ELIGIO AYALA
PRESIDENTE CONSTITUCIONAL 1924-1928
TOMO II
por
ALFREDO VIOLA
© CENTRO INTERDISCIPLINARIO DE DERECHO SOCIAL Y ECONOMÍA POLÍTICA
de la UNIVERSIDAD CATÓLICA “NUESTRA SEÑORA DE LA ASUNCIÓN”
(CIPSEP),
Asunción-Paraguay
2007(179 páginas)
ELIGIO AYALA
PRESIDENTE CONSTITUCIONAL 1924 -1928
INDICE
PRÓLOGO
CAPÍTULO I
LA EDUCACIÓN DURANTE EL GOBIERNO CONSTITUCIONAL DEL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA DR. ELIGIO AYALA
En torno a la reforma escolar de enseñanza primaria del profesor Cardozo
La enseñanza de la Agricultura y la Ganadería
Aspectos de la educación
Escuelas normales
Donación de un terreno al Uruguay para establecer la Escuela Artigas
Las escuelas nocturnas
Aplicación de la Reforma de la Educación de Ramón I. Cardozo
Aplicación de la Reforma de la Educación
Chacras y talleres
El profesor Ramón I. Cardozo fundamenta el establecimiento de su Plan de Estudios
Diversos periódicos se ocupan del desarrollo de la educación
Cuestiones gerenciales en el Magisterio
Posible conflicto entre el Estado y el Magisterio porque se debe pagar bien a los maestros
Renuncia de los maestros
En una reunión privada tratan los miembros de la Cámara de Diputados la situación de los maestros
Algunas disposiciones en beneficio de la Educación Básica
Exoneración de los Impuestos Fiscales y Municipales al Deporte La instrucción pública en los mensajes presidenciales
Se relajó la disciplina escolar. Huelga de docentes
Segundo mensaje del presidente constitucional Eligio Ayala al Congreso Nacional Tercer mensaje del presidente constitucional Eligio Ayala al Congreso Nacional
Último mensaje del presidente constitucional Dr. Eligio Ayala
Escuela de Agronomía
Necesidad de renovar los edificios de los centros de enseñanza
CAPÍTULO II
HUELGAS, PRISIONES, HERIDAS Y ARREGLO ENTRE LAS PARTES
Huelga de funcionarios públicos
Cuestiones laborales durante la presidencia constitucional de Eligio Ayala
Reacción de la burguesía contra las reivindicaciones laborales
Durante el gobierno constitucional se restringe la entrada de Anarquistas
Huelgas, represiones y otras violencias
La incompetencia de los empleados públicos
Reminiscencias rojas
Huelga de telegrafistas
Ley del Trabajo Personal Obligatorio
Ex-comunistas se incorporan a la Asociación Nacional Republicana
Republicanismo y comunismo
Más huelgas y mitines en el año 1926
Otras huelgas
Un gesto de justicia
Una huelga de los obreros y empleados de Puerto Pinasco
Proyecto de Ley contra el Derecho a la Huelga
Proyecto de creación del Departamento Nacional del Trabajo
Proyecto de Ley de Accidentes de Trabajo
Falta una legislación obrera en el país
Se creó una comisión para estudiar el régimen del contrato y condiciones de trabajo en los yerbales y obrajes
Otras huelgas y mitines
Graves incidentes obrero-patronal en Villarrica
Solidaridad con los obreros en Villarrica
Se declaró feriado el 1 de Mayo de 1926
Ley del Descanso Dominical y Feriados
Se reglamenta la prohibición de trabajar los domingos y fiestas oficiales
Casos de la Ley Seca
El sábado inglés
Jornada laboral de 8 horas
Horario excesivo
Abusos de los empresarios rurales
CAPÍTULO III
LATIFUNDIOS, INMIGRACIÓN, EMIGRACIÓN Y PROBLEMAS ANEXOS
Los latifundios improductivos
Posesión violenta de propiedades rurales
Latifundios, distribución de tierras y colonización
La agricultura una actividad aleatoria
Se agudizan los problemas por la falta de tierras para los campesinos La lucha por la tierra tiene un costo de sangre
Evolución de la economía agraria del Paraguay
Pensamientos del Dr. Eligio Ayala con relación al problema campesino
El problema del reparto de la tierra, mensaje presidencial del 1 de abril de 1925
Segundo mensaje presidencial al Honorable Congreso Nacional
La emigración
Expropiación de la tierra
La inmigración
La inmigración menonita
Se inicia la llegada de Menonitas al Chaco
Otros inmigrantes
La falta de recursos traba la llegada de mayor número de inmigrantes Colonización amarilla
Emigración
Política
La repatriación
Plan de colonización de una fracción de 33.000 hectáreas de tierras fiscales
La fundación del Banco Agrícola
Concursos de arada y reuniones de campesinos organizados por el Banco Agrícola
Se intentó crear una sociedad mixta de transporte fluvial
Problemas en la comercialización de cítricos en la Argentina
Razones de la presión argentina a la importación desde el Paraguaya de naranja y yerba mate
Aumentan las dificultades a la exportación de yerba paraguaya
Exportación de la yerba al mercado argentino bajo la presidencia constitucional de Eligio Ayala
Otros aspectos de la producción y de la comercialización de la yerba mate, arrendamiento de yerbales
Los yerbales artificiales o cultivados
Obligación de cultivar yerba mate de parte del agricultor al ocupar un lote fiscal
Ocasional escasez de yerba en el Paraguay
De la escasez de la yerba a la extrema abundancia
PRÓLOGO
La propuesta para prologar este tomo del Profesor Viola, me puso ante una importante responsabilidad pública, la anterior obra, Tomo I, Eligio Ayala, Presidente Constitucional 1924 -1928, editada por CEPUC ISBN 99925 - 854 - 6 - 3, fue por Raúl Amaral, cumbre ilustre, razón que compromete. Como tratándose de investigación, ¿porqué dejar de proponer preguntas?, algunas, la historia del Paraguay, ¿cuándo se inicia? En España o aquí, ¿tierra descubierta? Ulrich Schmidl, Ruy Díaz de Guzmán, Alvar Núñez, ¿más importante uno que otro? El Paraguay independiente inicia su cronología en las "comunas forales", en 1811, ¿con el supremo Francia o López?. El contemporáneo, con el fin de la Guerra Patria.
¿Porqué esta exposición cuestionadora?, pues, nos encontramos frente a alguien que ha dedicado su vida a buscar estas respuestas. La historia es ambas cosas, individuos y sociedad interactuando. Este libro muestra ambas situaciones.
Eligio Ayala, vivió 52 años, nació en Mbuyapey, poblado rural del Paraguay, sus estudios de escuela primaria inició allí, luego en otra ciudad mayor, Paraguarí, Bachiller del Colegio Nacional y egresado de la Facultad de Derecho en 1905, ejerció cátedras: Aritmética, Filosofía, Derecho Usual y Psicología. Juez y Diputado por el Partido Liberal. Va a Europa quedando allí, un prolongado tiempo, prolífica labor de estudio, investigación, este es el momento necesario y culminante a su formación.
Vivió en Europa acontecimientos que fijaron rumbo de la historia en ese continente trascendiendo luego universalmente.
El liberalismo político se desarrolla en el Paraguay al fin de la Guerra contra la Triple Alianza, es más, la razón de la misma, fue compuerta necesaria abrir, para que ello se produjera. La Presidencia de Eligio Ayala es una de esas circunstancias. El Profesor Viola, nutrido de, "Mensajes Presidenciales", "Diario de Sesiones del Congreso", periódicos: "El Diario", "La Democracia", "Bandera Roja", nos presenta al Dr. Ayala, en pensamiento, vivencia y acción.
Los capítulos; "La Educación y Reforma Escolar", de la mano de Ramón Indalecio Cardozo, nos muestra que la "escuela viva" o la "escuela activa", como programa y enseñanza, ha sido no solo una propuesta educativa, en contenido y metodología, logrando su objetivo, con aportes genuinamente paraguayos, obvio que propuesto en el 2005, ha llegado tarde. Ya lo tuvimos hecho.
"Huelgas y Prisiones"; investiga el nacimiento del partido obrero con fuente del periódico "El Socialista', donde expone la reacción de la "burguesía contra reivindicaciones laborales, sociales". Es oportuno mencionar que esos años, fueron los del desarrollo de la industria procesadora de carnes, taninera, explotación forestal, yerbatera, la de cueros salados, los mensú y el pago en "vales" para compra en almacenes de las empresas que explotaban.
"Inmigración y leyes de control", las "leyes que predican la transformación de la ciudad" (sic), del "Trabajo personal obligatorio"; la "Ley Homestead", "cuestión de los inmigrantes", la "expulsión de disidentes" por vía fluvial hasta el Brasil, de sindicalistas, dirigentes gremiales y obreros.
De narrativa sencilla, lineal y de contenidos paralelos, simultáneos. Con frases a veces irónicas o citas que expresan por sí una compresión profunda de los hechos.
Podemos afirmar que nos encontramos en el Paraguay llegando a la modernidad y esta obra es una muestra de ella.
Muchas propuestas de gobierno: económicas, financieras, de administración pública han sido visionarias y hoy deberíamos reinterpretarlas con antecedentes de valor, es decir la historia, como instrumento utilitario. Otros problemas que se acrecientan y agravan como en tránsito desde antes, también nos arrima el trabajo, la cuestión agraria y la democracia política, temas que fueron obsesión para Eligio Ayala, muy bien expuesto en el capítulo, Latifundio, Inmigración y Emigración.
Este Tomo II, no deberá ser el último, otro volumen será necesario y esperamos que la paciencia, generosidad y vocación del Profesor Viola nos permita acceder a más de su obra.
Arq. MARCIAL JIMÉNEZ GÓMEZ.
CAPÍTULO III
LATIFUNDIOS, INMIGRACION, EMIGRACION
Y PROBLEMAS ANEXOS
Al término de la guerra contra la Triple Alianza el Paraguay se encontró con graves problemas económicos, entonces las autoridades de país con intenciones de encontrar recursos económicos para tratar de solucionar esta situación nombraron al coronel de ingeniería Francisco Wisner de Morgenstern para que lleve a cabo una tasación de las propiedades inmuebles del Estado, de forma tal que éstas puedan ser vendidas. (200)
Hecha la tasación se dio cumplimiento a la ley del 11de agosto de 1871 que disponía la venta de los inmuebles estatales.
Así se inició la venta de estos bienes del Estado.
Durante el gobierno del general Caballero se vendieron grandes extensiones de tierra para obtener fondos necesarios para cubrir los gastos del Estado como así también con intenciones de fomentar la colonización. "Pero la venta se efectuó sin orden ni plan. Poblaciones enteras, escapadas de la catástrofe, vieron a sus habitantes, que nunca habían cuidado de legitimar su propiedad, de la noche a la mañana, intrusos en tierras de sus antepasados". (201)
El presidente de la República general Patricio Escobar en su Mensaje leído al Congreso Nacional en año 1888, manifestó que “... nuestra situación financiera no puede ser más próspera, gracias a los recursos que nos han proporcionado las previsoras y oportunas leyes de enajenación de tierras públicas y yerbales, pero cuando aquellos se hayan agotado como sucederá dentro de algún tiempo más, de qué arbitrio echaremos mano para continuar nuestro desarrollo progresivo?".(202)
Con bastante rapidez se iban vendiendo las tierras públicas, lo que originaría graves problemas económicos y sociales, al poco tiempo el Estado se vio en la necesidad de adquirir tierras para fundar colonias, repartir tierras a quienes querían cultivarlas, o que las habían ocupado clandestinamente; como también comprar las que servían de asiento a varias poblaciones.
No todas las tierras fiscales fueron vendidas y éstas también fueron puestas a la venta para dar cumplimiento a la ley de Homestead y Hogar dictada el 25 de junio de 1904.
De esa manera se afectó un terreno fiscal de 5554 hectáreas, 8614 mts2, y a sus ocupantes se les señaló lotes de 16 hectáreas, y se reservó en el lugar más apropiado una fracción de campo para servicio de pastoreo comunal para los animales del vecindario. (203)
En ocasiones, cuando algunas propiedades rurales alquiladas por el gobierno a ciertas personas para la explotación de sus montes iba en contra de los intereses de los vecinos, se rescindía el arrendamiento, tal como ocurrió por pedido de los vecinos de "Resquín Cué", del partido de Coronel Bogado. (204)
A medida que corría el tiempo, mientras disminuían las propiedades rurales del Estado, aumentaba la cantidad de latifundios, en gran parte improductivos. Con relación a esta situación el presidente provisional de la República Dr. Eusebio Ayala expresó que "No es tolerable que un interés privado mal entendido se atraviese como mole inerte en la vía del desenvolvimiento nacional".(205)
Sin ninguna duda un grave daño causó al país la guerra civil de los años 1922 - 1923, y al decir del presidente Eusebio Ayala, el propio Congreso Nacional, en vez de contribuir a la pacificación "se afanó en exacerbar pasiones apenas reprimidas".
Dificultades tuvo el citado Presidente para imponer el orden en vista de que una "mayoría adventicia" no se reunía, y por consiguiente no se aprobaba su pedido de establecimiento de estado de sitio.
Esa larga guerra civil causó muchos daños en todo el país, y en particular en el campo. (206)
En busca de paliar la necesidad que tenían los campesinos de contar con tierras propias, el Director de "Tierras y Colonias" les ofreció las existentes en Horqueta, General Aquino, Rosario, Martínez de Irala, en el partido de San Juan Nepomuceno; Nueva Colombia en el partido de Altos; Coronel Mongelós en el partido de Concepción; Portera en el partido de Pedro Juan Caballero. Se estableció que esos lotes podían ser ocupados sin que inicialmente se abone ninguna suma de dinero, y luego de cinco años de ocupación y cultivo recibirían sus títulos de propiedad, previo pago del importe del terreno con arreglo a la tarifa fiscal y las prescripciones de la ley de colonización. (207)
Con relación a las tierras ocupadas en Sapucai y Caballero se buscó legalizar esa situación, por medio de la expropiación.
El director de Tierras y Colonias Don Genaro Romero visitó a los agricultores de las localidades citadas y les explicó la conveniencia y forma de adquirir esas tierras. La mayoría de estos labriegos estaba de acuerdo en obtener las tierras por la vía de expropiación.
LOS LATIFUNDIOS IMPRODUCTIVOS
En las últimas semanas de gobierno del presidente provisional de Luis A. Riart, y luego ya durante la presidencia constitucional de Eligio Ayala, todos los periódicos, oficialistas u opositores se ocuparon en mayor o menor grado sobre la existencia de campesinos sin tierra, y la de los grandes latifundios inexplotados.
Así el diario Patria señaló que: "Muchísimas propiedades se encuentran sustraídas a la necesidad general de la Nación. Algunos propietarios ni siquiera se hallan radicados en el país". Sugiere Patria, el establecimiento de un impuesto territorial progresivo, y alivianar ese impuesto a las pequeñas propiedades, y gravar con más impuestos las propiedades, cuyos dueños no residen en el país.
"Falta tierra para producir, para proporcionar medio de trabajo al campesino" (208)
Este mismo cotidiano informó que la oficina de Tierras y Colonias elevó al ministro de Hacienda para su firma, los títulos otorgados a favor de agricultores ocupantes de tierras públicas. (209)
En la siguiente edición de este diario mencionó la entrega de más títulos de propiedad.
POSESIÓN VIOLENTA DE PROPIEDADES RURALES
Recuerda Teodosio González que el Director de Tierras y Colonias de destacada actuación, que había hecho un llamamiento a los agricultores sin tierra para que ocupen lotes de las colonias agrícolas, sin embargo, "esos agricultores sin tierra, han acudido en tropel irrumpiendo como invasores y sin que nadie los llame, a establecerse con sus familias y enseres sobre los terrenos de propiedad particular, cerca de la vía férrea y del río Paraguay, abandonados por sus dueños residentes en el extranjero, bajo la protección y custodia de la ley y el gobierno, por ejemplo en Ypacaraí, Sapucai, Caballero, Villa Oliva, Zanjita, Alberdi, etc.
Y esos nuevos icsos (sic) (ipsos) parias de un país, donde lo que más sobra son tierras baldías allí están... porque han venido. Y porque han venido allí están, aferrados a sus lotes de ocupación, sin más título que la benevolencia o la paciencia del propietario, y en veces sus fuertes puños, sendos revólveres, y largos facones, como sucedió en "Zanjita", cuyos agricultores sin tierra reunidos en soviet, decretaron la expulsión a mano armada del capataz y peones de su propietario, el doctor Idoyaga, en nombre del sagrado derecho que les garanten las prescripciones constitucionales de que echaron mano".
Señala el autor que esto se explica por el hecho de fundarse colonias lejos de las vías de comunicación.
El Sr. Romero había conseguido tierra privada en Caballero para expropiación y sin embargo luego de tasarse en un precio ínfimo a los agricultores sin tierra, éstos no quisieron pagar más de 100 $ de curso legal por hectárea loteada y amojonada.
Se muestra Teodosio González autor de este artículo contrariado por la actitud de los campesinos. (210)
Unos días después nuevamente el Dr. Teodosio González, de acuerdo a lo que informó El Diario, había expresado que los campesinos no pagaban arrendamiento de unas tierras de la localidad de Caballero que ocupaban y que el gobierno estaba haciendo las gestiones para expropiarías. (211)
LATIFUNDIOS, DISTRIBUCIÓN DE TIERRAS Y COLONIZACIÓN
Con un serio problema se enfrentó el Dr. Eligio Ayala desde que ascendió a la primera magistratura de la Nación, sirvan de antecedente las fichas que hemos citado de los gobernantes que antecedieron al presidente constitucional Eligio Ayala.
Para El Diario "Uno de los problemas más apremiantes a resolver radica en la falta de tierras en varias regiones del país para el fomento de la producción agrícola y la estabilización en las parcelas que cultivan gran número de los trabajadores campesinos".
"Por la mala distribución de las tierras de labor que se encuentran acaparadas por los latifundios, la mayor parte de los que trabajan en las faenas agrícolas lo hacen en calidad de peones o arrendatarios en condiciones onerosas".
La oficina de Tierras y Colonias percatada de esta realidad, recoge los informes y demás datos necesarios respecto a las poblaciones más necesitadas.
Tenía hasta esa fecha en gestiones de expropiación a favor de los pobladores de "Curuzú Ñu (Concepción)", Costa Pirapó (Yegros), Cerroguy, (Ypacaraí) Beterete - Cué (Chaco), "Loma" (Alberdi); Zanjita (Villa Oliva), para los vecinos de Caballero y Sapucai, el pedido de los vecinos de "Lomas Valentinas" o Itá Ybaté del partido de Villeta y otras peticiones que se encuentran todavía en el curso ordinario de su tramitación.
La solución a este problema podría poner a manos de los campesinos "los elementos necesarios para el cultivo de la tierra y el arraigo de esos habitantes en hogares propios, como también para evitar en lo posible el aumento de otros males como la emigración de los elementos de trabajo, la inestabilidad de los habitantes en sus hogares y las dificultades para impulsar la producción agrícola. (212)
Con buen criterio El Diario expresaba los beneficios sociales que reportarían a los campesinos y al país en general la tenencia de tierra propia a quienes las cultivaban; y pedía en una edición posterior que se limiten los trámites para la obtención de los títulos de propiedad, y que la oficina del ramo había mandado confeccionar formularios para dichas gestiones y que había propiciado y obtenido la sanción de una ley que exoneraba de papel sellado y todo otro costo fiscal las solicitudes referentes a tierras públicas.
Con este procedimiento el solicitante encontraba ventajas en sus gestiones. Pero una vez extendidos los títulos "se produce cierto inconveniente por la lentitud en el despacho de dichos documentos, inconveniente que no radica en la Oficina de Tierras y Colonias, sino en otras reparticiones por donde los títulos deben ser intervenidos y anotados antes de su entrega a los interesados.
En estos trámites, permanecen en una sola dependencia hasta tres o cuatro meses, en ocasiones". (213)
La burocracia una vez más demoraba las buenas intenciones del gobierno, y desalentaba a los campesinos que debían acudir a Asunción a gestionar sus títulos de propiedad, o pagar -si podían a un "procurador".
Con el título "El problema de la tierra", terció El Pueblo, que informó que se planteó en el Directorio del P. Liberal el problema de la tierra ", que de un tiempo a esta parte viene adquiriendo palpitante actualidad".
Se reciben en ese Directorio frecuentes pedidos, de vecinos de pueblos de tierras de labor y para vivienda.
En vista de que pobladores de Alberdi y Sapucai estaban en una situación especial, se designó una comisión que debía encargarse del estudio de dicha situación. Esta comisión debía proponer al Directorio "los procedimientos legales que permitan sostener a las poblaciones desahuciadas de Alberdi y Sapucai en sus respectivos predios, entre tanto llegue a sancionarse la medida de carácter general que haya recomendado la comisión especial designada al efecto". (214)
Con el título "La venta de las tierras Públicas" publicó Arturo Brugada en varios números del diario Patria. En el de fecha 30 de agosto de 1924, página 1 es importante, pues es la transcripción del Mensaje del presidente de la República general Bernardino Caballero al Honorable Congreso Nacional, proponiendo la venta de los yerbales del Estado, pues mientras éste fuera su dueño se irían destruyendo, y en cambio se creía que si estuvieran en manos privadas se aseguraría su conservación.
Ésta creencia tenía cierto fundamento, pues en la época se hacía mal empleo en el beneficio de la yerba; para ganar tiempo se talaban estas plantas, y por consiguiente cada día debían internarse más en los bosques para su explotación. Además no se respetaba el tiempo de veda que debía cumplirse en el periodo de brotación de la planta, y la alternancia en el corte en una misma planta que no se debía realizar anualmente. Esta manera de beneficiar la yerba mate tuvo vigencia en algunos casos en la era colonial e independiente.
En medio de tantas presiones de los periódicos, y de las quejas de los campesinos sin tierra, el Departamento Nacional de Ingenieros aprobó las diligencias de mensura, deslinde, amojonamiento y subdivisión de lotes de las tierras fiscales ubicadas en Ybycuí, y Acahay, denominadas Robles Cué.
250 lotes con una extensión máxima de 8 hectáreas.
229 lotes de 6 hasta 12 hectáreas.
65 lotes de 12 hasta 16 hectáreas.
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Se solicita que dicha colonia sea denominada Carlos A. López. (215)
Otra noticia halagadora publicó El Diario al hacer una referencia a las tierras de Sapucai y Caballero, que "Se halla a la firma del Presidente de la República el Mensaje que dirigirá al Congreso proponiendo la expropiación de las tierras de Sapucai y Caballero, viejo anhelo del vecindario de ambos pueblos". (216)
LA AGRICULTURA UNA ACTIVIDAD ALEATORIA
La agricultura tal vez sea una de las actividades más inseguras en lo que respecta a sus resultados; más aún lo era en la época que estamos estudiando, en la que la tecnología no alcanzaba el desarrollo actual.
Se sumaban a las plagas de langostas, orugas, heladas, sequías, exceso de lluvias, apremios bancarios por morosidad en el pago de las deudas de los agricultores al Banco Agrícola, y otros inconvenientes más.
Con el título de "Apremio a los agricultores", Patria publicó un suelto que decía: el Banco Agrícola con intención de cobrar préstamos vencidos de largos años atrás, apremia a los campesinos morosos y tenían órdenes sus agentes hasta de ejecutar los bienes de los deudores.
Graves males sufrieron los agricultores, la guerra civil, una plaga de langostas.
Vivieron "amontados" durante un año ante el temor de ser movilizados. (217)
A los apremios del Banco Agrícola para el cobro de los créditos otorgados y ya vencidos, se sumaban las extensas mangas de langostas. Las que en ciertas ocasiones oscurecían el cielo, se agregaban otras venidas del exterior. Las regiones más castigadas del país fueron Isla Umbú, Ybytimí, Acahay, Caraguatay, Guarambaré e Yacaguazú. (218)
Las instrucciones para extinguir a esos perjudiciales acridios no se hizo esperar y fueron dadas por Guillermo Tell Bertoni, quien entonces era Jefe de Agricultura y Departamento Agrícola. (219)
Desgraciadamente, con el correr de los días y las semanas iban cubriéndose más y más el territorio nacional con tan desagradables y perjudiciales insectos, ya eran setenta y un puntos del país los invadidos, y se hacían sentir con mayor intensidad en Paraguarí y el Guairá.
En Caraguatay con la presencia del Delegado Civil el Sr. Saguier, y un inspector, (sería empleado del Banco Agrícola) se trabajaba en la destrucción de langostas. En Iturbe y en Villarrica se destruían los huevos de este acridio. (220)
SE AGUDIZAN LOS PROBLEMAS POR LA FALTA DE TIERRAS PARA LOS CAMPESINOS
El diario Patria, periódico que respondía a los intereses de la Asociación Nacional Republicana, manifestó en ocasión del trigésimo sétimo aniversario de la fundación de ese partido político que los puntos fundamentales de su programa eran solucionar los problemas que originaban la falta de tierra a los campesinos, mediante la expropiación de los grandes latifundios improductivos, y la creación de un código de trabajo para suprimir las graves cuestiones entre el capital y el trabajo.
Además agregó que la Asociación Nacional Republicana tachada de partido conservador "es el primero que se aboca al estudio de los grandes problemas sociales" (221)
Este mismo periódico reconocía en ocasiones el progreso que iban alcanzando algunas colonias, citaba la de Monte Sociedad de la Jurisdicción de Villa Hayes, cuya colonización se inició en 1855, y que había obtenido gran progreso después que se rectificaron las mensuras anteriores; y desde la creación de la "Oficina de Colonias" - 8 - X - 1917 - recibieron los colonos sus títulos definitivos de sus parcelas en donde están sus casas y sembrados; de la lista nominal de los beneficiarios que fueron en total 96, y otros títulos que estaban en trámite. (222)
Al día siguiente publicó que fueron remitidos por la Oficina de Tierras a los juzgados de las respectivas jurisdicciones los títulos de propiedad otorgados por el Estado.
Comprendían los pueblos o ciudades de Encarnación, Itá, Santiago, San Ignacio, Itauguá, Tabapy (hoy San Roque González de Santa Cruz) y Luque, a los que se sumó una partida de títulos de propiedad para los colonos de Monte Sociedad. (223)
A su vez la Democracia, "Diario Independiente de la mañana" publicó que: "Se ha dicho y repetido hasta la saciedad que latifundio es sinónimo de dictadura económica, de estancamiento, de retrogradación, que no da beneficios a nadie, puesto que el mismo latifundista no tiene mayores beneficios. El tributo que recauda el estado por concepto de impuesto directo es irrisorio".
Sugería cambiar el sistema impositivo aumentando los impuestos de las grandes extensiones de tierras incultas.
La causa de la emigración de los paraguayos no era solo por las guerras civiles sino también por la falta de parcelas de tierra para el campesino. (224)
Sobre el tema de la emigración terció Patria, que afirmó que la emigración de gente trabajadora es una cuestión que debe ser considerada, y que las causas de la emigración son de orden político y la falta de tierras fiscales que puedan ser adjudicadas. (225)
Por su parte el gobierno promulgó la ley No. 678, "Que declara de utilidad pública la propiedad de los Señores Censi y Pirotta ubicada en el departamento de Villa Franca, que deberá ser loteada y vendida con preferencia a los actuales pobladores.
La Oficina de Tierras y Colonias solicitó al Ministerio de Hacienda un perito fiscal que deba considerar un justo precio de la propiedad con arreglo a lo previsto en la ley...” (226)
Mientras Patria insistía en los motivos de la emigración que: Son causas en primer término la anarquía, las guerras civiles, que de tiempo en tiempo asolan a nuestro país.
Durante la guerra civil se han saqueado establecimientos ganadero e industriales.
En algunas estancias en donde estaban reproductores importados para el mestizaje, fueron estos animales los primeros en ser sacrificados por los ejércitos radicales, sin más motivo que el de pertenecer a adversarios políticos.
Así, los hombres de valor y amantes de la tranquilidad van abandonando nuestro país. (227)
Como una respuesta a Patria, El Diario publicó la creación de una nueva colonia en la propiedad de Botrell Hermanos sita en Ajos, - hoy Coronel Oviedo -, en el lugar llamado Potrero Bogado, "donde existe un núcleo de familias de agricultores ocupantes y arrendatarios". (228)
El Director de la Oficina de Tierras y Colonias Don Genaro Romero, había expresado que: existen muchas y extensas propiedades en el país que no son explotadas y que incluso sus dueños están radicados en el exterior, y que están esperando mejores precios para su venta.
Se podría establecer un fuerte impuesto, y desgravar a las propiedades pequeñas y que faltaban tierras para producir, y las que existen están acaparadas en manos de unos pocos.
La renta de la tierra es de la clase ociosa y rica. (229)
Sería una cosa de no terminar publicar por un lado todas las manifestaciones del diario Patria en el sentido de reducir los improductivos latifundios en prósperas tierras de cultivo en beneficio de los campesinos sin tierra y de todo el país; y las colonias establecidas por el gobierno y publicadas por El Diario.
LA LUCHA POR LA TIERRA TIENE UN COSTO DE SANGRE
"Bandera Roja", (Órgano de los Trabajadores) con el título de Por la civilización y por la libertad, publicó que campesinos reivindicadores de tierra fueron muertos en "Pacheco", localidad de Carapeguá, y que las víctimas fueron Juan y Cipriano Penayo.
"Ya son muchas las víctimas que por razón de ese mismo pleito han ido cayendo. Familias enteras asesinadas, poblaciones incendiadas, jóvenes y ancianas violadas son las huellas imborrables que van dejando los detentadores de las tierras de Pacheco y Ypecuá que hoy pertenecen al ingeniero Albino Mernes".
Denunciaba el periódico que el país ya conocía a "quienes son los responsables morales de esos atentados vandálicos". "Y cuan equivocados están los que en la lobreguez de inocentes fosas, buscan la diadema de sus soñados triunfos". ¡Son pobres suicidas! Son reos que a la hora de la responsabilidad rendirán estrictas cuentas de sus actos salvajes!. (230)
El Comité Ejecutivo del Partido Comunista envió un mensaje a los asociados de "Reivindicación y Progreso", con motivo del asesinato de los hermanos Penayo, en el que en una parte dice "La sangre inocente que riega el camino de la emancipación humana porque bregamos con tesón es el veneno que pronto ha de quemar el alma de los mandones para rendirles al pie de nuestra insignia roja, símbolo de pureza e insignia de la humanidad y de la justicia. ¡Confianza y valor compañeros!
La muerte de los hermanos Penayo sacudió a la ciudadanía, que tomó partido de acuerdo a los intereses políticos y económicos que cada persona mantenía.
El periódico “El Radical" trató de minimizar esa tragedia que ensangrentó a la localidad de Pacheco, lo que trajo entonces la réplica de Bandera Roja, que en parte transcribimos: El Radical, órgano del partido de este nombre, califica de "tragedia vulgar, el drama oprobioso en que cayeron los hermanos Penayo, en Pacheco. Y dándoselas con nosotros, apuran la jerga gruesa de la política gauchesca, proclamando una vez más la santificación del crimen como programa de acción.
No nos extraña. Para un partido que cuesta al país más de doscientas mil víctimas, entre muertos, inutilizados y desterrados, un asesinato más !qué ha de importar!.
Sobre cadáveres subieron y sobre cadáveres se mantienen. El partido radical no es partido político desde este punto de vista. Es simplemente un cementerio sembrado de puñales y proyectiles".
Para un líder radical, (manifestó en el Congreso) en el Paraguay no existen socialismo ni gremios organizados. Los de Pacheco no son obreros porque son agricultores. "Son nomás (los agricultores) las víctimas del compadrazgo político, las bestias de carga que llegada la hora de angustia partidista, se las empuja a la matanza, a revivir cadáveres políticos y levantar cadalso para su propia familia. Son los suicidas de su propio hogar, azuzados a espolazos e hipnotizados por la osada viveza de los caudillos...” (232)
En otra entrega de este periódico se lee: Uno de los principios del Centro Democrático formado en el partido liberal, "es propender a que cada habitante tenga un solar suficiente para su hogar".
No se llevó a la práctica esa bella iniciativa, nada favorable en esa materia se realizó en beneficio del pueblo. Firma el artículo: Lucas Llarrola. (233)
Señaló además, que debían intervenir los miembros del poder judicial en los sucesos sangrientos de Pacheco, comisionando un juez de crimen. "Los políticos y tragatierra inescrupulosos trataran de desnaturalizar los hechos a fin de alivianar el peso de la irresponsabilidad de tales sucesos” (234)
El líder sindical Cayetano Raimondi ganó un espacio en Bandera Roja y publicó acerca del problema de la tierra, que entonces se estaba viviendo en nuestro país, actuando los líderes de la oposición como catalizadores de un necesario cambio social, y que algunos elementos reaccionarios y con fuertes intereses estaban tratando desde hacía ya bastante tiempo.
El citado Raimondi escribió que: "parecería que no debiera existir problema de tierra en un país de 1.000.000 de habitantes y 400.000 Kms2 de tierra, pero existe y es todo un grave problema. El campesino paraguayo es paria en su propia tierra. El campesino paraguayo no tiene un pedazo de tierra en donde plantar cuatro horcones para levantar su rancho, "mientras las tierras en su totalidad pertenecen a media docena de latifundistas extranjeros y negreros". (235)
Siempre con relación al crimen cometido en Pacheco y del que fueron víctimas los hermanos Penayo, publicó Bandera Roja que, "La democracia parda, la política caudillesca, acaba de abrir el corazón de los hermanos Juan y Cipriano Penayo, quienes decepcionados de la política burguesa buscaron en la Casa del Pueblo, secundando los esfuerzos de los pobladores de Pacheco, Ypecuá, Isla Ybaté, de Carapeguá" (236)
Estos defensores de una justa reivindicación de tierra, en un país con tan pocos habitantes, en donde no deberían existir problemas de esta naturaleza, la codicia de los terratenientes que esperaban con la plusvalía, venderla a mayor precio, frustraba todo intento de justicia social.
Los socialistas estaban atentos y vigilantes, y organizaron llevar a cabo una peregrinación hasta la tumba de los hermanos Penayo, Bandera Roja sugirió que se espere más de una semana de tal forma a que mayor cantidad de personas puedan concurrir a ese acto de "pública vindicta". (237)
Pero no solamente fueron muertos los hermanos Penayo por el comisario Florentino Quintana, sino también otro hermano de los asesinados fue herido y enviado a la cárcel pública, "donde guarda prisión para borrar el aspecto horroroso del crimen y sincerar la actitud de los sicarios" (238)
Este mismo periódico publicó que los hombres del Centro Democrático estando en la llanura pedían la reforma de las leyes de tierras públicas, evitando en lo posible la formación de latifundios. Después de 21 años de gobierno "el sonido melodioso de la lira humana se apagó (...) y cada año aumenta en tierras su dominio y posesión cuatro compañías gringas”. (239)
Mientras el capital extranjero día a día iba ocupando más tierra en detrimento de la clase campesina, cuyas justas reivindicaciones eran no solamente desoídas, sino eran causa de persecuciones, emigraciones, heridas y muertes, parecía que a ciertos sectores del gobierno poco o nada les preocupaba esta situación; no así a los redactores de El Diario, que si bien respondían a los intereses radicales señalaron que entre las múltiples necesidades de la campaña, dos eran básicas: tierras y caminos, "ya hasta la saciedad se han enumerado los fundamentos en que se apoyan estas dos grandes aspiraciones colectivas; los argumentos han sido agotados, son irrefutables y contundentes" .(240)
Agregaban que se encontraban cosas más interesantes y que se postergaban la solución de estos dos problemas. "Se rehúsa ser útil con tal de ganar un prestigio de oropel, pegado con engrudo sucio".
EVOLUCIÓN DE LA ECONOMÍA AGRARIA DEL PARAGUAY
En el año 1986 la editorial Histórica, publicó un trabajo que bastante años atrás había escrito el Dr. Eligio Ayala, con el título de Evolución de la Economía Agraria del Paraguay.
El prólogo lo escribió el Dr. Carlos Pastore, quien señaló que "con el primer trabajo, Ayala aprendió, según su fórmula, que el Paraguay no constituía el centro ni el mejor país de la tierra, versión está dictada por el sentimiento patriótico ciego que detiene el progreso colectivo y favorece la explotación de la masa mantenida en un estado emocional de amor irracional de lo nuestro, cualquiera fuese su carácter y sus efectos". (241)
Así mismo afirmó: "La venta de tierras públicas constituyó para Eligio Ayala, un duro golpe al porvenir económico del Paraguay, resultado de la ignorancia, las pasiones y los intereses de clases". Dijo Ayala "Los agricultores no recibieron tierras y el importe no aportó beneficio al interés colectivo. Fue una operación desastrosa para el país, otro zarpazo del infortunio.
Los gobernantes paraguayos sacrificaron para siempre el brillante porvenir económico de la nación, enceguecidos y dominados por la ignorancia, la imprevisión y la codicia, mientras los intelectuales no se ocupaban de los problemas colectivos". (242)
El Dr. Eligio Ayala no comprendió las necesidades de Estado en la época que se dictaron las leyes de la venta de las tierras públicas.
Las angustias fiscales pesaban mucho, y se recurrió a venderlas.
Señalamos en páginas anteriores lo expresado en su Mensaje por el general Patricio Escobar en el año 1888, que la situación financiera era buena, pero cuando se venda toda o la mayor parte de esas tierras se debían buscar otros arbitrios.
Los miembros de la Cámara de Diputados y los de la Cámara de Senadores actuaron de acuerdo a las ideas económicas imperantes cuando discutieron y aprobaron la ley de venta de las tierras públicas y yerbales.
El Estado paraguayo no se encontraba en condiciones de explotar las riquezas naturales. Faltaban el trabajo, el capital y la aptitud para producir, afirmó el Dr. Ayala.
Aplicando el sistema de producción propio de los despóticos gobiernos anteriores a la guerra, el gobierno paraguayo podría haber impuesto a la cansada y escasa población la misma esclavitud. Podría haberla obligado a latigazos a cultivar la tierra con vara de palo. Pero fue tan grande la repugnancia que produjo el régimen de las dictaduras que se consideraba como un crimen pensar en él. El presidente Cirilo Antonio Rivarola, decreto de por medio, estableció que todo peón al servicio de personas o empresas dedicadas a la explotación de la yerba que huía de ese sistema de verdadera esclavitud debía ser capturado y el costo de esta operación recargarlo a cuenta del peón causante de esa aprehensión.
A continuación el Dr. Eligio Ayala, con gran acierto afirmó que: "Las tierras pasaron de la propiedad del Estado a la de algunos capitalistas extranjeros. Un monopolio sucedió a otro monopolio. A la inmovilidad de las tierras fiscales sucedió no la actividad de la producción, la prosperidad económica, sino la acción venenosa de la especulación".
De esa manera se siguió la política económica imperante en ese tiempo.
Al mismo tiempo era la concreción de los deseos de ciertos periodistas del Río de la Plata que durante el gobierno de Carlos A. López criticaron y condenaron los monopolios estatales, y en particular el de la tierra, cuya venta en gran extensión a capitalistas extranjeros estaba vedada. (243)
Con mucha visión, proféticamente afirmó el Dr. Eligio Ayala, ante el comienzo del problema de la falta de tierras estatales para fundar colonias agrícolas, que "se traducirán con trágicos caracteres, todavía más tarde, en cruentas luchas sociales, (lo que ya estaba ocurriendo durante su gobierno constitucional, incluso con la muerte de los hermanos Penayo) y en agudas crisis agrarias, los efectos de ese error económico, el más grande y el más funesto que se ha cometido hasta ahora por gobernantes paraguayos después de la guerra". (244)
Cuando las mejores extensiones de tierras públicas fueron vendidas se dictaron leyes que prohibían su venta; como la de Inmigración y la de Colonización, y la de Hogar. Las dos primeras con el objeto de aumentar la población agrícola, la producción nacional, y la de Hogar para que los campesinos puedan permanecer en el país, ya que emigraban por falta de tierras de labor.
Señaló Eligio Ayala que esas leyes fueron dictadas sin estudiar las condiciones del país y sus verdaderas necesidades, pues "Los agricultores compraban pequeños lotes de tierras fiscales, pero los revendían a los propietarios de los campos, a los propietarios de grandes extensiones de tierra.
Para comprar las tierras fiscales los agricultores deben probar su posesión actual del lote que interesan, pero para entrar en posesión de esos lotes no se exige requisito alguno".
De esa manera los agricultores hacían de intermediarios para aumentar las tierras de los latifundistas.
Para superar las falencias de estas leyes se dictó la ley No. 822: Sobre creación, fomento y conservación de la pequeña propiedad agropecuaria, el 17 de julio de 1926.
Por esta ley se estableció que las pequeñas propiedades agropecuarias existentes o las que establecieren en lo sucesivo estarán sujetas en adelante a las restricciones de dominio y al régimen de adquisición y sucesión que prescribe esta ley.
La colonización se podría realizar en tierras fiscales, o privadas en estas últimas mediante expropiaciones. En estos casos el gobierno debía solicitar la expropiación de las tierras que reúnan las siguientes condiciones: que sean aptas para la explotación agropecuaria. Que estén ocupadas con una densidad mínima de treinta familias por cada seiscientas hectáreas, que sus ocupantes sean familias agricultoras en una proporción de por lo menos sesenta por ciento.
Para acceder a una fracción de tierra destinada por el Estado para la formación de pequeñas propiedades rurales, no se tendrá en cuenta la nacionalidad, y las condiciones eran que las posean y se comprometan a cultivarlas personalmente. Que sean agricultores, mayores de edad y capaces para dedicarse a los trabajos agrícolas. Que no sean propietarios de otros bienes rurales.
En las colonias fiscales existentes se entregará un lote a cada inmigrante o paraguayo repatriado. Luego de cuatro años se adjudicará el título definitivo, una vez cumplidos los siguientes requisitos: haber construido una casa, vivir habitualmente en ella. Tener cercado su lote por lo menos el área destinada a los cultivos, y tener cultivada como mínimo tres hectáreas.
Otro capítulo de esta ley estableció las restricciones de las pequeñas propiedades agropecuarias.
Las pequeñas propiedades cedidas gratuitamente admitirán la prescripción adquisitiva del Estado por abandono voluntario e injustificado de la persona adjudicada, por más de cinco años. Entonces el Departamento de Tierras y Colonias debía hacer publicar edictos por un mes, con apercibimiento al interesado, si éste no se presenta se podrá arrendar esa propiedad.
Para evitar que ciertas personas ensanchen desmedidamente sus propiedades se estableció que nadie podía tener en esas colonias una superficie de terreno mayor de sesenta hectáreas ni menor de seis.
No se podía fraccionar una propiedad de seis hectáreas; se trataba de evitar así la atomización de estos lotes rurales.
Los herederos de una propiedad de esta dimensión debían ceder sus partes, previo pago al heredero de mayor edad, y si todos eran agricultores al más capaz, de acuerdo al dictamen del juez.
De esta manera se buscaba evitar el fraccionamiento desmedido de estas propiedades que con correr de varias generaciones se fraccionaban en decenas de pequeñísimas parcelas de corta superficie que no alcanzaban para obtener lo necesario para la subsistencia.
La aplicación de esta ley no fue continua pues, reiteradamente se hace mención en los decretos de adjudicación de tierra de labor a la ley de Homestead y Hogar promulgada en el año 1904.
El presidente Eligio Ayala, ya había escrito anteriormente en su libro "Evolución de la Economía Agraria del Paraguay", publicado por la Editorial Histórica, en el año 1986, que "La pequeña propiedad asegura la estabilidad del hogar, vigoriza la organización de la familia rural y disminuye la emigración". (245)
En lo que guarda relación a la ley No. 822 el Dr. Teodosio González en su oportunidad, cuando el proyecto de esta ley había sido enviado al Parlamento Nacional para su estudio, hizo algunas observaciones a varios artículos de él.
Así en la parte relativa a las pequeñas propiedades agropecuarias que no podían ser adjudicadas, sino a los agricultores "que no poseen otros bienes en la República".
El Dr. González no estuvo de acuerdo con la prescripción de esta ley, pues afirmó, que quedarían fuera de los beneficios de esa ley casi todos los inmigrantes europeos y otras personas que se dedican a otras actividades, quieran dedicar su fuerza, dinero y tiempo que les sobran a las actividades agrícolas.(246)
En la época en que hizo esas observaciones, citó lo que había escrito "un colonizador argentino", que el agricultor europeo después de la guerra estaba en una buena situación económica, y no emigraban en gran cantidad. Los que emigraban eran los habitantes de las ciudades, pertenecientes a casi todos los oficios menos a la agricultura; y lo que le importaba eran los beneficios que podían obtener en el ejercicio de sus respectivas profesiones.
Se preguntó el Dr. González ¿por qué los que accidentalmente quieran dedicarse a la agricultura no podían ejercerla en las parcelas adjudicadas de acuerdo a la ley No. 822?.
"¿Por qué no un médico, un militar, un abogado, sacerdote, ingeniero y otros profesionales más? Ya que estos agricultores serían, en poco tiempo, los mayores productores por su capacidad intelectual y por la suficiencia de sus recursos" (247)
Posiblemente la respuesta que podían dar a estas preguntas los que elaboraron el proyecto de ley, y los que discutieron y lo aprobaron sería dar preferencia al campesino en la posibilidad de obtener una fracción de tierra para alcanzar un medio de subsistencia para sí y su familia.
Ante la limitada capacidad del erario público se habrá pensado que las personas de distintas profesiones que también querían dedicarse a las actividades agropecuarias podían adquirir las propiedades rurales con sus recursos propios.
Posiblemente la ley No. 822 promulgada el 17 de julio de 1926 por el presidente Eligio Ayala vino a constituirse en una respuesta a los diversos periódicos de ese tiempo que insistían en la necesidad de otorgar una parcela de tierra a cada familia de agricultores del país.
Los punzantes artículos de Patria sobre ese tema se reiteraban día a día, y se preguntaba qué había hecho el liberalismo por el campesino.
"Su célebre política colonizadora no ha consistido más que en repartir a la marchanta las tierras públicas, regalando a sus paniaguados vastas extensiones que luego quedaban inexplotadas, mientras los usufructuarios mercaban sobre una mesa de juego los destinos y hasta la independencia misma de la patria".
Mientras tanto, el Partido Nacional Republicano, ha incorporado a su carta orgánica esa declaración de principios "la tierra no debe ser de quien la posee sino del que la cultiva". (248)
PENSAMIENTOS DEL DR. ELIGIO AYALA CON RELACION AL PROBLEMA CAMPESINO
El Dr. Eligio Ayala es autor del libro que lleva por título "Migraciones", editado en Santiago de Chile en la Imprenta Sudamericana en el año 1915. Estudia principalmente el motivo de la emigración de la población campesina a la ciudad.
Antes de entrar en el desarrollo del tema principal de su trabajo, a manera de advertencia, escribió: "Estoy persuadido que erraré! No soy en efecto más que un modesto principiante en lucubraciones de esta laya". (249)
Escribió que: pág. 6. "Las explotaciones agrarias son la actividad productiva fundamental en el Paraguay; ellas debían de ser naturalmente la ocupación predominante de la población. Y sin embargo, él éxodo rural extenúa ya en forma alarmante nuestra actividad económica".
"Las emigraciones condicionan a veces una más adecuada distribución agraria y demográfica, y un desarrollo económico más completo y armónico de la vida social" (250)
Según Eligio Ayala "el éxodo rural se mueve como automáticamente, con cierta misteriosa espontaneidad y con una persistencia sorprendente". "Las diversas medidas tomadas en varios países para estimular el arraigo del campesino en su finca rural son insuficientes para evitar su emigración a la ciudad, (o al exterior) han fracasado, de poco han servido los Centenares de sistemas, de colonias, de tierras gratuitas, de elevados salarios, de créditos, mil formas de protección directa, costosos esfuerzos frustrados proclaman en la historia económica de todos los países, desde Escocia, hasta Australia y Nueva Zelandia, cuán difícil es descentralizar la población".
Estos hechos enseñan que el salario, tampoco es el primer factor dinámico de las migraciones. Enseñan sobre todo que la actividad humana no está dominada por impulsos económicos solamente. (251)
En la época moderna gran parte de la población rural no se conforma con vivir en el campo, buscan la ciudad en donde pueden encontrar entretenimientos, educación; quieren romper la resignación a la vida rural.
No solamente por falta de tierras se emigra a la ciudad, también lo hacen aquellos pequeños y hasta grandes propietarios de tierras. (252)
También afirmó que es equivocada la creencia de que el latifundio es la única causa de la emigración a la ciudad, y que "Cada época, cada país, cada categoría de la producción agraria, cada etapa de la evolución económica requiere una distribución propia del suelo". (253)
Esta es una verdad que hoy más que nunca tiene una plena vigencia en nuestros días.
Los cultivos realizados con grandes tractores con discos de arado, sembradoras, y máquinas recolectoras necesitan de grandes extensiones de tierra para obtener una cosecha de amplio volumen para justificar el costo de las complejas y costosas máquinas empleadas.
Con la mecanización de las labores agrícolas, el peón rural se ve desplazado.
El propietario de una pequeña finca debe dedicarse al cultivo de ciertas plantas que requieren su participación directa y la de sus familiares, tales como el cultivo de algodón, y los de la huerta; lo que apenas le permite sufragar en la mayoría de los casos, sus necesidades mínimas.
Bien entonces escribió el autor de Migraciones, que "El minifundio, o mejor la pequeña propiedad tampoco es favorable, pues el agricultor se vuelve conformista y vegeta sin progresar". (254)
EL PROBLEMA DEL REPARTO DE LA TIERRA.
MENSAJE PRESIDENCIAL DEL 1 DE ABRIL DE 1925.
El presidente constitucional Dr. Eligio Ayala afirmó que la base de la producción agraria es la tierra, ya "sea en propiedad o en locación. El problema de la distribución agraria es el más grande, el más difícil, el más complejo entre todos los problemas que han surgido y van surgiendo en la vida económica nacional...”.
Se han cometido muchos errores, por parte de los gobiernos en la distribución de la tierra. No se eligieron a quienes podían hacer producir la tierra, ni se buscó la forma que sus dueños la mantengan.
Se deben crear las condiciones para la expansión agrícola. "Mientras no reformemos valientemente nuestro régimen actual de la pequeña propiedad inmueble, será inútil que nos ocupemos en la solución de este gran problema".
Acerca de ese tema el presidente Ayala manifestó que próximamente presentará a consideración del Poder Legislativo un proyecto, para el cual pidió a sus miembros "una solicita atención".
Era comprensible la preocupación del Dr. Ayala ante el problema y la gran demanda de tierra que se sentía en el país.
Todos los periódicos, tanto los opositores, oficialistas y los que se decían independientes daban un destaque a la falta de tierra agrícola para asiento de hogares campesinos.
Por su parte el gobierno no era indiferente a este problema, y de acuerdo a las posibilidades económicas del Estado iba entregando lotes fiscales, o expropiaba propiedades con el mismo fin.
En una sintética lista que no pretende agotar el tema señalamos, la distribución de tierras y el establecimiento de colonias desde las vísperas del primer Mensaje del Presidente Ayala al Congreso Nacional hasta el segundo Mensaje.
1ro.) Los Sres. Botrell hermanos comunicaron a la Dirección de Tierras, las negociaciones que se realizaron entre ellos los propietarios de tierra y los campesinos, con la intervención de personales de la citada Dirección para la venta de tierras.
Debía correr a cargo de los Sres. Botrell la mensura, trazado de calles, y la reserva de un terreno para plaza. Se estableció el costo de cada hectárea en la suma de 300$, incluida la mensura. Esta colonia se estableció en Ajos, hoy Coronel Oviedo. (255)
Ante la campaña en favor de la colonización, el diario Patria argumentó que una inmigración es favorable al país, por lo tanto no es objetable, pero que la falta de garantías ahuyenta al extranjero. (256)
A la falta de garantías para los inmigrantes Patria se mostró "selectiva" y publicó que "... debe evitarse la venida de grandes cantidades de individuos de razas inferiores, amarillas y negra, por ejemplo que con el tiempo han de influir poderosamente sobre nuestra futura raza". (257)
2do.) Como algunas poblaciones como Guazucuá estaban asentadas en propiedades privadas que se habían comprado a consecuencia de la ley de venta de tierras públicas y yerbales, el Estado adquirió 500 hectáreas para asiento de dicho pueblo. (258)
La falta de tierra se sentía en Pilar, pues, ya saliendo de esta ciudad "todos lo que se extiende al interior pertenece a unos pocos dueños". El pueblo de Guazucuá estaba dentro de una propiedad privada. El latifundio inculto mata a la región. (259)
Al día siguiente este mismo periódico insistió sobre este tema, y expresó que "desde las afueras de Pilar las tierras pertenecen a algunos terratenientes egoístas y despreocupados, que alambran, aíslan sus tierras temerosos de que ellas sean ocupadas por el trabajador, que las fecundarían con sus brazos".
Una causa de la emigración a la Argentina era la falta de tierra al campesino. (260)
Problema semejante de emigración a la Argentina por falta de tierra se presentaba en la colonia de Hohenau. (261)
Como si la falta de tierra para el cultivo no fuera suficiente, Patria publicó una protesta enviada por los agricultores de las islas números 1,2 y 3 ubicadas en frente a Puerto Pinasco, a la Administración del Banco Agrícola por haberse arrendado a esa empresa.
Así se perjudicaba a 14 establecimientos agrícolas que dan vida a 56 familias. (262)
Para la despoblación de la campaña las malas autoridades tenían su buena parte, de acuerdo por lo afirmado por Patria, "... debido a la tiranía de los caudillejos que son verdaderos sátrapas". (263)
También en Arroyos y Esteros se sentía el problema de la falta de tierras para los campesinos.
En una encuesta llevada a cabo por El Diario, un lector había sugerido que los terratenientes entreguen sus extensas tierras incultas para ser loteadas. (264)
3ro.)Títulos de propiedad entregados a los pobladores de las colonias José Berges y Hernandarias. (265)
Otro mal que afligía a los campesinos, era, (y continúa siendo el cuatrerismo, que no respeta la yunta de bueyes del agricultor o un valioso reproductor de un progresista cabañero).
En la época que estamos estudiando el abigeato estaba a la orden del día en Aregua, Luque y Capiatá. (266)
Un tiempo después fue reiterada una información con relación al abigeato en la región norte del país. La Democracia se refirió a él como una plaga que infecta al país y ha de persistir mientras se haga política en base al caudillaje.
Los cuatreros capturados muy pronto recuperaban su libertad, "porque enseguida encuentran padrinos influyentes que se encargan de salvarlos por fas o por nefas".
En cambio los pobres diablos "que comen un chancho o una gallina, esos con seguridad pueden pudrirse en la cárcel", pero los que arrean ganado no sienten el peso de la justicia.
4to.) El Estado compra tierra ubicada en Alberdi de propiedad de Censi y Pirotta.
Estas tierras fueron expropiadas por la ley No. 678 del 27 de octubre de 1924, y abonado su importe por el decreto No. 22784, a razón de 211 $ 63 centavos la hectárea. Costo total 2.056.238.98 c/l. Extensión del inmueble adquirido aproximadamente 9716 hectáreas. (267)
Patria no estuvo conforme con el precio pagado, pues le parecía excesiva la tasación de 10.000 $ la legua cuadrada "del anegadizo e inservible predio donde está ubicado el pueblo de Alberdi". (266)
Unos días después, Patria se refiere nuevamente a esta expropiación, y publica que en un periódico del partido liberal se refiere que ese partido se siente honrado con la expropiación de las tierras de Alberdi, y agrega, y como no, honrados y felices, decimos nosotros “los influyentes que tuvieron sus partecitas en el negociado de las tierras en cuestión". (269)
Se llegó así al segundo Mensaje del Presidente constitucional Eligio Ayala, hemos anotado que el tiempo transcurrido entre el 1 de abril de 1925 al mismo mes del año siguiente se habían establecido una colonia privada y otras oficiales, se adquirieron tierras para su reparto a los campesinos.
Los periódicos en general señalaron la necesidad de distribuir tierra a los campesinos para arraigarlos y así aumentar la producción agrícola. Se quiso rectificar el error de las ventas de tierras públicas, dictándose las de prohibición de su venta, de inmigración, las de colonización y de Hogar.
Pero estas leyes fueron dictadas "sin estudiar previamente las condiciones actuales del país, sus verdaderas necesidades, en una erupción de acción instintiva". Los resultados prácticos de estas leyes no fueron mejores que las anteriores.
Los agricultores tuvieron acceso a la tierra, pero por ellos pasaban por venta a la propiedad de los acaparadores. "Así las tierras fiscales se han despedazado, dispersado y perdido, sin contribuir a la formación del Hogar, objeto de la ley".
Una gran parte de la población no es dueña de la tierra que cultiva, pues es arrendataria o mero ocupante.
Al aumentar la ganadería aumentó la necesidad de contar con campos de pastoreo y ha absorbido a la pequeña propiedad. Se han alambrado los campos y eso señala en muchos casos el desalojo de los arrendatarios.
Una grave cuestión social ya existente, se agrava, pues los ocupantes de tierras, incitados por caudillos se niegan a abandonar el terreno, a pagar arrendamiento y se agrupan para oponerse a la acción judicial.
Siendo imposible desalojar a 50, o 100 familias sin tener en donde colocarlas, el derecho de propiedad sufre una limitación temporal, ante la resistencia de los ocupantes.
"Hay hambre de tierra, muchos agricultores carecen de tierras propias de cultivo y sin embargo no pueden conservar las que se les venden a precios bajísimos" (...). Principian a manifestarse ahora, y más tarde han de traducirse, con trágicos caracteres, en cruentas luchas sociales y en agudas crisis agrarias, los efectos de los errores económicos de nuestras leyes agrarias".
El único sistema aplicado es el de la expropiación, que beneficia a los propietarios con ocupantes, pero "no examinan las causas de la carencia de tierra, no se condiciona la mejor distribución agraria, ni se puede lograr la realización de los beneficios inherentes a la pequeña producción agrícola".
Interesa que haya pequeñas propiedades rurales, que sean trabajadas, y mantenidas, que no caigan en poder de los terratenientes.
En un país de mucha tierra, existen campesinos sin tierra.
SEGUNDO MENSAJE PRESIDENCIAL AL HONORABLE CONGRESO NACIONAL
Entre otras cosas manifestó el Dr. Eligio Ayala que: "Se agudizaba el problema de la mala distribución de la tierra".
En medio de la desolación y pobreza traídas por la guerra contra la Triple Alianza, lo único que quedó como riqueza fiscal fueron las tierras, con ricos montes de madera de construcción y yerbales, además de los campos de pastoreo.
Pero el Estado no estaba en condiciones de explotarlas y de acuerdo a la ideología económica de esa época se creyó conveniente entregarlas a la iniciativa privada, pues esas tierras improductivas eran consideradas inútiles para la economía nacional".
Estas equivocadas preocupaciones y las angustias fiscales "fueron seguramente los motivos principales de la resolución funesta de vender las tierras públicas del Paraguay en las condiciones en que fueron vendidas".
Y agregó: "Somos liberales en economía, en la acepción moderna y rectificada de esta palabra. Repudiamos el paternalismo económico, no quisiéramos retroceder al régimen dispendioso y estéril del añejo cameralismo. Creemos que la actividad económica debe ser ejercida antes por la nación misma que por el gobierno".
Un monopolio sucedió a otro monopolio, al pasar las tierras del Estado a las de unos pocos capitalistas extranjeros. Estas tierras no fueron explotadas y sus dueños esperaban su mayor valor.
"Los agricultores paraguayos no recibieron ni un milímetro de esas fértiles tierras, arrojadas pródigamente por el Estado a las manos de unos pocos especuladores".
La venta de las tierras públicas no trajo el beneficio de la creación de colonias, ni atrajo a la inmigración, ni evitó la emigración de agricultores paraguayos.
Las tierras deben venderse y no distribuirse gratuitamente, no debe hacerse propietario a costa de todos los contribuyentes. Deben seleccionarse los adjudicatarios de tierras de manera que las obtengan quienes sean aptos para trabajarlas. Se debe establecer una prescripción que asegure la tenencia del adjudicado para que no pase luego a manos de personas más poderosas.
"El lote de tierra propia, el hogar, el pequeño cultivo intensivo es una de las más fecundas energías creadoras de la economía agraria", dijo el Presidente Ayala, que la experiencia ha desmentido los dogmas de más significación en otros tiempos: el del derecho común y el dogma económico de no intervención. (271)
LA EMIGRACIÓN
El Dr. Eligio Ayala, en su Mensaje al Honorable Congreso Nacional leído el 1 de abril de 1926, también se refirió al problema de la emigración. Afirmó que la poca cantidad de habitantes es la causa de la poca producción, y que era necesario recibir a inmigrantes capacitados, pero la inmigración no debe ser promovida sino debe ser espontánea lo que consideró difícil, pues entonces tenía plena vigencia la emigración de paraguayos hacia países vecinos. Y se interrogó el Presidente ¿cuál o cuáles son las causas de este fenómeno?. Y puso a consideración las posibles causas: la mala moneda, las deficientes tarifas aduaneras, la falta de tierras de labor.
Estas causas no convencieron al Dr. Ayala, quien rotundamente afirmó que principal causa es la política, la "aplicación de la violencia como método de las decisiones democráticas. Han sido las sediciones, la inseguridad consecuente, la injusticia y el temor al imperio brutal de la fuerza, a las persecuciones de las personas y al despojo de los bienes...".
Esta es la enfermedad que origina la emigración “... este ha sido el diente venenoso que fue preciso extirpar para restaurar las fuerzas de la producción económica en nuestro país".
Si bien es cierto que estos males eran denunciados por los diversos periódicos, es digno de resaltar la honestidad y valentía del presidente de la República, que bien pudo haber soslayado esta cuestión de hondo contenido político y social. (272)
EXPROPIACIÓN DE TIERRA
Los directores y redactores de los diversos diarios de la época que estudiamos estaban de acuerdo en el grave problema que constituían el latifundio y la necesidad de tierra que se sentían de parte de muchos campesinos.
Es por eso que continuaban publicando sobre tan difícil situación.
El Diario refiriéndose a Villa Franca expresó que éste era un pueblo que permanecía estancado por falta de tierra. Su ejido apenas tenía 40 hectáreas. "Muchos vecinos de este pueblo tienen que ausentarse de la localidad y se dirigen frecuentemente a la Argentina, a las colonias que se vienen formando".
Una propiedad privada la rodeaba al oeste y al sur, “ y el pueblo no puede crecer un centímetro más". Surgía entonces, de acuerdo a El Diario, la expropiación. (273)
Entonces otra causa se sumaba a la emigración. Era el difícil acceso a un lote propio de parte de campesinos sin tierras.
Los vecinos de Maciel pidieron que se expropie el terreno en donde estaba asentado el pueblo y servía de asiento al municipio. (274)
Con relación al proyecto de una ley agraria, El Diario, publicó la observación del Dr. Teodosio González, quien expresó que: "Una buena ley de colonización agrícola, no ha de proveer solamente a dar al trabajador tierra y dinero para trabajar, sino también respeto y seguridad para su persona y derechos, escuelas e institutos que han de mejorar los conocimientos y acrecentar y perfeccionar los medios de acción del colono, asistencia para sus enfermedades y esparcimiento honesto y barato para sus horas de descanso". (275)
El mismo Dr. Teodosio González continuó opinando con relación al mismo tema.
Al efecto manifestó: "Lo que debe hacer el gobierno, antes que nada, principiando la caridad por casa; es ubicar, dar tierras y estímulo para trabajarla a los cincuenta mil agricultores sin tierra; que vegetan dentro de la Nación y a veinte mil peones, braceros de campo insustituibles, que están sometidos a la esclavitud de míseros jornales, sin esperanzas de liberación o de mejora en nuestros yerbales o en brasileños fronterizos o en obras de construcción de ferrocarriles en los territorios extranjeros vecinos de Matto Grosso y de Formosa".
Teodosio González transcribe al Dr. Coni, quien afirma que es más conveniente la colonización con habitantes del país que con inmigrantes europeos, pues entre éstos son los menos calificados los que emigran y sus cultivos de otro clima, generalmente son distintos a los de nuestro país.
El costo de la venida y permanencia de estos inmigrantes en los primeros tiempos es muy elevado.
Cita Teodosio González a Justo Pastor Benítez, quien en un trabajo señaló que solamente el 5% de la población tenía casa y chacra propias. Que esto era monstruoso.
El paraguayo era un verdadero trotamundos que iba de un pueblo a otro dentro del país, y que emigraba. Y esa población movediza se componía de personas de 20 a 40 años. (276)
Teodosio González insistió acerca de: El lamentable fracaso de todos los conatos de colonización llevados a cabo en nuestro país, en parajes alejados de las grandes vías de comunicación, ha sido uniforme e invariable.
En cambio, según Teodosio González muchos agricultores invaden y ocupan tierras privadas, porque éstas están cerca de las vías de comunicación: férrea o fluvial: Caballero, Sapucai, Zanjita, Alberdi, Curuzú Ñu.
Además para la productividad agrícola se debe contar con un clima favorable y tierras aptas para las labores del agro.
Manifestaba Teodosio González (pág. 390) que de acuerdo unánime de ingenieros europeos la región de Alto Paraná, por ellos visitada, en un período relativamente corto, será "el más poderoso emporio industrial del mundo por las inconmensurables riquezas en carbón blanco (fuerza hidráulica) que encierran sus numerosas y estupendas cataratas, que todavía inexplotadas, por encontrarse aun lejos de los grandes entre poblados, se reducen por hoy a concitar la admiración del mundo". (277)
Entendemos que el Dr. Teodosio González estuvo acertado al afirmar que la colonización debe realizarse con paraguayos, y no con inmigrantes, que no conocen el cultivo de plantas tropicales y que encuentran dificultad de adaptación a nuestro ambiente. A esos inconvenientes se sumaban el costo de pasajes y su posterior ubicación.
En cuanto a que las tierras otorgadas a los agricultores paraguayos era obvio que para retenerlos necesitaban estar cerca de las vías de comunicación.
Mientras los diversos periódicos del país pedían la expropiación de tierras fértiles, pero que no se empleaban para el cultivo, el Poder Ejecutivo no permanecía ajeno al problema de tierras sin agricultores y agricultores sin tierra.
El presidente Eligio Ayala, en su tercer Mensaje como presidente constitucional dirigido al Honorable Congreso Nacional, se refirió a la abundancia y baratez de la tierra de labranza en el país, y que las tierras más fértiles de la región oriental es según la Dirección de Agricultura de 524 $ por hectárea.
La mala distribución de la tierra ha restringido la disponibilidad de las tierras de labor.
Se ha reparado esta omisión con la ley No. 822 de la pequeña propiedad agropecuaria. Esta es una ley de capital importancia, "que condicionará la mejor repartición del suelo, conservará la propiedad y fomentará la producción agrícola, si se la aplica con alguna lealtad".
Para la aplicación de esta ley, se ha autorizado legalmente en el año 1926, la expropiación de varias tierras tales como las de "Obraje" en Limpio, las de "Betterete-Cué" frente a Lambaré, las de "Urundey Yurú", "Malezal" y "General Díaz", en Caraguatay, las de Maciel, una fracción de campo en Santa Rosa y las de "Rivas Ñu` en Concepción. Por leyes de años anteriores fueron declaradas también expropiables las de Alberdi, las de Zanjita en Villa Oliva, la de Rubio Ñu en Barrero Grande, y permutables las de "Galindo Cué" en Yabebyry y las de "Costa Peña" en Acahay.
Fueron expropiadas en razón de estas autorizaciones "Alberdi", "Zanjita", "Malezal" y "Obraje". La adquisición de las demás está en trámite.
Se pueden extraer dos conclusiones de la experiencia hecha hasta ahora en la aplicación de la ley.
Para la expropiación se requiere, 1ro. la declaración de utilidad pública del congreso y el 2do. "al proceso consecuente de la expropiación, para dividir la propiedad. Las expropiaciones no resuelven las cuestiones sociales que casi siempre las determinan, más que respecto del propietario del inmueble.
Este cobra el importe de su propiedad, y se libra de los estorbos de los ocupantes. Pero le queda al gobierno la tarea más difícil de lotear y distribuir las tierras entre los más aptos".
Afirmó Eligio Ayala que la tierra y su distribución económica no eran suficientes, sino que además se requerían capital y técnica de explotación.
La agricultura que técnicamente estaba muy atrasada, progresó extraordinariamente con relación a la mentalidad del agricultor.
En los años 1924, 1925 y 1926 "fueron introducidos en el país más de 8.000 arados, casi más que en 15 años anteriores y además, en el año 1926, 96 cultivadoras, 56 sembradoras, 99 rastras, 19 tractores y otros implementos".
Se han hecho en los últimos años investigaciones en el Jardín Botánico y en la Dirección de Agricultura.
Con relación a la producción agraria, expresó que en el año 1926 el valor de los productos exportados alcanzó la de más de 5.000.000 $ o/ sellado. Su rendimiento supera en algo al rubro productos agrícolas.
Algún progreso en calidad y cantidad se ha notado últimamente. No tuvo epidemias graves "y esas causas políticas que las diezmaban periódicamente antes".
Trabajaron varias fábricas de extracto de carne y tasajo; trabajaron para la exportación, y descongestionaron el mercado. El precio del ganado fue rentable para el ganadero.
Todavía no alcanzó la ganadería un desarrollo óptimo. Falta el empleo de técnicas más avanzadas, predominan la rutina, la escasez de capitales.
Campos descuidados por la explotación excesiva y por quemas reiteradas. La mayoría de los ganaderos no se inclinan a mejorar en calidad y cantidad esa industria. Los propietarios de inmuebles rurales generalmente no cuidan sus propiedades. Pocos campos están alumbrados, y se carece en la mayoría de los casos de piquetes.
Son ocupadas por intrusos esas tierras que dedican a la agricultura y cuando los más audaces han ocupado las mejores tierras y explotadas las regiones más feraces "sus propietarios embisten contra ellos, y pretenden compensar años de omisión y de abandono de sus derechos, con esos desahucios de estampía, que tantas inquietudes y desengaños han producido en los pobres labriegos. Así surgen esas rudas batallas morales entre los ocupantes y poseedores que casi siempre terminan por las expropiaciones".
Mala administración de la mayoría de las estancias. "Hay estancias que carecen de la más simple y sencilla contabilidad, de una elemental libreta de recuento de procreación del ganado. No saben ni lo que tienen, ni lo que pierden, ni lo que ganan. Trabajan al azar, como en la oscuridad...".
Se carecía de estadística de la producción ganadera, difícil de realizarla por lo anterior inmediatamente señalado. Pero la Dirección de Ganadería, realizó, el año pasado, "un trabajo modesto pero utilísimo de inventariar siquiera próximamente, nuestro stock ganadero". El trabajo ha terminado.
Sus resultados son:
ganado vacuno - 3.000.000 cabezas.
ganado equino - 200.000 cabezas.
ganado ovino - 200.000 más o menos.
ganado porcino- 45.000 más o menos.
El porcentaje de mestización es muy bajo. De 3.000.000 solamente 330.000 son mestizos de Duhran, Hereford, Polled Angus, Cebú. (278)
Si bien se sentía la necesidad de tierra de labor para los campesinos sin tierra, la demanda hubiera sido mayor de no mediar las emigraciones ocasionadas por las guerras civiles, acompañadas de las persecuciones a los partidarios del bando vencido que se veían en muchos casos obligados a abandonar el país.
Preocupaba al presidente constitucional de la República Don Eligio Ayala, la escasa población que entonces tenía el Paraguay. Había expresado que el aumento demográfico fue normal en los últimos años, y no aparecieron "grandes epidemias, ni causas externas han aumentado la mortalidad''. Agregó que la salida de conciudadanos al exterior continuaba y "aunque no en las proporciones de los años anteriores. Han padecido tanto los pobres campesinos de las sediciones, que es casi natural busquen todavía refugios más seguros en el extranjero. Después de cada sedición se les decía y reiteraba que será la última, que se ha afirmado definitivamente la paz, y sin embargo, casi mecánicamente ella se reproducían cada dos o tres años. (279)
Afirmó Eligio Ayala, que el porcentaje de emigrados paraguayos que volvían a nuestro país era elevado; y que haciendo una comparación los inmigrantes llegados, no había mucha diferencia. Por consiguiente, no se sentía una modificación demográfica relevante.
LA INMIGRACIÓN
Con intenciones de fomentar la inmigración, en los primeros meses del gobierno constitucional de Eligio Ayala se dictó la ley No. 691 por la cual se sustituyó el artículo 14 de la ley de inmigración de fecha 6 de octubre de 1903.
Las modificaciones establecidas guardaban relación con la prohibición de ingresar al país las personas extranjeras que padecían enfermedades infecto-contagiosas que se citaban:
Los mutilados, sordos mudos, dementes.
Los mendigos, presidiarios, o criminales.
Los que presentaban signos crónicos de alcoholismo. Las personas de setenta años y más, salvo aquellas que tuvieran hijos, nietos o cónyuge en el país.
"Las personas que prediquen la transformación de la sociedad por medios violentos, los expulsados de otro país como anarquistas de cualquier clase o denominación". (280)
LA INMIGRACIÓN MENONITA
El segundo gobierno de Manuel Gondra al igual que su primer gobierno fue de corta duración.
En el segundo, por una ley del 26 de julio de 1921, "se concedieron privilegios especiales a la secta de los menonitas para poblar el Chaco…” (281)
Mediante esta ley se buscaba poblar el Chaco.
Se quería mediante esa ocupación dar una prueba de que el territorio ubicado al occidente del río Paraguay pertenecía a nuestro país. Bolivia protestó por permitirle a los integrantes de la secta de menonitas que pueble ese territorio, pues afirmó que esa región estaba en territorio boliviano.
En el año 1925 proseguían con éxito las gestiones para la venida de los menonitas, (esta grafía es la que actualmente se sigue) y se había firmado un contrato de compra-venta de una extensión grande de tierra.
Con optimismo, un periódico asunceno expresó que "La venida de los menonitas debe ser saludada como una gran esperanza de prosperidad". (282)
Proyecto enviado a la Cámara de Diputados por el Poder Ejecutivo, por el cual se amplía a favor de otras sectas, la ley No. 514 de colonización a los menonitas.
El diputado De Gásperi apoyó el proyecto del P.E., enviado a la Cámara de Diputados, "por el cual se amplía a favor de otras sectas la ley de concesión a los menonitas".
Manifestó entre otras cosas que otros grupos religiosos no menonitas, demuestran interés en venir a nuestro país tales como los Doukhabors, un grupo muy trabajador.
Así mismo la empresa que corre en los EE.UU. de América y de Canadá con la promoción para la venida a nuestro país de sectas protestantes tiene en vista a los molokans, a los luteranos y a los rutenios.
Significó el Dr. De Gásperi que todas estas comunidades estaban integradas preferentemente por agricultores, con suficientes recursos económicos.
Al Dr. Vasconsellos le pareció "reducido y vago" el dictamen de la Comisión que estudió el proyecto del P.E.
Que se ignora la forma o condiciones que manifestaron para venir a nuestro país. Qué utilidades podrían dar al Paraguay.
A continuación, De Gásperi amplió las noticias requeridas, que el pre opinante consideró "insuficientes".
Otros diputados hicieron uso de la palabra. Finalmente a moción del diputado De Gásperi se declaró cerrado el debate. (283)
En la siguiente sesión se volvió a tratar este proyecto de ley e hizo uso de la palabra el diputado César Vasconsellos, en su exposición al oponerse al proyecto de la ley de la Ampliación de la Concesión otorgada a los menonitas, afirmó que para poblar el Chaco, no era conveniente la venida de esta comunidad religiosa ni de otras similares.
Se habla, manifestó, de la necesidad de poblar el Chaco, sin tener en cuenta que para eso era necesario que lleguen allí los beneficios de la civilización, y se garanticen la seguridad y los bienes de sus habitantes.
En materia educacional, recordó el estado de la enseñanza en el Chaco; puntualizó que en algunas poblaciones importantes de él carecen de escuelas, tales como Palma Chica, Puerto Galileo, y Chaco-í. "Puerto Guaraní, Puerto Sastre, Puerto Casado y Puerto Pinasco no tiene sino una escuela donde funciona únicamente hasta el segundo grado. Monte Sociedad, Fuerte Olimpo y Bahía Negra tienen cada uno escuela donde no funcionan sino hasta tercer grado y en Villa Hayes una escuela donde funciona hasta el cuarto grado".
Solamente el 8% de la población infantil del Chaco recibe educación. Y se preguntó al presidente de la Cámara de Diputados ¿cómo podemos hacer habitable un territorio? ¿Cómo podemos pedir a nuestros connacionales que vayan a sepultarse en aquellos lugares de desolación, de desamparo, cuando la misión del Estado no les llegará sino en forma de dolorosa esclavitud?. (284)
El diputado César Vasconsellos se refirió a que sus pedidos de informe provocaron la réplica anticipada de los diputados Pablo Max Insfrán y Justo Pastor Benítez. Este era partidario de otorgar grandes ventajas a los menonitas en razón de nuestra ubicación geográfica, lejos del mar, poco favorable al progreso.
Vasconsellos, quien, previamente elogió a los dos diputados del partido liberal radical y resaltó "El quilate intelectual de estos jóvenes que honran a su partido y a este parlamento...".
Pero no estuvo de acuerdo con las palabras de Justo Pastor Benítez, que había manifestado que "La venida de los menonitas trae vida y progreso al Paraguay".
No aceptó "el fatalismo" de Justo Pastor Benítez como causa del atraso de nuestro país.
Consideró "un cliché", que venía de lejos, a el determinismo geográfico, y apoyándose en la teoría de Compte y Spencer, de que "no hay que olvidar la acción inversa de la sociedad sobre la naturaleza", lo contradijo.
Con una notable erudición el diputado Vasconsellos, recordó a ciudades fundadas con costa sobre el mar que alcanzaron elevadas cumbres, y que hoy han desaparecido, o tienen una importancia relativa. Manifestó el diputado Vasconsellos, que la permanencia de los menonitas en el Chaco no iba a durar mucho tiempo, y que no tardarían en emigrar del Chaco; y agregó, equivocándose, que "Los menonitas no sienten afecto por el suelo en que habitan; constituyen una secta cristalizada en su fanatismo religioso y con tal de conservar inalterable sus creencias o prácticas o sus ritos no les importa habitar en el Canadá, en el Chaco o en el Congo".
Por estas características expresó "no puede ser de permanencia estable en un medio como el Chaco, donde las inclemencias de la naturaleza bruta no pueden ser vencidas sino por una fuerte dosis de amor al territorio que nos sustenta". (285)
Siguió su largo discurso el Dr. César Vasconsellos, en donde demostró un amplio conocimiento de la historia universal.
Se preocupó por las ventajas otorgadas a los menonitas que vendrían "en número de 300.000 más o menos, cantidad aproximada a una tercera parte de la población paraguaya"; como así mismo que en un área de menos de 18.000 Kms2 se iban a establecer, y que nuestra población que si bien la triplica, no podrá observarla, ya que vivirán en su comunidad cerrada.
Recordó a continuación que los menonitas, y sus descendientes gozarán de acuerdo a la ley de excepción dictada en el año 1921, la libertad de practicar su culto, se exoneraban de prestar juramento, y del servicio militar. Obtuvieron además el derecho de fundar y administrar sus escuelas, en donde podían enseñar en su idioma y enseñar su religión. Administrar sus bienes y los de las viudas y huérfanos. Otras ventajas que la ley dictada en el año 1921 fueron citadas por el diputado Vasconsellos.
Luego entró en consideraciones acerca de algunos provincianos paraguayos que desde los albores de nuestra independencia vinieron contra su patria.
Creyó más conveniente que el Chaco se pueble por paraguayos que continuamente emigraban y no por menonitas.
Luego que otros diputados opinaron acerca de la aprobación o no de la moción del diputado Vasconsellos, se votó, obteniendo tres votos a favor de la moción de éste, y veintiséis en contra.
SE INICIA LA LLEGADA DE MENONITAS AL CHACO
El primer contingente de menonitas llegó a Puerto Casado el 30 de diciembre de 1926, integrado por 279 familias, con un total de 1.765 personas. Allí demoraron bastante tiempo, pues todavía no se habían realizado los trabajos de mensura.
En ese lugar en el lapso de tiempo de 18 meses, este grupo de menonitas sufrió un elevado número de muertes, en total 194 personas, víctimas de tifoidea, y 335 personas regresaron a Canadá. (286)
Establecidos los menonitas en el Chaco, convirtieron con mucho sacrificio el entonces llamado "infierno verde", en una tierra de trabajo, y crearon una organización social respetuosa de las leyes paraguayas para ellos vigentes, que se constituye en un modelo para el resto de las otras colonias establecidas en nuestro país.
Con relación a estos menonitas, en su Mensaje del año 1927 al Honorable Congreso Nacional, el presidente Eligio Ayala, expresó: "Se ha iniciado la inmigración de menonitas en el Chaco, bajo muy buenos auspicios. Esta colonia llegará a ser probablemente una de las más poderosas que se han establecido en el Paraguay e influirá decisivamente en su desenvolvimiento económico". (287)
Unos meses después llegó otra partida de 339 colonos menonitas en el vapor “Apipé", y luego se embarcaron en el "Alto Paraná" hasta Puerto Casado. (288)
Afincados en el Chaco los menonitas fundaron varias colonias, y en éstas oficinas del Registro Civil de las Personas. ''Con relación al desenvolvimiento adquirido".
En total fueron establecidas ocho oficinas, y éstas estaban bajo la dirección de personas de esa secta, que cumplían sus funciones ad honorem. (289)
Así se fue consolidando la población de la secta menonita con gente venida del Canadá, la ex Unión Soviética, y de China.
Hoy las colonias de menonitas radicados en el Chaco han levantado algunas ciudades muy progresistas. En éstas y en las colonias, estos incansables trabajadores ven coronados sus esfuerzos con una posición económica desahogada.
Todos los beneficios de las ciudades de la región oriental allí se tienen.
La ruta Trans-Chaco, y la conexión del sistema eléctrico a la central eléctrica de la Ande auguran más desarrollo a todas esas progresivas poblaciones chaqueñas.
OTROS INMIGRANTES
Ante el anuncio de que 100.000 inmigrantes austríacos vendrían al Paraguay, se preguntó Patria qué hará este gobierno, que nunca se preocupó de la cuestión de la inmigración, si esa cantidad va llegando de golpe?. (290)
El presidente Eligio Ayala no dejó de preocuparse de la inmigración, sólo que manifestó que era partidario de la inmigración espontánea y no inducida por el Estado.
En su Mensaje al Honorable Congreso Nacional del año 1927 expresó que se había acrecentado de dos años a esa fecha el interés de los inmigrantes hacía el Paraguay, y que se recibían pedidos de informes acerca de la situación económica de nuestro país de parte de las naciones europeas.
Así mismo que se había iniciado desde principio de 1927 una corriente inmigratoria la cual esperaba que sería superior a las anteriores. Así mismo llegó casi paralelamente a la venida de los menonitas, "un grupo numeroso de inmigrantes austríacos, al que seguirán otros". (291)
Agregó que existían 52 colonias entre las privadas y las oficiales; en veinticuatro de éstas estaban sembradas 1.757.145 plantas de yerba mate y 648.584 naranjos.
LA FALTA DE RECURSOS TRABA LA LLEGADA DE MAYOR NUMERO DE INMIGRANTES
Ante este pedido de cierta ayuda monetaria de parte de una empresa privada de colonización de la zona de Encarnación al Departamento de Tierras y Colonias, ésta contestó que no le era posible asumir los gastos de alojamiento de inmigrantes en esa ciudad por falta de medios económicos. (292)
El Diario se refirió a la emigración polaca a América del Sur, e informó que a la Argentina que habían llegado 20.000 inmigrantes entre agricultores y artesanos; en el estado de Paraná, Brasil estaban 300.000 trabajadores polacos, y que el Perú había ofrecido 1.000.000 de hectáreas para la inmigración polaca, con posibilidad de aumentar 10.000.000.
En cambio, los que querían emigrar al Paraguay se encontraban con el inconveniente de que debían abonar 50 dólares por pasaporte de partida, imposición que no regía para los países con los cuales el gobierno de Polonia tenía contraídos convenios especiales. (293)
Entonces, una vez más a lo largo de nuestra historia por falta de recursos económicos no se pudo concretar la inmigración de polacos al Paraguay.
La causa de la poca producción económica de nuestro país, afirmó el presidente Eligio Ayala se debía a la poca cantidad de habitantes y que: "El aporte de brazos, la inmigración seleccionada, pues, es una de las condiciones esenciales del desarrollo de dicha producción"; pero que tenía la convicción, que no se debía tener muchas ilusiones, acerca de la inmigración artificial. La única conveniente es la espontánea, la que se realiza por el interés que pueda encontrar el inmigrante por la situación económica de nuestro país. Y que mientras permanezca la situación que ocasiona la emigración de los paraguayos, "será estéril y contraproducente costear la inmigración extranjera". (294)
La experiencia había demostrado que la inmigración debía "ser selectiva", ya que desde la fundación de la colonia francesa de Nueva Burdeos, en el Chaco, luego, después de la guerra contra la Triple Alianza la venida de ingleses, extraídos de los bajos fondos de la ciudad de Londres, poco o nada podía contribuir al aumento demográfico o de la producción agrícola.
En personas sin conocimiento ni cariño a la tierra en la que podían, labrar o criar animales no se podía esperar que se arraiguen. Buscaban la ciudad, y a ésta como un trampolín para pasar a los países vecinos que les ofrecían mayores oportunidades de progresar.
En cambio, cuando llegaban inmigrantes con intenciones de labrar la tierra, se establecían permanentemente y surgían colonias que con el correr del tiempo se iban convirtiendo en prósperos pueblos y ciudades, como la inicialmente llamada Presidente González, hoy Yegros, San Bernardino y otras más.
Continuaba teniendo vigencia el problema del latifundio, que detenía el progreso; Tierras fértiles como las de Encarnación no eran aprovechadas, pues permanecían ociosas en manos de sus propietarios que no las trabajaban, o no las fraccionaban ni vendían.
Así, para El Diario, el atraso de Encarnación con relación a Posadas era debido "al latifundio, el régimen aduanero y a la falta de iniciativa, tanto del gobierno como de los particulares"; y que Tres grandes latifundios detentan casi toda la tierra de labor'". (295)
Ante esa situación el crecimiento de Encarnación era puramente vegetativo.
Mientras en los países vecinos Argentina y el Brasil en algunos años ingresaban centenares de miles de inmigrantes- hacemos la salvedad que muchos venían para un trabajo temporal y luego volvían a sus respectivos países, otros quedaban y se incorporaban definitivamente en estos países que los habían recibido.
En cambio, en el Paraguay, en el primer semestre del año 1928, ingresó la ínfima cantidad de 289 inmigrantes por el puerto de Asunción. (296)
Tampoco se puede afirmar, en sentido absoluto que el gobierno nada hizo para que la población campesina tenga acceso a la tierra.
La guerra contra la Triple Alianza, a la que se sumaron los incontables golpes de Estado y guerra civiles pauperizaron y causaron inmensos daños a nuestro país.
Especialmente la última, la de los años 1922-1923.
No se cumplían entonces el servicio de la deuda interna y externa. Durante muchos años el Ferrocarril Central del Paraguay era acreedor del Estado por fletes de pasajeros y carga. Así mismo la amortización del capital e intereses de la deuda con Inglaterra estaba atrasada.
Por estos motivos la imagen de nuestro país en los centros financieros internacionales dejaba mucho que desear. Era entonces difícil si no imposible obtener créditos que permitieran activar la economía.
Sin dinero no se podía adquirir tierras para establecer colonias agrícolas, pavimentar caminos, -recordamos que debemos al gobierno del mariscal José Félix Estigarribia la construcción de la primera ruta pavimentada en el Paraguay.
Sin tierra para el campesino, sin caminos pavimentados y sin abundante crédito de fomento y por consiguiente con una baja tasa de interés poco se podía realizar en beneficio de los campesinos y de la producción agrícola -ganadera que entonces como hoy eran la base del desarrollo económico de nuestro país.
En la época que estudiamos al occidente de nuestro río epónimo, se sentía, debido a la penetración del ejército de Bolivia en ese territorio, y del incidente del Fortín Sorpresa, que no se podía bajar la guardia, y que se debían invertir sumas elevadas para recrear el ejército que prácticamente había desaparecido como consecuencias de la última guerra civil, adquirir armas y contratar técnicos militares extranjeros como se venía haciendo.
Así y todo en medio de las angustias económicas que pasaba el país, continuaba la adjudicación de tierras para cultivo. En el departamento de Villa Oliva, en el lugar denominado San Juan se llamó a la licitación a los agrimensores para realizar la mensura.
La tierra a mensurarse era de una extensión de 7.751 hectáreas, "comprendido en ella la parte destinada para asiento del pueblo". (297)
Otro ejemplo de la desordenada venta de tierras públicas también había ocurrido con Villa Oliva.
En el año 1844 los cónsules de la República, Carlos Antonio López y Mariano Roque Alonzo, ordenaron que algunos edificios estatales de Saladillo se trasladen a un lugar vecino que consideraron más conveniente, entonces el nombre de esta población se llamó Villa Oliva. A continuación allí también se establecieron los habitantes de Saladillo. (298)
En esa misma edición de El Diario se mencionan los títulos de tierras fiscales de varios departamentos expedidos, otorgados 98, sobre lotes coloniales 85 títulos. Provisorios, de pequeña extensión 6, de varios lotes de la colonia 70. Se notaba una disminución de la cantidad de títulos otorgados; la burocracia demoraba los trámites cuya obtención resultaba onerosa al campesino, pues debía realizar reiterados viajes a Asunción para el efecto. Sobre este problema publicó El Diario: "Las solicitudes sobre compras de tierras fiscales y lotes en las diversas colonias se tramitan regularmente hasta llegar al estado de liquidación para el pago de sus respectivos importes y luego quedan paralizados.
(...) el campesino trabajaba para mantenerse, por ahora no le sobran recursos para costear la adquisición de los terrenos, los gastos de mensura y demás diligencias". (299)
Además, algunas autoridades de campaña retenían o ponían trabas a los trámites.
También el aumento en el precio de las tierras de labor, aunque todavía pequeño hacía más difícil su adquisición. (300)
Se sumaban a estos problemas, en algunos casos, que ciertas extensiones de tierra declaradas de utilidad pública tardaban años para ser mensuradas y realizar su loteamiento, tal el caso de Itacurubí de la Cordillera. (301)
Otros repartos de tierras se realizaron en el resto del tiempo que quedaba para la conclusión del período presidencial de Eligio Ayala.
En los lugares conocidos como General Díaz, Caruguá y Alfonso Tranquera fueron expropiadas las tierras, y el costo de los trabajos de mensura y loteamiento debían correr por cuenta de los interesados, y la 1ª. cuota de cada lote debía ser pagado, ocho días después de la mensura y amojonamiento, la 2a, ocho días después de la aprobación de los trabajos por el Departamento Nacional de Obras Públicas, previa comunicación del de Tierras y Colonias.
El precio fijado por cada lote de 1 a 5 hectáreas fue de 300 $ de curso legal. De 5 a 10 hectáreas fue de 400 $, de 10 a 15 hectáreas 500 $ y de 15 a 20 hectáreas fue de 600 $ curso legal. (302)
Con muchas dificultades, por razones económicas, se iba llevando a cabo la política de otorgar en venta una fracción de tierra al campesino, y la recepción de inmigrantes.
COLONIZACIÓN AMARILLA
Ante la noticia de que se quería introducir una gran cantidad de asiáticos para colonizar nuestro país, Patria rechaza esta idea, manifestando que la raza amarilla no es conveniente.
Necesitamos colonización y la colonización debe ser seleccionada entre las razas que se avengan más con la nuestra, "y cuyo cruce resulte un elemento étnico de primer orden, sin olvidar sus cualidades de arraigo a nuestras costumbres y medios de vida. (303)
Entonces existían prejuicios hacia los asiáticos, si bien es cierto que el artículo 60 de la Constitucional Nacional de 1870, entonces vigente, establecía que: "El gobierno fomentará la inmigración Americana y Europea..." y entre las atribuciones del Congreso, el artículo 15 "Promover la industria, la inmigración...".
En ningún artículo de la Constitución Nacional se prohibía la entrada de personas de grupos étnicos amarillos.
EMIGRACIÓN
El Dr. Eligio Ayala, durante su permanencia en Europa escribió acerca de la emigración de los paraguayos, con el título de “Migraciones Paraguayas. Algunas de sus causas".
En la advertencia de este ensayo afirmó que "otros escriben y que ellos escriban para enseñar. Yo escribo para aprender".
Con mucha modestia escribió que no lo hacía para los sabios, a quienes no pretendía enseñar sino en la creencia que todos sus lectores "todos son colaboradores míos y atraídos por la esperanza de que lo leerán con atención inteligente y me ayudarán generosamente a corregirme de mis errores. Si todos buscamos la verdad no sé por qué seremos enemigos y no confederados". (304)
Las migraciones paraguayas son de antigua data. Ya al inicio de la colonia, a medida que se iba generalizando y extendiendo el consumo de la yerba mate, movilizó a miles de indígenas encomendados que se vieron obligados a bogar en las embarcaciones para transportarla al Río de la Plata.
Estas embarcaciones denominadas garandumbas, itapas y balsas consistían, la primera con la proa achatada, que si bien podía navegar agua abajo no podía hacerlo contra la corriente, las itapas que eran embarcaciones que hoy llamamos balsas se formaban de un conjunto de troncos unidos, y las balsas consistían en dos botes colocados paralelamente y unidos por tablas que formaban un piso, sobre el cual descansaba la carga.
Todos estos primitivos elementos de transporte fluvial, encerraban las cargas con cueros que cubrían una armazón de tacuaras.
Estas embarcaciones al no poder remontar el río eran desarmadas, y vendidas sus maderas, por consiguiente, los que la habían tripulado no volvían creándose un problema social y laboral.
Los familiares de los indígenas quedaban desamparados y los encomenderos sin indios. La codicia de éstos, que buscaban la utilidad inmediata les ocasionaba la pérdida de esa valiosa fuente de producción.
Esto fue el origen del establecimiento del Puerto Preciso, primero en Corrientes y después en Santa Fe.
En la época independiente, después del reconocimiento de la independencia paraguaya por la Confederación Argentina, en el año 1852, lo que significó también la tan ansiada libre navegación del río Paraná.
Algunos tripulantes de las embarcaciones salidas del Paraguay no volvían.
Luego de esta digresión que creemos necesaria, continuamos con el trabajo del Dr. Eligio Ayala.
En el tiempo que escribió el libro que estudiamos, la principal actividad de la población del país era la agraria, no existía entonces ninguna actividad industrial, que originara la migración de la población campesina a las ciudades, y agregó que "En el Paraguay existe también el éxodo rural, la concentración urbana y la emigración". (305)
Después de estudiar las consecuencias de las migraciones internas, del campo a las ciudades industrializadas, que en algunos aspectos consideró benéficas, porque contribuían a desarrollar las industrias, lo que posibilitaba la multiplicación y aceleración de la formación de la riqueza nacional y acrecentar la productividad social.
Así mismo afirmó que la urbanización "corrige el individualismo grosero del campesino, su habitual suspicacia, le sustrae a la inercia mental y cultiva en él sentimiento de sociabilidad, de solidaridad y de simpatía". (306)
Lo inmediatamente arriba transcripto, creemos que es verdad en parte, lo que se entiende por individualismo grosero, tal vez sea una desconfianza originada por las muchas veces que fueron víctimas de acopiadores, políticos ávidos de obtener los votos del campesino, los abusos de los caudillos, los deshonestos organizadores de cooperativas, cuyos dirigentes desaparecían luego de llenarles de ilusiones, y sacarles unos pesos.
Indudablemente, que en las ciudades industrializadas, con el contacto más estrecho con otros obreros, los campesinos llegados e incorporados al quehacer industrial van perdiendo su tradicional desconfianza, y asimilan nuevas ideas de cambio y de producción.
Es cierto que el campesino era reacio a cambiar de hábito o técnica de producción y agregamos nosotros que mucho costó al ingeniero agrónomo Don Desiderio Segovia, egresado de la Universidad de Cornel (quien llegó a ocupar la presidencia del Banco Agrícola) durante su campaña de educación agrícola conseguir que los agricultores sustituyan los arados con rejas de madera por la de hierro pues éstas, decían los campesinos quemaban la tierra.
Los peones agrícolas, continúa Eligio Ayala, cansados de profesión "tan baja y envilecida" abandonan sus hogares y se van a la ciudad o al extranjero.
Luego de un erudito estudio de la influencia de los latifundios en América y otros puntos de interés pasa a criticar a la doctrina social del liberalismo sustentada por Franz Oppenheimer.
Para Eligio Ayala, el latifundio no es la única causa ni tampoco la más importante de las migraciones; (no aclaró, si se refería al latifundio racionalmente explotado o dedicado a obtener un mayor precio con el correr de los años). Dice que los campesinos que viven en pequeñas parcelas cultivadas "se habitúan a una vida vegetativa, atrasada y miserable", y que allí se limita, la energía personal para desarrollarse.
Efectivamente el trabajo agrícola realizado estrictamente a mano, con pala, azada y machete no puede contribuir a desarrollar una economía sólida de un pequeño agricultor; lo condena inexorablemente a una pobreza por el resto de su vida.
A la cantidad exigua de lo obtenido con su agobiante trabajo personal se suma el bajo precio que recibe por su producción.
La asistencia técnica hasta hoy es escasa, y la desconfianza existente para crear cooperativas de producción entre vecinos productores es grande, debido a que más de una vez fueron engañados; si a todos estos factores negativos sumamos la falta de caminos pavimentados, y más que nada la falta de mercado interno y externo, (a quien le pueda vender toda su producción un campesino, en el supuesto que pueda contar con un cultivo de 5 hectáreas de bananas - con su sistema de riego y sanitación que le permitía alcanzar una óptima producción. En ocasiones detenida su carga con destino al mercado de consumo por clausurarse la ruta, no pavimentada, pierde su mercadería y como una ironía debe pagar el flete al transportista.
¿Está en manos del campesino solucionar todos estos problemas? Entendemos que la solución en el mayor de los casos está en manos de los gobiernos que se suceden.
Es cierto que los latifundios explotados racionalmente son más productivos y económicos, y con el tiempo van desplazando a las pequeñas fincas agrícolas. El uso de tractores, cosechadoras, enfardadores desplazan a los peones agrícolas, que también a igual que muchos pequeños agricultores emigran a las ciudades, o abandonan el país en busca de un mejor porvenir.
Otro motivo de la emigración campesina en algunos casos es la ganadería extensiva.
Por necesidad, o con una ilusión de ir a la ciudad, algunos campesinos venden sus inmuebles al ganadero terrateniente vecino, y la familia vendedora abandona "su valle", sin que por ella aumente el número de peones en las estancias ensanchadas.
Con razón señaló Eligio Ayala, que las estancias ganaderas incidan profundamente en la economía nacional. Era entonces una principal fuente de divisas por la exportación de carne conservada, cueros, huesos etc. "Si se aboliera todo latifundio, toda gran concentración de la propiedad privada del inmueble, se privaría a la ganadería de una de las condiciones primordiales de su expansión; la ruina de la ganadería debilitaría considerablemente la producción nacional", además señaló que en la situación actual del Paraguay, (año 1915, en que se escribió este ensayo) se refirió a su mercado, y a su etapa de desarrollo, "los latifundios de explotación son necesarios, son fuerzas que vigorizan las energías productivas" (307)
Le pareció una utopía irrealizable el colectivismo agrario, y expresó, que "En el Paraguay no hay que perder el tiempo en utopías; hay que sacrificar las fórmulas de perfección fantástica a favor de la reforma práctica, de posibilidad inmediata, práctica, realizable".
Agregó que la pequeña y la gran propiedad son necesarias, y que "El gran problema agrario consiste en ordenar y regular su coexistencia".
Recordamos que para evitar la atomización de la pequeña propiedad agrícola, se aprobó durante su gobierno la ley 822, que la estudiamos en páginas anteriores, en fecha 17 de julio de 1926. Por consiguiente inferimos que Eligio Ayala mantenía el pensamiento que había expresado dos lustros atrás en el libro de su autoría que estamos comentando.
Con relación al mayor salario que se percibía en las ciudades, lo que ocasionaba las emigraciones, no estuvo de acuerdo, pues argumentó que al inicio de la era industrial aumentó el salario por la demanda de brazos, pero que posteriormente por la venida de muchos campesinos a las ciudades industrializadas aumentó la oferta y disminuyó el salario, sin embargo recordó que "En el período de 1861 - 71, la población rural llegó a su apogeo en Inglaterra, y precisamente en el mismo período el salario agrícola aumentaba".
En Irlanda dijo Eligio Ayala, el salario aumentó invariablemente desde 1851 hasta 1908. Pensamos que si aumentaban los salarios de los peones rurales era debido a la cantidad de irlandeses que emigraban, los propietarios de tierra para frenar la emigración se vieron compelidos a elevar los salarios.
En Irlanda descendió la población "de ocho millones a seis millones en 1841 a cinco y cuarto en 1871, y a cuatro en 1911. Explica tal descenso, la corriente de emigración que fluía desde la Irlanda agrícola a los centros industriales de Norteamérica, Escocia e Inglaterra". (308)
Con relación a las revoluciones, Eligio Ayala no consideró que éstas fueran causas de la emigración, y afirmó que "Si las revoluciones fueran las emigraciones, éstas no existirían en los períodos de pacificación, de tranquilidad general y serían mayores en los turbulentos y revolucionarios".
Si es cierto lo que afirma que hasta el año que escribió Migraciones... "las revoluciones" no duraban más de un mes las secuelas duraban años, las autoridades generalmente perseguían y atemorizaban a las personas que habían combatido en las filas del bando vencido. ¿Qué garantías de seguridad podían encontraren ese ambiente convulsionado?
Era el momento de cobrar cuentas por agravios personales, reales o imaginarios. ¿Qué autoridad central imponía a las autoridades del interior que ejerzan sus funciones con justicia? Y si llegaban estas órdenes acaso se cumplían en la generalidad de los casos.
Señaló además, que las revoluciones son efectos "de la política pervertida", pero son causales, decimos de la emigración, sino las únicas causas parciales de ellas. Eligio Ayala estudia cada causa en particular y la estudia en conjunto.
En las causas económicas de la migración, creemos que hace con relación a la revolución de 1904, un análisis emocional y subjetivo al afirmar que llegó a producir tan general y profundo sacudimiento social. "Sepultó un mundo de bárbaras tradiciones, dislocó todo un régimen político retrógrado, esterilizador, tiránico, funesto".
Cómo pudo afirmar tales cosas cuando poco antes de la creación de los partidos políticos tradicionales funcionaban los gobiernos con el acatamiento de la Constitución liberal de 1870, con una vigencia de la libertad de prensa, en la mayoría de los casos, con la creación de escuelas desde la Constitución del Triunvirato en 1869, Colegio Nacional Municipal, Escuela de Derecho, Universidad Nacional, Biblioteca Nacional, etc., que contó con la colaboración y el patriotismo de los intelectuales de esa época sin interesar sus ideas políticas.
Sumó a lo que había manifestado que se dio término con la revolución de 1904, con "un régimen político retrógrado, esterilizador, tiránico, funesto", y a continuación expresó que el cambio "no produjo mejores efectos. (...) En la actividad propiamente política se depositó grandes esperanzas, hermosas ilusiones. Y esperanzas e ilusiones fueron desvanecidas por torpes extravíos" (309)
La revolución avivó las pasiones, y muchas personas se vieron obligadas por su seguridad a abandonar el país.
Eligio Ayala expresó que la guerra civil originó en esa época la emigración, que no cesó al terminar las persecuciones, pues aumentaron tentadas por el pago adelantado de sueldo, pasajes, etc.
La ganadería de gran expansión por ser un buen negocio por la poca cantidad de peones que necesita, adquiría día a día más tierra para crear más estancias, subiendo su precio por la constante demanda, restándola así de las que podían emplearse en la agricultura.
Con la ilusoria creencia de mejorar su suerte muchos pequeños agricultores, como hasta hoy, vendían sus propiedades rurales con la esperanza de establecer un pequeño negocio, más ocurría que al poco tiempo se acababa el dinero y se convertían en asalariados rurales, no siendo entonces raro que emigraran en busca de un mejor trabajo en los obrajes, yerbales y fábricas de tanino.
Otros factores que contribuyen a la emigración es la falta de industrias; se tenía una ganadería expansiva, pero rutinaria, con poca mejoría genética, no existían capitales, ni industriales que ocuparan los brazos ociosos. Agregó Eligio Ayala que "La única industria nacional es la política, pero ella es destructiva no productiva".
"¿Cómo se podía atajar la emigración?” Se preguntó y respondió que no se atajará con mecanismos legales, se debía esperar que "La especulación, la inflación industrial, toda esa espumosa prosperidad económica de la Argentina, se desvaneciera pronto, la actividad económica ha de redescender necesariamente a su nivel natural.
Entonces se contraerán las empresas, disminuirán las demandas de obreros y el salario".
Esperaba que llegado este momento pueda darse una operación inversa, que los paraguayos vuelvan a su patria.
En esa coyuntura el gobierno debe transformar la constitución agraria, debe mejorar la producción ganadera, y realizar una industrialización de la producción agropecuaria. (310)
POLÍTICA
Otro tema que trató Eligio Ayala en su ensayo, "Migraciones..." es el de la política. Señaló la actividad principal en las diversas épocas que cita y que "Cuando el progreso económico triunfa, y las ventajas materiales son el objeto principal de la actividad social, el progreso espiritual desmaya, se detiene o retrocede".
No siempre es así, discrepamos con el autor de Migraciones, pues en el período del mayor auge económico de Atenas, luego de las victoriosas guerras médicas se hizo dueña del comercio en el mar Egeo, entonces se realizó el milagro artístico conocido como el siglo de Pericles.
Para Eligio Ayala, el Paraguay (año 1915) estaba en la era política, y que el Dios nacional es la pasión por la utilidad política, y que "en el Paraguay se hace política y nada más que política". (311)
El Poder ejecutivo, continuó, es el poder efectivo del Estado en nuestro país, y que "el que ejerce el Poder Ejecutivo tiende a mantenerlo, y los que no lo ejercen buscan alcanzarlo". "Estas dos actividades antagónicas, constituyen la política".
La política paraguaya y sus funestos efectos sociales, llamó la atención de destacados escritores tanto nacionales como extranjeros. Con relación a los partidos que no cumplen con altura sus fines, expresó que en vez de "servir los sanos intereses nacionales en el gobierno, hacen que el gobierno les sirva a ellos".
Indudablemente con políticos ambiciosos, ávidos de lucro, fanáticos y sectarios, pero qué puede hacer en bien de su patria y de sus habitantes. Esta clase de dirigentes políticos ahuyenta a la población de un país que emigra en busca de tranquilidad y bienestar.
Agregó que, como los trabajos de los peones rurales son discontinuos por la propia naturaleza estacional del ciclo de cultivo, permanecen estos peones temporadas sin trabajar, lo que les motivan a buscar otra más continua, la que encuentre en los yerbales, obrajes o centros fabriles de otros países.
En ocasiones emigraban a Asunción, o directamente de Encarnación o de Concepción con engañosas propuestas, pagos por adelantado de parte de su sueldo, pasaje, y promesas de un rápido mejoramiento de su situación económica, eran llevados a centros de producción. Quedaban así envueltos en la tela de araña, que constituía la empresa donde tenían que trabajar hasta que se les agotaban las fuerzas y prematuramente fallecían víctimas de los trabajos excesivos, la desnutrición, y las enfermedades.
Hasta aquí hemos seguido al Dr. Eligio Ayala en lo que escribió en su libro "Migraciones Paraguayas".
Con relación al tema de la emigración campesina, en la Memoria correspondiente al año 1927, presentada al Ministro de Hacienda por Genaro Romero, presidente del Departamento de Tierras y Colonias, se lee que algunas de sus causas se debían a que algunos campesinos emigran impulsados en busca de mejoras económicas, "o por causas que originan ciertos actos inequívocos de fanatismo partidario".
Emigran los brazos más jóvenes y útiles. Los viejos, las mujeres y los niños permanecen; y que nuestro país es potencialmente rico y deben aplicarse medidas para paliar esta emigración. Esta debe ser combatida directa e indirectamente.
Se deben garantizar la estabilidad política y la tranquilidad pública. Se deben multiplicar las fuentes sanas del trabajo, desarrollar la enseñanza agraria, buscar y asegurar mercados remuneradores para todos.
LA REPATRIACIÓN
Por distintos motivos, ya señalados, la emigración fue una constante en nuestro país. Este mal que ya se inició en las primeras décadas de la fundación de Asunción con las primeras expediciones fundadoras a los cuatro vientos de nuestra ciudad capital, y ha seguido hasta nuestros días, salvo el período de tiempo comprendido entre los años 1810 a 1852 en el que el Paraguay vivió parcialmente bloqueado.
En mayor o menor grado los gobiernos anteriores al constitucional de Eligio Ayala intentaron fomentar la inmigración, o la repatriación de los paraguayos radicados en los países limítrofes.
Con relación al grave problema de la emigración y a los intentos de reintegrarlos de nuevo a nuestra patria a nuestros conciudadanos era un tema que ocupaba cierto espacio en los periódicos de la época que estamos estudiando.
Con relación a la "reimpatriación", El Diario, expresó que por noticias llegadas del Alto Paraná se sabía que muchos paraguayos que abandonaron el Brasil debido a la revolución que allí había estallado, después de permanecer unos días en Encarnación optaron por volver a emigrar a la Argentina en donde encuentran mejores condiciones de trabajo que en el Paraguay.
Por consiguiente infería El Diario, que las causas de la emigración eran económicas y no política. "Este hecho es la refutación de ciertas afirmaciones pretenciosas y vacías que suele hacer un diario opositor asegurando que esa emigración es consecuencia exclusiva de la acción política". (311)
Este mismo periódico insistió con el tema de la repatriación, y publicó en otro artículo con el título de "Más sobre Reimplantación", que los habitantes de la campaña que carecen de arraigo o van a las ciudades o al extranjero. No es suficiente pagar pasajes de llamada, es necesario arraigar al campesino, unirlo a la tierra; y agregó que en el tiempo de paz de 1912 a 1922, continuó la emigración.
“Hay pueblos del norte y del este que padecen del mal migratorio en forma crónica. Los jóvenes apenas llegados a los 18 años marchan camino a los yerbales u obrajes para no volver. Y esto no se puede atribuir a motivos políticos, salvo que se razone al revés por pasión o ignorancia". (313)
Las causas eran el poco rendimiento agrícola, la falta de tierra propia en muchos casos y en otros la falta de educación que los una familiarmente. (314)
Ya unos meses antes, El Orden había publicado acerca de la necesidad de atraer a todos los compatriotas emigrados, radicados en los países limítrofes, "en virtud de las modalidades que informan nuestra política de largos años atrás, ahuyentando del suelo patrio, como si no estuviesen las cuatro quintas partes de nuestro país carentes de población. Esta medida de alta política que debe ser la primordial preocupación del partido o núcleo que se proponga gobernar de veras la nación...". (315)
No posee el estado tierras fiscales en cantidad suficiente en los sitios convenientes (cerca de los medios de comunicación terrestre y fluvial).
No se podrá poblar el Chaco si previamente no se tiene seguridad de que no serán atacados sus pobladores por los indios.
Sugería "El Orden", que también vastas regiones de la región Oriental fueran pobladas. (316)
PLAN DE COLONIZACIÓN DE UNA FRACCIÓN
DE 33.000 HECTÁREAS DE TIERRAS FISCALES
La Compañía Industrial del Norte del Paraguay transfirió a favor del Estado una fracción de 33.000 hectáreas de tierras, la que debía ser fraccionada para otorgarles a los paraguayos repatriados de los países vecinos. (317)
Un testimonio de que se estaba llevando a cabo la repatriación de emigrados, es el pago por el Estado, vía Ministerio de Hacienda a la Compañía Argentina de Navegación Nicolás Mihanovich la suma de 4.623 $ de curso legal, por pasajes "expedidos a favor de varias familias paraguayas y para ser reimpatriados". (318)
Desafortunadamente laudables propósitos del gobierno del presidente de la República Eligio Ayala, eran si se quiere, anulados por "El enganche de peones y las condiciones del trabajo", de acuerdo a lo que publicó El Diario, que "un obrero de Formosa relata las penosas circunstancias en que se trabaja en el interior del Chaco Argentino".
Según una carta remitida desde Formosa por Emilio Rigamonti, se halla en Asunción un ex - secretario del Sindicato de Oficios Varios de aquella ciudad, al servicio de las empresas capitalistas, promocionando por los periódicos de Asunción la contratación de peones del Paraguay para trabajar en territorio argentino.
Se buscaba sorprender la buena fe, seduciéndolos con buenos sueldos, pero la realidad es bien distinta una vez llegados a su destino.
No serían despreciables los sueldos si se radicaran en Formosa pero como lo hacen en el interior, allí los precios de las provistas son duplicados. "Un kilo de galleta que vale 20 centavos, cuesta cuarenta y se dan 17 galletas por un kilo, siendo que en un kilo, entran 22 galletas; de manera que además de robarle 20 centavos en cada kilo se le roban todavía 5 galletas".
Lo mismo ocurría con los demás artículos de almacén, a los 800 grs. dado por un kilo, se sumaba la pésima calidad. (319)
Con ofertas de esta naturaleza, engañosas y deshonestas, se despoblaban regiones fronterizas de nuestro país, cuyos habitantes jóvenes y aptos para el duro trabajo en el corte de árboles, en el beneficio de la yerba mate, en las empresas tanineras, y en otras labores rurales, daban todo de sí, para obtener unas migajas que no les permitían alcanzar una mínima nutrición para mantener sus debilitados cuerpos, lo que significaba a corto plazo una serie de enfermedades que minaban sus agotados organismos, causándoles prematuras muertes.
LA FUNDACIÓN DEL BANCO AGRÍCOLA
Esta institución bancaria fue creada por una ley de la Nación, y promulgada por el presidente de la República, general Patricio Escobar y refrendada por el Ministro M. A. Maciel el 24 de setiembre de 1887. (320)
El capital del Banco Agrícola era de 3.000.000 $ y estaba integrado por 200.000 $ autorizados por la ley de fecha 26 de julio de 1887.
Además de los siguientes impuestos que se establecían sobre la exportación: 2 centavos por arroba de yerba y tabaco, 2 centavos por cada cuero vacuno, 1 1/2 centavo por cada vara de madera dura de 10 K, 1/2 centavo por cada vara de tabla de una pulgada de grueso arriba y 3 centavos por cada durmiente.
Por la ley del 26 de julio de 1887, además de autorizarse 200.000 $ para la creación de un Banco Agrícola y una Escuela de Agricultura, se destinaban diversas cantidades de dinero que debían provenir de la venta de tierras públicas para el arreglo del puerto, la conclusión del Palacio nuevo, cárcel pública, terminación del Oratorio, dos edificios destinados a escuelas normales para varones y señoritas, empedrado de calles de nuestra ciudad, etc. (321)
Se buscó con la creación del Banco Agrícola fomentar la producción agraria con créditos y venta de herramientas, insecticidas, arados con rejas de hierro, etc.
A lo largo de sus años de funcionamiento contó con los servicios valiosos, directa o indirectamente, de Moisés S. Bertoni, Guillermo Tell Bertoni, Desiderio Segovia, Tomás Ozuna, Genaro Romero y otros más.
Sin embargo para el diario El Orden, en nuestro país faltaban organismos para el fomento de las diversas producciones, ya que el Banco Agrícola expresaba, que había sido sacado de su esfera de acción, desnaturalizándose su actividad con otras.
"Así de entidad para el fomento agrícola, se ha ido convirtiendo en una entidad de pagos, en la capital y el interior del país".
En los últimos años, no ha hecho otra cosa más que apremiar a los agricultores que habían obtenido facilidades, quienes nada alcanzaban.
El Banco no ha podido sustraerse al afán especulativo innecesario, y poco será el beneficio que aportará al país, si continúa con la misma pasividad, y "en funciones meramente consultiva en que hoy vegeta". (322)
Los redactores de El Orden no vieron o no quisieron ver la difícil situación económica que entonces estaba pasando nuestro país.
Las autoridades del Banco Agrícola, ya unos meses antes, en una nota le comunicaron al presidente de la Comisión de Defensa Agrícola, que debido a los acontecimientos de conocimiento público (la guerra civil de los años 1922 - 1923, y la huelga de los marítimos argentinos que mantenían incomunicado a nuestro país, lo que perjudicaba los ingresos fiscales) el gobierno no podrá asignar a la Defensa Agrícola "más que los recursos estrictamente necesarios para la adquisición de elementos de trabajo, y para hacer frente a los gastos imprescindibles de la organización de la campaña anticridiana". (323)
Ante esta difícil coyuntura que estaba pasando el país, y los déficits que en los últimos años venía arrastrando el Banco Agrícola, creemos que era lógico que requiriera a sus deudores el pago de sus atrasadas cuentas.
Con relación a que se había convertido en una entidad de pagos en Asunción y en el interior del país, no merece ninguna crítica, pues mediante sus agencias ubicadas en diversas ciudades permitía, que ciertos funcionarios públicos, docentes y jubilados perciban sus haberes.
Es creíble que por este servicio cobrara el Banco Agrícola al Estado una comisión.
A los pocos días de haber asumido el mando presidencial el Dr. Eligio Ayala, publicó Patria que el déficit del presupuesto desde el año 1915 a 1923 era de 237.765.414 $ de curso legal. (324)
De la misma manera en esa edición se señaló, que las pérdidas del Banco Agrícola alcanzaban la suma de 23.616.991 $ c/ I con 04 centavos. (325)
Estas pérdidas se originaron o posiblemente aumentaron debido a la guerra civil que tanto daño causó a nuestro país.
CONCURSOS DE ARADA Y REUNIONES DE CAMPESINOS
ORGANIZADOS POR EL BANCO AGRÍCOLA
El entonces administrador interino del Banco Agrícola, ingeniero agrónomo Don Desiderio Segovia programó para el 5 de agosto de 1925, el primer concurso de arada, el que se realizó en la chacra de los salesianos ubicada en Ypacaraí. De cada pueblo circunvecino debían venir delegaciones compuestas por tres agricultores con sus respectivos arados y dotaciones de bueyes.
La prueba de las aradas de distintas marcas debía comenzar a las 8. 30' a.m. y terminar a las 11 a.m. de ese día.
Los premios consistían en arados que se debían entregar a los ganadores al término del concurso. A éste seguirían posteriormente otros más. (326)
Otra competencia de esta misma naturaleza se había programado para el primer domingo de setiembre, la que debía realizarse en San Lorenzo. (327)
Con noticias provenientes del Banco Agrícola, El Diario publicó que el Ysaú, terrible plaga agrícola estaba causando daño, y que para combatirlo aconsejaba el empleo de sulfuro de carbono. "La destrucción de Ysaú se impone como una guerra urgente y santa". Exhortó que todos deben participar en esa lucha comenzando por el Estado y sus organismos. (328)
El Banco Agrícola, que en cierta manera constituía una especie de Ministerio de Agricultura y Ganadería, corría con la difusión de la enseñanza de las técnicas agrícolas. Con ese fin solía realizar en varias localidades del país junta de agricultores. Esto era una novedad "... rompe la vieja indiferencia con que más o menos, se ha mirado siempre los campos, cuyos intereses y actividades con ser capitales para la vida nacional, han venido siendo libradas al azar". (329)
Sin duda que el inspirador y motor de todas estas actividades relacionadas con las labores agrícolas era el entonces Administrador interino del Banco Agrícola ingeniero agrónomo Desiderio Segovia. De acuerdo a lo afirmado por El Diario con la asistencia de casi 2.000 personas (nos parece exagerada esta cifra) se llevó a cabo una reunión en donde el Ing. Sr. Desiderio Segovia, se explayó sobre las perspectivas existentes para la próxima cosecha de tabaco y algodón. Aconsejó abandonar un solo cultivo de renta, ofrecía algodón sanitado para semillas. Sugirió la conveniencia de la buena recolección de algodón y la quema del rastrojo. (330)
Si bien insistía el ingeniero Segovia que todos los yuyos, y plantas, una vez recolectados los frutos debían ser enterrados para abonar la tierra, enseñaba que los rastrojos del algodón debían ser quemados para evitar que en ellos se críen insectos que podían infectar las tierras que al año siguiente volverían a ser cultivadas con esa malvácea.
El ingeniero agrónomo Desiderio Segovia, que interinamente ocupaba el cargo fue confirmado como Administrador General del Banco Agrícola del Paraguay. (331)
Referente a ese nombramiento, El Diario expresó que "La designación del ingeniero Segovia es muy justa y plausible, dado sus relevantes méritos, funcionario activo y laborioso que dio prueba en el tiempo transcurrido al frente de la nombrada institución". (332)
Patria, a su vez, en la misma fecha informó acerca de ese nombramiento.
El laborioso y capaz Administrador General del Banco Agrícola continuamente organizaba concentración de agricultores; para estimular el cultivo de tabaco.
En referencia a uno de esos eventos, el realizado en Ypacaraí, un periódico de esa época publicó que el ingeniero Desiderio Segovia, luego de señalar ciertas técnicas de cultivo y manipuleo de productos agrícolas, recordó que el agricultor Juan de la Cruz Cárdenas, vecino de Altos y del paraje de Tucanguá, quien había llegado al local del Banco de Agricultura con intenciones de mostrar el crecimiento notable de una planta de tabaco que había alcanzado la altura de cuatro metros.
El director de esta institución convocó a varios exportadores de tabaco, quienes conjuntamente con el ingeniero Segovia decidieron premiar al Sr. Juan de la Cruz Cárdenas con la suma de 3.800 $ lo que fue entregado en el acto realizado en Ypacaraí. (333)
Otra reunión de agricultores se realizó en Barrero Grande, hoy Eusebio Ayala, allí estuvieron representadas 12 localidades, y se realizó un concurso de arada. La representación de Itacurubí de la Cordillera obtuvo el primer premio. En total se repartieron a los premiados 15 arados. (334)
Ya en otros pueblos se habían realizado competencias similares tales como en Itá, Villa Rica, Atyrá, Arroyos y Esteros, Caraguatay. (335)
Indudablemente que los concursos de arada eran importantes, pues generalmente eran premiados los agricultores que habían trazado los surcos en línea recta y profundamente. El estímulo en obtener premios y distinciones hacía que los agricultores trataran de aprender al máximo para aplicar los conocimientos que se recibían en las reuniones de agricultores fomentadas por el Banco Agrícola.
Dentro de la Campaña de extensión agrícola en la que se hallaba abocado el Banco Agrícola, su administrador el ingeniero Segovia dio instrucciones a los inspectores del Banco, en vista a la tendencia al monocultivo del algodón a que sugirieran el cultivo, además de maíz, arroz, mandioca, caña de azúcar, maní.
Además de que era conveniente y oportuna la siembra de tabaco. No obstante insistió en las ventajas del cultivo del algodón, por el clima, y fertilidad del suelo, la baratura de la tierra, la calidad de la fibra, el bajo costo de la mano de obra.
Pero pidió a los inspectores que sugieran a los agricultores que empleen arado de hierro, carpidores o aparcar con el mismo arado. (336)
Instruyó en otra ocasión a los inspectores del Banco Agrícola acerca de la obligación que tenían de hacer cumplir la ley 581 que obligaba a los agricultores a destruir los rastrojos del algodón.
Para el efecto se realizaban juntas de vecinos en varios pueblos, organizadas por inspectores de dicho Banco. (337)
El Administrador Del Banco Agrícola levanta algunos cargos imputádosle por un semanario local (El Enano N° 34 del 22 X 1.927) "El Diario" 8 XI 1927.
Acusado el ingeniero agrónomo Desiderio M. Segovia de algunas irregularidades por “El Enano", aclaró lo que sigue: el auto que lo utiliza para su uso personal para el servicio del Banco Agrícola es de su propiedad con matrícula de Chapa azul N° 141, y N° de motor 12.935.535 adquirido de la casa Ypa y el recibo a disposición de quien lo quiera ver en el domicilio del aclarante casa de la calle Yegros 475.
Aclaró además haber cobrado a los ocupantes de casa y lotes las sumas desde 100 a 300 $ y no 1.000, en concepto de arrendamiento de un inmueble de su propiedad en San José de los Arroyos.
Demostró además que a los adquirientes de lotes de terrenos de su propiedad les extendía títulos en debida forma.
Aclaró además, que el supuesto desfalco de 14.000.000, "es un soberbio disparate".
Señaló que cuando se hizo cargo de la Administración del Banco Agrícola, esta institución "no disponía ni de la tercera parte del efectivo a que se refieren. Mal, pues, podía efectuarse el fantástico desfalco de los 14 millones de pesos, durante la administración del suscrito". (338)
Del Ex Administrador del Banco Agrícola Ingeniero Desiderio Segovia.
Acerca de varios desfalcos por más de 1.200.000 $ en las agencias de Carapeguá, Santa Rosa, Villa del Rosario, Caballero y Villeta, manifestó que la intervención de esas agencias fue ordenada en su tiempo de Administrador, los responsables de Carapeguá, Santa Rosa, y Rosario encontraron quienes se responsabilizaron de la deuda. El administrador de la agencia de Villeta huyó con los fondos de la Aduana, recibidos en depósito, "tiene prestada garantía de ley, y sus hermanos gestionan una forma de pago, a plazo para solventar la deuda".
Idea el agente de Caballero, quien tiene prestada la garantía de ley, y ofreció generalizarla con bienes raíces.
La política no tuvo injerencia es las gestiones del Banco. Los empleados, revisando la lista de ellos "se verá su constitución política heterogénea, lo mismo puede decirse de los agentes de la campaña, lo hay rojos neutros, Schaeristas, liberales, etc". (339)
Esclarecimiento del robo de los 45.000 m/a
Prisión de Sever Quidiello, presunto autor moral del hecho y pedido de extradición de Cantalicio Sánchez, autor material prófugo.
Un señor López Loup se presentó a la agencia del Banco Agrícola de Encarnación con una esquela apócrifa con falsa firma del Dr. Ozuna administrador del Banco Agrícola.
El agente Barboza le entregó la suma correspondiente a más de 1 mes de recaudación de la Aduana de Encarnación. López Loup volvió a Asunción.
Barboza fue engañado con una nota con membrete y con un telegrama que les anunciaba que irían a retirar los fondos. Cantalicio González se había embarcado en Angostura para la Argentina. (340)
SE INTENTO CREAR UNA SOCIEDAD MIXTA
DE TRANSPORTE FLUVIAL
Ya en vista que hacia fines de los años 1919 - 1920, presentaba un repunte la producción de algodón y se veía la posibilidad de alcanzar un desarrollo notable, y constituirse en un rubro importante en la exportación de este producto, pasados unos años, el ministro de Hacienda invitó a los miembros de la Cámara de Comercio y a los exportadores para cambiar ideas sobre la fundación de un organismo comercial para la adquisición de algunas embarcaciones para el servicio internacional de cargas.
Las bases presentadas fueron:
1° La creación de un consorcio que provea de buques mercantes que rompan el aislamiento forzoso en que se encontraba nuestro país.
2° El gobierno contribuirá con 1.000.000 de $ oro y el resto se completará con suscripción pública (otro 1 millón).
Será administrada la empresa por un consejo en donde tendrán mayoría los particulares y minoría el Estado. Inicialmente se regirá por un régimen militar. Se debía dar preferencia al Estado y a los capitalistas para el transporte de sus cargas.
La Compañía Argentina de Navegación Nicolás Mihanovich Limitada ofreció al gobierno algunos buques mediante ciertas condiciones. (341)
Varias reuniones se fueron realizando de acuerdo a las bases y objetivos que más arriba extractamos sin que finalmente pudiera concretarse este deseo del gobierno del presidente Eligio Ayala, no obstante que éste promulgó el 30 de octubre de 1924 la ley que se había votado por el Congreso Nacional autorizando la creación de la marina mercante nacional. (342)
PROBLEMAS EN LA COMERCIALIZACIÓN DE
CITRICOS EN LA ARGENTINA
Un duro golpe sufrió nuestro país a partir del año 1927, cuando la República Argentina comenzó a autoabastecerse en los rubros de nuestras exportaciones tradicionales, que eran la yerba mate y los cítricos.
En las provincias de Misiones y Corrientes los cultivos de estos renglones comenzaban a cubrir en gran parte la demanda que existía en ese país. Por consiguiente, en defensa de sus intereses fue trabando la importación de naranjas, mandarinas y cidras y yerba mate del Paraguay y del Brasil.
Con relación a esa situación en la Cámara de Diputados se interpeló en fecha 17 de junio de 1927 al ministro de Relaciones Exteriores.
El diputado Natalicio González citó un decreto del gobierno argentino del 12 de mayo de 1927, por el cual se reglamentaba la importación de naranjas y mandarinas del Paraguay, con el agravante de que solamente por el puerto de Buenos Aires podían ingresar estas frutas.
Con este decreto perdía nuestro país el importe de 2.000.000 de pesos argentinos. Además, afirmó González "ese decreto hace resucitar el famoso puerto preciso que durante los siglos de la era colonial sonó tan siniestramente en los oídos paraguayos".
Ocurría el contrasentido, siguió diciendo el citado diputado, que los posadeños, si quieren consumir naranjas paraguayas deben traerlas de Buenos Aires.
"Este decreto no es un hecho aislado, sino que forma parte de una serie de problemas económicos en nuestras relaciones con ese país, y cuyas soluciones deben ser encontradas".
Se excusó el ministro interpelado Dr. Enrique Bordenave, y manifestó que su reciente incorporación al Ministerio de Relaciones Exteriores - se le había concedido permiso el 3 de ese mes, "para ausentarse de la capital por motivos particulares, - no le permitió disponer de todos los documentos para responder a los requerimientos de la Cámara".
Así y todo, informó que la tramitación de ese decreto no llegó a conocimiento de la Legación Paraguaya, sino ya al día siguiente una vez publicado.
La legación informó al Ministerio de Relaciones Exteriores, y éste le recomendó que iniciara gestiones para reconsiderar, u obtener la suspensión de la aplicación de ese decreto.
Contestó el representante diplomático en Buenos Aires que quince días después de dictado este decreto, y hasta el 31 de enero de 1928 se admitirá la importación de naranjas del Paraguay, Brasil y Uruguay.
La importación de naranjas - y también mandarinas - debía realizarse, no a granel sino en cajones de unas determinadas medidas. Necesitaba nuestro país la cantidad de 300.000 envases, imposible de fabricarlos en un tiempo menor de 15 días.
Esta medida tan imprevista cuando ya la cosecha se había iniciado y se había contratado el transporte de la cantidad de naranjas que habitualmente se exportaba "sólo acarreará desastre para el Paraguay, y los habitantes de la Argentina tendrán que soportar la falta de la naranja paraguaya, a que tan acostumbrados estaban".
El representante paraguayo en Buenos Aires Don Pedro Saguier comunicó, que había puesto a consideración del ministro de Relaciones Exteriores y Culto de la Argentina las consideraciones arriba señaladas, y que pidió la reconsideración de la medida del decreto referente a la importación de naranjas de nuestro país.
Continuó el ministro de Relaciones Exteriores con su informe y lectura de varias notas intercambiadas por el ministro plenipotenciario del Paraguay ante el gobierno argentino y el canciller de ese país.
El gobierno argentino prometió levantar la prohibición existente a la importación de naranjas del Paraguay, pero por varios días quedaron demorados varios vagones conteniendo estas frutas en Posadas para finalmente pasar a los frigoríficos en donde debían permanecer por 15 días, consiguiéndose disminuir esta detención a siete días.
Tal era la situación de la importación de nuestras naranjas y mandarinas cuando el canciller Bordenave se dirigió a la Cámara de Diputados, y agregó que posiblemente este problema dimanó como represalia del gobierno argentino ante una reacción del gobierno uruguayo que prohibió la importación de uvas argentinas, que desgraciadamente también se extendió a nuestro país y al Brasil.
Con relación a la 4º pregunta (creyó el canciller que con las aclaraciones que terminaba de dar había respondido a las tres primeras) que se referían a "Sobre el tratamiento dado en la República Argentina a los principales productos paraguayos con relación a lo otorgado a productos similares", manifestó que no estaba en condiciones de responder, pues en su ausencia no se reunieron en su plenitud los elementos de juicio necesarios para dar una respuesta seria, no obstante dio una respuesta general.
Algunos productos brasileños importados a la República Argentina como la madera, se hace en reciprocidad a exportaciones argentinas.
El gobierno argentino aplica una política proteccionista a su producción. Mientras, grava con impuestos a la importación de maderas paraguayas, y dos años atrás, pidieron un aumento arancelario para proteger la producción argentina que explota las mismas o iguales maderas del Paraguay; no así para la madera europea como el pino, roble, etc., que se emplea para la construcción de casas, muebles, y como no compite con la madera del país "nadie pide que se ponga traba a su importación".
El canciller informó que el pedido de regravar el impuesto a la madera paraguaya no tuvo andamiento, debido tal vez a un memorándum presentado por la cancillería al gobierno argentino en donde se señaló que la mayor parte de la explotación y elaboración de maderas del Paraguay se hacían por empresas argentinas.
Se había presentado en esos días en la Argentina un proyecto para aumentar el impuesto a la importación de tabaco, que seguramente se originó en un diputado que pensaba que con esa medida proteccionista beneficiaba a su país.
Todavía ante esta serie de medidas económicas creía el canciller paraguayo, que en "la República Argentina no existía una política contraria a las conexiones económicas y comerciales que nos vincula con ese gran país"; más bien una pugna de intereses regionales, pero que no se tenían en cuenta los intereses generales de ese país.
Acerca del 5° punto del cuestionario presentado por el diputado González, que había preguntado qué gestiones realizó el Ministerio de Relaciones Exteriores para obtener la abolición de los impuestos de exportación al Paraguay, inclusive productos importados por Argentina como el papel para los periódicos.
Esa medida, aclaró el diputado se estableció en la Argentina durante la guerra mundial, para evitar la salida de mercaderías de origen europeo que se habían importado y cuya reposición entonces era difícil.
Se preguntó al canciller hasta qué punto el gobierno del Paraguay tiene derecho o atribución para pedir al argentino que derogue esos impuestos; pues, si lo estableció seguramente siguiendo una política fiscal de ese gobierno.
Con relación a otro punto cuestionado, que fue la acción judicial abierta en contra del representante del Paraguay en Buenos Aires, y si este hecho no lo inhabilitaba para seguir ocupando el cargo diplomático.
Aclaró el canciller la situación del Sr. Saguier con el Banco de España y América del Sur, como una deuda de un crédito común, y no algo que debía ser considerado como una acción delictiva; además agregó que el Sr. Saguier sin ser una persona de grandes luces, ya había estado anteriormente al servicio de otros gobiernos ganándose la fama de laborioso y efectivo en el cumplimiento de sus funciones, lo que venía ratificando desde que él - el Dr. Bordenave - estaba al frente de la Cancillería.
En lo que respecta a la política del gobierno para ganar mercado para los productos paraguayos en el exterior, manifestó el ministro Bordenave que en ocasiones más son las veces que las propias compañías productoras se encargan de buscar mercados que sus propios gobiernos.
Refiriéndose específicamente a la yerba mate aclaró que entre los países productores de este rubro el Paraguay ocupaba el último lugar, y que Argentina producía solamente en las Misiones 15.000.000 de kgs.
No solamente defendía su mercado de la importación - si lo hacía era para mezclar la yerba paraguaya con la de su producción - sino buscaba a su vez colocarla en otros países, tal el caso de Polonia; en donde procuraba introducirla como alimento para el ejército de ese país.
Para dar fuerza a esa intención argumentaban los negociadores argentinos que de concretarse ese negocio los principales beneficiados serían los colonos polacos de Misiones, quienes poseían grandes cultivos de yerba mate.
Si bien, no en la cantidad deseada, por falta de recursos, se promociona en el exterior el conocimiento y la venta de la yerba mate y el algodón.
Particularmente, con muestras de algodón que se envían a los consulados, se interesa a algunos industriales textiles, quienes al pedir informes son relacionados con el Banco Agrícola, que es la encargada del fomento agrícola.
Para cerrar este punto, el canciller se manifestó favorable al establecimiento de exposiciones permanentes en varias ciudades extranjeras, pero su elevado costo estaba fuera del presupuesto del Ministerio de Relaciones Exteriores.
El diputado interpelante recordó los diversos tratados firmados por el Paraguay con la Argentina, y los beneficios obtenidos por ellos; continuó que en el año 1914 se realizó entre ambos países el último tratado. Por éste se estableció el libre comercio, pero sin acordarse "la liberación absoluta de los derechos", pero se liberaban de ellos la entrada de los siguientes productos: varios cereales, y harina de trigo, semilla de lino, vinos, frutas al natural y en conserva, dulces etc.
Como contrapartida los productos paraguayos como la yerba mate, tabaco en hojas y elaborado, frutas al natural y en conserva, porotos, arvejas y madera.
La importación de los productos paraguayos, encontró resistencia en ciertos círculos allegados al gobierno, por lo que este tratado fue rechazado.
La tesis del diputado González era que debía firmarse un tratado con la República Argentina en donde las partes se beneficien recíprocamente, porque de acuerdo a algunas noticias que dio a conocer, algunos productos paraguayos pagaban más impuestos que otros llevados a Buenos Aires, tales como los cigarros.
Vio en esa política económica argentina el diputado Natalicio González "una supervivencia del espíritu colonial, un afán inmoderado de castigar a nuestros productos...".
Otro punto cuestionado fue la presencia del Sr. Saguier al frente de la Legación paraguaya en la República Argentina.
En este largo debate participaron diversos diputados hasta su cierre. (343)
Como en el debate de la sesión, con motivo de las acusaciones del diputado González al ministro del Paraguay en Argentina, el interpelante fue acusado por su colega Gaona "de calumniosos algunos cargos hechos contra el Sr. Saguier". El diputado Natalicio González pidió que se aclare quién era el calumniador, y que ese asunto se trate sobre tablas.
El diputado Gaona trató de explicar y minimizar sus palabras, las que no convencieron al Sr. González. Otros diputados participaron de la discusión.
Se votó finalmente por la creación de una Comisión Investigadora; la que no pudo constituirse por haberse rechazado por mayoría este proyecto.
El diputado N. González renunció; y se discutió la creación de una comisión para que visite al renunciante y le pida el retiro de su renuncia.
El diputado colorado Dr. César Vasconsellos mencionó que no se acepte la renuncia; puesta a votación si se constituía o no la comisión que debía pedir el retiro de la renuncia al diputado González, obtuvo mayoría la primera moción. Por consiguiente se integró la comisión con los diputados De Gásperi, Benítez y Díaz León. (344)
En la sesión de la Cámara de Diputados realizada el 22 de junio de 1927, el Dr. Justo P. Benítez comunicó que el diputado Natalicio González había retirado su renuncia.
Para darnos una idea de la magnitud de la pérdida del mercado argentino de cítricos basta recordar los datos dados por el diario Patria, de la Dirección de Estadísticas sobre el comercio exterior del Paraguay, relacionado con la exportación de naranjas por el puerto de Villeta, dan las siguientes cifras:
año 1920 total 35.250.000 frutas.
año 1921 total 43.911.100 frutas.
año 1922 total 47.046.500 frutas
año 1923 total 67.610.840 frutas
año 1924 total 71.517.800 frutas (hasta el 31 de agosto).
Este aumento significaba para "Patria que la fruticultura en las regiones de Villeta ha prosperado y se explota como un recurso agrícola de fácil colocación y excelente rendimiento". (345)
Si a la última cifra correspondiente a la cantidad de 71.517.800, exportada por el puerto de Villeta que anualmente aumentaba, sumamos cantidades también elevadas remitidas por los puertos de Encarnación, San Antonio y de otros lugares de nuestra geografía, fácilmente se ve el grave daño que significó a la economía de nuestro país la pérdida de tan importante mercado.
Ya en una sesión anterior, ante este problema, el diputado Pablo Max Insfrán, refiriéndose a la importancia de la industrialización de la materia prima de nuestro país, tangencialmente expresó que “a la exportación de naranjas, que acaba de recibir un golpe terrible a raíz de la clausura virtual del mercado rioplatense. Fuera de su exportación en estado natural, no hemos aprendido a obtener de la naranja ningún otro provecho económico". (346)
Continuó el diputado Insfrán que justamente el problema que se presentaba con la pérdida del mercado argentino de la naranja podía ser paliado, y hasta aumentar su exportación si se industrializaba, pues se podía enviar, no solamente durante tres meses al año como se había hecho con la Argentina, sino mandar a otros mercados durante los doce meses del año. (347)
Estas manifestaciones de Pablo Max Insfrán se originaron cuando se trató un pedido de concesión para el establecimiento de una fábrica de dulce de frutas.
Desgraciadamente, las buenas intenciones del diputado Insfrán poco o nada contribuyeron a mantener o aumentar la exportación de naranjas, pues la apertura de la mentada fábrica de dulces no se realizó.
Con la pérdida del mercado argentino, se descuidó la conservación y renovación de los naranjos y de otros cítricos, de tal manera que con el correr de las décadas nuestro país se convirtió en importador de naranjas y mandarinas de los diversos países vecinos.
RAZONES DE LA PRESÍON ARGENTINA
A LA IMPORTACIÓN DESDE EL PARAGUAY
DE NARANJA Y YERBA MATE
Si bien hemos señalado que desde el año 1927, las autoridades argentinas, comenzaron a crear trabas a la importación de naranjas y mandarinas, en vista de que estaban alcanzando su autoabastecimiento en estos rubros, de un grupo de comunistas paraguayos integrado por Oscar A. Creydt, Obdulio Barthe, Aníbal Codas, Cosme Rui (sic) Díaz, Augusto Cañete, Clitofonte Lepretti y otros más en un manifiesto dirigido "a los trabajadores y hombres jóvenes de todos los partidos", expresaron después de señalar que el capital británico acapara las principales industrias del país, avizora el peligro del imperialismo norteamericano que va infiltrándose en los diversos países de nuestro continente.
Una reciente ofensiva del capital norteamericano "es acompañada de una reacción dictatorial por parte del gobierno nacional. Ya el puerto más importante de la república, el de Asunción, ha caído en poder del capitalismo norteamericano, cuyas actividades se intensifican visiblemente en el país".
"Argentina sostiene con el capital inglés una alianza, una competencia y lucha arancelaria contra los Estados Unidos.
El viraje que va experimentando el giro de nuestra política internacional hacia Norteamérica deberá totalmente distanciarnos de la Argentina, comprometiendo gravemente el porvenir de nuestra economía. (En párrafos anteriores señaló el manifiesto que todo capital, británico - argentino, era venido de este último país.) (...) No pecaría de ligera la afirmación de que los obstáculos recientemente puestos por el gobierno argentino a la importación de productos nacionales, especialmente de la naranja, con un perjuicio de cuarenta millones de pesos para nuestro país, significan una reacción del capitalismo anglo - argentino contra la actitud del gobierno paraguayo, favorable a las imposiciones del capitalismo yankee en la cuestión del Chaco". (348)
Tal vez algo de verdad había en contenido de este manifiesto, pero es indubitable que Argentina ante la suficiente producción de cítricos que había alcanzado, la que le permitía cubrir su demanda, lógicamente tomaba medidas en protección de su producción de estos rubros.
AUMENTAN LAS DIFICULTADES
A LA EXPORTACIÓN DE YERBA PARAGUAYA
La generalización del consumo de la yerba mate en el Paraguay y luego en la cuenca del Río de la Plata y su posterior difusión a Chile, el Alto Perú, y el Perú, convirtió a la provincia del Paraguay en la exportadora de este producto a las provincias citadas.
Por su parte los jesuitas se mostraron serios competidores de los encomenderos en la colocación de este rubro en el mercado de las provincias mencionadas.
En ese tiempo en que la corona española no admitía la libertad de comercio con otros países, el Paraguay no tenía la competencia de la producción yerbatera del Brasil portugués.
Ya a fines de la época colonial al declararse la libertad del comercio entre la metrópoli y sus colonias, lo que significó implícitamente la abolición del puerto preciso de Santa Fe, aumentó notablemente en la provincia del Paraguay el comercio de importación y el de exportación, y en éste especialmente el de la yerba mate.
En tiempo del Dr. Francia, a partir del año 1821, luego de que el caudillo oriental José Artigas buscó asilo en nuestro país, no permitió que correntinos e indígenas que habían formado parte de las huestes de Artigas beneficien yerba en las ex misiones jesuíticas ubicadas en la Mesopotamia formada por los ríos Paraná y Uruguay, ya que consideró como límites de la región oriental del Paraguay hasta el río Uruguay.
La explotación de la yerba mate en esas regiones por extranjeros podía significar una competencia a la producción de la yerba de nuestro país, lo que traería a los intrusos la posibilidad de adquirir armas de fuego con el importe de la yerba que podían vender en Santa Fe y Buenos Aires.
El largo semi bloqueo que sufrió el Paraguay desde 1810 hasta 1852, le causó graves daños a su economía. Con el reconocimiento de la independencia paraguaya y el otorgamiento de la libre navegación del río Paraná, por la Confederación Argentina se reactivó el comercio, y la exportación de la yerba mate ocupó un lugar importante en nuestro comercio internacional.
Pocos años después de haber concluido la guerra contra la Triple Alianza, la exportación de la yerba se convierte en un renglón importante de nuestra alicaída economía.
Así transcribiremos la "Evolución de las importaciones argentinas de yerbas paraguayas". (1876 - 1881)
Años Kgs
1876 1.607. 368
1877 2.815.190
1878 2.828.135
1879 3.061.030
1880 4.951.555
1881 5.173.277
Fuente: Carlos D. Girola. Cultivo de la yerba mate.
Comercio del producto. Bol. Ministerio de Agricultura. T.XXVII n°3. P.450. (349)
La competencia brasilera a la yerba paraguaya se hace sentir en el mercado argentino, se puede decir desde que se abrió la posibilidad de que barcos brasileros, incluso cuando ese país era aún colonia portuguesa, pudieron llegar a Buenos Aires luego de 1810.
Los brasileños mejoraron la técnica de elaboración de la yerba mate, la beneficiaron en Paranaguá, Navarrete, y en otros lugares, incluso se la vendía más barata que la paraguaya en el Río de la Plata, pero era de inferior calidad.
La yerba paraguaya se consumía en las principales ciudades argentinas en donde el nivel de vida era más elevado que en la campaña. (350) .
EXPORTACIÓN DE LA YERBA AL MERCADO ARGENTINO
BAJO LA PRESIDENCIA CONSTITUCIONAL DE ELIGIO AYALA
Las autoridades paraguayas de la década del veinte no se enteraron o no dieron importancia a la transcendencia que podía tener para nuestra economía en un futuro cercano el rápido crecimiento de la producción argentina de yerba. Ernesto Daumas, en el artículo que escribió con el título de "El problema de la yerba mate", manifestó que los yerbales de las actuales Misiones de Argentina fueron establecidos por los jesuitas, pero que con la expulsión de estos entraron en decadencia a tal punto que para facilitar la explotación se llegaron a talar las plantas, y que a partir del año 1903 "se reiniciaron los trabajos de plantación de yerba mate en el mismo emplazamiento de la desaparecida colonia jesuítica de San Ignacio (Miní) en Misiones".
Este mismo autor menciona un censo practicado en el año 1925 por el Banco Hipotecario Nacional y publicado en 1926 en un folleto titulado "Territorio Nacional" de Misiones - "La yerba mate". En él se menciona que el número de plantas en condiciones de producir se elevaba, en aquel año en Misiones solamente, a 18.135.452, distribuidas en 20.450 hectáreas.
"El Anuario de la Sociedad Rural para el año 1928 estimaba el número de plantas en Misiones, a fines de 1927 en 19.712.093, no siendo exagerado apreciar que la existencia total en Misiones y Corrientes no bajaba en 1930 de 25.000.000 de plantas, pues los trabajos prosiguieron con actividad durante los años 1928 y 1929. Calculase entre cien y ciento veinte millones de pesos moneda nacional el capital invertido en la formación de los yerbales y en las instalaciones complementarias de elaboración".
La yerba tipo paraguayo se realizaba en base a yerba paraguaya, y del Mato Grosso más otras mezclas de yerba de otras procedencias. "En el suministro de los 72.200.000 kilos de yerbas importadas, concurrieron, respectivamente, el Paraguay y Mato Grosso, por el 22.16%; Río Grande, por 8.31, Paraná/Santa Catarina por el 69.53%". (351)
De acuerdo a este autor que citamos, los gobiernos de los estados de Paraná y Santa Catarina autorizaron "sin justificativo aparente el corte de una zafra suplementaria (...) Se permitió o se toleró una nueva cosecha desde diciembre de 1926, hasta febrero de 1927.
Esa producción también entró en el mercado argentino, y "originó el primer derrumbe sensacional de precios", cuyo bajo nivel se mantuvo durante todo el año 1927 y el primer semestre de 1928. (352)
Efectivamente, observamos en una tabla en donde se consigna la exportación de yerba desde el año 1923 a 1931, y tomando la exportación de los años 1924 a 1928 tiempo de duración del mandato presidencial de Eligio Ayala, leemos que entre mboroviré y yerba molida la cantidad exportada fue:
1924 6.850.003 kgs.
1925 9.277.580
1926 8.118.616
1927 7.391.088
1928 6.162.466 (353)
La yerba de producción brasilera no sólo señaló la caída de su precio en la Argentina y perjudicó a los productores locales, sino también a los paraguayos vinculados a su elaboración, transporte y comercio con la Argentina.
En cambio en el año 1924 el presidente de la República Marcelo Torcuato de Alvar decretó la reducción de los aranceles de importación de la yerba brasileña, basado en "el criterio de reciprocidad" con el Brasil, "país que se suponía - había tomado una medida semejante; pero también influyeron en ella la defensa de las ventas de harina y papas de Balcarce...". (354)
Se sumó a la gran disminución de los impuestos de importación de la yerba brasilera, el aumento de la producción argentina. (355)
El Paraguay también fue beneficiado con la reducción a la introducción de la yerba al territorio argentino, al igual que el Brasil, en un 30%, lo que motivó en la Ciudad de Posadas la censura al Poder Ejecutivo. (356)
Otra disposición del gobierno argentino, favorable a la exportación de yerba paraguaya, fue la suspensión del decreto que había dictado sobre el porcentaje de palos en la yerba paraguaya exportada a Argentina. Con esta determinación se superaba la traba que oponía dicho decreto a nuestra exportación de yerba. (357)
Estas dos medidas tomadas por el gobierno argentino favorecieron la venta de yerba a nuestros vecinos del sur. Mientras en el año 1924 se exportaron 6.850.003 Kg, al año siguiente se llegó a exportar 9.277.580 Kg ya sea porque la producción de yerba mate iba creciendo en las provincias argentinas de Misiones y de Corrientes, o porque el mercado argentino se iba abarrotando de este producto, a lo que se iba a sumar la producción autorizada "sin justificativo aparente" del corte de una zafra suplementaria en los estados de Paraná y Santa Catarina, producción que también irrumpió en la Argentina, y que iba a originar la caída de la demanda que se iba a expresar en forma decreciente en el volumen de nuestra exportación. (358)
Para encontrar una solución a ese problema, que también en mayor grado afectaba a la exportación de nuestras maderas, El Diario sugirió la conveniencia de reducirla carga impositiva. (359)
La yerba brasilera que competía con la paraguaya en el mercado argentino, - una parte de ella - pasaba por nuestro territorio, y por un decreto se estableció el régimen que debía seguir para su introducción por Pedro Juan Caballero, Capitán Bado e Ypehú. (360)
Con el correr de los años, a medida que aumentaba la producción argentina de yerba disminuía nuestra exportación a ese mercado, que solamente adquiría en pequeña cantidad para mezclarla con la yerba argentina para obtener el denominado "tipo paraguayo".
Ante la pérdida de gran parte de nuestra venta al exterior, ocurrió lo que había pasado con las naranjas. Al autoabastecerse el mercado argentino de naranjas y mandarinas, en el Paraguay se fue descuidando su cultivo y sanitación, disminuyendo por consiguiente su producción hasta llegarse al extremo de que una parte de estos cítricos destinado al consumo del país son importados. Esto mismo también ocurre en ciertas épocas con la yerba mate, que es importada del Brasil y de la Argentina.
OTROS ASPECTOS DE LA PRODUCCIÓN
Y DE LA COMERCIALIZACIÓN DE LA YERBA MATE.
ARRENDAMIENTO DE YERBALES
Todavía quedaban yerbales fiscales que se arrendaban previa licitación. La oficina de tierras pasó a la Contaduría General de la Nación; los antecedentes de las licitaciones efectuadas para el arrendamiento de yerbales fiscales del yerbal Aceitera (Curuguaty) adjudicado a José Jorge Parodi; a Boettner y Gautier varios ranchos de un yerbal, otros varios ranchos; para el pago que debían efectuar los beneficiarios. No realizándose en el término establecido, las concesiones quedarán nulas. (361)
Estas eran las pocas posibilidades que tenían las personas emprendedoras de explotar yerba mate en forma independiente, pues la mayor parte de los yerbales naturales estaban en manos de dos o tres empresas extranjeras que ocupaban extensos territorios.
LOS YERBALES ARTIFICIALES O CULTIVADOS
De acuerdo a la última estadística de la Dirección de Tierras, en los distintos hogares del país, especialmente en las colonias existían plantaciones de yerba, éstas demuestran que el cultivo de la yerba da bien, y que son una base económica importante dentro de la economía nacional. (362)
Solía ocurrir en algunos casos, que con intenciones de ganar tiempo ciertos beneficiadores de yerba mate solían causar un daño inmenso a los yerbales en donde cortaban las ramitas de yerba fuera de estación, y anualmente, cuando que era corriente hacerlo cada dos años. Otros personales "más apurados" talaban las plantas de yerba, lo que significaba que cada año debían internarse más y más en el interior de la selva, lo que ocasionaba mayor costo y tiempo.
En una referencia a la colonia Hohenau, un periódico dio una semblanza de esta comunidad y refirió que: tiene como 1.150 colonos en buena posición económica. Casi todos los colonos tienen una buena casa, con chacras, con cultivos predominantes de yerba mate.
Sus clientes son Encarnación y pueblos circunvecinos, además de haber vendido una buena partida de yerba a Argentina.
Existen dos aserraderos, y cinco fábricas de caña. La iniciativa ha creado 3 escuelas costeadas por los colonos. Hasta ahora la Dirección General de Escuelas no se ha preocupado en nombrar un maestro para la enseñanza de Castellano. Existe un juez de Paz suplente. Dos hoteles. Uno en el puerto y otro en el pueblo. (363)
Esta progresiva colonia tenía como una de sus principales actividades el cultivo de yerba mate.
Al igual que estos activos colonos en otras comunidades ubicadas en el departamento de Itapúa también cultivaban yerba mate.
Un grave problema de tierra se presentaba en Hohenau, debido a la expansión de los cultivos de sus habitantes o tal vez por el aumento demográfico, lo que originó la emigración de varias familias que cruzaron el río Paraná en busca de tierras en donde establecerse. (364)
OBLIGACIÓN DE CULTIVAR YERBA MATE DE PARTE
DEL AGRICULTOR AL OCUPAR UN LOTE FISCAL
Recordó el diario Patria que se hacía sentir la reforma propuesta por el Director de Tierras y Colonias a favor del fomento del cultivo de la yerba mate en las colonias.
De acuerdo a dicha reforma del decreto No. 12.174, del 14 de agosto de 1920, que fue aprobado e incluido entre los requisitos que deberán llenar el poblador de un terreno fiscal "la obligación de tener cultivadas (300) trescientas plantas de yerba mate, colocados a dos y medio metros por lo menos, sin perjuicio de ocuparse en la siembra de otros cultivos diversos de necesidad y aprovechamiento más inmediato. (365)
Es posible que se recordó el citado decreto ante el auge que en ese año estaba alcanzando la exportación de yerba mate, que marcó un índice elevado con relación a los años inmediatos anteriores y posteriores.
Entonces, sin haberse desabastecida la plaza local en este rubro, se observaba cierta restricción en su venta.
OCASIONAL ESCASEZ DE YERBA EN EL PARAGUAY
Publicó el diario Patria que en el Paraguay con una abundante producción de yerba, se notaba su escasez; y que los distribuidores y comerciantes minoristas tienen dificultades en obtenerla para la venta al menudeo.
En una casa comercial, continúa Patria, solamente vende hasta 5 K, reservando el gran stock para la exportación. (366)
Efectivamente, señalamos que entre los años 1923 a 1931, la exportación récord de la yerba mate correspondió al año 1925, con la cantidad de 9.277.580 Kg.
DE LA ESCASEZ DE LA YERBA A LA EXTREMA ABUNDANCIA
Con la saturación de yerba en el mercado argentino bajó la cantidad de la demanda y por consiguiente el volumen de la exportación, lo que se hizo sentir luego del auspicioso año de exportación de 1925.
Dos años después, tal vez tratando de evitar que la mayor oferta de yerba a la Argentina, causara una caída brusca en su cotización internacional e interna, se le fijó a los herederos de Domingo Barthe la elaboración máxima de 2.000.000 de Kg. de los yerbales de sus pertenencias ubicados en el Alto Paraná para la exportación por los puertos de Ñacunday, San Rafael, 7 de Agosto, San Lorenzo y Edelira.
Vemos de esta manera que aleatorio era para nuestro país el mercado argentino de la yerba mate.
NOTAS
(200) Registro Oficial 2 VII 1871.
(201) Cardozo, Efraím, El Paraguay Independiente. Salvat Editores. 1949. p.287
(202) Escobar, Patricio. Mensaje. Al abrir las sesiones del Congreso Nacional en 1888. Asunción. Imprenta del Paraguay. p.p. 2-3.
(203) Diario Oficial de la República Decreto Nº. 11926 2 VII 1920. p.2.
(204) Diario Oficial de la República. 14/VI/ 1920.
(205) Ayala, Eusebio. 1 IV 1922. Mensaje. TI.p.495.
(206) Ayala, Eusebio 1 IV 1923. Mensaje. TI.p.504m
(207) Patria 18 VIII 1924.
(208) Patria 29 Vil 1924.
(209) Ibídem.
(210) El Diario 31 VII 1924.
(211) El Diario 9 VII 1924.
(212) El Diario 22 VII 1924.
(213) El Diario 23 VII 1924.
(214) El Pueblo 29 VIII 1924.
(215) El Diario 5 IX 1924.
(216) El Diario 17 IX 1924.
(217) Patria 19 IX 1924. p.2.
(218) Patria 27 IX 1924. p.3.
(219) Patria 29 IX 1924. p.1.
(220) Patria 16 X 1924. p.3.
(221) Patria 22 IX 1924.
(222) Patria 15 X 1924.
(223) Patria 16 X 1924 p.1.
(224) La Democracia 3 XI 1924.
(225) Patria 6 XI 1924 p.2.
(226) El Diario 21 XI 1924.
(227) Patria 21 XI 1924 p.2.
(228) El Diario 27 XI 1924.
(229) Patria 20 XI 1924.
(230) Bandera Roja 14 II 1925.
(231) Ibídem.
(232) Bandera Roja 28 II 1925.
(233) Bandera Roja 14 II 1925.
(234) Ibídem.
(235) Ibídem.
(236) Ibídem.
(237) Ibídem.
(238) Bandera Roja 21 II 1925.
(239) Ibídem.
(240) El Diario 25 III 1925.
(241) Pastore, Carlos. Prólogo en Evaluación de la Economía Agraria del Paraguay. P.9.
(242) Ibídem.
(243) Cardozo, Efraím. El Paraguay Independiente p. 141.
(244) Ayala, Eligio. 1 ° de abril de 1926. Mensaje al Congreso Nacional. El Estado p. 620 y sgts.
(245) Ibídem.
(246) González, Teodosio. Infortunios del Paraguay. Buenos Aires 1931 p. 405 y sgts.
(247) Ibídem.
(248) Patria 27 III 1925 p.2.
(249) Ayala, Eligio. Migraciones... p.5.
(250) Ibídem.
(251) Ibídem p. 22.
(252) Ibídem p.28.
(253) Ibídem p.31.
(254) Ibídem.
(255) Patria 25 III 1925.
(256) Patria 16 VII 1925.
(257) Patria 17 VII 1925 p.2.
(258) El Diario 26 VIII 1925.
(259) Ibídem.
(260) El Diario 27 VIII 1925.
(261) El Diario 28 VIII 1925.
(262) Patria 7 IX 1925 p.3.
(263) Patria 9 IX 1925 p.2.
(264) El Diario 11 IX 1925.
(265) El Diario 25 IX 1925.
(266) El Diario 3 X 1925.
(267) Registro Oficial 20 I 1926.
(268) Patria 27 I 1926 p.2.
(269) Patria 4 II 1926 p.2.
(270) Ayala, Eligio. Mensaje1 IV 1926. El Estado...p. 616 y sgts.
(271) Ibídem.
(272) Ayala, Eligio. Mensaje 1 IV 1926. El Estado. TI/ p.613.
(273) El Diario 24 IV 1926.
(274) Patria 4 V 1926 p.2.
(275) El Diario 8 VI 1926.
(276) González, Teodosio. Infortunios del Paraguay. Buenos Aires. Edit. L.J. Grosso 1931 p.384.
(277) Ibídem.
(278) Eligio, Ayala. Mensaje. V II 1 - IV - 1927 p. 680.
(279) Ibídem p.675.
(280) Diario Oficial No. 1080 p.7. 4 IX 1924.
(281) Cardozo, Efraím. Paraguay Independiente. Barcelona. Salvat. Edit. S.A. 1949 p.294.
(282) El Diario 20 I 1925.
(283) Cámara de Diputados 22 Sesión Ordinaria 3 VI 1927.
(284) Cámara de Diputados 23 Sesión Ordinaria 6 VI 1927.
(285) Diario de Sesiones del Congreso. Cámara de Diputados 23 Sesión Ordinaria 6 VI 1927.
(286) Plett, Rudolf, Presencia Menonita en el Paraguay. Asunción. Imprenta Modelo. 1979. p.72.
(287) Ayala, Eligio. El Estado... 1 IV 1927 p. 675.
(288) El Diario 12 IX 1927.
(289) Registro Oficial. Decreto No. 30452 18 VI 1928.
(290) Patria 18 II 1926 p.2.
(291) Ayala, Eligio. El Estado ... T.II 1 IV 1927.
(292) El Diario 8 IX 1927.
(293) El Diario 23 II 1928.
(294) Ayala, Eligio. 1 IV 1926. El Estado ... T. II p. 613-614.
(295) El Diario 24 II 1928.
(296) El Diario 4 VIII 1928.
(297) El Diario 13 III 1928.
(298) A.N.A. Sec. Hist. Vol. 269 No. 3.p.28. 24 III 1844.
(299) El Diario 13 III 1928.
(300) Ibídem.
(301) El Diario 27 III 1928.
(302) El Diario 18 VI 1928.
(303) Patria 8 VI 1925. p.2.
(304) Ayala, Eligio. Migraciones Paraguayas. Algunas de sus causas. Asunción. Archivo del Liberalismo. 1989 p.13.
(305) Ayala, Eligio. Migraciones... p.19.
(306) Ibídem.
(307) Ibídem.
(308) Hayes, Carlton J, H. Historia Política y Cultural de la Europa Moderna. Vol. II. Barcelona. Edit. Juventud. 1953 p.316.
(309) Ibídem.
(310) Ibídem.
(311) Ayala, Eligio. Migraciones... p.93.
(312) El Diario 22 XII 1924.
(313) El Diario 23 XII 1924.
(314) Ibídem.
(315) El Orden 26 VIII 1924.
(316) Ibídem.
(317) El Diario 13 II 1928.
(318) Registro Oficial. Decreto No. 29498.
(319) El Diario 9 V 1928.
(320) Registro Oficial. Asunción. Tipografía y Encuadernación de la República. 1891. pág. 105 a 109.
(321) Ibídem.
(322) El Orden 29 XII 1924 p.2.
(323) Patria 13 X 1924 p.2.
(324) Patria 21 VIII 1924.
(325) Ibídem.
(326) El Diario 30 VII 1925
(327) El Diario 14 VIII 1925.
(328) El Diario 20 VIII 1925.
(329) El Diario 24 VIII 1925.
(330) El Diario 28 VIII 1925.
(331) Registro Oficial Decreto No. 22427 9 XII 1925.
(332) El Diario 12 XII 1925.
(333) El Diario 6 IV 1926.
(334) El Diario 28 VI 1926
(335) Ibídem.
(336) El Orden 9 XI 1924 p.3.
(337) El Orden 16 IX 1924 p.5.
(338) El Diario 8 XI 1927.
(339) El Diario 4 I 1928.
(340) El Diario 1 III 1928.
(341) El Orden 7 X 1924 p.2.
(342) El Diario 30 X 1924.
(343) Cámara de Diputados. 28 Sesión Ordinaria 17 VI 1927.
(344) Cámara de Diputados. 29 Sesión Ordinaria 20 VI 1927.
(345) Patria 16 IX 1924.
(346) Cámara de Diputados. 25 Sesión Ordinaria 10 VI 1927.
(347) Ibídem.
(348) El Nuevo Ideario Nacional. Asunción- Paraguay. La Colmena. 1929 p.p. 40-41.
(349) Bolsi, Alfredo. S.C. Misiones. Una aproximación geográfica al problema de la yerba mate y sus defectos en la ocupación del espacio poblamiento. En Folia Histórica del Nordeste. No. 7 Resistencia 1986. p.41.
(350) Bolsi, Alfredo. Opus. Cit.
(351) Daumas, Ernesto. "El Problema de la Yerba Mate". "Publicación editada por la Asociación Argentina de Plantadores de Yerba Mate". Buenos Aires. Compañía Impresora Argentina. 1930. p.7 y sgts.
(352) Daumas, Ernesto. Op. Cit.
(353) Memoria del Ministro de Hacienda Correspondiente al año 1931. Imprenta Nacional. Asunción 1932. Ministro de Hacienda Justo Pastor Benítez.
(354) Bolsi, Alfredo. Opus. Cit. (355) Ibídem.
(356) El Orden 16 VIII 1924.
(357) Patria 12 I 1924.
(358) Memoria del Ministro de Hacienda citado.
(359) El Diario 31 VIII 1926.
(360) Registro Oficial Decreto No. 19810 10 I 1925
(361) Patria 11 II 1925.
(362) Patria 25-III-1925 p.2.
(363) Patria 22 VI 1925 p.2.
(364) El Diario 28 VIII 1925.
(365) Patria 21 XI 1925 p.3.
(366) Patria 17 1X 1925 p.2.
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