FUEGO
(1586)
Letra y Música: MARIO CASARTELLI
FUEGO
Fuego, ay, que hermoso fuego.
Fuego de la rebelión,
en los astilleros de Asunción.
Fuego, ay, qué hermoso fuego.
No el fuego de la inquisición,
sino el fuego de la liberación.
Un gobernador español
- de cuyo nombre no quiero acordarme -
tuvo alguna vez la idea
de construir un barco en Asunción.
Era su proyecto, entre comillas,
"rescatar negros en la costa de Guinea"
para traerlos como esclavos,
durante la colonización.
El gobernador exigió
trabajar gratis a la gente,
pretextando que era un deber
para Su Majestad, el rey.
Ávidos capitalistas,
vecinos de Tucumán
propiciaban todo aquello
queriendo acumular más capital.
Cuando se terminó la nave
la autoridad obligó a la gente
también a contribuir
para el bastimento del barco.
Con la carabela cargada,
un día, antes de partir,
un fuego enorme en la noche
al barco comenzó a consumir.
Fuego! Fuego! Fuego! Fuego!
Y ahora imaginemos que aquel fuego
fue obra de la propia gente
buscando así evitar que aquellos tránsfugas
mercasen de esa forma una vez más.
Fuego, ay, qué hermoso fuego.
Fuego de la rebelión,
en los astilleros de Asunción.
Fuego, ay, qué hermoso fuego.
No el fuego de la inquisición,
sino el fuego de la liberación.
Fuente: KAMBA MBA'EPU
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FUEGO