MOVIMIENTO PARLAMENTARIO DEL 9 DE DICIEMBRE DE 1905

CESE DEL PRESIDENTE GAONA

Asuntos de carácter administrativo habían engendrado, últimamente, un choque de criterio entre el Presidente Provisorio y su gabinete. Tratábase de acordar un préstamo de $ 400.000 para la fundación de un club social en la capital, con el apoyo de la representación y de la mayoría de los hombres del gobierno.

El Sr. Gaona anuncia a sus ministros su disconformidad con la erogación en vista, en términos irreductibles. Vetaría toda ley que la sancionara, en cumplimiento de un deber de conciencia.

En eso, se preparaba una excursión a la ciudad de Concepción del Sr. ministro de Guerra, invitado especialmente por vecinos de aquella localidad, en compañía de los principales hombres de la situación y sus respectivas familias.

El general Ferreira, para partir, conviene con el Presidente Gaona se difiriera la resolución del punto hasta el regreso de la gira, dentro de contados días, y lleva a cabo su visita a Concepción.

Al día siguiente, 7 de Diciembre, el Presidente resuelve proceder en ejercicio de sus facultades: remueve tres de sus ministros, los Sres. Dr. Emilio Pérez, Emiliano González Navero y Cayetano A. Carreras, declarándolos cesantes y nombra en su reemplazo, respectivamente, a los Sres. Francisco Campos, Manuel Barrios y Dr. J. Gaspar Villamayor, ministros del Interior, Hacienda, y Justicia C. e I. Pública.

El Presidente Provisorio asumía, con aquellas medidas, toda su libertad de acción dentro de la legalidad, y faltaba medir las consecuencias que ellas aparejarían en el juego de las influencias dirigentes del gobierno.

Cita después el Sr. Gaona a Palacio al jefe de Policía, Sr. Elías C. García y al jefe del Estado Mayor, D. Manuel J. Duarte y les informa de los decretos que había producido en uso de sus atribuciones. El Sr. García se subleva en el acto y viene a acuartelarse inmediatamente, después de haber significado al Presidente que no acataría otras órdenes que las del general Ferreira; Duarte declara que el ejército cumplirá su deber constitucional.

Mientras tanto, los radicales de El Diario vuelven a moverse. El Sr. Adolfo Riquelme procura en nombre de sus amigos la designación de un nuevo ministro de Guerra y Marina y el mayor Albino Jara, entendido con ellos, espera de momento en momento desde el Cabildo, la orden de hacerse cargo de la Artillería, donde el jefe del cuerpo, capitán Pedro Mendoza, se había decidido por el principio de autoridad.

La situación política, creada por el pacto de Pilcomayo, estaba para sufrir un vuelco fundamental.

El señor Gaona no piensa llevar más lejos de sus efectos el cambio ministerial que había consumado y espera, sin tomar nuevas medidas, el regreso del general Ferreira, de Concepción.

Por su parte, recibe el general Ferreira en esta ciudad noticia telegráfica de los sucesos, y bajo la impresión del olvido de lo convenido antes de su partida, con el Presidente Gaona, resuelve librar la suerte de éste a discreción de los demás hombres del gobierno y legisladores, disconformes con las exoneraciones ministeriales.

La destitución del Sr. González Navero, del ministerio de Hacienda, afectaba particularmente la política de unión liberal, intentada hasta entonces, entre Ferreira, Báez y Navero en el gabinete, y exponía al primero, caso que asintiera a ella, a graves sospechas de doblez con el grupo radical, justamente en momentos de dirigírsele esa acusación por parte del Sr. Eduardo Schaerer desde el incidente aduanero ya conocido.

De regreso a la capital, acuerda Ferreira por el camino con el mismo Navero, el Dr. Cardús Huerta y otros legisladores presentes, la inmediata reparación de los hechos. El arbitrio escogitado era la deposición expeditiva del Presidente Provisorio por el Congreso y el nombramiento de uno nuevo en su reemplazo.

Las medidas se consuman sin la más mínima contrariedad. El 9 de Diciembre, llegan los viajeros al puerto.

Dirígense de ahí en masa al Cabildo, se reúnen las Cámaras en sesión extraordinaria, y seguidamente declaran, sin objeción, cesante en sus funciones al Sr. Gaona, y designan en su reemplazo al Dr. Cecilio Báez, Presidente Provisorio de la República.

Los legisladores radicales votaron así unánimemente en la emergencia la exoneración del Sr. Gaona y la elección del nuevo Presidente.

uente: HISTORIA CONTEMPORANEA DEL PARAGUAY (1869 - 1920). Por GOMES FREIRE ESTEVES. Prólogo de ALFREDO M. SEIFERHELD. Reseña biográfica del autor: MANUEL PESOA. Complementos: RAÚL AMARAL. Editorial NAPA. Asunción – Paraguay 1983 (396 páginas)

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