS

  PRESIDENCIALISMO MODERADO Y GOBIERNO DE COALICIÓN (MYRIAM YORE y MARIELLE PALAU)

PRESIDENCIALISMO MODERADO Y GOBIERNO DE COALICIÓN (MYRIAM YORE y MARIELLE PALAU)

PRESIDENCIALISMO MODERADO Y GOBIERNO DE COALICIÓN.

EMERGENCIA Y FRACASO DE UNA EXPERIENCIA INÉDITA

MYRIAM YORE

MARIELLE PALAU

 

BASE Investigaciones Sociales

Asunción, Paraguay

Noviembre, 2000

 

Documento de Trabajo N° 101

 

El presente Documento de Trabajo es el resultado de la actualización y adecuación de las ponencias “Coalición política, una experiencia inédita en el Paraguay” (versión preliminar) y “Presidencialismo moderado y gobierno de coalición, una experiencia inédita. El caso de Paraguay”, preparadas para el Seminario Internacional "Tipos de Presidencialismo y Coaliciones Políticas en América Latina", realizado los días 16 a 18 de septiembre de 1999 en Montevideo, Uruguay, con los auspicios de CLACSO, Grupo de Trabajo “Partidos Políticos y Sistemas Electorales” y el Instituto de Ciencia Política de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República, Uruguay.

 

 

 

CONTENIDO

 

 

1. INTRODUCCIÓN

1. EL PRESIDENCIALISMO AUTORITARIO PARAGUAYO (1954-1989)

2. LA TRANSICIÓN DEL SISTEMA PRESIDENCIAL PARAGUAYO (1989-1999)

2.1 LA REFORMA CONSTITUCIONAL, EN BUSCA DEL EQUILIBRIO PERDIDO

2.2 EL NUEVO ESCENARIO POLÍTICO, ENTRE LA CONFRONTACIÓN Y LOS PACTOS

3. ANTECEDENTE HISTÓRICO: BREVE GOBIERNO DE COALICIÓN EN EL 46

4. LA CONSTRUCCIÓN DEL PODER OVIEDISTA

5. CONDICIONES POLÍTICAS DEL SURGIMIENTO DE LA COALICIÓN

6. GOBIERNO DE COALICIÓN BAJO EL PRESIDENCIALISMO MODERADO

6.1 PRIMER ESCENARIO: RUPTURA Y EMERGENCIA DE LA CONCERTACIÓN

6.2 ¿CÓMO LLEGA EL ACTOR COLORADO A COMPARTIR EL GOBIERNO

6.3 ¿CÓMO LLEGA LA OPOSICIÓN AL COGOBIERNO

6.4 CARACTERÍSTICAS CENTRALES DE LA CONCERTACIÓN EN SUS INICIOS

6.5 LA PRIMERA CRISIS

6.6 DESAFÍOS Y PERSPECTIVAS DE CONSOLIDACIÓN AL FINAL DEL 99

6.7 SEGUNDO ESCENARIO: GOBIERNO, AL BORDE DEL PRECIPICIO EN EL 2000

6.8 DE LA DESLEGITIMACIÓN A LA INGOBERNABILIDAD

6.9 LAS RUPTURAS DE LOS SOCIOS DE LA “UNIDAD NACIONAL”

6.10 LA ACCIÓN DESARTICULADA DE LOS ACTORES SOCIALES

6.11 LA CRISIS GENERALIZADA

7. ALGUNAS CONCLUSIONES

BIBLIOGRAFÍA

 

 

INTRODUCCIÓN

 

Es posible distinguir dos etapas históricas en la evolución del presidencialismo paraguayo contemporáneo. Por un lado, la presidencia autoritaria del general Stroessner (1954-1989) bajo la cual se tuvo un gobierno dictatorial de hecho. Por otro lado, el presidencialismo moderado hacia el que evoluciona el régimen de gobierno desde los primeros años de la transición a la democracia y de manera más dinámica a partir de la reforma constitucional de 1992 y de los sucesivos cambios en el sistema electoral y en la naturaleza del sistema de partidos.

Este Documento de Trabajo presenta el desarrollo reciente del sistema presidencial en el Paraguay en cuyo marco institucional avanza con muchas dificultades el proceso de transición democrática iniciado en 1989 con el derrocamiento del régimen autoritario stronista, y emerge en marzo de 1999 y hace crisis, el primer gobierno de coalición pluripartidista en medio siglo.

Más concretamente, se analizan las nuevas formas de ejercicio del gobierno presidencial durante la década de los noventa, con la acotación -constitucional- de los poderes del presidente de la república, principalmente a partir de las reformas institucionales mencionadas y su incidencia en la transformación gradual del sistema de partidos, en la creciente competitividad que adquieren los procesos electorales, y la consiguiente pérdida de la histórica hegemonía parlamentaria del oficialista Partido Colorado.

Como hipótesis central se plantea que el tradicional presidencialismo autoritario paraguayo, basado en un sistema bipartidista con un partido hegemónico y excluyente1, ha empezado a democracia iniciado con el golpe militar de 1989, dando paso en forma gradual a un régimen de gobierno que puede ser caracterizado como de presidencialismo atenuado combinado con un pluralismo moderado, 3 en el que coexisten tres partidos relevantes, pero uno sigue siendo el predominante, en el marco de un sistema electoral más competitivo.

El nuevo marco constitucional en conjunción con los cambios graduales en el sistema electoral (fundamentalmente la introducción del sistema de representación proporcional D'Hont para la distribución de bancas en los cuerpos colegiados, la incorporación de las candidaturas -luego movimientos- independientes) y las nuevas tendencias a la fragmentación en el sistema de partidos en el Paraguay, fue produciendo en forma paulatina modificaciones importantes en el funcionamiento real del sistema presidencial de gobierno y en los procesos y resultados electorales de la transición, incidiendo a su vez en la praxis de los actores políticos.

En síntesis, se pueden destacar tres rasgos que perfilan el escenario político nacional en los años recientes:

a. La democratización del ejercicio del gobierno presidencial, por la desconcentración constitucional del poder del Presidente y un mayor equilibrio en la relación de los poderes del Estado, Ejecutivo, Legislativo y Judicial. La gobernabilidad estuvo condicionada desde 1993 principalmente por la capacidad de la Presidencia de establecer puentes de diálogo y escenarios de negociación con las diferentes fuerzas políticas en las cámaras del Congreso.

b. Lo anterior lleva a su vez a una creciente necesidad de búsqueda de coordinación interpoderes para facilitar el proceso y la eficacia gubernativa y asegurar la gobernabilidad, a partir de la pérdida de la antigua mayoría absoluta y disciplinada en ambas cámaras del Congreso por el partido de gobierno, ya sea por el control de la oposición del órgano legislativo (periodo 1993-1998), ya sea por la división de las bancadas oficialistas en las cámaras legislativas como reflejo de los conflictos interno partidarios (1993-1998/1998-2003).

c. Se afirma la tendencia hacia un escenario político caracterizado por la búsqueda de consensos entre los actores políticos parlamentarios, ya sea para competir por el poder, ya sea para gobernar. Los intentos y concreciones de pactos, acuerdos o coaliciones interpartidarios, en el ámbito de la oposición o, entre el partido de gobierno y los partidos de oposición han marcado el proceso político, principalmente desde 1993 bajo la gestión gubernativa de Juan Carlos Wasmosy.

En este escenario político ya sustancialmente modificado con respecto al que prevaleció desde el inicio de la transición en 1989 y hasta antes del 93, y ante el agudizamiento la crisis de gobernabilidad planteada al gobierno de Raúl Cubas en marzo de

1999, emerge el “gobierno de coalición” pluripartidista encabezado por el Partido Colorado y acompañado por los dos partidos de la oposición parlamentaria, el PLRA y el PEN; reducido actualmente a colorados y encuentristas.

En este sentido, marzo marca el punto de inflexión de la transición paraguaya a la democracia iniciada en 1989, como consecuencia de los trágicos acontecimientos de la semana del 23 al 28. La segunda hipótesis que se plantea es que la agudización de la crisis política con el asesinato del vicepresidente de la República y la masacre de jóvenes manifestantes, y su resolución con la caída del gobierno de Raúl Cubas por presión de un movimiento de resistencia ciudadana, produjo -lo que se percibió entonces como- una ruptura abrupta y profunda con el modelo de transición "desde arriba" y de gobierno fundado en el esquema monopartidista de control excluyente del poder que prevaleció desde 1947 bajo la sombra del pacto colorado militar de dominación.

Efectivamente, luego de 52 años de gobierno presidencial colorado, de monopolio del poder administrador y de control hegemónico del aparato estatal, por primera vez en la historia de esta segunda mitad de siglo la ANR se ve obligada a llamar a los principales partidos de la oposición con representación parlamentaria para compartir la responsabilidad en la administración del Estado, vía una coalición gubernamental.

Este trabajo pretende ser una reflexión sobre la conformación y el fracaso del inédito gobierno de coalición surgido en marzo de 1999, en un contexto en el que se combina el sistema presidencial con un multipartidismo moderado, consolidado en años recientes. En este sentido, Paraguay no se ha mantenido al margen de la tendencia latinoamericana al conjugar el presidencialismo con el multipartidismo. No obstante, se separa de la corriente continental, en cuanto al fracaso de la coalición como experiencia de gobierno compartido por las principales fuerzas políticas del país.

Para dimensionar mejor los cambios en el sistema político que se fueron dando en los últimos años, en medio de los esfuerzos por construir la democracia en el país, se empieza por exponer las características centrales del presidencialismo autoritario vigente en su forma "pura" hasta 1989. Luego se analizan los cambios institucionales -y los menos perceptibles cambios de la cultura política nacional- en particular la reforma constitucional del 92, las modificaciones sucesivas del sistema electoral y la rearticulación del sistema de partidos, y los modos en que dichos cambios están determinando la más importante transformación que se opera en el sistema político paraguayo en toda su historia.

A continuación se presenta el único antecedente histórico de una coalición en el país, se analizan las condiciones socio políticas de la emergencia de la concertación gubernamental en marzo del 99 y se esbozan las características, problemas y desafíos de este gobierno en su primer año y su crisis y fracaso en el segundo año de gestión. Se ofrecen unas conclusiones tentativas.

 

1.- La definición de bipartidismo con un partido hegemónico corresponde al sociólogo José N. Morínigo, pero es en general compartida por los cientistas sociales y políticos paraguayos. El peculiar bipartidismo paraguayo tiene, según Morínigo, las siguientes características:

a. "Los partidos no integran un sistema político compartiendo el gobierno, en el sentido amplio de este último término, sino más bien existe un partido que controla el poder, mientras que el otro puede tener vigencia en tanto acepte simplemente aparecer como adherido al poder, ejerciendo una oposición muy limitada, sin posibilidades de alterar la posición que ocupan los partidos dentro del sistema. En el bi-partidismo paraguayo, cuando uno de los partidos se halla en el poder, el otro se halla en la "llanura". La llanura tiene una profunda significación desde el punto de vista político. Implica una suerte de "exilio del poder", un "sitio" no solo alejado del poder, sino a su vez, un tiempo de castigo y de privaciones. Por eso, cuando el partido en el poder se ha desgastado a consecuencia de la corrupción, la impunidad, la falta de respuestas a los problemas urgentes de los ciudadanos, la expresión es que ese partido necesita ir a la llanura, lugar en donde, alejado del poder, podrá nuevamente purificarse.

b. Se garantiza la vida latente del partido que se encuentra al margen del control del poder político, es decir, se acepta la continuidad del partido en su expresión mínima, más que como una organización como un referente "ideal", que se sostiene en base a relaciones de carácter afectivo-tradicional, por consiguiente no existe una persecución a sus miembros en tanto estos no dinamicen la organización como para competir por el poder.

El partido se convierte en un referente de identidad social, por consiguiente entre el partido "ideal", visualizado a través de la declaración de principios, los estatutos y el ideario y el partido real, que se funda en la praxis concreta de los partidos, se produce un distanciamiento tan grande que el partido ideal simplemente tiene una función legitimadora de una opción Tradicional. Así por ejemplo, los afiliados al partido Colorado que fueron críticos de la dictadura, siguieron siendo colorados aun cuando el partido como organización y realidad colectiva tenga una praxis fundamentalmente antidemocrática. En estas circunstancias, el afiliado crítico se remite al partido ideal para justificar su continuidad en un partido con una praxis jerárquica y básicamente contraria a los valores de la democracia. Se recurre al partido ideal como una suerte de modelo que se sobrepone al partido real. Los símbolos partidarios son restrictivamente utilizados - música, bandera, color, etc.- en tanto pretendan ser utilizados como referentes públicos, precisamente porque significan salir de la vida latente, para por lo menos "discutir" el rol desempeñado dentro del sistema.

c. El esquema de participación electoral se halla tan limitado para el partido que se encuentra en la "llanura" que prácticamente lo que existe es una suerte de simulacro de elecciones, en donde los resultados son absolutamente previsibles y en donde la participación se realiza en el marco de reglas sustancialmente distintas para el partido que se encuentra en el poder y el que se encuentra fuera del mismo.

El límite del avance del partido de la "llanura" sobre el partido en el poder no es rígido, depende de la capacidad de negociación de ambos, aunque por principio el partido hegemónico no puede permitir un avance de tal envergadura que pudiera significar un desarrollo de la posibilidad de compartir el poder.

Una de las estrategias más conocidas para evitar que el partido en la llanura presione con suficiente empeño como para debilitar al partido hegemónico, consiste en dividir a las fuerzas de los partidos excluidos del poder.

En este sentido en la historia política del Paraguay el periodo que se extiende desde 1.962, hasta el golpe militar de 1.989 puede ser considerado como un ejemplo típico de la utilización de la estrategia divisionista para seguir manteniendo un sistema bipartidista con un partido hegemónico..." (Morínigo:1998;200-201)

El sistema de partido hegemónico o pragmático-hegemónico ha sido caracterizado por Sartori de acuerdo a las siguientes peculiaridades: "el partido hegemónico no permite una competencia oficial por el poder, ni una competencia de facto. Se permiten que existan otros partidos, pero como partidos de segunda, autorizados, pues no se les permite competir con el partido hegemónico en términos antagónicos y en pie de igualdad. No solo no se produce de hecho la alternación, no puede ocurrir dado que ni siquiera se contempla la posibilidad de una rotación en el poder" (Sartori, Giovani: 1987).

En este sentido, históricamente el bipartidismo paraguayo fue más formal que real. La historia política independiente del país, desde la formación de los dos partidos tradicionales, el Colorado y el Liberal (hoy PLRA), en 1.887, ha estado marcada por un sistema hegemónico y excluyente con uno u otro de los partidos controlando alternativamente el poder político por largos períodos, salvo el breve interregno que se extiende de febrero de 1936 a julio de 1937, cuando gobierna el posteriormente denominado Partido Revolucionario Febrerista (PRF). Fue así que los colorados gobernaron desde 1887 a 1904 y los liberales desde 1904 a 1936. Y a continuación, de nuevo el Partido Colorado, desde 1947. En los últimos 52 años, el coloradismo encarnó sucesivamente, entre 1947 y 1963, un gobierno monopartidario basado en un sistema de partido único no competitivo de tipo totalitario (de acuerdo a la tipología de Sartori), por la simple razón de que los partidos opositores estaban absolutamente proscriptos de la actividad política.

Y, desde 1963 hasta el presente, se convirtió en el partido "hegemónico" (Sartori) o el "partido dominante" , (concepto anterior desarrollado por Duverger como un sistema intermedio entre los sistemas pluralistas y los sistemas de partido único), por su sólida mayoría electoral en relación al conjunto de las fuerzas políticas de la oposición, por el número de afiliados y por el control monopólico de los recursos del Estado.

La vigencia de partidos menores en distintas épocas históricas no ha alterado en sustancia esta bipolaridad tradicional.

Finalmente, otra peculiaridad del sistema paraguayo radica en que nunca en la historia, un partido entregó el poder a otro partido como resultado de alguna competencia electoral sino de golpes de estado o guerras civiles.

2.- Morínigo remite el debilitamiento del sistema bipartidista con un partido hegemónico y excluyente a dos factores: a. El proceso de desgaste de los partidos tradicionales y la emergencia más clara de una tercera vía, (con la posibilidad de las candidaturas independientes y la inclusión del sistema D’Hont para la distribución de los cargos colegiados electivos,` introducidos entre las primeras modificaciones del Código Electoral en los años iniciales de la transición) y b. La creación de una ingeniería institucional que favorece la creación de un sistema multipolar, que pone en una situación difícil la continuidad de un sistema con partido hegemónico (Morínigo:1998;226)

3. En la clasificación de los sistemas de partidos propuesta por Sartori, la categoría del pluralismo moderado se sitúa por oposición al pluralismo extremo, y en ella pueden coexistir entre cinco o seis partidos relevantes en el marco del sistema multipartidista o pluripartidista (Sartori, Giovanni, Conferencia de Giovanni Sartori en el Instituto Italiano de Cultura, Montevideo, Lunes 26.10.98).

 

 

N° 101. Presidencialismo Moderado y Gobierno de Coalición. Emergencia y fracaso de una exp. inédita - Myria...

 

 

Fuente digital : http://www.baseis.org.py

Registro: Agosto 2011

LIBRO DIGITAL

 







Portal Guarani © 2024
Todos los derechos reservados, Asunción - Paraguay
CEO Eduardo Pratt, Desarollador Ing. Gustavo Lezcano, Contenidos Lic.Rosanna López Vera

Logros y Reconocimientos del Portal
- Declarado de Interés Cultural Nacional
- Declarado de Interés Cultural Municipal
- Doble Ganador del WSA