PUERTO CASADO
UN PUEBLO SIN MAÑANA
Letra y Música: LUIS RIVEROS
"El tanino esparcía por doquier su peculiar aroma dibujando en el cielo casadeño dolientes y trágicos murales de hachas sangrientas y sueños rotos", cuenta el músico y compositor LUIS RIVEROS -nacido en Puerto Casado, Departamento de Alto Paraguay, el 4 de julio de 1954- al recordar la tierra cautiva que le vio nacer y crecer.
Casi todos los habitantes de ese país dentro del país miraron la luz con los ojos de quienes únicamente habitaban ese territorio sin la esperanza de ser propietario alguna vez del pedazo de suelo paraguayo que los cobijaba. Ya llegaban al mundo con el cordón umbilical atado de por vida a la compañía taninera argentina Carlos Casado que sentó sus reales allí en la penúltima década del siglo XIX.
Luis Riveros fue parte de esa historia de vivir mirando el río Paraguay con ojos de tristeza y melancolía. "Quise hacer una canción optimista, alegre y esperanzadora, pero me fue imposible", confiesa el autor de la polka donde su terruño emerge con toda la fuerza del cariño y del sufrimiento de sus hijos.
El quebracho -que tras su procesamiento genera el tanino- estaba en el centro de la existencia casadeña. Es más: era la razón esencial de la permanencia en el mapa de aquel pequeño pueblo de casas que no eran casas de los que moraban en ellas.
"Para mí representa -el quebracho-, al hombre de mi querido pueblo que a fuerza de infortunios y sueños postergados, errático y sin esperanza, deambula por su tierra ... cual si fuera un extraño", ex-presa Riveros.
Sin futuro en ese pequeño paraíso atado de pies y manos, Luis y su familia emigraron a Asunción. Poco antes él ya se había adelantado anclando en el Seminario Salesiano de Ypacaraí donde primero aprendió a tocar el piano y luego, como integrante de la banda del colegio dirigida por el maestro y sacerdote PEDRO VIEDMA, el clarinete.
"Por aquellos años ya se avizoraba la inevitable debacle de Puerto Casado. Por esa razón, muchos preparaban sus maletas, mirando otras opciones laborales", comenta.
"Ocasionalmente me encontraba con mis compueblanos -ya en Asunción-, y me hablaban del silencio y la tristeza de las calles, la falta de trabajo, del desinterés de la empresa por el destino de los casadeños, del deterioro de las antiguas casas y de otros aspectos de la vida cotidiana que reflejaban claramente el ocaso de una comunidad. Yo le manifestaba el deseo de volver a visitar nuestro pueblo. Y todos coincidían al decirme: 'reho reíta...ne rasẽ haguã ningo rehóta. Opa ohóvo la ñande pueblo ...omanombotaitéma (vano será que te vayas ... solo para llorar vas a ir. Se va acabando nuestro pueblo ... Está agonizando)', rememora.
De la nostalgia, la impotencia y por qué no, la rabia, nació PUERTO CASADO en 1978, más o menos. "La canción habla de algunos lugares donde pasé mi niñez. De la mujer que cuida y barre el patio de su casa sabiendo que nunca sería suya. Recuerda también el majestuoso muelle de quebracho, del hombre que de pronto se siente perdido, sin rumbo, 'sin nada que hacer' y que al fin debe marcharse dejando su hogar. .. aunque en realidad nunca lo tuvo. Habla del monopolio comercial por obra y gracia de la maldita libreta con la que se realizaban las compras del 'almacén guasu' o del 'almacén'i' pertenecientes a la Compañía", añade.
"La tierra chaqueña 'debe ser del hombre que la sepa cuidar', dice la canción. No de los depredadores. Ni de los que por tener más se convierten en únicos dueños", menciona también el que va citando los nombres queridos de Cerro Galván, Banco Laurel, Tres cerros, el Banco Dalmacia y Puerto Casilda.
"Hubiera querido que el final del poema transmitiera alguna leve esperanza ... pero, lamentablemente, no fue posible", concluye.
La industria del tanino se acabó, pero no el Vía Crucis de los casadeños. Ya no están uncidos a la taninera, pero sí a un nuevo amo: la Secta Moon.
PUERTO CASADO
Quiero yo cantar al pueblito aquel
que en mis tiempos de niñez arrullara mi ser
a orillas está del río Paraguay
con su viejo muelle de madera quebrachal.
Cuentan que hoy no es lo que fuera ayer
y el silencio es el dueño del atardecer
es como un fantasma hoy la fábrica
y el hombre entre sus sombras hacia la nada va.
A Cerro Galván y Banco Laurel
Tres cerros, Dalmacia y Casilda quiero volver
sentir en la piel el aire y el sol
soltar las amarras que atan a mi corazón.
La tierra chaqueña dura y montaraz
debe ser de aquel hombre que la sepa cuidar
y si han muerto tantos defendiéndola
fue para que nosotros lo podamos usar.
Es hermoso ver cómo la mujer
todas las mañanas se pone el patio a barrer
y el hombre que va para trabajar
pensando en sus hijos y en su propio bienestar.
Pero al hombre aquel que va a trabajar
todo lo que le dan le vuelven a quitar
y esta mujer sabe que barriendo está
un patio que no es suyo ni lo será jamás.
La noche se fue ...y el amanecer
sorprende a mis compueblanos sin nada que hacer.
Se deben marchar. .. dejar el hogar
aunque nada nunca tuvieron en realidad.
Suenan las sirenas de la fábrica
y el hombre casadeño se marcha a trabajar
hace mucho tiempo quiso progresar
y recién se da cuenta que no lo va a lograr.
Letra y Música: Luis Riveros
FUENTE - ENLACE A DOCUMENTO INTERNO
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LAS VOCES DE LA MEMORIA
HISTORIAS DE CANCIONES POPULARES PARAGUAYAS
TOMO V
Autor y ©: MARIO RUBÉN ÁLVAREZ
Edición del autor y Julián Navarro Vera
Tapa: FLOR DE MBURUKUJA, arte radiográfico,
Prof. Dr. OSCAR CODAS THOMPSON
Diseño de tapa: GOIRIZ
Editora Litocolor S.R.L.
Asunción-Paraguay 2005