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  DAÑO CELULAR EN UNA POBLACIÓN INFANTIL POTENCIALMENTE EXPUESTA A PESTICIDAS

DAÑO CELULAR EN UNA POBLACIÓN INFANTIL POTENCIALMENTE EXPUESTA A PESTICIDAS

DAÑO CELULAR EN UNA POBLACIÓN INFANTIL

POTENCIALMENTE EXPUESTA A PESTICIDAS

DRA. STELA BENÍTEZ LEITE*

DRA. MARÍA LUISA MACCHI*

LIC. VIRGINIA FERNÁNDEZ**

LIC. DEIDAMIA FRANCO**

BIOQUÍMICO: ESTEBAN FERRO***

LIC. ANDRES MOJOLI**

LIC. FABIOLA CUEVAS**

EST. JORGE ALFONSO**

EST. LUCIANA SALES**

 

BASE Investigaciones Sociales

Facultad de Ciencias Médicas (FCM) UNA

Facultad Ciencias Exactas y Naturales (FaCEN) UNA

Cátedra de Bioquímica FCM-UNA

Asunción, junio de 2010

 

* Cátedra de Pediatría – FCM - UNA.

** Laboratorio de Mutagénesis Ambiental – FaCEN - UNA.

*** Cátedra de Bioquímica FCM - UNA.

 

Documento de Trabajo Nº 131

ISSN 1810-584X

 

 

RESUMEN

 

Los pesticidas pueden producir efectos agudos o crónicos en la salud humana. Muchos de ellos pueden provocar daño en el material genético. Esta modificación en la información genética se ha relacionado con un alto riesgo de padecer cáncer. El objetivo del presente trabajo es indagar el daño en el material genético de una población infantil expuesta potencialmente a pesticidas en el ambiente. El diseño metodológico fue de tipo observacional y transversal. Participaron en el estudio 48 niños expuestos potencialmente a pesticidas y 46 niños no expuestos. Se obtuvo muestra de la mucosa bucal para determinar daño en el material genético a través de la frecuencia de micronúcleos (MN). Se encontró en el grupo expuesto potencialmente a pesticidas un promedio mayor de micronúcleos (5,1±2,9 vs 1,8±2,0; p<0,0001), un promedio mayor de células binucleadas, (3,5±2,7 vs 1,4±1,4; p<0,0001), mayor frecuencia de cariorrexis (18,2±18,4 vs 5,8±18,4; p<0,004) y picnosis (24,8± 18,0 vs 17,1±8,3; p<0,03). El 40% (19/47) de los niños expuestos potencialmente a pesticidas tuvieron un tiempo de exposición de 6 años. Esta investigación aporta evidencias de daño genético en la población potencialmente expuesta a pesticidas en el ambiente

Palabras claves: genotoxicidad – pesticidas – niños – medio ambiente

 

 

CONTENIDO

RESUMEN

GLOSARIO

INTRODUCCIÓN

1. MARCO METODOLÓGICO

1.1 OBJETIVO GENERAL

1.2 OBJETIVOS ESPECÍFICOS

1.3 PACIENTES Y MÉTODOS

1.4 MEDICIÓN

1.5 ANÁLISIS ESTADÍSTICO

2. RESULTADO

3. DISCUSIÓN

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

 

 

INTRODUCCIÓN

 

Los pesticidas constituyen una categoría heterogénea de químicos específicamente diseñados para el control de plagas, malezas o enfermedades de las plantas(1).

Su aplicación es todavía el modo más aceptado y efectivo para proteger a las plantas de las plagas.

Han contribuido significativamente a mejorar la productividad agrícola y el rendimiento de las cosechas y ayudado a limitar la expansión de enfermedades de las plantas. Sin embargo, los pesticidas también tienen efectos nocivos y pueden dañar la salud humana así como el ambiente.

El rango de estos efectos adversos sobre la salud incluye daño agudo e injuria permanente al sistema nervioso, daño pulmonar, daño a órganos reproductivos, disfunción del sistema endocrino y del sistema inmune, defectos del nacimiento y cáncer. Un total de 890 ingredientes activos están registrados como pesticidas en los Estados Unidos de América y actualmente son comercializados en 20.700 productos pesticidas. Muchos de estos componentes permanecerán en el ambiente por muchos años(1,2,3). Todas las personas están inevitablemente expuestas a los pesticidas a través de la contaminación ambiental o el uso ocupacional. La población general está expuesta a los residuos de los pesticidas incluyendo los productos físicos y biológicos de degradación en el aire, agua, suelo y los alimentos (1). Los casos de intoxicación aguda por pesticidas son una causa de morbilidad y mortalidad en el mundo. Los países en desarrollo son particularmente susceptibles debido a una pobre regulación, a la ausencia de sistemas de vigilancia, a un menor cumplimiento de la ley, a una ausencia de entrenamiento y a un inadecuado acceso a sistemas de información(4).

El grupo de tareas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para la Protección de la Salud Ambiental de los Niños ha declarado: “los niños no son adultos pequeños”. La premisa detrás de este principio es que los niños tienen una excepcional vulnerabilidad a los efectos agudos y crónicos de los peligros ambientales y que ellos son desproporcionadamente susceptibles en comparación con los adultos(5,6). Se ha reconocido que los niños son un grupo, dentro de la población, que tiene características particulares de exposición y especial vulnerabilidad a los tóxicos ambientales, y requieren una estrategia para la evaluación del riesgo, que considere sus características particulares(7).

Los niños tienen una exposición desproporcionadamente intensa a muchos agentes ambientales, beben más agua, consumen más alimentos y respiran más aire por peso corporal que los adultos; debido a su conducta “mano a boca”, tienen mayor chance de ingerir compuestos tóxicos presentes en el agua, suelo y polvo de los hogares(8). Los niños por su estatura menor pueden tener mayor exposición al vapor de pesticidas volátiles, particularmente aquellos pesticidas que en su fase gaseosa, tienen una densidad mayor que el aire(6).

Finalmente, los niños pueden diferir de los adultos en los niveles de detoxificación, en los procesos de reparación del ADN, y en la proliferación celular. La diferencia más evidente entre niños y adultos es el impacto reducido de tradicionales factores de confusión como el fumar cigarrillos y la exposición ocupacional. Los niños usualmente no fuman activamente y no están expuestos ocupacionalmente a agentes genotóxicos, al menos hasta la adolescencia. Sin embargo, pueden ser fumadores pasivos y tienen mayor chance de ingestión de polvo contaminado. La dieta del niño, que es menos variada que la del adulto, como factor de confusión, puede ejercer un impacto reducido o mayor si alguna parte de la misma se halla contaminada con agentes genotóxicos. Los niños, por razones relacionadas con su edad, son una población vulnerable, y proteger su salud es una prioridad social, científica y emocional(8,9).

La exposición a las toxinas ambientales puede ocurrir por varias rutas: inhalación, ingestión o absorción dérmica, y puede ser durante el período prenatal y a través de las etapas de desarrollo postnatal. Idealmente la evaluación de la exposición debería estar basada sobre cuestionarios y marcadores, caracterizando exposición interna y externa. Los marcadores externos pueden ser medidos en al aire, agua, polvo etc(8). Los marcadores biológicos han sido definidos como una alteración en los componentes celulares, bioquímicos, procesos, estructura o funciones, que son medibles en una muestra o sistema biológico(10).

Los pesticidas han sido considerados mutágenos químicos potenciales. La mayoría de las exposiciones ambientales y ocupacionales está relacionada con una mezcla de pesticidas por lo cual evaluar el potencial genotóxico de componentes simples podría no ser extrapolable a los humanos. El biomonitoreo en poblaciones humanas es una herramienta útil para estimar el riesgo genético frente a la exposición de mezclas complejas de químicos. Aunque un número de biomarcadores está disponible para evaluar respuesta genotóxica transitoria y permanente, los estudios de biomonitoreo se han enfocado esencialmente sobre aberraciones cromosómicas (AC), frecuencia de micronúcleos (MN) e intercambio de cromátidas hermanas (ICH)(1) .

El daño al genoma humano es probablemente la causa más importante y fundamental de enfermedades degenerativas y del desarrollo. Está bien establecido que el daño genómico está producido por exposición ambiental a genotoxinas, procedimientos médicos (radiación y químicos), deficiencia de micronutrientes (déficit de folatos), estilos de vida (alcohol, hábito de fumar, drogas y stress) y factores genéticos tales como defectos hereditarios en el metabolismo y reparación del ADN(11).

La medición de la frecuencia de MN en linfocitos de sangre periférica se utiliza ampliamente en epidemiología molecular y citogenética para evaluar la presencia y extensión de daño cromosómico en poblaciones humanas expuestas a agentes genotóxicos o para determinar la presencia de un perfil genético susceptible. La alta confiabilidad y el bajo costo de la técnica del MN, ha contribuido al éxito y a la adopción de este biomarcador para estudios in vitro e in vivo, de daños al genoma humano. Los micronúcleos se originan desde fragmentos cromosómicos o de cromosomas completos que no han sido incluidos en el núcleo principal de la célula hija durante la división celular. La formación de micronúcleos en células divididas es el resultado de ruptura cromosómica debido a ausencia o alteración de la reparación de lesiones del ADN, o mala agregación del cromosoma debido a mala función mitótica. El amplio uso actual del ensayo de MN es una oportunidad para aplicarlo en la planificación y validación de programas de vigilancia y prevención de cáncer(12). Estudios conducidos en niños expuestos a contaminantes ambientales revelaron claramente un incremento en la frecuencia de micronúcleos, comparados con los niños referentes(13).

Es esencial tener biomarcadores confiables y relevantes, mínimamente invasores, para mejorar la implementación de biomonitoreo, diagnóstico y tratamiento de enfermedades causadas o asociadas con daño genético. En este aspecto, la frecuencia de MN en células exfoliadas de la mucosa bucal es un método mínimamente invasor, y útil para el monitoreo del daño genético en humanos. El Human Micronucleus Project ha iniciado un proceso internacional de validación para el ensayo de MN en células de la mucosa bucal, similar al realizado previamente utilizando linfocitos humanos(11).

A partir de estas consideraciones, se investiga la presencia de marcadores biológicos de genotoxicidad en una población infantil que asiste a una escuela del barrio Los Naranjos de la ciudad de Ñemby, que se encuentra ubicada a pocos metros de un establecimiento industrial dedicado a la formulación y síntesis de químicos: insecticidas, fungicidas, herbicidas y coadyuvantes y otros productos para el agro.

Instalado desde junio del año 2003 en ese lugar, se definió esta situación como un factor de riesgo potencial para la salud, conforme a las conclusiones del informe final de la inspección técnica de la fábrica, realizada por el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social, la Secretaría del Ambiente y la OPS/OMS. Luego de la revisión de la capacidad de producción de la planta, las condiciones de manejo de los productos, procesamiento, almacenamiento, así como las deficiencias encontradas para el manejo y tratamiento de los residuos sólidos, líquidos y gaseoso, el equipo técnico concluye: “La existencia de emisiones y la eventual exposición de la comunidad, constituyen un riesgo para la salud de la población y de los trabajadores”(14). Se utiliza como marcador de genotoxicidad la frecuencia de MN en células exfoliadas de la mucosa oral, un método útil y mínimamente invasor para medir daño genético en humanos.

 

 


 

 

 

Nº 131. Daño celular en una población infantil potencialmente expuesta a pesticidas - Dra. Stela Benítez Le... by portalguarani

Fuente digital : http://www.baseis.org.py

Registro: Setiembre 2011

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