PARAGUAY DE TRISTEZA Y ESPERANZA
Poesía de OSVALDO CHAVES
En mi tierra los gringos se han lucido
para escarnio del pueblo, para el vicio
para hacer sus negocios sin ruido
nombraron a un gerente vitalicio.
Son colonizadores, son estultos
cometen sus crímenes en frío
y tienen una historia de insepultos
cadáveres arrojados por el río.
En mi tierra unos pocos son primeros
los demás viven de segunda instancia
así los campesinos los obreros
los niños con anemia y sin infancia.
Por esos nuevos siervos de la gleba
por sus hijos sus madres su quebranto
por estas banderas que flamean
oprimo el puño el corazón y el canto.
Por ellos tengo un rumbo y una estrella
les debo el pan les debo mi alegría
pienso por ellos que la vida es bella
y vuelvo al combate con la luz del día.
Me duele el Paraguay con su tristeza
el gemido en la noche y la tortura
el conocer que es mucha la pobreza
y es largo el crimen de la dictadura.
Mas pienso también en el coraje
con que el pueblo al llamar a la pelea
sabrá poner su grito en el boscaje
y un fusil al servicio de la idea.
En ese Paraguay de la esperanza
crece en la sombra la canción del paria
y un relámpago anuncia a la distancia
el triunfo de la clase proletaria.
Yo sé no volverán los compañeros
que hoy son tierra y ceniza para el viento
se mecerá su voz por los senderos
y en el maizal su nuevo pensamiento.
No sé si he de morir antes del día
mas sé que será como he vivido
de cara al vendaval mi rebeldía
y el amor a mi pueblo escarnecido.
No importa si me duermo en esta plaza
veré en mi despertar niños risueños
y en mi valle natal gente descalza,
pondrá un último terrón sobre mis sueños.
Por ese día abierto florecido
con pan con libertad sin llanto
prisiones rotas y pueblo redimido
por ese día inevitable canto.
(15 de Agosto de 1973)
Fuente:
MEMORIAS Y DESMEMORIAS DE EXILIO
de MARICRUZ MÉNDEZ VALL
Intercontinental Editora, Asunción-Paraguay, 2007