HUGO LÓPEZ MARTÍNEZ. ESCRITOR Y PERIODISTA CRÍTICO
Ensayo de LUIS MARÍA MARTÍNEZ
“Ser paraguayo ha de significar ser algo definido, inconfundible. ”
Rafael Barrett
PAÍS EXILIADOR
Paraguay, por el accionar infecundo de sus políticos funestos y antidemocráticos, se ha caracterizado por ser un padre cruel e inhumano, al generar, el éxodo de proporciones bíblicas de su población. Fue así desde su reorganización tras el caos provocado por la derrota del país en 1870 a manos de los invasores luso- rioplatenses. Una expulsión permanente con características de torrente, dado que sus habitantes eran y siguen siendo como huérfanos hacia los hospicios más cercanos o desconocidos de todos los continentes. Como los judíos errantes del inestable territorio suramericano, asolado por contingencias bárbaras e inciviles. Hugo, el escritor que promueve precisamente la presente y extensa nota, ha considerado casi festivamente así este fenómeno:
“Los paraguayos somos una raza aparte en relación al tema del exilio. Es en la única cosa en que somos campeones. Nadie puede disputamos el honor de ser los primeros y eternos exiliados.”
Qué decir de esta república curiosa, que es poca más que otra cosa, puesto que con beodez antirrepublicana - con sacrilego sectarismo político: bruto lenguaje, látigo, facón y caña -fecunda con vómitos permanentes la increíble peregrinación de sus hijos.
EL PARAGUAY DEL ÉXODO
Más del millón de paraguayos se hospedan en Buenos Aires y sus alrededores, e hogares cómodos unos pocos y los más en Villas Miserias, donde lidian con las necesidades y la nostalgia. Otros miles en Uruguay y Brasil, Estados Unidos, España y en algo menos en Chile, Colombia, Méjico y en otros países europeos.
Desde 1947, el Paraguay se ha caracterizado como un país desterrador, cuya modalidad atípica tergiversa por completo el sabio aforismo alberdiano (de Juan Bautista): “Gobernar es poblar.”
Por otra parte, halaga recordar el otro sentencioso decir de Alberdi instalado en un monolito en el sangriento campo de batalla de Acosta Ñu, donde se produjo el más insólito suceso de la guerra -estimo que sería el único en toda la historia de la humanidad por el protagonismo de niños-:
“El Paraguay representa la civilización”. Calificativo que no podría ser esgrimido en nuestros días, pues a partir del fatídico año 1870, el Paraguay se bamboleó en medio de una historia de desaguisados e iniquidades, o asolado por incesantes estupores cívico-militares.
LAS SUPERCHERÍAS PARA EL CALENDARIO ESCOLAR
Es notable como el calendario escolar se ahoga en supercherías fabricadas para los niños. Establece, por ejemplo, el 11 de julio como “Día Mundial de la Población” para un país archidespoblado como el nuestro. Fecha motivada por preocupación mundial por el “crecimiento actual de la población que es muy rápido y (que) provoca una gran alarma” en todo el orbe. Algo irreal para nuestro país, que inficiona en el alumnado una tontería.
Lo mismo sucede con el “Día del Árbol” el 19 de junio, para el país asolado por la criminal deforestación, que agrede a toda la ecología: se crean enormes predios sin nada, es decir, se promueve el desierto y se aniquila la fauna y la flora a marchas forzadas. Es una burla completa para todo el país, enfrentado a la desaparición irreparable de pájaros, insectos, animales silvestres, abejas, orquídeas y tantas cosas más. Al romperse la cadena trófica entre los insectos, inundan los poblados. Caso del dengue (mosquito) y la Leishmaniosis por flebótomos (moscas).
LA DIÁSPORA DE LOS TALENTOS
En nuestro país los talentos no encuentran lugar. Se ausentan por falta de oportunidades o simplemente huyen por el desapacible ambiente existente. Por ejemplo, en octubre de 2008, estudiantes de la Universidad Nacional de Asunción (UNA), pedían a los parlamentarios no recortar rubros para el 2009 destinados a la investigación. Coincidían en que el país pasaba por un momento histórico al repatriar PhD para formar jóvenes investigadores quienes ya muestran resultados.
La objeción de los parlamentos se centraba especialmente en que los docentes investigadores a tiempo completo percibían 3 mil dólares. Con justa razón el estudiante César Romero Lesme replicaba así a dicha objeción:
“Los diputados y senadores ganan más que esa suma y no son PhD y no nos ayudan a ser futuros investigadores con beneficios para el país”. Y es más: 80 trabajos de investigación se presentaron en un año, de los cuales fueron seleccionados 35 por su importancia.
En el volumen I de mi “Cuaderno de Notas”, yo ejemplificaba la tal huida con el caso del guitarrista universal Agustín Barrios (Mangoré), que reproduzco de manera incompleta la exposición:
“En verdad, el Paraguay, a quien tanto queremos, amamos y veneramos, es un padre cruel. Jamás dará nada al artista, a quien lo halagará y lo ensalzará hipócritamente, pero hasta ahí nomás.”
“Repito: hizo algo atinado y sabio Agustín Barrios al marcharse del país, al irse para siempre. Aquí hubiese ejecutado inútilmente su divino arte entre cuatro borrachos de un bar oscuro y lastimoso, donde el dueño apenas se defiende circuido por un tropel de perros hambrientos que se rascan y hurgan sus pulgas como si estuviesen en el espacio del mejor basurero.”
DATOS BIBLIOGRÁFICOS DE HUGO LÓPEZ MARTÍNEZ
Había nacido en Asunción (Paraguay) en 1950. Integrante de una familia que, en especial, por las adversidades económicas tuvo que marcharse del país.
Lo recibió Colombia en 1966. Allí se afianzó y labró su porvenir.
A estar por el registro personal que le corresponde y que inserta el volumen resultado del concurso de cuento: Carlos Castro Saavedra, gran poeta colombiano, realizado en Medellín en 1995, refiere que Hugo es “Catedrático de Historia en el Departamento de Humanidades de la Universidad Tecnológica.
Su primera novela “La historia imperfecta” fue finalista del Concurso de novela “Ciudad de Pereira” en 1977. Fuera de la docencia, se dedicó desde entonces a participar en ediciones de revistas literarias, en publicar artículos y entrevistas de personajes de la vida social y política de Pereira.
Fue ganador del Concurso de Poesía “Julio Ernesto Márquez”, en 1991, organizado por la Universidad Nacional de Colombia, con sede en Manizales. Y cuenta con más merecimientos: Periodista de la Universidad América de Bogotá, Doctor en Civilización e Historia de la Universidad de Toulouse (Francia), fue finalista en el primer Concurso de Cuento “Juan Rulfo” en París en 1984.
Tiene publicados los siguientes libros: “Imaginación y cautiverio” (poesía), “La historia imperfecta” (novela), “Para saber quién soy” (novela), “La memoria de Elio” (novela), “Esta cuadra es mía” (cuentos), “Huellas Urbanas” (crónicas periodísticas).
DESTACADO PERIODISTA CRÍTICO
En esta crónica un tanto desordenada por tantas cosas que referir, quiero hacerlo en especial a la calidad crítica de su periodismo, dejando de lado su producción narrativa, porque sería muy extenso considerar ambas cosas a la vez.
Admiro la calidad que posee el periodismo de Hugo, apoyado por la exactitud de sus observaciones, sobre diferentes aspectos de la realidad de su lejano país como de la realidad que observa y experimenta en el país en que está actualmente radicado, que es Colombia.
Me apoyaré en transcripciones breves de sus artículos, al colaborar desde Colombia con sus escritos, para la Revista de Cultura “Estudios” de nuestro país, que lidiara por su permanencia desde 1986 a 1990.
LA LECTURA
“Mediante la lectura se refuerzan las convicciones o se pone en duda lo anteriormente asimilado. Toda lectura alimenta el sentido crítico. Es difícil manejar a una masa culta dándole argumentos que deforman la verdad y la realidad de las cosas... El esfuerzo por controlar la difusión de libros y de ideas ha fracasado siempre.”
EL ROL DE LOS INTELECTUALES
“El país necesita de una clase intelectual creativa y dinámica. La gente debe considerar que el arte y la literatura no forman parte de una farra parroquial... Sabemos que existen enemigos de la reflexión y el humanismo. Todos ellos están pendientes de un registro equivocado sobre la situación del país para castigar ágil y deportivamente. Muchos se han acostumbrado a las inmemoriales persecuciones pero no es saludable para la literatura ni para el país que la sustancia mortal de la estupidez siga cayendo como una tempestad de mal agüero sobre nuestros cuerpos.”
“...Formamos parte de un conflicto que se extiende a nivel planetario... Empecemos por escribir de nuevo la historia, no en el salón del barbero ni en las escaleras del Panteón de los Héroes, sino en el espacio que nos permita la transición del desamor a la exaltación de las profundas necesidades colectivas.”
LA BIBLIOTECA
“En otros países, la biblioteca es el mobiliario más importante que pueda presentar el anfitrión al visitante de turno. Poco importa que los demás muebles estén polvorientos y destartalados.”
LA CULTURA
A menor cultura mayor paz y tranquilidad y a mayor analfabetismo mayor tiranía... Por supuesto que hace más de 30 años nos han comido el cerebro con la afirmación de que la cultura es una tontería...”
PARAGUAY AUSENTE DE LA FERIA DEL LIBRO EN BOGOTÁ, EN 1988
“Paraguay sigue en el Pódium de la soledad, en el desierto, sin ningún signo distintivo que lo presente como un país de inmensas posibilidades estéticas, económicas y políticas. Hablar de Paraguay entre investigadores y críticos literarios, es como referirse a las experiencias genéticas en una Clínica de Capiatá, es decir, como una realidad poblada de fantasmas, sueños y mitos.”
LOS MÁS FAMOSOS EN EL EXTERIOR
“Futbolistas y músicos son más famosos que nuestras tradiciones culturales, por insignificantes que ellas sean. No es Macondo ni la Provincia Gigante de las Indias, es simplemente un vago reflejo de lo que pudo ser y no fue, es una laguna en las otras memorias de los pueblos... Paraguay es un pájaro raro e ignorado..
Del contenido de las cartas enviadas a alguien del exterior
“Cuando empiezan diciendo “Aquí todo sigue igual” se hace referencia al único y seguro ganador de las elecciones. Cuando dicen “de Ricardo no sé nada”, es porque al ñato ya le cruzaron en lancha hacia Clorinda. Si dicen “el domingo hicimos un asado de despedida en lo de Susana y Ramón”, es porque otra pareja va a abandonar el país.” (Lo que Hugo observa era así, en la época de la dictadura se escribía como en clave.)
UNA OBSERVACIÓN TRAS LA CAÍDA DE LA DICTADURA EN 1989
“Pensemos en los cambios de camisetas a última hora, en qué va a suceder con los caciques de barrios y rurales, con los sentenciados a muerte por la opinión pública, con la economía sencilla del contrabando, con los sobrevivientes intermediarios del antiguo régimen. Tratemos, en fin, que la democracia no sea un accidente político...” (Bien sabemos que se modificó muy poca cosa: unos pocos torturadores enviados a presidio, nada se hizo con la recuperación de los bienes mal habidos, ni se recuperó un metro de tierra de la curiosa Reforma Agraria hecha por la dictadura, beneficiando a sus paniaguados...)
COLABORADOR PERMANENTE DE “LA TARDE”, DIARIO DE PEREIRA
Hay que ser bastante bueno para ser tenido en cuenta en el país-huésped, al ser extranjero y obtener un lugar, en cualquier espacio, que fue evidentemente el caso de Hugo López Martínez, al tornarse en columnario en el diario de Pereira “La tarde”, cada domingo desde 1997. Así, y en el lugar adjudicado opina semanalmente respecto a acontecimientos locales como de los internacionales. ¡Todo un logro evidentemente!
Reportamos a continuación algo de lo que escribió, como fruto de sus meditaciones.
En el artículo “El Ministerio de Cultura, la Caja de Pandora”, manifiesta algo parecido a lo que sucede en nuestro país, al decir:
“La actividad cultural es preocupación de políticos, empresarios, estudiantes... Sobre su actividad existe una vigilancia permanente, sabe que el círculo de intelectuales es vengativo, pero también lisonjero, sabe que merodean críticos en la sala de espera del Ministerio así como en el malecón de los resentidos... El Ministerio, ante cuya dependencia, se solicitan becas, subsidios, asesorías, capacitación de líderes culturales...”
“Ojalá el Ministerio convierta la cultura... para desvertebrar a la violencia con los sueños locos de un país adolescente:
En “La importancia de las canas”:
“En nuestro continente, por el prurito de la novedad, ha predominado el peso de un virtuosismo precoz bajo la presunción de que los jóvenes sabrán asumir responsabilidades sin los vicios ni la testarudez de sus mayores...”
“Menospreciar la experiencia, creer que... debe aplicarse el principio de borrón y cuenta nueva... sin aplicar otros atributos... llaman la atención en un momento en que el afán de lucro... constituye una de las características de la generación de los jóvenes de fin de milenio...”
En “¿A quién imitar?”:
Este mundo... criminal de la naturaleza, consumista, irremediablemente deshumanizado es gestor de una generación de adolescentes para quienes los ejemplos de la calle pesan más que el libreto del maestro y que la homilía ritual de los padres de familia... Una sociedad... (sustentada) sobre la competencia, el agraz y soberbio individualismo... La barra de amigos vuelve audaz al tímido... y en la sociedad de la esquina donde la informalidad adquiere rango de espíritu universal... permitiendo que el adolescente comparta con el resto... la misma música, la actitud insolente, se adhiere... a desterrar el mundo de los valores que resultan extraños a su realidad inmediata.”
Y ahí me detengo. Indudablemente Hugo López Martínez es un periodista crítico y de grandes virtudes. Con una prosa un tanto fantasiosa, salpicada de ironía y con saltos hacia aspectos inesperados, construye artículos de ricos contenidos.
Sé que ofreció sus servicios a un medio local que ni lo tuvo en cuenta. Empero, su colaboración hubiese sido de singular importancia. Conocer lo que se vive y piensa en espacios culturales más importantes, como los de Colombia, que tiene mayor y más fácil acceso a lo que pasa en el mundo, así como a libros y publicaciones interesantes, serían como proveerles de leche a los lactantes, que somos los que moramos aquí, en la Casa Cuna de los semi ilustrados. Más Paraguay es así: El de la prensa comercial, el de los pergeñadores de pobres notas sociales, el de lo epidemiados por las verdades de Perogrullo, el de los prosadores perniquebrados y algo más.
Sabemos muy bien que a los valores caseros casi ni se le da la hora. Se los tiene arrinconados en desvanes del olvido. Y es más, a pesar de la gratuidad de sus artículos que cuentan tan solo con la magnanimidad de los directores de páginas algo vacías que hacen algo. En tanto, que el extranjero inepto y verseador de engaños, se le da todo.
Estimo, que Hugo López Martínez, a pesar de haber penetrado en la 6ta década de vida, cual patrullero del porvenir hacia sendas ignoradas, seguirá dándonos mayores satisfacciones con su laboriosa trayectoria literaria.
14 de agosto del 2013.
Fuente: REVISTA DEL PEN CLUB DEL PARAGUAY - IV ÉPOCA – N° 25 JUNIO 2013. Editorial SERVILIBRO. Dirección Editorial: VIDALIA SÁNCHEZ. Diseño de tapa: CAROLINA FALCONE ROA. Asunción – Paraguay. Noviembre 2013 (165 páginas)
LÓPEZ MARTÍNEZ, HUGO: Ciudad de Asunción, 1950.
Poeta y narrador.
Especializado en Historia en la Universidad de Toulouse (Francia) y director de los escasos números de LABERINTO, revista cultural colombiana, Hugo López Martínez es autor de un poemario y de una novela: “IMAGINACIÓN Y CAUTIVERIO” y “LA HISTORIA IMPERFECTA” (1987), respectivamente.
Tiene además dos volúmenes de cuentos aún inéditos.
Está radicado en Pereira (Colombia), donde vive desde hace muchos años.
(Fuente: "BREVE DICCIONARIO DE LA LITERATURA PARAGUAYA"/ 2da. Edición – Autora: TERESA MENDEZ-FAITH. Editorial EL LECTOR, Asunción-Paraguay 1998)