GALOPERA
UNA "DANZA HECHICERA"
Uno de los grandes de la música paraguaya es MAURICIO CARDOZO OCAMPO, nacido e114 de mayo de 1907 en Ybycuí y fallecido el 5 de mayo de 1982 en Buenos Aires. Su nombre es ya parte de la rica historia de los que expresaron a su patria a través de su arte.
De origen humilde, hijo de doña CRESCENCIA CARDOZO, nació "bajo el signo de la cigarra" para cantar- como él mismo cuenta en su libro "MIS BODAS DE ORO CON EL FOLKLORE PARAGUAYO, MEMORIAS DE UN PYCHÁI".
"ELOY MARTÍN PÉREZ, un bohemio flautista, fue mi inspirador", cuenta el músico, poeta, compositor y estudioso del folklore paraguayo en ese texto que sintetiza su vida de artista.
El maestro JUAN J. (JOSÉ) ROJAS fue el otro hito trascendente de sus primeros pasos. "Su mamá la trajo un día a casa, le entregó a mi papá y vivió con nosotros como un hermano. Traía ya su flauta de caña de casulla y con mi padre aprendió las bases de lo que luego sería él", testimonia ORLANDO ROJAS, hijo de aquel docente que tenía su propia orquesta en Ybycuí.
Más adelante se produjo otro hecho relevante en su itinerario vital: el encuentro en la movilización de 1928 -cuando parecía inminente la guerra con Bolivia, tras el asesinato del teniente ADOLFO ROJAS SILVA en manos bolivianas-, con ELADIO MARTÍNEZ. A partir de ahí quedó constituido el dúo MARTÍNEZ-CARDOZO. Juntos salieron del Paraguay el 31 de mayo de 1931 y recalaron-luego de actuar en Argentina, Brasil y Uruguay en Buenos Aires. Allí Mauricio se realizó en plenitud como ser humano: compuso el núcleo esencial de su producción, estudió música, compartió con los grandes creadores paraguayos -JOSÉ ASUNCIÓN FLORES, CARLOS FEDERICO ABENTE, HERMINIO GIMÉNEZ, LOS LARRAMENDIA, GUMERCINDO AYALA AQUINO, AGUSTÍN BARBOZA, SEVERO RODAS, FRANCISCO ALVARENGA Y OTROS-, SE CASÓ CON FIDELINA FLEYTAS y besó las mejillas de los hijos que arribaron a su hogar: OSCAR, AMAMBAY, ANÍBAL Y MAURICIO (PINCHI).
En 1942, ya sin ELADIO MARTÍNEZ --él había regresado al país en 1939- crea algunas de las obras más memorables dedicadas a la compañera de su vida: REGALO DE AMOR, MORENA CHE MORENAMI, AÑORANZA y MBORAYHU PAVÉ."De ese año también es GALOPERA, la canción más universal de mi padre", añade Anibal Cardozo Ocampo, depositario de la memoria familiar.
"La nucleación benéfica “DAMAS PARAGUAYAS” de Buenos Aires, que presidía la señora KILI ACEVAL DE GARAY solicitó mi colaboración para realizar un festival en el salón “Unione e Benevolenza”, presentando estampas paraguayas y recordando escenas vividas en la tierra lejana; presenté la DANZA DE LA GALOPA conocida hoy tan conocida Galopera, que es la que más satisfacciones me ha proporcionado", relata Mauricio Cardozo Ocampo en su libro ya mencionado.
Las galoperas eran las mujeres que en los días de San Blas-3 de febrero- y la Virgen La Mercé (Las Mercedes) –el 24 de setiembre-, pagaban sus promesas bailando galopas música muy parecida a la polka, también en compás de 6 x 8, diferenciado sin embargo "en su acompañamiento rítmico", según Cardozo Ocampo- con un cántaro con agua encima de la cabeza."
Como SÁI HOVY, OCTA, BERNARDA y MARÍA PO'I eran conocidas algunas de las mujeres que en sus memorias recuerda Mauricio. Eran las que en la Chacarita y en la Loma Tarumá-en las inmediaciones de lo que hoy es Caballero y República de Colombia, en Asunción, mostraban sus dotes de bailarina.
A los recuerdos que -a pesar de la distancia- que aún le habitaban recurrió el creador para elaborar esa "acuarela asuncena", como lo catalogó.
La canción pronto cobró vuelo. Luis Alberto del Paraná, Juan Alfonso Ramírez con "Los indios" y otros intérpretes que recorrían el mundo la dieron a conocer. Además de sus numerosas grabaciones, sus traducciones al alemán, italiano, portugués, griego, hebreo y japonés hablan del éxito de aquella composición que retrata escenas que ya solo perviven en la mente de los memoriosos y en las páginas que registran aquellas estampas del ayer.
GALOPERA
En un barrio de Asunción gente viene y gente va,
Ya está llamando el tambor, la galopa va a empezar,
3 de febrero llegó y el Patrón Señor San Blas
Ameniza la función la banda de Trinidad.
Debajo de la enramada ya está formada la rueda
Y salen las galoperas la galopa a bailar
Luciendo el Kyguá vera, zarcillos de tres pendientes,
Anillos siete ramales y el rosario de coral.
Galopera...baila tu danza hechicera.
Galopera...mueve tus plantas desnudas
Cimbreando la cintura en tu promesa de amor.
La morena galopera, de la sangre indolatina
Luce dos trenzas floridas y viste typói jegua,
Sobre su cabeza erguida lleva el cántaro nativo,
Agua para el peregrino, la hermosa mitákuña.
Y así sigue la función al compás de la galopa
Suenan alegres las notas estridentes del pistón
Mientras se oye el zumbido del bombo y los platillos
Va quejándose el trombón y redoblando el tambor.
Galopera...sigue tu danza hechicera.
Galopera...soy tu ardiente soñador,
Dame un poco de agua fresca de tu cántaro de amor.
Dame un poco de agua fresca de tu cántaro de amor.
Letra y música: MAURICIO CARDOZO OCAMPO