PortalGuarani.com
Inicio El Portal El Paraguay Contáctos Seguinos: Facebook - PortalGuarani Twitter - PortalGuarani Twitter - PortalGuarani
NIDIA GONZÁLEZ TALAVERA
12 de Junio de 1940
 
NIDIA GONZÁLEZ TALAVERA


Biografía

NIDIA GONZÁLEZ TALAVERA

Nidia González Talavera nació en los años 40, años especialmente complejos en el Paraguay, desde la perspectiva política, pues se estaba implantando un régimen de partido único y condiciones de intolerancia extrema. No obstante, los padres de Nidia se propusieron sobre todo dar a la niña la mejor educación posible.

Con un excelente desempeño escolar, en la Primaria, Nidia se ganó una beca para cursar la Secundaria nada menos que en el Colegio Internacional, una de las instituciones más prestigiosas del país. En el “Inter”, Nidia honró la beca y asombró a todos, pues a lo largo de los seis años de estudio fue prestigiada con el premio a la mejor alumna, lo que finalmente le hizo merecedora de una nueva beca, para la Universidad. La estrella de Nidia ya estaba brillando alto; todo indicaba que daría mucho de que hablar.

Hay una veta poco conocida de Nidia, que no pasó desapercibida para uno de los observadores más agudos de este tiempo; la veta literaria. Aún joven, ella impactó con algunos cuentos nada menos que a Carlos R. Centurión, quien no encontró mejor manera de dejar constancia de su asombro que incorporar una mención a la “prometedora” labor literaria de Nidia en su monumental obra sobre “Historia de la Cultura Paraguaya”.

El sueño de Nidia era cuidar animales, por lo que escogió la carrera de Veterinaria, que cursó en la Universidad Nacional de Asunción, concluyendo el mismo en tiempo normal y con excelentes calificaciones. Sin embargo, desde años antes estaba cautivada por ideas bien distintas, por lo que tempranamente decidió nunca ejercer la profesión; estaba con los problemas sociales y políticos a flor de piel, por lo que en momentos incluso tuvo conflictos serios, en el sentido de que le pareció que no había escogido la carrera más idónea.

A fines de los años 60 el movimiento político juvenil se enfrentaba a una realidad política compleja:

- Los partidos democráticos habían pasado a legitimar al stronismo, participando del Congreso Nacional. Estos eran los partidos Liberal, Liberal Radical y Revolucionario Febrerista. Muy solitariamente, el Partido Demócrata Cristiano, PDC, asumía la postura de frontal oposición a la dictadura.

- El Partido Comunista Paraguayo, en sus dos vertientes, “pro-soviético” y “pro-chino”, no se consideraba consecuente con las necesidades de la revolución socialista; era visto como inconsecuente.

En este contexto, surgió la “nueva izquierda”, que a su vez se debatió entre dos posturas claramente diferenciadas: la que apostaba a la lucha de masas y la que apostaba a la lucha armada. Ambas propuestas tenían paradigmas de alto nivel de seducción en la región, pues en 1970 llegara al poder por la vía electoral –de movilización de masas– Salvador Allende, al frente de la Unidad Popular; y por otra parte, los jóvenes eran sacudidos cotidianamente por referencias de todo tipo a movimientos como “Tupamaros”, de Uruguay, y “Montoneros”, de Argentina.

En el Paraguay, dos jóvenes referentes de la “nueva izquierda” polarizaron las preferencias: Juan Félix “Pon” Bogado Gondra, del Movimiento Independiente, por la organización y la movilización de las masas, por una parte; y Juan Carlos Da Costa, por la salida armada, por otra parte.

De ahí que el contacto de Nidia González con Juan Carlos Da Costa representaría un cambio radical en su vida, y no simplemente porque ello la llevaría a optar por una salida política armada, sino porque al convertirse en pareja del mismo, la transformaría en madre.

En 1969 la Policía Política abortó el primer intento de Da Costa de estructurar una Organización Política-Militar. Estuvo durante varios meses preso y en 1970 fue deportado a la Argentina. A comienzos de los 70 Nidia se embarazó y poco después nació la hija mayor de ella con Da Costa, Amandy.

MADRE Y MILITANTE

Juan Carlos Da Costa había vivido durante un tiempo en Chile, viendo y viviendo el proceso de transformación pacífica que encabezara Salvador Allende; Nidia González se movía mucho por la Argentina, viendo y viviendo el crecimiento de organizaciones armadas poderosas como el Ejército Revolucionario del Pueblo, ERP, los Montoneros y las Fuerzas Armadas Revolucionarias, FAR…

Durante esos años habían tejido una red de relaciones importantes con militantes de izquierda de los países de la región; se propusieron, por tanto, impulsar en el Paraguay la conformación de una poderosa organización revolucionaria armada, capaz de colocar al stronismo contra las cuerdas, derrocarlo y sumar al país a la ola de procesos revolucionarios que sacudían a toda América Latina. La región estaba cambiando. Había un aluvión de procesos estimulantes:

- Salvador Allende en Chile, y la “vía democrática al socialismo”,

- Héctor Cámpora en Argentina, seguida del retorno de Perón,

- Omar Torrijos en Panamá, y la inminente recuperación del Canal,

- Velasco Alvarado en el Perú, con propuestas nacionalistas.

- Torres en Bolivia,…

Juan Carlos Da Costa encabezó la creación de la Organización Primero de Marzo u Organización Política-Militar, OPM. A él se lo conoció, inicialmente en el campo, pero después también en la capital, como “el compadre guazú” (el gran compadre), pero Nidia no quedó atrás; se la conocía como “la comadre guazú”. Sin lugar a dudas, tanto Juan Carlos como Nidia eran considerados como los auténticos padres de la OPM y como sus principales referentes.

Durante el proceso de constitución de la OPM nació y dio sus primeros pasos la primera hija de Nidia con Juan Carlos, “Amandy”. La “comadre guazú” no tuvo alternativa: hizo de madre y militante al mismo tiempo. Nidia participaba de reuniones con su hija en brazos, iba al campo con su hija en brazos, participó activamente de los trabajos de organización del movimiento, sin descuidar sus obligaciones de madre. Eso, antes que desvalorizarla, le dio fama especial; sus compañeros destacaban su esfuerzo y dedicación, “su sacrificio”.

LA MUJER MÁS BUSCADA

Dos situaciones habían favorecido la rápida expansión del movimiento OPM: por una parte, la radicalización de sectores del campesinado, tras la proscripción de las Ligas Agrarias; y por otra parte, la radicalización de sectores estudiantiles, tras la proscripción del Movimiento Independiente. En dos años, no más, entre 1974 y 1976, la OPM se convirtió en el movimiento de mayor envergadura que se creara en el Paraguay desde una perspectiva de izquierda.

No obstante, en abril de 1976 se desató sobre el movimiento una represión que la desarticularía casi por completo: el 4 de abril se detuvo a Carlos Brañas en la frontera con Argentina, entre Encarnación y Posadas, y en la madrugada siguiente, el 5, ya la Policía Política asaltaba la residencia de Mario Schaerer Prono, muriendo en un enfrentamiento armado Juan Carlos Da Costa, “el compadre guazú”, fundador de la organización y pareja de Nidia González Talavera.

A días de iniciarse la represión se producen otros enfrentamientos y otras muertes: Martino Rolón, Silvano Flores, Mario Schaerer Prono,… Las medidas de detención y torturas se extienden a todo el país, si bien son tres las zonas más afectadas; la capital y los departamentos Central y Misiones.

Desde el momento en que se desata la represión Nidia González pasa a vivir en la clandestinidad, lo que se dio en condiciones sumamente complicadas, pues además de tener que dejar a Amandy al cuidado de su abuela, la madre de Juan Carlos Da Costa, ella estaba con unos meses de embarazo, esperando a su segunda hija.

Eran momentos de tensión extrema, pues varios de sus compañeros habían caído abatidos por las fuerzas represivas en recios enfrentamientos, mientras que otros, como el caso de Mario Schaerer Prono, habían sido sometidos a crueles tormentos, otros y otras estaban en deplorables condiciones en los calabozos de la dictadura y los pocos que habían quedado en libertad estaban siendo buscados, por lo que tuvieron que tomarse medidas especiales de seguridad.

En avisos publicitarios ampliamente divulgados por los medios de comunicación: diarios y TV, se ofrecía una fuerte recompensa en dinero por informaciones que se pudiesen proporcionar sobre el paradero de Nidia González Talavera, señalada como la jefa de la Organización Política-Militar, OPM, por los responsables de la seguridad del Gobierno del general Alfredo Stroessner.

Nidia González se encontraba en un estado físico y emocional muy especial, pero tuvo el tino de mantener encuentros clandestinos muy serenos, consultando con personas de su confianza sobre la conveniencia de abandonar el país o no. Por razones que no vienen al caso debatir se le aconsejó que se quedara en e país, con lo que ella se expuso a los mayores riesgos posibles, al tiempo en que las condiciones de extrema tensión la fueron golpeando.

MADRE EN LA CLANDESTINIDAD

Las condiciones políticas nacionales y regionales eran adversas en abril de 1976. Unos pocos elementos ayudan a dimensionar el drama:

- En marzo de 1976 se había producido el golpe militar encabezado por el general Rafael Videla en la Argentina, que pasó a ser administrada por una Junta Militar, que con determinación insana desató la llamada “Guerra Sucia”, una verdadera campaña de exterminio que tenía como objetivo reducir a la mínima expresión a las organizaciones progresistas y de izquierda.

- Desde 1974 en adelante se venían dando en el país sucesivas represiones contra organizaciones progresistas y de izquierda. A esa altura, ya se habían desarticulado al Ejército Popular Revolucionario, EPR, al Movimiento Paraguayo de Liberación, MOPAL y al Partido Comunista Paraguayo, PCP.

Eran, sin embargo, condiciones que contenían elementos contradictorios, pues en la Argentina el movimiento Montoneros había llamado a la resistencia. La conducción del movimiento no se imaginaba hasta dónde estaban dispuestos a ir los militares. El resultado final fue desastroso: más de 30.000 muertos.

Después del golpe militar en Uruguay, en 1972, y del golpe militar en Chile, en 1973, el Cono Sur quedó bajo el control político directo de dictaduras militares, pero no de dictaduras tradicionales, sino de regímenes más que salvajes, dispuestos a implementar las medidas más violentas para combatir a los demócratas y a los socialistas; fue la época del “Operativo Cóndor” y del asesinato de miles de militantes progresistas y de izquierda.

La contracara de esa situación era la visión romántica de muchos revolucionarios, incluyendo a Nidia González. Ella, con sus compañeros y compañeras, apostaron no solamente a quedarse en el país, sino que a recomponer la organización.

Aún en 1976, en la clandestinidad, nació la segunda hija de Nidia González y Juan Carlos Da Costa. “Mbyjá”, la llamó la dirigente de izquierda, cumpliendo a rigor el deseo de ambos, Nidia y Juan Carlos, quienes habían decidido que ese sería el nombre de la misma. “Mbyjá” nació huérfana de padre, pues Juan Carlos había muerto en el enfrentamiento de abril del 76, pero tenía una madre cargada de coraje, dispuesta a resistir y a seguir luchando.

En ese período la OPM hizo una suerte de autocrítica, si bien terminó ratificándose en todo lo fundamental, y los militantes que quedaron en el país trabajaron decididamente en función a reorganizar el movimiento. Este trabajo tuvo el mérito especial de hacerse en condiciones de la más rigurosa clandestinidad, considerando que sus principales dirigentes estaban siendo buscados.

Habrá que mencionar con especial énfasis, sin desmerecer a otros, que el que se portó como un hermano de causa y de sueños con Nidia González Talavera fue el poeta y militante socialista Miguel Ángel Caballero Figún, quien le ofreció soporte en esas condiciones de implacable persecución.

También habrá que resaltar que –sin desmerecer a otros– en el marco de los trabajos de reorganización del movimiento fue detenido Eduardo Bogado Tabacman, pieza clave en el proceso, quien se portó como un héroe ante el adversario, no entregando información alguna a los torturadores, que pudiesen llevar a la detención de otros y otras.

En febrero de 1977 la organización recibió un segundo y terminante golpe, al ser asesinado Jorge Agustín Zavala Esquivel. Otras compañeras de Nidia tuvieron que asilarse en embajadas extranjeras, como Mirtha Ayala y María De Jesús Caballero Legal. En esas circunstancias se consideró que Nidia –quien poco antes de los hechos había viajado al exterior– no debía retornar al país.

EL DOLOROSO EXILIO

La Organización Primero de Marzo, OPM, había mantenido vínculos muy estrechos con la organización política argentina Montoneros, por lo que la primera opción de Nidia González fue quedarse en la Argentina. De hecho, el país ofrecía ventajas adicionales, pues como tradicionalmente fuera receptor de miles de migrantes paraguayos, no resultaría muy difícil pasar desapercibida.

No obstante, en el país se estaba soportando un duro revés, pues en el marco de la “Guerra Sucia” se sucedían las muertes y las desapariciones. Por más fuerte que fuera una persona, hechos de esta naturaleza necesariamente debían causar un tremendo daño, sobre todo en quienes tenían compromisos con las luchas sociales y políticas, como era el caso de Nidia.

Buscada en el Paraguay, los familiares de Nidia vivían bajo sistemático control; la Policía Política apostaba a dar con ella por esa vía. “Amandy” vivía con la abuela, la madre de Juan Carlos Da Costa, Alma, boliviana, una mujer de una integridad a prueba de todo, que a lo largo de esos años supo administrar la delicada situación, evitando riesgos y amenazas. La hija menor, “Mbyjá”, vivía con la familia Garcete, con el nombre de Rosana, sin que la Policía Política de Stroessner pudiese siquiera sospechar eso.

En 1980, Nidia González pasó a vivir en el Brasil, en condiciones de absoluta clandestinidad. Brasil vivía en ese entonces una temprana apertura política, bajo la presión de los demócratas, progresistas y socialistas nucleados en el Movimiento Democrático Brasileño, MDB, así como del vigoroso movimiento sindical, liderado por Luiz Inacio “Lula” Da Silva, obrero metalúrgico.

Dos años después, sin embargo, Nidia cambió el esquema extremadamente rígido por uno más flexible, lo que de hecho la ayudó de manera notable a recuperarse; había soportado ocho años de clandestinidad absoluta, ocho años de cuidados extremos. Desde 1982 en adelante se siguieron tomando cuidadosas medidas de seguridad, pero en un esquema distinto, bien más flexible.

Nidia González entró a colaborar de manera sistemática en la publicación de una revista de izquierda, “Síntesis”, que se elaboraba con contribuciones provenientes de varias latitudes, incluso del país, pero que se imprimía en México. Gran parte de los vinculados al proyecto eran ex militantes de la OPM, pero como la iniciativa era pluralista, de la misma participaron activistas y dirigentes de otras extracciones.

En ese contexto renovado, Nidia se propuso reagrupar a su familia, proceso que se realizó de a poco, muy cuidadosamente, de manera a evitar percances, sobre todo en el campo de la seguridad. En el Paraguay seguía vigente una dictadura férrea y tanto con respecto a Nidia como con relación a otros activistas de izquierda había consignas duras, que incluso podían significar amenazas reales para la vida misma de los mismos.

Primero fue al Brasil Amandy, la hija mayor, quien acompañada de la abuela, Alma, pasó a vivir en San Pablo. La relación de Amandy con Nidia se recompuso con relativa rapidez, lo que de hecho se vio facilitada porque en ningún momento se le ocultó a la niña los nombres reales de sus padres, Juan Carlos Da Costa y Nidia González Talavera.

El caso de la reinserción de “Mbyjá” a su familia biológica, sin embargo, implicó mayor cuidado en todos los aspectos. Ocurre que “Mbyjá” creció con la convicción de que era hija de otra persona. Esto no se hizo por maldad, ni con doble intención alguna. Se la trató de ese modo para protegerla contra eventuales medidas represivas.

No obstante, tras un proceso relativamente largo, “Mbyjá” se reinsertó plenamente, aprendiendo ella de Nidia y a la inversa, la madre de la hija, hasta que se dio entre ambas una relación cargada de cariño y respeto.

Obs. : Retrato corresponde al artista FEDERICO CABALLERO

Fuente : REBELDES POR LA PATRIA, por ROBERTO PAREDES . SECRETARÍA DE LA MUJER DE LA PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA ( www.mujer.gov.py ). Comité de género de la ITAIPU BINACIONAL. COLECCIÓN KUÑA REKO. Editorial SERVILIBRO. E-mail: servilibro@gmail.com / Web: www.servilibro.com.py. Asunción, Paraguay, 2011.

 

 

 

 





 

Buscador PortalGuarani.com de Artistas y Autores Paraguayos

 

 

Portal Guarani © 2024
Todos los derechos reservados, Asunción - Paraguay
CEO Eduardo Pratt, Desarollador Ing. Gustavo Lezcano, Contenidos Lic.Rosanna López Vera

Logros y Reconocimientos del Portal
- Declarado de Interés Cultural Nacional
- Declarado de Interés Cultural Municipal
- Doble Ganador del WSA