Portal Guaraní - LECHUGA - Obra de Investigación: Prof. Dr. HERNÁN CANDIA ROMÁN

LECHUGA

Obra de Investigación:

Prof. Dr. HERNÁN CANDIA ROMÁN

La lechuga (Lactuca sativa), base de la mayoría de nuestras ensaladas verdes, tiene un origen un poco oscuro. Investigadores botánicos no se ponen de acuerdo. El cultivo de la lechuga se remonta a unos 2.500 años de antigüedad.

Las lechugas silvestres (Lactuca scariola) se encuentran en varias partes de las zonas templadas de Europa. Las que se cultivan ahora son híbridas y tienen diferentes especies.

Pertenecen a la familia de las compuestas.

Existen variedades de origen chino que poseen una textura más robusta y se consumen cocinadas al vapor. La lechuga tiene muy poco valor nutritivo, aunque suple absolutamente con su gran propiedad medicinal.

Contiene una gran cantidad de agua (90 a 95%) y es muy rica en antioxidantes que luchan poderosamente contra los terribles radicales libres que crean muchos problemas a nuestras células, especialmente el envejecimiento prematuro.

Tiene propiedades calmantes, emolientes y sedantes. Es muy útil para hacer frente a enfermedades nerviosas como el insomnio y además posee propiedades afrodisiacas.

Desde la antigüedad se le atribuyen las propiedades sedantes y afrodisiacas. Los egipcios prensaban sus semillas para obtener un aceite refrescante y calmante.

El jugo seco de la lechuga se llama lactucario y es considerado un rival del opio, pero sin los efectos secundarios del mismo. Para estos fines se emplea la lechuga silvestre.

Para utilizar toda la fuerza medicinal que tiene esta especie se la debe dejar crecer, y cuando la planta inicia el proceso de floración es el momento en que presenta todo el potencial medicinal que se está mencionando.