Cuando don JACINTO MARTÍNEZ, en Potrero Yvaté -del distrito de 25 de Diciembre, departamento de San Pedro-, en una mediamañana de otoño que parecía casi de verano, con asombrosa memoria, me recitó FARRA’IHÁPE GUARE recordé en el acto una promesa incumplida de mi parte.
El Dr. MIGUEL ÁNGEL PATIÑO SEPPE, de San Lorenzo, por teléfono, me informó que el hermano de su padre es el autor de la letra y de la música de esa obra.
Quedamos en retomar la comunicación para llegar hasta la casa de su progenitor. Las urgencias de los días y los meses postergaron el encuentro convenido.
El azar, en el recitado de don Jacinto, me devolvió a la memoria aquello que había quedado pendiente. Al volver a Asunción, conversamos de nuevo. Y se concretó la visita.
La casa de don PEDRO ANTONIO PATIÑO CASTILLO (81 años) queda en una arbolada loma, sobre la ruta II, a la altura de Aratirí. El lugar era antiguamente una de las chacras del Dr. Francia por lo que el sitio era denominado Kokuere, de la jurisdicción de San Lorenzo.
"Chamígo, efectivamente el autor de esa composición fue mi hermano
VENANCIO FIDELINO PATIÑO", confirma el dueño de casa al inicio de la conversación. "Todo lo que allí se cuenta es absolutamente cierto", acota de entrada, para que no queden dudas.
El episodio ocurrió poco después de la guerra contra Bolivia. Pudo haber sido 1936. Tal vez 1937. No antes ni después. "Sucede que mi abuelo, el capitán de López JUAN ANSELMO PATIÑO, médico de la Guerra Grande en cuyos brazos murió en Cerro León Valois Rivarola al que traía malherido, nos había dejado una propiedad en un lugar que se llama Ñandukua, de la zona llamada Itaú, distrito de San José de los Arroyos, en el límite con Nueva Londres. Allí estaba Venancio. De ese lugar fue que, un sábado seguramente, salió con su primo hermano Arsenio Rojas a la farra anunciada en Potrero, a dos leguas del establecimiento, de la jurisdicción de Nueva Londres. Fue-ron a caballo", ubica la historia don Pedro Antonio.
"Lo que narra mi hermano sucedió asimismo como relata. Venancio, ya un poco alegre, entró a la pista y a la primera que bailó con él le propuso huir esa misma noche. La mujer –cuyo nombre sabemos, pero prefiero no decirlo-, no presentó objeción. Y se fugó con él de la fiesta, antes de que amaneciera. Arsenio no ligó nada", cuenta.
"Venancio no llevó a la joven a la estancia sino que a un rancho cercano a la misma. Pronto, sin embargo, él se dio cuenta que había cometido una tontería. Y la mujer le abandonó", continúa.
Poco después de ese episodio
VENANCIO FIDELINO PATIÑO CASTILLO escribió el compuesto y le puso música. Los versos finales lo muestran arrepentido. "He’ínteko...No escarmentái ko uperire (Miente. No paró de conquistar mujeres)", aclara don Pedro Antonio.
Nuestro poeta y compositor,
VENANCIO FIDELINO PATIÑO CASTILLO, nació el 1 de abril de 1909 en San Lorenzo y murió a los 48 años, el 27 de setiembre de 1957. Era poeta, guitarrista y compositor. Compuso también RUBITA ENCANTADORA, RAZA GUARANÍ, HIMNO AL SPORTIVO SAN LORENZO, CANTO A SAN LORENZO y OJUEHE’Ỹ, entre otras obras.
Vivía en el barrio sanlorenzano conocido antiguamente como Mbopi. Era un hombre instruido y respetado. Fue juez de paz de San Lorenzo, dirigente de fútbol.
"Integraba el elenco artístico de
PEDRO J. CARLÉS que presentaba comedias musicales con
DIOSNEL CHASE,
AMPELIO VILLALBA,
FÉLIX PÉREZ CARDOZO, ARISTÓBULO DOMÍNGUEZ y TEÓFILO OCHOA, entre otros", comenta el Dr. Miguel Ángel Patiño, basado en datos proporcionados por el investigador de nuestra música
ELPIDIO ALCARAZ SEGOVIA.
de la Literatura Paraguaya.
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